𝗲𝗽𝗶𝗹𝗼𝗴𝘂𝗲
Una vez la vista de Christopher se aclaró por completo, al despertar todo se volvió confuso, él no estaba en la misma sala en donde recordaba haber entrado para su cesárea, entonces comenzó a preocuparse.
¿En dónde estaba su bebé?
¿En dónde estaba Changbin?
Él necesitaba verlos, no entendía que hacía solo en otra habitación de hospital que no recordaba, entonces llamó a una enfermera con el botón de emergencia y poco tiempo después una joven enfermera entró por la puerta.
—Oh, por fin despertó —la enfermera parecía muy impresionada.
—¿Dónde está mi bebé? —Christopher preguntó algo impaciente.
—¿Bebé? —la enfermera ahora lucía confundida, entonces comenzó a revisar entre los expedientes que la doctora encargada le había dado—. Me dijeron que usted entró aquí por un coma.
—¡¿Qué?! —ahora Christopher realmente estaba muy asustado.
—¡No, tonta!, ¿qué le dices a mi paciente? —la doctora entró a prisas a la habitación.
—¿Él no es Jang...
—¡No! Él es Seo Christopher y acaba de tener una cesárea, te lo expliqué muchas veces —aquella doctora interrumpió regañando a la pobre chica.
Y el alma de Christopher regresó a su cuerpo gracias a las palabras del doctora.
—¿Dónde está mi bebé? —Christopher volvió a preguntar.
—La pequeña Yeonhee está en incubadora, ella está bien pero necesitamos tenerla ahí debido a su nacimiento prematuro, pronto podrás verla.
—¿Y mi esposo?, ¿dónde está?
—Changbin está afuera, en unos minutos vendrá a verte, por favor, llámalo —la doctora empujó levemente a su enfermera hacia la puerta de la habitación—. Es Seo Changbin y, por favor, no vuelvas a equivocarte —él pidió.
Y Christopher soltó una leve risita.
—Ella me dió un gran susto.
—Lo lamento, es nueva y suele equivocarse con frecuencia, pero con el tiempo se irá adaptando, por cierto, mi nombre es Im Nayeon, amiga de Chaeryeong y tu doctora por los próximos días, lamento haberte asustado con el cambio de habitación, pero Chaeryeong nos pidió darte un trato especial y decidimos traerte a una habitación privada que teníamos libre.
—Todo está bien, muchísimas gracias —el menor sonrió al ver a su esposo entrar por la puerta del habitación.
—Amor, ¿cómo estás? —Changbin se acercó a él para darle un beso en la frente.
—Estoy bien, ya quiero conocer a Yeonhee.
—¡Yo la ví! Es tan linda —Changbin casi dejaba lagrimas caer al recordar a su hija—. Es idéntica a tí.
—Las dejaré un rato para que hablen a solas mientras hago el informe sobre el estado de Christopher y en un momento la doctora Yoo les dirá cuanto tiempo deberá quedarse Yeonhee y Christopher aquí —la doctora ofreció una pequeña reverencia y se retiró.
Y una vez estuvieron a solas, Christopher rompió el pequeño silencio que se había formado.
—Si logramos ganarle a Yeonhee —él soltó una risita y Changbin también rió.
—Solo por un par de horas —la mayor completó y ambas rieron.
—Para nuestro aniversario tendremos que hacer un intercambio de regalos con ella —Christopher bromeó.
Era tan cómico que pudieron casarse literalmente horas antes del nacimiento de Yeonhee.
—Ella es como una versión mini de tí —Changbin recordó, realmente tenían un parecido muy grande.
—Ya quiero conocerla, tengo tanta envidia de tí.
—Pronto lo harás, amor —el mayor besó el puchero que su esposo hacía.
Y el menor tomó las mejillas de su esposo para darle un beso más profundo. Sin embargo, el sonido de la puerta abriéndose los interrumpió.
—Hola, Christopher —Chaeryeong entró a la habitación acompañada de Taehyun.
—Hola, chicos —éste saludó de vuelta.
Y nuevamente hubieron bromas sobre el día del nacimiento de Yeonhee. Definitivamente sería algo que no superarían pronto.
Unos minutos después, una segunda doctora llegó a dar el informe sobre Christopher, al parecer estaría en el hospital hasta el siguiente día, sin embargo, Yeonhee debía estar unos tres días en incubadora, solo para revisión y asegurarse de que ella estuviera bien.
Mientras aquella doctora les explicaba, la doctora Im regresó.
—Nay, que bueno que regresas, quería presentarlas mejor —Chaeryeong habló emocionada
—Bueno, Christopher, ellas son Nayeon y Jeongyeon, amigas de la universidad y fueron quienes se encargaron de tu cesárea.
—Un gusto conocerlas y muchas gracias por todo —Christopher sonrió.
—El gusto es nuestro y no hay nada que agradecer —Jeongyeon devolvió amable la sonrisa.
Estuvieron hablando un rato para conocerse mejor, sin embargo, Christopher debía descansar así que pronto tuvieron que salir.
Changbin se quedó con él esa noche, a pesar de lo incómodo que era dormir en un sillón prefirió pasar la noche al lado de su esposo y sostuvo su mano hasta la mañana
siguiente en la cual le permitieron volver a casa.
