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Capítulo 6

Changbin se encontraba mirando las ropas de su armario. Su ceño estaba fruncido y su humor iba empeorando. ¡¿Qué se usaba para salir de fiesta?! Y como si sus pensamientos fueran escuchados por el mismo satanás...

—¡Binnie! —Gritó Minho entrando a su habitación con una gran sonrisa plantada en su rostro.

Changbin rezongo frustrado y se sentó en el borde de su cama.

—Antes que nada, no estoy de humor —Dice tirándose de espaldas a la cama.

—¿Qué sucede? —Cuestiona Minho acercándose a él.

Changbin se sienta rápidamente en la cama y lo mira con ojos penetrantes, logrando que el castaño retroceda con algo de temor.

—No iré —Espeta Changbin con determinación.

—¿Te sientes mal? ¿te duele el estómago? puedes ir al baño, tal vez sea...

—¡Minho! —Chilla Changbin rojo de la vergüenza— ¡¿De dónde sacaste eso?!... Ash... —Suspira finalmente, cerrando sus ojos y tomando el puente de su nariz agobiado, (no llegaría a ningún lado con enojarse mas de lo que ya estaba). Por lo que Changbin solo vuelve a suspirar y mira a su pesadilla a la cara— No sé qué ponerme para salir, es mas, no creo tener ropa adecuada para eso —Confesó casi con enojo.

—No digas tonterías —Dice Minho sonriendo con incredulidad y camina hacia el armario del menor— No hay un adolescente en la tierra que no tenga ropa para... —Minho deja su discurso al ver las ropas de Changbin, la mayoría negra, camisas formales, jersey viejos que no usaría ni siquiera para entre casa, abrigos de colores fríos y feos— Bu-Bueno... Tal vez seas una excepción —Alega con una sonrisa nerviosa.

—¡Ves! ¡no iré! ¡no saldré a ningún lado! —Sentencia Changbin mirándolo agobiado.

—Calma, no te alteres —Dice Minho con voz tranquila— ¿Tienes dinero? —Pregunta girando hacia él.

—¿Acaso tengo cara de banco? —Cuestionó Changbin con sarcasmo.

—No seas gruñón —Espetó Minho con un tono serio.

Changbin viró los ojos, para luego fijar su mirada en sus manos y jugar con sus dedos.

—No tengo el suficiente dinero como para invertirlo en cualquier cosa —Respondió con tranquilidad— Aunque mi madre me envía dinero cada dos semanas. No puedo darme lujos —Alega levantándose de su cama.

—Siento que me estás mintiendo —Indaga Minho mirándolo sospechoso— Tienes dinero ahorrado ¿cierto? —Cuestiona cruzándose de brazos.

Changbin se sorprende y lo vuelve a mirar.

—¿Quién te ha dicho eso? —Cuestionó frunciendo ligeramente el ceño.

—Nadie, eres fácil de predecir —Respondió Minho con obviedad— Las personas como tú siempre son precavidas y ahorran dinero para épocas difíciles —Alega acercándose a él— Además, sé que Jisung paga la mitad de las cosas y les sobra el dinero a ambos —Confesó con una sonrisa socarrona.

—Después de todo si eres un acosador —Sisea Changbin con enojo.

—¿Por qué estás tan molesto? ¿tienes miedo de algo? —Le pregunta Minho ladeando su cabeza confuso.

—No, ¿porqué debería? —Respondió Changbin tajante.

—Es tu primera vez saliendo de fiesta, y puede que le tengas miedo a las cosas nuevas —Responde Minho con tranquilidad.

Changbin cierra fuertemente sus puños con frustración. ¿Cómo es que un idiota como Minho, puede dar justo en el clavo? ¿puede leer mente y no le ha dicho nada?

—Solo... no quiero hacerlo —Murmura con sinceridad.

—No seas pesimista, todo saldrá bien —Dice Minho palmeando su hombro alentador— Ahora vamos de compras —Alega con una gran sonrisa, para después tomarlo de la mano y jalarlo fuera de su habitación. Cuando van cruzando por el pasillo, ven a alguien en la sala— Hola de nuevo Sung —Saluda Minho al chico que está en el sofá mirando televisión.

Jisung salta rápidamente de su lugar y lo mira asombrado.

—¿Cuándo entraste? —Le pregunta confundido, ya que nunca vio al castaño entrar por la puerta principal, pero su mirada rápidamente se fija en las manos de ambos unidas— ¿Y a dónde estás arrastrando a Bin? —Cuestiona Jisung guiando su mirada a los ojos del castaño.

—Oh, lo estoy llevando a comprar ropas. Ya sabes, para mañana —Respondió Minho con una gran sonrisa.

