advertencia. si bien en el omegaverse clásico cuando un omega entra en celo se convierte en una situación de riesgo pata violencia sexual por la vulnerabilidad, aquí al tratarse de híbridos animales (y como tal sucede en el mundo animal) un celo no implica apareamiento inmediato, si no un ritual de cortejo que varía según la especie. Por lo que quiero aclarar que en ningún momento se maneja la posibilidad de un riesgo de esa índole.

lean tranquilamente.

ahora puede que también haya un ligero angst, pero es solo por la bomba hormonal

🦌

Recuerda el dolor de sentir demasiado.
Recuerda lo paralizante que es el miedo.
Y el frío que vino después.

Por demás, todo se trata de un borrón.

Uno que tiene la realidad con bordes difusos, y a su pequeño ciervo asustado de tomar el control de forma tan abrupta. De cualquier manera, Harry no está seguro de cuánto desea recordar.

— Harry, ¿dónde está tu alfa? — la voz de Louis se escucha como un eco. Uno tan distante que no tiene posibilidad de alcanzar.

— Alfa- — llora. Llamando sin remitente, sin figura que escuche sus plegarias. El calor del estro aún no es demasiado fuerte, aún es capaz de retener el dolor y la desesperación. No. Lo que le aqueja es el miedo bruto.

Los dos híbridos a la distancia notan lo que su actitud territorial ha provocado, reaccionan a ello anhelando por más. Es tal vez demasiado lento para todo aquel que no sea un ciervo ¹ pero el omega puede verlos dejar su conflicto y cambiarlo por uno mucho más pasivo, uno que se trata de quién es más rápido y apto para llegar hasta el.

Es todo sobre cortejo, pero Harry no quiere esto. No así. No cuando no está listo y ha sido forzado por puro instinto a salir.

Su orejas se elevan, se crispan y sus pupilas se dilatan. Muerto en terror pero con los instintos a flote para escapar. Es solo que no tiene oportunidad de hacerlo.

Esto no es un bosque. Y Harry no tiene a dónde ir. Presa. Eso es lo que es.

Pronto es tomado por un tacto que se siente demasiado familiar. Es jalado con tal vez, más fuerza de la necesaria, y escondido por el alfa junto a él mucho más rápido de lo que sus instintos pueden seguir.

Le toma unos segundos comprender que es Louis tomando una posición defensiva.

Un brazo manteniendo a Harry detrás de si, fijo en su lugar, con un agarre que permite un consuelo y la idea de seguridad que viene con el. Pero todo su cuerpo se inclina hacia adelante dando una vista mucho más amenazadora de su cornamenta recién afilada.

Solo la posición es suficiente para alertar al par de híbridos. Se detienen en seco, frenando tan rápido como la velocidad lo permite a lo que deben ser cincuenta metros de ellos. Pero no es suficiente, sus feromonas aún lastiman a Harry. No es suficiente.

— Ni siquiera lo pienses. — pronuncia como única advertencia. Su voz es lenta y baja, Harry no cree que lo haya escuchado hablar así antes.

No es usual que los híbridos ataquen en sus formas humanas. No se supone que suceda, pero de nuevo, tampoco se supone que reclamen un territorio que no es suyo, no en la vía pública, no enfrente de otros omegas.

Sin embargo, Louis no monta un acto: está dispuesto a atacar. Esa es la realidad, pues el alfa recién afilo sus cuernos y es evidente para cualquiera que tenga ojos, con los huesos aún pintados en rojo.

No hay ninguna oportunidad. Pues no solo la cornamenta de Louis es la única que ha mudado su terciopelo, si no que que es la más grande y más compleja. Es como traer un puño a una pelea de armas.

Ambos hombres tragan fuerte, el nerviosismo se delata con la manera en la que la saliva baja por su garganta. Apenas pueden sostener la mirada de Louis unos segundos antes de regresar por dónde vinieron. Al menos, la otra Omega se fue también.

Es solo cuando están bien lejos y ya no hay territorio que defender que Louis se voltea y su fuerte agarre se convierte en una caricia suave. Sus ojos recorren todo el cuerpo de Harry en inspección de alguna herida o señal de que aún está presente, pero es tarde.

