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Capítulo final part. 1

Minho se maldecía mentalmente. No podía creer que aquella mujer se le haya lanzado de aquella manera tan atrevida, para luego robarle un beso en frente de Seungmin... ¡En frente de Seungmin! ¡Las mujeres ebrias daban micho miedo! Minho ahora se encontraba corriendo detrás del pelinegro, quien había comenzado a escapar de él apenas sus miradas se cruzaron después del beso de la chica.

—¡Espera, Seungmin! —Grita Minho una vez que estuvieran fuera del club de baile— Joder... —Masculló molesto.

Solo iban a buscar a los chicos que se demoraban, Minho jamás imaginó que esa mujer se lanzaría sobre él, ¡Y que estaba loca!

Seungmin por su lado ignoró su llamado a la primera, pero una vez que se adentró a un deshabitado callejón se detuvo en seco y volteó hacia el castaño.

—¡Eres un idiota! —Gruñó Seungmin mirando a Minho con ojos vidriosos.

Minho se sorprendió, pero se mantuvo mirándolo fijamente.

—¿Por qué estás tan moles...? —Las palabras quedaron agotadas en su garganta gracias al puño de Seungmin, que se marcó en su mejilla derecha.

El rostro de Minho se giró ante el fuerte impacto y dolió tanto que no logró evitar mirar al mayor asombrado por su acción, pero luego de unos segundos sonrió levemente haciendo una mueca de dolor al instante.

—Sé lo que has estado haciendo —Le confiesa Seungmin molesto y con su puño en alto— Es un golpe muy bajo... —Murmuró con rabia y bajando lentamente su brazo.

—Lo siento... —Murmuró Minho apenado y guiando su mirada hacia el sucio suelo de aquel lugar.

—No te mandaron aquí solo por Changbin, ¿verdad? —Preguntó Seungmin mirándolo fijamente.

—Es verdad —Afirmó Minho sosteniéndole ésta vez la mirada— Los superiores estaban preocupados por ti —Alegó con seriedad.

Seungmin bufó con una sonrisa sarcástica.

—¡¿Y eso por eso que me has hechizado?! —Cuestionó mirándolo furioso— ¡¿Por qué de todos los cupidos, tuviste que ser tú?! —Alegó Seungmin mirándolo con mas incredulidad.

—Tú... Me odiabas —Murmuró Minho mirándolo con pesar.

En ese momento, todas las piezas del rompecabezas encajaron en la mente de Seungmin. Todo aquello no podía ser más lógico, ¿por qué no lo había sospechado? Era un idiota, ¿cómo pudo tomar a Minho tan a la ligera?... ¡No podía ser más idiota!

—¡Claro! -Bufa Seungmin con sarcasmo— ¿Cómo... Cómo pude confiar en ti?... ¡En ti! —Gruñó mirándolo con odio— El agua, el chocolate, todas las veces que me has tocado, ¡todo fue una maldita oportunidad para hechizarme! —Gritó con furia y acorralándolo amenazante.

Minho retrocedió rápidamente. Un golpe más de Seungmin y estaba fuera del partido.

—E-Escucha... Yo no quise, créeme, pero los superiores me han obligado a hacerlo —Balbucea con nerviosismo, ya que el pelinegro se acercaba a él peligrosamente y cuando Minho chocó su espalda contra la pared del callejón, entró en pánico y miró al adverso aterrado cuando levantó nuevamente su puño hacia él— ¡Te amo! —Gritó cerrando fuertemente los ojos cuando vio que Seungmin iba a golpearlo. Se mantuvo de esa manera por unos segundos y al no ser golpeado fue abriendo lentamente los ojos, encontrándose a Seungmin mirando al piso, con sus puños fuertemente apretados a sus costados— ¿Seung...?

—¡No digas mi nombre! —Sentencia Seungmin levantando la mirada hacia él y Minho pudo apreciar su lindo sonrojo— ¡No tienes una idea de lo cabreado que estoy contigo! —Gruñó entre dientes.

—La tengo, créeme... —Siseó Minho acariciando la zona donde le había golpeado anteriormente con un gesto de dolor.

