octubre 8 del 2017

Hobi

"Voy camino a casa, Joonie"

"Te espero"

"Te extrañe"

"Yo más, mi niño."

...

Namjoon daba suaves palmaditas en la espalda de Taehyung intentando transmitir un poco de tranquilidad al ser "nervioso, come uñas" a su lado─. Estoy calmado, Nam.

─Oh, sí, sí, por supuesto.

Taehyung miró el reloj en su muñeca y sintió desfallecer al ver que habían pasado mas de treinta minutos de la hora que habían indicado─. ¿Dónde están?

─No tardaran.

─Tu puedes estar tranquilo porque has hablado con Hoseok estos dos últimos días sin parar ─acusó con el ceño fruncido, sacando una sonrisa tierna al mayor, quien le dio un beso en la mejillas y lo abrazó. Taehyung miró hacia el frente un poco más calmado gracias a la pequeña ráfaga de cariños que Namjoon le brindó; entonces vio al hombre que estuvo esperando por dos insufribles meses─. Ahí esta, Nam ─musitó con voz queda, secando sus manos en el pantalón, levantándose y caminando hasta Min. Y Namjoon los vio, abrazarse, besarse y llorar. Sonrió por lo bonita que se veía la imagen.

El moreno esperó pacientemente y pudo divisar a Hoseok cruzar la puerta de ese pasillo, repasó el cuerpo del mayor, buscando alguna fractura, yeso, moretón, o alguna cara de dolor, no hubo; sólo encontró un soporte en su muñeca y una cojera al caminar, pero a pesar de ello aún sonreía tan radiante como solo él podía hacerlo. Suspiró aliviado.

─Gracias por hacerme caminar más, niño ─regañó, dando los tres pasos que lo separaban de su pareja para abrazarlo, Hoseok acercó su nariz a los cabellos castaños tras la oreja del menor, reconfortandose con el agradable aroma a coco que estos desprendían;bajó su cabeza para dejar un beso en la curvatura del cuello del moreno. Se alejó de nuevo para ahora tomar el rostro del más alto y besar la punta de su nariz, frente, mejillas, y por último disfrutar sus labios. Importándole menos que nada, que sus compañeros y personas ajenas a ellos dos les vieran. Secó las mejillas sonrojadas de Namjoon, sonriéndole con amor.

─Te extrañe un montón.

─Te amo, Nam ─abrazó de nuevo a su novio. Mordió la rechoncha mejilla de Nam.

─¡Duele! ─chilló.

Hoseok sonrió─. Lo siento, realmente deseaba hacerlo desde hace mucho, son preciosas, amo tus mejillas, ¿te lo había dicho?

─Sí ─susurró─, cada vez que las muerdes en las mañanas para despertarme.

─Vamos, mi niño ─dijo, terciando la gran mochila en su hombro, mientras Namjoon tomaba la maleta, tomó la mano de Joon y le dio un beso antes de empezar a caminar─. Quiero llegar a casa y comer algo delicioso, por ejemplo..., tu ─decía desinteresado, caminando hacia la salida─, y después comer algo rico, como Ramen, o Buggolgi..., ¡o pizza! ─murmuraba─, meh, mi estómago lo decidirá.

Namjoon se dejaba llevar, riendo por las desvergonzadas palabras de su hyung. Al salir un taxista ofreció sus servicios como buen y eficiente trabajador del servicio público. Hoseok asintió guardando sus maletas en la cajuela del taxi. Dentro de él, había un silencio acogedor, Namjoon acariciaba y jugaba con la mano de Hoseok, respondiendo las curiosas preguntas del menor y intercalando su mirada entre su novio y la ventana, había extrañado las calles de su ciudad─. Hyung... ─llamó su atención─. ¿Tienes hambre?

Hoseok asintió─. Puedo morir ─murmuró, mirándole a los ojos, sonrió notando que aun tenía el mismo efecto en Namjoon que siempre, mejillas rosadas y evitar sus ojos, justo lo que acababa de hacer el menor.

─Voltee a la derecha aquí, por favor ─pidió al conductor, guiándole en una nueva dirección que acato. Hoseok tan perceptivo como no podía verse noto las furtivas miradas del hombre al frente hacia su pequeño bombón de azúcar desde el retrovisor, frunció su ceño, en serio intentaba calmarse y dejarlo pasar; pero estaba cansado, y solo quería abrazar a su menor y no dejarlo salir de sus brazos.

─¿Se te ha perdido uno igual? ─preguntó con fastidio.

El conductor negó─. Ya quisiera, amigo.

Hoseok levantó una ceja─. ¿Disculpa?

El rubio se encogió de hombros e ignoró la pregunta, mirando ambas calles antes de cruzar la avenida.

─¿Quieres que te lo r-

─Déjenos aqui, por favor ─dijo al reconocer el restaurante de uno de sus buenos amigos. Sonrió a Hoseok, indicándole con sus ojos que bajara con él, antes preguntando al conductor el costo del recorrido─. ¿Cuánto es? ─cuestionó, recibiendo una respuesta corta y una sonrisa suficiente de parte del otro hombre─. Cálmate, hyung ─musitó Joon en el oído del mayor recibiendo el cambio─. Gracias..., ¿podría abrir la cajuela?

─Ah, sí ─dijo, apresurándose a salir de su auto y abrir del portaequipaje para que ellos dispusieran de sus pertenencias, sacaron las maletas y el rubio miró al mas alto, sonriendo─. Ese es mi número ─habló tendiendo una tarjeta de tu billetera─, por si necesitas servicio de transporte, puedo hacerte un descuento.

─Oh, gracias por l-

Hoseok tomó la tarjeta, sonriendo con sarcasmo─. Gracias por la oferta, pero voy a declinarla por él, adiós ─dijo.

─Aun así ─siguió él volviendo la mirada al menor─, me llamo Jiho, un gusto ─se presentó, haciendo una reverencia. Volvió a su auto───. Hasta luego ─despidió, arrancando el auto con rapidez.

─Hasta nunca ─corrigió Hoseok al aire.

Namjoon tomó la mano del mayor y la maleta, arrastrándolos juntos al interior del restaurante─. Vamos, hyung, la comida de este lugar es deliciosa, Seokjin-hyungnim es un increíble chef ─comentaba con orgullo, buscando donde sentarse, siendo guiado por uno de los meseros del lugar. Revisaron el menú y pidieron.

La comida fue traída bastante rápido para la suerte de Hoseok, un aroma exquisito se alzaba en el aire, abriendo su apetito aún más, y con solo verla le hacia agua la boca. Iba probar el primer bocado─. Namjoonie ─Hasta eso, la voz de alguien que no conocía llamando a su Namjoonie de esa forma tan confidencial y tierna le daban ganas de abofetear al mundo─, has venido, espero que disfrutes la comida ─un hombre alto, de cabello negro y hombros anchos entró en su radar de visión, casi se imaginó como un gato erizaba el pelaje de su lomo. Vio la mano del tipo acariciar grácilmente los cabellos castaños de su novio y una ola de celos le obligó a fruncir el ceño, las comisuras de sus labios estirándose hacia abajo. Pero se abstuvo a decir palabra con tal de no arruinar el ambiente, aunque su cara ya estuviera haciendo ese trabajo─. Igual que tú... ¿ami ─tosió antes de terminar la palabra y corrigió:─ ¿novio?

Namjoon asintió levantándose de su asiento─. Hobi, él es Seokjin hyung ─presentó señalando respectivamente─. Jinnie hyung, él es Hoseok hyung ─Jung extendió su mano y apretó tan fuerte que sus nudillos se pusieron blancos, igual que los dedos de Seokjin, mientras hacía una mueca que intentaba volver sonrisa.

─Disfruten la comida ─jadeó, jalando su mano para apartar el agarre. Sonrió a Namjoon antes de irse.

─Él tiene esposo, ¿sabes? no debiste reaccionar así ─reclamó el menor cuando se sentaron.

─Me vale una mierda, solo yo puedo tocarte ─respondió metiendo un pedazo de deliciosa carne a su boca. Gimió gustoso al sentir el buen sabor de la comida─. Joder, es muy bueno.

Namjoon asintió, bebiendo del jugo─. Ahora debes disculparte, mi amor, porque él es el chef.

─Carajo.

¡Gracias por leer! 💜🍃