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── 🧭 ⋆ ࣪ fools ֶָ֢֪

A pesar de que quisiera decirse que Minho no sabía que nadie quería hablar con él y tal vez la razón se explicaba con qué era y aún es; el mayor idiota del mundo.

Pero es que se suponía que las cosas fueran así, ¿no? Christopher y él eran amigos, amigos que cogían y nada más. Ellos plantearon reglas desde un principio y juraron solemnemente no romperlas.

Pero entonces, Minho recordaba que justo luego de jurar bajo esas reglas se besaron y no de forma lasciva o sexual, fue un beso dulce que después los hizo reír mientras se quejaban. Porque ambos eran así, dos idiotas que fingían sentirse extraños cada vez que actuaban de forma cursi, pero que si no lo hacían se sentía, hasta cierto punto, incorrecto.

De todos modos, Christopher al final parecía haber sido más maduro que Minho y aceptó sus sentimientos, se confesó, no de la mejor manera ni en el mejor estado pero había sido sincero. Y luego estaba Minho, siendo un tonto que simplemente había huido por miedo y el cual ahora era el malo de la historia ante sus amigos.

El timbre se escuchó y debe admitir que se emocionó, su corazón se aceleró y quitó la manta de encima de su cabeza para ponerse de pie y caminar hacia la puerta, tenía desde la mañana en el sofá lamentándose. Nunca lo iba a admitir, pero una parte de él (todo él) quería que fuera Christopher quien estuviera en su puerta, como siempre solía hacerlo cuando discutían por estupideces.

Pero cuando vio a Jungwoo sonreírle mientras agitaba un tarro de helado junto a una caja de pañuelos desechables su corazón solo se rompió un poco más. Jungwoo no dijo nada, solo se abrió paso a su departamento, sirvió el helado en silencio mientras él fue a su sofá nuevamente desanimado.

Jungwoo colocó los pañuelos en la mesita de café que Minho tenía en el centro y luego de todo soltó un suspiro pasándole su porción.

"No eres el bueno en el cuento." soltó, tomando una cucharada de helado.

Minho sonrió, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas, desvió la mirada a su helado de chocolate servido en una gran taza decorada con emojis que había sido regalada por Christopher como una broma, Jungwoo no sabía, pero le dolía mucho tenerla en sus manos mientras sentía el frío del helado a través de ella.

Él pensaba mucho, por eso, su cerebro le gritaba que era irónico, qué tal vez las cosas si se pondrían un poco frías de ahora en adelante.

"Ya lo sé..." fue lo único que pudo decir con voz quebrada.

"Pero te gusta Christopher." se quejó el más alto apoyando su rostro en una de sus manos. "¿Estás enamorado? ¿Por qué no lo dijiste?"

Si fue posible Minho inclinó su rostro incluso más haciéndole imposible al más alto ver su rostro, pero era más que evidente que estaba llorando porque sus hombros se movían con fuerza y absorbía a cada segundo por su nariz.

"Porque..." el más alto hizo una mueca pasándole un pañuelo que aceptó con gusto. Secó sus lágrimas y sacudió su nariz antes de mirarlo. "Soy un imbécil. Solo, pensé qué tal vez Christopher podría estar confundido y..."

"Ahora dime la verdad." lo interrumpió Jungwoo negando. "Por favor Minho, escúchate, ¿Qué estás diciendo?"

El pelinegro tomó una respiración apartando la mirada, ¿Qué debía decir? ¿Qué se suponía debía decir? ¿Qué era un idiota que realmente no sabe porque reaccionó así? ¿Qué merecía lo peor y que Christopher no debía perdonarlo?

Probablemente sí.

"Minho, tu amas a Christopher. ¿O no?"

¿Él amaba a Christopher? No iba a mentir, aquella pregunta había rondado en su cabeza desde hace mucho tiempo, se la había respondido y luego simplemente lo había negado.

"Yo, no lo sé." negó con la cabeza. "Bien, sí. Sí me gusta Christopher, estoy enamorado de él y me enoja mucho eso." soltó cansado.

"Pero ¿Por qué, Minho?" preguntó sin entender. "Christopher te corresponde..."

"Porque había reglas, Jungwoo." dijo en voz alta sintiendo las lágrimas nuevamente. "No se suponía que esto sucediera, él solo era el amigo de los amigos de mis amigos y en primer lugar no debió volverse alguien tan especial. Yo..." sollozó pero no dejó de hablar. "Siento que mi corazón se oprime cada vez que él no está cerca, siento que debo saber de su existencia, que esté a mi lado, y es horrible, es horrible amar tanto a alguien."

Cubrió sus ojos con sus manos mientras lloraba con fuerza y luego de unos segundos sintió a Jungwoo acariciar sus hombros.

"¿Has estado así por mucho tiempo? ¿Desde cuándo te sientes así?"

Minho levantó la mirada porque él recordaba perfectamente el día en el que se preguntó por primera vez si Christopher Bang le gustaba más que para ser un simple acoston.

꒰🧭꒱

Eran finales de octubre y Minho había tenido tantos trabajos en la universidad que se había visto muy poco con Christopher, así que desde una semana antes le había dicho al entonces pelinegro que se reunieran en su departamento para hacer lo de siempre.
Ese día también habría una fiesta por Halloween así que les pareció divertido hacerlo, ir a la fiesta y luego volver al departamento de cualquiera y estar juntos hasta muy tarde.

Sin embargo, ese día Christopher llegó y Minho aún no estaba listo, solo estaba en su sofá debajo de sus mantas mientras intentaba hacer que su control remoto funcionará.

"¿Qué haces?" preguntó el pelinegro riendo cuando lo vio golpear el control.

El menor lo miró, Christopher estaba tan guapo y él parecía un total desastre.

"Estás guapísimo." tosió cubriéndose totalmente con su manta y luego volvió a mirarlo. "Intentando respirar y arreglar esto." susurró.

Christopher se arrodilló frente a él tocando su frente.

"¿Desde cuándo estás así? Debiste llamarme."

Soltó una risa alejándose del cálido toque del australiano.

"No eres mi novio Christopher, no tienes ninguna responsabilidad." susurró con voz gangosa. "Solo moriré, ni siquiera mi mejor amigo me hace caso." cerró sus ojos.

Christopher soltó una risa antes de hacerlo recostarse mejor y ponerse de pie.

"Ya vuelvo."

"¿Eh?" abrió los ojos. "No te vayas." se quejó con un puchero.

"Ya vuelvo..." volvió a susurrar divertido dejando un beso en su frente.

Christopher regresó casi media hora después con medicina, sopa instantánea y un nuevo control remoto.

"Christopher..." miró todas las cosas en la mesa. "¿Por qué eres tan lindo?"

"Solo quiero que te sientas mejor. Te voy a hacer la sopa, ¿sí?"

"Pero la fiesta..."

"No te preocupes, eras mi cita de todos modos." sonrió nuevamente.

Toda la noche Christopher se quedó con él. Cambió los pañuelos de su frente, le dio medicina, le hizo y le dio de comer su sopa y lo abrigó mejor porque Minho ni siquiera para eso tenía fuerzas. Luego mientras ambos veían una película, Minho acurrucado en los brazos de Christopher, fue que el primero se dio algo de tiempo para reaccionar.

¿Por qué hacían eso? No eran novios, Christopher no tenía ninguna responsabilidad con él, pero aun así, hacía todas esas cosas y lo hacía sentir bien. Levantó la mirada hacia Christopher y lo encontró mirándolo con una sonrisa, sus ojos brillantes y... Sintió miedo, mucho miedo.

"¿Por qué me miras así?" susurró apartándose de su pecho.

"Porque eres bonito." dijo de igual forma.

"Christopher..."

"Solo estoy bromeando." aclaró de inmediato. "Si te sintieras bien estuviéramos teniendo sexo o en la fiesta, pero estás enfermo así que te voy a cuidar."

Minho no tuvo chance de decir algo más porque Christopher lo atrajo a su pecho y terminaron en la misma posición que antes, ahora con Minho pensando demasiado en la bonita sonrisa del pelinegro.

Pensando el porqué era tan lindo, el que fuera así solo le hacía las cosas más difíciles, lo hacía pensar y hacía qué su pecho se sintiera cálido, una extraña sensación como si mil mariposas revolotearan en su interior.

Lo odiaba, odiaba como se sentía y que las preguntas que últimamente rondaban por su cabeza comenzaran a tener una respuesta.

"Creo que deberías irte."

Soltó finalmente apartándose de su pecho mientras se ponía de pie.

"¿Qué? ¿Seguro estarás bien?"

"Por supuesto." tomó el brazo de Christopher, su abrigo y sus llaves antes de comenzar a caminar hacia la puerta arrastrando al mayor.

"Bien, bien, pero antes." se detuvo en la puerta. "Debes darme un beso."

"Christopher..." intentó no sonrojarse, aunque jura por todo que falló. "Estoy enfermo."

"Puedo soportarlo..."

"Christopher..."

Pero el mayor abultó sus labios en espera del beso, miró a sus lados antes de ignorar su irracional miedo y simplemente besarlo no por muchos segundos.

"¿Ves? Genial." sonrió.

"Buenas noches, Christopher."

Cerró la puerta con prisa, su corazón latiendo desenfrenado y las ganas de tirarse de su piso aumentando. ¿Le gustaba Christopher? No podía ser, pero luego pensaba, él era demasiado lindo con él, siempre al pendiente, su físico era un diez de diez, era divertido, incluso si muchos decían que no, a él siempre lo hacía reír y lo peor era que ellos se llevaban bien, Minho no recuerda haberse llevado tan bien con alguien y eso solo hacía que todo, incluyendo el sexo, fuera mejor.

"No puede ser..."

"¿Y aún no lo aceptas?"

"Yo..." negó cerrando los ojos. "Siento que me gusta incluso más. Quisiera que estuviera aquí conmigo, ahora." se abrazó a sí mismo. "Pero creo que me odia."

"Deberías aclararle tus sentimientos." susurró apoyando su rostro en su mano nuevamente. "Ser claro es la mejor opción, Min."

Minho sabía, todo, desde su mente hasta su cuerpo, le gritaban que era un idiota por desperdiciar el momento en el que pudo contarle sus sentimientos a Christopher, y ahora se le caía la cara de vergüenza al tan solo pensar en pararse frente al rubio y decirle que sentía lo mismo y que era un idiota.

Todos, incluyéndolo, pensaban que no lo merecía.

"¿Y si Christopher ya no me quiere?"

"¿Se deja de amar de lunes a martes?" preguntó irónico antes de suspirar. "Oye, nunca lo sabrás si no lo intentas, arriésgate, si no tengo mal entendido, él incluso arruinó el cumpleaños de su mejor amigo, pero se confesó cuando su corazón, y el alcohol." rodó los ojos. "Se lo dijo. Tu debes poner de tu parte también, Minho."

Jungwoo miró hacia su reloj antes de suspirar.

"Me gustaría quedarme, pero..."

Minho apretó la manta en su regazo antes de que una pequeña sonrisa se asomara en sus labios.

"¿Saldrás con Lucas?" susurró con voz ronca por haber estado llorando.

Jungwoo se puso de pie pero el sonrojo en sus mejillas no pasó desapercibido para Minho.

"Tal vez." se encogió de hombros. "El... Es muy chillón." susurró mientras negaba.

"Pero es guapo." contestó mirándolo.

Jungwoo no pudo negar aquello tan solo rió asintiendo, Minho lo miró mientras caminaba hacia la puerta y se colocaba sus zapatos.

"Solo... Recuerda hablar con Christopher, no querrás que se haga tarde, ¿no?"

El pelinegro llevó su cabello hacia atrás.

"No..."

"Bien. Habla con él, pronto." lo señaló y aquello fue lo último que hizo antes de sacudir su mano y salir del lugar.

Minho soltó un suspiro mientras volvía a recostarse en el sofá, como deseaba poder devolver el tiempo y no ser un gran idiota.

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