Sus mejillas están rojas y sus motas blancas son más evidentes sobre su piel, tiene la cola baja, inmóvil y pegada a su piel intentando esconderla entre sus piernas para mostrar que no esta disponible y sus orejas intentan, tanto como pueden, cubrir sus ojos.

— Hey — habla bajito. Mira dentro del gimnasio y alrededor en la calle buscando alguna señal de que hacer. Pero la gente aglomerada y el bullicio que provoca solo puede poner sus nervios en punta. Debe sacar a Harry de ahí, ponerlo seguro. — Está bien. Ya se fueron, estás bien.

Puede escucharlo llorar, bajito. De la forma en la que reprimes un llanto para no ser descubierto. Louis acaricia sus brazos intentando marcarlo con su olor solo un poco, funciona después de unos minutos cuando finalmente quita las orejas de sus ojos. Es en ese momento cuando lo nota, el verde se ha ido para ser reemplazado por completo por el dorado.

Louis sonríe, con sus labios apretados.

— Hola, bonito. ¿Me recuerdas? Soy Louis. — el Omega asiente. — Voy a llevarte a tu casa, ¿está bien?

— ¿Alfa?

— Te llevaré con tu alfa. Vamos.

Entonces Louis guía al omega hasta su auto. Debe darse prisa y buscar la cartera del hombre en el gran bolso café que usa para ir al gimnasio, solo para encontrar en su identificación la dirección de su casa y emprende camino antes de que las feromonas de celo comiencen a afectarlo.

Cuando Harry comienza a masturbarse en el asiento trasero, Louis pone toda su fuerza de voluntad en no mirar.

🦌

Harry despierta solo dos días después, con mas emociones de las que puede recapitular. 

Recuerda ser un adolescente y beber hasta perder la conciencia cuando descubrió que era diferente al resto de su especie; con el dolor de la culpa sumado a su malestar.  Pero despertar después del celo, sin tener nadie quien lo cuide, siempre es peor. 

Es la inminente sensación de estar atascado en medio de todo, sin avanzar: con un desorden hormonal y un dolor físico que sirve como perpetuo recordatorio que ha perdido su estro. 

Perdió su estro, fuera de temporada. Nadie lo apareo. Esta sin alfa, sin cervatillo. 

Harry perdió su estro.

No se da cuenta de que despierta llorando hasta que la tristeza comienza a asfixiarlo. El aire se atora a mitad de su garganta incapaz de llegar hasta sus pulmones, no importa cuanto inhale: no puede respirar. 

Lleva las manos hasta su garganta y solo ese movimiento sucumbe a su cuerpo en una oleada de dolor, un tirón frio parece perforar su vientre, expandiéndose a su espalda y sus piernas. No puede hacer más que doblarse sin posibilidad de gritar.

No puede gritar porque no hay aire en el.

Entonces la puerta se azota con fuerza y en ella un rostro bien conocido, pero Harry no puede sentir mas que vergüenza. Amelia corre con sus facciones fruncidas en el miedo y bate sin cuidado el cajón de la mesilla de noche, solo para ofrecer su inhalador a Harry y comenzar a acariciar su espalda con cuidado. 

Harry debe tomar la medicina de su inhalador, pero el aire no se lleva el dolor. Solo permite que el llanto incremente.

Y con el, la conciencia del pesar que aqueja a su cuerpo. Solo lo hace peor.

— Está bien, Hazz, esta bien. — Amelia lo consuela, sobando su espalda baja y abrazándolo con fuerza. Pero Harry llora hasta quedarse sin lágrimas.

Toma una siesta y se baña al despertar. Es horrible porque estando en el agua y lavando los restos de su celo² puede sentir el hilo se sangre cayendo entre sus piernas, y sabe que el dolor va a prolongarse algunos días más.³

Con una tristeza que solo se traduce en resignación, se viste con sus pantalones deportivos más flojos y viejos y una camiseta tres tallas más grande. El tipo de ropa que no toma mucho esfuerzo para entrar en ella, y del tipo que tampoco importa si se mancha irremediablemente con sangre. Es incómodo usar su almohadilla protectora, y debe caminar con un cojín caliente sobre su vientre.

