Chishiya estaba en silencio, Ryu empezó a caminar a su alrededor mientras suspiraba con tranquilidad, todo había salido como quería.

—Supongo que te estarás preguntando, ¿cómo lo hice? —Ryu metió la carta en su bolsillo, sus manos llevaron al mayor de ambos hasta una silla.

El menor puso pestillo en la puerta, caminó hasta estar de pie frente a quien había traicionado a sus amigos, sus ojos negros lo observaban expectante.

— ¿Conoces esa frase que dice "todos los hombres mienten"? —Chishiya no respondió, así que Ryu continuó —bien, veo que no me estás entendiendo, así que seguiré con mi asombrosa explicación.

»Verás, la frase célebre de "todos los hombres mienten", la usan las mujeres para explicar por qué los hombres no podemos ser sinceros con ellas.

—No entiendo a dónde quieres llegar con esto —el de pelo blanco frunció los labios llevando su cabeza hacia un lado.

—De hombre a hombre, en especial de parte de uno que ha mentido muchas veces para salvar el pellejo de las personas.

Ryu se señaló a sí mismo mientras fijaba su vista en el cuadro que estaba en el suelo.

—Supuse que algo andaba mal cuando alguien tan inteligente como tú ideó un plan tan mediocre para robar las cartas.

— ¿Plan mediocre?

—Si, mediocre —el de pelo corto asintió —vamos Shuntarō, eres de las personas más ingeniosas de este lugar, podrías quemar el lugar si quisieras y nadie sabría que fuiste tu.

—Me halagas.

—Suelo ser muy atento si quiero, sabía que no nos quitarías el ojo de encima, así que decidí jugar con tus propias reglas, ya sabes lo que dicen, lo que es igual no es trampa.

El pelinegro tomó el cuadro del suelo y lo elevó hasta ponerlo en su lugar de nuevo, acomodó este para que no se cayera de lado, se quedó admirando los detalles de la obra decorativa.

—Sabía que tenía que adelantarme tres pasos a ti, cuando entregaste a Arisu y a Usagi supe que ese a penas era el inicio de tu verdadero plan —el chico se dio la vuelta observando al de blanco, el cual no podía quitarle la mirada de encima —debo admitir que eres muy buen mentiroso, y Arisu es un tanto inocente.

Chishiya dibujó una sonrisa en su rostro, estaba impresionado, jamás pensó que ese joven estudiante podría llegar a atraparlo con las manos en la masa.

—Aunque hay algo que aún no me cierra, ¿sabes?

— ¿Y qué es, niño? —El mayor se cruzó de brazos mientras reclinaba su espalda sobre el espaldar de la silla donde estaba sentado.

— ¿Por qué no me entregaste junto con Usagi y Arisu? —Ryu tomó asiento frente a él, ambos mantenían una guerra de miradas que parecía no tener un perdedor —tendrás que esforzarte mucho si quieres que te perdone por intentar traicionarme.

— ¿Por qué yo querría que me perdonaras?

—Tengo mis razones para pensarlo —él se levantó de la silla y caminó directo hasta la puerta —ahora sí tendrás que esforzarte para idear un buen plan para encontrar esas cartas, la que tengo aquí vendrá conmigo.

—¿Cómo sé que no las tienes todas contigo?

—Puedes venir y revisar si quieres —sus brazos se abrieron mientras se encogía de hombros —sé que te mueres por tocarme, guapo. Quizás si le pones más ganas, podrías ganarte ese beso que tanto quieres —Ryu le guiño un ojo antes de salir la habitación dejando a un Chishiya un tanto más motivado a encontrar esas cartas que antes.

Ryu dio vueltas por todo el hotel en busca de Usagi, iba a necesitarla para hallar a Arisu, además, sabía que había sido llevada a estar a solas con Niragi junto a los demás militares, eso no era nada bueno.

Gritos de desesperación se escucharon a partir de una de las habitaciones por el piso en el que Ryu estaba andando, reconoció la voz de Usagi y apresuró el paso encontrándose con la puerta abierta.

—Ni siquiera lo intentes Niragi —Ryu tomó el rifle del militar que estaba en el piso y le apuntó —déjala ir, ahora.

—Pero miren quien llegó aquí, ¡él que siempre se cree un héroe! —Niragi rió con voz amarga bajándose de encima del cuerpo de Usagi la cual era sujetada por cuatro personas distintas.

—Tienes dos opciones, la primera, es que la dejas en paz por las buenas y no te intentaré matar durante cinco minutos —Ryu puso su dedo en el gatillo del arma —la segunda opción, es que yo te quitó por las malas y la oferta de los cinco minutos desaparece.

— ¿Jamás te han dicho que tienes que aprender a cerrar la boca?

—Mi madre, un par de veces casi siempre.

Chishiya se encontró con Kuina a la salida del hotel, buscaba en su cabeza las palabras correctas para contarle lo recién sucedido con Ryu, pero realmente no sabía cómo explicarle que su plan de escape había fallado.

—El niño nos traicionó.

— ¿El que te gusta? —Kuina mordisqueó su cigarrillo falso mientras suspiraba —no pensé que eso pasaría, ¿ahora que haremos?

—Dice que escondió las cartas en otro lado, no podemos irnos de aquí sin esas cartas.

Kuina y Chishiya caminaron juntos hacia la salida, pero la chica se detuvo cuando el brazo del peliblanco se instaló frente a ella para acabar con sus pasos, Chishiya tomó la llave que antes adornaba su muñeca y la lanzó, esta fue fundida por un láser.

—No puede ser...

Los muros del hotel fueron rodeados por los láseres rojos de alta carga, en cada pantalla disponible que había se insertó una imagen, "el juego está por comenzar" decían los televisores.

—"El hotel Seaside Paradise Tokio, agradece sinceramente su preferencia a todos ustedes, y como muestra de nuestro aprecio, iniciaremos un juego con los 58 participantes reunidos en las inmediaciones".

Todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo para ir corriendo a reunirse en el lobby del hotel, ¿tendrían que jugar dentro de lo que se suponía era su refugio dentro de ese alocado mundo sin límites?

— ¿La Playa? ¿Una arena de juego? —Niragi junto con Ryu se quedaron viendo el televisor de la habitación.

—"Dificultad, diez de corazones"

—Ahora sí estamos jodidos —Ryu mordió el interior de su mejilla mientras apretaba los ojos con fuerza, ¿cuándo sería el día que conseguiría paz?

Aún en medio de su crisis, aprovechó el momento de distracción para golpear la cabeza de Niragi con el arma, haciendo que pobre militar cayera al suelo soltando varias maldiciones e insultos hacia el menor.

—Suéltala, ahora —Ryu apuntó el arma hacia la cara de Niragi, este no tuvo más remedio que ceder.

—Hagan lo que dice —los cuatro seguidores del pelinegro acataron la orden, Usagi se bajó con prisa de la cama y se escondió detrás de la espalda de Ryu.

—Vamonos —el chico tiró de la mano de la chica empezando a correr por los pasillos.

—"Todos los jugadores reúnanse en el lobby para explicar las reglas. Repito, todos los jugadores reúnanse en el lobby"

Arisu aún con la cinta tapando sus oídos podía oír lejanas las voces, su desesperación incrementó, si no se registraba iba a morir, aún no estaba listo para morir.

Ryu y Usagi tomaron un teléfono cada uno, la gente comenzaba a amontonarse en círculo, Ryu tomó a la chica por la mano para no perderla de vista y se acercó a investigar junto con ella.

Al pasar entre todas las personas la imagen que se encontraron en el medio hizo que Ryu quisiera mirar en otra dirección, el cuerpo de Momoka estaba sin vida en el suelo, un cuchillo afilado descansaba sobre su cuerpo rodeado de una gran mancha de sangre.

— ¡Momoka! —De entre la multitud salió su amiga, tirándose de rodillas al suelo intentando no romperse por la escena — ¡Momoka! ¿Por qué?

—"El juego será, Cacería de Brujas. La malvada bruja que asesinó a la chica se esconde entre todos y cada uno de ustedes. El rol de la bruja no se limita a las mujeres."

— ¿Entre nosotros? —los ojos de Usagi reflejaban temor, Ryu la abrazo hacia él intentando calmarla.

—"La condición para ganar es encontrar y quemar a la bruja en el juego de la resolución. Tiempo límite, dos horas."

Fuera del hotel, había una gran fogata ardiendo con mucho fulgor, todos empezaron a compartir miradas temerosas, ¿que sería ahora de la maravillosa utopía que alguna vez los acogió?

— ¡Hay fuego en el patio trasero! —gritó alguien de la nada alarmando a todos los presentes.

—Encuentren al asesino de Momoka y quémenlo en el fuego de la resolución —dijo Ann llamando la atención de todos.

— ¿Una cacería de brujas? Eso sí suena interesante —Niragi apareció en medio de todos, Ryu apegó a Usagi a su cuerpo negándose a que le hicieran daño de nuevo.

—El juego ya comenzó... —leyó la chica en voz baja, Niragi trató de acercarse pero la mirada cecina de Ryu causó que este se alejara.

—Bien, ¡llegó la hora de buscar a la bruja!

Ann apartó a la amiga de Momoka del cuerpo de la chica, la examinará de cerca a ver que pistas podría encontrar que le diera una respuesta.

— ¿Dónde estabas? —preguntó una de las mujeres de la multitud —ustedes nunca se separan.

— ¿Qué?

— ¿Y por qué llegaste tarde? ¿No son muy unidas? —apuntó un hombre de bata azul.

— ¿Ella es la bruja? —preguntó Niragi amenazándola con su rifle.

— ¡No soy yo!

— ¡Lo sabremos cuando estés en el fuego!

—Estaba en mi cuarto, ¡se los juro por mi madre! —la chica comenzó a arrastrarse por el suelo intentando alejarse de todos.

—Siempre estaban juntas, ¿casualmente hoy no?

— ¡Pues está decidido! Ella es la bruja, ¡llévenla al fuego! —la chica pataleo mientras que entre cuatro hombres la levantaron.

Usagi, Ryu y Mira se pusieron como barrera en el camino evitando que siguieran su paso.

—Bájenla en este instante —ordenó Mira.

—Tienen que haber otros sospechosos —dijo Usagi mientras que Ryu vigilaba de reojo que Niragi no se acercara mucho — ¿En donde estuvieron? ¿Qué hacían? ¿Pueden probarlo? ¡Hablen ahora!

—Ambos la estábamos pasando bien, ¿verdad? —Ryu rodó los ojos preguntando si sería buena idea golpearlo de nuevo.

—Todos dirán lo que han estado haciendo en la última hora —Ann se levantó del suelo mientras miraba a todos a su alrededor.

— ¡Sangre! —la misma mujer de antes señaló el pañuelo que Ann tenía en su mano.

—No piensen mal.

—Esto se pone cada vez más interesante, ¿podrías ser la bruja?

— ¡No! —Ann alzó la voz —el sombrerero fue asesinado, estaba analizando el cadáver y me salpicó sangre.

— ¿Un cadáver? —una chica joven salió de entre los demás mientras sujetaba temblorosamente el teléfono en sus manos.

—Es la sangre del sombrerero. Los ejecutivos decidieron que era mejor no decir nada por los momentos, podría causarles mucha confusión.

— ¡Nos podrían estar escondiendo más cosas! —un chico rubio gritó desesperado — ¡Seguro la bruja es ese chico nuevo que llegó! —todos empezaron a señalar la Ryu mientras que este enarcar una ceja.

—Obvio yo asesiné a una chica y no el que siempre tiene armas en las manos —la cabeza de Ryu señaló a Niragi sin ningún tipo de culpa —eso suena tan lógico eh.

—La bala encontrada en el cuerpo del sombrerero es de una de las armas que usamos aquí en la playa, lo que significa que alguien de aquí asesinó al Sombrerero —Ann alzó la bala para que todos la vieran.

—Oigan , ¿no sería posible que la bruja haya matado también al sombrerero? ¡Podría ser posible por el juego en el que estamos! —la chica que había decidido hablar fue atravesada por la katana del jefe final.

—Que molesta —murmuró esté limpiando la sangre de la hoja de metal.

—Todos aquí pueden ser bruja menos yo. El que sea la bruja que dé un paso al frente —Aguni dio vuelta sobre su eje, nadie habló —bien, entonces, quemaremos a todos los que encontremos.

Niragi disparó su arma y todos empezaron a correr desesperados, Ryu tomó a Asahi por él brazo ayudándola a levantarse del suelo para sacarla de ahí, Usagi tomó el último teléfono disponible sobre la mesa y los tres empezaron a correr de los militares.

Esa noche, La Playa dejaría de ser una Utopía.

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author's note.

tarde pero seguro, aquí ronnie dando señales de vida.

fue un día pésimo, pero aún así no podía dejarlos sin actualización.

hoy no tengo mucho para decir, así que los amo mucho y cuídense <3

xoxo, alex.