
xiii. the truth untold
Chishiya llegó al ala superior del lobby, ver la imagen de Ryu ahí le transmitió cierta paz que no podía explicar.
—Hey niño —le llamó, el menor se dio vuelta — ¿Estás bien?
—Si, eso creo —su mirada volvió al cadáver a sus pies.
—"Tiempo restante, quince minutos"
Los jugadores restantes se abarrotaron en el lobby, algunos estaban mal heridos y otros estaban cansados de correr.
Ryu fue llevado por Aguni hasta estar a su lado, los militares apuntaron a los demás, dispuestos a matar a las pocas personas que quedaban.
—Matenlos —Aguni alzó la voz, todos empezaron a hacerse hacia atrás.
Nadie jalaba del gatillo, la culpa les consumía por dentro lentamente como si de un parásito se tratara.
—Jun... —el mismo militar que le había dado la ubicación de Arisu a Usagi habló —ya no puedo hacer esto.
—Ya no hay vuelta atrás —le respondieron —nos hemos convertido en monstruos por todos a los que hemos matado.
Aguni pateó la pantorrilla de Jun, el pobre se derribó al suelo quejándose del dolor.
— ¿No me oyeron? El que no me obedezca entonces es la bruja —Aguni apuntó el arma hacia la cabeza de Jun, Ryu mordió el interior de su mejilla.
— ¡Disparame ya entonces!
— ¡Deténganse! —Arisu llegó ayudado por Usagi y Tatta, sus pasos eran seguidos por Asahi que aún temía de lo que pudiera pasarle.
—Terminemos con este juego —pidió el de la gorra azul.
Chishiya desde lo alto se mantenía expectante, estando atento por si algún arma se acercaba de más hacia Ryu.
—Yo... estuve encerrado gracias a ustedes, hasta cuándo ocurrió el asesinato. Estoy seguro que saben que yo no puedo ser la bruja —Arisu se mantenía de pie con sobre esfuerzo.
Ryu dirigía su mirada a ambas partes, ¿que sucedería ahora?
—Si ustedes no son la bruja, entonces no me tienen que matar. ¡Trabajemos juntos, y busquemos a la bruja!
Un par de pasos y Aguni estaba frente a él, sin decir nada lo golpeó en la cara y de una patada lo mandó al suelo.
Ryu se apresuró a interponerse entre ambos mientras que Usagi corría a socorrerlo.
— ¡Aléjate de él Aguni! —Ryu se paró firme frente al ex militar negándose a moverse a un lado.
—Lo estás atacando aunque sea el único que tiene coartada ¡Por qué tú eres la bruja! —Usagi estaba enfadada.
—Quítate, Ryu —Aguni trató de moverlo, pero el chico se negó.
—No, son mis amigos, ¡no voy a dejar que les hagas daño! —Ryu alzó su vista.
—Cálmate y andate para atrás con los demás.
—Han intentado matarme en múltiples ocasiones desde que llegué aquí, lastimaron a mis amigos y no he tomado una coca-cola desde hace dos semanas.
El chico ladeó su cabeza con una mirada desafiante.
—Así que no me digas que me calme, porque no me voy a putas calmar.
—Si Aguni es la bruja, ¡rápido, que alguien le dispare! —gritó un hombre desde el fondo.
—Aguni no es la bruja, esto es un juego de diez corazones, están diseñados para jugar con los sentimientos de los demás —Arisu desde el piso se movió débilmente para hablar — ¡No ganaremos el juego si lo matamos, así que no disparen!
Todos se quedaron en silencio, Aguni quitó sus ojos de Ryu para dirigirlos hacia Arisu.
—Tu no eres la bruja, ¿sabes por qué? Tenías otro objetivo en mente.
— ¿De qué hablas? —preguntó Usagi aún sujetándolo entre sus brazos.
—Tampoco mataste a Momoka, tú fuiste el que mató al sombrerero.
El pecho de Ryu comenzó a subir y bajar rápidamente, sus orejas ardían como si tuviera fiebre y sus ojos picaban con intensidad.
—Lo supe cuando vi tu mirada, esa mirada sin vida. Era la misma que yo tenía el día que maté a mis amigos.
Ryu se sentía desorientado, su mundo daba vueltas ahora, ¿Aguni lo había estado cuidando para matarlo también después a él?
—Querías matar a todos los miembros desde el comienzo, eres muy listo, ¡pero tú no eres así!
