excéntrico
Epílogo
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Vamos a ignorar el hecho de que esto se publicó solo. Aún asi ojalá puedan sorprenderse con lo que he escrito. Me tomo muchísimo tiempo. Una disculpa por eso.
Ahora sí, última parte. Espero la disfruten mucho. No puedo creer que llegamos a este punto, todo esto es por y para ustedes.
Gracias por todo. 🤍
Ahora, pequeño spoiler. Esto es realmente aburrido, solo H siendo doméstico porque me encanta ese concepto.
(Además, está recién salidito. Errores los edito después)
Son 19,800 palabras para que disfruten mucho.
¡A leer!
———— e x c é n t r i c o ————
Septiembre, 2028
Miren. A Halle realmente le gusta su vida. Es solo que, bueno, a veces es difícil. ¿Esta bien?
Su familia es diferente.
Y sumamente grande.
No la malentiendan, ella ama mucho a sus hermanos y ama mucho más a sus padres. Solo que...
— ¡Halle! ¡Halle! ¡Halle! — escucha gritar a una pequeña voz. Entonces sabe que es inevitable. Ella pondrá la sábana sobre su cabeza solo para pretender estar dormida un poco más pero es en vano. Porque a los gritos sigue el sonido de la puerta ser abierta y luego tiene a una pequeña figura batallando por ser subida a su cama.
Ella no puede resistir por mucho. No cuando tiene una manita golpeando insistente en su pie. Así que finalmente se sienta, revelando su rostro con el largo cabello castaño revuelto y sonríe.
¿Cómo no hacerlo?
Cuando tiene una personita pequeña mirando suplicante por dormir con un poco de compañía.
— Sabía que yo estabas despierta. Siempre lo estás. — dice cuando alza las manos, pidiendo ser levantada. Halle debe inclinarse y ayudarla a escalar sobre su cama. Le pesa un poco hacerlo, pero finalmente ambas caen sobre la cama. Su hermana se ríe y en el proceso contagia a Halle también. Debe abrazar a la bebé y presionarla contra ella, solo para amortiguar el ruido, ella no quiere despertar a Leigh.
— Yo sabia — corrige ella, a Lucían no parece importarle. Por el contrario lleva su gran mata de cabellos rizados y esponjados hasta el cuello de Halle, en un intento de encajar y buscar un poco mas de calor. La textura le hace cosquillas.
Halle mira por encima de la sabana, conteniendo una risita. Ella en serio no quiere despertarla, es una suerte que cuando voltea a verla solo puede encontrar un mechón de su largo cabello colándose por debajo del fuerte que cobijas y cojines.
— ¿Qué pasa, Lu? — pregunta a su hermanita. No importa cuanto lo intente, la pequeña niña no puede esconder sus ojitos brillosos por el llanto.— Hoy es mas temprano que otros días.
— Soñé feíto, H. No me gusta dormir solita. — ella hipa con sus labios en un puchero. Ella se parece mucho a mamá, Halle piensa. Con los rizos esponjados, labios gruesos y grandes ojos; en realidad todos su hermanos se parecen mucho a su mamá, solo su hermana y ella parecen ser replicas de su papá y esta bien, es solo que Halle a veces desearía tener rizos tan bonitos como los demás. De alguna manera, todos tienen ojos azules y nariz de botón. Ella debe sonar los moquitos que el llanto de su hermana genera — Todos-todos tienen un amigo especial, todos yo no.
— ¿Amigos especiales?
— ¡Iguales! — ella explica con obviedad, demasiado molesta por tener que clarificar algo tan sencillo a su hermana mayor. — Son Le y tu y Da y Mi. Yo no.
— Oh, pero Alexis tampoco tiene un gemelo, bebe. Y tiene su propia habitación.
— Alexis no me deja jugar con tus juguetes. Y tus paredes son de feo color. — Ella se abraza mas, Halle se encarga de arropar a ambas. — Además el no se despierta si voy yo a visitarlo. Tu solo, tu solo. — ella llora un poco mas, Halle acaricia sus mejillas sonrojadas intentando arrullarla. — Ni siquiera mamá. No me quiere mas.
— No, Lu. Mama te ama muchísimo, nos ama mucho a todos.
— No porque ahora tiene a mono.
¿Mono? Clifford se convirtió en abuelo hace poco y habían adoptado nuevos cachorros. Pero a ninguno le pusieron mono.
— No se despierta si abro la puerta, pero pensé que pude subir a la cama. Pero estaba mono ocupando el lugar. Primero me quitaron mi leche y ahora los abrazos nocturnos de mamá. No me gusta mono
Ohh
— Bebe, Morgan y Noah son muy pequeñitos. Necesitan a mamá por las noches.
— ¡Pero ellos son amigos especiales! Yo estoy solita, mamá debería ser mi amiga especial. Yo soy pequeñita también.
Halle sabe que esa es una batalla que no puede ganar. Sabe que Lucían debe hablar con su mamá... todos han pasado por esa sensación y sabe que mamá y solo mamá puede resolverlo. Es solo que los mellizos nacieron hace casi un año y nadie se había percatado de lo mal que Lu se sentía; ella incluso estaba más emocionada que cualquier otro.
— Esta bien, esta bien. — ella opta decir. — No tienes que estar solita esta noche.
Entonces juntas tararean una de las canciones de sus papás, al menos hasta que Lucían se queda dormida.
Cuando despierta de nuevo, todo es bastante cómodo y disfruta mucho de las cobijas calientes y el pequeño cuerpo acurrucado junto a ella hasta que ve la hora de su celular.
Es tarde.
— ¡Mierda! — ella cae de la cama en un intento demasiado brusco de salir de ellas, las sábanas aún enredadas en sus piernas — ¡Leigh, despierta! ¡Leigh!
— Uhm, mucho ruido — ella se levanta con su cabello revuelto en múltiples direcciones, un ojo todavía cerrado — Son vacaciones, H.
— ¡Que se acaban hoy! Nos quedamos dormidas, no se dónde está mamá — ella se levanta, con sus manos aplana su cabello y camina aún en tropezones dados por la bruma del sueño hasta la puerta — Por favor ayúdame con Lucían, está en mi cama.
Entonces Halle sale y su pánico aumenta al notar toda la casa en silencio.
Ellos tienen una rutina muy marcada, sus mañanas son ruidosas, siempre, sin falta. Especialmente la mañana de un nuevo inicio de curso.
Al correr por el pasillo principal, toca con violencia la puerta de sus hermanas. — ¡Es tarde, vistan a Alex! — y entonces corre hasta la puerta del fondo, bajando el ritmo de sus pasos mientras se acerca y abre la puerta con cuidado.
Mamá nunca se queda dormido.
Entra de puntillas no deseando ser inoportuna, y puede ver a los mellizos dormitar perfectamente protegidos por una circunferencia de almohadas. No ve su mamá por ningún lado. Camina por su habitación en silencio, hasta que se acerca a la puerta del baño.
— ¿Mami? — ella toca la puerta.
Puede escucharlo jadear en sopresa. Y el sonido seco de algunas cosas cayendo.
— Un momento, por favor. — Escucha un par de ruidos más, y entonces sale su mamá. Halle frunce su seño: acaba de sorber su nariz y tiene los ojos hinchados; no puede evitar pensar en que luce exactamente igual que Lucían anoche, el rostro después de un llanto. Su mamá es alguien bastante alto, es solo que ahí envuelto en lo que sabe es la bata de baño de su papá, Halle piensa, que le gustaría hacerse pequeño. — ¿Qué sucede, bebe?
— Mami... — ella se acerca y le da un fuerte abrazo. Aun es pequeña, solo puede abrazarse a su cintura y llegar con su altura hasta su pecho, no puede envolverlo como lo hizo anoche con su hermanita pero espera que al menos se sienta parecido. — ¿estas bien?
— Si bebé, lo estoy. — el la abraza de vuelta acariciando su cabello
— Pero estabas llorando. — puede notar como Harry se tensa un poco en el abrazo.
— Yo solo... extraño a tu papá, es todo. Hace mucho no estábamos separados por tanto tiempo. Lamento que tengas que verme así, yo creí que tendría tiempo suficiente para refrescarme. ¿Qué es lo que sucede, amor?
— Mami — ella se separa, realmente desearía no perturbar a su mamá si ya se encuentra triste. Y sabe que lo que esta por decir va a hacerlo. Toma un respiro y entonces lo suelta — Son las 8:15
— ¿Qué? No, no puede ser — el camino hasta su mesilla de noche en busca de su celular. — Solo estuve unos pocos minutos-¡oh, mierda! ¡es tarde!
Harry corre por toda la habitación, comenzando a sacar ropa y buscando la forma de ordenar su mente para hacer encajar el tiempo. El tiene que asegurarse que todos sus hijos estén vestidos, tiene que peinarlos, tiene que cambiar los pañales de Morgan, Noah y Lucían, tiene que preparar el desayuno y ordenar sus loncheras. Y los mellizos no se no han tenido su primer leche del día-- Joder.
El necesita ayuda, de lo contrario no van a lograrlo, no van a llegar a tiempo. Esto suele ser un trabajo de dos.
— Bebé, no puedo peinarlas hoy. ¿pueden, ugh-odio tanto esto, pueden por favor cepillar el cabello de sus hermanitos? — el esta intentando vestir a los mellizos sin despertarlos. Cambiando los pañales con extrema delicadeza.
— Leigh esta ayudando a Lucían, y le dije a Darcy y Mitch que ayudaran con Alex.
Harry sonríe, un peso parece liberarse de sus hombros. Abrocha el mameluco de Noah y entonces camina hasta su hija mayor. El besa su frente y vuelve a acariciar su cabello.
Se toma solo un segundo para admirarla, lo mucho que ha crecido y como cada día se parece más a Lou. Tan hermosa. No sabe en que momento creció tanto. — Gracias bebé, eres un ángel. Enseguida bajo a hacer su desayuno. Que Lu venga a mi habitación, necesito cambiar su pañal de niña grande.
— Si, mami. — Halle se acerca a la puerta para salir de la habitación de sus padres, ella en serio tiene que vestirse ahora. Es solo que no puede evitarlo. Corre hasta estrellarse contra el cuerpo de Harry y lo abraza por detrás, empujándolo un poco contra la cama. Ella restriega su mejilla en la suave textura de la bata y le gusta mucho porque huele al gel de baño de su papá y a la crema de su mamá. Entonces aprieta a Harry en un gran abrazo y sale tan rápido como entro.
Sin decir nada, Harry lucha por contener una sonrisa.
La castaña hace el mismo recorrido de vuelta, pasa por la habitación de las gemelas: Darcy y Mitch. Puede ver a Darcy con dos trenzas que apenas pueden contener su abundante cabello rizado y con su uniforme puesto, mientras lucha por poner un listón en el cabello igual de frondoso de Mitch.
Mitch termina el tren que ha formado mientras cepilla con cuidado el cabello de Alexis, su hermano de cuatro años. Ella usa mucha crema para peinar, moldeando rizo por rizo, pues ciertamente con el cabello heredado de su madre pasar un cepillo en seco parece ser la receta del caos. Y Alex ha crecido para ser demasiado vanidoso como para permitirlo.
— Okay chico grande, casi terminamos aquí. — Mitch dice, tiene la lengua presionando contra su labio en un gesto que le recuerda mucho a su papá.
— ¿Tienes todo tu uniforme, Alex? — es Darcy quien pregunta.
— Mhm — el dice mientras guarda uno de sus cochecitos dentro del bolsillo de su chaleco. Halle piensa que tiene una especie de alma vieja, con medias altas, pañuelo en el saco diminuto y zapatos de señor.
Ella toca superficialmente la puerta. —¿Todo bien aquí?
— ¡H! ¿Que estas-? ¡Tienes que vestirte como ahora mismo! — Mitch le dice.
— ¡Lo sé, lo sé!
Entonces regresa, corriendo descalza a su propia habitación. Leigh ya está vestida también con el mismo uniforme que el resto de sus hermanos, se ha peinado con una coleta baja que tiene un par de mechones sueltos y justo está terminando de pasar la blusa por la cabeza de Lucían.
— ¿Necesitas ayuda aquí? — ella.
— ¡Halle, porque no te has vestido!
— Dios, dame un descanso — ella mira al techo, saca sin cuidado su pijama jalando su propio cabello en el proceso. — ¡Estoy en ello, L!
Se desliza en su uniforme por rapidez. Un par de shorts azul marino que llegan hasta sus rodillas, una camisa blanca cuyo cuello deja desordenado a propósito, un chaleco tejido color tinto que ha modificado pegando algunos parches (que definitivamente van contra el código de vestimenta), saco y calcetines del mismo color. No le da tiempo de usar sus zapatos con cintas así que solo brinca hasta entrar en sus sneakers y ya que está siendo una completa falta al protocolo de vestimenta, decide que la corbata de rombos azules y tintos queda mejor sin amarrar.
— Listo — ella hace una dramática reverencia para su hermana justo cuando ella termina de poner un broche en el cabello de Lucian. Leigh solo la mira con sus grandes ojos abiertos, esa mirada que dice «dios, eres un desastre» que a Halle tanto le encanta recibir.
— ¿Abrochas sus zapatos en lo que me peino correctamente?
— Claro. — Halle extiende su mano — Vamos Lu. ¿Que zapatos te apetece usar hoy? ¿Que hay de los tenis rosados? — Lucían no responde, aún demasiado dormida para lo temprano que es. Halle debe apoyarla sobre su cadera para cargarla hasta su habitación y ponerle sus zapatos.
El puchero de sus labios y la forma en la que talla su ojo son distracción suficiente para que no se de cuenta que después de vestirse es llevaba hasta la habitación de su mamá-- esa que paso toda la noche evitando.
Cuando la deja sobre la cama, Halle mira a su mamá cambiar el pañal de su hermana por más tiempo del que debería. Ella cree... En realidad no sabe. ¿Debería? Tal vez, ella cree que debería decirle sobre como Lucían se siente sobre los mellizos. Es solo que no encuentra la manera.
¿Podría lastimar a su mamá? ¿Podría lastimar a su hermana? Muerde su mejilla hasta que duele. Y sale de la habitación nuevamente sin decir una palabra.
Es tarde. Se preocupara por eso después. En la habitación, con tres bebés dormidos, Harry lo hace funcionar.
A Halle le gusta su vida, es solo que... Bueno, ella es una hermana mayor.
Una hermana mayor de siete.
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Para sorpresa de todos, incluso de si mismo. Harry hace la mañana funcionar perfectamente. Con un poco de caos de por medio.
Pero lo hace tan bien que parece una especie de talento mágico. Casi pueden imaginar cómo si mamá fuera una de esas brujas buenas que vieron en el cine hace unos días, con las cosas levitando a su alrededor y brillos saliendo de sus dedos. ¡Cómo un hada!
A estas alturas de su maternidad Harry es un experto en el porteo con fular. Tiene a sus mellizos colgados en el pecho, frente a frente uno a cada lado. Y a su otra bebé colgando de su espalda. Los tres dormitan perfectamente en contacto con el calor de su madre. Y aunque es consciente de lo extraño y masivo que luce con tres bebés colgando de el, a él le gusta bastante. Es tan natural con ello que se vuelve inconsciente, acostumbrado ya al regocijo de cargar con el peso de sus hijos.