Pero en realidad, no quiere pensar en su vientre.

Mete sus sabanas a lavar y cambia su ropa de cama por una nueva. Solo entonces Amelia le ofrece una infusión caliente y una sonrisa que intenta, una vez más, ser consuelo.

— Gracias por cuidarme. — responde al dar un sorbo. No hay mucho más que decir, ha sido la misma rutina por años.

Es casi vergonzoso lo mucho que depende de sus amigos.

Pero Amelia solo acomoda sus rizos mojados se una forma casi maternal.

— ¿Recuerdas algo?

No lo hace, no en realidad.
El piensa en Louis, y oh joder- el estaba con Louis.

Su amiga híbrida de jirafa parece leer su expresión. — Si, ¿Louis, verdad?... te saco del gimnasio, consiguió tu dirección de tu carnet, llamo a Niall desde tu celular y te trajo a casa. — relata, casi con cuidado. Como si sus palabras tuviesen el poder de romper a Harry.

Casi se siente como si lo hicieran.
Joder, el entro en estro justo enfrente de un alfa de su especie. ¿Y no lo apareo?

No tiene forma de saber si el odio que resiente es hacia el por ser tan poca cosa, o hacia Louis por no haberlo malditamente apareado.

Harry baja su taza de té,  sorprendido con sus propios pensamientos y se obliga a detenerse.

No, se dice.

Son sus hormonas y el caos que dejan en su cuerpo. No era lo que el quería, Louis hizo algo decente, algo que debería ser lo mínimo como respetar a alguien que no esta complemente lucido.

Y no quiere ser apareado por Louis, solo quiere ser apareado por alguien ¿cierto?

— Dejo...uhm el dejo su número, para ti. — dice Amelia tras unos segundos, sus orejas se crispan en tensión pero aunque el venado intente ocultarlo su cola ondulante lo delata. Es una fortuna que nadie vea la motita blanca moviéndose feliz ante algo tan sencillo como obtener un número. — Estaba preocupado por ti, y dijo que si no lo odiabas demasiado le escribieras para hacerle saber que estas bien.

Harry casi escupe su te y sus orejas se elevan.

— ¿Odiarlo?

— Por lastimar a tu alfa — Harry ni siquiera alcanza a formular su pregunta, Amelia estalla en carcajadas. — Cuando Niall llego, el estaba histérico. No dejaba de gritar sobre lo irresponsable que había sido por dejarte solo y, bueno, ataco a Niall. El esta bien, no está molesto y solo recibió dos pequeñas puntadas en la pierna porque alcanzó a brincar. Esta en casa descansando de los moretes, pero joder, esos son unos cuernos filosos.

— Oh, mierda. — Harry tapa su boca con demasiada impresión como para procesar. — Yo... yo le pedí a Niall que me marcará con su olor antes de entrar. ¿Fue eso?

Amelia suelta otra risita, como si hubiese entendido algo que el otro omega no.

— ¿No le dijeron, que bueno, Niall es tu alfa?

Ella agita su larga cola moteada divertida, e incluso sus orejas se mueven un poco con la vibración de sus risas. — No. No nos dio tiempo, fue un poco caótico pero Harry, el te defendió.⁴

La omega solo desliza el papel con caligrafía desprolija con su número y firmado con un LT. Harry lo admira por el resto de la tarde.

Sintiendo todo como un rompecabezas sin encajar.

———————————————————

Al final, Harry tomó su teléfono y mando un mensaje.

La respuesta de Louis fue una llamada. Sin ser capaces de tomar el obvio tema pendiente entre ellos, conversaron toda la tarde y de alguna manera eso terminó con Louis haciendo una invitación para desayunar.

Harry acepto.

De forma precisa, su pequeño ciervo encaprichado todo el mando un segundo y respondió antes de que Harry siquiera pudiera procesarlo.

«Tu quieres ver a alfa también» había dicho antes de esconderse de nuevo, demasiado afligido por haber perdido su estro como para estar conciente todo el tiempo.

El omega debe sostener su propia cola para evitar moverla. Dios, es molesto lo mucho que reacciona solo con la idea de el. Y es aún más molesto que a pesar de sus esfuerzos por ignorarlo, no puede evitarlo.