»Desde que llegué a la playa encontré increíble que con tal cantidad de armas, los militares aún no se hubieran apoderado de la playa.
Arisu se puso de pie, cojeando llegó hasta al lado de Ryu el cual lo tomó del hombro para que se mantuviera de pie.
—La realidad es, que tú querías ayudar al sombrerero, a evitar que gente como Niragi los matará a todos. Tu y el sombrerero eran mejores amigos, ¿no es así?
— ¿Por qué lo mataste? —Ryu no tenía miedo en su mirada, se pudiera decir que su alma lo había abandonado por un momento.
—De alguna forma no podrías perdonarlo por lo que hizo, querías detenerlo a él y a sus métodos. Solo querías que él recapacitara.
Los recuerdos de la primera vez que habían estado en Borderland aislaron la mente de Aguni.
Su mente viajó hacia atrás en el tiempo, la primera vez que llegaron al hotel, el sombrerero dispuesto a convertirlo en una utopía.
Aquella vez, cuando Aguni encontró al sombrerero cubierto de sangre, después de haber asesinado a varios chicos solo porque habían guardado sus cartas para ellos. Se había convertido en un monstruo.
"—Mátalo, Aguni, es tan listo ese chico, nuestro querido Ryu, cuando sea necesario tendrá que morir. O podría traicionarnos.
—No lo haré, no mataré a ese muchacho."
Aguni volvió a la realidad, Ryu hizo a un lado a Arisu para que Aguni lo tomará en su lugar.
—Adelante Aguni, hazlo —Ryu le pasó el arma que tenía floja en las manos del mayor—mátame, y demuestra lo que todos aquí piensan de ti —hizo una pausa al hablar —que no eres capaz de empatizar con las personas, ni siquiera de quererlas.
Aguni apuntó el arma a la cabeza del chico, Ryu cerró los ojos dispuesto a morir, si eso servía para calmar las aguas, estaba dispuesto a sacrificarse.
Usagi trató de ir detrás de Ryu, pero Arisu la detuvo junto con Tatta, los ojos de la chica se llenaban de lágrimas.
—Vamos, ¡mátame ya Aguni! —Ryu puso el dedo del mayor en el gatillo —de todas formas no tengo nada más por qué vivir.
Chishiya veía la escena desde arriba, queriendo pensar en una forma de intervenir, pero su actitud calmada se había ido, lo iban a matar, Ryu iba a morir.
— ¡Aguni! —Arisu alzó su voz para llamar su atención —yo también tuve que matar a la gente que quería. Veo el dolor en tus ojos.
Los ojos del ex militar estaban cristalizados, no podía hacerlo, no podía seguir así, no podía matar a Ryu.
—Sé que lo mataste para cobrar venganza, ellos hicieron enloquecer a tu mejor amigo —Arisu miró a los ojos de Aguni.
— ¡Cállate! —el hombre siguió apuntando a la cabeza de Ryu, lágrimas caían por sus mejillas, estaba dolido y asqueado de sí mismo.
—Entonces nos utilizó, todo este tiempo, quiso matarnos a todos —comentó alguien de la multitud.
—Entonces, ¿quién es la bruja? —Usagi permanecía al lado de Arisu.
—Los juegos de corazones están hechos para engañar a quien sea no importa de qué forma, siempre puede haber una solución donde nadie muera —los ojos del antes nombrado se empañaron en lágrimas amargas.
Aguni bajó el arma lentamente, Ryu asintió con su cabeza para decirle que todo estaba bien. El antes mencionado dio un par de pasos hacia atrás.
—En este juego, la bruja siempre estuvo frente a nosotros —el de cabello corto sacudió un poco sus manos —la única forma de que nadie fuera la bruja pese a todas las muertes, es que ella siempre estuvo aquí —Ryu señaló el cuerpo de Momoka —ella se... bueno, se suicidó.
—Entonces, ¿Momoka se acuchilló a ella misma? —Arisu y Ryu asintieron al mismo tiempo.
—Si yo... fuera el rey del juego, hubiera pensando en algo así —Arisu se acercó a Ryu y puso la mano en el hombro del menor.
—Eso es una idiotez, ¡yo soy la bruja! —Aguni se acercó a alguien la multitud jalándolo de la camisa para golpearlo, todos en el lugar comenzaron a tratar de detenerlo, pero la rabia lo hacía más fuerte.
—Aguni quiere llevarse a todos con él —Usagi y Tatta llegaron con los otros dos, los cuatro se mantuvieron juntos tratando de alejarse del gran disturbio.