Seungmin pudo distinguir sus nudillos marcados en el pómulo derecho y chasqueó la lengua, lo había golpeado muy fuerte. Aunque llevaba día queriendo hacer aquello, eso no quitaba el hecho de que se sintiera mal por golpearlo tan fuerte.

—Maldición... —Masculló Seungmin furioso— ¡Te odio! —Sentenció antes de girar sobre sus talones y alejarse del menor.

Minho se mantuvo observado hacia el lugar donde la silueta de Seungmin había desaparecido. Se sentía mal por haberlo engañado, pero no tenía opción, él no quería que Seungmin desapareciera por algo nada propio de él.

Aunque en el pasado ambos tuvieron sus "problemas", Seungmin siempre fue importante para él. Siempre le gustó molestarlo y ver lo adorable que era al inflar sus hermosas mejillas. Minho siempre estuvo enamorado del mayor pero Seungmin no y le valió desaparecer un día y enamorarse de un humano...

Minho se sorprendió cuando Jaebum, el Cupido más respetado de su mundo, le dio el trabajo de ayudar a Seo Changbin y lo hizo aun más cuando le dijo que hiciera que Seungmin se enamorara de él... ¡De él!

Minho se rehusó rotundamente a hacer ese trabajo, le parecía algo muy traicionero usar su magia para lograr algo que le gustaría hacer por cuenta propia, naturalmente. Pero Jaebum le dejó bien en claro que si no lo hacía él, mandaría a otro cupido para ejercer el trabajo y eso solo significaba una cosa... Seungmin se enamoraría de otro ser que no era él, de nuevo.

Minho la pasó muy mal barajando las opciones para que Seungmin no termine odiándolo, aún más, después de descubrir que lo estuvo hechizando para que se enamorara de él y aunque las opciones de que Seungmin no se sienta traicionado y lo perdonara eran muy bajas... Aceptó, aceptó correr el riesgo de enamorarlo y ser perdonado después.

Minho volvió al presente cuando un perro comenzó a ladrarle en el callejón, negó con su cabeza apartando los malos pensamientos e hizo una mueca de dolor cuando su pómulo punzó ante el gesto y dolió a horrores. ¡Joder que Seungmin golpeaba fuerte.

—¡Auch!... Debo despedirme de Binnie —Dijo Minho volviendo a caminar hacia el club, pero se detuvo al caer en la cuenta de un pequeño detalle... ¿lo dejarían pasar nuevamente al lugar?

Por su lado, Changbin se encontraba sonriendo como un idiota enamorado mientras que sostenía su tercer vaso de bebida entre sus manos y veía a sus amigos hablar y reír escandalosamente a su lado.

—Bin, ¿no has visto a Minho y a Seungmin hyung? —Le preguntó Jeongin mirándolo expectante, pero al ver que el menor estaba en las nubes, sonrió ampliamente al chasquear sus dedos frente a sus ojos— ¡¿Changbin?! —Lo llamó en un tono más alto.

Changbin se sobresaltó y lo observó sonriente, logrando que Jeongin arqueara una de sus cejas divertido, pero decidió no abrumar el buen humor del menor.

—¿No sabes dónde están Minho y Seungmin hyung? —Volvió a preguntar Jeongin.

Changbin en ese momento observa a sus costados extrañado, dándose cuenta en ese momento que los mencionados no se encontraban allí y más extrañado volvió a mirar a Jeongin.

—No... —En ese momento su celular comenzó a sonar. Changbin sacó su móvil y atendió la llamada, bajo la atenta mirada de Jisung frente a él— ¿Si?... Está bien. Nos vemos —Y Changbin cortó la llamada para luego mirar a sus amigos— Minho y Seungmin hyung, se han ido a casa —Anunció con tranquilidad antes de darle otro sorbo a su bebida.

Todos se asombraron un poco por eso, ya que estos no avisaron sobre su partida, pero decidieron no darle mas rollo a eso y continuar con la diversión... Diversión que no duró demasiado, ya que Changbin, persona que no esta acostumbrada a beber, no soportó más del quinto vaso de su bebida y terminó gritando, cantando y bailando en medio de un gran circulo de personas que lo alentaban a seguir con el "show".

