Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo cinco

Jungkook logró verlos bajo la sombra del
árbol en el que solían descansar en los
recesos. Levantó sus brazos cuando obtuvo
la atención de sus mayores, caminó hacia
ellos y empezó a gritar:— ¡Me dejaron solo con
la bestia!

—La bestia es débil antes tus encantos, amigo.

—Sí, además esa bestia quería devorarse
a mi bebé y no iba a dejar que eso pasara,
no, no, no, así que salí corriendo junto a él
y los demás me siguieron. En todo caso,
reclamales a ellos —dijo Taehyung,
masticando una galleta de chispas de
chocolate que su papá le había preparado,
dejando de paso, pequeñas migajas de la
crujiente masa en la mata de cabellos
castaños de su mayor que se acomodaba en
su regazo. Jungkook se sentó, junto al
pelinegro, viendo como este repartía las
caricias con suma suavidad y cariño,
sonriendo a lo que sea que Namjoon le
estuviera diciendo.

Tan ensimismado en sus pensamientos
estaba que no advirtió la presencia de su
novio, hasta que le dio un fuerte golpe en la
cabeza, luego golpeando su hombro antes de
abrir las piernas del más alto, pegando su
espalda con el pecho del menor—. Hola
—siseó. Ignorando la presencia de todos los
demás, quienes carraspearon ganando la
atención de Yoongi—. ¿Qué? Se merecen que
los ignore después de burlarse de mi.

—Tu te hubieras burlado de cualquiera si eso
mismo nos hubiera pasado.

—Cállate, mortal —musito, levantando su
mano—. Habla con la mano, esclavo.

—El esclavo será tu novio, no yo.

Jungkook fruncio sus labios—. Eso no es
cierto —murmuró en desacuerdo; las miradas
de todos sin excepción alguna cayeron sobre
él—. Bueno, puede que sea un poquito
esclavo —dijo, acercando su dedo índice y
pulgar—, pero así bien poquito.

Todos se echaron a reír por la triste realidad
en la que vivía el menor del grupo. Después
empezaron a charlar, Jimin y ambos Seok
hablaban entre ellos, ninguno de ellos podía
evitar las miradas furtivas a sus enamorados,
aunque una que otra no se devolviera, y eso lo
podían notar todos, todos sin contar a
Namjoon.

—Ellos se ven lindos juntos.

—¿Quienes? —preguntó Yoongi a poco de
caer dormido.

—Taehyung y Namjoon hyung, creo que..., si
no fueran tan despistados y tontos, se darían
cuenta que se complementan, ya sabes, se
entienden, se quieren, se hacen felices el uno
al otro —describía mirando a la nariz del koala
que Namjoon tenía como carcasa para su
celular—. Como tu y yo, hyung —dijo, antes de
besar la tierna nariz del pelimenta.

Yoongi asintió, sonrojado—. Hacen linda
pareja. —concluyó en voz alta.

Seokjin levantó sus cejas, separándose de los
melosos Park y Jung para acercarse a Min y
Jeon. Frunció su nariz—. ¿Quién hace linda
pareja?

Jungkook no sabia si notaba un brillo de
esperanza en la mirada que el mayor le
entregaba, o solo se estaba imaginando cosas
locas. Pero, ¿qué respuesta esperaba? Él
debería tener muy claro que no esta dentro de
esa mención, ni siquiera entra en una relación
con nadie aun. Le hace sentirse triste y
avergonzado la respuesta que va a recibir el
mayor además del hecho de que ese hyung sea tan optimista después de saber que Joon
no va estar interesado en él porque solo tiene
ojos para alguien especial, aunque aun no este
dispuesto a admitirlo.

—Uh —Un murmullo abandonó los labios de
Yoongi, pero no pasó de ello.

—Tae y Namjoon hyung.

Al parecer no se lo había imaginado.

