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TW: mención de prostitución. asesinato, tortura. escenas sexuales que incluyen: sadomasoquismo, juego con sangre, juego con armas, exhibicionismo.
¡ todo lo que pasa entre L y H es consensuado. !
por favor recuerden que todo esto es ficción, y es contenido sensible. no apoyo ni fomento las acciones que serán realizadas. se recomienda discreción.
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Los instintos omega son, incluso mejores, que los de un alfa. Es un rezago evolutivo, el resultado de años ser cazados y perseguidos; una defensa creada por la misma naturaleza para mantenerse con vida, para defender a sus cachorros de los depredadores, y cuidar a sus propias manadas. Naturalmente, se traduce como los instintos natos para liderar...
No puede recapitular que fue lo que sucedió.
Solo recuerda un golpe a su nuca, segundos antes de sentir la sangre mojar su cabello. Y entonces observo los ojos de Louis, siempre tan ajenos e impasibles, sucumbir al pánico.
Recuerda también escuchar murmullos perdidos entre el silbido de una contusión, diluidos en dolor, en el sonido de la sangre. Recuerda escuchar golpes mucho tiempo antes de siquiera ser capaz de reaccionar, y ni una sola queja por aquel que estaba siendo torturado. Recuerda su mente despertar antes que su cuerpo, siendo consiente de como cada tanto su cuerpo fue presa de miradas y su vestuario antes tan bello, fue maltratado por manos ajenas; sucias. Incapaz de responder.
Recuerda el dolor recorrer su cuerpo y martillar su cabeza antes de ser capaz de siquiera moverse. La vista borrosa, y el suplicio propio de la confusión. Y, cuando finalmente logro hacer encajar las piezas, cuando comprendió que un ataque había sucedido, que estaban atrapados y era Louis el que estaba siendo torturado, recuerda entonces al mal poseerlo.
Recuerda a cada fibra de su cuerpo volverse igual que el infierno. Y recuerda la densa sensación, efímera por su propia rapidez, de encajar su daga en el cuerpo de los hombres desconocidos y desgarrar sus vísceras con la única intención de liberar al alfa dueño de su corazón.
No recuerda bañarse en sangre, ni cuantas veces su daga encajo. Pero el efecto de la adrenalina es vivaz, borra el dolor y trae de vuelta sus naturales instintos. Los de omega, los de un líder, los de un asesino.
- ¡Ese fue un horrible golpe! Te concedo eso, no lo estaba esperando. - Harry ríe también, el traje rosa pintado de rojo ante la pila de cuerpos que deja detrás. No todos estan muertos pero si mutilados, incapaces de ser más una amenaza. Un cumulo más de hombres apunta hacia el: Harry no teme de la armas - Ahora, cariño, hazme el favor de soltar a mi esposo.
Un rictus de confusión atraviesa los rostros de los hombres y es entonces que Harry sabe que sus ojos brillan en diversión. La estupefacción es un defecto de los débiles, de los inexpertos.
Es una fracción de segundo, la mitad de un parpadeo, es todo lo que toma que Harry use su daga para apuntar al cuello del hombre que sostiene un arma contra la cabeza de Louis, clavando la punta, con la fuerza suficiente para cortar el flujo de la yugular sin llegar realmente a lesionar.
Y el sonríe. Sus labios aun tienen brillo, sus rulos se conservan en el lugar perfecto y el verde de sus ojos se muestran tan amable como siempre. Pero es una bailarina llena de sangre.
- No me gusta repetir indicaciones - el clava más fuerte, rasgando la primer capa de piel. El miedo a morir es incentivo suficiente. Jeffrey da la orden y sus hombres bajan las armas. Harry cuenta quince hombres restantes. - Contra la pared, por favor.
Ellos no se mueven.
Debe rodar los ojos y sacar uno de los adornos de su vestuario, una navaja perfectamente bien camuflajeada en el corsé. No toma dos intentos, ni siquiera debe mirar para lanzarla con letal precisión. Se encaja en el ojo de uno de los hombres, un beta, atraviesa la esclera hasta llevar a las meninges y su cuerpo convaleciente golpea como un peso muerto hasta el suelo. - ¡Dije por favor! - solo cuando tiene una linda fila de robustos hombres contra la pared se permite sonreír de nuevo. - De rodillas, y espérenme ahí un minutito, ¿si? - ellos cumplen la indicación, esta vez, sin rechistar. - ¿Ven que bien nos entendemos? Ahora, ¿van a explicarme que esta sucediendo aquí?
Escucha al hombre que amenaza tragar saliva con dificultad antes de responder.
- Fui contratado para-
- Ah, ah, ah - Harry aprieta su mandíbula, conteniéndose de cortar su cabeza. Sus narinas se ensanchan y debe dar una profunda inspiración para abstenerse de gritar - No hablaba contigo.
Entonces gira su rostro, observando a los gemelos.
- Mami....
El alza su dedo, señalándolos mientras con la otra mano aun amenaza al hombre que torturo a su esposo. - No, miren que desastre se ha hecho, perdimos a nuestros invitados de esta noche. Ahora desaten a su padre y díganme que fue lo que hicieron. ¿Quién mierda es este hombre?
Los gemelos, demasiado afligidos, se mueven para desatar a su padre. Es un movimiento simétrico, como con caras largas sacan sus garras para cortar las ataduras del alfa. Es en realidad bastante rápido, pese a tener las extremidades con marcas violáceas y una serie de lesiones por todo el cuerpo, Louis se pone de pie sin ningún problema. Da una rápida mirada a sus hijos antes de caminar hasta Harry.
- Alfa...
- Estoy bien omega, sanare en unos minutos. - Harry acaricia su rostro, golpeado y con heridas abiertas. Lo acaricia con delicadeza bordeando cada lesión y entonces observa su labio reventado, la sangre cayendo de el. Delinea sus labios con su lengua y no puede resistirse a besarlo.
Se inclina sobre el para atrapar los labios más delgados entre los suyos, encajando sus colmillos sobre la herida de su alfa. Es tan fugaz como el resto de sus interacciones, apenas saborea la sangre cuando siente un fuerte tirón en sus rizos, el alfa jalando en un puño cerca de su cuero cabelludo para alejarlo de él. - No creo haberle dado permiso de probarme, omega.
Harry sonríe comenzando a sentir la excitación en su cuerpo, lame sus labios solo para provocarlo. - Aun.
