Harry cree que si quiere tener un bebé, debe de practicar.

Practicar mucho.

Y tras dos semanas de no verse. Louis no puso ningún pero para complacer a su bebé.

Así que ahora empotrado contra la pared donde su rostro golpea con firmeza la fría superficie, incapaz de moverse un solo centímetro cuando Louis abraza su cuello con su antebrazo, cortando su respiración y es penetrado violentamente. Harry cree que puede tocar el cielo.

- ¿Extrañaste que Daddy te tuviera así? ¿Tan dispuesto solo para mi polla? - el cuerpo de Harry tiembla de nuevo, en un corto espasmo, al escucharle.

- Mhmm - balbucea, perdido en el placer.
Entonces recibe un azote.

- Habla bien bebé, no me hagas castigarte.

- S-si daddy, extrañe que tu polla me usara. - su voz tiembla y su espalda se arquea. Pero Louis deja un camino de besos húmedos en su mentón hasta llegar a su frente bañada en sudor.

- Buen chico - y Harry sonríe mostrando sus hoyuelos, sacando una tenue risilla en medio de todo su juego. - Y dime, ¿te tocaste sin mi permiso? -su mano libre comienza a acariciar su espalda - ¿Estuviste jugando contigo, metiendo tus largos dedos en tu pequeño hoyito? - entonces un dedo hace compañía a su pene, y Harry deja escapar un quejido al sentirse más expandido. - ¿Gimiendo solo imaginando que daddy llegaría?

Harry niega, con toda la fuerza que le queda, y sus cortos rizos se pegan a su frente.

- Q-quería daddy. Realmente quería. Pero no lo hice. - embiste más fuerte. Harry siente ahogarse a cada palabra sintiendo la fuerza de Louis contra su cuello - N-no lo hice porque, p-porque a daddy le gusta ser el único en hacerme correr. ¿H-he s-sido un buen chico?
¿He sido bueno Lou?

- El mejor Hazza. Siempre el mejor. Eres un chico tan buen bueno. Que ahora Daddy va a ayudarte con este problema que tienes aquí - y su dedo sale de su entrada solo para ahogar su erecto miembro, masturbando al ritmo que es penetrado.

Es demasiado. Y Harry pierde todo control sobre si.

Lo siguiente que sabe es que su semen ha manchando la pared, un poco de su abdomen y la mano de Lou.

Siente que las piernas le fallan pero debe sostenerse para Lou. Sonríe ahogado en el cúmulo de sensaciones post-órgasmo. Y entonces recuerda que están de pie.

- Lou, Lou - le llama, en un susurro. Apenas audible. Louis se detiene haciendo el intento por salir de él. Pero Harry le frena indicando que ese no es el problema.

- ¿Estas bien, bebé? ¿Quieres que me detenga?

- No. No has terminado Lou, pero las piernas me duelen. Llévame a la cama, daddy. Quiero que me llenes en la cama.

- Eres tan bueno para mí, amor. - Louis sonríe, antes de usar ambas manos para mover su cuerpo, y acomodarlo para poder levantar sus largas piernas y envolverlas alrededor de su cintura. - Vamos a la cama, Hazza.

- Gracias Daddy. - responde Harry contra su cuello.

Y tan pronto como llegan su habitación, el juego continúa. No pasa mucho para que Louis se corra también.

Harry sonríe, sintiendose cálido y pegajoso. Y sonríe aún más sabiendo que estando recostado sería poco lo derramaria.

Si. Estaba cumpliendo perfectamente con las instrucciones de aquel blog.

Con cuidado, Louis sale de él y comienza a repartir besitos desde su cadera, rodeando los tatuajes de su pecho, haciendo cosquillas.

Harry ríe y por una fracción de segundo, su cerebro logra imaginar esa misma escena con un leve abultamiento en su vientre.

Y tan rápido como llegó, desaparece. Se obliga a quitar todo rastro de anhelo de sus facciones antes de que Louis llegue a dejar un tierno beso en su nariz y comience a acariciar su rostro perdido en el verde de su novio.

- Tan hermoso, mi bebé. Te extrañe tanto Harry. - Harry casi ronronea cuando Louis comienza a acariciar su cabello y después se deja caer a su lado. El rizado no tarda en buscar acurrucarse con el, acostándose sobre su pecho desnudo y escuchando los nada rítmicos latidos.

- Te amo Lou. Ya no quiero pasar un día sin estar a tu lado. - y el también deja un besito en su pecho, justo por debajo del 78.

- Yo tampoco Hazz, pero cada día que pasa estamos un poco más cerca. O al menos eso me repito yo para no perder la cordura. - Louis le rodea con un brazo, acercandole solo un poco más. Y deja otro beso sobre su cabeza. - ¿te cortaste el cabello? Creí que querías dejarlo crecer de nuevo.

- Uh, si. Ha sido por la película. También me han dado toda una rutina con un entrenador personal. Es pesada. Mucho. Dicen que tengo que aumentar musculatura y todo eso... Lou - el levanta la vista en busca de los ojos de su novio. - ¿Te seguiré gustando si me pongo más grande de lo que ya soy? - pregunta con timidez. Un tenue rojo aparece en sus mejillas y no soporta por mucho el contacto visual.

- Harry Tomlinson - le llama. El se encoge en sus brazos. - No vuelvas a decir algo como eso, te vas a ver sexy como el infierno. Siempre lo haces. Estoy enamorado de cada parte de ti, y no importa que tan grande te pongas, tu siempre vas a ser mi bebé. - Harry sonríe con nerviosismo y su rostro vuelve a delatarlo.

- Me gusta ser tu bebé, Lou. - Un abrazo más fuerte llega y el castaño no duda en besarlo para no dejar espacio a dudas.

- Te amo Hazz. Avísame si tengo que borrar a besos tus inseguridades, sabes que lo haré. - y juguetean un poco. Simplemente disfrutando del tacto del otro.

La tarde transcurre con ellos acurrados en la cama, aún indecisos sobre si ponerse de pie y comer o tal vez tumbarse un poco más.

- ¿Harry donde está todo el alcohol de la casa? Quise servir un trago en cuanto llegue pero no pude encontrarlo, ni siquiera mis cigarros.

¡Claro que se daría cuenta! Tonto Harry. Se recrimina.

- Uhm. Me he deshecho de él. ¡Tenemos que ser más sanos!

- Pero si yo tengo la dieta de tu entrenador, amor.

- Si pero... - piensa una respuesta - no nos estamos haciendo más jóvenes. Tenemos que empezar a cuidarnos Louis.

El rostro del mayor, toma un matiz de indignación.

- ¡Solo tengo 25!

- ¡Por ahora! - una risa nerviosa lo traiciona - Pero el tiempo pasa y yo solo quiero asegurarme de que estaremos sanos para tener mucho tiempo juntos. Porque una sola vida no parece ser suficiente.

- Si dices cosas así de románticas no tendré más que hacerte caso, Hazz.

- Nunca has podido decirme que no.

- Es cierto - besa su sien - Así que señor "aún somos jóvenes pero hay que empezar a cuidarnos" ¿que quiere hacer ahora? ¿Tenemos una tarde de películas, quieres descansar o...?

¡Practicar, practicar y practicar!, piensa.

- Hay que jugar otra vez, ¿si Daddy? Quiero usar mis collares.

- Oh. Jugaremos con tus collares entonces, bebé.

Y su tarde pasa tan rápido como cada vez que están juntos. Solo que si ahora Harry insiste en descansar las piernas hacia arriba tras cada sesión de sexo... Bueno, Louis solo lo atribuye a una de las tantas ocurrencias de su novio.