Jisung, Hyunjin y Jeongin al principio lo tomaron con humor, pero cuando Changbin comenzó a bailar, los tres se preocuparon demasiado, ya que Changbin parecía estar sufriendo algún ataque epiléptico junto con alguna deformación en los huesos... Los tres se metieron rápidamente dentro del circulo de personas alborotadas y sacaron a Changbin a la fuerza de allí, siendo abucheados por los "fans" que este había creado allí dentro.

Una vez que lograron salir del club y con un Changbin que se resistía diciendo cosas como, "Debo volver con mi pueblo", "ellos me necesitan", "volveré a por vosotros" y muchas cosas mas que no entendieron ya que este mascullaba y eran inentendibles.

—¡Sung toma un taxi, a estas alturas nos alcanzaran! —Gritó Hyunjin corriendo junto con ellos, ya que un par de personas ebrias corrían tras ellos, porque querían devuelta a Changbin.

Jisung asintió rápidamente y tomó él solo a Changbin, mientras que Jeongin se alejaba de ellos para poder parar un taxi.

—¡No puedo creer que nos estén siguiendo! —Chilló Jeongin completamente incrédulo con la situación, mientras que observaba a las personas correr hacia ellos como si fueran una hinchada molesta— ¡Taxi, joder! —Gritó molesto, observando que estos pasaban de ellos.

Hyunjin ayudó a Jisung a tomar a Changbin y se acercaron rápidamente a Jeongin.

—¡Malditos taxistas! —Gruñó Kai furioso con los taxis que pasaban de ellos descaradamente y crean, cuando Hyunjin dice que se contuvo para no patear y romper algunas ventanillas de esos taxis.

—¿Porsh... qhes me apartan de mi pueblosh..? —Balbuceaba Changbin casi en la inconsciencia.

—Al menos él se ha calmado —Dijo Jisung observando a este.

Los dos restantes asintieron pero su tranquilidad no duró mucho...

—¡Devuelvan al maestro Seo! —Gritó una chica corriendo hacia ellos, junto con un grupo pequeño de personas.

Los tres volvieron a correr, intentando desesperadamente parar un taxi, no podían creer que Changbin podía influenciar a las personas de esa manera. Mientras que intentaban cruzar la calle un deportivo Audi se frenó frente a ellos abruptamente, los tres quedaron boquiabiertos y algo molestos por haberse atravesado de esa manera.

—¡¿Estás loco?! —Gritó Jisung mirando hacia la ventanilla del piloto molesto.

El vidrio del automóvil se bajó, dejando a la vista al dueño de aquel coche.

—No del todo, ¿Necesitan un aventón? —Preguntó Chan con una sonrisa sarcástica, ante la situación chistosa de los chicos.

—Deja de burlarte —Lo regañó Jeongin con voz molesta, logrando que Chan dejara de sonreír para asentir como si fuera un cachorrito regañado— Chicos suban, él nos llevará —Dijo Jeongin girando hacia sus amigos, que habían quedado boquiabiertos ante su manera de hablarle al hijo del director, pero salieron rápidamente de su asombro y obedecieron a su amigo.

Jisung y Jeongin colocaron a Changbin en los asientos traseros, mientras que ellos también se subían y Hyunjin rodeaba el auto para subir del lado del copiloto. Chan observó que todos se hayan puesto los cinturones de seguridad y arrancó el coche a toda velocidad, una vez que los chicos se sintieron fuera de peligro... comenzaron a reír escandalosamente dentro del automóvil importándoles muy poco que Chan los estuviera viendo como si estuvieran locos. Ya que la situación que habían vivido, si había sido de locos.

—Gracias por todo —Dijo Jisung luego de parar de reír para mirar a Chan.

—No se preocupen —Dice este sin apartar la mirada de la calle— ¿Dónde los dejo? —Cuestionó.

