Al día siguiente, los demás llegaron en auto a una nueva arena de juego perteneciente al rey de tréboles.

Al ser un juego de equipo necesitaban cinco personas para participar, pero no contaban con que cierta persona tendría que jugar con ellos.

La particular falta de vestimenta de Kyuma los había impresionado a todos, en especial a Niragi, que hasta se podría decir que estaba contento con las vistas.

—Nosotros somos ciudadanos de este país.

— ¿Ciudadanos? —preguntó Arisu sin entender a qué se refería con eso.

—Si, cómo lo oíste.

— ¿De qué hablas? Nosotros somos humanos —Kuina llevó sus brazos a cada lado de su cuerpo.

— ¿Eso crees? Soy el líder de este lugar —Kyuma empezó a caminar de un lado a otro —nosotros creamos el juego, que por cierto, todo fue idea de él —el rey señaló a uno de sus compañeros de equipo —Shitara.

—Ok, es la primera vez que hacemos esto —el anterior nombrado junto sus palmas —nunca antes hemos participado.

— ¿Eso quiere decir, que jugaremos de manera directa contra ustedes? —Usagi estaba muy confundida.

—Así es, todos los juegos de cartas son competencia contra los ciudadanos. Los perdedores mueren, es decir, en este lugar nuestra vida está en constante peligro.

Arisu comenzaba a cuestionarse el porqué Ryu no estaba ahí con ellos, sería mucho mejor compañero de equipo que Niragi y de seguro hasta les daría las respuesta del juego, aunque ahora sabían que era parte de una naturaleza impropia de él.

—Hay que comenzar, el juego que jugaremos será —el rey señaló la gran pantalla que había en el lugar.

—"Dificultad: Rey de Tréboles. Juego; Osmosis"

—Osmosis...

—Las reglas son simples —empezó Kyuma —tenemos dos horas máximo, el objetivo es robar puntos, el punto con más equipos al final será el ganador.

»Ambos equipos comenzaremos con diez mil puntos, y esos puntos se dividen entre ustedes antes de comenzar.

»Son mínimo cien puntos, dividirlos como quieran, hablen entre ustedes y decidan. La distribución de los puntos es la clave de este juego.

Kyuma se dió vuelta para ver a sus oponentes, los cuales veían el brazalete que tenían en el brazo.

— ¿Cómo ganarán puntos? Hay tres formas para hacerlo —el hombre alzó su mano para enumerar —batalla, objeto, y base.

Kuina alzó su mano para hacer una pregunta.

—Espera.

—Dime que quieres.

—No estoy entendiendo nada.

Kuina bajó su mano nuevamente, Shitara soltó una pequeña risa por lo bajo ante el comentario de la chica.

—Lo entenderán cuando juguemos, por ahora ya están distribuidos los puntos. Lo que ven es su puntaje individual.

Tatta observó su brazalete con curiosidad, y luego regresó su mirada al Rey, Niragi hizo lo mismo solo que batallaba internamente por mantener los ojos arriba.

—Empecemos por la batalla, el resultado de esta depende de sus puntos, para comenzar solo deben tocar a su oponente.

El rey puso de ejemplo a Niragi, el cual manoteó para que lo soltaran, aunque tenía que admitir que el rey era incluso más atractivo de cerca.

—Gana el que tenga más puntos. El ganador recibe quinientos puntos del perdedor.

Niragi vio que en su brazalete aparecía que se le habían restado quinientos puntos los cuales habían sido sumados al puntaje de Kyuma.

—"El puntaje de ambos equipos ha cambiado " —en la gran pantalla se pudo observar lo mismo que había pasado en el brazalete de Niragi —"el equipo del Rey lidera por mil puntos"

—Y hasta la batalla no sabremos los puntos del oponente —Arisu se asomó a ver el brazalete de Niragi notando como el puntaje de Kyuma desaparecía de la pequeña pantalla de este.

—Exacto. Estás batallas son una opuesta de todo o nada, no pueden ver los puntos de sus oponentes, pero si permite batalla en equipo. Por ejemplo —Kyuma señaló a Usagi y a Arisu —ustedes dos, dense la mano.