—Escuchen, sé cómo detener a Aguni —Asahi se paró frente a los cuatro —voy a llamar su atención, aprovechen y arrojen el cuerpo de Momoka al fuego. Ryu, Arisu, solo ustedes pueden detener esta masacre, y Ryu —Asahi lo tomó por las manos —ayuda a que se salven, tienes que recordar quien eres.
—¿Qué? ¿De qué hablas Asahi? —Ryu trató de ir detrás de la chica, pero ya no había nada que hacer.
—¡Asahi!
— ¡Escúchenme! —la chica captó la atención de todos — ¡Yo en realidad soy una intermediaria del juego! —Un láser atravesó el cráneo de Asahi, su cuerpo cayó al suelo justo en frente de Ryu.
—¿Asahi...?
El momento de silencio fue interrumpido por Ann, la cual llegó al lobby ayudada de Kuina.
—Había una sujeción invertida —todos se hicieron a un lado para dejarla pasar —las pruebas comprueban, que fue un suicidio. Quiere decir, que Momoka tomó el cuchillo y se lo clavó ella sola en el pecho, ella es la bruja.
— ¿Se mató por el juego? ¿Por qué haría eso?
— ¿Entonces Momoka era el rey del juego?
Varias interrogantes empezaron a surgir entre los participantes restantes, Ryu aún seguía procesando lo que acababa de suceder, sus ojos negros buscaron los de Chishiya para obtener algún tipo de consuelo.
—Ella dijo que era la intermediaria, ¿ha estado jugando con nosotros desde siempre? —Un hombre con una herida en el hombro señaló el cuerpo inerte de Asahi.
—Pero ella era igual a todos nosotros —Tatta dio unos pasos hacia el frente —humanos...
—Entonces ambas deben haber sido controladas por alguien más —Usagi se acercó a Ryu, el cual no había dicho nada en unos eternos minutos.
—Aguni, acabemos con esto, que las muertes de estos inocentes no hayan sido en vano. Entiendo como se siente matar a los que quieres, pero no deberíamos desquitarnos con todos los demás —Arisu se acercó a paso torpe hacia Aguni —¡Todos seguimos vivos! ¡Todos estamos desesperados! ¡Tenemos que seguir luchando a los demás! ¡Deja de despreciar a los que siguen vivos!
Todos guardaron sus palabras para ellos, unos no querían responder, otros se miraban entre ellos para comunicarse, y luego estaba Ryu, que sentía una sensación de rareza consumir todo su cuerpo, no se sentía como él.
— ¡El fuego se acerca! ¡Corran!
Los jugadores empezaron a correr desesperados hacia donde el fuego no los consumiera, pero Ryu seguía de pie, como si sus pies hubieran sido unidos al suelo.
— ¡Rápido, hay que quemar el cuerpo! —Varios intentaron tomar el cuerpo de Momoka, pero las balas atravesaron sus pechos, gritos de desesperación se escucharon de nuevo.
Niragi salió de entre las llamas, Ryu fijó sus ojos en la figura del ex militar, parecía un monstruo, tal cual como lo era por dentro.
—Desde que apareció el fuego de la resolución, ¡yo lo hubiera usado para quemar este maldito lugar! —Niragi venía con un palo prendido con fuego en la punta, el que se le acercara iba a salir perdiendo — ¡Porque así yo voy a ganar!
Unas manos frías sujetaron las de Ryu cuando el tiroteo comenzó de nuevo, era Chishiya, Ryu lo siguió volviendo a la realidad de a poco, siendo consciente del desastre a su alrededor.
—¿Tú lo hiciste? —preguntó Ryu cuando ambos se escondieron detrás de unos pilares.
—¿Por qué lo dices?
—Hace un rato te dije que si quemabas el lugar nadie sabría que fuiste tu, pero veo que Niragi era mejor opción.
—Se lo merecía.
Usagi corrió y tomó impulso saltando sobre la espalda de Niragi, Arisu trató de intervenir, buscando quitarle el arma, pero el chico se deshizo fácil de ellos. Ryu ignoró los llamados de Chishiya para que se quedaran donde estaban y se interpuso frente a ellos.
—Mírate, siendo tan miserable tanto por fuera como por dentro.
—Tu vas a ser el siguiente, ya me tienes harto mocoso —Niragi alzó el rifle de nuevo — ¡Todos morirán!