También tiene musica sonando en la cocina, mientras la hilera de sus cinco hijos restantes desayuna. Después de Halle y Leigh, (aún siendo padres primerizos -porque para ser honestos un año de experiencia mucho no es) cuando Darcy y Mitch nacieron, en todo su proceso de aprender a criar cuatro bebés al mismo tiempo, ellos terminaron por asignar un color a todas y comprar un montón de esos platos segmentados para hacerle más fácil el proceso a todos.
Cada uno de sus hijos tiene sus propias cosas, iguales pero diferente color. Porque vamos, con ocho niños la repartición equitativa es un gran asunto.
Todos comen platicando cientos de cosas al mismo tiempo. Se cuentan entre ellos y a Harry también, luchando por ver quién obtiene la atención de mamá primero. Hay tanto ruido en la cocina que tiene la firma Tomlinson por todos lados. Harry, siendo tan bueno como es, se las arregla para responder a todos mientras prepara con apuro cada una de sus loncheras.
— Quiero que de terminen sus batidos hasta el fondo ¿Si? — A sus hijos no les gustan los licuados, pero es la única forma de conseguir que coman sus verduras. En eso salieron a Louis.
Pese a ello, responden en coro. — Si mami.
A Harry no le gusta darles la espalda mientras platican. Pero es tarde, es el primer día de escuela y está solo. Así que tendrá que ser. Se mueve en tiempo record decorando cada cosa y metiéndola en cada pequeña lonchera. Porque por supuesto, el se ha convertido en esa mamá que absolutamente adora hacer lonches con figuras especiales y tiene cientos de utensilios adorables para cada cosa. El incluso a veces graba videos de como hace los almuerzos para sus bebés, y a veces, solo a veces llega a publicarlos.
Justo cuando terminan de desayunar y los almuerzos están preparados Harry tiene el tiempo contado, pero aún así junta a sus pares de gemelas y a Alexis en la puerta. Cada uno sostiene su letrero del grado al que van a entrar para sacar la foto de cada año. Esta vez Alexis se suma a la fotografía listo para entrar al preescolar.
— ¡Sonrían para enviársela a papá! — Harry dice. Viendo a través de la pantalla, el adora con todo su ser como sus hijos reflejan en una sola fotografía algunos de los rasgos de su personalidad. Aún si todos portan el mismo uniforme.
Halle ha salido haciendo caras, y se ve tan desaliñada que de hecho, tiene mucho estilo. Leigh por otro lado posa como la buena niña que es en una sonrisa que solo puede ser definida como delicada y la quietud brota de cada parte de ella aún en la pose de una fotografía, Harry piensa que a veces se mueve como la animación de uno de los cuentos que tanto le gustan. Darcy es demasiado femenina, casi rozando lo extravagante -justo como mamá. Su uniforme tiene listones de colores por todos lados, en su mochila, su cabello y colgando de las mangas (porque ella vio uno de los trajes de tour de su mamá y quiso replicarlo) y posa con sus manos enmarcando su rostro solo para mostrar la sonrisa chimuela y el brillo en sus labios. Mitch, quién es la única en no tener alguna modificación en su uniforme -no parches como Halle, no diademas coquetas como Leigh, y no listones como Darcy- sonríe apoyándose en su gemela con su cabello suelto y frondoso, es solo que ella es una niña tan activa y caótica que sus short y su saco tienen agujeros que ella se niega a tapar, «recuerdos de aventuras» los llama en realidad, ella incluso luce bastante orgullosa los dos raspones que tienen sus rodillas y el curita que ha renovado en su mejilla. Y finalmente y al centro de las cuatro niñas, Alexis luce como un pequeño adulto. Siempre tan serio, con un coche en mano y postura un poco tensa, una pose que imita a un emperador que ha visto en pintura.
El sonido de la captura de la fotografía es inmediato, y sus hijos son tan bonitos que no debe tomar dos intentos. — ¡Listo, vamos, vamos, vamos! — Harry tiene a su lado una gran pila de mochilas y loncheras. A la distancia desbloquea los seguros de su Range Rover de edición especial que muy amablemente la compañía mando a hacer en tamaño super familiar. — ¡Al auto, no se olviden de abrochar sus cinturones!
— ¡Mamá, si mamá! — ellos gritan a coro imitando una pose militar. Harry se carcajea mientras extiende a cada uno su mochila y lonchera. Un beso en la frente y corre a obtener su lugar ya establecido en el auto.
Harry solo debe poner a sus bebés en los asientos ya montados. Y sus hijas mayores le ayudan a ajustar los cinturones. Así que en realidad es un trabajo en equipo llegar a tiempo a su colegio, solo justo antes de que el último coche del carrusel sea atendido.
Una de sus maestras se acerca a recibirlos. Esta es una de las favoritas de Harry, con tantos años ya en el colegio nadie podría culparlo por adquirir algunas preferencias. La señorita Robin tiene ojos amables y un tacto suave, es bastante alta pero siempre se pone de cuclillas para hablar con los niños. Además adorna su cabello cobrizo con cualquiera que sea el tema de la semana hoy lleva una gran diadema que dicen "bienvenidos". Además, siempre le sonríe a Harry y sacude el cabello de todos sus hijas con cariño. Ella en serio ama a sus niñas.
— ¡Señor Tomlinson! — ella saluda con su enorme sonrisa en cuando Harry baja la ventanilla. — Me da gusto verlo, hace un tiempo que no estaba por aquí. ¡Me dijo su esposo que tuvo gemelos! ¡Felicidades!
— Muchas gracias Robin. Fueron mellizos, un niño y una niña. Casi cumplen un año.
La mujer se pone de puntillas para mirar dentro del auto y observar a los bebés durmientes. Entonces nota los diez pares de ojos que la observan con emoción — ¡Ahí están mis niñas favoritas! Y puedo ver qué alguien más se suma a nuestro equipo hoy.
— ¡Hola señorita Robin! — responden sus gemelas. Harry puede sentir sus oídos aturdirse. Ellas ni siquiera están gritando, solo tienen unos buenos pulmones Tomlinson.
Alex la mira apenas un segundo antes de abrazarse a su cochecito. — Buen día. — es todo lo que dice.
— Dios, amo a esta familia — ella susurra saliendo de la ventana en la que estaba apoyándose. —Vamos niñas, nos cierran la puerta.
— Lamento mucho llegar tarde hoy, nos quedamos dormidos.
— Tonterias, no se preocupe. No hay forma de que mis niñas favoritas se queden sin entrar. ¡Vamos, vamos! — Harry desbloquea el seguro para niños y entonces otra maestra puede conducirlas a todos a la entrada. Ella extiende su mano para ayudarlas a bajar con cuidado. — Vamos, caballero.
Alex no se mueve de su lugar. Es su primer día en preescolar.
— Mami...
Con tan solo escuchar el tono Harry sabe lo que sucede.
— Oh, bebé — Harry empieza a sentir las lágrimas en sus ojos. Este momento siempre le rompe el corazón, el es...bueno, muy apegado a sus pequeños retoños. Louis siempre dice que el es culpable de que sus hijos tengan mamitis pero a él sencillamente no le importa.
— No quiero ir, quiero seguir contigo.
— Ven aquí, vamos, ven a mi regazo — Alex entonces desabrocha su cinturón, sale de su asiento de niño grande y brinca con agilidad hasta llegar a su madre. Harry lo abraza con fuerza y besa repetidamente su rostro mientras acomoda un rizo suelto — Se que es difícil bebé, se que no te gustan los cambios, pero podemos hacerlo de poco a poco ¿Si? Podemos entrar y estar un poco tiempo. Si no te gusta entonces le dices a alguien que me llame, vendré por ti y lo intentaremos de nuevo mañana. Tus hermanas están solo a unos salones de distancia, siempre puedes apoyarte en ellas. ¿Estás de acuerdo, cariño?
— ¿Puedes entrar conmigo, mami?
— ¡Por supuesto! — Robin responde. Tiene una sonrisa que Harry no entiende del todo, pero el la mira en agradecimiento. Sabe que en realidad los padres no deberían entrar con los niños.
— Solo debo estacionarme y tomar a mis bebés ¿esta bien?
— Si, si, sin problema. Sabe que preescolar entra media hora después que el resto de nuestros chicos. Tenemos tiempo. — Harry asiente, antes de pedirle a Alex que regrese a su lugar. Toma poco orillarse por completo a la acera y bajarse. No ha podido desayunar y salió tan rápido que apenas le dio tiempo de vestirse. Y ellos están en un distrito escolar bastante privado y tiene contratos que Louis arreglo con todos los medios importantes para no divulgar los rostros de sus bebés, aún así se hecha una goma de mascar a la boca, pasa una mano entre sus rizos desordenados y se pone lentes de sol antes de bajar.
— De acuerdo, cariño, dame un momento y soy todo tuyo ¿Si? Debo asegurar a tus hermanitos. — Alex asiente sin mirarlo realmente.
Así en una rutina que su cuerpo reconoce sin siquiera intentar baja de la cajuela su carrito doble. Desbloquea el seguro para montarlo con rapidez, todos estos años de práctica le han dado la agilidad de lograrlo con una sola mano. Entonces abre la puerta del lado de la acera y con cuidado de aún no despertarlos cambia el cuerpo de sus mellizos desde su silla para auto hasta la carriola.
El falla irremediablemente en el segundo intento. Noah, su pequeña niña, ha comenzado a llorar.
— Shh, shh. — el arrulla pegándola a su pecho. Se mece de un lado a otro para que el ritmo de sus movimientos la alivie un poco — Está bien bebé, lamento despertarte, se que aún es temprano. — el susurra, acariciando su cabecita. — Vuelve a dormir.
— Ma...Mami — ella llora un poco más. Harry no puede arrullarla, el interminable ciclo de despertar, comer, cambiar pañal y dormir otra vez ha comenzado. Su bebé tiene hambre. Ahora.
— Está bien mi amor, entiendo, entiendo. — el busca desesperado el chupón dentro de la pañalera. El no quiere engañarla así pero no puede arriesgarse a que despierte a Morgan ni a Lucían en este momento. — Te daré de comer, lo prometo — el ofrece su chupón tres veces antes de que sea aceptado — Solo deja que mamá se acomode.
Noah frunce su ceño chupando casi con violencia la mamila de plástico. Rompe su corazón observar los ojitos azules llenos de lágrimas sabiendo que tiene exactamente lo que necesita sin tener manera de dárselo.
Ellos nunca habían pasado un inicio de clases separados. Y ohdios, Harry está llorando a mitad de la calle. El toma una larga respiración.
Esta bien, está bien. El puede con esto.
Solo está siendo una mañana particularmente sensible.
Agradecido de los lentes oscuros que cubren sus ojos rojos e hinchados, cambia sus planes originales y toma su fular para portear nuevamente a su bebé. Esta vez la acomoda ergonomicamente para que pueda mamar de su pecho mientras camina con Alex por la escuela. Esta bien, esto va a funcionar.
Morgan sigue dormido y solo debe mover a Lucían al carrito también. Entrará con Alex al kinder hasta que se sienta seguro y entonces podrá volver a casa para darle de comer a sus bebés sin sentirse mal por ello.
El tiene esto.
Es solo que Noah, sabiendo lo que la nueva posición implica y llevada por lo único que conoce, se emociona. Apenas se siente lo suficientemente asegurada ella escupe su chupón y cae al piso. La niña no pierde tiempo intentando alzar la camisa de su madre, pero le cuesta encontrar su punto de anclaje así que solo deja a Harry con el pezón al aire.
Esta bien. En este momento no puede reprenderla por escupir su chupón ni alzar su camisa sin preguntar. Aunque no está bien y son actitudes que han corregido con todos sus bebés, lo hará cuando vuelva suceder. Esta estresado, siente el tiempo encima y ella es solo una bebé con hambre. No gana nada con una reprienda. Nadie lo hace. Así que simplemente lo deja ser.
Toma a Lucían mientras Noah babea y muerde alrededor su pectoral, jugando con la piel suave alrededor. La asegura en el cochecito y se encarga de que estén cómodos con cobijas y almohadas. Entonces y solo entonces acaricia el rostro de Noah para llamar su atención.
Ellos —Noah y Morgan— pese a ser mellizos y haber nacido en sacos diferentes, podrían sencillamente pasar como gemelos. Tienen los mismos ojos que el resto de sus hijos grandes como los de el pero de color azul. A excepción por su nariz de botón, el resto de sus facciones son demasiado como las de Harry. Es solo que Noah es más bien castaña y Morgan es rubio. Sonrie solo con verla.
— Noah, no jugamos con mamá si vamos a comer — el corrige sus manos curiosas Y direcciona su pezón hasta la boca de su hija. Inmediatamente el llanto cesa y Harry puede sentir el alivio llegando hasta el. Toma su cobija para cubrirse y finalmente sonríe hacia Alex. — ¿Estás listo, cariño? Gracias por ser tan paciente.
— Está bien mami. — Alex toma su mano, y permite ser ayudado al bajar por su mamá.
— Lamento mucho no poder haberte vestido hoy. Se que el primer día es especial, y lo habíamos planeado juntos.
— Está bien mami — el vuelve decir. Harry siente su estómago encogerse: no debería ser su hijo quien lo consuele. El hace una nota mental sobre compensar esto después. — Mitch me vistió. Ella es mi favorita después de ti, pero no sé lo digas a papá. Le gusta ser el primero.
Harry contiene su risa. Puede sentir a Noah comiendo de el bajo la cobija. Toma la mano de Alex y con la cierra la puerta de su camioneta, y pone los seguros para empujar la carriola.
— Bueno pues luces muy guapo. ¿Cómo estás, te sientes cómodo?
— No me gusta la tela del saco. Cala en mi cuello. Pero puedo pasar mis manos por el chaleco. Es suave.
— Está bien, puedes quitarte el saco para los eventos no formales. Le pondré un fondo a la tela para que no te pique. ¿Estaría bien eso?
— Mhm. — El juega con su cochecito incluso al caminar — ¿Sabías que el limpia parabrisas se inventó hasta 1903?
— ¿1903? Woah — responde con genuina emoción. — ¿Y quién lo invento?
— Mary Anderson. Ella era estudo... Estadoumi...
— ¿Estadounidense?
— ¡Si! De Tennessee
— Eso es increíble. ¿Crees que puedas aprender algo más sobre autos en la escuela? Tal vez tengan uno de esos libros que estás empezando a leer.
— Revisaré. — Harry da un apretón a su pequeña mano. Es un poco gracioso porque el debe caminar algo reclinado y su bebé debe mantener la mano alzada, pero funciona.
— Lamento tardar — Harry dice al llegar. Este es un día con muchas disculpas. Intenta no pensar en eso. — Mi bebé — el señala a su hija colgando de el — Le dio hambre.
— Está bien, señor Tomlinson. No hay problema. — Ella se pone de cuclillas solo para observar a sus niños. — Usted hace los niños más hermosos que he visto-oh yo dije eso en voz alta ¿no es cierto? — un rubor cubre sus mejillas. — Está pequeña de aquí nos acompañara el año que viene ¿No es cierto?
— Así es. Una vez que superemos la parte de aprender a ir al baño.
Entonces ella se voltea hacia Alex.
— ¿Estás listo? Podemos dar una una vuelta por las instalaciones para que sepas dónde está todo, y te dejare elegir tu lugar primero. — Alex asiente, pero también se esconde detrás de la pierna de Harry.