- Deja aquí, yo me encargo. Ve con los niños.
- No lo mate. Aun quiero respuestas, alfa.
- Lo se, mon amour- entonces Louis besa la frente de Harry, antes de tomar control sobre el cuerpo de Jeffrey. Es tan fluido como la serpiente que asfixia a su presa, solo debe reemplazar la daga por su brazo, los músculos de su bíceps marcándose por encima de la ajustada camisa y la sonrisa maniaca que se dibuja al susurrar. - El juego no termina con el jaque, ahora es nuestro turno pequeña mierda. - Sosteniéndolo por detrás, usa su pie para golpear el hueco poplíteo y romper sus piernas. No se detiene hasta que obtiene una fractura expuesta y gritos con los que deleitarse. Ni siquiera debe ahorcarlo para que quede inconsciente.
Harry ha dado la espalda a Louis. Los gritos no parecen perturbarlo a el ni a sus hijos, ni siquiera cuando Louis se muda a la fila de hombres para continuar con ellos, pisando el cuello del hombre al que Harry clavo su ojo como parte de la alfombra en el trayecto a ello.
Los alfas más jóvenes se recargan contra el escritorio de su padre, ambos jugando con sus dedos como dos infantes descubiertos. Harry ha limpiado su daga en el tul antes de guardarla de nuevo, y pone sus manos en las caderas en la pose típica de regaño.
Un grito más fuerte se escucha en el fondo.
-¿Y bien, que explicación tienen jovencitos? Si saben que en esta época del año su padre y yo llevamos a cabo nuestro cortejo anual. ¡Estaba por darle un cadaver! ¿Saben lo tardado que es envenenar a alguien con esa precisión? Me tomo meses pudrir a Cara por dentro.
- Mami - inicia Luc. De repente, con los ojos de su madre furiosa sobre ella, ya no se siente tan grande como hace unas noches. - Pero es que... Jules y yo... Va a ser tu cumpleaños, mami.
Harry alza una ceja sin entender.
- Luc y yo pensamos que, bueno el hombre es Jeffrey de ese lugar que dijiste el verano pasado que era asqueroso el negocio que mantenía. Luc y yo casi acabamos con todos sus centros, y pensamos en hacer una trampa chiquita... Para ti.
- ¿Una trampa, de que hablan?
- Ma, papá esta matando tu regalo.
Entonces Louis se detiene en el hombre número cuatro, estando a punto de romper su cuello. - ¿Qué yo que? - Lo deja caer sin piedad, un sonido seco de su cuerpo golpeando contra el piso y un llanto que no puede terminar. El alfa ha detenido la serie de sus asesinatos, pero en ese momento piensa, le depara un destino peor.
Incluso cuando Louis se aleja de el, el miedo no se va: no tiene a donde escapar.
El mayor de los alfas se acerca a la escena, poniéndose detrás del omega como una especie de sombra. Ambos cruzan sus brazos y alzan las cejas para demandar una explicación en la clase de gesto que solo los años de crianza pueden otorgar.
- Niños, sean claros. En esta casa no divagamos. - Louis ordena. Algo en sus palabras hace cambiar el semblante de sus hijos. Se ven un poco menos como niños y un poco más como alfas, tienen algo de sangre salpicando su blanca piel pero dan un paso al frente y hablan con voz firme.
- Hicimos un regalo por el cumpleaños de mamá. - Es Jules quien lo dice. - No le gustaban los centros de prostitución en la ciudad, así que acabamos con ellos. Reubicamos a todas las victimas y matamos a los gestores.
- Pero no era suficiente, las plagas siempre resurgen si no vas por la cabeza, ¿verdad, papá? Así que nos infiltramos e hicimos socios con... Jeffrey. - Luc ve al hombre inconsciente en el suelo, apenas a unos metros de ellos. El recuerdo de lo que han provocado logra erizar su piel y sonríe de la forma tan siniestra que sus padres lo hacen. - Los invitamos al club, a la zona roja. Les hicimos creer que se estaban infiltrando y entonces le ofrecimos usar a mamá si lograban matarte solo para traerlos aquí. Para que mamá pueda jugar con ellos como le gusta.
- Oh - es lo que Harry dice, una gran revelación cayendo sobre sus grandes ojos verdes. No pudo imaginarlo, realmente no lo hizo. Habían sido engañados por sus propios hijos.
-¿Ofrecieron a su madre? ¿Tienen idea de lo peligroso que eso fue? ¿La cantidad de cosas que pudieron salir mal? -Louis comienza a decir. Su voz alfa es poderosa, y tratándose de uno puro aun cuando la controla las ondas sonoras logran filtrarse para manipular el cerebro de otros. Sus bebés tratan de resistirlo pero son más jóvenes y eventualmente inclinan el rostro como cachorros reprendidos por su padre.
- Oh Louis - Harry muerde su labio cuando las piezas finalmente encajan. - Ellos sabían lo peligroso que fue, ¿lo calcularon perfectamente, no es así, cachorros? Me ofrecieron a mi, oh ¿Qué le dijeron? ¿Qué podrían usarme como mercancía para sus prostíbulos? ¿probarme primero?
- Les dimos Alice a todos ellos, solo para estar seguros de que lo harían. - Jules confiesa.
Harry rompe en una carcajada.
- ¡Omega!
- ¡Alfa! - Harry responde. - Sabían lo peligroso que seria y aun así tomaron una decisión por un bien mayor. Nos usaron a ti y a mi como peones para obtener lo que querían, fuimos parte de su juego y ellos ganaron esta partida. - El omega se acerca hasta ellos y deja un enorme beso en la frente de cada uno, acaricia sus rostros con dulzura aun si eso deja un tenue rastro de sangre fresca.
Admirarlos es ver su mundo entero, lo mucho que han crecido. Es como verlos por primera vez, a ellos y no los niños que fueron. El potencial latente bajo su piel.
- Mis bebés, no sabia que podían ser tan sádicos. ¿Para mi? - Harry genuinamente ha comenzado a llorar, tiene lagrimas mojando sus pestañas ante lo cautivado que se siente. - Si apenas ayer estaban haciendo collares de dedos humanos para mi. - Los abraza con fuerza, y aunque son más altos que el sus cachorros logran hacerse pequeños para encajar entre los brazos de su madre, peleándose por ver quien llega a su glándula de olor primero justo como cuando eran unos bebés. Harry acaricia sus cabellos mientras libera feromonas para ellos. - ¿No lo ve, alfa? Nuestros cachorros son tan despiadados como nosotros. Nos trajeron nuevas presas para nuestro cuarto de juegos.