Joder, ni siquiera sabe lo que está haciendo. O porque.

Pero todas sus angustias pasan a segundo plano cuando ve a Louis caminar hasta el. Lleva un par de bermudas amarillas con patrones lineales, camisa blanca y lentes de sol.

Joder, no deberia verse tan bien. No cuando su cornamenta ha perdido el rojo de la sangre y ahora sólo es sólido y afilado hueso.

Camina como un rey luciendo su corona.

— Hey, amor. — Louis lo envuelve en un rápido abrazo, todo el gesto consterna a Harry,  que solo puede quedarse quieto y olerlo. — ¿Cómo estás? Espero no haberte hecho esperar demasiado. Me detuvieron un poco en el trabajo.

— Apenas llegué. — responde, se balancea sobre sus pies para disimular sus orejas felices. Su blusa rosa es holgada, pero lleva unos cortos shorts de mezclilla que dejan ver el tatuaje en su pierna. Una parte de él se pregunta si a Louis le gusta.

Y por una mierda, Harry no entiende porque sigue tan metido en ideas de apareamiento cuando ya perdió su temporada.

— Tu... — dice tras unos segundos de intenso contacto visual. — ¿Vienes caminando? ¿Del trabajo?

Ellos están realmente cerca del parque donde Harry suele, o solía correr. Cerca del gimnasio, y de la escuela donde trabaja.

— Si, esta solo a unas calles. ¿Quieres entrar? Hice una reservación para nosotros, espero te guste — Harry asiente y permite que Louis lo guíe dentro. No lo toca pero si lleva su mano hasta su cintura, a unos centímetros de su piel para indicar el camino.

— Señor Tomlinson. — saluda la hosstess. — ¿Su mesa habitual?

— Si, por favor. — sonríe de vuelta hacia la beta que los conduce. — Este es mi lugar favorito en la zona.

Harry puede ver porque. Todo respecto a su dedicación se siente tranquilo.
Como un buen lugar para refugiarse o tal vez esconderse.

Luces bajas pero con iluminación suficiente para que el entorno sea claro. Aspecto rústico con un equilibrio perfecto de elegancia con plantas entre las paredes de roca.

— Yo... nunca lo había visto. ¿Estoy vestido apropiadamente?

Louis detiene su caminata y se toma un segundo para verlo con una sonrisa apretada. — Absolutamente. Que no te engañe la apariencia de todos los oficinistas aburridos, tienen un excelente brunch aquí.

La recepcionista los guía hasta lo que parece ser un jardín trasero, con una pequeña cascada como fuente, parece una zona reservada para gente importante, así que se sorprende cuando la beta abre la puerta de cristal para ellos.

Loui extiende la silla para el antes de sentarse enfrente.

— Gracias, Honey. ¿Nos das unos minutos para ver el menú?

Ella se retira, y el omega debe reprenderse mentalmente por sentirse tan estúpido. Es todo tan extraño.

Ellos no son amigos. Apenas lo conoce más allá de extrañas coincidencias rodeadas de amabilidad. ¿Que están haciendo?

Harry se obliga a tragar saliva en cuanto siente su garganta seca. Puede sentir el pelaje de sus orejas erizarse.

La realidad como pequeñas piezas perdidas. Su desbalance hormonal post-estro no lo hace mejor, no está tan seguro se haber aceptado esta salida.

Tal vez fue demasiado pronto. Aún le quedan dos días de licencia por su celo.

Tal vez no debió salir en absoluto.

Entonces, un agradable olor a bosque. Solo toma unos segundos para que su cuerpo se relaje y su mente detenga el carrusel. Tal vez, demasiado relajado.

¿Son.... acaso son feromonas alfa? Harry no podría saberlo, pero Louis no parece notarlo. Concentrado por completo en las opciones del menú.

— ¿Algo que te guste, amor? — pregunta. Harry aún mira alrededor, intento poner un poco de orden dentro de sí. — ¿Harry?

— Yo no se, no creo que mi mente esté completamente clara — se encuentra revelando.

— ¿Quieres irte? Te acompaño a casa.

«¡No!»

