La siguiente vez que se encontraron no fue mucho mejor.

Cerca de un año habia pasado. Y si bien las cosas con Barry no sobrepasaban el limite de lo normal (exceptuando, claro, sus investigaciones... Externas)
Con Oliver Queen no se podia decir lo mismo.

Despues de ser el vigilante, y fracasar en su mision de proteger a la ciudad. Con aquel terremoto ocasionando cientos de muertes, inlcuyendo a su mejor amigo. ¿como podian culparlo por no volver a ponerse la capucha?

Estaba mucho mejor en la Isla.

Ahi no podia corromper ni dañar a nadie.

Sin embargo, eso no fue una excusa para Diggle ni Felicity, lograron convencerlo de regresar a Starling City para el juicio de su madre y para tomar el control de Queen Consolidated

Asi que ahora se encontraba camino a Iron Heights para visitar a Moira Queen.

Oliver bajó del auto mientras Diggle estacionaba. Caminando a la entrada revisaba las ultimas noticias en su celular, cuando un golpe llamo su atención.

No es que el se viese afectado, fue mas bien la figura que se encontraba en el piso lo que hizo que levantara la vista.

Ahi estaba otra vez el muchacho de los ojos bonitos.

No es como si refiriese a el de esa manera.

Lo miro confundido unos segundos antes de ayudarle. Seguido de un auch mientras se sobaba la zona golpeada.

- ¿que haces aqui? - preguntan a la vez - Visito a alguien - responden al mismo tiempo.

Se miran con el ceño fruncido y sueltan un par de risas. La risa del castaño es contagiosa.
Se siente bien reir, piensa por un segundo Oliver.

-Bueno, Sr. Queen, tengo que retirarme. Voy tarde - Oliver solo da un asentimiento y vuelve a caminar.

Hasta que segundos despues le toma por el brazo. Se gira para ver al mocoso

-Uh, señor Queen. Se ve diferente. Extraño. ¿esta todo bien? - pregunta. Y Oliver no sabe porque, pero responde.

- Todos esperan que sea alguien que no se si puedo ser

-Quizas sea momento de ser quien usted necesita ser, no quien los demas quieren que sea - da una sonrisa de lado antes de que su celular suene.

-Si. Ya se que no es la primera vez. Ya voy en camino - contesta a la llamada

- ¡Oliver! - grita Diggle, caminando hacia el.

Y cuando el rubio regresa la mirada, la mano del mocoso no sostenia su brazo. Ya se encontraba corriendo direccion a la salida.

- ¿Quien ese niño? - pregunta Diggle al verlo correr de manera torpe

- Eso quisiera saber Diggle -  contesta Oliver para entrar a la prision.

Y no va a admitir que fueron las palabras de ese desconocido que se seguia encontrando. Las que hicieron que desease convertirse en alguien mejor.