— Vamos, amor. ¿Quieres caminar o quieres que te alce?
— ¿No soy muy grande?
— ¡Tonterías! Nunca se es demasiado grande para los abrazos de mamá. Solo ten cuidado con tu hermanita, está despierta aquí abajo. — Alex sonríe por primera vez en el día y alza sus manitas para ser levantado. Harry se las arregla para cargarlo del otro lado. — Eso es. Agárrate bien.
— ¿Esta ella comiendo?
— Lo está. Tiene un estómago grande.
— Pero es pequeñita.
— Bueno, es una expresión para hablar de su apetito. Me refiero a que come mucho.
— Oh. ¿Te lastima?
— Ella muerde algunas veces. Sobre todo desde que sus dientes empezaron a salir. Pero no lástima demasiado.
El pierde el interés en ese momento. Pero está bien, ya han entrado a las instalaciones y Robin se encarga de señalar cada detalle de cada pequeña cosa. Eso parece tranquilizar a su hijo. Entonces conocen su aula y el queda maravillado con un de los juguetes en ella. Ellos no pueden separarlo de la mesa.
— ¿Te quieres quedar, Alex? — el asiente maravillado con como las figuras embonan entre si. — Está bien, escucha cariño, vas a tener muchos compañeros. Intenta ser amable con ellos pero sobre todo contigo mismo. Esta bien no ser como el resto. — se acerca y susurra para el — nadie en esta familia lo es.
Alexis no responde pero sabe que lo escucha.
— Está bien amor. Diviértete mucho. Llámame si me necesitas, estaré aquí en un segu... Estaré aquí tan rápido como pueda.
Harry besa su frente, y sale del aula con un sentimiento agridulce en el corazón: sus bebés están creciendo.
— Lo cuidare bien — Robin promete.
— Lo se, has cuidado bien a todas mis niñas.
— ¿Ocho niños verdad? — ella lo mira cargar a sus bebés. Harry no necesita observarla para saber la expresión que está en su rostro, es la expresión que recibe de todos.
Fue cuando Alex nació que los medios comenzaron hablar de que tal vez cinco niños era demasiado. Cuando su cuarto embarazo se anunció (sexto bebé) comenzó a ser señalado cómo alguien un poco... Excéntrico.
Harry realmente cree que las personas no deberían de opinar sobre cuerpos ajenos. Mucho menos sobre sus derechos reproductivos.
Sus hijos son deseados, están bien cuidados y llenos de amor. El y su esposo tienen los medios, la estabilidad y el tiempo para dar. Comparten el deseo de una familia grande y los atienden bien. Sus hijos están sanos. No entiende cuál es el problema aquí.
De cualquier manera, Noah ha soltado su pezón. Harry acomoda su camisa resignando al pequeño goteo que lo mancha y mueve su fular para poder hacerla eructar.
Robin además, no pregunta desde el morbo. Harry confía en ella.
— Eso es... Tenemos una tendencia a los embarazos múltiples.
— Sus niños son los más felices que he tenido el placer de enseñar. Han marcado mi vida. Estoy feliz de recibir este año a Alex.
— Gracias por quererlos tanto. — Harry sonríe y ambos simplemente observan a su hija, como mueve sus manitas mientras el rizado se balancea dando palmaditas en su espalda.
— No es mi intención ser invasiva, ¿Alex es... tiene algún tipo de neurodivergencia?
— Lo tiene. El es autista. Recibimos el diagnostico hace poco, intentamos llevar las cosas a su ritmo, aprender del como vive las cosas para adaptarnos a el en lugar de que el se adapte a nosotros, y que crezca en un espacio seguro. Realmente me gustaría que la escuela pudiese ser de la misma manera para él.
— Hare mi mejor parte. Me asegurare de que este bien aquí. — Finalmente, Noah eructa y comienza a caer dormida de nuevo. Harry la acomoda para que este cerca de sus latidos y pueda arrullarse. Sabe que es cuestión de unos pocos minutos antes de que sus otros dos bebés despierten también. — Lo prometo, Señor Tomlinson. ¿Y el otro Señor Tomlinson?
— Por favor, solo Harry. Mi esposo esta de viaje por trabajo, la temporada de premios esta cerca. Estamos actualmente representando a más de 20 artistas, así que esta haciendo sus jugadas para conseguir algunas nominaciones.
—¿Para ustedes también?
— Para nosotros también. Veremos que noticias depara.— entonces se quedan en silencio, el debería de irse pero aun hay una idea presionando al fondo de su mente. — ¿Tienes familia, Robin?
— Oh, no.. No realmente. Pero si amo a los niños, soy feliz en mi trabajo.
— ¿Te gustan las mujeres?
— ¡Señor Tomlinson!
—¡Lo siento, lo siento! Fui muy directo. — Se miran unos segundos antes de estallar en risas. — Tengo una amiga. Es más bien mi doctora pero también una amiga. Esta soltera, es muy inteligente, hermosa. Ella es alemana, su nombre es Ellie. No dejo de pensar que serian increíbles juntas, pero estuvo totalmente fuera de lugar, mi error. Lo siento.
— Así que, usted es mamá de ocho niños, actor, cantante internacionalmente reconocido, modelo, CEO de su propia marca, y CEO de un sello discográfico. Y ¿aun así, puede funcionar como celestina?
— Oh, tengo muchos talentos. — entonces ríen de nuevo. — Debo irme, estos pequeños no tardan en despertar y eso seria un caos estando aquí. Muchas gracias por dejarme acompañar a Alex. Nos vemos a la salida, señorita Robin.
Harry da una ultima mirada a su hijo. Y toma la carriola para empezar a empujarla hacia la salida.
— ¡Señor Harry! — el se detiene solo para mirar hacia atrás. — Me gustaría conocer a la Doctora Ellie.
El sonríe. Lo sabia.
— Me encargare.
Entonces regresa a casa.
_________________________________________
Para cuando esta cerca de entrar, sus tres bebés estan muy despiertos y Harry se encuentra manteniendo una animada conversación con ellos. Estos días Lucían es de sus compañías favoritas.
— ¿Y que quieres desayunar, amor? Podemos hacer los pancakes con la figura que quieras, ¿que tal un dinosaurio?
—Quiero yo estrellas y dinosaurios.
— Estrellas y dinosaurios, será. ¿Comeremos fruta juntos?
— ¡Cocteles!
— Cócteles será. Incluso podemos ver una película con Morgan y Noah hasta que sea hora de ir por tus hermanas.
— Oh, si. mono también puede venir.
— Son dos pequeñas personas. Morgan y Noah.
— Mono.
— Bueno, trabajaremos en ello.
Estar en casa se siente como un respiro. Apenas se estaciona puede empezar a saborearlo. Se baja emocionado de poder darse un baño, aliviar su rostro hinchado y finalmente tomar una siesta o comer un poco, o ambas. Mientras baja a su bebés, tiene las llaves del auto y la casa equilibrándose con su celular, apenas pudo enviar la fotografía que tomo en la mañana.
Hazza
📸Imagen
¡Primer dia de clases! Nos quedamos dormidos :(
Pero mandan saludos a papá
Te extrañan
Yo también :(
9:30 am
Lou <3
Mierda, lo siento bebé. La diferencia horaria me tiene mal. Debí haberte llamado.
Odio tanto no estar ahí, mis bebés hermosos. Los amo mucho.
Te amo mucho.
¿Estaban emocionados? ¿Cómo esta Alex?
¿Cómo estan todas? ¿Los mellizos te dejaron dormir? Enviame una foto de mis bebés, no he visto sus feos rostros en como... seis horas.
También te extraño, amor. Cada vez falta menos.
9:31 am
Hazz
¿Estas en casa?
9:32 am
Lou <3
Llegando
9:32 am
Videollamada a Lou<3
Abre la puerta de su casa mientras sostiene el teléfono contra su mejilla. Suena tres veces.
— Papá, ¿quieren hablar con papá?
— ¿Papá? — Harry se sienta en el sillón, deja el celular frente a los cojines y acomoda con cuidado a Lucían junto a el, se inclina para poder a los mellizos en su silla mecedora.
—papapa — dicen ellos.
— Si, papá, vamos a marcarle ¿si?
— Ahora eso es una buena vista
— ¡Louis! — Harry se ríe antes de quitar la vista de su trasero.
— ¡Papi! —grita Lucían
—¡Hija! — Louis iguala su energía.
—¿Dónde estas? Te extraño.
— Oh, bebe. Te extraño también —Harry se sienta para poner a Lu sobre sus piernas y sostener frente a ambos el teléfono. — ¿Te estas portando bien? ¿No le das problemas a tu madre?
—Nono, tu no. Soy buena y grande. ¿Donde estas yo? — Ella pregunta de nuevo.
—¿Donde estas tu? — el corrige. — En Los Angeles, ¿lo recuerdas bebe? Es en Estados Unidos. El otro lugar de trabajo de papá y mamá
— ¿Puedo ir?
— No, es muy aburrido. Pero en tu siguiente cumpleaños vendremos a visitar los parques ¿si? Hay castillos y juegos, como los que vimos hace poco en nuestras vacaciones.
— Te extraño — dice de nuevo.
— Yo tambien Lu. Pronto volveré a casa.
— Mamá, popo.
— Oh, vamos, vamos. Dame un momento, Lou. Solo, okay —Harry poner el celular frente a las sillitas, asi Louis puede ver a sus otros bebés en lo que regresan. —Quedate ahi.
Toma a Lucían de la mano y juntos caminan al baño más cercano. Ella se sube la banquito sola e incluso se baja los pantalones por cuenta propia para sentarse en el baño entrenador. — Eso, vas muy bien. Ten cuidado al sentarte.
— Mami, se fue. Espantamos al popo.
— Esta bien, eso a veces pasa. ¿Quieres bajar o esperar un rato?
— Esperare. Al hacer pipi o popo, aqui te sentaras porque al baño tu iras... — ella empieza a cantar.
—Esta bien amor, estoy aqui a un lado. Llamame cuando estes lista.
Asi Harry regresa a la sala solo para encontrarse a Lou hablando y haciendo muecas para llamar la atención de sus bebés. — Papá los extraña, los extraña tanto. Si, si lo hago. Mira, ¿puedes hacer esto? — ellos se rien, la risa de bebe llega hasta sus oidos — ¿que hay de esto? Papá tiene una cara graciosa ¿No es así? Esta bien. Es parte del paquete, es mi función número ocho como su papá. — ellos ríen otra vez. — ¿Puedes adivinar cuál es la función número uno?
Harry interviene al azar el celular y así puede verlo finalmente. Louis ha dejado crecer su barba estos días, y luce cansado. Pero está apoyado de lado en la cama de su casa en L.A. y no lleva camisa, puede ver sus tatuajes luciendo tan bellos como siempre. Dios. Este es su esposo, este ser tan guapo que es padre de sus hijos. De sus ocho bebés. Que hace muecas a través de una pantalla y es suyo totalmente.
— Yo quiero saber cuál es — responde.
— Hey bonito — Louis sonríe. — Amarlos a todos ustedes, ¿Que más va a ser? La número dos es cuidarlos como papá oso.
— Dios- te extraño tanto
— Solo tres días más Hazz. Lo prometo. Ya casi termino.
— Detesto volver a la regla de las dos semanas.
— Yo también, odio dejarte. Prometimos que haríamos esto juntos, y llevas dos semanas estando solo con los niños. Lo odio completamente.
— Está bien. No te sientas culpable. He puesto en pausa todas las entrevistas y eventos fuera, estoy trabajando desde casa. Y no puedo mentir y decir que no es pesado porque vamos-mira a nuestros preciosos hijos. Ellos son un desastre andante. Pero está bien, sabes que que me gusta poder ser ama de casa de vez en cuando. Me da... Ideas para componer.
— Aún así, somos un equipo.
— No es como si estuvieras de vacaciones, señor CEO de Producciones Tomlinson. Tu haces el trabajo pesado estando en la mesa con los grandes tiburones.
— Hey, yo soy grande
— Ahora estamos hablando. — se ríen. — el punto es, cariño, estamos bien. Las niñas personalizaron sus uniformes antes de entrar, estaban muy emocionadas por eso. Pude acompañar a Alex a conocer las instalaciones antes de entrar así que se quedó tranquilo. Ahora, está pequeñita de aquí se despertó antes y tiene el total apetito de su padre. ¿Sabes que hizo? ¡Me desvistió en la calle! Tuve que estar unos sólidos cinco minutos con la teta al aire, porque ella ni siquiera pudo engancharse a mí pezón. Enfrente del colegio de los niños. Oh-no .... No te rías. ¡Louis! — es tarde. Louis está apretando sin éxito una carcajada entre sus labios. Consecuentemente, Harry ríe también.
— Lo siento amor, pero hablando en serio, ¿cómo estás?
— Cansado. Pero todo está en orden. Somos tan privilegiados que tenemos quien nos ayude con la limpieza de la casa. Tenemos que darle un aumento al equipo. Hace tres días Mitch y Halle simplemente cavaron un agujero en el jardín. Estaban cazando tesoros.
— ¿En tus flores?
— No, gracias al cielo. Pero tuvieron que replantar todo el pasto en la zona. Obviamente las puse a ayudarles al equipo, deben saber que no porque no sean ellas quien limpia las cosas significa que pueden hacer un desastre. Pero amo su imaginación así que al final pusimos un letrero de aquí yace su gran tesoro. Tengo la ligera impresión de que hecho, enterraron algo. Lo descubriremos si alguno de los cachorros intenta cavar.
Harry finalmente se quita los lentes de sol. Y una sonrisa se dibuja de forma permanente en su rostro como cada vez que habla con Louis.
— ¿Harry has estado llorando, bebé?
— Oh — Harry toca su propio rostro. Había olvidado lo hinchado que estaba — Primer día de kinder, siempre me lástima.
— Mamá oso.
— ¿Más como mamá pulpo? No tengo suficientes extremidades para estos niños.
— Nos superan en número, amor. Es un trabajo duro. Apuesto que dejarlo ahí removió algo en ti. Siempre lo hace. Apenas crecen nuestros niños quieres otro más. Amas los bebés y lo mucho que dependen de ti.
— Amo a tus bebés.
— Nuestros.
— Nuestros bebés.
— ¡Mamá, termine!
— Oh, el deber llama. Ve a dormir amor. Ya me contarás cómo te fue cuando regreses.
— Hey, ¡luces precioso! — dice antes de colgar.
— ¿Hinchado, sin dormir, y con leche en la camisa?
— Perfecto, como dije. Te amo. Solo tres días.
— Yo también. — lanza un beso a la pantalla — Solo tres días. — repite antes de colgar.
Entonces la llamada termina. Harry limpia a Lucían y alcanza a preparar pancakes antes de que Morgan pida de comer también. Es para el mediodía cuando los mellizos están tomando una siesta calentitos, limpios y seguros en la cuna de la sala, que Lucían y Harry pueden ver una película. Ella incluso se acomoda entre sus brazos.
Harry también puede disfrutar por primera vez en el día una comida caliente. Con una cabellera rizada y esponjada apoyada sobre su estómago y caricaturas en el fondo.
— En realidad no debemos de comer en la sala. Pero mamá está cansado así que haremos una excepción ¿Si, Lu?
— Está bien mami. No se lo diré a tus hermanas. — cada bocado se siente como el cielo aún si lo que está mordiendo es la cabeza de un T-Rex. El se ha vuelto un experto en la cocina. — ¿Mami?
