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𝗢𝗢𝟮

Al día siguiente, Christopher despertó agradeciendo que su esposa ya no estuviera en casa, era temprano, pero esta ya se había ido al trabajo.

Christopher estaba un poco más tranquilo, por suerte su esposa no lo había despertado para maltratarlo de nuevo, eso era algo bueno, había empezado bien el día. Sin embargo no había mucho que hacer, más que la comida y mantener la casa organizada.

Entonces, así salió un momento para caminar y despejar su mente de todo lo que estaba pasando con su vida, tarde o temprano debía continuar, esto ya era una rutina para él, cada mes los malos tratos regresaban, no era ninguna novedad, así que para llenarse de mejores energías decidió dar un paseo por el parque.

De un momento a otro, el recuerdo del chico de ayer regresó a él y la culpa de haberlo tratado mal también, el coreano fue amable y Christopher se arrepentía de haberlo tratado de esa manera, entonces pensó en que tal vez podría encontrarlo por el parque de nuevo y disculparse.

Caminó un poco más por los alrededores buscándolo.

—¿Dónde estás, Changbin? —Christopher se preguntó mirando el panorama, ese nombre, no lo había olvidado, por supuesto que no, era tan fácil como para hacerlo.

Y habría seguido buscando si no fuera por el fuerte empujón que recibió, el cual casi la hizo caer.

Casi, de no ser por los fuertes brazos que sujetaron su cintura.

—¿Christopher? ¿Eres tú? —Changbin preguntó intentando mirar el rostro del chico a través de los lentes y cubrebocas que el contrario llevaba.

—Sí, yo...

—Lamento golpearte de nuevo, suelo mirar al piso mientras corro —Changbin lo interrumpió disculpándose aún sin soltar la cintura del menor.

A decir verdad, era cómodo tenerlo así.

—Venía a disculparme, no quise tratarte mal ayer, tuve un mal día, pero no debí desquitarme contigo —Christopher aclaró agarrando los brazos de Changbin para que este soltara el abrazo en el que lo tenía.

Y así lo hizo la mayor.

—Tranquilo, es normal que tengamos días malos —Changbin animó.

—Entonces... ¿Me perdonas? —el menor preguntó algo impaciente.

—No —Soltó Changbin con simpleza para seguir trotando y ejercitarse.

—¿No? —Christopher preguntó confundida comenzando a trotar a su lado—, pero, ¿por qué?

—No creo que lo merezcas —Changbin vaciló.

—Pero vine a disculparme, claro que lo merezco.

—Bueno —Changbin se detuvo—. Solo te perdonaré si aceptas desayunar conmigo.

—¿Qué?

—No tienes que pagar, solo acompáñame.

—No entiendo... —Christopher estaba realmente confundido.

—Te dije que era nuevo por aquí, sería bueno conocer a alguien —Changbin insistió, a lo que Christopher asintió.

—Lo haría pero, hoy estoy algo ocupado.

—Entonces mañana —Changbin volvió a insistir.

—Claro —el australiano iba a irse, se había dado media vuelta para empezar a caminar pero sintió su mano ser tomada por el contrario.

—Espera, dame tu teléfono.

—¿Mi teléfono? —el australiano preguntó, cada vez la confusión era más grande.

—Sí, lindo, es para ponernos en contacto y asegurarme de que no me vas a dejar plantado, deja de desconfiar tanto de mí —Changbin extendió su mano para que Christopher le diera su celular.

Cuando el contrario lo hizo, este agregó su número para después mandarse un puntito por KakaoTalk.

—Listo, te veo mañana —Changbin le devolvió su celular y continuó trotando por el parque.

Christopher inconscientemente sonrió, ya le hacía falta un amigo.

El resto del día continuó algo extraño para Christopher, Sana lo había ignorado por completo, él no entendía porqué aquella mujer no lo había golpeado o le había gritado aún.

Solo podía agradecer aquello.

Pero no debía confiarse, no era ninguna novedad que esta lo ignorara para despistarlo y después le tomara por sorpresa atacándolo de nuevo.

Así que con algo de desconfianza, entró a la cama, colocándose al lado de su esposa (la cual le daba la espalda) para finalmente dormir.