Yoongi le apretó el muslo al menor, sonriendo
y alzando sus hombros—. Superar, superar,
superar —canturreó.

—Ah... —Simplemento soltó Jin.

Pero era la cruda verdad. Namjoon no era para
Seokjin. Seokjin lo sabía, lo sabía porque él
siempre notaba que Taehyung siempre se
sumergía en esa atención de amor y sumo
cariño que Namjoon creaba solo para él.

Sonrió a medias, suspirando antes de aplaudir
y formar una sonrisa falsa pero que abarcada
su rostro; casi podía pasar por una real.

—¡Hice algunos platos ayer y quise
compartirlos con ustedes! —vociferó,
llamando la atención de quienes acostados
entre brazos estaban y los que prestaban sus
cuerpos como cómodas almohadas—. El joven
Jeon aquí presente muy consideradamente
me dio su ayuda para hacer estos manjares.

Jungkook rió, haciendo una reverencia y
pasando su brazo por su estómago ya libre
de la presencia de Min—. Gracias, gracias.

Namjoon se levantó, arrodillándose sobre el
cesped como un lindo cachorro esperando a
que le arrojasen la pelota.

—Traje algo de Bulgogi —dijo, sacando la tapa
del recipiente y mostrando la comida—,
también algo de Kimchi y Jajangmyeon.
¿Qué tal huele?

—Hyung, se ve riquísimo... ¿me das un poco?
—pidió sonriendo grande, con sus hoyuelos
marcándose a cada lado de sus mejillas. Algo
a lo que Jin nunca podría negarse, realmente
le costaba. La risa de Yoongi llegó a sus oídos
sacándolo de ese trance en que la sonrisa de
él lo deja.

—¿De qué ríes?

—¡Oh, vamos! Es obvio que no podrías decirle
que no, Nam es Nam para ti, aunque
estuvieses muy enojado con él no le negarías
ni el más pequeño dulce.

Namjoon soltó una negación desde su garganta, frunciendo sus cejas—. Pero podría.

—No si eres tú, Joonie.

—¿Cómo no?

Yoongi sonrió—. ¿Se ha enojado contigo
alguna vez? Fuera de broma, claro —Se
detuvo a esperar si algún respuesta llegaba a
sus oídos pero Kim se quedo pensándolo
demasiado—. Lo piensas mucho porque no
hay un momento de esos. ¿Y por qué? Porque
eres su ador-

—¡Ya cállate, Yoongi! —gritó, furico. Sus orejas
tan rojas como todo su rostro. Solo se dio
cuenta que había reaccionado de la peor
manera cuando vio a Namjoon retroceder lo
suficiente para por nada estar en los brazos de
su mejor amigo, así como notar a Yoongi con
las lágrimas cristalizando sus ojos, quizás por
la sorpresa, y sin duda el enojo —porque no
dudaba que estuviese enojado— que le
causaba sentirse inferior por cualquier acto
impulsivo y algo atrevido, o grosero que
alguien estúpido tuviese para con él. Por
ejemplo, él, Jin—. De verdad perdón, Yoongi,
es que, ese tema.

Para su sorpresa, desconcierto, y decepción,
Yoongi no lo trato como quiso; no le devolvió
el grito o algo así. Asintió, sentándose recto
como lo estaba antes y sonriendo de nuevo.
Quizás eso, y la risita de Namjoon logró
calmar las aguas de su lastimado corazón.

—Pensé que el corazón no me volvería a su
lugar —siseó, secándose un sudor falso.

Yoongi rió—. ¿Comemos?

—Por favor —rogó esta vez Hoseok,
acariciando su pancita por encima de la
ropa—. ¿Pueden creer que este pollito se
comió su hamburguesa y MÍ hamburguesa?
—dijo de forma dramática, señalando a su
novio y tocando su pecho al finalizar.

—Es creíble...

—E indiscutible —agregó Jimin—. Debes de
alimentar a la linda bestia que has creado
Jung Hoseok.