— ¿Si, cariño?
— ¿Soy grande?
— Estás creciendo. Pero eres mi bebé, siempre serás mi bebé. ¿Cuántos años tienes, puedes mostrarme? — ella levanta dos de sus deditos. Harry debe tomar su mano y alzar uno más. — Acabas de cumplir uno más. Tienes tres. El siguiente año en esta fecha acompañarás a Alex a la escuela.
— ¿Y tendré amigos?
— ¡Tantos como quieras!
— Entonces ¿ya no puedo dormir contigo?
— ¿Estás teniendo problemas para dormir solita amor? — Lucían, casi con temor, asiente.
— Halle me cuida.
Oh. Eso no lo sabía. No es... Mierda. Eso no es algo que Halle deba hacer. Una idea más a lo que ha sido el peso sobre su pecho todo el día, se suma. Sabe que hacen todo lo que pueden lo mejor que pueden dar, es solo que es inevitable pensar algunos días que no es suficiente. Que el falla como su mamá.
Es una inseguridad que los años no han podido borrar.
— ¿Que es lo que no te gusta, Lu?
— Es grande. Oscuro. Y solito. Me da miedo.
— Te diré que vamos a hacer. Tu y yo vamos a entrar hoy en la noche y ver qué es lo que te está asustando. Así lo quitaremos. También compraremos una luz de noche para ti. Puedes escoger la forma y el color que gustes. Todos tienen su propio cuarto, debes aprender a estar ahí pero eso no significa que no podamos hacer pijamadas en lo que hacemos tu transición. ¿Cómo suena eso?
— Me gusta mami. Lo hace.
— Y si algo te asusta, siempre puedes buscarme amor. Soy tu mamá, no hay horario para eso. Y así podremos enfrentar tus miedos juntos.
— Mami. ¿Yo todavía puedo tomar leche?
— ¿Leche? Acabas de tomar un vaso
— Pero esa no me gusta. Quiero de la tuya. ¿Puedo? ¿Soy muy creciendo? — Harry debe contener un puchero en sus propios labios, y la abraza a él, comenzando a acariciar los bucles de su cabello.
— Tu puedes tomar de mi leche tanto como lo quieras, amor. Es solo que tengo a tus hermanitos y ellos solo pueden comer poquitas cosas y mi leche. Tu puedes comer muchas cosas y mi leche. ¿Sabes lo que eso significa?
— ¿Que debo dejar que ellos coman primero?
— Mm, que inteligente eres. Si. ¿Esta bien?
— Si, mami. Puedo yo hacer eso. Mono come primero. Pero mono está dormido. ¿Puedo comer ahora?
— Si bebé. Déjame acomodarme. — Harry debe tantear cuál pecho tiene más. Entonces piensa que es una suerte, con tantos bebés y la constante estimulación, que su producción de leche sea suficiente para todos ellos. Morgan come menos que Noah. Así que puede tomar el lado izquierdo — Ven amor, toma de este lado.
Lucian, siendo un poco más grande consciente de sus propios actos, succiona con mucho cuidado de no lastimar a su mamá. Ellos se abrazan hasta que la película termina, y eventualmente, Lu se duerme también.
Entonces Harry puede, finalmente, bañarse. Siente un alivio tremendo una vez que sus bebés se encargaron de la congestión mamaria, aunque las mordidas de Noah lo irritaron un poco. Acuesta a todos sus bebés y observa con el monitor hasta que el se duerme también.
Ni siquiera se percata en qué momento inicia su siesta.
Más tarde, despierta no por alarma, no por el monitor, ni por el llanto de sus bebés. Hay alguien timbrando. Adormilado, se pone encima un short de Louis y su propia bata de baño —ni siquiera le dio tiempo de vestirse después de su ducha. Revisa a sus bebés antes de bajar.
Aún así, revisa sobre las pantallas de seguridad antes de abrir la puerta. El, bueno, realmente nunca superó por completo el incidente con Jeffrey. Y estando en el mismo medio permanece como un medio latente, siempre, la seguridad de sus hijos.
Se sorprende cuando al que ve saludando a la cámara es Joshua.
El cierra por completo su bata antes de abrir.
— ¡Señor Harry! — el saluda. — ¿Estaba dormido? Lamento despertarlo.
— ¿Joshua? ¿Que sucede?
— Teníamos una junta, hace una hora. Sobre mi nuevo álbum. No llego al estudio, solo pasaba a ver si estaba bien. — Mierda. ¿Que hora es?
— Lo siento Joshua. Mi esposo no está, estoy un poco más concentrado en los niños que en cualquier otra cosa. Me olvide por completo, creí que mi secretaria había cambiado todos mis pendientes para atenderlos en línea está semana. Lo lamento.
— Está bien, señor H.
— Es solo — el mira su reloj. Son casi las dos de la tarde, sus hijos salen a las tres. El tiene que preparar la comida, y alimentar a los mellizos antes de salir. — Es solo ver el setlist y diseñar la campaña de marketing, ¿no es así?
— Si
— Puedes pasar, podemos hacerlo ahora. Solo que tendrá que ser fuera la oficina, tengo deberes aquí.
— Está bien, señor H. — entonces Joshua mira a su bata de baño y entonces su rostro se pinta de rojo. — ¿Puedo ayudarle en algo?
— ¿Sabes picar verduras? — pregunta aunque es una broma.
— Puedo hacer eso. — responde en complicidad. Rien y Harry hace su cuerpo a un lado para dejarle pasar.
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Así que finalmente es hora de receso.
No es que a Halle no le guste la escuela, es solo que tiene demasiada energía y no puede estar sentada todo el tiempo.
Ella obtiene muchos avisos por eso.
— Ugh, al fin. Me muero de hambre. — Halle dice. — ¿Que crees que mamá haya hecho hoy? Uh, ¿Leigh? ¿Estas bien?
—¡Si! — tiene las mejillas rojas. Ellas se parecen tanto a su papá que su piel es bronceada, con un tenue rastro de pecas y el rubor se nota fácilmente. — ¡Me tengo que ir!
— Okaaay. ¡Hey, Nancy! ¿Como estuvieron tus vacaciones? — Y aunque ama mucho a su hermana, ellas tienen grupos separados de amigos.
— ¡Halle! Me da tanto gusto verte. Hace mucho que no te veía
— Si bueno, con mi papás fuimos todos a un crucero de Disney. Fue divertido, pero me mareé muchísimo.
— Eso es tan cool — entonces llegan sus otros amigos y todos se sientan en el patio para comer. Ellos hablarán sobre sus vacaciones y entonces mostraran sus lonches para compartir un poco entre todos.
Ella está tan emocionada, está es su parte favorita. Su lonchera es azul, así como el resto de sus cosas. Es el color que sus padres asignaron para ella desde el momento que nació para identificarla de Leigh, quien usa el color verde.
Pero tiene brillos así que le gusta. Cuando la abre encuentra un sándwich en forma de osito. Tiene también fresas y uvas cortadas en forma de corazón y decoradas con palillitos de osos azules. Bolitas de yogur en un envase más pequeño en forma de oso. Y pretzels de la misma figura en grandes cantidades. Son los pretzels los que tienen la nota del día.
«se que te gusta compartir, con amor, mamá oso 🐻 - H»
Su botella de agua es la misma forma y tiene un poco de agua de fresa que su mamá preparo en la mañana. Ella ama tanto los desayunos temáticos que Harry prepara, incluso si van tarde.
— Dios H, tu mamá es el mejor. — Nancy dice al observar la lonchera de su amiga. Sin dudar un segundo comienza a ofrecer las galletas saladas.
— El mejor, mejor mejor de todos — ella dice con una sonrisa.
— Yo confirmo eso. Además es taaaan bonito. Lo vimos el otro día en un anuncio de cine. Casi quise llevarlo conmigo a casa.
— ¡Hey, Nico! — Halle muerde con violencia una uva, entonces amenaza con la punta redondeada a su amigo — No hables de mi mamá de esa manera. Es mío.
Bueno, y tal vez un poco de su papá también.
Y de sus hermanos y hermanas.
Pero nadie más.
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Okay. Esta bien. Leigh puede con esto. Ella es una niña grande. Tiene ocho años y está en cuarto grado ahora.
En cuanto suena el timbre ella corre al baño. Su largo cabello rubio suelto no la convence, y termina por trenzarlo mejor. Acomoda con cuidado su diadema de perlas en su cabeza, y muerde sus labios para darle un poco de color. ¡Oh! Su mamá le compro un brillo de sandía. No tiene color pero huele rico.
Ajusta su uniforme, revisa que no tenga ni una sola arruga. Pone sus medias azules a la misma distancia y ata sus cintas solo por si acaso.
— Tienes esto, L.
Ella toma una larga respiración, y sonríe.
Camina por el pasillo, para encontrarse debajo de las escaleras, justo como su nota dice.
La presiona fuerte contra su pecho. Esta emocionada.
— Leigh — ella sonríe, aún no se atreve a darse la vuelta — Ahí estás. Te extrañe todo el verano.
— ¿Recibiste mis cartas? Yo se que tenemos celulares ahora. Pero mi papá... Bueno, dice que si quieres a alguien tienes que hacer un 110% Me enseñó a enviarlas y sellarlas con cera.
— Lo hice. Me gustaron. Parecen sacadas de un cuento, como esos que leímos el año pasado, los de princesas.
Siente su rostro caliente pero no puede contener la sonrisa. Entonces encuentra la valentía de dar la vuelta.
— ¿Tu crees que podríamos ser princesas juntas? — pregunta y es solo en ese momento que observa a Juno.
Ella luce tan bonita, con su largo cabello negro en dos coletas bajas y la piel morena que siempre luce tan brillante. Leigh no puede dejar de observar sus grandes ojos grises.
Juno extiende su mano. Entrelazan sus dedos juntas. Leigh puede sentir todo dentro de ella cosquillear.
— Eso me gustaría mucho. Mira yo, traje una flor para ti.
— ¿Para mí?
— La cultive yo solita. Para una princesa. Tu. — Juno usa su mano libre y acomoda la flor justo en medio de su trenza. Y entonces sucede tan rápido que apenas puede contarlo, pero la sensación permanece por debajo de su piel.
Juno besa a Leigh.
Sus labios se rozan y sostienen sus manos más fuerte. Solo un segundo.
— ¡Me tengo que ir! — pero antes de correr, Juno da un beso en su mejilla. Leigh puede verla correr por el pasillo, sus coletas volando en contra del viento.
Ella tiene que sentarse, teme que su corazón reviente.
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— ¡Mitch, Mitch! — Darcy llega corriendo a la biblioteca.
— ¡Shhh!
— Oh, ¡tu shh! — ella llega a la mesa de su hermana. Ellas son un poco como opuestos también, aunque en realidad, le gusta más la idea de un espejo. Darcy es extrovertida, pero tiene una energía limitada. Mitch por otro lado puede ser un revoltijo en todos lados, tal vez por eso opta por ser más neutral, más tímida. Su meta de este año es mantenerse alejada de los problemas: tuvo más citatorios que Halle el año pasado y le causo a sus padres un dolor de cabeza.
Por eso se ha auto recluido en la biblioteca este día. Ella es un imán para problemas (como papá) ella intentara ser más como mamá esta vez. Es solo que no puede concentrarse en el estúpido libro. Oh, ella tiene que hacer una nota mental de no repetir esa palabra en casa.
— En serio estoy tratando aquí — se voltea con molestia para mirar a su hermana. Todo se disipa en el momento en que la observa. Sus listones estan mallugados y su cabello tiene los rizos por todos lados. — ¿Que sucedió?
— Oh, ¿esto? — ella peina con rapidez su propio cabello. — Nada, no fue nada. Yo hable de más como siempre, sabes que eso suele molestar a los chicos mayores. Solo no puedo evitarlo. Soy buena corriendo, ellos nunca me atrapan. Pero dijeron algo que no entendí, así que naturalmente, eres mi primer persona a consultar.
— A ver, dispara.
— ¿Qué es maricon?
— ¿Qué? ¿Quién dijo eso?
— Fue Billy, el de séptimo. Pero es que yo estaba hablando sobre como mamá, nuestra mamá es super mejor que el resto de los papás aquí. Porque vamos, lo es. — ella sacude su cabello con total naturalidad, como si estuviese contando un chisme de reviste en lugar de como escapo de un chico cinco años más grande. Empieza a trenzarse de nuevo, esta vez añadiendo listones de colores. — Y yo se que mamá dice que no debemos presumir sobre lo que tenemos, pero no fue sobre eso solo sobre como es el ser más dulce que existe. Y el es super cool. Tal vez sone engreída ahora que lo pienso, me disculpare más adelante. Pero entonces llego Billy, este chico que me molesta desde el verano pasado...
— ¿Alguien te está molestando?
—... y empezó a decir muchas cosas super groseras sobre papá, y luego dijo que el y mamá eran... eso.
— Bueno es algo muy grosero por decir sobre alguien. Es... significa...
Ella no puede explicarlo. Un ruido más fuerte termina por llamar su atención.
— ¡Vamoooos!
— Oh no, no, no. Darcy noooo — pero ella toma su mano, y la jala para correr hasta el patio.
— ¡Ahhhhhh! ¡Sueltame, sueltame!
Risas en todo el patio. Su cabello esta atrapado. No importa cuanto arañe o cuanto grite, no puede safarse.
— ¡Miren eso! ¡La princesita da pelea! — canturrea uno de los chicos. Leigh no sabe quien es, ella esta llorando. — Por favor, sueltame
La jalan más fuerte, sometiéndola.
— Oh, que pasa. ¿ya no eres tan valiente como cuando estabas con tu noviecita? ¿Por qué no les decimos a todos lo que estabas haciendo? ¿Uh?
El chico jala su cabello al punto de exhibir su rostro. Una multitud de gente a su alrededor. Ella no puede mirar. Cierra sus ojos y baja su cabeza, es en vano. La obligan a mirar de nuevo.
—¿Por qué no les decimos a todos lo pervertida que eres, eh? — Hay coros de voces, emocionados de secundar lo que el chico más grande dice. — ¿Las cosas sucias que haces?
— Ugh, abran paso. ¡abran paso! Que me dejen pasar, ¡maldita sea! — Halle grita. No, no, no que se vaya, Leigh piensa. Entonces empuja a dos chicas mayores que se estan riendo, y casi cae de rostro contra el patio. — ¿Leigh? ¿Qué pasa?
— Esa es tu hermana, ¿no es asi? ¿ella sabe tu secretito? Hay que decirles a todos. — susurra contra su oido, se siente caliente, ella no quiere esto. — ¡Hay que decirles a todos como lo depravado se hereda! Esa es la jodida razón por la que gente como ustedes no deberían de existir, contaminan todo a su alrededor.
— ¡Suéltala, la estas lastimando! — Halle grita, la sangre calentando sus venas. El chico tuerce más su brazo. Leigh llora y tiene el cabello sobre su rostro, rogando por que mantenga la boca cerrada.
Halle no sabe que es lo que la tiene tan asustada. Tampoco sabe que hacer.
— Dile, dile como estabas cambiando saliva con otra niña. ¡Dile a todos como eres una asquerosa bollera que se esconde atrás de las escaleras! — entonces voltea a la multitud como si se tratase de algún tipo de show — ¡Leigh Tomlinson es una marimacha!
