Una vez la madera fue abierta y pudo entrar sin problema alguno, cerró esta tras de sí terminando por recargar su espalda en la susodicha, exhalando un suspiro de alivio y agotamiento mezclado.

Sin gana alguna, procedió a sacar las botas que escondían sus pies cambiándolas por aquellas lindas pantuflas amarillas con diseño de pollitos que había comprado en una de sus salidas con Jisung.

Caminó con el cansancio entorpeciendo sua piernas, llegando hasta la cocina para abrir la heladera y sacar aquel pote de helado que había comprado recientemente, y tomando una cuchara lo abrió sin más espera sacando una gran porción para llevarla hacia su boca, sintiendo satisfacción ante el toque dulce y congelado que degustaban sus papilas gustativas.

Comió una cuantas cucharadas más hasta que decidió que eran suficientes, y con el sueño invadiendo sus ojos guardó el pote de nuevo abandonando la cocina.

Con la intención de caminar directamente hasta su habitación, obligó a sus cansadas piernas emprender camino hasta esta, sin embargo, dicha intención se vio interrumpida al escuchar ruido proveniente de la habitación cercana a la propia. La habitación de su reciente roomie, Changbin.

Con una nueva idea en su cabeza, cambió su rumbo hacia la habitación del mayor, abriendo esta despacio. Asomó su cabeza por la abertura, observando al mayor teclear concentradamente frente a su portátil.

Dando pasó dentro de la habitación, cerró la puerta de la misma manera en que la abrió, volviendo a dirigir su cansada mirada hacia el mayor.

—Hyung —dijo lo suficientemente alto como para que el mayor se diera cuenta de su presencia.

Y tal como lo supuso, inmediatamente al oír su voz el susodicho dio vuelta en su silla hacia su dirección, regalándole una sonrisa.

—Lixie, pensé que llegarías más tarde —soltó el pelinegro, en forma de saludo.

El de pecosas mejillas no respondió, simplemente se acercó a pasos lentos hacia el susodicho, bajo la mirada expectante del mismo. Una vez se hubo ubicado frente al mayor, se subió al regazo de este en cuestión de segundos, siendo recibido sin problema alguno por el pelinegro.

Una de las manos de Changbin dio a parar a sus cabellos, acariciando estos con suavidad.

—Un día pesado, ¿eh? —dijo sin más, continuando con las caricias.

—Estoy muy cansado hyung.

—Lo sé, lindo. Deberías descansar un rato, ¿qué te parece?

Asistió ante la sugerencia del mayor, sintiendo como este se levantaba sin mucho problema de la silla giratoria consigo en brazos.

El de hebras oscuras dio unos pasos hasta llegar a su cama, terminando por recostarse en esta aún con el de menor edad entre sua brazos. Pues sabía que este preferiría dormir abrazado a él.

En cuestión de segundos, el castaño se acomodó encima del fornido cuerpo del mayor, permitiéndose relajarse. Una mano se adueñó de su cintura mientras otra volvía a mezclarse entre sus cabellos con suavidad.

Y viéndose totalmente cómodo sobre el cuerpo de Changbin, se entregó completamente al agotamiento que su ajetreado día le había dado, terminando por dormirse abrazado al mayor.

Los brazos de Changbin siempre serían el lugar favorito de Felix para descansar. 

Yo también quiero un Changbin para dormir con él cuando me sienta cansada <\3