Finalmente, Louis comprende lo que su omega vio desde el primer instante: el panorama más grande. Solo debe mirar a Niall que se asoma detrás de la puerta para emitir una orden y entonces todos sus hombre dan inicio a movilizarse para deshacerse de los cuerpos, llevándose al resto de los hombres para prepararlos para ellos. Para disponer el regalo que sus hijos ya habían preparado.
Un atisbo de orgullo emerge en su pecho al ver a su familia rodeada de una pila de cuerpos.
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Para cuando estan listos, la luna ha decidido honrarlos con su mejor posición.
Su cuarto rojo sería, probablemente, una zona incluso más especial para ellos que la misma zona roja. Más privada, más vesánica en cada una de sus cualidades. Las paredes estan pintadas, como el resto de la casa, en un color propio de la sangre. Los muebles negros contrastan con la iluminación y todo se muestra con la exagerada pulcritud que solo lo barroco puede poseer.
Hay dos tronos de oro en el nivel más alto de la habitación, y la luz del cielo nocturno se filtra de los grandes ventanales que conectan con el patio de su casa.
Una cama al centro del todo, y alrededor de ella todos sus nuevos juguetes colgando esperando a ser usados. Louis observa todo desde su silla, esperando por el.
Ha marcado las sabanas con su olor solo para deleitarlo, puede sentir la anticipación de su cortejo interrumpido horas antes, pero sabe que esto será mejor; hace meses que no tienen un juego apropiado y lo cierto es: a Louis le excita matar tanto como a Harry. El olor de la sangre desprendiéndose de los hombres solo puede suscitar más sus instintos, un poco de la fragancia que el omega desprendió al sentarse sobre el permanece aun en su piel.
Pero entonces el olor se vuelve demasiado real y solo atina a abrir sus ojos para ver como el omega entra a la habitación, no debe verlo, solo basta con olerlo para saber que Harry se ha preparado para el. Ya no hay sangre en su tersa piel y el vestido de bailarina ha sido reemplazado por una bella y fina bata de seda, pero Louis puede ver la daga marcada sobre el liguero de su pierna, combinando con los rizos perfectamente definidos que caen a los costados de su rostro. Una maquiavélica personificación de la belleza misma.
Camina con un porte elegante, de la misma forma que lo hace al interpretar uno de sus números musicales, la diferencia es que está vez, Louis es su único espectador y ambos saben, que no se trata de un acto pues es la forma en la que camina una reina.
Su reina.
Louis lame sus labios, solo para ponerse de pie y ofrece su mano para guiar a su compañero a la danza de muerte que han preparado.
- Siéntese conmigo, omega. - Harry toma su mano, deleitándose en ese tacto que solo pueden poseer estando solos, la forma en la que incluso sus anillos complementan el agarre del contario.
- ¿Contigo? ¿No es eso ambiguo, alfa? En esta casa no divagamos. -se mofa con sus propias palabras. - Así que dígame, ¿me quiere a su lado... o quizás, sobre usted?
Louis gruñe ante el escarnio que el malcriado omega esta provocando. Se mueve más rápido de lo que Harry puede observar, y lo siguiente que sabe es que su cuerpo ha sido manipulado para sentarse sobre el hombre, pecho a pecho, Louis fuerza a las piernas de Harry mantenerse abiertas, y lo envuelve en sus brazos únicamente para apresarlo, dominarlo, cuidarlo. Dejando el segundo trono completamente olvidado.
- No me provoques, omega. Soy tu alfa. - La mano de Louis rodea su cuello y siente los anillos calar conta la sensible piel en un claro signo de advertencia. Estan tan cerca que podría asfixiarlo, solo requiere de un poco más. Solo un poco más.
- Precisamente porque es mi alfa, puedo provocarle mon soleil. - Harry se ríe y entonces Louis aprieta su cuello con fuerza, presionando contra su tráquea. Debe jadear ante la falta de aire y no se avergüenza cuando el lubricante comienza a mojar su entrada. El espera que los dedos de Louis dejen una marca.
El olor a lubricante llega hasta las narinas de Louis, y solo entonces, Harry logra romper el estoicismo en el.
Louis deja de ahorcarlo solo para empujar su rostro hacia un lado que tiene la intención de humillarlo, puede sentir sus dedos colándose por debajo de la bata para tomar algo de su lubricante sin tocarlo realmente. Lo tiene en dos de sus dedos, el anular y el corazón, y sin tipo de pudor lo lleva hasta su nariz para olerlo de cerca. Un acto tan lascivo como ese solamente lo hace mojarse un poco más.
- Misérable provocateur, tu n'as pas de remède. êtes-vous déjà excité? - se burla de el, Louis solo pone sus dedos frente a Harry, no tiene que comandar para acatar su orden: Harry simplemente lame sus dedos probándose a si mismo en el. - Tan hermoso. ¿Qué quiere esta noche? Dímelo y es tuyo omega.
- Lo quiero todo, alfa.
- ¿Todo? - Louis alza sus cejas, probando a su compañero. - ¿Recuerdas tu palabra?
- Je fais, je fais. Por favor, alfa, juegue conmigo, quiero jugar.
- Entonces será un placer torturarle esta noche, ma reine rouge.
Louis le toma de las piernas solamente para alzarlo y llevarlo a su cama, conforme se acerca el olor del alfa se vuelve más fuerte y Harry puede sentirse perder entre cada sensación que su cuerpo experimenta. Lo cerca que esta de Louis, lo caliente que es su piel. Su olor rodeándolo por todas partes y el olor de la sangre que llega hasta el.
Cierra los ojos solo para centrarse más en lo que percibe, y disfruta del sentir como Louis lo mueve a su antojo. Sabe que ha esposado sus manos a los barrotes de la cama pues puede sentir la fría textura lastimando contra su piel y puede sentir como separa sus piernas amarrándolo a una barra de metal. Y mientras lo hace solo logra deleitarse con la vida de recuerdos que poseen juntos: cuando fue ofrecido a el para casarse y fortalecer el poder de sus familias, y cuando ambos pactaron matar sus familias solo para construir un nuevo imperio juntos, como fueron cómplices antes que amantes y la manera en la que se enamoraron en el proceso.
- ¿Qué debería hacer contigo? - Louis lo admira como una obra de arte expuesta. La tela roja estorba en su cuerpo, mostrando únicamente los tramos de piel suficientes para tentarlo. Elevándose en su zona inguinal conforme las palabras de Louis llegan a sus oídos. Harry abre los ojos solo para encontrarse completamente inmovilizado, mueve sus extremidades en un falso intento de zafarse solo para crear una escena, provocar un poco más de excitación entre ambos. Ve a Louis, parado al pie de la cama con las piernas abiertas y su mentón elevado, frotando sus manos una palma contra otra mientras medita que movimiento tomar y el panorama detrás de el, de cuerpos girando expuestos en dianas inconscientes.
En ese momento, se ve incluso más imponente que estando sobre su trono y solo verlo provoca que una oleada de placer sacuda su cuerpo con intensidad, sus muslos comienzan a empaparse.
- El dolor y el efecto de Alice sigue depurando su cuerpo, ¿Cuánto crees que tarden en despertar? - el alfa continua su monologo - No creo que te importe si nos ven jugar, ¿no es así? Apuesto que mueres por ser visto, deberíamos encargarnos de eso. - despliega sus garras solo para cortar el listón de la bata de Harry. La bella tela cae a sus costados, descubriendo su cuerpo solo para el.
Harry siente la forma en la que el aire eriza su piel apenas es descubierto. Revelando el conjunto de lencería negra que se ha puesto debajo: no hay tela, solo arnés de cuero cubriendo su cuerpo completo. Adornando dispuesto para mostrar todo.
Y justo en medio de su pecho, el arnés rodea sus pectorales solo para disponer un espacio entre ellos: su tatuaje luciendo solo para Louis, para su alfa, y su rey. Una pieza de ajedrez, la faltante en el tablero, la pieza de la reina. Justo sobre su corazón.
Louis no puede controlar el gruñido que sale de el con tan solo observar al omega. Su cuerpo desnudo provocando por completo, el hematoma en su cuello que comienza a mostrar, sus muslos brillando y la polla roja del omega pidiendo ser atendido.
Por un par de segundos, Louis se queda enteramente mudo, sintiendo como el espacio en su pantalón se ajusta mientras observa, sus dientes caen y Harry sonríe.
- ¿Te gusta, alfa? ¿Cómo me he vestido para ti?
- ¿Vestido? - su voz se corta, Harry pude ver el flujo sanguíneo marcándose en su cuello. - ¿Llamas a esto ropa? Pequeña mierda exhibicionista, debería castigarte por tu insolencia.
- Esas son muchas palabras para tan poca acción, alfa. - Harry provoca con sus gruesos labios en una sonrisa.
Louis entonces hace uso de sus habilidades alfa para moverse con rapidez, lo siguiente que Harry sabe es que ha sido azotado con uno de sus látigos, justo sobre su vientre.
De sus labios sale un jadeo que no puede retener.
- Ahora, ese es un mejor uso para tu linda boquita, mon amour. - Louis se toma el tiempo de desajustar su corbata y quitar su camisa mostrando cada movimiento muscular que esa acción tiene. Cada una de sus venas se marcan en su piel, y sus tatuajes brillan bajo la tenue luz de la luna - Recibirás treinta, ya que te sientes tan valiente y has estado provocando gente para que te toque. ¿Es que todos estos años no te lo han dejado claro? - Louis azota de nuevo, está vez en su muslo. El cuerpo de Harry se contrae con el impacto. - Eres mio, Omega.
Uno más, sobre la siguiente pierna. - Solo mio, para tocar, para golpear, para usarte de la forma en que me plazca. Ahora cuenta. Y si te equivocas, empezaré de nuevo. ¿He sido claro?
Louis golpea su muslo otra vez.
- ¡Cuatro! Si.
Una vez más, puede sentir la piel de su pierna comenzar a irritarse. El cuero empezando a decorar en tonos rojizos su piel.
- ¿Si, que?
- ¡Cinco! Si, alfa. Ha sido claro. - su voz comienza a quebrarse, jadeando por el esfuerzo físico que soportar el golpe del látigo conlleva.
Otro más.- ¡Seis!
El alterna entre sus piernas, pero el golpe provoca un espasmo que divierte a Louis. Harry no debe mirar dos veces para saber que ha cometido un error, los ojos de Louis brillan rojos. Entonces golpea más fuerte.
- No te muevas, omega. - el usa su voz. Es un susurro, tenue y frío. Pero hace a Harry sentir su cuerpo congelarse bajo el comando de sus palabras. No es solo su fuerza de voluntad soportando para su dominante, es su omega reaccionando fisiológicamente para obedecer a su alfa.
Incluso si lo intentará, no podría moverse. No hasta que Louis lo ordene. Aquello solo hace que su pene se endurezca más, su cuerpo ebullendo en excitación.
- ¡Ah! - Harry finalmente grita. - ¡Siete!
Louis golpea sus muslos hasta que su piel supura y sus piernas tiemblan. Entonces continúa con su abdomen y finalmente en cada uno de sus pechos. Cada latigazo llega con mayor intensidad hasta que su cuerpo se vuelve un lienzo donde la sangre es la tinta y Louis el artista.
- ¡Veintiocho! - su voz es un hilo y de sus ojos caen lágrimas constantes, todo en el duele y le encanta saberse incapaz de liberarse.
- Grita más fuerte. Crie pour moi petite chienne
- ¡Veintinueve! - Todo su cuerpo ha sido cubierto por una fina capa de sudor y puede ver la piel de Louis brillar también a causa del esfuerzo físico. El golpea una vez más su pezón. - ¡Treinta!
Harry finalmente, llora. Y es solo en ese momento que Louis se acerca a el, acariciando con cuidado su aperlada piel. - ¿Acaso no te ves bonito cuando estás siendo obediente, reina mia? Lo has hecho tan bien, soportando tan bien para mí.
Harry asiente con su rostro mojándose, incapaz de parar. Harry es la reina y Louis es su rey, este es su juego de poder. Entonces el alfa besa con dulzura sus labios, probando la sangre que la tensión provocó en ellos. Pero sus colmillos están presentes y pronto su beso se vuelve más fuerte, más violento. Razga sobre la piel para romperla y lamer más de sus sangre, logrando que Harry jadee de nuevo.
Las manos de Louis llegan hasta su polla, se ha acumulado tanto que solo el roce llega a lastimarlo pero el alfa no le concede tipo de alivio, apenas toma la punta para mojar sus dedos en el líquido preseminal y llevarlos hasta su rostro para burlarse de nuevo.
- Solo mira lo destrozado que luces, lo mojado que estás. Apuesto a que podrías correrte solo con azotes, ¿no es así?
- Podría alfa, si me dejaras hacerlo. - Harry llora y todo su cuerpo tiembla con el sonrojo sexual y el eritema de sus lesiones creando hermosos patrones. La cama es un desastre con su lubricante debajo de el y la sangre de su labio deslizándose por su cuello. Se deleita al saber que apenas están iniciando.
- Oh, pero no lo haré. - Se ríe frente a el. Su siguiente movimiento es tomar la daga que le ha regalado sacandola de su liguero. La pasea frente a su rostro solo para que Harry pueda verse a si mismo reflejado: se ve tan follado y Louis ni siquiera lo ha tocado aún. - ¿Te ha gustado mi regalo? ¿Cómo se sintió matar con ella?
- Su filo es mejor que una espada. Y he matado con ambas. No toma dos intentos desgarrar sus entrañas. - se las arregla para responder. Louis mueve sus labios hacia abajo en un completo desinterés, jugando tan bien su propio papel.
- ¿Si? - es un hábil movimiento, apenas un giro en su muñeca, pero corta su pecho en un rasguño superficial y Harry gime de nuevo. - Supongo que tienes razón. ¿Sabes porque te di una daga, omega?
Louis se separa un poco de el, levantándose de nuevo. Usa la punta de la daga para comenzar a cortar tenuemente entre sus pecho, bajando por la línea media de cuerpo hasta el inicio de su ombligo.
Toda la piel de Harry se eriza y puede ver sus poros abrirse ante la excitación.
- Porque somos un equipo. Matamos a tu padre con una daga. Así empezamos: tu y yo.
Gotitas de sangre salen de la herida. Su piel arde entre más corta Louis y Harry puede sentir su orgasmo acumularse.
- Muy bien. ¿Que más? ¿Porque una daga, amor? - Y Louis lame el camino de sangre que ha creado. Subiendo justo por dónde bajo. El sabor de hierro y sudor se cuela en cada movimiento pero no rompen el contacto visual. Harry ve a todo momento como Louis lame de el.
Puede sentir las enzimas de su saliva arder para sanarlo justo después de lastimarlo. El gime de nuevo.
- ¡Porque soy tu rosa! - dice justo cuando Louis lame entre sus pechos. Sube en un camino de besos hasta su cuello, mordiendo con menor intensidad pero con la fuerza suficiente para dejar las marcas que tanto le gustan.
- Porque eres mi rosa, mon amour. ¿Te ha quedado claro, omega? ¿Lo mucho que me perteneces? Porque soy tan tuyo como tú eres mío. Puedes ser la reina, pero la daga está hecha para poseer a la rosa.
El alfa toma el filo otra vez, y con una precisión que solo los años otorgan clava sobre la piel de su abdomen, tan cerca de su ingle, tallando una LT mientras Harry lo deleita con sus gritos.
Para cuando termina, el cabello de Harry está tan bañado en sudor que parece verse lacio. Louis besa de forma incontable sus heridas antes de desatarlo y amarrar su cabello. Entonces lo abraza y todo su peso cae sobre el alfa, la espalda del omega contra el pecho del alfa y sus piernas enredadas.
- ¿Estas bien? - pregunta para dejar un beso sobre su sien. Harry se acurruca más cerca mientras su cuerpo aún tiembla, el acaricia su piel hinchada justo donde Louis marco sus iniciales.
- Es tan bonito. - pasa sus dedos con cuidado, no siendo capaz de creer que ahora eso está en su piel.
- ¿Estás bien? ¿Harry? - Louis pregunta de nuevo.
- Lo estoy, alfa. La noche es joven y soy rojo. - dice sobre su escala de colores, pues siendo como son lo único apropiado sería usarla de forma inversa. - Y estamos justo a tiempo para jugar, pues parece que mis gritos los han despertado.
Sobre las dianas que cuelgan, los hombres se muestran desorientados. La droga finalmente sale de su sistema y en su lugar solo se escuchan lamentos y gritos de súplicas al comprender que han sido inmovilizados. Dispuestos como una presa en día de cacería. Y aunque su voz se encuentra amortiguada por una mordaza, el llanto es lo suficientemente placentero.
Sus rostros se deforman cuando sus dianas giran y ven a Harry completamente desnudo frente a ellos. Ningún tipo de pudor entre los hombres cuyo reino han perturbado.
- Observa como te ven - Louis susurra contra su oido. Ambos tienen sonrisas al ver cómo los cuerpos giran, una y otra vez. Su mano se cuela finalmente para sostener el grueso falo de Harry, masturbandolo frente a los ojos de todos. - Ellos estaban peleando por poseerte. Por tomar algo que me pertenece.
Harry gime y deja caer más de su peso contra Louis. Muerde su labio entre más placer llega.
- ¿Que deberíamos de hacer?
- ¡Deberíamos matarlos! - Harry se ríe antes de jadear nuevamente. - Oh, Louis... Alfa. Ah.
Puede sentir a Louis estirarse un poco para agarrar algo sin dejar de masturbarlo. Adora todo respecto a ello: la forma en la que Louis aún está vestido, lo expuesto que el esta. La manera en la que su cuerpo duele y como lo toca frente a todos. Puede oler el miedo emanando de todos ellos como el angel de la muerte que es.
- Hay que matarlos, ah, por favor, quiero matarlos. - Louis besa su cuello sin dejar de tocarlo, ambos manteniendo un contacto directo los ojos de las vidas que están por tomar.
- Tengo tu pistola favorita - Louis murmura para el. Puede escucharlo cargarla. Harry muerde su labio sintiéndose tan cerca de correrse pero su alfa interrumpe su orgasmo una vez más.
La frustración que la sobreestimulación trae consigo dibuja un poema sobre las facciones de Harry, sus muslos completamente empapados mojado a Louis debajo de el y su polla comienza a volverse de tonos un poco violáceos.
- Dámela, dámela. Quiero jugar a la ruleta rusa con ellos. - Harry se estira para intentar sostenerla.
- Ah, ah, ah - Louis le frena - Tienes que ser bueno Omega. Se obediente. Primero tienes que ganarlo.
- ¿Ganarlo-oh - la mano de Louis es reemplazada y en su lugar, comienza a frotarlo con la punta del arma. Se siente fria contra su piel y saber que está cargada mientras los dedos de Louis aseguran el gatillo lo excita por completo. Una nueva oleada de placer recorre toda su espalda extendiendose por cada uno de sus nervios.- ¡Si, si!
Louis usa el arma para combinar sus fluidos. Solo cuando la punta está llena de líquido preseminal la baja por toda su ingle hasta rozar su entrada. Harry puede sentir a Louis jugando con el, estirando los bordes mientras le hace creer que va a insertarla en el.
- ¡Louis! ¡Alfa, alfa! ¡Por favor! - grita cuando Louis la mete un poco más. Puede sentir su cuerpo temblar al borde del orgasmo.
- No te corras - Louis ordena con su voz. El cuerpo de Harry se congela mientras más lágrimas salen de sus ojos.
- Métela. Jodeme con ella, alfa. Por favor. Por favor - La siente dentro de el, deslizandose entre su lubricante apenas unos pocos centímetros. - Si, si, si... ¡alfa!
Entonces nada.
- ¿Pero como vas a dispararles si te jodo con ella, mon amour? - Louis se burla de él y mierda. ¿Cómo Harry siquiera se casó con este hombre? Este hombre que ha burlado su orgasmo más veces en una noche de lo que puede contar. Entonces Louis finalmente ofrece el arma llena de sus propios fluidos, el truena un sonoro beso sobre su mejilla antes de separarse por completo de el.
Escucha el pantalón de Louis golpear contra el piso - Dispareles mientras te como. Y no falles.
- Amor mio - Harry lame la punta del arma, ama su sabor en ella. - Yo nunca fallo.
Harry se acomoda boca abajo mientras Louis se pone sobre el solo para sostener sus nalgas y abrirlas para deleitarse con la vista. Su entrada abriéndose y cerrándose rogando por ser destruida, justo como el resto de su cuerpo.
Puede que está sea la parte favorita de Louis sobre el cuerpo de Harry. Levanta el montículo de carne solo para observar la hermosa cicatriz de su marca y la besa creando un escalofrío en la piel de Harry.
- ¿A quien le dispare...? De tin, marín , de, do, pingue. - Harry sonríe cuando ha seleccionado a su diana para el tiro, sintiendo el camino de besos que Louis deja sobre su piel. Es solo cuando el alfa mete su lengua que Harry jadea y presiona el gatillo.
Gime tan fuerte que debe morder sus labios cuando el sonido seco de un disparo falso llega a sus oídos.
Harry rompe una carcajada. - Oh Louis, ¿no amas la ruleta rusa? ¡Nunca sabes las posibilidades!
- Me gusta más tu culo.
- ¿No es romántico? - Harry sonríe a sus víctimas. Louis roza su próstata - ¡Oh! ¡Ahi, ahí! ¡Sigues tu! - dispara otra vez: ninguna bala sale y Harry ríe de nuevo, completamente desquiciado.
- Podría comerte para siempre. Hueles tan bien, sabes tan bien omega. Mi omega.
- Alfa, mi alfa. - Harry dispara una tercer vez, nada sale de nuevo. - ¡Por favor! Por favor - Louis no sabe si le habla al arma o si le ruega a él.
Harry se prepara una vez más. Debe apretar los dedos de sus pies inmerso en el placer, y alza el brazo apuntando a un objetivo diferente, uno más lejano. Le cuesta apuntar sin fallar pero eso es lo que lo más divertido.
Y justo cuando está por disparar, Harry grita completamente desprevenido: Louis lo ha penetrado de una sola estocada y el impacto lo hace apretar el gatillo. - ¡Oh!
Louis no le da tiempo de adaptarse. Inmediatamente comienza moverse. Su piel raspa sin poder recibir por completo el tamaño de su alfa, todo duele. Pero el arma finalmente estaba cargada: un tiro certero al pecho del hombre. - ¡Si, si! - Harry se ríe. - Oh, amor. Más fuerte. Más fuerte, por favor Alfa.
- ¿Te gusta que te use, ma belle rose? Mientras te diviertes con tus nuevos juguetes - Louis dice tan cerca de el que causa un escalofríos.
- Me encanta, me encanta. Gracias alfa, gracia-. ¡Ah! Eres tan grande, me siento tan lleno.
- ¿Duele? - Louis puede sentir como sus paredes lo aprietan, apresandolo por completo. Siente el músculo resistir y la forma en la que se abre paso sin piedad.
- ¡Si! - dispara otra vez, otro cuerpo cae sin vida. Los lamentos de aquellos que permanecen vivos son musica para sus oídos. - Si, me duele. - Louis lo penetra más fuerte.
- Bien.
- ¡Ah, si, si! Más fuerte, es rojo. Louis, es rojo.
- Joder omega, ¿sientes lo bien que me aprietas? Voy a hacerte sangrar - dice entre jadeos, puede escuchar el chapoteo de sus pieles golpeando juntas. La humedad del lubricante de Harry manchando las piernas de Louis también, puede escuchar sus propios murmullos - Pero es eso lo que quieres, ¿no es asi? Eres una perra por el dolor. Mi perra.
- Dispara conmigo. Por favor, Louis. Dispara conmigo, alfa. - sin detener sus estocadas, Louis toma la mano de Harry alrededor del arma. Besa su nuca y entonces disparan juntos.
Un tiro justo en la frente. Una marca perfecta de sangre detrás de la diana. Todo el cuerpo de Harry se contrae en múltiples espasmos, el primer orgasmo de la noche golpeando con violencia todo su cuerpo.
- ¡Alfa! - el lloriquea. Louis no tiene ningún tipo de compasión. Toma sus mejillas solo para separarlas y ver cómo entra y sale de el con tanta fuerza, follandolo a través de su orgasmo hasta que encuentra su propia liberación.
La sensación de sentirse explotar, como cada vez que es anudado, llega a el. Está hecho para eso pero lo puede comprender como todo eso cabe en el. Llora mientras siente las descargas de semen llenarlo y los besos de su alfa sobre toda su espalda.
- Lo estás tomando tan bien, omega. ¿Es mal llanto o buen llanto, amor?
- Buen llanto. - Harry respira con pesadez. - No puedo, es mucho alfa. Es mucho de ti.
- Ven aquí. - Louis se encarga de acomodarlos para no dejar caer todo su peso sobre el. Los hace sentarse de nuevo solo para poder sostener a Harry.
- Te siento más así. - el nudo de Louis clavándose más profundo. Más lágrimas salen de sus ojos verdes.
- Ya casi se detiene. - besa su rostro. Louis acuna el pequeño bulto de semen que se ha hecho en su vientre. - Mira lo lleno que estás, lo bien que me tomas. Lo haces muy bien.- Una descarga más. Harry sufre otro espasmo sobre Louis. - Vamos, hay que matar al resto. ¿Te ayudaría?
- Si, si lo haría. Vamos, dispara tu primero.
Y en una macabra versión del tic tac toe, ellos juegan a disparar mientras el nudo termina de bajar. Es solo cuando el último cuerpo cae que el premio mayor parece despertar.
Jeffrey no está en una diana, con las piernas rotas no podían colgarlo. En su lugar su cuerpo prende del techo directamente sobre las cadenas. Su rostro se ha vuelto pálido ante la perdida de sangre y saben que el despertando es el tiro de gracia de la muerte misma. Un breve momento de lucidez antes de ser llevado por Thanatos.
- Mira quién despertó, bebé. - Louis dice. Un nuevo atisbo de e diversión aparece en su rostro, toma con fuerza las caderas de Harry y empuja su nudo a medio desinflar más profundo dentro de el.
- ¡Oh, Louis! - Harry se abraza a el, su brazo elevando apuntando al aire. Louis se reclina hacia atrás para lograr ver cómo su nudo atraviesa a su omega.
- Míralo... El creyó que podría destronarte. Tuvo la osadía de creer que había ganado en tu tablero. Estuvo creyendo que tenía algún poder sobre tus cachorros - a cada palabra Louis fuerza su nudo entre las estrechas paredes. Eso es demasiado, lo sabe. No puede ni quiere detenerse - ¿No deberíamos jugar un poco más? ¿Puede hacerlo?
- ¡¿Que?! - Jeffrey dice con la poca fuerza vital que posee. Los huesos siguen expuestos en sus piernas y es este momento, está más cerca de lucir como un muerto en vida. No hay nada más lastimero que enfrentar a la muerte sin dignidad. - ¡Yo, no...! ¿Tus cachorros? ¿Que? ¡No! ¿Quien eres...?
Escucharlo rogar prende nuevamente a Harry, Louis puede sentir su cuerpo hervir en placer. Sabe que el tampoco puede detenerse. Sus labios, ya más morados que rojizos se abren en otro jadeo incapaz de cerrarlo. - ¿Va a follarme con su nudo, alfa?
- Disparale. - ordena para el. Ver a los ojos a Jefrrey mientras dicta la condena lo hace ser conciente de su poder sobre otros
- ¡No! ¡Por favor! ¡Esto era sobre Louis, esto era sobre Louis! Jules y Luc... Ellos, ¡fueron ellos!
Louis fuerza su nudo más profundo. Abraza a Harry siendo capaz de sentir como su polla atraviesa su cuerpo, creando un bulto constante en su vientre hinchado.
Su cuerpo se siente laxo, y flojo. Dispuesto a ser controlado solo por Louis. Sube y baja como una muñeca de uso libre sus caderas mientras siente su nudo al borde del romperlo de la misma manera que la daga atraviesa a la rosa.
- ¡Y te atreves a decir sus nombres! - Harry se ríe. No sabe de dónde saca fuerzas para hacerlo mientras su cuerpo es utilizado para el placer y nada más que el placer. Sus brazos tiemblan cuando dispara de nuevo. El falla a propósito para golpear sobre su brazo.
Escucha el grito de dolor por la bala al penetrar la piel de Jeffrey al mismo tiempo que el grita cuando Louis va más rápido.
Harry puede sentir el semen de su alfa derramándose de el a cada estocada. Puede sentirlo golpear contra su vientre.
- ¡Ruega más! ¡Ruega más! Alfa, alfa... - Harry jadea. Quiere que pida por su vida solo para poder disparar de nuevo.
Louis besa con tanta devoción el cuello del omega, creando una constelación de tonos verdes, rojos y morados. Besa su mandíbula dejando más marcas de amor.
Sin dejar de adorarlo, mira de nuevo a Jeffrey. Ilumina sus ojos mientras se clava de nuevo en Harry , entonces usa su voz. - Ruega para el.
- Tu voz alfa, tu voz es tan caliente. - comienza a balbucear.
- ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Por favor, piedad! ¡Piedad! Me ire, me ire y jamás volverás a saber de mi. ¡Lo siento! ¡No me mates, no me mates por favor! ¡No se que está pasando, no se quién eres!
- Si, si. Justo así. Te sientes tan bien alfa, estoy tan cerca otra vez- Harry sonríe. Apunta de nuevo y está vez golpea el otro brazo. El olor a sangre fresca llega a hasta el junto el olor de la pólvora. - ¡Ruega más!
Jeffrey comienza a llorar. Harry lame sus labios extasiado.
- ¡No sé quién eres! ¡Detente por favor!
- ¿No sabes quién es? - Louis se burla. - Pero si te lo he dicho.
Louis usa su bíceps para ahorcar con el brazo entero a Harry. Jala su cuerpo hacia atrás para disponer su pecho hacia Jeffrey : el tatuaje de su pieza de ajedrez cuelga a la altura perfecta para coincidir el collar de la pieza del alfa.
Y Jeffrey lo ve, el signo de la reina.
- Has molestado a mi reina. - entonces ambos iluminan sus ojos. Y puede que Jeffrey pierda la poca cordura que aún poseía.
No es usual ver a un omega con los ojos iluminados: solo los puros, aquellos de alto rango.
- ¡No, no...! ¡Por favor! - Es en vano, tiene dos pares de ojos rojos mirándole mientras follan en una clase de juego retorcido del cual no sabe en qué momento se volvió parte.
Cómo bien le advirtieron, solo una pieza en un tablero de un juego más grande que el.
