agosto 2 del 2017

Hoseok sonrió acariciando los cabellos castaños cariñosamente. A lo lejos logra ver a Yoongi despidiéndose de Taehyung, el pelirrojo, amigo de Namjoon, se veía mucho mejor de como su novio estaba.

Namjoon no dejaba de abrazarle, con su rostro escondido en la curva entre su cuello y clavícula. Observó su entorno, la sala de espera del aeropuerto, no reconocía ningún otro rostro, ni siquiera los pertenecientes a sus compañeros de trabajo e internamente agradece no tener que sumar miradas al juicio en el que estaban sometidos.

Volvió a mirar a Namjoon, lo extrañaría. Lo intuía, no es como si fuera difícil saberlo pero, lo que no sabía era cuánto lo haría; cuanto añoraria sus besos, abrazos, cuanto desearía una noche, dedicarla para hacer el amor y profesar su pasión y cariño en palabras, derramadas como miel.

Acarició los costados de su cadera, su piel es suave a su tacto, deslizando sus manos por debajo de la camisa de seda que vestía ese día. Dejó un beso en su hombro.

─ Volveré en dos meses.

─ Es mucho tiempo.

─ No, mi amor. Es poco.

─ Es mucho, Hoseok ─reiteró.

─ Pasara rápido, Joon.

El menor negó con la cabeza.

─ Estas mintiendo.

─ No puedo mentirte a ti, lo sabes.

─ ¿Entonces por qué Taehyung llora? ─Hoseok desvió su mirada de los ojos avellanados de su pareja y en efecto. Taehyung lloraba abrazado a su novio, él jamás le había visto llorar y sin embargo, entendió lo importante que era Min Yoongi en su vida. Tanto o menos que lo que significaba Namjoon para él.

Esa imagen no le daba una buena espina a Namjoon.

─ No te vayas. Es mucho tiempo y no podré estar tranquilo si te vas, Hobi ─decía Kim sorbiendo su nariz y abrazando aún más fuerte el torso del pelinegro.

Hoseok rió intentando aligerar el tenso ambiente.

─ Estaré bien ─Aseguró─. Te llamaré y estarás al tanto de todo. ¿Te parece? ─Propuso.

El recuerdo de las despedidas con su ex esposa no eran el asomo de lo que ahora pasaba y sentía con Namjoon. Y piensa que quizás no fue un amor de verdad, él no conocía lo que era ese sentimiento hasta que Kim llegó a él o al revés, cuando él llegó a Namjoon.

Ama a Kim Namjoon.

─ Ya debemos irnos, Jung. ─Anunció Yoongi con voz gangosa llegando a su lado. Hoseok le miró, notando las ojeras, el color rojizo pintando sus ojos, párpados, nariz y mejillas. Yoongi nunca lloraba.

─ Está bien. Ya voy. ─Accedió haciendo una seña con su mano para que les dejara solos. Namjoon sacó la cabeza de su escondite cuando dejó de sentir la presencia de Min, se atrevió a sentarse encima del mayor, su gran abrigo cubriendo un poco la posición en la que estaban.

─No te vayas.

Rió, sonriendo de lado.

─ Debo... ─Susurró─ pero, ¿Qué tal si me convences de otra manera? ─Siseo en el oído de su novio, levantando su cadera levemente en un movimiento sutil.

─Hoseok ─Advirtió, tomando los mechones de cabello oscuro en la nuca del mayor entre sus dedos, jalando un poco─. Hablo en serio, odio tu maldito trabajo.

Miró los ojos de Namjoon.

─ Esperaba no haberme encariñado demasiado contigo cuando recibiera la llamada de JK. Sin embargo aquí estoy, te quiero tanto. Todo es tu culpa.

─ Lamento discernir.

Hoseok soltó una carcajada.

─ Dile a Jeon que se joda. ¿Si? Por un rato. Volvemos a casa y quizás si quieres... ─Se movió encima del mayor, un atisbo de sonrisa se cernio a sus labios.

El pelinegro le detuvo.

─ ¿Un rato? ─Preguntó burlón─. ¿Cuánto tiempo exactamente es por un rato? Solo estás intentando seducirme para volver a casa y secuestrarme en ella. ¿Eh? ─Habló, sus ojos brillando de diversión─. Buena estrategia,  niño hermoso, pero no te funcionará aunque yo así lo quiera.

Namjoon rió.