«Por favor, no quiero irme. No quiero estar solo, no ahora»

«Por favor»

— No, esta bien. Quiero estar aquí — las palabras sale antes de entenderlas. — Solo crees que puedas... yo, no se.

— ¿Quieres que ordene por ti? — el Omega asiente y Louis sonríe. — Bien, puedo hacer eso también. — llama a una mesera y pide cosas con nombres extraños que Harry no conoce, pero se siente bien haberse liberado de esa decisión. — Tal vez no debí pedirte salir tan pronto después de tu celo, ¿es cómodo aquí? Lejos de tantos olores, pensé que podría ser bueno.

— Es cómodo. — responde con una sonrisa. — Gracias por invitarme.

— Gracias a ti por aceptar. Yo la verdad quería disculparme y no se sentía apropiado hacerlo por teléfono.  — le dice. — No estaba seguro si estarías incomodo con alguna de las medidas que tome para llevarte a tu casa, y definitivamente no tuve que embestir a tu alfa. ¿El esta bien?

— Sigues diciendo eso.

— ¿Que?

— Desde el día del gimnasio, es decir. Yo se que no nos conocemos de mucho pero ese día en el gimnasio me viste y estaba todo bien, y luego no. Entonces mi estro golpeó antes y tu no has dejado de hablar sobre mi alfa. ¿Que alfa?

Harry pasa las manos por su rostro abrumado, dejando salir en pequeñas erupciones todas las emociones que le aquejan. Tal vez no es justo descargarlas de esa manera en Louis pero es que no entiende nada.

— La jirafa.

— ¿Niall?

— Oh, ¿ese es su nombre? Hombre, lamento mucho haberlo golpeado con mi cornamenta.

— Louis, Niall no es mi alfa. Yo no se que te hizo pensar eso pero, es mi mejor amigo.

Las propias mejillas de Louis se calientan hasta pintarse de rojo.

— Es decir, tu estas en la cazeria, tu olias como el, y estabas llamando por el en tu estro. Yo lo siento, debo haber asumido mal. Mierda,  entonces me siento aún peor por haberlo embestido.

— Louis, yo no tengo alfa. No habia nadie a quien llamar — aclara. Aún cuando no deberia hacerlo, pero las palabras queman por salir. Por dejarle saber que esta disponible — Ni es solo un amigo, de toda la vida.

— Oh.

— Si.

«Estaba llamando por ti»

— Y el esta bien, en serio. No hay nada que disculpar. Al contrario yo no se que paso, no suelo ser tan descuidado de mi celo ni suelo perder el control de mi omega tan fácilmente.  — relame sus labios, un poco nervioso, justo donde el color marrón se funde con la línea media de su nariz de ciervo. — No se que es pero ha estado bueno, descontrolado, estos últimos días. Y tu no has sido más que atento. Gracias por cuidarme el día del gimnasio, antes del celo, y por llevarme seguro a casa después de eso. Estoy seguro de que no es algo agradable para tus omegas así que aprecio el gesto.

— ¿Omegas?

— Si bueno, nuestra especie es poligama.

— Bueno, yo no lo soy. — ¿Que? El corazón dentro del pecho de Harry se acelera y no sabe porque. — Y no tengo ningún omega. En masculino, por cierto.

— Oh.

— Si.

«El es como yo, es de mi especie y es como yo. Te lo dije, te dije que es mi alfa y yo seré quien cargue a sus cervat... oh. Ya no importa»

— Aún así, gracias. Siento que he sido un poco una molestia.

— No creo que alguna vez puedas ser eso, Harry. No hay nada que agradecer.  Honestamente solo quería saber si estabas bien después de tu estro y necesitaba ver si estabas comiendo lo suficiente para recuperar energía. Me quedé preocupado después de tu caída en el gimnasio.

— Bueno no habrá mucho de que preocuparse ya, porque retiraré mi solicitud a la cazeria. Ya perdí mi estro y no tiene ningun sentido ya. Supongo que este tampoco era mi año para ser madre.

— Corrígeme si me equivoco, pero si una cierva no es fecundada en el primer estro, se da un segundo pico hormonal 28 días después. Y eso coincide con el inicio de la cazeria. Si quieres retirarte sabes que es completamente tu decisión, pero no has perdido nada Harry.