Los tres amigos discutieron las ordenes de llegada y decidieron que lo mas razonable sería dirigirse primeramente hacia el departamento de Jisung y Changbin, que eran los mas cercanos y los que mas necesitaban llegar allí. Luego de eso, los dos restantes se tomarían un taxi, para no abusar de la amabilidad de Chan, pero este insistió en llevarlos hacia sus hogares, por lo que una vez que dejaron a Jisung y Changbin se dirigieron hacia la casa de Jeongin, ya que Hyunjin se quedaría a dormir con él, para no causar mas problemas.

Chan interrogó un poco al pálido en el camino, ya que quería saber cuáles eran sus intenciones con Jeongin, descubriendo que ambos se llevaban muy bien y que se veían como hermanos. Jeongin fulminó con la mirada a Chan cuando escuchó el interrogatorio, que Hyunjin no tenía problemas en responder, pero Chan fungió no notar su mirada asesina y siguió hablando tranquilamente con el menor de los tres... Cuando llegaron a la casa de Jeongin, Chan estacionó frente a esta y Hyunjin reaccionó rápido ante la situación.

—Me voy adelantando Innie, tengo una urgencia —Avisó rápidamente bajando del coche como si realmente necesitará ir al baño— Gracias nuevamente Chan hyung —Agradeció corriendo hacia la casa de su amigo, una vez que el mayor asintió a sus palabras.

Hyunjin no era idiota y tenia bien en claro la química que los dos gigantes compartían, así que les daría el mayor tiempo posible solos.

Jeongin por su lado, observó sorprendido como su "amigo" lo abandonaba allí en el auto. Y se puso nervioso, cuando vio que Hyunjin entró a su hogar como si fuera su casa, en ese momento se propuso en decirle a su madre y hermanas que no le tuvieran tanta confianza al traidor que lo había dejado solo con Chan, persona de la cual huyó en el club, pero Jeongin pensó que si bajaba rápidamente del coche, tendría ventajas para poder huir. Él estaba sentado en los asientos traseros, por lo que se apresuró a desabrochar su cinturón y bajar del automóvil, pero Chan fue mas rápido y se interpuso en su camino cuando quiso ir hacia su hogar.

—Tenemos que hablar —Dijo rápidamente Chan, mirándolo con seriedad.

Jeongin hizo una mueca de disgusto, sabia que no escaparía de ese "tenemos que hablar".

—Dispara —Dijo sosteniéndole la mirada risueño.

—Quiero que me perdones —Espetó Chan yendo al grano. Jeongin iba a responderle, pero Chan siguió hablando— Por favor entiende, en ese tiempo era solo un crío que no pensaba con claridad. No puedes marcarme como una persona deshonesta, por algo que hice en mis catorce años. Es literalmente injusto —Sentenció acercándose más al menor.

Jeongin comenzó a pensar en lo dicho, por mas molesto que fuera aquella conversación, Chan podría tener algo de razón. No borraría el mal recuerdo que dejo de su infancia, pero podría remendar algunos errores, claro que no lo perdonaría tan fácilmente, pero ¿a quién quería engañar? Él no podría seguir ignorando lo que comenzaba a sentir por Chan.

—Solo diré que intentaré perdonarte —Dijo Jeongin mirándolo con seriedad— Pero no prometo nada y no te la dejaré fácil —Alegó con más seriedad.

Chan sonrió ampliamente, pasando del enojo del menor. Ya que Jeongin le estaba dando otra oportunidad y eso era lo importante.

—Está bien —Dijo Chan acercándose aún más a su cuerpo.

Jeongin puso una mano en alto, frenando sus pasos. Chan se detuvo con una mueca de desilusión, ¡quería besarlo!

—No —Sentenció Jeongin— Ya bastante te has aprovechado de mi esta noche —Alegó mirándolo fijamente— Ve despacio —Finalizó comenzando con su andar.

Chan observó como el menor pasaba por su lado y sonrió de medio lado. Jeongin quedó petrificado cuando los brazos de Chan rodearon su cintura sorpresivamente por la espalda.

—Gracias —Susurró Chan en su oído derecho, antes de darle un fugaz beso en su mejilla y dejarlo en libertad...

...

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