—¿Estás confesando que lo estás llevando a la fuerza? —Pregunta Jisung boquiabierto por la sinceridad de este.

—Con Changbin las cosas deben hacerse de esta manera, porque por las buenas nunca accederá —Respondió Minho encogiéndose de hombros.

Jisung lleva su miradas hacia Changbin buscando alguna respuesta de su parte, pero este también se encoje de hombros.

—Después de todo necesito la ropa —Dice Changbin con desinterés.

Jisung frunce el ceño, completamente en desacuerdo con toda esa situación.

— Adiós —Dice Minho siguiendo con su camino hacia la puerta de salida.

—Iré con ustedes —Dice Jisung rápidamente caminando hacia el perchero, para tomar una chaqueta liviana.

—Está bien —Dice Minho con un deje de sarcasmo, ya que el mayor no se había molestado en esperar a su respuesta.

Jisung le sonríe abiertamente, camina hacia ellos y separa sus manos. Changbin se sorprende, ya que no se había dado cuenta que sus manos aún estaban unidas.

—Puedes tomar mi mano si lo deseas —Le dice Jisung mirándolo con una linda sonrisa.

Changbin se sonroja y clava su mirada en el piso avergonzado, ¿realmente Jisung le había dicho eso? Minho observa al ahora chico rubio y sonríe, ya que las cosas van por el buen camino para ambos.

—Bien, vámonos —Dice Minho sonriendo ampliamente, para después abrir la puerta de salida

...

Y así es como los tres terminaron recorriendo las tiendas centrales. Changbin estaba aburrido, mientras que Jisung y Minho disfrutaban al vestirlo con ropas que jamás imaginó poder colocarse. Está claro que protestó varias veces por ello, es más, hasta los amenazó de muerte, pero a los mayores les importaba poco y nada sus berrinches. Hasta que finalmente terminaron en una tienda muy grande y llena de ropa juvenil.

—¿Cuánto te falta? —Preguntó Minho luego de que Changbin entrara a un cubículo y tardara más de cinco minutos en el.

—Seguramente no le gusta lo que elegiste para él —Dijo Jisung quien se encontraba sentado en una de las tantas sillas con comodidad.

—Mira quién habla —Bufó Minho sarcástico y girando su rostro hacia él— Binnie ha rechazado cada prenda que has puesto en sus manos —Alegó con una sonrisa burlesca.

—¿A quién le grito por traerle unos pantalones rojos? —Cuestionó Jisung con una sonrisa de medio lado y una de sus cejas arqueadas.

—Se usan demasiado esos pantalones. Es solo que Binnie prefiere las cosas de color negro —Replicó Minho cruzándose de brazos indiferente— Además, a ti también te ha dado de ostias cuando le ofreciste una camisa rosa —Alegó con superioridad.

Jisung frunció el ceño y estuvo a punto de replicarle, pero el sonido de la cortina del cubículo siendo deslizada llamó la atención de ambos.

—¡Ya dejen de pelear! —Sentenció Changbin molesto de escucharlos discutir por una estupidez.

Minho y Jisung parpadearon confusos, ese chico se parecía a Changbin, pero no podía ser él. No con esos pantalones ceñidos y rasgados en sus muslos y rodillas, dejando su acaramelada piel a la vista, menos con esa camisa blanca que moldeaba muy bien su pequeña figura, además de que tenia los tres primeros botones desabrochados y una chaqueta azul (abierta) encima.

—¿Changbin eres tú? —Cuestionaron ambos con asombro.

—¡Púdranse! —Sentenció este volviendo a cerrar la cortina con enojo fingido porque estaba muriendo de vergüenza— ¿Qué si soy yo? ¿qué mierda les pasa a estos idiotas? — Mascullaba Changbin, ya que no le gustaba en nada esas ropas, pero igualmente las compraría para que esos dos lo dejaran en paz.

Jisung aclaró su garganta incómodo cuando Changbin volvió a salir del cubículo, pero ahora con las ropas que se había probado en las manos.

—Yo pagaré por eso —Dijo Jisung tomando las prendas.

—No te preocupes —Dijo Changbin queriendo volver a tomar las ropas.

—No te preocupes —Insistió Jisung sonriéndole tiernamente.

Changbin iba a volver a negarle, pero Minho lo detuvo.

—Eso es un gesto lindo, déjalo mimarte —Le susurró divertido.

Changbin enrojeció mirando a Jisung pagar en la caja. Tal cual lo haría un novio atento con su novia y su rostro se volvió aun mas rojo al imaginarse en aquella situación.

—Está bien —Susurró Changbin avergonzado antes de ser empujado por Minho hacia el rubio, quien terminaba de pagar.

—¿Vamos? —Preguntó Jisung con las bolsas en mano.