- ¿Lo vez Jeffrey? Está es la diferencia que no comprendes. ¿Puedes ver cómo mi nudo lo rompe?¿Lo dispuesto que está para mi?
Podrás haber tenido muchas putas, pero todas ellas se compran. ¿Una reina? Una reina tienes que ganarla.
Louis fuerza a su nudo salir de Harry, el grita mientras lo hace sintiendo como su corrida es lanzada sin permiso. Un segundo orgasmo recorre su cuerpo ultrajado y todo de si se vence para caer sobre la cama.
El impactó nunca llega, es Louis quien lo sostiene.
Besa sus labios con tanta dulzura - Lo has hecho tan bien, mon amour. Mira lo destrozado que luces para mi. Tu es en morceaux
Y orgulloso de lo que ha provocado a sabiendas de ser una escena digna de exhibir. Gira a su omega sobre su regazo solo para mostrarlo con el culo al aire a Jeffrey.
Su agujero se encuentra abierto incapaz de regresar a su tamaño, cerrándose alrededor de la nada resistiendo el cambio. Hinchado. Rojizo. Destrozado. El semen se derrama de el y se mezcla con la sangre de sus lesiones previas.
Louis expande sus piernas, mostrarlo debe ser su cosa favorita: todos pueden mirarlo pero nadie tocarlo. Nadie más que el.
- Míralo - ordena con su voz, Harry aún sufre espasmos mientras siente la humillación de ser exhibido calentar su piel. - Porque eso es todo lo que tienes. ¿Pensaste que podías tenerlo? Está es mi reina y su trono está en mi polla.
- Matalo - Harry murmura. - El quería tocarme. El quería tomarme para el, alfa. ¿No es eso suficiente injuria? Corta su cabeza, corta su cabeza para mí.
Louis se pone de pie. Acercándose como un depredador hasta el hombre que fenece. Todo alrededor de ellos huele a sexo, pólvora y sangre.
- Tócate mientras lo hago - ordena a Harry. Su larga mano con anillos hermosos comienza a acariciar su propio pene desde la comodidad de sus sábanas. Louis despliega sus garras y entonces, sin apartar la mitad del otro, el verde y el azul se encuentran para pintar todo de rojo.
Una sonrisa de complicidad que comparten una vez más.
El grito de Jeffrey es abandonado a la mitad en momento en que sus cuerdas vocales se desprenden de su cuello. La cabeza rueda en el suelo y la sangre salpica hasta donde Harry se encuentra.
Ver a su alfa matar por el, sentir la brumosa y caliente sensación de la sangre caer en su piel y la voz de alfa de Louis son razones suficientes para que un tercer orgasmo se derrame de su cuerpo.
Siente sus pulmones cerca de explotar. Por un momento hay tanto silencio que solo escuchan las respiraciones del otro y la forma en la que la sangre aún cae del cuerpo colgante.
- Alfa... Eso fue... - jadea. No puede respirar con normalidad. Siente su corazón golpear contra su pecho y el sonido del bombeo lastimando sus oídos.
- ¿Fue? ¿Crees que hemos terminado?
- Oh alfa, entonces ven y termina de usarme. Mi cuerpo es tuyo y mi alma también.
Louis se acerca a el para manejarlo a su antojo otra vez. Mueve su cuerpo para elevar sus caderas y acercar su nalgas hasta su rostro. Entonces muerde reabriendo la marca de su lazo.
- ¡Ah, alfa, alfa! - sus emociones se combinan de nuevo, como si los años no hubiesen pasado de que lo mordió por primera vez.
- Eres tan hermoso con mi marca en tu piel. Es una lastima que no todos puedan verla, ma belle rose. - entonces lo gira de frente para que lo monte de nuevo.
Louis sienta a Harry en el de una sola estocada. Su cuerpo ni siquiera lo resiente, solo se alivia de volver a sentir algo dentro. - Ya no puedo moverme. Me has dejado tan abierto.
- No necesitas hacerlo. Voy a follarte, voy a usarte cómo mi propio desecho de semen hasta que me canse. No podrás moverte en dias, omega. Tendrás que estar sentado en mis piernas.
- Si, hágalo alfa, por favor. Useme. Useme.
Harry, finalmente, se rinde. Deja su cuerpo caer sobre Louis sin poner ni un solo tipo de oposición, puede sentirlo entrar y salir de el tantas veces que comienza a arrullarlo. Louis lo abraza fuerte y sabe que sus latidos comienzan a sincronizarse.
- Déjame probarte. No he probado tu sangre en todo el día. Lo prometiste más temprano. - murmura contra sus labios.
- Besame y toma lo que es tuyo, omega. - Harry aún jadea mientras su cuerpo es utilizado, pero se las arregla para desplegar sus colmillos y morder el labio de Louis justo como el lo hizo antes. Entonces se besan, una y otra vez, sintiendo la saliva y al sangre fluir entre ellos. Harry lame los labios de su alfa y luego lo besa de nuevo.
- Luces tan mío de esta manera. - murmura entre su beso - Correte, vida mía. Dejame ver cómo llevo tu bello rostro al orgasmo una vez más.
- Ya no puedo alfa, no puedo.
- Uno más. Correte con mi nudo.
- Lo haré si me muerdes. - dice de vuelta.
- Muerdeme alfa. En el cuello. Márcame otra vez, dónde todos puedan verlo.
- Joder, ¿estás seguro?
- Lo estoy. Creo que es tiempo de sentarme a tu lado, hazme tu reina, alfa.
Louis jadea con las palabras de su omega, su nudo apenas puede contenerse de lo flojo y lleno que Harry ya está, pero está bien. Lo hace más fácil de soportar. Y mientras se corre, Louis un consigue un cuarto y último orgasmo de Harry. Louis encaja sus dientes en el cuello de su omega, creando una segunda marca sobre su piel.
Harry grita incapaz de contener el placer. Su corrida, ya en pequeñas cantidades, moja el abdomen de Louis y una última oleada de lubricante es derramada sobre el.
Louis lame su cuello mientras se siente descargar dentro de el. - Tu siempre lo has sido, mon amour.
Harry recuerda la primera vez que asesino. Fue incluso más dulce que la primera vez que conoció a Louis. ¿Pero tener ambas cosas con el? Esa es una dicha que la gente cuerda no puede poseer.
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