Ese día el australiano pudo conocer a su bebé y se dió cuenta de que Changbin no exageraba cuando le dijo que lucía idéntica a él, Yeonhee si era una mini tofu tal y como Changbin se lo había dicho, por desgracia tuvieron que volver a casa sin su bebé, ella aún estaría en observación, pero los días pasaron rápido y pronto la pequeña Yeonhee pudo estar en casa.
A pesar de ser padres primerizas pudieron hacerlo bien, con el paso de los días se fueron acostumbrando y Changbin realmente se estaba esforzando en dar lo mejor de sí ya que su esposo no podía hacer mucho esfuerzo a causa de su reciente operación, pero su recuperación fué rápida, gracias a Changbin quien se ocupó de él en todo momento, llegó el tiempo de que a Christopher le quitaran los puntos de su operación y después de aquello su recuperación fue relativamente rápida hasta hacerlo por completo.
Después de algún tiempo, en el que la herida de Christopher ya casi no era visible y él finalmente podía levantarse de la cama decidió preparar una cena para su esposo, estaba agradecido por los cuidados de Changbin y quería hacérselo saber.
Además, llevaba tanto tiempo sin tocar a Changbin como él quería, así que, posiblemente, con suerte aquella cena romántica terminaría en eso que tanto deseaba.
—Hmm, huele delicioso —Changbin llegó mientras él cocinaba para abrazarlo por la espalda mientras inhalaba contra su cuello y dejaba un suave beso.
—¿Te gusta el olor del comida? —Christopher soltó una risita.
—Bueno, yo me refería a tí, pero la comida tiene un olor aceptable —Changbin bromeó.
—¡Oye! Me estoy esforzando —Christopher rió, sabía bien que Changbin bromeaba.
—Lo sé, amor —Changbin tomó un poco de lo que Christopher aún cocinada para probar—. Y sabe muy bien.
—¡Ey! Espera a que termine —el menor golpeó suavemente su hombro.
—Yah, yah, lo siento —Changbin se disculpó riendo mientras huía de la cocina. Y Christopher continuó cocinando con una sonrisa.
Tuvieron una agradable cena romántica y agradecían que Yeonhee no las hubiera interrumpido llorando, amaban a su hija, pero ella a veces era muy escandalosa.
Y tal como Christopher lo quería, parecía que tendría esa noche que tanto deseaba.
Después de cenar, habían llegado a su habitación en medio de suaves besos, las cosas aún no subían de tono, pero eso no era un problema, Christopher se encargaría de hacerlo.
En medio de risas a causa del vino que habían degustado, continuaron besándose abrazadas sobre su cama, no estaban ebrios pero había algo de alcohol en su sistema, algo que también habían extrañado debido a que el australiano no podía ingerirlo por su embarazo y Changbin tampoco lo hacía porque creía que era injusto para su esposo.
Se habían detenido por un momento, Changbin tenía a Christopher sobre él sujetándolo de la cintura, acariciando con delicadeza el rostro de su esposo, dejando un mechón detrás de su oreja. Christopher lucía divino ante sus ojos y la luz de la luna colándose por la ventana nuevamente le daba ese toque especial.
—Te amo —el menor soltó, acariciando la mano de Changbin en su rostro.
—Yo te adoro —el coreano respondió.
Y Christopher volvió a besarlo, realmente necesitaba a Changbin esa noche.
Sin embargo, no esperaba que el contrario diera el primer paso para subir el tono del encuentro.
Changbin lo había dejado contra la cama y dió una suave lamida a su labio inferior para poder meter su lengua en la boca de su esposo.
Christopher extrañaba esta sensación de atracción que tanto le gustaba tener con Changbin, amaba como se clavaba en él sin posibilidad de escapar.
El coreano bajó sus besos desde el cuello de Christopher hasta su abdomen aún cubierto por su ropa y con cuidado retiró la camisa del menor, ahí estaba la cicatriz que trajo al mundo a Yeonhee, la única cicatriz que quería ver en el cuerpo de su esposo, y dejó suaves besos húmedos sobre esta.
Christopher se sentía tan caliente.
—Lo haces tan bien —el menor soltó en un suspiro.
—Claro, necesitamos reponer nuestra noche de bodas —Changbin soltó con diversión.
Y Christopher sonrió, aquella noche fue lo mejor que el menor pudo experimentar en su vida, aunque la primera vez siempre sería especial para él, sin duda, disfrutó demasiado ese momento dado por su esposo, tanto que al terminar estaba realmente agotado. Sí que habían logrado recuperar esa noche de bodas y más.
Quedaron muchas marcas sobre el cuerpo de Christopher, pero a diferencia de hace unos meses, esas marcas no eran de violencia, esas marcas representaban que su esposo cuidaría de él y que nunca más alguien volvería a lastimarlo.
Estaban por dormir, lo necesitaban después de aquella agotadora noche, justo cuando los ojos de Christopher finalmente se cerraban el llanto de su bebé lo despertó.
Y ambas rieron, al menos no los había interrumpido a mitad de su encuentro.
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de manera no definitiva,
ha llegado el fin de esta
historia :) faltan dos
extras auuun
nos vemos
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