Que sueños tan raros tuvo al ver a Changbin en ellos, no paraba de pensar en como sería su encuentro de mañana. Definitivamente llevaba mucho tiempo sin salir con nadie ni convivir con alguien más que no fuese Sana y tal vez era eso lo que le mantenía tan ansioso por mañana.

Tanto que incluso despertó antes que su mujer, pero simplemente fingió que aún dormía para evitar interactuar con ella por miedo, de esa manera esperó a que esta se fuera.

Obviamente, su esposa no tenía ni la más remota idea de los planes de Christopher, por supuesto que él no se lo diría o de lo contrario se estaría arriesgando a mandar al caño la posible de tener nueva amistad. Ella no debía saber nada.

Cuando se aseguró de que estaba completamente solo en casa, comenzó a vestirse con un conjunto más decente, quería lucir presentable para su salida de hoy, llevaba mucho sin hacer algo parecido.

Mientras continuaba preparándose un mensaje llegó a su teléfono.

"Hola, lindo, soy Changbin. ¿Despertaste ya?"

Ese mensaje lo hizo sonreír, así que con los mejores ánimos respondió quedando de ver a Changbin en el parque.

Tomó en cuenta cada detalle (creía él), y sin más, se dispuso a salir de casa con unos lentes y cubrebocas que pudieran cubrir el maltrato impuesto en su cara.

Siguió hablando con Changbin por mensaje mientras iba de camino al parque, ambos miraban su celular mientras se ponían de acuerdo en que parte del parque se verían hasta que por el descuido de mirar a la pantalla en sus manos chocaron de frente el uno al otro, y una risa se escapó de los labios de ambos al notar con quien se habían estrellado.

—Deberíamos dejar de toparnos así —Changbin bromeó.

—Es tu culpa, siempre caminas sin cuidado —Christopher también bromeó, a lo que Changbin respondió con un rostro ofendido.

—Bueno, admito que lo fue los días anteriores, pero hoy también tuviste la culpa —se defendió el mayor y los dos volvieron a reír—. ¿Ya sabes qué quieres desayunar?

—Ehm, creí que lo tenías todo planeado.

—Quería saber si tienes una comida o restaurante favorito.

—¿Por qué no me sorprendes? —Christopher soltó con comodidad y la expresión del mayor se relajó por una pequeña risa.

No sabía de dónde había sacado toda esa confianza para hablar con Changbin, hace mucho que no socializaba, pero por alguna extraña razón le era fácil abrirse con aquel extraño.

Dejando atrás todas sus dudas, siguió a Changbin hasta un restaurante cercano de desayunos y dejó que el coreano ordenara por él.

—Parece que conoces muy bien el menú de aquí —Christopher señaló al escuchar a Changbin ordenar el desayuno.

—Oh, por supuesto, he venido a este restaurante desde que me mudé.

—¿Desde que te mudaste a esta zona? —el menor preguntó.

—Desde que me mudé a este país, llevo casi tres semanas en Australia.

—Oh, tu inglés es muy bueno, ¿habías venido antes? —preguntó mientras un plato de tostadas y mantequilla eran puestos en su mesa en lo que esperaban su desayuno.

—He visitado Australia en varias ocasiones, pero fue hasta ahora que decidí mudarme —Christopher asintió quitándose el cubrebocas para probar las tostadas, pero un jadeo de asombro por parte de Changbin se lo impidió.

—¿Qué te pasó en la boca? Estás herido —Changbin preguntó asustado al ver el labio roto de Christopher.

El contacto se maldijo mentalmente por haber olvidado el maquillaje.

—Yo... Uhm... Pues... —el menor no sabía qué responder, no podía decir lo que
realmente ocurría.

Estaba entre la espada y la pared.

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holaaa, volví MUAJAJAJA

mentira, osea, verdad pero no
con la risa malvada okei

mis vacaciones se han hecho
presentes y con eso, nuevas
adaptaciones. "estéril" es la
única historia que ahora mismo
tengo en proceso, pero serán
más, es lo que espero y deseo
:)

creo que hoy subiré unos
cuantos capítulos por lo
que, nos leemos más tarde
bye byee

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