— ¡Leigh Tomlinson es una marimacha! ¡Leigh Tomlinson es una marimacha! — comienzan a corear.
— Igual de maricona, que los jotos de sus padres. Oh, lo siento, mi error, ¿cómo le gusta que le llamen al puto ese?¿tu mami? Que asco lo abnormal que eres. Ni siquiera deberías de estar aquí.
—¡Ahhh! ¡Callate!
Pasa muy rápido. Halle no lo piensa, el chico casi le dobla el tamaño. Solo puede sentir la adrenalina acumularse, se deshace su saco y entonces usa todo de si y la fuerza que el tomar vuelo provoca para taclear a ese chico. Leigh cae al suelo y entonces Halle esta en cuclillas sobre su torso, golpeando con todo lo que tiene. Sus pequeños puños no cubren por completo el rostro del chico.
—No hables sobre mi hermana — golpea otra vez — No hable sobre mis padres. — uno más — No hables sobre mi familia. — Eso — golpea — No —otro — Es — entonces uno a su nariz. —¡amable!
Halle no puede ver, su vista se siente nublada. Es alzada por detrás y entonces esta en el piso, no puede contar las patadas que recibe.
— ¡No, no, no! Ese idiota es Billy, ¡Mitch, haz algo! — Darcy corre a sostener a Leigh, ella la abraza pero L no deja de llorar. —¡Haz algo! ¡Nancy llama a alguien! ¡cualquiera!
— ¡Joder, joder! ¡Yo iba tan bien! ¡Yo iba tan bien! — lloriquea un poco. Se quita su saco antes de correr sobre uno de los chicos que somete a su hermana. Brinca sobre su espalda y se abraza a su cuello para ahogarlo hasta caer. — ¡Deja de ser un idiota! ¿Por qué molestas niñas pequeñas? ¿Porque dices cosas tan feas?
El chico tose hasta ponerse morado.
Eso permite que Halle se levante del piso, limpia la nariz de su sangre antes de lanzarse sobre el otro chico. Sin pausa.
Sabe que debe de tener una mirada de locos en el rostro; con el uniforme lleno de tierra y la sangre escurriendo entre la tela..
Halle intercambia una mirada con Mitch, apenas un segundo. Sabe que ellas tienen esto.
Ella golpea el rostro de un chico más, y puede escuchar como Mitch cae al piso cuando el chico que somete deja de respirar. Apenas se queja antes de lanzarse con uno más, los anillos en sus manos se marcan en la piel de los otros. Son todo gritos, golpes y muchos tirones de cabello que no sabe de dónde llegan hasta que alguien más interviene.
Entonces todo es lento, nuboso. Puede que se haya golpeado en la cabeza pues lo siguiente que sabe es que esta sentada en la oficina de la nueva directora mirando las heridas en sus nudillos. Mitch esta a su lado, y tiene el labio reventado.
Mierda.
Halle esta tan jodida.
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— Esto es tan bueno, esto es tan bueno. Usted es un genio, señor H. Este setlist es una excelente combinación, salvo mi vida. Nunca me habría decidido por algo así y aun si es autentico a lo que quería transmitir. Su oído musical es algo de otro mundo, ahora entiendo porque dirige usted todas las decisiones creativas. — Harry solo se rie mientras conduce. Había sido la junta más inusual de todas, haciendo la comida para nueve, alimentando a otros dos. En pijama con el que fue su primer cliente de todos, preparando su cuarto álbum para ser lanzado en unos pocos meses.
Harry no puede creer lo lejos que han llegado.
— Bueno, que estén cómodos nuestros artistas es básicamente la filosofía de la empresa. Tengo mucha fe en ese feat con Conan. Hazme el favor de enviarlo al equipo de marketing para que inicien a preparar todo.
— Oh, es mi favorito. Señor H... ¿Cómo lo hace?
— Día a día, Joshua, solo eso.
— Es decir, es impresionante... con todos sus hijos. — Harry alza una ceja y se toma un momento para darle una mirada fría.
—¿Dices que mi maternidad es un impedimento para trabajar?
— ¡No, me exprese mal! Yo solo... — Joshua deja de mirarlo— lo admiro mucho. Siempre lo he hecho.
—Oh — sonríe— Yo solo estoy enamorado de cada parte de mi día. Incluso las que nos son tan glamorosas, y tengo hijos muy buenos. — Es en esa conversación que ellos recogen a Alex primero. La señorita Robin lo lleva hasta la puerta del auto con una sonrisa que indica como todo salió bien. Harry guiña un ojo solo para hacerle saber que no ha olvidado su conversación de la mañana. — Son lo más lindo del mundo...
— ¿Quién es este?
— Se dice hola, cariño.
—Hola mami, te extrañe. ¿Quién es este?
— Yo también te extrañe bebe. ¿Te gusto estar con la maestra Robin? Este es Joshua, es del trabajo de papá y mamá, es uno de nuestros principales artistas. Estábamos trabajando y la escuela esta cerca de su casa, podremos acercarlo a ella.
— Hola Alex — Joshua saluda.
— Hola este. Si me gusto, ¿puedo dormir y contarte sobre la escuela más tarde? estoy cansadito.
— Si, sabes que si. Abrocha bien tu cinturón, cariño. ¿Quieres tu biberón? Tal vez te arrulle.
— Si, por favor. — Harry debe rebuscar un poco entre la pañalera que carga antes de pasársela a Joshua. Se estira sobre al asiento para ofrecérsela a su bebe. Lucían batalla por mantenerse despierta y se aferra a un pequeño peluche entre sus brazos. Morgan y Noah estan profundamente dormidos.
— ¿Es de tu leche, mamá? — las mejillas de Harry se pintan un poco de rosa antes de hablar. No tiene que avergonzarse por su lactancia estado enfrente de otras personas, no tiene que avergonzarse por su lactancia estado enfrente de otras personas. Se repite.
—Si cariño. Se que te gusta.— responde con una sonrisa.
— Gracias mami. — Alex inmediatamente lleva el vasito a su boca, juega con sus pies intentando arrullarse a si mismo. Harry sonríe y lanza un besito hacia el sabiendo que es cuestión de poco para que caiga dormido también.
— Ahora solo recogemos a mis niñas y te llevare a casa, apenas llegue Louis podremos ir al estudio de grabación a dar con los detalles finales. Deberá ser rápido, primer día, siempre salen antes. — Harry dobla en la esquina — Y mis niñas son tan buenas, que las extraño apenas estan lejos. ¿Sabías que el año pasado obtuvieron un diploma por la participación más destacada en clase? Son tan inteligentes, son tan buenas — repite, entrando al carrusel de padres de familia. El está muy orgulloso de sus hijas. Joshua pregunta algo más y el responde mientras avanzan. Sonríe en cuanto ve a sus niñas a lo lejos y saluda con una sonrisa que muestra todos sus dientes y su par de hoyuelos.
Solo hay dos de ellas. Su gesto desaparece poco a poco.
Leigh camina con la mirada clavada en el suelo mientras Darcy se abraza de ella. Una maestra que no conoce las acompaña de cerca.
— Mierda. Mierda. Mierda. — Puede sentir el corazón en su garganta. Sin dudarlo, Harry desabrocha su cinturón y apaga el auto. Lanza las llaves hasta Joshua —Lo siento, ¿puedes estacionarte? Algo esta mal. ¿Puedes cuidar a mis bebés? Ellos no despertaran en un rato.
— ¿Harry?
—Mierda. Lo siento, solo ¿por favor? —Su cuerpo se mueve más rápido de lo que puede pensar, sabe que Joshua asiente pero el ya está corriendo hasta sus niñas, puede ver por el rabillo del ojo como Joshua se brinca de asiento, pero no importa. Apenas llega Leigh se lanza hasta el, Harry no duda en alzarla y esconder sus cabeza en su cuello. La aprieta fuerte contra el y no sabe si es para consolarla o para apaciguar el miedo que hace latir rápido a su corazón. Darcy se abraza a su torso, ellas lloran contra su piel. — ¿Qué paso? —su voz tiembla.
Ellas no encuentran su voz.
— Esta bien, esta bien. Mami esta aquí. Sea lo que sea, estará bien, lo prometo. — el se traga el nudo en su garganta. — ¿Qué paso? —pregunta esta vez hacia la maestra con voz firme.
— Señor Tomlinson, debe acompañarnos. — Harry asiente, bajando a su hija.
— Esta bien, bebés, ¿voltean enfrente? Ahí esta Joshua con sus hermanos. ¿Recuerdan a Joshua? — ellas asienten —Necesito que vayan con el. ¿Pueden esperarme ahí?
— Si mami. — Entonces Harry baja a Leigh. Se encarga de besar las cabecitas de ambas y abrazarlas más fuertes antes de dejarlas ir. No quiere soltarlas.
— Está bien, están bien. Mami tiene esto — el promete sin dudar un momento de ellas. Las mira cruzar la calle con seguridad y subir en silencio al auto con Joshua.
Mira calle abajo de la escuela. Sabe que su equipo de seguridad lo sigue de cerca, siempre lo hace. No importa si es exagerado ni si asusta al resto de los padres aquí, el saca su celular y escribe un corto texto indicando que por favor vigilen de más de cerca a sus hijos. Solo entonces Harry mira a la maestra.
— Hubo un incidente. — explica la docente en cuanto están solos. — No estoy enterada de los sucesos pero la directora tiene retinadas a dos de sus hijas. Ella hablara con usted.
Harry asiente sin comprender que sucedió, a la espera de todos los posibles escenarios que pasan por su mente. Cada uno de ellos ajustándolo más que el anterior.
Pasa las manos por su pantalón. Sus manos están sudando y sus dedos tiemblan. Ya no solo pasa las manos sobre al tela, retuerce sus dedos en ella intentando aliviar la horrible sensación de sentir su estómago en un nudo.
Ese pasillo nunca se había sentido tan largo. Y mientras es escoltado, puede ver cómo tres chicos, que parecen de diferentes grados, grados más altos, caminan con la cabeza gacha y sangre en sus rostros. Harry los mira, alzando una ceja. Los chicos huyen de su mirada.
— De este lado, por favor.
Ellos giran sobre lo que sabe es el pasillo que da la oficina de la directora, y hay algo que luce diferente, mira a su alrededor intentando descifrarlo y es ahí cuando en los banquillos fuera de la oficina ve a sus hijas.
Casi suspira en alivio, pero entonces ve sus rostros. Halle tiene coloraciones violáceas siendo el principio de un hematoma cerca de su ojo, y de su labio también, ella sostiene un papel lleno de sangre en su nariz. Mitch mira hacia ella preocupada, tiene raspones en el rostro y su labio empieza a ponerse morado.
Su cuerpo reacciona antes de que su mente lo comprenda por completo. Corre hasta ellas completamente preocupado, un enojo que pocas veces ha experimentado que subyace al miedo de que alguien ha lastimado a sus bebés.
— ¡Hijas!
— ¡Mamá! — ellas se congelan en su asiento, no-no pensaron bien esto. Su mamá no es alguien que suela enojarse, pero a veces, solo a veces tiene una mirada que refleja nada más que decepción. Tal vez no levantan la mirada porque tienen miedo de encontrar eso.
— ¿Que paso?¿Quien les hizo esto?¿Están bien?¿Que les duele?¿Que necesitan?¿Que puedo hacer? Mis bebés — Harry las abraza. Son demasiadas preguntas y ellas solo pueden llorar contra su piel. Halle se queja cuando Harry las presiona contra el.
— Lo siento, lo siento, lo siento — ellas lloran. — Por favor no te enojes mamá
— Señor Styles. Pase por favor — ordena una mujer. Harry aún no comprende que sucedió. No sabe porque sus niñas no están en la enfermería y tampoco sabe porque no fue llamado en cuánto sucedió.
— Estará bien — el promete. Besa sus frentes lastimadas e intenta que en sus ojos no haya más que amor. Una mirada que pueda calmarlas en lugar de asustarlas. — Tienes, tienes que sostenerlo así
El corrige a Halle que tiene la cabeza hacia atrás. Mueve con cuidado su cabeza reclinandola hacia adelante, un chorro más de sangre cae de ella. — Presiona suave aquí y respira por tu boca. Estará bien.
Se pone de pie y camina hasta donde la mujer le indica. El juega con su alianza en su dedo, intentando sentir a Louis cerca, calmarse con su idea.
— ¿Dónde está la Directora Harrington?
— Obtuvo una plaza en Liverpool. Ahora hay una nueva administración, soy la Directora Moore. Y debemos hablar del comportamiento de sus... hijas, Señor Styles. Tener está cantidad de problemas para el primer día es inusual, por lo que estaba revisando sus archivos y estoy sumamente preocupada.
Harry frunce su frente, pero sigue escuchando.
— Halle y Leigh estuvieron involucradas en una pelea con tres chicos de grados mayores — Harry jadea. — Ellas están bien, sin embargo son preocupantes los eventos que giran alrededor de ello. Ella se negaron a hablar sobre lo sucedido, y los chicos tienen heridas bastante graves. Uno quedó inconsciente porque Halle estrelló su cabeza contra el piso, y otro incluso tiene la visión alterada por un rasguño que Mitch provoco. Tengo entendido que fueron los chicos quienes comenzaron el conflicto pero la magnitud de esta violenta respuesta es de suma relevancia. Cómo dije revise sus papeles, tienen una cantidad exagerada de reportes en los últimos años, delirios incluso, que llegan a molestar a sus compañeros.
— ¿Disculpe? — ella mueve sus papeles.
— Tengo aquí que Leigh ha sido observada multiples veces teniendo comportamientos inadecuados con una compañera, tomando manos y dandose besos. — ¿Que Leigh que? Ella no lo deja terminar de pensar — Darcy no ha dejado de hablar en meses sobre como su madre es un superhéroe. — ella extiende un reporte escrito donde se transcribe la conversación en clase.
— Eso es mi culpa. Soy un actor, estoy trabajando para Marvel. Estamos grabando con mi personaje de Eros...a ellas les gusta verme con mi traje, a veces las llevo al set. Pero no veo como es que esto relacionado con- — ella lo interrumpe
— El problema es que sus hijas evidencian una serie de problemas bastante constantes. Y estamos muy preocupados por ... Lo que ven en casa, Señor Styles y-
Entonces es su turno de interrumpir.
— Es Tomlinson.
— ¿Que? Señor Styles estoy hablando de algo importante aquí...
— Y yo también — se reclina sobre el escritorio para ganar dominancia. — Es Tomlinson. Styles es solo un nombre artístico desde hace años. Y dado que en todos los papeles oficiales mi nombre figura como Harry Tomlinson solo me queda creer con certera que usted de hecho, tiene conocimiento de mi vida pública.
— Y creo que es un ejemplo completamente inapropiado para la comunidad familiar que está escuela posee. ¡Usted es un hombre excéntrico!
Harry se pone de pie, la silla golpea por el movimiento brusco. Y mierda no es su intención lucir agresivo pero está harto de escuchar esta mierda. Abre y cierra su boca sin poder creer lo que está sucediendo.
— Lo que yo veo es una persona sumamente intolerante que fue asignada a un rol que no tiene la capacidad de desempeñar. ¿Se está escuchando? Mis hijos llevan aquí siete años. Mi esposo y yo hemos estado en las mesas directivas todo este tiempo y nunca hubo un problema con el ambiente familiar ni la administración hasta este momento. No hay nada inapropiado ni en mi hogar ni con mis hijos más que lo usted se empeña en ver.
— ¡Señor Styles!
— ¡Es Tomlinson! — Harry da otro paso al frente — Y lo que estoy escuchando es que chicos mayores han estado molestando a mis hijas, y ellas se defendieron. No solo no me llamaron sino también las dejaron esperar con heridas y miedo en un lugar donde se supone tienen que estar seguras. En un lugar en el que pago cada quince días para que estén seguras. Usted no tiene derecho a hablar sobre mis hijas. ¡Son niñas! ¡Se supone que se descubran y tengan imaginación! Pero no se preocupe Directora Moore — dice con mofa — Mis hijas no serán una molestia más para usted, dado que no volverán a pisar está escuela. ¿Los chicos con heridas graves que las molestaron en primer lugar? Estaré feliz de hablar con sus padres.
Un paso más cerca. Invadiendo su espacio personal de manera que sencillamente podría provocar el miedo en ella, con la mirada que ahora poseen sus ojos y siendo tan alto como lo es.
— Y mis abogados estarán felices de hablar con usted. — pero todo lo que hace es meter la tarjeta de su equipo legal en el bolsillo del saco de la mujer.
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— ¿Te duele mucho? — Mitch pregunta al ver cómo Halle sostiene su estómago con dolor.
— Nah — ella responde, soplando el cabello de su rostro. La sangre ha dejado de caer de su nariz pero tiene el rostro manchado. Sus nudillos han comenzado a inflamarse. — Deberías de ver al otro.
— Oh, lo hice. Lucia terrible. Creo que rompiste su nariz diciéndole que no era amable... Eso fue increíble.
— La forma en la que brincaste e hiciste esa llave en su cuello. Ahora eso... Eso es lo impresionante. Creo que escuche el otro ya no podía ver.
— Bien. Ojalá se quede sin ojo, con las cosas horribles que estaba diciendo.
Entonces se rien, al menos hasta que a ambas el movimiento les genera más dolor.
— Gracias por cubrir mi espalda halla — Halle dice.
— Siempre, H. Lo sabes — se abrazan en un intento de contener el dolor juntas. — Papá estaría muy orgulloso de saber que sus lecciones de defensa y lucha funcionaron, aún si esperaba que no las usaramos.
— ¡Lo estaría! Se rien — entonces ambas miran a la ventana a prueba de sonido. Lo callado que su mamá se ve mientras habla con la nueva directora — Mamá por otro lado, no creo que esté tan feliz.
— ¿Que crees que le esté diciendo?
— No creo que quiera saberlo. Míralo. Tiene una cara horrible, creo que estamos en problemas.
Silencio mientras observan.
— ¿Tú sabías? — pregunta Mitch después de unos minutos. — ¿Sobre Leigh?
— No lo hacía... Ella estuvo actuando raro todas las vacaciones pero no... No lo hacía.
— ¿Porque dijeron esas cosas tan feas de mamá y papá? No.. no entiendo. ¿Que es diferente? ¿Porque nos... Odian tanto?
Halle sostiene más fuerte su abdomen intentando acomodarse para sentir menos dolor. No funciona.
— Alguien una vez me dijo que mamá no debería ser nuestra mamá. Que nosotras no deberíamos estar aquí, no es así como las cosas funcionan. Cómo que mamá se cambió físicamente para hacerlo...
— ¿Que? ¿Cómo los X-Men con los que trabaja?
— No lo sé Mitch. No lo entendí muy bien. Son cosas de adultos que no me interesan. Porque estamos aquí, es nuestra mamá. El y papá se quieren, y nos quieren a nosotros. ¿Si me preguntas? Eso es lo que importa. La gente es estúpida. Y no deberían decir esas cosas sobre ellos ni sobre Leigh
— Creo que es bueno, que alguien le guste. Yo todavía no sé quién me gusta o si alguien alguna vez lo hará.
— Está bien. Yo tampoco lo sé. Somos niñas.
— Pero todo mundo habla sobre eso
— ¿Verdaaad? Es como ¿en qué momento se volvió tan importante? Mamá de Nancy, quiero jugar, no hablar sobre si soy novia de alguien.
— Por eso me gusta más hablar con Alexis. Le gustan los autos y ya. — se ríe. — Espero que el haya tenido un buen día. ¿Sabes Halle?
— ¿Si, Mitch?
— Si lo que dicen sobre mamá es cierto, creo que en realidad habla sobre lo mucho que nos ama.
— Si. Yo también lo creo.
Su conversación se interrumpe cuando escuchan el sonido de algo caer y entonces ven a su mamá pararse y comenzar a gritar.
— Mierda, eso no se ve bien.
Entonces la puerta se azota, Harry sale con todo su rostro fruncido y la respiración agitada. — ¡Niñas, nos vamos!
El toma sus mochilas y las cuelga en su hombro, antes de tomar de cada lado a sus niñas y caminar con pisadas fuertes hacia la salida.
Ellas se miran sin comprender.
Sus piernas cortas corriendo para poder seguir el ritmo de un solo paso de su madre.
Es solo en el momento en que salen, pueden ver a Roger (el guardaespalda más grande de sus papás) custodiando la puerta. Hay una ambulancia en la calle y muchos papás alrededor. Harry lo ve y por un segundo se paraliza.
Mierda, mierda. Esto puede ser un desastre.
Sin poder contener más sus emociones, corre al cesto de basura más cercano y vacía su única comida del día. Siente casi dejar por completo su cabeza cada vez que vomita.
— Jesus, que día. — susurra para si apenas termina. Sabe que el resto de los padres también lo están viendo. Está bien, el puede con esto. Se repite. Toma su celular para marcar a Lily — Roger, por favor llama a mi equipo legal. Hazles saber lo que sucede.
— Enseguida Señor Tomlinson, ¿Debería llamar a su esposo también?
— ¿Harry? ¿Está todo en orden?
— No. ¿Puedes recibirnos? Estoy de camino al hospital.
— Si,si. Haré que los esperen en la entrada.
— Gracias. — cuelga. — No, yo llamaré a mi esposo. Está bien bebés, no quiero asustarlas pero estamos en medio de una situación complicada, hablaremos sobre todo un poco más tarde cuando estemos en un lugar más apropiado. Ahora, quiero que se sostengan de mi y no miren a la gente ¿está bien? Nada de esto es su culpa. ¿Pueden hacer eso, pueden ser valientes para mami?
Ellas asienten, y siendo escoltados por Roger llegan hasta el auto.
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Eventualmente, Harry tuvo que pedir ayuda. Roger llevo a Joshua hasta su casa una vez que llegaron al hospital. El chico no quería irse pero pese a tener buenas intenciones Harry tuvo que insistir.
Entonces llamo a Gemma y se llevó a sus hijos menores a casa de su madre. Ella lo abrazo fuerte y le dijo que todo estaría bien, que se encargaría de revisar que el equipo legal mantenga todo con discreción. Se llevó también la Tote bag que Harry usa como pañalera, con toda la carga de biberones que sus bebés usarán por el resto del día.
Lily ya había revisado a Halle y Mitch. Curo sus lesiones y se aseguro con múltiples pruebas de que no tuviesen lesiones internas. Solo tuvo que darle un punto a Mitch en su labio. Halle ahora tenía vendas en sus manos y una cantidad muy fuerte de analgésicos. Pero afortunadamente ninguna se había roto nada. Ellas siguen en revisión solo por si acaso.
Leigh no había podido dejar de llorar en toda la tarde. Y Harry poco a poco había conseguido las piezas para comprender lo que había sucedido, Darcy estaba ahí como el pequeño paracaídas emocional de todas.
— Lo siento mucho mamá, todo esto es mi culpa. — Harry la abraza para consolarla. Incluso la sube a sus piernas y la mece cómo cuando solo era una bebé. Ella también está lastimada pero parecen lesiones menores así que está esperando su turno para ser atendida.
— No lo es, bebé, no lo es — el promete — Lamento mucho que hayas tenido que pasar por eso mi amor, nosotros creímos que estaban seguras ahí. Lo siento, lo siento — el quiere llorar también. — No pasará de nuevo, lo prometo. Me encargaré de eso. — besa su rostro por todos lados — Y necesito saber que sabes que eres amada. Que nadie tiene derecho a hacer lo que te hicieron hoy, tienes derecho de sentirte cómoda a tu propio ritmo. Sacarte así enfrente de todos, no está bien. No es algo que deba ser un secreto, pero si es algo tuyo para decidir cómo y con quién compartir.
— ¿No estoy en problemas por besar a Juno? — ella llora más en su pecho.
— ¡No, no! Nunca bebé. — el la abraza más fuerte — Y crei que lo sabías, que en casa siempre puedes ser quien eres sin temor de nada. Lo siento, tuve que haberlo dicho más.
— No mami, yo sé. Solo tenía miedo... Por los demás. Ellos dicen cosas malas todo el tiempo. De ti, de papá y de mi..
— Lo sé bebé, lo se. No es justo pedirte ser valiente toda tu vida. Pero siempre estaré aquí para ti para acompañarte en eso. No tienes que hacerlo sola.
— Gracias mami — Harry limpia sus lagrimitas.
— Todo estará bien.
— Contigo me siento bien, mami. Solo aplastaron mi flor — sus labios se curvan hacia abajo en un llanto que emerge de nuevo.
— ¿Juno te la dió? Ese es un nombre muy bonito. No está bien lo que le pasó a tu flor pero ¿podemos juntar los pétalos de tu cabello y hacer una pintura con ellos? Así tu flor durará para siempre. — ella se abraza más fuerte a Harry, no queriendose despegar de el. Con el movimiento limitado ella asiente contra su piel — Tal vez puedas invitarla a jugar a casa uno de estos días. Creo que sí te gusta debe ser una niña preciosa.
— Gracias mami — Harry besa su frente.
Entonces Lily sale del consultorio y Darcy es la primera en ponerse de pie para abrazar a su gemela. — Gracias por hacer algo. — murmura solo para ellas.
Acto seguido y casi como un extraño espejo, Leigh baja de Harry solo para correr hasta Halle. Juntan sus manos como lo hacen desde el vientre y se abrazan también. Leigh llora un poco más en el hombro de su hermana
— Lamento que te lastimaras por mi culpa H. Yo soy mayor que tu, no deberías de cuidarme.
— ¡Hey! — Halle la abraza más fuerte — Solo son dos minutos. Eso no cuenta. Tu eres mi hermana, te cuido siempre.
— Estás dos señoritas estarán bien, solo necesitan un poco de reposo. Son de huesos fuertes — Lily informa — Ahora, Leigh. Es tu turno por favor.
— ¿Podemos entrar con ella, por favor? — es Darcy quien pregunta.
— Está bien, llamaré a su papá.
— Están bien conmigo — Lily asegura aunque no tiene que hacerlo. Entonces Harry se aparta para realizar la llamada.
Sabe que Louis está durmiendo, marca sabiendo que no será sencillo dar una noticia así estando lejos.
— ¿Harry? ¿Que pasa? ¿Que sucede?¿Están todos bien? — responde al primer tono, suena ronco por el sueño pero alterado en su voz..
— Hey amor, lamento despertarte. Estamos bien, no quiero que te asustes pero sucedió algo en la escuela hoy... — y entonces le cuenta.
— Volveré a casa.
— ¿Louis? ¿Estás loco? No puedes hacer eso.
— ¿Cuál es el punto de ser tu propio jefe si no puedo estar cuando debo de estarlo? Ya casi terminaba aquí de todos modos, dejaré al equipo para que finalice. Lo hiciste muy bien amor, pero no tienes que estar solo.
— Louis...
— Tarde. Ya estoy empacando. Te veo en unas horas amor. Estaré ahí.
El cuelga
— Siempre lo estás.
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Harry está sentado, esperando.
Ya texteo a su familia sobre el estado de sus hijas. Gemma respondió de vuelta con una foto de todos su bebés comiendo en brazos de la abuela. Roger también le informo que el equipo lo maneja bien y que nada había pasado al dominio público.
La situación estaba controlada.
Solo entonces se permite respirar. Y tal vez, llorar.
Está siendo un día increíblemente largo.
El cubre su rostro con ambas manos y solloza intentando amortiguar el sonido.
— Harry — siente una mano en su hombro. Se levanta solo para encontrar a Ellie mirándolo con preocupación. — Escuché lo que paso. Estaba en cirugía pero salí tan pronto como pude.
Verla es como presionar un botón. El llanto que había batallado por contener se fuga por completo.
— Hazz, ¿dónde está Louis?— ella pregunta mientras abre sus brazos para contenerlo.
— De camino. Está en L.A.
— ¿Y tus niñas las tiene Lily, verdad? ¿Están bien?
— Si, solo... Es mucho. Es mucho.
— Lo sé, lo sé. Vamos. Lily esta cuidando de ellas, déjame cuidar de ti también. — Entonces Ellie tan buena como ha sido siempre, lo guía hasta su propio consultorio donde puede llorar apropiadamente sin temor de ser juzgado. Ella lo abraza, juega con su cabello y ofrece pañuelos de la misma manera que Gemma lo haría.
— Creo que algo esta mal conmigo. — confiesa una vez que el llanto ha cesado. Las inseguridades colándose en su piel.
—No Harry, en todos estos años solo te he visto ser mejor y mejor cada vez, por tus hijos. Eres una excelente madre para ellos, independientemente de lo que el resto del mundo opine. Creo que he escuchado a Louis decirlo alguna vez, todos los que importa que sepan, lo saben.
— Gracias Ellie — Harry se acurruca una ultima vez con ella. Suena su nariz y limpia sus ojos, va a hincharse otra vez, lo sabe. — Pero en serio creo que hay algo mal conmigo.
—¿De que hablas? ¿Cómo físicamente? — Harry asiente.
—Puedo sentirlo, algo esta mal. Algo es diferente. Y estaba pensando... Yo se- yo que es estúpido, pero también se todo lo que la gente suele decir sobre mi. No lo hacen de frente, pero se que lo dicen. Pero estaba pensando, ¿Qué tal que algo esta mal conmigo porque no se suponía que sucediera? ¿Como karma.. o algo así?
— Hey Harry, es un miedo valido. Pero si las cosas sucedieron fueron porque de hecho, debían suceder. Tus hijos estaban destinados a ser tuyos, no podría ser de otra forma ¿si? — ella sostiene con cuidado su rostro —Y por algo estoy yo, ¿si? para monitorear que todo este bien. Si algo esta mal lo descubriremos y lo solucionaremos. ¿Esta bien? Recuéstate en la camilla, vamos.
Harry atiende las indicaciones, esta vez ni siquiera se pone una bata. Solo baja la cremallera de su pantalón y levanta la camisa. Tiene que hacerlo rápido, antes de que sus hijas se den cuenta de que se ha ido. Ellie no tarda en prender su maquina — De acuerdo, ya sabes como es esto. Va a estar frio.
Un gel que ella esparce por todo su vientre y entonces comienza a explorar. — Esto me da, deja vus
— Apuesto a que no creíste que tendríamos tantos niños.
— Oh, yo se que es porque ustedes me aman y no pueden vivir sabiendo que no soy su doctora. Así que tienen un montón de bebes como excusa para verme — ella bromea. —¿Cómo estan los mellizos?
—Hermosos, sanos. Casi listos para celebrar sus diez meses con nosotros. Noah come muchísimo más que Morgan, me hace sentir desnivelado pero no es como que la leche se desperdicie en casa así que estamos bien.
— ¿Tu flujo de leche ha sido el mismo?
—Bueno, va en aumento. Alex y Lucían todavía comen de mi de vez en cuando, así que...
— Bien. ¿Has notado algún cambio en tu salud? ¿Lo que sea?
— Solo, dolores de cabeza. Me sangra la nariz.
— Okay. — ella sigue revisando. Son solo unos minutos de silencio. — La buena noticia es que no hay nada mal contigo, ya descubrí que es lo que sientes diferente. — Harry la mira, esperando su respuesta — ¡Felicidades, mamá!
— ¿Qué?
— Estas embarazado, ¿no lo estaban buscando?
— No... Yo no tome mi pastilla. La que se supone debo tomar para activar la fabrica.
— Oh. — Ellie junta sus manos sobre su regazo. — Eso es nuevo. Es decir, estas diciendo que ¿tu cuerpo trabajo por su cuenta? —Harry asiente — Debería hacer algunas pruebas pero, bueno, puedo asumir que es una adaptación total a la exposición hormonal que has tenido. Tal vez por eso lo sentiste diferente esta vez.
— Oh — Harry repite. El mira a la pantalla gris intentando encontrar lo que Ellie ve en ella. Mira a su abdomen expuesto y resulta difícil de creer. De asimilar.
El empieza a llorar de nuevo.
Ellos no estaban planeando este bebé. Ha sido un día con muchos sucesos. Louis no esta. Sus hijos son molestados por quien es su madre, y ahora el esta embarazado otra vez.
Ellos no estaban planeando este bebé.
— Harry, necesito preguntar — ella hace una pausa, pasando otro pañuelo a el — Si no estaban deseando este embarazo, ¿sabes que tienes derecho a elegir, verdad? Haremos lo que tu quieras.
Aun recostado Harry llora otra vez, intentando frenar las lagrimas con pañuelo.
Pero niega con su cabeza.
— No, lo se, lo se... Solo que yo- quiero, si quiero continuar con este embarazo. Estoy sorprendido, es todo.
— Cualquier cosa que estés sintiendo, es valida Harry. ¿Quieres que continuemos o es mucho por un día?
— Hay que continuar por favor. — se limpia más lagrimas. — Quiero saber todo.
— Claro — se acerca y sigue moviendo su escáner con una sonrisa.
— Oh no, ¿Qué esta mal? — pregunta en cuanto nota un cambio en su gesto.
— Nada — dice con rapidez. — No quiero asustarte, pero tenemos compañía. — Harry se reclina sobre la cama de análisis y mira en donde los ojos de Ellie apuntan. Puede ver una melena castaña esconderse detrás de la puerta.
— Puedo verte, corazón. — Ahora observan un ojo azul asomarse, su ceja dando un gesto de preocupación. — Ven, esta bien.
— ¿Estas bien, mami? — Halle pasa con precaución. Tiene miedo de que lo que han hecho hoy haya enfermado su madre. — ¿Estas enfermo?
— No, no bebé.
— Pero estabas llorando en la mañana, vomitaste hace rato. ¿Hay algo mal?
— Ven aquí, te mostrare. Vamos. — Harry extiende su mano y Halle se acerca con timidez, no es propio de ella pero Harry cree que los analgésicos tienen algo que ver. — Sabes que no estoy muy de acuerdo con la violencia, pero hiciste bien en cuidar a tus hermanas hoy, estoy muy orgulloso de ti. Nos has cuidado a todos siempre, cariño. — Ella llora un poquito. — Se que has cuidado a Halle en las noches también, eres una excelente hermana mayor bebe.
— Es que yo los quiero mucho, mami. Solo quiero que estén bien todostodos ustedes.
— Lo se, por eso quiero compartir un pequeño secreto contigo. ¿Prometes guardarlo por mi?
— Si mami, lo que sea — ella se acerca más, jugando con los anillos en la mano de Harry.
— Mira la pantalla que Ellie señala, ¿que crees que hay ahi?
— ¿Tu panza?
— Si, ¿Qué más?
— Uhm, ¿es la casita que todos tuvimos antes de estar aquí? ¿Esa que nos contaste?
—¡Si! Muy bien, eso es lo que Ellie esta viendo.
— ¿Y la casita esta ocupada otra vez? — Harry asiente — ¿Voy a tener otra hermanita? ¿O hermanito? ¿Papá puso otro bebe en ti?
— Lo hizo, si. — Halle abraza con fuerza a Harry, en el proceso mueve la imagen de Ellie pero la hace reír un poco, enternecida con la escena. Ellie guarda una risita para si. Supone, siempre tiene que haber un Tomlinson presente en estas revelaciones.
— Bueno, en realidad... —Harry voltea a verla.
—No. No. No estamos haciendo esto. Ya me voy. Conozco esa mirada, Louis no esta aquí para quejarme. No
— ¿Que? ¿Qué sucede? — Halle pregunta.
— ¡Harry! — Ellie se rie.
— Esa es la cara que pones siempre que estas por decir que tengo gemelos. Ya lo se. No quiero escucharlo hoy.
—Bueno, no tendrás gemelos. Eso es seguro.
— ¿No? ¿Cómo que no?
—No. — Halle mira sin comprender que es lo que sucede. — Esos son tres pequeños fetos, estan compartiendo un solo saco.
— Disculpa, ¿que?
— Tienes casi 12 semanas, y esos son tres. Vas a ser mami de trillizos. Idénticos. Trillizos idénticos, Hazz.
— ¡Mami, son tres hermanitos! —Halle sonríe de lado a lado, antes de agacharse y comenzar a decir algunas palabras a la pancita de Harry.
Harry parpadea sin poder creerlo. Le toma unos segundos procesarlo; esta vez, debe guardar el grito para si mismo. Ese jodido Tomlinson.
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Más tarde ese día, una vez que la crisis y el llanto ha sido superado. Harry pasa por un helado con todas sus niñas. Ayuda al animo y un poco con el dolor. Entre risas y muchos besos, las niñas parecen olvidar por un momento el mal día que pasaron. Halle mira a su mamá y después a su estomago con mucha complicidad. No puede esperar a tenerlos aquí. Halle espera que a los bebes les guste el helado de mango que su mamá esta comiendo.
Ella cree que su casa va a ser aun más ruidosa.
Imagina todas las fiestas que tendrá, con los hijos de su tía Lottie y y el bebe que esta esperando su tía Gemma. Su mamá va a poder pasar todo su embarazo con su hermana, y ella no cree que Harry se haya dado de cuenta de eso todavía, pero sabe que lo va a hacer muy feliz.
Ella esta feliz.
Va a cuidar a los trillizos muy bien también. Además, mamá esta orgullosa de ella.
Después, llenas de vendajes y lo que es el olor a pomada, llegan a casa de la abuela. La abuela Anne las llena de más besos y existe algo en su casa que hace que todos olviden sus preocupaciones. Halle decide que no va a despegarse de su mamá, tiene que cuidar la casita de sus hermanitos, sobre todo si papá aun no esta presente.
La abuela los llena a todos de mucha comida, pero estan demasiado adoloridas como para jugar en el patio, así que solo juegan con los gatos. Halle también espera que mamá comparta la noticia con su familia, pero no lo hace. Piensa que primero quiere que su papá lo sepa, esta bien. Eso la hace sentir especial.
Para cuando regresan a su casa. Cenan lo que su mamá había preparado para comer. Inician su rutina de noche pero nadie quiere hablar de lo sucedió aun, nadie esta listo para separarse de mamá aun. Así que esa noche, simplemente encajan todos en la gran cama king size de sus padres y ven una película hasta que se quedan dormidos.
Harry esta apretado envuelto en ocho pares de pequeños brazos. Esta bien, no hay nada que le guste más.
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Harry puede sentirlo antes de comprenderlo.
Es natural. La forma en la que su cuerpo se reclina hacia atrás, pegándose al otro. Haciéndose pequeño para encajar. Huele los rastros de su perfume y se regocija en el calor del ser atrapado antes de siquiera abrir los ojos.
— Tuve que mover a todos nuestros hijos, un poco más y seré reemplazado. — murmura para el. — No creo que se hayan dado cuenta de que era papá quien los estaba moviendo.
—¡Amor! — Harry despierta. Louis comienza a besarlo. Lento, profundo. Dejándose llevar nuevamente por la bruma del sueño. Sintiendo como todo, finalmente, encaja de nuevo. — Te extrañe tanto — susurra contra sus labios, pidiendo un beso más.
— Yo también, bebé. Ya estoy aquí. — Louis se deja caer, envolviendo con su peso a Harry, todas sus extremidades enredadas. Harry se da la vuelta para verlo de frente y simplemente se recuestan en la oscuridad, acariciando el cabello del otro. Delimitando en tactos suaves las facciones que por semanas observaron solo a través de una pantalla.
Harry no cree que alguna vez pueda olvidar el rostro de Louis. Lo ve todos los días en el y en sus hijos. Sabe con certeza que podría reconocerlo en otra vida, aun así, verlo de frente y simplemente tomarse el tiempo de admirarlo es algo cerca de lo etéreo.
— ¿Cómo te fue?
— Lo tenemos.
— ¿Todas ellas?
— Todas las nominaciones bebé. Producciones Tomlinson oficialmente esta en la temporada de premios.
— Eso es caliente, bebé. Dilo otra vez.
— Tu hombre consiguió un pase directo a los grammys, bebé.
— Mi hombre, mi esposo. Mio. — Harry sonríe, abrazándose más cerca. Puede sentir sus alientos mezclarse. Y dios-lo había extrañado. El calor, el aliento, y los cuerpos enredados.
A veces piensa que le gustaría fundirse más allá de lo físicamente posible con Louis, juntar sus pieles hasta derretirse en el otro.
— ¿Estas orgulloso?
— Siempre lo estoy, Lou. Siempre, cada día, desde que tengo 16.
— Te amo — lo besa otra vez — ¿Cómo estan los niños?
— Tan bien como pueden estar después de hoy, estar en casa de mamá ayudo a que se distrajeran. Sus heridas no son graves. Sanaran pronto. Pero Louis... verlas así de lastimadas. No quiero volver a tener que presenciar algo así. Nunca. Ellas.. ninguno, ninguno puede volver. Y el año escolar ya empezó... tienen años ahí, ni siquiera les he dicho que no pueden volver.
— Shh — Louis arrulla, comenzando a acariciar sus rizos. El sostiene el mentón de Harry para obligarle a anclarse, a mirarlo. — Estará bien, nuestros niños son inteligentes y amables, estarán bien en cualquier escuela que los pongamos. Tres días, te prometo es todo lo que perderán. Encontraremos una escuela, una donde estén cómodas y más importante aun: seguras. Algunas veces el cambio es bueno, bebé.
— Lo se, es solo que estoy tan asustado del mundo que no se como puedo cuidarlas de las mismas cosas a las cuales les temo.
— Yo también tengo miedo, todo el tiempo. Pero estar contigo me hace valiente, y solo podemos esperar que seamos eso para ellas también.
— Te amo — Harry se esconde en su pecho.
—Lo se. Te amo también.
—¿Sabias que Leigh tiene una amiga especial? Ella tuvo su primer beso hoy.
— Oh, lo sabia. Estuve enviando sus cartas todo el verano, ella escribió con tinta china y todo. Te lo digo, nuestra niña tiene destino como compositora, piensa unas cosas increíblemente hermosas. — Harry golpea su pecho con un falso enojo.
—¿Lo has sabido todo el verano y no me lo dijiste?
— No era mi secreto para compartir — ellos sonríen. — Nuestra pequeña niña. Me cae bien, esa chica Juno. Estoy feliz de que no sea un chico, tienes que tener cuidado con esos.
—¿Si? ¿Por qué te toman y te sacan de casa a los dieciséis?
— Exactamente por eso. — se ríen, intentando amortiguar con un beso sus risas para no perturbar el silencio de la noche. — Dios, eso solo son ocho años más de los que nuestras hijas tienen. ¿Cómo en la tierra Anne me dejo hacer eso? Son mis bebes, 16 es tan poco tiempo con ellas.
— Supongo que ella realmente vio que tu serias el amor de mi vida.
— Mmm — se besan un poco más. — Yo seré el amor para todas tus vidas.
— Más te vale Tomlinson. Soy la madre de tus hijos. — se ríen y se besan, una y otra vez.
— Me encanta escucharte decir eso. —Una y otra vez. —Móntame, tal vez podamos hacer otro bebé. Nos quedan bonitos.
—¿Le pusiste seguro a la puerta?
— Siempre.
—Entonces tómame. — se miran en complicidad y finalmente consiguen lo que sus cuerpos han anhelado por semanas. Se desnudan entre risas, con la anticipación en la base del estomago. Se tocan con sus cuerpo tan próximos en la oscuridad. No necesitan la luz, no necesitan mirar. Se trata sobre recordar y volver a crear. — Pon otro bebé en mi.
Con Harry sentado sobre Louis, y nada más que una sabana cubriéndolos, Harry debe morder el hombro de Louis para contener sus jadeos mientras lo prepara. Puede sentir el anillo de bodas de Louis raspando contra su piel en un recordatorio de lo mucho que se pertenecen al otro. Y Harry los masturba juntos, amando como nunca puede contener todo su grosor, amando frotarse mutuamente.
— Tómame, tómame ahora.
— Pon tus piernas alrededor de mi cintura. — Harry lo hace, Louis ama la fuerza con la que sus muslos le sostienen — Tienes que hacer silencio, ¿puedes hacerlo, bebe?
— Lo hare, lo hare, lo prometo. Solo tómame por favor. —Solo en ese momento Louis se toma a si mismo para entrar en Harry, lo hace lento, mirándose de frente. Harry puede sentir cada pulgada expandiendo cada parte de el. Debe arquear su espalda y morder sus propios labios para contener sus sonidos. Louis empuja fuerte dentro de el, sostiene las caderas de Harry para marcar sus movimientos, que tan profundo entra. Controlar lo que hace justo como le gusta, como una pequeña muñeca. —Te amo, te amo. — Harry no puede dejar de decir.
— Te amo también, te amo tanto — responde Louis a cada momento. —Te extrañe tanto bebe. Mi bebé- Mi Hazz
Entonces todo se acumula y finalmente se corren juntos. Harry puede sentir caliente dentro de él antes de que Louis comience a limpiarlos. Sus respiraciones siguen irregulares incluso cuando se deslizan en su ropa para dormir y se acurrucan de nuevo juntos.
Estan en silencio el tiempo suficiente para dormir, excepto que no lo hacen.
Abrazados como siempre, con Harry siendo la cuchara pequeña y teniendo su espalda pegada al pecho de Louis, puede sentirlo respirar en su nuca, abrazándolo cerca.
— ¿Hablabas en serio, sobre hacer otro bebe?
— Lo hice, si.— Louis besa su cuello, haciendo cosquillas. Lo abraza más fuerte y puede sentir sus brazos presionándolo más cerca. — Porque te amo. — Y Louis baja sus manos hasta su vientre, presionando ahí también. —Los amo a todos ustedes.
Harry se tensa.
—¿Lo sabias?
— Siempre se, bebé. Conozco tu cuerpo, y te conozco a ti.
— ¿Y lo quieres? ¿Aun si no lo planeamos?
—Lo quiero si tu lo quieres, son tus decisiones Hazz. Siempre.
— Quiero a todos tus bebés. — el repite como lo ha hecho desde el inicio. En este momento de sus vidas, parece significar mucho más.
— Entonces yo quiero a todos mis bebes en ti. — se enredan un poco más. — ¿De cuanto estamos?
—Once semanas. Me entere hoy. — Harry puede sentir como los labios de Louis se curvan en una sonrisa contra su piel. — Que día, ¿no es asi?
Harry comienza a sentir como Louis acaricia su nueva pancita.
—Necesitas saber, esta vez no son gemelos...
—Esta bien, amor. No porque hayamos tenido gemelos antes significa que espero que siempre sea de esa forma-
— Son trillizos.
—Espera ¿que? ¡Harry! — el comienza a reírse — ¿estas hablando en serio?
—¿Tu que crees?
— Me hare la vasectomía. — se ríen un poco más. —Trillizos... Mierda.
— Si, pensé lo mismo.
— Once... Lo logramos bebé. Oficialmente conseguimos nuestro equipo de futbol. Vamos a necesitar mudarnos otra vez.
— Oh cállate, y duerme ya. — Louis reparte besos por todo su cuello, justo antes de enredar sus manos y dejarse llevar por el cansancio juntos.
Louis no sueña. Parece que ya lo tiene todo.
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— ¡Papá! ¡Papá esta aquí!
— Despierta, ¡papá ya llego!
— ¿Qué? ¿Dijo que papá esta aquí?
—Halle, Darcy dice que papá esta aquí
— ¡Papi, papi, papi!
—¡Papá!
Solo entonces Harry y Louis se despiertan. El sol ya esta demasiado infiltrado en la habitación y saben que el descanso le hacia falta a todos. Solo pueden mirarse antes de saber la avalancha que se viene.
— Un placer haber vivido a tu lado, amor. No te cases otra vez. —Louis bromea en cuanto escuchan correr a todos su hijos. Entonces la puerta se azota y lo siguiente que Harry sabe es que su esposo ha sido enterrado bajo una maraña de cuerpos.
— ¡Papáaaa! — ellos gritan, dejándose caer uno sobre el otro. Peleando por el espacio de quien abraza más, quien abraza primero. Harry escucha muchas risas cuando se pone de pie, el ira al cuarto nurseria de Morgan y Noah. Sabe que el ruido los ha despertado y sabe que querrán ver a su papá también.
Cuando regresa al su habitación, Harry lleva ambos bebes en brazos moviéndose y pateando con energía porque pueden identificar la risa de su padre, saben que ha vuelto. Puede ver a todos sus hijos despeinados, en pijama y riéndose.
Louis tiene a Alex colgado de su pierna y Lucían parece aferrarse a su brazo, colgando en el aire mientras mueve sus piececitos. Eso no parece detener a Louis, el toma a Halle por la cintura y la lanza a la cama. Un montón de almohadas la reciben y parece olvidar por completo sus heridas, solo se ríe. Mitch intenta taclearlo pero Louis desvía su ataque para aventarla también.
— ¡Yo quiero, yo quiero! —Darcy se acerca, lanzándose a su padre desde la cama. Louis la atrapa en el aire y la lanza de vuelta. Entonces Leigh lo golpea con una almohada en el rostro y Louis finge caer a la cama, teniendo cuidado, pero pretendiendo aplastar a todas sus niñas.
— ¡Me asfixio, moriré!
—¡Papá pesas mucho!
— ¡Amor y paz, amor y paz!
— Me rindo, me rindo. — Louis saca su lengua y cierra un ojo para darle más realismo a su muerte por ataque de almohadas. Sus hijas se escabullen de debajo de el, y es bajo el comando de Alexis que todos comienzan a darle almohadazos. Incluso Lucían ha conseguido un pequeño cojín.
— ¡Me tienen, me tienen! ¡Esto es una emboscada! Traicionado por mi propia sangre. —Louis se cubre de los ataques infantiles con sus brazos y piernas. —Le ganaron a su viejo. ¡Ganaron!
Tras ello todos se tiran sobre la cama destendida, toman un minuto para respirar y entonces con una energía que Harry sigue sin descubrir de dónde sacan Louis se pone de pie y extiende sus brazos. — Vengan todos con papá, denme un abrazo. Los extrañé muchísimo pequeños monstruos.
Así, todos se avalanchan contra el, abrazándose de dónde pueden y apretando con fuerza.Louis se ve masivo con un fuerte de personitas rodeándolo por completo. Es solo cuando ya ha besado la cabeza de todos y dicho lo mucho que los extraño que alza la mirada y encuentra los ojos de Harry, cargando a los niños que le faltan saludar.
Siempre hay algo. Algo que se remueve en el interior de Harry, cada vez que ve a su esposo estar con sus niños. Cómo ondas de amor que se expanden dentro de el, Harry no cree que eso alguna vez termine.
Louis sonríe y entonces Harry lo hace también. En ese momento, en su casa rodeados de sus hijos y viendo el azul del amor de su vida, comprende por completo lo que es dejar de tener miedo. Cómo puede toca un momento su pancita, ellos estarán bien.
En cuanto el abrazo termina, Louis besa una vez más la mejilla de sus pequeños angelitos y camina hasta Harry. Abre y cierra sus manos para llamar la atención de sus hijos e invitarlos a su brazos.
Se remueven cómo gusanos en los brazos de su mamá, emocionados de ver por fin a papá. A Harry le cuesta controlarlos hasta que llegan a brazos de papá y ellos rien.
Su risa de bebé inunda toda la habitación contagiando sonrisas en el resto de sus hijos.
Y ellos balbucean, empezando a contar cosas difíciles de descifrar que Louis responde emocionado. El no finge esto, el esta en esa conversación con sus mellizos.
H
arry lo mira. Mira a sus hijos, y siente mariposas en todo su ser.
— ¿Quien quiere desayunar?
Y el día comienza otra vez.
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Con Louis en casa, la rutina es mucho más agradable y tranquila de lo que es sin el. Harry se encarga de cocinar mientras Louis se dedica a asegurase que todos sus niños estén vestidos y hayan lavado correctamente sus dientes. El incluso se dedicaría a peinar el cabello de sus hijas, pues ahora es un total experto en moños, trenzas y coletas.
Algunas veces invertirán papeles. Porque ambos aman pasar la mañana con sus bebés.
Una vez listos, Louis bajaría con todos ellos para terminar de servir lo que Harry empezó. Y mientras todos desayunan y hablan por todos lados, Harry tendría tiempo de sentarse e integrarse a la conversación con sus hijos. Louis pasa a sus brazos a los mellizos con un pañal recién cambiado y ellos comerían de el mientras Louis se encarga de alimentar cada tanto a Harry, acercando también una taza de té. Y luego Louis se sienta a comer también.
Un mellizo en cada padre para hacerlos eructar mientras ordenan a sus niños recoger sus platos y dejarlos sobre la loza.
Hoy no irán a la escuela, pero saldrán a jugar un rato. Así que todos sus niños usan sus camisetas de fútbol con un gran Tomlinson en la espalda, justo como Louis hace tantos años jugo. Afortunadamente, es algo que todos sus hijos disfrutan. Una de sus pequeñas tradiciones familiares. Louis sabe que tiene que ver con qué en realidad solo son ellos jugando. No hay compañeros ni presiones ni una competencia real. Es solo diversión en familia, justo de la forma en la que debería de ser.
Por lo de que todas maneras necesitan un lonche para el camino. Así que mientras Harry va a acostar a los mellizos para su primer siesta del día Louis comienza a cortar las cosas que su esposo necesita para armar los refrigerios.
El ni de joda puede hacer lo que Harry hace, pero si ayuda sacando todo y dejándolo en hilera para comenzar a picar algunas cosas. Entonces Harry regresa, da un empujón con sus caderas que tiene aires de juego a Louis, solo para apartarlo de su área de trabajo: el tema de hoy serán corazones así empieza a armar todo con esa temática.
Mientras lo hace, también se conecta el extractor de leche. El debe dejar una reserva de biberones en el refrigerador. Hace un ruido al que ya están demasiado acostumbrados como para notar y Louis abraza a Harry por detrás mientras cocina para sus hijos.
En ese momento, Harry piensa. Esto es todo lo que alguna vez he querido.
Besa a Louis en medio de la cocina, solo unos pocos segundos antes de armar todo.
Cuando la máquina termina Harry se dedica a vaciar la leche en los biberones y preparar la pañalera del día mientras Louis empaca todas las loncheras de sus bebés.
A Harry le gusta mucho su rutina familiar.
Alex está alineando carritos sobre la mesa de la sala. Darcy y Leigh juegan con sus muñecas en lo que el momento de salir se hace y Mitch y Halle están calentando de una vez. Harry cree que están forzandose a dejar de sentir dolor o algo asi, ese par de niñas algunas veces lo asustan. Lucian está pegada a la pierna de su papá, temiendo que si lo suelta se irá de nuevo.
Se asegura que hayan tomado todos sus medicamentos y los empaca también en la pañalera.
Solo cuando han revisado que llevan todo, dan la indicación para salir al auto. Louis adora con todo su ser la imagen de ver a cada uno de sus salir de casa con su camisa personalizada. Su apellido en letras grandes. Cada uno con su lonchera.
Más tarde cuando todos están jugando, incluso los mellizos están colgados en Harry con su fular con sus pequeñas camisetas disfrutando del movimiento que su madre provoca al correr por un balón.
Su juego es suave, pero divertido. Mitch es quien más lo toma en serio y parece caer un par de veces añadiendo más raspones a su piel. Eso les da un tiempo fuera a todos para respirar.
— ¿Sabes que puedes llorar, verdad? — Harry pregunta cuando cura su herida.
— Si mami. Pero no duele, lo prometo.
— Está bien. Ten más cuidado cariño — pone una pequeña gasa y da un besito sobre ella.— Ya está, besito mágico.
— Gracias mami — Mitch se levanta y sale corriendo otra vez. El hace todo su esfuerzo para levantarse de sus cuclillas sintiendo a sus dos bebés en la espalda, pero estando a medias se da cuenta que tiene a todos sus Tomlinson haciendo fila para curar algunas heridas... Incluso el Tomlinson mayor.
— Ellos se caen, se levantan y caen otra vez — Harry dice mientras limpia una herida en el pómulo de su esposo. Darcy lanzo un balón muy fuerte hacia su rostro. — Las niñas están heridas de ayer. Yo no sé.. ugh. Tienen huesos de acero esos niños.
— Eso es ser un Tomlinson, bebé.
— Claro que si, puedo verlo. — Harry rie irremediablemente. — Esto se va a poner morado, te golpeó bastante fuerte.
Harry pone una pomada y dice — Ya quedó
— ¿Qué?¿No hay besito mágico para mí? — Louis alza sus cejas, bastante indignado.
— Mmm — Harry finge pensarlo. Entonces Louis lo toma de la cintura y lo atrae hasta el. Harry besa su herida y luego Louis toma los labios de su esposo.
— ¡Iugh! — escuchan a sus hijos decir. Esa es su señal para volver al juego.
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Estar en el campo que suelen rentar toma casi todo el día. Ellos tienen un picnic familiar en el medio tiempo y luego juegan un poco más. Para el final del día solo están en el campo las gemelas y Louis.
Regresan a casa apestosos, cansados y llenos de tierra. Pero justo después de tomar un baño hace que el ambiente sea propicio para hablar.
Ellos platican sobre lo sucedido, hay un poco más de lágrimas pero finalmente las cosas parecen acomodarse. Ellos también les dicen a sus hijos que tendrán cambiar de escuela, al menos Alex no ha pasado demasiado tiempo ahí como para resentir por completo el cambio: aún así saben que sera difícil convencerlo de entrar a una nueva escuela.
Pero está bien. Todo a su propio ritmo.
Incluso estando en casa, Harry portea sus bebés. Tiene a los mellizos y Lucian colgados de el.
Sabe que no necesita hacerlo, sobre todo porque Louis los ha porteado algunas veces también. Es solo que es algo que siente como suyo... Cómo si fuese alguna extensión de haberlos cargado dentro tantos meses. Le gusta como se siente la conexión madre-bebé. Cómo están tan calmados siguiendo las respiraciones de su madre, arrullandose con ella.
Así que Harry prepara una merienda para pasar tiempo juntos en la sala.
Es en ese momento que Louis llega por atrás y da un beso en su mejilla. Aprovecha cada oportunidad que tiene para colar su mano en la cintura de Harry y acariciar su pancita.
— ¿Cuando les diremos?
— En un mes más. Sera más sencillo para ellos cuando empiece a mostrar. — Louis asiente y besa sus labios de nuevo.
Harry ya perdió la cuenta de sus besos en este día. Sus labios están rojos, hinchados y duele un poco, pero no pueden parar. Sabe que están siendo pegajosos es solo que se extrañaron mucho el uno al otro. No pueden parar.
Nunca lo hacen.
—
Hazz — llama Louis en medio de sus besos — En este momento, estás cargando a seis de mis bebés. ¿Te das cuenta de eso?
Harry sonríe solo para recibir otro beso. Puede sentir la sonrisa de Louis pegada a sus labios, y sus caricias interminables sobre su piel.
Cuando regresan a la sala de su sesión de besos improvisada, saben que todos sus hijos saben lo que estaban haciendo. Ellos pretenden asquearse con el cariño entre sus padres, pero en realidad solo pueden sonreír sabiendo que tienen el ejemplo del como deberían querer y ser queridos.
Harry les entrega su postre de la tarde y todos están felices. Estos son los momentos que más le gustan, cuando sabe que sus bebés se sienten plenos en casa.
Halle mira por un segundo a su padre, y Louis solo le guiña un ojo en complicidad. Ella está feliz, y sus papás están felices también. Asi que solo se sientan en el suelo mientras su papá toca el piano para ellos.
Ellos escuchan las voces de sus padres combinadas, y tal vez ese es su momento favorito de todos.
Unos meses después, en marzo del 2029, Harry logra llevar a termino su embarazo dando a luz a tres pequeños varones. Su sala de maternidad es un caos total, demasiados niños y demasiado ruido, todos emocionados de conocer a sus nuevos hermanitos. Harry está enamorado de cada pequeña parte de ello.
Puede que esta vez, Niall finalmente sea el padrino.
Louis no se despega de Harry en ningún momento. Nunca lo hace. — Mira todo lo que has hecho, amor, todo lo que me has dado. — Y Louis llora, llora sobre el mientras comparten besos perezosos. — Gracias
— Mira lo que hemos hecho, nuestra familia Louis. Es nuestra. Te amo tanto.
Y Harry llora también.
Finalmente, tiene la vida que antes solo podía soñar.
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f i n
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Muchas gracias a todxs por acompañarme hasta aquí. De verdad que no tengo palabras.
Espero que les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo. Creo que este es mi proyecto favorito y jamás creí que tendría el alcance que logro.
Solo gracias, gracias, gracias.
🤍
¿Opiniones del epilogo? ¿Algo que comentar?
Finalmente solo me queda comentar que algunxs de ustedes me preguntaron que si tendrían extras. Originalmente pensaba que no, pero creo que tendrá algunos. (Aunque no puedo prometer una fecha) Así que si tienen algo que les gustaría leer sobre está familia Tomlinson, adelante. Soy todo oídos.
Una vez más, gracias por llegar hasta aquí.
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