—Pero si los hombres no pueden quedar
embarazados.

Jimin frunció el ceño—. ¿Y quien dijo que
estaba hablando de un bebé? —indagó—.
¡Hablo de mi, claramente!

Un "ah" grupal se escuchó a su alrededor;
Jimin asintió, señalando la comida.

—Se va a enfriar...

Seokjin rodó los ojos, pero hizo lo dicho
porque sabia que efectivamente, iba a perder
él calor. Jungkook sacó una bolsa con platos
desechables, dejándolos sobre el césped para
que le quedara mas fácil a Jin servir la
comida. Pasaron cinco minutos cuando
estuvo listo.

—Eh... hyung —empezó a hablar Jimin, con
una pequeña sonrisa en sus voluminosos
labios.

Seokjin le miró, sorbiendo los fideos que se
escurrían de su boca—. ¿Si?

—¿Por que yo tengo el trozo más pequeño?
—dijo, asomando su cabecita para mirar los
otros platos—. Bueno, no es que este
desvalorando tu sentido de igualdad y
proporciones pero estoy casi 99,999999%
seguro de que, me falta comida.

—Tu le robaste a Hobi su comida, atente a las
consecuencias —indicó, hundiendo sus
hombros.

Jimin achicó sus ojos—. ¿Me estas mostrando
tu furia, Jin hyung?

—No, solo es ¡Justicia! —gritó Namjoon
agitando sus palillos. Jimin a regañadientes
empezó a comer; todos se metieron en el
mundo de comidas y más, felices por poder
llenar sus panzas de tanta comida que no
debían de preocuparse por el resto de las
clases. Bueno, no tan así.

—¡Jin hyung..., Jimin acaba de robarse mi
parte de Bulgogi! —gritó Hoseok.

Jin rodó sus ojos—. Jimin —llamó
amenazante, sorbiendo del jugo de naranja que
tenía en su termo—. Devuelvele su Bulgogi.

—Pero si ya me lo comí.

—¡Dios, me roba todo, ahorita fue la
hamburguesa y en este preciso momento...

—Tu corazón —finalizó el rubio, buscando un
abrazo de su novio.

Hoseok se alejó—. ¡Ves! ¡Esto es indignante!
Me largo. —Y dicho esto se levanto, agradeció
la comida y se marchó.

Jimin lo miró alejarse. Sus amigos empezaron
a alentarlo, pidiéndole que se lo gozara en la
noche y que le comprara dos hamburguesas
para que mejorase el ambiente. Salió
corriendo, con un pie cojo puesto que tuvo un
estirón al levantarse. Jungkook miro a
Taehyung.

—¿Cuánto a que se arreglan en cinco minutos?

Taehyung negó—. Neh, se que se arreglaran
en menos. Así que paso... dejame sigo
comiendo.

Namjoon mientras tanto miró a Yoongi—. Miau
—maulló, riendo mientras veía como el mayor
rodaba sus ojos hasta mirarlo por el rabillo de
su ojo—. Miau. —repitió.

—Corre, Namjoon...

—Neh.

Jungkook le tocó el hombro—. Habla en serio,
corre, hyung —advirtió, señalando como su
novio se preparaba para cazarlo en su modo:
pantera.

—Uno, dos... —Namjoon se echó a correr—.
¡Tres!

—¡Vamos, Nam, tu puedes! —apoyó Taehyung,
sonriendo en grande—. ¡El gatito no te
alcanzara!

Jungkook negó, su cara reflejaba la frase:
"nunca aprenden", y mientras revisaba su
celular—. Run, bitch —dijo, imitando la voz en
los vídeos de memes en facebook. Taehyung
se levantó sonriendo con inocencia hacia el
pálido; solo logrando que Yoongi buscara una
rama y la alzará, en una amenaza silenciosa.