Ambos se miraron en silencio, el día anterior habían tenido un momento algo incómodo, pero no querían admitirlo en voz alta.

—Vaya, ¿te da pena o qué?

Usagi suspiro y camino decidida hacia Arisu, con lentitud sujetó su mano sintiendo un pequeño cosquilleo en la punta de sus dedos.

—Se ven bien juntos, piénsalo.

Yo les dije lo mismo, pero no hacen caso. Pensó Kuina.

—Bien, cómo sea, mientras estén tomados de la mano podrán combinar sus puntos y de esa forma derrotar a más oponentes.

Kyuma tocó el hombro de Arisu, quinientos puntos se le fueron restados a su brazalete.

—Los quinientos puntos serán divididos entre ambos. Cómo siguiente, tenemos ¡Objetos!

»Hay seis objetos ocultos en este lugar, pueden estar en cualquier contenedor.

—Es enorme este lugar —dijo Tatta viendo el mapa de los contenedores en la pantalla.

— ¿Solo seis objetos? —Kuina miró a sus compañeros de equipo.

—Al tocar un objeto, se les darán puntos extra. Y ahora viene la parte más divertida, así que presten atención.

Kyuma se paró al lado de la base del equipo contrario. Su mano se posó en esta y como si de un botón se tratara, está se activó.

—Las bases, esto que ven aquí es su base, la nuestra está del otro lado, si tocan la base del oponente, podrán ganar la cantidad de diez mil puntos.

— ¿Diez mil puntos? No puede ser tan fácil —todos miraron a Kuina mientras que está mantenía sus ojos fijos en la gran base.

—Por eso necesitan a alguien que cuide su base, mientras esté tocando su propia base sus puntos son infinitos.

— ¿Y qué pasa si entran en batalla? —Arisu se acercó a Kyuma, este le hizo señas con la mano para que se acercara.

—Ven aquí —Kyuma tocó el hombro del chico —el perdedor pierde diez mil puntos, y el ganador pues obtiene diez mil.

—Oye pero, ¿qué pasaría si tú puntaje es menos cero? —Kyuma respondió a la pregunta de la chica haciendo la imitación de un láser atravesando su cráneo.

—Te mueres.

—Al tocar la base enemiga, si el cuidador logra tocarte pierdes diez mil puntos, morirás y el otro equipo ganará los diez mil puntos —explicó Usagi para sí misma.

—El riesgo es demasiado —apuntó Tatta.

—Si pero, si lo logran pueden ganar —respondió Niragi.

—Por cierto, los que ganaron puntos en batallas o base quedan fuera del juego, sus puntos no serán transferidos.

»Si tocas a otro jugador inactivo, ambos recibirán una descarga eléctrica. Cuidado, puede ser peligroso.

»Podrán volver a activarse cuando toquen de nuevo su base. Eso es todo, distribuyan sus puntos y comencemos a jugar.

Kyuma y su equipo estaban por retirarse a su base, hasta que Arisu los detuvo.

—Espera, soy Arisu, antes de empezar, Kyuma, dime algo. Cuando terminen estos juegos, ¿podremos volver?

—Dime a dónde es que quieres volver, ese mundo real a qué anhelas regresar, ¿en verdad estás seguro que ese es el mundo real?

— ¿De qué estás hablando?

— ¿Con cuántas personas tuviste conversaciones reales? ¿Con quiénes compartiste momentos? ¿Vanidad, decepción?

»Todo eso queda expuesto en este lugar. Y al enfrentar la muerte, puedes ver la verdadera naturaleza humana.

»Este mundo que ves, es el mundo real, hablamos a través de juegos, seamos sinceros sin que nada se interponga, Arisu.

»Si buscas la verdad, enfrentame con todo tu ser.

Kyuma y su equipo al fin abandonaron el lugar, dejando a los otros cinco solos con ellos mismos y Arisu ahora estaba más confundido que antes.

—Pues a mi Kyuma me parece buena persona, se ve normal —Tatta extendió por su rostro esa linda sonrisa que tenía.