Los menores asintieron y se encaminaron hacia la salida. El camino hacia el departamento no fue tan tenso como el recorrido anterior, ya que Minho se mostraba más alegre y buscaba hablar más con Jisung sobre cualquier trivialidad. Changbin no sabía si estaba bien que estos se hicieran amigos o no. Ya que si ambos unían sus mentes idiotas, sería como una revolución en su mundo tranquilo y tal vez, lo lamentaría el resto de su vida.

—Bueno, nos vemos mañana —Dice Minho saludándolos con la mano antes de desaparecer calle abajo.

...

Al día siguiente, 8:30 pm.

—¡Vamos Bin, se hace tarde! —Gritó Jisung desde la sala, ya que hace más de media hora que está esperando a que al menor se le apetezca salir de su cuarto.

—¡Yah, Yah! —Responde Changbin exasperado y molesto, ya que Jisung no entendía sus sentimientos. Él no entendía que era su primera vez conociendo terrenos fiesteros, él no comprendía que estaba apunto de sufrir un colapso mental. (Si, estaba muy nervioso)

Jisung finalmente lo observa salir de la habitación y se acerca a él sonriente. Changbin se veía muy guapo.

—Tranquilo. Todo va a salir bien — Lo alienta dándole dos palmaditas en su hombro derecho.

Changbin asiente no muy seguro de sus palabras y comienza a seguir a Jisung, cuando éste camina hacia la puerta de salida, pero con la diferencia de que él va a pasos mas lentos y robóticos. Jisung voltea hacia él algo extrañado por su lentitud y suelta una carcajada al verlo caminar de esa manera tan graciosa. Changbin lo fulmina con la mirada y le gruñe levantando su puño para golpearlo.

—Jajaja, espera, espera... —Sisea Jisung levantando su diestra hacia él y tratando de parar de reír, para poder hablar. Cosa que le llevó varios segundos, pero una vez que logró parar de reír, (a duras penas), suspiró lentamente y miró al menor a los ojos— Lo siento, sé que es tu primera vez —Changbin quedó paralizado al oír esas palabras— Solo debes relajarte. Yo estaré contigo —Concluyó Jisung dedicándole una brillante sonrisa.

Changbin enrojece violentamente, al imaginar un escenario completamente diferente a ese. Con ellos dos, las mismas palabras dichas por Jisung y una cama... Jisung ladea la cabeza confuso al verlo tan rojo.

—N-no olvides lo que has dicho... —Masculló Changbin rápidamente, antes de salir del departamento, como alma que lleva el diablo.

Jisung frunce el ceño confuso, pero se encoje de hombros y lo sigue... El camino hacia el baile acordado, es el viaje más largo que Changbin hizo en toda su vida, los nervios lo envuelven como si fuera una fría manta, que anticipa lo que está a punto de suceder. Finalmente Jisung le indica al taxista que los deje en una esquina. Changbin lo escucha y se endereza en su sitio como si fuera un robot, ya puede sentir que los nervios se duplican con gran intensidad, puede ver que Jisung lo mira y mueve los labios. Seguramente tratando de calmarlo, pero nada llega a sus oídos.

Changbin puede escuchar un "piiiii" constante en su cabeza, como si fuera el sonido de un televisor en mal estado. Y lo pudo escuchar todo el tiempo que estuvo parado haciendo la fila, para entrar al baile. Obviamente que Changbin ni siquiera se inmutó cuando Jeongin, Minho y Hyunjin se acercaron a ellos muy animados. Todo pasaba en cámara lenta y sin sonido en la cabeza de Seo Changbin.

—¿Hace cuánto de encuentra así? —Pregunta Hyunjin con un deje de preocupación, mirando a Changbin.

—Desde que subimos al taxi —Respondió Jisung.

—Sigue con nosotros ¿verdad? —Cuestionó Jeongin chasqueando sus dedos frente al rostro de Changbin y obteniendo como respuesta, una sonrisa tímida de parte del menor— ¡Wow! ¡¿vieron eso?! ¡eso no es normal! —Expresó Jeongin apuntando a Changbin y mirando a sus amigos preocupado.

—Tranquilos, recuerden que es su primera vez en todo esto —Dijo Minho abrazando a Changbin por los hombros—Ryujin está aquí —Susurra en el oído izquierdo de Changbin, aprovechando que los demás hablaban sobre si volver a casa o no.

Changbin abre ampliamente los ojos y observa a su alrededor, no permitiría que Jisung esté muy cerca de esa mujer. Jeongin, Hyunjin y Jisung observaban confundidos a Changbin, ya que pensaban que estaba en un estado vegetativo y cuando Changbin se percató de sus curiosas miradas, los miró mal.

—¿Qué? ¿por qué me miran así? —Preguntó a la defensiva. Sus amigos suspiraron aliviados y sonrieron ampliamente.

—Ven, ya volvió —Dijo Minho soltando el agarre en Changbin para volver a hacer la fila.

—¿Dónde está ella? —Cuestiona Changbin mirando a Minho confundido.

—No está, sólo quería que volvieras en ti —Respondió Minho sonriendo.

Changbin no sabía si golpearlo en el rostro o aliviarse de que Ryujin no estuviera asechando el lugar, pero no tuvo mucho tiempo para elegir, ya que un hombre alto y pasado en anabólicos se paró frente a él y lo miró finamente a los ojos. Changbin abrió los suyos como un cachorrito asustado y pegó un respingón cuando éste habló.

—¿Tu identificación? —Exigió el hombre con voz amenazante.

Changbin reaccionó rápidamente y sacó su billetera, para darle lo pedido al hombre y una vez que pudo encontrarla, le entregó con dedos temblorosos su identificación al Sylvester Stallone de Corea del sur. Changbin escuchó con rabia como sus "amigos" ahogaban las carcajadas detrás de él, pero no hizo un movimiento para matarlos, ya que el hombre seguía parado frente a él y con su identificación en manos. El hombre miró la foto de su carnet y a él seriamente, este repitió el gesto dos veces mas y asintió convencido.

—Puedes pasar —Dijo el de seguridad, entregándole nuevamente su identificación.

Changbin asintió al tomarla y caminó hacia dentro del lugar rápidamente, pero se detuvo en seco al percatarse de que ninguno de sus amigos estaba allí. Así que cortésmente se hizo a un lado y observó el lugar. No era de su agrado, no le gustaba ese lugar ni por asomo, las luces de colores, la oscuridad y las personas amontonadas le daban mala espina. Un escalofrío recorrió su espina dorsal al sentir a alguien detrás.

—¡Ya estamos aquí Binnie! —Avisó Minho acercándose a él con los demás.

Changbin asintió levemente y se encaminaron hacia dentro del extravagante lugar. Changbin observaba cada rincón con ojos temerosos, la música era muy ruidosa y las chicas vestían ropas muy provocativa, su ceño ya estaba fruncido en el momento de llegar a un tranquilo lugar. Allí habían sillones con forma de "U" y una mesa redonda en medio, los cinco tomaron asiento en uno de esos sillones y se dedicaron a hablar mientras que ahora escuchaban un tranquila música.

—Voy por los tragos —Dijo Jeongin luego de un rato— ¿Alguien quiere algo en especial? —Cuestionó levantándose de su lugar.

Todos comenzaron a decir nombres raros que Changbin nunca escucho en su vida, pero que Jeongin parecía captar de inmediato, mientras asentía a sus pedidos con naturalidad.

"¿Acaso hay que hablar en otro idioma para salir de fiesta?" Pensó Changbin extrañado de todo aquello.

—Y a Bin tráele algo sin mucho alcohol —Dijo Jisung con una linda sonrisa.

—Lo tengo —Dijo Jeongin asintiendo con una gran sonrisa antes de desaparecer del lugar.

—¿No vendrá tu otro amigo, Hyung? —Preguntó Hyunjin luego de unos momentos de esperar a Innie.

—Si, dijo que vendría mas tarde, pero no sé cuánto tardará —Respondió Changbin con sinceridad.

—¡He vuelto! — Avisó Jeongin con una gran sonrisa y una bandeja en mano.

Jisung, Minho y Hyunjin tomaron rápidamente sus bebidas y Changbin esperó a que le dieran la suya. Era un vaso pequeño, tenia varios colores y un sorbete. Changbin lo definió como "inofensivo" y cuando le dio el primer trago, le dio su aprobación completa, Jeongin se volvió a ubicar a un lado de Hyunjin y volvieron a hundirse en una conversación animada en donde el tema principal era hablar y reírse de Changbin y su salida al mundo exterior.

—¡Oh! ¡Minnie! —Gritó Minho agitando una de sus manos animadamente hacia un lugar.

Todos a su alrededor siguieron el camino de su mirada y se encontraron con Seungmin en medio de una multitud. Éste lo escuchó y frunció el ceño al mirar a Minho, pero cuando se percató de las demás miradas sonrió ampliamente amigable y se encaminó a ellos, haciéndole señas a la persona que estaba con él.

Jeongin quedó en blanco al ver a la ultima persona que pensó que se cruzaría allí, acercándose a ellos. Se puso a analizar todas las opciones de cómo pudo suceder aquello y luego se golpeó mentalmente.

"Seungmin es de tercero... ¡maldición!" Se lamentó queriéndose largar de allí.

...

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