𝟬𝟮𝟯
Changbin había llegado del trabajo algo cansado y un poco tarde, ya que había una alumna que no podía hacer un par de pasos de la nueva coreografía que les estaba enseñando y tuvo que quedarse un tiempo extra para enseñarle como debía hacerlo, después de todo era su deber que todos sus alumnos lo hicieran excelente ya que de eso también dependía su reputación como profesor, debido al cansancio y un poco de estrés olvidó comprar la cena, estaba tan apresurado por llegar a casa que no tuvo tiempo de pensar en eso, su retraso le hizo olvidar que cada día había prometido traer la comida a casa.
Él finalmente llegó, dejó sus zapatos en la entrada, su abrigo en el perchero y estirando un poco la espalda para aliviar el dolor del cansancio, caminó con dirección a la mesa. Fue entonces que, recordó que había olvidado la cena, sin embargo, parecía como si Christopher ya se hubiese ido a dormir, puesto que todas las luces estaban apagadas y solo se podían ver las cosas gracias a la luz de la luna que entraba por las ventanas de la cocina. Changbin caminó hacia su habitación para ver si ahí se encontraba Christopher, y sí, él estaba cubierto con la sábana de la cama y mantenía los ojos cerrados junto a una respiración bastante relajada.
Changbin se sentía algo intranquilo, no sabía si Christopher había cenado o si por esperar la cena se quedó dormido, así que, Changbin intentó despertarlo con caricias en el cabello, pero esto parecía no estar funcionando, por eso, acarició sus mejillas notando a Christopher sobresaltarse, cosa que había preocupado a Changbin por lo cual alejó su mano rápidamente notando como el menor abría los ojos de manera asustada.
—Tranquilo, soy yo —Changbin le calmó saludando con la mano.
—Changbin... Te extrañé —Christopher habló con algo de tristeza en su voz y el mayor no entendió a qué se debía ese tono.
—¿Está todo bien?
El australiano simplemente asintió y se acercó a Changbin para abrazarlo.
Él tenía miedo de que Changbin no volviera, mientras Changbin se había retrasado, en su cabeza no dejaban de pasar las escenas en las que había vivido lo mismo con su pareja anterior. Ese día que Sana se había retrasado, el día que sintió un perfume diferente en él, un perfume atrayente y ese mismo día que susurró otro nombre mientras dormía, definitivamente eso había dolido y las marcas que esos acontecimientos habían dejado en él no serían fáciles de borrar. Él había vivido mucho dolor por tanto tiempo que la felicidad que ahora experimentaba le parecía irreal y le hacía creer que en cualquier momento eso podría acabar.
Otra vez.
Entonces, sin quererlo un sollozo salió de él mientras aún mantenía a Changbin abrazado.
Changbin se alarmó, no sabía porqué Christopher lloraba y se sentía tan culpable al creer que probablemente se debía a su retraso.
—¿Seguro que estás bien? —Changbin insistió acariciando su espalda.
—Sí... Solamente te extrañé mucho —él continuó llorando mientras se aferraba a
Changbin.
Changbin era tan diferente a su esposo, él en realidad mostraba su preocupación y lo ponía como su centro de atención.
Christopher se sentía como una pequeña princesa cuando Changbin estaba a su lado y definitivamente no pudo evitar sentirse orgulloso de ser el único que tenía la atención del coreano. Cuando sintió el olor único del perfume de Changbin en ese abrazo, a pesar del sudor de haber estado bailando por tantas horas, él seguía oliendo bien, o tal vez lo encantado que Christopher se sentía por él le hacía pensar de esa manera pero, lo más importante de todo era que Changbin olía solamente a él, a nadie más.
—¿Estás mejor? —el mayor preguntó sin dejar de acariciar la espalda de Christopher cuando notó que éste dejaba de llorar.
—Sí —Christopher respondió un poco más tranquilo.
—No deberías ir a dormir sin cenar, recuerda cuidar de nuestro embarazo —Changbin le sonrió—. Olvidé traer la cena, pero puedo prepararte algo, así que, ¿por qué no me esperas en la mesa?
—No será necesario, preparé la cena cuando supuse que te habías retrasado así que terminé cenando antes, pero puedo ir a acompañarte si quieres —el menor ofreció, levantándose del cama.
Changbin sonrió, Christopher era demasiado especial para él.
Así que con esa misma sonrisa caminó hasta el comedor siguiendo a Christopher. La cena a su lado fue relajante, escuchar al menor contarle las cosas más mínimas que habían pasado en su día le hacía sentir feliz, era lindo escuchar la voz de Christopher hablarle de lo que sea.
Mientras Changbin comía, notó que Christopher no había quitado las semillitas del tomate. Él sonrió, detestaba dejar las semillas en el tomate, sin embargo, no iba a decir nada, Christopher se ocupó en hacer su cena y Changbin sabía que él solo podía quitar esas semillas, así que con una sonrisa continuó escuchando lo que Christopher le decía mientras quitaba aquellos semillas de su tomate.
Fue un rato divertido y agradable al lado de Christopher, cuando la cena terminó, el australiano se ofreció a lavar los platos que Changbin había usado, pero él mismo no se lo permitió, alegando que debía hacer el menor esfuerzo posible para cuidar el embarazo de ambos, era su única forma para convencerle de todo. Christopher, resignado, esperó a que Changbin terminase de lavar sus trastes para finalmente ir juntos a la habitación.
Después de haberse preparado para dormir finalmente descansarían, o al menos eso creía Changbin, pues las luces ya estaban apagadas y ambos yacían acostados. Cuando, de pronto, sintió la mano de Christopher jugar con el borde de su pantalón de pijama.
Él se sobresaltó, pero simplemente tomó la mano de Christopher y la apartó de ahí escuchando un bufido por parte de éste.
Cerró los ojos otra vez para intentar dormir cuando, nuevamente, sintió la mano de Christopher intentar adentrarse aún más rápido en sus pantalones, afortunadamente, Changbin tomó su mano a tiempo y lo volvió a apartar.
—Que no —el mayor regañó suavemente a Christopher.
—Pero, Chaeryeong dijo que no era malo hacerlo embarazado.
—Lo sé, pero quiero cuidarte lo más que se pueda.
—Llevas mucho tiempo sin sexo, no es justo para tí que debas estar en abstinencia por mí —Christopher intentó convencerle.
—Pero lo hago por tu bien —Changbin insistió.
—¿Seguro?, ¿o es que acaso no te gusta mi cuerpo de embarazado? —el menor intentó persuadirlo.
—No vas a manipularme.
—Ay, vamos, además, Chaeryeong te pidió una muestra de semen —Christopher recordó, eso parecía un buen argumento—. Yo puedo ayudarte a conseguirlo —volvió a pasar su mano por el abdomen de Changbin.
Entonces, éste lo pensó por un momento, aquello era para las pruebas que debía hacerse y... no ponía en riesgo el embarazo de Christopher, había sido un buen argumento, así que después de unos segundos de pensarlo, asintió ante la propuesta de Christopher notando como se levantaba en busca del frasquito para la muestra seminal.
Christopher encendió la luz y sacó aquel frasquito de la bolsa notando como Changbin se sentaba en la cama para después él sentarse a su lado.
Changbin se levantó para bajar un poco sus pantalones y volvió a sentarse en la cama, revelando aquel trozo de carne que Christopher había anhelado tanto últimamente.
Y sin más espera, el menor tomó entre sus manos el pene de Changbin.
Al fin lo había conseguido y a pesar de lo que Changbin dijese, él sabía que la noche apenas comenzaba.
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