— ¿Un loco que anda desnudo es normal para ti? Esto es solo otra prueba dónde hay que matar —Niragi movió su cabeza hacia atrás apoyándola en la base de su equipo.

—Ok, hay que distribuir los puntos, ¿cómo dividiremos los diez mil? ¿Alguna idea?

— ¿Y si hacemos en partes iguales? —propuso Tatta.

—Será imposible que ganemos si lo hacemos así —respondió Usagi, Tatta bajó la cabeza para intentar pensar en otra cosa.

—Es cómo dijo Kyuma, la clave para ganar está en cómo hagamos la repartición de puntos, así son las reglas —Arisu puso su mano en su mentón pensando en alguna solución.

— ¿Tienes algún plan? —preguntó Niragi, Arisu y Usagi compartieron miradas entre sí.

— "Que comience el juego"

Arisu ideó un plan que quizás podría funcionar. Los más rápidos tendrían menos puntos, esas serían Usagi y Kuina, y los más lentos tendrían más puntos, esos serían Arisu y Niragi.

Tatta se quedó en la base para ser guardián, por lo tanto él llevaría la cantidad mínima, cien puntos.

Los otros cuatro se dividirán en parejas. Uno que tenga más puntos con uno que tenga menos puntos, Arisu iría con Kuina y Usagi con Niragi.

—Dime, ¿por qué me escogiste? Realmente te gusto eh —Niragi iba siguiendo el paso del trote de Usagi.

—Es porque no me importa si mueres frente a mi.

La ventaja de su plan, es que cuando entrarán en batalla, ellos sólo verán el total de puntos y no sabrán cuántos puntos tiene cada uno.

Niragi y Usagi se encontraron con un miembro del equipo contrario, ambos miraron sus brazaletes y al sumar sus puntos daba la cantidad de cinco mil.

—Entre ambos tenemos cinco mil puntos.

—Yo no creo que a él le hayan dado los cinco mil puntos —Usagi miró a Niragi —hay que hacerlo.

Niragi le ofreció su mano a la chica, está la tomó con deje de obligación, ambos corrieron hacia su contrincante pero este se alejó corriendo en cuanto pudo.

—Creo que no tenía muchos puntos —comentó Niragi.

Usagi se soltó de un tirón de la mano de su compañero, Niragi miró su mano y luego a la chica ladeando la cabeza.

Está chica y su hermano son igual de orgullosos. Pensó Niragi.

Fuera de la arena de juego, a muchos kilómetros de distancia estaba Ryu, buscando provisiones para ponerlas en una linda mochila que había encontrado abandonada.

—Evaluemos la situación —Ryu pateó una roca que encontró en el camino —estás solo, de nuevo, estás herido, y ahora resulta que siempre fuiste parte de esto.

Varias enredaderas empezaban a nacer de entre las paredes de los edificios de Shibuya, Ryu estaba fascinado con el poder que tenía la naturaleza en ese mundo paralelo.

—Quizás... ni siquiera soy real, ya no lo sé, estoy muy confundido —Ryu usó su mano para brindar sombra, el calor era abrasador ese día.

Mientras tanto, de nuevo en la arena de juego del rey de tréboles, Tatta estaba cuidando la base, su equipo había obtenido más puntos por objeto y eso le ponía feliz.

Todo parecía ir bien, Niragi hasta se había convertido en un buen compañero de equipo.

Estaba emocionado, cuando ganaran no podía esperar para ir a ver a Ryu, de cierta forma, era un chico muy especial para él, además le había dicho que era un héroe, nunca nadie antes le había dicho eso.

A veces se preguntaba si Ryu lo quería de la misma forma en la que él lo hacía.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando cuatro de los cinco miembros del equipo del Rey llegaron hasta la base.

Tatta se levantó apresurado del suelo, a cualquier parte que veía había alguien dispuesto a atacar.

— ¿Qué estás haciendo aquí? —pregunto a Kyuma.

—Es obvio que vine para ganar —Kyuma compartió miradas cómplices con sus compañeros de equipo, Tatta se asustó y se acercó a la base posando su mano en esta.

—Tengo puntos infinitos, les conviene no acercarse —su voz temblaba ligeramente, Tatta movía su brazo a todos lados por si alguien quería tocarlo.