Como acto reflejo, lleva las manos a su vientre. Joder, estaba tan abrumado que complemente se olvido de la regla de los dos picos. Aún puede ser mamá, el va a ser mamá.

Solo debe esperar, veintiocho días más.

— Ahí esta esa linda sonrisa. ¿De verdad lo olvidaste, amor?

— Hey — reclama. Sus manos cubren su rostro de nuevo y sus orejas bajan. — Estoy bajo mucho ahora mismo. No me juzgues.

— Eso nunca. Yo se lo que es añorar una familia, después de todo estoy en la cazeria también ¿no es así? Incluso decirlo es un poco vergonzoso. Pero entiendo.

Como señal divina, el celular de Harry se ilumina sobre la mesa con una de sus tantas alarmas.

— ¿Vitamina prenatal?

— ¿Cómo lo sabes? — Louis señala el reloj en su muñeca encendiendo su alarma también. Entonces se encoje de hombros.

Ambos deben sacar sus botes de multivitaminicos, y entonces Louis sonríe. — ¿Si tomas la tuya entonces tomo la mía?

Sonríen y ambos pasan sus pastillas.

La mesera los encuentra así cuando lleva su orden. En medio de conversaciones sobre estros y prenatales en la mesa. Harry evade pensar en lo mucho que deben lucir como una pareja.

O en el hecho de que en realidad, sostuvieron una conversación destina a las parejas.

— ¿Así que trabajas por la zona también? Yo soy un maestro, es decir tengo un doctorado en salud híbrida pero me dedico a enseñar a adolescentes algunas calles abajo. Y sabes que vivo por aquí también. ¿Cómo es que no te había visto antes?

— Para ser justos, no vivo cerca de aquí. Y el trabajo consume mucho de mi tiempo así que no salgo mucho. Pero he trabajado aquí toda la vida, así que...

Y ellos conversan. De forma tan sencilla como la noche anterior a través del teléfono.  Es solo que en persona es mucho mejor. Harry casi siente que podría escuchar a Louis por horas y solo sostener su estómago por tanto reír.

Louis se encarga también de llenarlo con comida hasta reventar. El malestar de Harry desaparece por completo, pero se alegra de haber traído una camiseta holgada.

— Gracias por compartir tu lugar conmigo. — Harry sonríe hacia Louis en cuanto salen del restaurante. — Creo que es tiempo de irse.

— No me quiero irme a casa aún. — sonríe también, Harry ni siquiera sabe a donde mirar. Louis es hermoso y el en serio intenta no mirar a su cornamenta,  pero es casi magnética. — ¿Puedo caminar contigo? Te acompaño a casa.

Harry asiente para comenzar con su paseo. El camino es bastante hermoso, sobre todo en esta temporada. Pero el omega rizado sólo puede ver lo límites del parque y pensar en el miedo que sintió, aún así, no cree que pueda seguir entrando aquí.

— Ellos no debieron haber hecho eso. — Louis dice, adivinando lo que pasa por su mente. — Fue irrespetuoso para todos alrededor. Primitivo. No tuvo nada que ver contigo, Harry.

— Yo se, es solo que... aun debo entrenar mucho. Ni siquiera he empezado con mi resistencia en agua y aún debo mejorar mi meta en tierra. Pero, incluso desde antes, no me siento cómodo entrenando solo. Esa fue la razón por la que Niall me marcó en primer lugar.

— ¿Porque no entrenas conmigo? Es decir, debemos prepararnos de la misma forma, entrenamos en la misma área. Bien podríamos hacernos compañía. ¿Crees que ayudaría?

— De hecho, si. Apreciaría mucho eso Louis.

— Bien escríbeme tus horarios y acomodare mi agenda para hacerlo funcionar. Y- ¡la puta mierda!...

Espera, ¿que?

Apenas fue un parpadeo. Pero Louis ha caído al piso.

Sostiene con ambas manos su cornamenta en la base donde su hueso nace, como si le doliera.

— Joder.

— Oh, mierda. — Harry mira de pie, con las manos sobre la boca preocupado intentando procesar lo que ha sucedido. — ¿Estas bien?

