Los chicos del Nankatsu estaban en la mansión de Genzo decorando la sala de estar para su fiesta de cumpleaños. Genzo salió a caminar para hacer ejercicio, entonces ellos tenían alrededor de unos treinta minutos para terminar el decorado de la sala.

—Ishizaki, ¿me pasas las guirnaldas?— le pregunta Kisugi a Ishizaki.

—Etto...

—¿Etto qué?

—Urabe las tiene...

—¿Qué?

—¡Jaja! ¡Son mías!— dijo el pequeño oji- verde jugando a saltar la cuerda con ellas.

—¡Urabe, dámelas!— le grita el joven de cabellos rizados.

—Nop— dijo con una voz inocente y movió la cola para hacerlo enojar. Se dispuso a irse cuando Takasugi lo agarró y empezó a darle palmadas en la cola, se podían escuchar los quejidos del joven.

—¡Nyaaa! ¡Suéltame!— rogó.

—Si lloras no es mi culpa, ¿eh?— le dijo Takasugi, y le pegó más fuerte. A estas alturas ya se podían escuchar los llantos del pequeño.

—Ya, déjalo, Takasugi— le dijo Izawa—. Hay que terminar esto antes de que Wakabayashi regrese.

Takasugi dejó de golpearlo y ayudó a los demás a decorar lo que falta.

Genzo estaba por golpear la puerta, cuando un ganso lo asustó por detrás. Muerto de miedo, se metió a su casa y cerró de inmediato la puerta.

—¿Por qué está todo oscuro...?

—¡Sorpresa!— los chicos salieron de sus escondites—¡Feliz cumpleaños, Wakabayashi!

—¡Gracias, amigos!— los abrazó a todos.

En eso, el ganso de afuera entró. Wakabayashi se asustó y se escondió detrás de Taki. El ganso se sacó la cabeza, dejando ver al capitán del Nankatsu.

—¡¿Tsu- tsubasa?!

—Jeje, feliz cumpleaños, Wakabayashi.

FELIZ CUMPLEAÑOS, GANSO WAKAMAYO!!! XD