Al mayor no tardó en correr en su dirección,
Taehyung saltó sobre algunas personas, se
escudaba de vez en cuando tras algunas
otras, hasta que se cansó de correr y se
escondió en el edificio más lejano. Buscó de
nuevo el aire que le faltaba a sus pulmones y
caminó con tranquilidad. Desde lejos pilló a
quien quería ver así que con todo el sigilo que
un ninja falso podía tener, se acercó al mayor,
apresando la estrecha cintura entre sus
brazos, asustando y consiguiendo un golpe
en la frente con la cabeza de Namjoon.

—Auch —dijo, acariciando su frente.

Namjoon se acercó y apartó la mano para
acariciarle el mismo. Sonriendo en una
disculpa—. Me sorprendiste —mascullo,
excusándose.

—¿Cuánto llevas ahí?

—¿Tres minutos? Creo, no se. —dijo con duda,
levantando sus hombros, quitándole
importancia al asunto. Taehyung asintió,
sentándose en el pasto.

—Eh... hyung.

Namjoon emitió una afirmación con su
garganta, mirando detrás de un árbol si la
pequeña bestia estaba cerca.

—Ven —llamó, extendiendo su mano al mayor;
Namjoon la tomó y Taehyung lo jaló hacia él,
tirándolo al suelo y inmovilizándolo con su
cuerpo sobre el contrario. Sonriendo y
mirando desde arriba como las mejillas
tomaban un leve rubor—. Te ves muy lindo
hoy, hyung. ¿Ya te lo había dicho?

El castaño asintió, tragó, su manzana de Adán
bajó tan lento que casi se veía doloroso.
Mordió su labio inferior cuando sus ojos
avellana se encontraron con los penetrantes
—para su tremenda lastima— ojos de su mejor
amigo. Su mente gritaba que se dejara hacer,
su corazón decía lo mismo. Taehyung acarició
sus finos labios con los rechonchitos de Joon,
sonrió una vez que no encontró resistencia.
Se dedicaron un beso tras otro; unos suaves y
cortos, otros prolongados y sensuales.

El timbre anunciando el final del receso sonó
alrededor de las instalaciones. Namjoon se
apoyó en un antebrazo, acercando su rostro al
del menor, posó su otra mano sobre el pecho
de Taehyung y le empujó hacia arriba,
incitándolo a levantarse pero por el contrario,
negó sonriente señalando con sus ojos lo que
realmente quería.

—¿Me acompañas un rato? —preguntó.

El mayor no respondió, solo se alzó un poco
para alcanzar los labios del pelinegro.

—Bien, nos quedamos —susurró Tae contra
los labios de Namjoon, tomando la cintura de
este y rodando en el pasto; él recostado en el
suelo y Namjoon sobre él—. Que comodidad.

—Cállate.

Tres clases después, ambos Kim estaban
frente a la puerta de su salón. Con los
cabellos alborotados; sus uniformes con
hojitas de césped pegadas por doquier. Con
sus labios sumamente hinchados y rojos, los
ojos más pequeños y las mejillas y orejas de
Namjoon rojas como tomates.

—Estábamos en la enfermería —musitaron
al mismo tiempo.

El profesor Kang asintió cruzado de brazos—.
Claro... —murmuró lentamente, con ese deje
de misterio que rodeaba su aura cada día—.
Hoy van a dirección. —dictaminó, caminando
hacia su escritorio; con un gesto de su mano
indicó que entraran. Con pasos tímidos lo
hicieron bajo la critica mirada de sus
compañeros de clase. El hombre les entregó
un papel a cada uno—. A la segunda no dudaré
en llamar a sus padres, sientense chicos. —les
pidió.

Con un suspiró ocuparon sus asientos.

Gracias por seguir leyendo, arreglaré los
errores luego. Bueno..., ya viene lo chido de
la historia, ah se creen, en esta historia no
hay drama chicos.

¡Gracias por pasarse por aquí! 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro