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-¿Creés que haya algo nuevo? -preguntó Chan, su cabeza reposaba en el hombro de Changbin, mientras seguía mirando las plantas del exterior, se escuchaba el sonido de la ligera lluvia como un susurro tranquilo-. Ya que todo cambió... ¿Están escondiendo algo?, ¿hay alguna sorpresa?

Changbin lo pensó en silencio unos segundos.

-No creo...

-¿Qué crees?

-La verdad no lo sé... Simplemente es que creo que esperan que hagamos algo -se encogió de hombros-. Ya saben que nos cansamos de escapar, porque es imposible... Se aburrieron de que no hagamos nada y nos ponen algo nuevo para ver qué hacemos al respecto... Todo esto es un experimento y somos las ratas.

-¿Cómo es que sabes esas cosas? -Chan se apartó de él lentamente, sus ojos lo miraron con duda, Changbin lo miró y notó que el menor sospechaba de él.

-¿Chan?

El menor se apartó, levantándose, retrocedió mientras lo miraba. Jugaba con sus dedos con nervios, su ceño estaba fruncido.

Changbin se levantó y sintió su corazón romperse un poco al ver al chico dudando de él.

-¿Qué piensas? -murmuró el mayor, en sus ojos había algo de dolor.

-No sé, pero desde el primer día, fuiste muy sospechoso, Changbin... Hiciste cosas que no podría pensar, sabes más que yo... ¿Qué ocultas?

Changbin negó.

-Yo no sé.... Yo no sé nada... -dijo, negando, con el pánico creciendo en su interior, al ver cómo el menor se alejaba de él-. Chan.... No sé más de lo que tú sabes.

-C-Creo que sacas conclusiones muy rápidas... ¿Cómo sabes?

-Es sólo un poco de lógica, es sólo pensarlo un poco... -Changbin negaba-. N-No es...

-¿Cómo sé que no es mentira? -preguntó Chan, de forma retórica-. ¿Cómo sé si no estoy encerrado con uno de los malos y nunca podré salir de aquí si te hago caso?

-¿Qué? -Changbin estaba ofendido de ser considerado "de los malos". Retrocedió un paso y su espalda tocó el cristal, extrañado porque no lo recordaba tan cerca-. Debes creerme... Chan, estoy igual que tú.

-Changbin... Hace unos días dijiste que debíamos estar aquí por algún motivo -murmuró Chan-. ¿Y-Y si... Él quiere que nos matemos para que uno sólo pueda salir?, ¿y si sólo estás jugando conmigo para darme confianza y luego matarme?

-¿Qué dices, Chan? No digas esas cosas... N-No voy a matarte.

-Quiero irme -dijo Chan, lágrimas caían por sus mejillas-. Y debes comprender... Que no tengo a nadie más del cuál sospechar -su espalda tocó el cristal, frunció el ceño al ver a Changbin tan cerca, recordaba haberse alejado. Miró hacia la caja, las paredes se acercaban y se cerraban, el espacio se estaba reduciendo, las plantas estaban lejos, dejando libre el espacio que antes había ocupado-. ¿Qué... ¿Qué pasa? Se está cerrando...

Sus manos se intentaron aferrar al vidrio, sin éxito, mientras su respiración se agitaba, sintiendo que cada vez había menos aire.

-Chan... ¿Chan? -Changbin se sintió aterrado de verlo así, quiso acercarse pero el grito del menor lo hizo mantenerse lejos, aunque las paredes se seguían cerrando y se acercaban de a poco.

-¡¿Qué haces?! -gritó Chan, comenzando a llorar-. ¡Lo estás deseando, ¿cierto?! ¡¿Es que así quieres matarme?! -se escuchaba como un leve chillido cada vez que intentaba respirar, pero sus pulmones no se llenaban de aire-. ¡P-Para!

-¡No soy yo! -respondió Changbin, gritando igual que él, a pesar de que estaban como a un metro de distancia-... no responde... No responde a los deseos, Chan.

El menor cerró los ojos con fuerza, se empujó contra el cristal de espalda, mientras respiraba de forma agitada, sus piernas temblaron y sintió que comenzaba a caer.

-No puedo respirar... -murmuró, en un susurro doloroso, mientras llevaba sus manos al pecho, sintiéndose ahogado.

Changbin se acercó a él rápidamente, tomándolo en brazos, cargándolo contra su pecho mientras sentía a Chan temblar entre sus brazos.

El espacio se redujo aún más, apoyó la espalda en el cristal y los pies en la pared opuesta, cargando a Chan sobre su cuerpo, quien seguía respirando con dificultad, acomodó el rostro del chico en su cuello, cubriendo sus ojos.

-Cierra los ojos -murmuró-. Cierra los ojos y ve a un lugar lejos de aquí... Un lugar enorme, donde hay aire a montones... Dónde estás libre y estás lejos, lejos de todo, Chan...

-Mjmm -el menor apretaba con fuerza la mano libre de Changbin.

-¿Lo ves?

-Lo veo -murmuró Chan, su respiración era más normal, pero escuchó un sollozo.

-Irás allí, ¿lo sabes? Espera y estarás allí -Changbin frunció el ceño con dolor, las paredes lo estaban apretando.

-Changbin... Lo siento... -murmuró, se notaron las ganas de decir algo más-. Te amo -soltó Chan, sin más, dejándolo sin palabras, sonrió como un tonto.

-También te amo.

Y con una brisa que agitó los cabellos de ambos, las paredes se movieron y Changbin cayó sobre el suelo sobre su espalda, soltando un quejido con Chan aún en brazos.

La caja había vuelto a su tamaño de antes.

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big hug
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