─ Es lo que más me gustaría, secuestrarte  ─Encogió sus hombros─. Un tiempo es todo lo que pueda retenerte conmigo, tienes el permiso de irte cuando mi corazón ya no lata.

Se obsequiaron miradas significativas por un tiempo.

Eterno si se lo preguntaba a terceros.

─No digas eso, no sabría que hacer sin tí en mi vida, Jo-

─¡Jung, ahora! ─Escuchó gritar a Yoongi. Suspiró con pesadez al mismo tiempo que un notable escalofrío recorrió la columna de Namjoon.

El menor se separó y tomó entre sus manos el rostro de su novio.

─ Vuelve sano y radiante, por favor, te quiero vivo ─Hoseok asintió, plantando un beso es los carnosos labios del moreno. Suave y lento, saboreando sus dulces labios, mezclados con las saladas lágrimas.

─Lo haré.

─Llámame.

─Lo haré.

─Te quiero.

─¿Solo eso? Yo te amo. Lo hago ─Afirmó con la sinceridad plantada en sus ojos castaños─. De verdad me has enamorado.

Kim sonrió mientras sus mejillas adquirían un color rosado.

─ Yo tambien te amo, Hobi ─Susurró, por poco inaudible para Hoseok, agradecía haberlo escuchado. Sonrió feliz.

─¡Jung!

Namjoon rió.

─ Debo irme, bebé ─Puso sus manos en la cadera del moreno y jalo hacia arriba invitando a levantarse y eso hizo. El castaño acercó su dedo pulgar a su boca y mordió la uña corta, estaba nervioso. El aura melancólica se había esfumado

─Tengo diecinueve.

─Vaya, bastante grande.

─Soy grande.

─Tengo treinta y un años, Nam, sigues siendo muy joven para mí. ¡Eres ilegal! Podrían meterme a la cárcel por esto, ¿sabes?

Namjoon soltó una carcajada.

─ Tonterías ─Agregó entre risas.

Hoseok rió también, lo hizo aún más fuerte al escuchar a su amigo maldecirle y amenazarlo a base de gritos.

─ Me cansé, mierda. ¡Jung Hoseok estúpido! ¿Queres que meta ese culo seco tuyo al avión a unos bonitos puños o que mierda? Porque no tengo todo el día ─Decía el mayor, acercándose.

─ Inténtalo ─retó.

─ Hacete cabrón.

─ Cálmense, por favor.

─ Cállate, niño.

─ Callame.

Hoseok se interpuso entre su novio y la mucha cercanía que su mejor amigo había tomado con él.

─ Juju, ni me lo mires.

─ Coge las putas maletas entonces.

─ Que grosero estas hoy. ¿Eh? ─Comentó el pelinegro recogiendo sus maletas. Namjoon los acompañó hasta donde se le era permitido, se despidió con un corto beso en los labios, que se prolongó porque el mayor no parecía tener la intención de soltarlo. Se sentía incómodo por las miradas que quemaban lentamente su nuca pero quería disfrutar ese beso.

Namjoon suspiró y miró a Yoongi.

─ Por favor cuídalo, hyung ─pidió a lo que un muy exagerado Min se tocó el pecho preguntando si era a él a quien le hablaba.

Yoongi rodó los ojos.

─ Sabes que el que cubre aquí es él. ¿Verdad? ─Preguntó mirando a los ojos confundidos del menor─. Es un bendito francotirador. ¡Él es el que me cuida a mi! ¡Yo estoy en la zona de peligro!

─ Comportate como hombre, Min ─reprendió burlesco el pelinegro─. Solo pude escuchar ladridos.

─Hijo de ─Yoongi no pudo terminar su insulto gracias a los largos brazos que lo envolvieron, bueno, a ambos, pero que lo tomaron por sorpresa. En ese momento recordó a Taehyung y deseó tenerlo un rato mas con él─. Dile a Tae que, lo llamaré.

─Prometelo. Prometanlo.

─Te lo prometo, bebé ─Hoseok sonrió y le dio un beso en la cien.

Yoongi asintió.

─ Lo prometo. Nos vemos, amigo ─Los tres se despidieron y ambos soldados se perdieron por la puerta hacia el avión. El mayor de ambos volteo a mirar al pelinegro─. No llores, Jung, lo volverás a ver ─concretó el más bajo, queriendo ignorar sus ojos picantes y lo borroso que se veía por las lágrimas que se estaba aguantando.

Pero no lloraría, no hasta ver de nuevo a Taehyung.

─ Los volveremos a ver. Somos buenos en lo que hacemos.