Ryu se mantuvo firme, si alguien iba a morir, iba a ser él. Tiraron del gatillo, pero la bala jamás impactó en el menor, Aguni se había puesto como escudo humano, dispuesto a acabar con todo de una vez.
Aguni alzó a Niragi sobre su hombro y lo llevó directo al fuego, disparos se escucharon y lágrimas traicioneras se deslizaron por las mejillas de Ryu.
—Aguni... —Ryu dio pasos débiles hacia el fuego pero Tatta lo detuvo jalandolo del brazo — ¡Aguni! —la voz del chico sonaba rota, Tatta lo sujetaba con fuerza, no quería perder a nadie más.
No hubo más respuesta, el mundo parecía haberse quedado en silencio, ¿por qué le dolía tanto? La respuesta era fácil, le había tomado cariño pese a todas las cosas.
— "Tiempo restante, tres minutos"
— ¡No hay tiempo! —gritó Kuina. Entre varios ayudaron a cargar el cuerpo de Momoka para llevarlo hasta la gran fogata que comenzaba a extenderse hacia lo que quedaba del hotel.
Arisu y Ryu se quedaron atrás, ambos notaron que junto al cuerpo de Asahi había otro teléfono además del que se les había otorgado a los jugadores para el registro. Ryu tomó el teléfono escondiéndolo en su bolsillo.
El cuerpo de Momoka fue arrojado al fuego de la resolución, siendo consumido por las llamas en conjunto con los de los demás que habían sido asesinados. Los teléfonos de todos emitieron ese sonido que tanto alivio traía siempre.
— "Felicidades, juego completado"
Las instalaciones de lo que antes era La Playa fueron abandonadas, el fuego se encargó de sumir todo, y cuando éste cesará, sólo querían cenizas de lo que un día se trató de un refugio para todo aquel que quería volver al mundo normal.
—El final de nuestro paraíso —dijo Ann en medio del silencio.
—Todos mis amigos murieron —Tatta se tiró al suelo de rodillas empezando a llorar, las lágrimas eran incontenibles igual que los sollozos. Ryu se acercó a él y le rodeó con sus brazos.
—Malditos —Usagi se dirigió a los ex militares —no los perdonaré —ella iba dispuesta atacar, pero Arisu la tomó del brazo.
—Basta, ya.
— ¡Los mataron a todos! —la chica comenzó a quebrarse —¡Dejame ir!
—Se acabó, nosotros seguimos con vida, eso es lo que importa.
Arisu perdió el equilibrio sobre el hombro de Usagi, ambos acabaron en el suelo, ella lo rodeaba con sus brazos dejando salir un par de lágrimas.
—Descansa, descansa Arisu —el chico rodeo débilmente el cuerpo de la muchacha, ambos se fundieron en un sincero abrazo que era necesario después de tanto ajetreo.
Chishiya aún seguía dentro del hotel acompañado de Kuina, de la única mesa que quedaba en pie tomó la recompensa del juego, la carta de diez corazones.
—Eres duro de matar —Kuina miró la carta en sus manos.
—Comienzo a creer que es inútil juntar las cartas.
Aunque aún pienso en mi recompensa si las encuentro.
— ¿Por qué lo dices?
—Pues junto con esta y las que tiene el niño, están todas las cartas menos las de figura —Chishiya levantó su mirada — ¿Qué es lo que el equipo detrás del juego quiere que veamos?
DOS DÍAS DESPUÉS.
El vídeo en el teléfono se puso en pausa, Ryu bajó la pantalla móvil mirando a sus dos amigos.
—¿Qué es eso? —preguntó la chica.
—Es un vídeo que dejó Asahi.
Las primeras tomas eran ella y Momoka explorando las calles abandonadas de Tokio en busca de alguien, pero era el viento el único compañero que tenían. En las siguientes imágenes, Asahi hablaba de alguien que les había hablado y les había dicho que trabajaría en su organización.
—La función de los intermediarios es ayudar a organizar los juegos. En ocasiones entramos al juego como captores, o actuamos como jugadores.
Ambas estaban en una estación de tren, Momoka fue la primera en bajar a las vías seguida por Asahi la cual seguía documentando todo.
—Pero durante los juegos somos vigiladas, y nos matarán si revelamos que somos intermediarias.
Después de un largo camino por las vías del tren, las chicas llegaron a una pequeña puerta escondida entre los muros, Asahi introdujo un pequeño código en el panel de números y Momoka abrió la puerta.
— ¿Esa es la base de los intermediarios? —preguntó Ryu mientras el video seguía corriendo.
Bajaron por escaleras que parecían infinitas, al final de estas estaba instalado un colosal puesto de vigilancia, varias personas vestidas con trajes finos estaban ocupadas frente a distintos monitores.
En cada uno de estos se podía apreciar un juego distinto, personas gritaban por ayuda y otras simplemente terminaban por aceptar su muerte. Las personas frente a las pantallas reían y hasta parecía que hacían apuestas, como si habláramos de carreras de caballos.
— ¿Pero qué?
—Ellos son los reyes del juego —Arisu frunció el ceño sin despegar sus ojos del dispositivo.
—Muchos han muerto, había una chica que tenía nuestra edad. Preparamos el juego como los superiores querían y nos unimos, e hicimos que los jugadores murieran, gracias a nosotras personas mueren diariamente.
—Ya no puedo hacerlo, matamos mucha gente ¿y para que? Para ganar más días —la voz de Momoka estaba quebrada —ganamos dos semanas, pero no recuerdo cuanta gente matamos. Ya no puedo más.
—Momoka, esto es solo un sueño, tranquila, te juro que pronto despertaremos.
Ambas se fundieron un abrazo mientras lloraban, y luego de eso el vídeo acabó.
Arisu, Ryu y Usagi decidieron ir a explorar las vías del tren, Ryu de vez en cuando asustaba a Usagi por detrás de la espalda y la chica respondía con golpes para que el menor se comportara.
Después de un largo recorrido por las vías, la puerta que había aparecido en el vídeo estaba frente a ellos y para su suerte, estaba abierta.
—Es aquí —Arisu comparó las imágenes del vídeo con la puerta que tenían frente a ellos.
El trío siguió el camino que les indicaba el vídeo, Ryu iba tarareando una canción entre dientes mientras que los otros dos lideraban la marcha.
Al final de todo ahí estaba, escondido entre las sombras, la base donde todos los intermediarios diseñan esos sangrientos juegos. El lugar se veía abandonado, como si en mucho tiempo nadie hubiera ido ahí.
Al adentrarse un poco más, se podían encontrar múltiples cadáveres. Arisu iluminó con su linterna, y se podía ver como por debajo de sus mentones sobresalían las heridas causadas por los láseres del cielo.
—No puede ser... —Arisu tomó el valor de terminar de entrar.
—Así que ustedes también encontraron el lugar. Tal y como lo esperaba de ustedes —todos llevaron sus linternas iluminando a Chishiya acompañado de Kuina —hola niño.
—Hola, tanto tiempo —Ryu movió su mano en forma de saludo.
—Nos volvemos a ver —Kuina le regaló una linda sonrisa Ryu, la cual fue correspondida.
—Gracias a ti niño —Chishiya se acercó al menor de todos —tengo todas las cartas en mi poder —el de pelo blanco le estiro la mano —las cartas, por favor.
—Si las quieres tendrás que revisar —Ryu alzó sus manos en señal de inocencia —pero hay gente pequeña aquí, y sería indebido, ¿no lo crees?
—Eres el menor de nosotros, Ryu —Usagi se cruzó de brazo viendo al chico.
—Shh, detalles.
— ¿Cómo nos encontraron? —Arisu interrumpió el extraño rumbo que estaba tomando la conversación.
—Bueno, me tomó tiempo darme cuenta que era el mapa del metro —Chishiya les mostró el trozo de papel que había tomado en el segundo juego — ¿Qué pasa cuando se juntan todas las cartas? No tengo ni idea, pero sin embargo, si supe una cosa.
—No existe tal cosa como el rey del juego —completó Arisu.
—Exacto. A juzgar por los cadáveres, los asesinaron después de nuestra victoria, son humanos como nosotros, y lo más importante, alguien les da órdenes.
— ¿Y quien sería en tal caso? —preguntó Usagi.
— ¿Quien sabe? Extraterrestres, o tal vez Dios.
Cada uno de los monitores del lugar se encendieron, la luz blanca escandalizó los ojos de Ryu. Una música de trompetas se escuchó por todo el lugar, y en las pantallas frente a ellos decía "Transmisión especial de emergencia".
—"Felicitaciones a todos los jugadores"
—Oh, interesante —Chishiya movió un poco su cabeza al ver a Mira reflejada en todas las pantallas del lugar.
—No tienen cartas con figuras, pero acabaron todos los juegos numerados , y en todos han triunfado, han logrado una gran victoria al sacrificar vidas.
Y yo me pregunto cuantos de sus amigos murieron, traten de recordar a los que les dispararon a muerte.
A esa chica que quemaron viva, los que fueron asesinados por láseres y los que se ahogaron. A los que les exploto la cabeza, todos esos amigos que murieron, escenas inolvidables.
En uno de los monitores, se veía el vídeo del día del juego de corazones, cuando Karube murió frente a los ojos de Arisu.
—Por eso, a todos ustedes queremos darles un regalo.
— ¿Nos van a regresar? —preguntó Kuina.
—Aún mejor, ¡habrán nuevos juegos! Para ganar cartas con figura.
—¿Juegos nuevos?
—No me desagrada la idea —Chishiya habló por primera vez mirando de reojo a Ryu.
—Tenemos muchos juegos planeados para ustedes, en especial para ti, nuestro querido Ryu —Mira sonrió de forma aterradora.
— ¿Para mí?
—Estuve esperando esto por mucho tiempo —la mujer vestida de negro puso sus manos detrás de su espalda— quiero hacerte una pregunta importante.
— ¿A mi? Bueno, dime que es.
— ¿Sabes quien eres? ¿Y estás seguro de eso? —Ryu dio un paso al frente sin entender —sabes, es curioso.
— ¿Qué es curioso?
—Realmente, ¿nunca te has preguntado por qué has sobrevivido a todos los juegos? —Mira poseía una mirada aterradora —todas esas veces que incluso parecías adivinar lo que sucedería después, ¿no te parece fascinante?
—Yo... supongo que es suerte nada más —Ryu rasco un poco su nuca, un pinchazo apareció en su sien haciéndole quejar.
—No, yo no creo que haya sido suerte —Mira comenzó a caminar de un lado a otro —es más, me emociona decirte que siempre has sido parte de esto.
— ¿Qué?
—Tu, nuestro querido Ryu —la pelinegra movió sus manos emocionada —fuiste de nuestros mejores experimentos, quizás manipular parte de tus recuerdos fue algo cruel, pero tu desempeño fue asombroso, llegaste muy lejos.
—No entiendo, eso no tiene sentido —Ryu negó con la cabeza —eso no puede ser así.
—Pero lo es, tranquilo, ahora que lo sabes ningún láser te matara —la mujer soltó una pequeña risita —creo que, los superiores y yo pensamos igual al decir que queremos seguir viéndote dentro de los juegos. La segunda etapa empieza mañana al mediodía, estoy muy emocionada.
— ¿Lo sabías? —Arisu se acercó a Ryu —dime Ryu, ¿lo sabías?
— ¿Qué? No, no tenía ni idea... —Ryu recibió un golpe en la mejilla por parte del mayor el cual lo sujetó del cuello de la camiseta.
— ¡Nos mentiste! —Arisu volvió a golpear el rostro de Ryu sacándole más sangre de la necesaria, Usagi entró a intervenir.
— ¡Arisu ya basta! —entre Kuina y ella trataron de separarlos. Chishiya se acercó a Ryu el cual masajeaba su mejilla.
— ¡Eres un mentiroso! ¡Todo este tiempo estabas de su lado!
— ¿Estás bien? —Chishiya tomó el rostro de Ryu entre sus manos, el menor asintió incapaz de poder hablar.
Cuando Arisu por fin se calmó, trató de acercarse a Ryu, pero este se alejó temiendo volver a ser golpeado sin razón aparente. Todos salieron del subterráneo en busca de la siguiente arena de juego.
—Lo...lo lamento, Ryu, no debí llamarte mentiroso. Y tampoco debí golpearte.
—Está bien, me han hecho cosas peores —el menor le regaló una sonrisa tranquilizadora.
De una forma u otra, terminaron en el centro de la ciudad, frente a todos ellos estaba una gran pantalla que decía "siguiente etapa"
—Siguiente etapa... —leyó Kuina en voz alta — ¿Qué significa?
—Que vamos a subir al siguiente nivel.
author's note.
creo que este es el capítulo más largo que he escrito desde que empecé con los fanfics, pero estoy conforme con el resultado.
como verán ya acabamos con la primera temporada, no se preocupen, si el universo quiere mañana vuelvo a actualizar como de costumbre.
ryu te amo, perdón por todo, te juro que es en buena onda.
los amo mucho mis amores, que pasen un feliz viernes 13, descansen <3
xoxo, alex.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro