── 🧭 ⋆ ࣪ finish ֶָ֢֪
Minho miró al pelinegro desde abajo seriamente.
"Que conste que ya me maquillé."
"Estoy estresado." se quejó el mayor tirando su cabeza hacia atrás.
Minho entrecerró sus ojos antes de asentir lentamente.
"Bien, pero solo porque soy un buen novio." susurró limpiando el gloss de la comisura de su labio.
El mayor sonrió entusiasmado mordiendo su labio inferior cuando vio al castaño llevar sus manos a su pantalón, sin embargo, y muy lamentablemente, la puerta de su habitación fue tocada haciendo que se tirara de espaldas en la cama y maldijera.
"¡Christopher, vas a llegar tarde!"
Minho soltó una risa poniéndose de pie justo después de golpear sus muslos.
"Supongo que el destino habló. Vamos."
"No quiero."
"Christopher, por favor." rodó los ojos intentando tomar su mano para incorporarlo. "¿Cómo pretendes llegar tarde a tu propia graduación?"
El australiano al final se incorporó mirándolo con el ceño fruncido.
"No quiero dar el jodido discurso de despedida, no los voy a extrañar."
"¡Christopher, Minho!" gritó la madre del mayor nuevamente.
Minho soltó una risa.
"Ya se, pero piensa que esa es la mejor despedida que puedas dar, mentirles en su cara." tomó su rostro entre sus manos antes de ponerse serio. "Vamos a salir, por favor, o al menos déjame salir porque tu mamá pensará cosas... raras." susurró sintiéndose avergonzado.
La señora Bang junto a la hermana de Christopher llevaban desde el día anterior en su departamento porque habían asegurado querer estar con él todo el día anterior a su graduación. Y Minho estaba bien con eso, excepto por algunos detalles, la señora Bang era una mujer muy entusiasta, alegre, sonriente, positiva y siempre estaba encima de él diciéndole lo bonito que era.
La amaba, en serio lo hacía, pero también lo ponía nervioso porque Minho nunca había tenido una relación tan seria y larga, nunca había conocido a la familia de sus ligues y aún si habían pasado casi dos años desde que formalizó con Christopher; lo ponía de nervios cada vez que la mayor hablaba de matrimonio y adopción.
Él ni siquiera se había graduado, lo hacía en dos meses, pero esas cosas aún no eran su prioridad.
Christopher soltó una risa mirándolo desde abajo.
"¿Mi mamá aún te pone nervioso?"
Rodó los ojos cruzándose de brazos.
"Ponte de pie, nos vamos."
Christopher hizo un puchero abrazándolo por la cintura por varios segundos, Minho no pudo evitar deshacer su pose y acariciar su cabello ligeramente ya que no quería arruinar su peinado, cuando el pelinegro se calmó se puso se pie, pero volvió a rodear su cintura con sus manos y se acercó a sus labios. Minho consideró que un lindo y tierno beso estaría bien, pero Christopher trazó sus labios con su lengua y no pudo evitar el gemido que salió de su garganta mientras colocaba sus manos en el pecho del más alto.
"¡Christopher, mamá te está llamando!" la puerta de su habitación fue tocada con violencia por la hermana del mayor.
Golpeó el pecho de su novio para que se apartara y este lo hizo con una burlona sonrisa dibujándose en sus labios.
"Fresa..." susurró en tono burlón.
"Sal de aquí, Christopher Bang." gruñó señalando hacia la puerta.
El menor soltó una risa tomando su saco para salir de la habitación mientras Minho corría hacia su mesa para tomar su gloss y aplicarlo nuevamente. Cuando estuvo satisfecho salió de la habitación apagando las luces y caminó hacia la sala donde encontró a su suegra y cuñada esperándolo junto a su novio.
"Perdón por tardar..." susurró con una sonrisa.
"Ya les conté tu problema con dejar todo desordenado." Christopher soltó una risa tomando su mano. "Hagamos esto."
Miro al mayor incrédulo y luego cuando su familia giró, rodó los ojos dejándose llevar por el mayor.
꒰🧭꒱
Minho rió cuando Hyunjin volvió a jurar que si Christopher Bang no era el próximo nombre que escuchaba iba a quemar todo. Había mucho ruido en el lugar, personas gritándoles y aplaudiéndoles a los graduados, pero todos ellos se estaban reservando para el momento de su chico. Tomó su celular nuevamente y le tomó fotos al pelinegro que esperaba sentado.
"Es el." asintió Felix aplaudiendo.
Minho sonrió e increíblemente si, fue Christopher. Dejó su celular a un lado y chilló poniéndose de pie junto a sus amigos. Christopher los miró soltando un suspiro mientras negaba divertido; estaban haciendo todo un espectáculo delante de todos.
Los minutos se volvieron horas y pasaron cuando al fin el discurso del mayor llegó, Minho honestamente no pudo estar siquiera un poco más orgulloso de su novio. La graduación llegó a su fin casi a las 7:30 p.m. Y luego de que todos los avergonzaran un poco más con regalos exageradamente grandes y más de tres globos porque nadie se había coordinado fueron al restaurante donde habían reservado.
"Honestamente, y lo siento tía Bang." susurró Hyunjin mirando a la mayor que esperaba divertida por lo que diría. "Nunca pensé que lo lograrías."
Todos rieron, Minho abrazó el brazo del menor dejando un beso en su mejilla mientras este solo rodaba los ojos divertido. Continuaron hablando y comiendo hasta que dieron las nueve, Minho miró su celular y luego a su novio antes de acercarse y susurrarle ya que no quería arruinar la anécdota de Jisung.
"Chris..."
"¿Sí?" sonrió mirándolo.
"Aún tengo un regalo más para ti." susurró en tono cantarín tomando su mano. "Vamos afuera."
Christopher levantó sus cejas interesado antes de disculparse y ponerse de pie junto a su novio. Espero ansioso ver que había afuera, pero Minho lo dirigió hacia su auto y luego de estar adentro lo encendió.
"Ponte el cinturón."
"Bien..." entrecerró los ojos. "¿Esta es una clase de secuestro o...?"
"Tú solo cierra los ojos." respondió Minho.
Christopher obedeció entusiasmado antes de sentir como una venda se colocaba encima de sus ojos cerrados.
"Entonces si es un secuestro." susurró.
"Shhh..." arrancó el auto segundos después. "Yo soy quien hará las preguntas."
"Genial." Christopher soltó una risa recostándose ligeramente en su asiento. "Mande."
Minho lo imitó antes de mirarlo por tan solo dos segundos y regresar su vista a la pista.
"Tu, ¿recuerdas que todo lo nuestro empezó por diversión?" susurró mordiendo su labio inferior.
Pasaron segundos largos antes de que Christopher respondiera, pero luego de un pequeño suspiro y una ligera sonrisa asintió.
"Como olvidarlo, literalmente no puedo sacar de mi mente cómo te quejabas porque querías coger con alguien."
Ambos rieron con fuerza.
"Oh, pero ¿Recuerdas cuando pusimos la regla de no dormir juntos?"
"Fue la más estúpida." asintió Christopher. "Siempre te quedabas, o la mayoría del tiempo."
"Lo sé." asintió avergonzado. "Siempre me decía "no soy su novio, pero al diablo, me voy a quedar."" rió bajito antes de mirar al pelinegro. "Bien, ¿Quieres saber porque me quedaba?"
"Por supuesto."
"Es que eres muy calentito..." susurró y antes de que Christopher dijera algo lo interrumpió. "Haz silencio..."
"¿Qué? Creo que es lo más lindo que me han dicho en la vida." dijo en voz alta el mayor.
"No entiendes, no es calidez en sí, aunque sí sentí eso, pero..." hizo una mueca. "Aun cuando era invierno te sentías caliente, como... Como si el invierno no existiera para ti."
"¿Aja?" Christopher suspiró dirigiendo sus ojos cubiertos hacia él. "¿Seguro?"
"¿¡Estás viendo!?"
"¡No, pero se donde estas!"
"Más te vale..." gruñó.
"Estás evadiendo el tema." soltó en tono canturrón.
"¿Sabes? Yo dije que haría las preguntas."
"Bien, bien..."
Minho no dijo nada y Christopher se extrañó hasta que sintió como el auto se detenía.
"Olvídalo, ya llegamos." soltó divertido saliendo del auto.
Christopher negó esperando que el menor lo ayudara a salir y casi un minuto después fue así. Abrió la puerta para él y tomó sus manos haciéndolo caminar lentamente.
"¿Arena?" sonrió sintiendo cómo sus zapatos se hundían en la arena.
"Haz silencio Bang..." susurró.
Caminaron por varios segundos más y cuando se detuvieron Minho sonrió desatando la venda que tenía en sus ojos. Christopher honestamente quedó impresionado con el lugar, había una linda mesa debajo de una carpa con luces tenues arriba, había aparentemente comida en ella y... era hermoso.
"Honnie..."
"¿Te gusta?" tomó sus manos nervioso. "Yo, no tuve mucho tiempo pero te juro que puse todo mi esfuerzo en esto, estuve haciendo otras cosas y..."
Christopher interrumpió al menor colocando sus labios encima de los suyos, calló sus palabras con un lento y suave beso que duró tan poco que tuvo a Minho quejándose bajito.
"Amor, nadie nunca había hecho algo así por mí." susurró colocando sus manos en sus mejillas mientras las acariciaba. "Esto es hermoso, me encanta."
Minho rió bajito y luego ambos se sentaron en sus lugares para empezar a comer de inmediato.
"Ah, por eso me hiciste pedir esa aburrida ensalada." negó sonriendo.
"Y cocine yo." se encogió de hombros. "Sorpresa."
"¿En serio?" abrió sus ojos sorprendido, y es que era una sorpresa, desde que habían iniciado su relación Minho nunca se atrevía a siquiera ponerle un dedo a la estufa a menos que fuera para hacer panqueques o ramen instantáneo. "Esta delicioso."
"Estuve tomando clases." dijo orgulloso. "Chris..."
"¿Sí?"
"¿No quieres saber en qué estuve ocupado?"
Christopher apartó el tenedor y miró al menor extrañado.
"¿Esto? ¿No?"
Minho entrelazó sus manos encima de la mesa mientras mordía su labio inferior.
"¿Recuerdas el closet al final del pasillo que te prohibí abrir desde hace dos semanas?"
Christopher entrecerró los ojos asintiendo.
"Si..."
"Ahí están todas mis cosas. Después de pensarlo mucho, sí, me mudaré contigo."
Christopher dejó su silla y se puso de pie rápidamente casi corriendo hacia él para abrazarlo con fuerza.
"Honnie, es el mejor regalo." susurró en su cuello. "Estuve esperando esto tanto."
Minho mordió su labio inferior correspondiendo el abrazo con fuerza. Ambos se pusieron de pie y dejando todo de lado comenzaron a caminar en la oscura playa con sus zapatos en sus manos.
"No puedo creer que por fin vamos a tener sexo en las mañanas."
"Christopher." reclamó el menor. "¿Es lo único en lo que piensas?"
"No, pero es lo primero." susurró dejando un beso en su mejilla que hizo reír a Minho.
"Tengo una última sorpresa." susurró deteniéndose mientras colocaba sus manos alrededor de su cuello.
"¿Sí?" Christopher sonrió colocando sus manos en la estrecha cintura del más bajo. "Veamos, ¿Es una como aquella de mi cumpleaños hace dos años?"
Minho rió abrazando al más alto con fuerza, atrayéndolo para besar sus labios.
"Sígueme." susurró antes de empujar al pelinegro y correr lejos de él.
Escuchó como Christopher lo seguía y minutos después se detenía frente a la linda casa en la que Minho ya se encontraba en el balcón.
"¿No vas a subir?" preguntó pestañeando varias veces mientras apoyaba su mentón en su mano.
"Lee Minho, ¿de quién es esta casa?" preguntó entrecerrando los ojos.
"Tengo permiso, sube." rodó los ojos, Christopher lo miró de forma sospechosa antes de sentir como el blazer que Minho había usado toda la tarde/noche caía en su cara. "¡Que subas!"
Minho desapareció de su vista y cuando pudo reaccionar no hizo más que correr escaleras arriba hacia el más bajo. No sabía exactamente dónde estaba porque la casa era inmensa pero el camino de ropa que el menor dejó en el pasillo le dio más o menos la respuesta. Inclinó su cabeza a un lado mientras veía la camisa y el pantalón del chico en el suelo, entró en la puerta donde desapareció la ropa quedando ligeramente asombrado con la hermosa luz verde Aqua que había en el lugar.
"Bien, si esto es solo porque me gradué no puedo imaginar... No sé, nuestra noche de bodas."
"Cállate y ven aquí." susurró extendiéndole su mano.
Christopher la tomó y se dejó caer encima del menor delicadamente antes de atrapar sus labios en los suyos, entusiasmado luego de besarlo por varios minutos no pudo evitar quitar las sábanas que cubrían al menor y cómo no sucedía hacía tiempo —por sus nuevos trabajos, las tesis y algunas otras responsabilidades que solo les daban tiempo para sexo casual y ya— Minho tenía un bóxer rojo de encaje y le quedaba tan jodidamente bien que por un instante su respiración se cortó. Llevó una de sus manos hacia su vientre y lo acarició con lentitud, disfrutando de los suspiros y la forma en la que Minho encorvaba tanto los dedos de sus pies como su espalda.
"Chris..." susurró llevando su mano a su cuello.
El mencionado sonrió atrapando los labios de su novio nuevamente entre los suyos con fuerza, su mano antes en su vientre se dirigió dentro de su ropa interior directamente a su trasero el cual apretó con fuerza haciéndolo gemir. Los minutos pasaron, las sábanas cayeron de la cama, la ropa de Christopher terminó en algún lugar cerca del balcón y sus besos tan solo se hicieron más fuertes y prolongados.
Christopher abrió las piernas de Minho, y luego de buscar el lubricante y empapar sus dedos, los metió lentamente en la entrada de su novio mientras dejaba suaves besos en su cuello.
"Chris..."
"¿Si, amor?" mordió sus clavículas dejando pequeñas marcas.
"Te amo." llevo el cabello de Christopher hacia atrás mientras asentía. "En serio lo hago."
"Amor..." sacó sus dedos lentamente del interior del rubio. "Yo también te amo, muchísimo." susurró dejando un beso en su barbilla. "Te amo más que a nada."
Con eso dicho Christopher incorporó a Minho abriendo sus piernas lo más que pudo mientras metía su dura erección en la entrada del chico que más amaba en el mundo. Al principio fue suave, esperando que se adaptara a él, pero Minho apretó sus piernas en su cintura haciéndole saber que estaba listo. Sus labios se dirigieron a los suyos, mordió su labio inferior lentamente antes de meter su lengua en su boca y golpear con fuerza en su interior, los gemidos de Minho murieron en su boca por varios minutos hasta que no aguantó más y se apartó tirando su cabeza hacia atrás mientras gemía y jadeaba con libertad.
Sus uñas clavándose en la espalda del más grande, sus piernas intentando mantenerse firmes en su cintura y cuando no podía más Christopher lo ayudaba a permanecer ahí, sosteniendo sus muslos con fuerza, tanta que seguramente dejaría marcas. Christopher jadeó en su boca, el sonido mezclándose con los agudos gemidos de Minho. Minutos después de que Christopher golpeara directamente en su punto dulce Minho se corrió con fuerza en su estómago y el de Christopher, segundos más tarde fue turno del mayor en el interior de su novio.
Minho jadeo, sintiéndose pegajoso, aún sintiendo escalofríos por su reciente orgasmo.
"Honnie..." susurró saliendo de su interior mientras se colocaba a su lado.
"¿Sí?" susurró cubriéndose con las sábanas.
"Gracias por confiar en mí." sonrió colocándose de lado. "Gracias por a pesar de desconfiar y plantear tus reglas... Aún así te diste la oportunidad de confiar en mí." susurró colocándose de lado.
"Chris..." Minho se sentó mirando al pelinegro. "Amor, gracias a ti por nunca decepcionarme, hace dos años buscaba y buscaba una excusa para salir huyendo, pero tu solo te volvías más perfecto a cada segundo." sonrió tomando sus manos. "Te adoro, Christopher Bang."
"Te adoro aún más, Lee Minho." susurró incorporándose para dejar un beso en su cuello. "Gracias por seguir siendo mi amigo."
"Por supuesto." acarició su mejilla. "Amigos y algo más."
Ambos sonrieron antes de soltar una risita, Christopher dejó un casto beso en sus labios, un beso tan lindo como el amor que sentía por aquel hermoso rubio que se abrazó a su torso mientras restregaba su mejilla en su pecho. Definitivamente ambos se adoraban más que a nada en la vida.
fin
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