— Esta estúpida cornamenta y ese puto árbol. — Harry mira hacia arriba, es un árbol de cerezo. El omega ni siquiera se percato de él; pero aun siendo más alto que Louis, su cornamenta es tan grande que ha chocado con el árbol. — Estoy bien.

Se pone de pie, sacude su ropa y la forma en la que la grava se ha marcado en la palma de sus manos. Harry le ayuda a quitarse las ramitas de la ropa.

— ¿Seguro?

— Si, juro que odio esta cosa, esto no es...uh, que vergüenza. No es mi mejor momento.

Harry termina de sacudir la camisa del alfa y entonces mira hacia su corona. Todos sus cuernos han sido llenados de flores de cerezo.

El rizado falla irremediablemente en no abrir su boca de la impresión.

Louis lleva las manos hasta sus cuernos para tantearlos y es cuando siente las flores, para cuando mira a Harry al rostro de nuevo, se encuentra completamente sonrojado. — Oh, dios. ¿Porque?

El alfa incluso teme mirar a Harry. Pero el solo toma flor por flor de sus cuernos hasta armar un pequeño ramo entre sus manos. Limpia con delicadeza cada bifurcación y lo hace como si de admirar una obra de arte se tratase.

— Yo creo que es hermosa.

Para cuando Louis deja a Harry en la puerta de su casa, se despiden sin saber si darse la mano o si tal vez abrazarse lo que les deja con mejillas rosadas, colas bajas y un adiós incómodo.

Pero Harry se siente extrañamente feliz. Se queda en casa con un ramo de flores de cerezo y un extraño olor a bosque reconfortandolo hasta que impregna su nido.

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1. Reflejos y tiempo de reaccion. Por la forma de sus ojos, entre otras características, los venados cola blanca tienen un tiempo de reacción bastante impresionante en la naturaleza. Les toma sólo 0.075 segundos en reconocer el peligro. Tiempo que se extiende a 0.27 segundos en los que reaccionan (y se mueven) para escapar o atacar. Son altamente sensibles a los sonidos y estímulos visuales.

2. En este momento se habla del celo clásico en el omegaverse. Esto corresponde a la ficción dado que en los venados se trata sólo de niveles hormonales elevados > cosa que genera olor que los machos detectan > y buscan aparearse. Sin más.
Pero para fines de entretenimiento se suman las características omegaverse.

3. Siguiendo el ciclo hormonal femenino, tras la ausencia de fecundación,  se genera un rápido descenso de la producción de progesterona y estrógeno. Lo que provoca que el endometrio (capa interna del útero) se desprenda, dando origen a la menstruación.

La única adecuación a la "biología híbrida" seria que, como los venados solo son fértiles unas pocas veces al año, su menstruación en realidad no es cada mes, si no solo posterior a sus estros sin fecundar. Dependiendo de la especie, aproximadamente una vez por año.

Ahora, dato curioso para ustedes. El cervix debe dilatarse un 1cm para permitir la salida del flujo menstrual , lo que origina los cólicos menstruales.

Un centímetro. El parto requiere una dilatación de diez.

4. Nuevamente, los ciervos macho son sumamente violentos, agresivos y territoriales en temporada de celo.
Pero solo defienden lo que consideran como suyo.

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nota 1. Sigo en bloqueo así que me disculpo si esto es absolutamente horrible, me costo mucho escribirlo y no se si quedo decente pero tenia muchas ganas de traerles actualización de esta fic.

Además es como un capitulo de transición de situación / emociones, así que tampoco estoy muy segura si eso lo hizo un poco incómodo o si quedo del todo claro.

De cualquier manera espero les haya gustado un poquito y nuevamente muchísimas gracias por la espera.

nota 2. capítulo dedicado a creaturebrave , que me mando este mensajito :

descripción gráfica de louis y harry en esta última escena.

Yo soy horrible para responder mensajes pero simplemente vi esto y no podía no incluirlo, porque me pareció un concepto precioso.

Muchas gracias por tener presente must be the season y tomarte el tiempo de escribirme.

Ojalá les haya gustado la inclusión de este detallito.

Una vez más, muchas gracias por leer. ♡♡♡