—Tienes razón, este juego es de vida o muerte, tú decides quién muere.

— ¿Qué? ¿Morir dices?

Todos los contrincantes empezaron a acercarse lentamente a la base, Tatta sudaba frío y estaba nervioso, él no quería matar a nadie pero tampoco quería morir.

—Cualquiera, ¡atrás! ¡Alejense!

Los del equipo del Rey corrieron hacia la base, Tatta cerró sus ojos con fuerza cuando tocó a uno de los oponentes en el pecho.

— "El puntaje de ambos equipos ha cambiado. El equipo rey lidera por cuatro mil puntos. En este momento, el puntaje de un jugador llegó a menos cero"

En la base del equipo jugador, Tatta había tocado a Shitara antes de que esté llegará a la base.

—Así que fui yo eh —el hombre dió unos cuantos pasos hacia atrás —más les vale que ganen, si mi muerte es vano, les haré la vida imposible en el infierno.

Sus labios temblaban y su cabeza se agachó dejando que las lágrimas de temor y tristeza rodarán por sus mejillas.

—"El juego se ha acabado para el participante"

—Shitara, sabes muy bien que jamás te olvidaré —Kyuma mantenía su expresión indiferente, pero aún así, miraba a su amigo a los ojos buscando darle algún consuelo.

—Nos vemos.

Después de sus últimas palabras, el láser no tardó en bajar llevándose a otra víctima más, Tatta estaba impresionado, y asustado, ¿ahora era un asesino?

Ambos equipos volvieron a sus bases, Arisu daba vueltas de un lado a otro, y Tatta estaba sentado en el suelo, en silencio, casi como si se sintiera vacío.

—Sacrificaron a uno de los suyos para obtener diez mil puntos cada uno.

—No puede quedarse en la base solo, increíble —Niragi se agachó a la altura de Tatta —que sorpresa, la basura siempre será basura —el chico golpeó la gorra de Tatta, este no respondió a las agresiones, en el fondo solo quería llorar.

—Tatta hizo lo mejor que pudo en su situación —le defendió Usagi.

— ¿Lo mejor? Si tenía que matar a alguien tenía que haber matado a Kyuma.

—Lo subestimamos, nos confundió con su encanto y olvidamos algo importante, aquí él es el rey —Arisu miró a Tatta, el cual seguía sin decir nada.

Ryu seguía vagando por las calles de Shibuya, más que buscando un lugar donde jugar, buscaba respuestas a sus preguntas.

Chishiya había estado buscando a Ryu toda la mañana, sabía que no se había subido al auto, pero no sabía en qué parte de la ciudad se había metido.

— ¿Por qué siempre que me doy vuelta solo dos minutos terminas desapareciendo, niño? —el de pelo blanco siguió avanzando por las calles de Tokio para ir a jugar en una de las arenas de los reyes.

El plan de Arisu de atacar la base ajena no había salido como se esperaba, solo habían conseguido diez mil puntos, Kuina y Arisu se echaban la culpa a ellos mismos mientras que Niragi atacaba con palabras venosas a Tatta.

—Si morimos, todo será tu culpa —el chico pasó por el lado del de la gorra, este se sentía más culpable con cada minuto que pasaba.

—Iré a buscar objetos —dijo Usagi alejándose.

—No tiene caso —contestó Arisu tratando de detenerla.

—Esto lo hago por mi, me gustaría dar lo mejor de mi hasta el final, eso haría Ryu.

La chica se fue sin más desapareciendo entre los contenedores.

—Es fuerte, creo que yo no podría —Kuina imitó las acciones de Usagi separándose del grupo.

Niragi también se había ido, sus pies se arrastraban por el suelo y el enojo se apoderaba de él.

—Que estupidez trabajar juntos, maldito honor de mierda

Niragi pateó uno de los contenedores de la arena de juego, a su garganta subió un poco de sangre que se vio obligado a escupir mediante tos.

—Fui un estúpido, de todas formas, no tengo tiempo.

De regreso en la base, Arisu estaba decidido a ir a la base contraria para atacar a Kyuma, ahora solo faltaban quinientos puntos para ganar.

—Arisu.

—Al menos hasta el final, quiero dar todo de mi.

—No tiene caso.

—Tatta, creo que nunca te lo había dicho, pero, ¿sabes en cuanto me ha ayudado tu actitud positiva? Gracias amigo.

Arisu se fue corriendo, Tatta se levantó lentamente del suelo, su corazón dió un pequeño vuelco, por unos momentos se imaginó a Ryu diciéndole aquellas palabras, eso le hacía sentir diferente.

¿Él había ayudado a alguien realmente? ¿No era un simple fracasado como Niragi decía?

—"Quedan diez minutos, el equipo rey lidera por quinientos puntos"

Niragi sujetó a Usagi del brazo impidiendo que éste se alejara, él aseguraba que todos iban a morir, ya no había esperanza.

—Tú siempre actúas como si tuvieras la razón —el chico apretó su agarre —tu y ese chico siempre con sus miradas santurronas para que todo el mundo los adoren, me tienen harto.

La chica se soltó con fuerza dando pasos hacia atrás buscando una salida en medio de sus nervios.

— ¿Qué tanto asco te doy? Todos siempre me miran así. Realmente no sé si me odiaban porque estaba loco, o me volví loco porque me odiaban.

El chico trataba de acercarse, pero cada paso hacia el frente que él daba, eran dos pasos hacia atrás para ella.

—Kyuma tenía razón, solo ves la naturaleza de las cosas cuando te enfrentas a la muerte, y por fin lo entiendo después de enfrentarla.

»No me compadezco de mí cómo ustedes, no tengo sueños ni esperanzas. Soy basura.

Niragi empezó un forcejeo con Usagi, él tiraba de sus piernas hasta que por fin la tuvo debajo de él.

—Vamos a tener sexo una última vez, ¡antes de que muera de un maldito disparo! —con sus manos asfixiaba el cuello de la menor sacándole el aire —tu hermanito ya no va a venir a salvarte, estás sola.

Débilmente ella trató de arrastrarse por el suelo, pero las manos del contrario lo impidieron.

— ¡Usagi!

—Ryu...

— ¡Cállate! —Niragi golpeó fuertemente la cabeza de la chica contra el suelo, desmayando a su víctima del dolor.

— "Quedan solo nueve minutos, el equipo rey lidera por quinientos puntos"

El pasado de Tatta se empeñó en atormentarlo de nuevo, lo que era antes de llegar a Borderland lo perseguía, todos siempre decían que era un tonto y un bueno para nada, incluso decía que no alcanzaría su sueños de aprender ingles y ser exitosos.

El día que marcó su vida, fue el día que por un error, casi le quita la vida alguien, lo dejó tan mal herido que su mano ahora era inútil y no podría volver a trabajar de nuevo.

El chico por fin había tomado una decisión, iba a buscar la forma de enorgullecer a sus amigos y a Ryu, porque estaba cansado de huir del pasado.

Arisu se desvió de su camino hacia la base del rey de tréboles al ver como Niragi se aprovechaba de Usagi, Arisu lo tomó lanzándolo lejos de ella y se sobrepuso a él.

—¿¡Qué haces, bastardo?!

—Solo quería divertirme un poco, ¡antes de que este absurdo juego termine!

— ¡Maldito imbécil! —el chico lo golpeó en la cara, pero su compañero de equipo solo reía.

—Entiende que tú y yo somos iguales, la diferencia es que caminas por ahí con un estupido optimismo. Morire feliz al ver como toda tu esperanza se desvanece mientras mueres aquí.

Arisu terminó de darle su merecido a Niragi y llevó a su amiga hasta la base de su equipo, una vez que la depositó en el suelo se dio cuenta que Tatta no estaba por ningún lado, eso le preocupó.

—Arisu, perdón, no pude pelear hasta el final —la chica hablaba con la voz en un hilo y le costaba mantener los ojos abiertos.

—Yo soy el que debe pedir, Usagi.

La chica se durmió en un profundo sueño, Arisu se levantó dejándola tranquila para ir a buscar una alternativa a un fatídico final en los siete minutos que le quedaban de juego. Su encuentro con Kyuma se llevó a cabo en los límites de la arena de juego, cerca a la orilla del mar.

—Entonces... qué tal, ¿si estrechamos la mano? Antes de que yo muera.

— ¿Es enserio? Aún estamos en el juego, ganaré más rápido la batalla.

—Pude darme cuenta de algo, por lo que dijiste, yo debí de reconocer sus sentimientos y también respetarlos, creo —Arisu veía el agua chocar contra el muelle —tal vez así, nos hubiéramos entendido mejor. Eres mi enemigo, mi oponente, y se que tal vez me estoy volviendo loco, no sé, pero quiero agradecerte.

Kyuma y Arisu se miraron entre si, el viento acariciaba sus mechones de cabello, Arisu necesitaba que su plan siguiera la marcha para poder ganar.

—Por eso, al menos antes de morir, quiero estrechar la mano de quien me abrió los ojos.

—Ok, si ese es tu deseo final, es justo que te lo conceda —Kyuma se acercó al menor y estiró su mano a él.

—Gracias, Kyuma.

—Arisu, pelear contra ti fue divertido.

Ambos estrecharon sus manos, y el puntaje en las pantallas cambió, ahora el equipo jugador había obtenido quinientos puntos por batalla. Kyuma vio su brazalete y luego a Arisu.

— ¿Qué hiciste?

—Lo que tenía que hacer.

"La puerta de uno de los contenedores arrastrándose con pesadez hacia eco en todo el lugar, Arisu se acercó con pasó lento hacia la cuna del sonido para averiguar qué era.

Tatta se quejaba del dolor mientras golpeaba su muñeca con la puerta, Arisu trató de detenerlo, pero este se negaba a recibir algún tipo de ayuda.

—Soy patético, no puedo quitarmelo. Arrancalo, Arisu, arrancalo —Tatta levantó débilmente su brazo hacia su amigo, este temblaba de manera incontrolable.

— ¿Qué estás diciendo?

—Escucha, este es mi plan, tengo diez mil puntos aquí, si le llevas mi mano podremos ser un equipo y podremos ganar.

Arisu negó con la cabeza, esa era una idea descabellada y ciertamente, una idea mortal.

—Estás loco, Tatta, no haré eso.

—Las reglas no dicen que podamos hacerlo, ¡por favor! —Tatta sujetó con su mano buena el hombro de su amigo, Arisu contenía las lágrimas en sus ojos, no podía hacerlo, Tatta era su amigo.

Arisu tomó la puerta con pesadez, Tatta volvió a poner su mano en el marco esperando el siguiente golpe.

—Solo así ganaremos, nuestras vidas dependen de esto, ¿lo entiendes? ¡Todos moriremos! Hazlo Arisu, no hay otra manera.

—No quiero....

—¿Entonces quiere matarnos? ¡Solo hazlo! ¡Ya!

Arisu cerró sus ojos con fuerza y cerró la puerta con una fuerza impropia de él, una vez que lo hizo sus manos se hicieron hacia atrás igual que él, Tatta gritó del dolor desgarrando sus cuerdas vocales mientras arrastraba el brazalete fuera de su brazo.

Su cuerpo cayó al suelo lentamente, le costaba respirar de manera correcta y le costaba mantener los ojos abiertos, había perdido mucha sangre, estaba agonizando.

— ¡Tatta! Perdón, perdón —Arisu se quitó su camiseta de botones y la puso sobre el brazo de Tatta esperando que eso curará la herida.

—Perdón por obligarte —Tatta tomó el brazalete y se lo entregó a Arisu —toma esto y vete, quiero que me escuches bien, ya tenía rato desde que me agradeciste ¿no? Eso me hizo feliz, dejame ser el héroe esta vez.

—No quiero dejarte aquí —Arisu se negaba a irse, por lo que Tatta tuvo que mentir un poco para que su amigo cediera.

—No pienso morir por esto, ya vete o moriremos todos.

Tatta lo empujó, Arisu se puso de pie y metió el brazalete en su bolsillo para ir con Kyuma y ganar el juego.

—Seguí siendo un héroe por ti, Ryu."

Arisu le mostró el brazalete a Kyuma.

—Increíble, veo que estás más loco de lo que pensé.

—Amigo, todo esto fue gracias a ti.

—Bueno, supongo que al final perdimos —Kyuma se centró en el horizonte disfrutando de sus últimos momentos.

—Veo que tú también le tienes miedo a la muerte.

—No, solo le hice una promesa a Shitara antes de morir, que su muerte no sería en vano, y no quiero que me golpee en el más allá, todos deben estar muy enojados. Perdón.

—Es como dijiste, ambos peleamos con todo, con el alma, y finalmente pude abrir los ojos, y finalmente comprendí, Kyuma, que ustedes solían ser jugadores.

»Kyuma, el amor que le tienes a tus amigos es impresionante, algo que los llevó a arriesgar sus vidas tantas veces, ¿no es verdad? Al igual que nosotros, fueron jugadores que ganaron sus juegos.

»Y aunque hayan ganado siguen siendo gente de borderland, dime, ¿podremos ir a casa Kyuma? Por favor, respondeme...

—Si eso es lo que sientes, entonces esa es la verdad.

—Eso no es una respuesta, por favor, ya no le encuentro el sentido a seguir jugando —Arisu estaba a punto de rogar de rodillas solo para recibir algo más que palabras de consuelo.

— ¿Entonces dejarás de jugar?

— ¿Por qué hacemos esto? Ya no puedo ser tan fuerte como tu Kyuma.

—Es porque no tienes que ser yo, no es necesario, la decisión es solo tuya.

— "El tiempo se ha acabado para el equipo Rey, quienes obtuvieron menor cantidad de puntos durante el mismo"

—Arisu, buena suerte —Kyuma pasó por un lado de su oponente.

—No quiero que mueras —Arisu se sentía culpable.

—Era un hecho al principio del juego que alguien iba a morir.

—De habernos conocido en otro lado, tal vez...

—Es el habernos conocido aquí, lo que nos hizo cercanos.

—Sé que hubiéramos sido amigos, estoy seguro.

Kyuma sonrió para Arisu, estaba en calma y dispuesto a aceptar su destino.

—Pero si tu y yo ya somos amigos. Arisu, debes encontrar tu razón de vivir, hazlo y aférrate a ella. Te deseo lo mejor.

Kyuma subió a un tope alto, sus ojos miraron el cielo azul que estaba ese día, tan inquebrantable y hermoso como siempre.

—¿Así es la muerte? No está nada mal —Kyuma abrió sus brazos como solía hacerlo en el escenario —tuve una gran vida, y no me arrepiento de nada —Kyuma miró por última vez a Arisu —Arisu, dile a Ryu que hemos oído grandes cosas sobre él, y que de seguro, él tiene más respuesta de la que cree.

Kyuma cerró los ojos aceptando su destino, una vez que el láser perforó su cerebro, el cuerpo cayó al agua junto con el dirigible del rey de tréboles que explotó hundiéndose en el mar.

Tatta estaba agonizando en el suelo, ya no podía mantener los ojos abiertos y su mundo daba vueltas, Arisu trataba de mantenerlo desierto pero sus esfuerzos eran en vano.

—Ahora soy el héroe también...Dile a Ryu, que seguí siendo su héroe.

Tatta murió esa tarde en los brazos de Arisu, con la esperanza de ser recordado como un héroe, aun después de todo, de todo lo malo, él los había salvado como otras incontables veces.

La muerte de Tatta no sería en vano, ahora más que nunca tenían que seguir adelante.

—Me enferma saber que sigo vivo por ti, pero no puedo quejarme por vivir, gracias Tatta —Niragi se fue dejando todos atrás, siendo que las únicas palabras buenas que le había dicho a Tatta, habían sido cuando ya él no estaba.

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author's note.

dejo esto y me voy rápido antes de que peguen, les juro que pensé en mil maneras de salvarlo, pero ninguna funcionaba :(

haré muchas cosas buenas para que me perdonen, lo prometo..

los adoro, gracias por todo el apoyo mis amores <3.

xoxo, alex.