28.
Capítulo final
Muchas gracias a todos por llegar hasta aquí, jamás creí que esta fic pudiese llegar a tanto. Muchas gracias por cada comentario, voto y vista. Recuerden que el mundo es más bonito con ustedes aquí.
¡Felices fiestas decembrinas! Y que pasen un excelente año nuevo.
Esto es para ustedes. Dedicado a :
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A Harry realmente le gusta su vida.
Es solo que tiene unos pocos problemas para recapitular cuánto ha cambiado. En algunos momentos, la mayoría de ellos, no se siente como su vida.
Es más como una ensoñación en la que vive tiempo prestado, piezas que encajan tan perfectamente que cuestiona todo juicio para saber si realmente es parte de su realidad. Es el temor de irse a dormir y despertar con el vacío en su pecho al asumirlo únicamente como un sueño.
Hay momentos en sus tardes donde aun debe sentarse, repetir su nombre, el de su novio, el de sus hijas y todo lo que han hecho solo para anclarse y recordar que eso es suyo y no se lo pueden quitar. Que tiene una familia que crea su felicidad.
Y piensa, es un poco extraño como vives ciertas cosas incapaz de darse cuenta del daño que provocan hasta que te encuentras bien lejos de ellas; es casi como desactivar el modo supervivencia que no sabías llevabas encima y entonces hacer un recuento de daños, solo para darte cuenta que no sabes como has resistido.
Así que se despierta temprano, tal vez porque ya no hay mucho más que soñar o tal vez porque su reloj biológico se encuentra demasiado acostumbrado a revisar cada tanto a sus hijas. Aun cuando ellas ya crecieron un poco, su llanto es menos cada noche y su ciclo de sueño es cada vez más largo. Un poco perdido todavía en la bruma del sueño se estira para chocar su cuerpo con el de Louis, se abraza a el recociendo que por la noche se han movido de forma que la mitad de su cuerpo queda sobre Louis, usándolo un poco como almohada.—¿O tal vez, como cama?— y sonríe.
Aún le cuesta procesar por completo su entorno, demasiado cansado como para querer despertar pero sintiendo su cuerpo negándose a cooperar para dormir más. Pero está bien, fluye con ello. Porque tiene el calor del cuerpo de Louis para sostenerlo.
Solo pensarlo hace fluir un poco de emoción en la boca de su estómago, como el aleteo de la mariposa que yace en su piel para evidenciarlo. Su sonrisa crece y puede sentir los hoyuelos en su piel formarse. Deja escapar una larga bocanada de aire, solo para intentar abrazarse un poco más a Louis, casi deseando ser capaz de fundir su piel en él. Entonces, con los ojos cerrados, frota su rostro contra lo que sabe es su pecho desnudo.
Inhala un poco amando como el combinado olor del sudor propio de la noche, su gel de baño y el talco para bebe que usan en sus hijas se filtra en su nariz. Le gusta sentir el calor de su piel y las cosquillas que su vello corporal genera contra su mejilla. Así que deja un besito en lo que se siente como el inicio de su abdomen antes de estirarse, y darse la vuelta para buscar la esquina más fresca de su cama.
Jala consigo la suave tela de su sábana, enredándose en ella sin pensar mucho en que tanto cobijo deja para Louis, e incluso se acomoda sobre una nueva almohada. Pero no tiene sentido. Su cuerpo ya ha decidido despertar, no importa cuánto quiera seguir durmiendo.
Con pesar abre uno de sus ojos, ve la habitación oscura y piensa que no debe pasar de las cinco de la mañana. Frota su ojo derecho con un inevitable mohín en sus labios solo para empezar a ser un poco más consiente de su propio cuerpo.
Tiene la camisa que usa para dormir humedecida en dos concentraciones sobre sus pezones, y el olor de la leche llega hasta el. Debe cambiarse, debe lavarse. El seguramente ha goteado sobre Louis y sus bebés aun tienen un par de horas más de sueño antes de que sientan la necesidad de buscar alimento.
— Mierda — susurra. Se encargará de ello en un momento, solo... Demasiado cansado para levantarse aún. Estira la mano en su mesita de noche para tomar el monitor, aún batallando por abrir los ojos por completo pero se las arregla para revisar a sus bebés.
Sonríe cuando las observa dormir, cada una en su cunero, ambas con manos y pies estirados como una estrella imitando naturalmente la forma de dormir de su padre. Regresa el monitor y entonces toma su celular.
La luz azul le obliga a terminar de despertar, entrecierra sus ojos antes de decidirse a bajar el brillo y revisa rápido los pendientes que tiene para el día anotando «comprar discos de lactancia» , es después de ello que cede a ese hábito que le ha consumido desde que su nombre apareció en titulares sin punto de retorno.
Ha perdido oyentes, y números considerablemente altos de seguidores. Su Instagram tiene una serie de malos comentarios —no son tantos como para crear un patrón, pero si los suficientes para notarlos. Así que entra a Twitter, solo encontrando más de lo mismo.
Una nota de su premiación en los Grammys. El hito de todo lo que ha sucedido. Presiona el enlace para poder leerlo y entonces ve el video de su discurso.
La imagen cortada para no capturar quien palmea su pierna con cariño cuando la presentadora pronuncia: Watermelon Sugar - Harry Styles, y la estrofa de su canción sonando para todos.
Y entonces su voz.
— Wow, a todos los que hicieron este record conmigo, muchas gracias. — un suspiro sin poder mirar a la cámara — Esta es la primera canción que escribimos después de que mi primer álbum saliera durante un día libre en Nashville y quiero darle las gracias a Tom, Tyler y Mitch, a todo el mundo, Rob, Columbia, Jeff que siempre me hace ser mejor y nunca me echa atrás. Me siento muy agradecido por estar aquí, gracias. Todas estas canciones son jodidamente masivas, así que muchas gracias. Siento mucho honor de estar entre todos ustedes. Gracias. — y el tuvo que cortarlo, ahí, pero su lengua solo tradujo los suspiros de su corazón — Gracias, Gracias. A mis pequeñas, a mi familia. Todo los que soy, todo lo que he hecho es para ustedes... Yo espero que estén orgullosos de ma... De mi. Gracias.
¿Cómo no hacerlo? Si tenía en frente la mirada de Louis, lleno de orgullo. Sus dos hijas en cada pierna mientras junta sus manitas para enseñarles a aplaudir.
Entonces baja un poco más en la nota, leyendo todas las especulaciones sobre su declaración.
Bonito discurso, sin embargo ¿Qué esconden las palabras tras ello? Quince días antes de la aclamada premiación, el cantante británico que ha movido al mundo desde la formación del grupo One Direction en el 2010, fue observado en Londres tras pasar una larga temporada en L.A, incursionando en el mundo de Hollywood.
Todo bien con volver a casa, sin embargo, no se encontró solo en su paseo matutino. Esta vez, no estuvo acompañado de algún amigo o de una nueva novia. Lo cierto es que pudimos observarlo paseando un carrito para bebe. ¡No, uno, dos bebés!
Las especulaciones que surgieron tras la publicación de su fotografía en Twitter, toman sentido con la última frase de su discurso de agradecimiento. Indirectamente el ganador del Grammy nos ha confirmado que ahora tiene dos pequeñas hijas. ¡Enhorabuena!
Ahora solo nos queda esperar por alguna declaración, no podemos esperar a saber todo sobre la mami de estás niñas. Ciertamente una noticia oscura para el mundo, nuestro womanizer favorito parece finalmente haber sentado cabeza.
Joder, joder. Casi puede sentir su cena revolviéndose en su estómago. El podría vomitar de solo leerlo... Joder.
Y sin embargo, no es suficiente. No es suficiente tortura ni siquiera es de las peores notas circulando. Sale del enlace solo para entrar a otro. Una nota amarillista que pone lado a lado la foto que han sacado de el en Londres, y la foto borrosa de Louis que alguien más tomo mientras paseaba a sus hijas en Los Angeles. «Larry: cuando el rumor perdura en verdad. Louis Tomlinson y Harry Styles, pruebas cada vez más fuertes»
Y entonces la cantidad de personas siguiendo un hashtag de el siendo llamado maricón. Luego, opiniones divididas y sus nombres en tendencias más allá del mundo del entretenimiento. Partes indagando sobre quién es la madre de sus hijas, y la otra mitad señalándole de opresor por perpetuar la cosificación de los vientres de alquiler.
Y ante el silencio de no presentar ninguna novia, surge la alternativa que termina en debate. ¿Que tan egoísta es tener un bebé por tu cuenta?
Incluso encuentra todo un debate sobre los derechos de adopción homoparental. Lo mal que está, y los daños que ese genera a largo plazo en los niños. Cientos de agencias religiosas creando campañas en contra de su nombre.
Antes de darse cuenta, el debe de llevar su mano a su boca para ahogar el sollozo. Pero sus lágrimas llevan minutos corriendo por su rostro.
Ellos ni siquiera saben la verdad, y ya han proclamado un odio sistemático hacia el. No puede hacer más que decirse a si mismo las palabras que obtendrá cuando lleguen a saberlo, cuando el juicio que tuvo contra Jeff y Columbia se haga publico en cuestión de semanas. Todos se enteraran del como sometió a su cuerpo a ese cambio, de donde han salido sus hijas. Y el no se avergüenza de ellas, no se arrepiente de lo que ha hecho, al contrario esta tan orgulloso de haberlas llevado, orgulloso de ellas y de la vida que ha formado junto a Louis... es solo, que tiene tanto miedo. El no pensó mucho en las consecuencias de ello.
Ellos ni siquiera saben la verdad.
— ¿Hazz? — llama Louis. Su voz suena ronca y sabe que comienza a despertar, resintiendo el pequeño espacio vacío junto a el.
Harry debe sorber un poco su nariz, y presionar más fuerte la mano contra su boca en un vago intento de no ser descubierto. Entonces Louis se levanta un poco, apoyando todo su peso sobre su antebrazo flexionando apenas un poco para buscar el rostro de Harry en la cama. Tiene los ojos entrecerrados, la marca de la almohada sobre la mejilla derecha y su cabello demasiado revuelto. Aun así, al notar a Harry volteado y con la luz azul golpeando en su rostro, puede hacerse una idea de lo que sucede.
— Hazz, bebé — le llama con el sueño atrapado en sus palabras — por favor, deja eso.
Su voz suena como una suplica, pero Harry no puede. No tiene la voluntad suficiente para liberarse de ese autocastigo, solo puede sollozar un poco más fuerte.
— Hazz, vuelve a mi — el dice. Harry no se mueve. — Vuelve a mi, amor.
El corazón de Louis aprieta en un nudo y debe contener su propio sollozo detrás de la garganta al ver cómo las lágrimas mojan su rostro. Niega con su cabeza, sintiéndose insuficiente al no poder hacer algo más para aliviar la situación en la que ahora viven; pero con cuidado quita el teléfono de las manos de Harry, y usa todo su cuerpo para atraparlo en un abrazo, girándose al cargar su peso y obligarlo a recostarse sobre el.
Mira su rostro, un poco hinchado y con tonos rojos por el llanto. El intenta desviar su mirada pero Louis sonríe, sosteniendo su barbilla fija para mirarle. El collar de Harry, su cruz, golpea frío contra su pecho desnudo ante la cercanía que sus cuerpos guardan.
Louis usa sus pulgares para limpiar las lágrimas que aún caen, y deja un besito en sus frente. — Vuelve a mi — dice de nuevo. Besa su nariz y Harry ríe un poco. — Me encargaré, buscáremos que hacer lo prometo. — entonces besa sus labios, apenas la superficie. — Pero es temprano, y lo haremos más tarde. Por ahora vuelve a mi, Hazz. Solo tu y yo Hazz, aquí. ¿si?
Harry asiente, soltando un poco de su peso sobre Louis sabiendo que puede sostenerlo. Entonces deja caer su frente sobre la de él para sentirle más cerca, y mueve sus piernas para enredarse juntos.
— Lo siento — dice.
— No lo hagas, nunca. ¿Qué puedo hacer, Harry? Dímelo y lo haré. — dice, casi suplicando.
— No lo sé.... Yo, desearía saberlo. Ahora solo bésame. Bésame Lou, hasta que me quedé dormido. — Louis sonríe de lado, un ligero matiz de tristeza adornando sus labios.
— Eso lo puedo hacer. — sostiene su rostro, tomándose unos minutos para amar la sensación de sus dedos tocando su piel, y entonces junta sus labios de nuevo, está vez llegando un poco más allá. Tienen en el sabor del aliento matutino y un tinte de sal otorgado por las lágrimas, pero está. Porque lo besa de nuevo. Sus lenguas en un baile lento, perezoso.
Un arrullo.
Poco a poco, el cuerpo de Harry se vuelve un poco más laxo, cayendo por completo sobre Louis. Sus besos tienen más segundos de separación, volviendo más lentos, más superficiales.
Un último beso, Louis se encarga de abrazarlo han fuerte que no se escape, y Louis cede de nuevo a su sueño latente.
No importa lo demás, porque ahí en su maraña de cuerpos dónde sus pechos están tan juntos que sienten sus corazones latiendo juntos, Harry vuelve a el de la misma manera que Louis regresa a Harry con apenas un toque. Se encuentran, juntos. Sin importar lo que esté en el medio.
Así que Louis sabe que ellos estarán bien.
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Es más tarde, cuando es hora de almorzar que Louis se da cuenta que en realidad no ha dejado de pensar en todo lo que aún les apresa.
Su té está frío y no ha podido darle un buen bocado a su tocino, así que su desayuno también esta un poco olvidado. Pero es porque a sus hijas han empezado a salirles sus dientes de leche y comer ahora es todo un reto.
Porque es doloroso y las mordederas no son suficientes. Ellas lloran casi todo el día si no tienen algo rascando sus pequeñas encías, por lo que muerden el pezón de Harry en un intento de aliviarse clavando los pequeños pero fuertes dientecitos en la blanda piel; eso tiene a su novio irritable por las primeras horas de la mañana. Su día parece mucho más complicado aun cuando, bajo las mismas sensaciones, ellas rechazan la papilla de zanahoria que Harry les ha preparado así que para cuando es mediodía Louis tiene la camisa llena de escupitajos naranjas, y ni el ni Harry han podido tomar un bocado de su propio desayuno.
Harry mece sobre su cadera a Leigh, que no deja de llorar porque tiene hambre y su boquita duele, mientras se las arregla para machacar un poco de uva para que la textura ayude a sus encías irritadas todo porque su hija mayor ha decidido vomitar los trocitos de plátano. En cambio, Louis también mece a Halle sobre su pierna pues ella imita con sus aturdidores pulmones el llanto de su hermana solo para empatizar con ella, y el en serio esta intentando calmarla para poder aliviar el dolor que ella misma tiene.
Si. Es una mañana difícil.
— Halle, vamos bebé mira a papá ¿si? — la mece un poco más, agita su sonaja favorita en un vago intento de llamar su atención. — Vamos princesa, tienes que comer un poco. Mira acá — ella finalmente parece sentirse atraída hacia el sonido, girando su rostro ahora un poco regordete hacia su papá. Su rostro se ha colorado de la misma manera en la que se ha pintado el rostro de Harry en la madrugada, y sus grandes ojitos azules estan mojados en pequeñas lagrimitas. — Se que te duele, pero esto va a ayudar ¿esta bien? —Entonces Louis le enseña el plátano, presentándole el nuevo alimento y Halle intenta aplastarlo con sus manitas para poder conocerlo. Louis lo retira a tiempo para cortar con sus dedos un pedacito y aplastarlo un poco antes de llevarlo a la boca de su bebé.
Afortunadamente a Halle si le gusta el plátano y eso le ayuda por unos pocos minutos. Pero ella se termina pronto la porción que se supone debe de comer, y comienza a llorar de nuevo cuando el alivio en sus encías desaparece. Louis se pregunta que tan mal padre seria si comienza a considerar usar sus audífonos para concierto.
Así que desesperado, y más en un accidente que una acto consiente, el termina por llevar su dedo hacia la boca de Halle. Ella pronto mueve su boquita para rascar sus propias encías, y cautivado por los pocos segundos de silencio Louis puede comprender que rascarle le genera alivio. Así que con cuidado comienza a presionar con la yema de su dedo en la suave longitud, logrando sentir la hinchazón y cada pequeño borde que sobresale.
Disfruta del contar los dientecitos que tiene al pasar su dedo sobre ellos. Halle tiene tres bien definidos y el borde claro de otros dos. Dos inferiores y cuatro superiores. Su pequeña niña grande. Su corazón se calienta al pensar en que esta creciendo, y por un momento se permite perderse en la ensoñación de lo pequeña que aun es. Su pequeña, se repite. Tan pequeña que apenas y puede meter la punta de uno de sus dedos para aliviar la comezón de sus encías, y tan suya que en muchos años, cuando ella crezca y se avergüence un poco de las travesuras de su viejo, el podrá decir "¿así tratas al hombre que rasco tus encías cuando estabas dentando?"
— Amor — llama Harry apenas pasan unos segundos. Leigh finalmente ha comido su porción de fruta, pero sigue llorando — Usa tu dedo para rascar sus dientecitos. Les hace bien.
Harry ni siquiera cuestiona su palabra, simplemente obedece imitando las acciones de Louis.
Segundos después, Leigh también deja de llorar.
Harry comienza a reír, contagiando su alivio. El abraza más cerca a su hija sin sacar el dedo de entre sus delgados y finos labios y acaricia su lacio y cada vez más largo cabello. — Mi bebé, solo tenias comezón. Esta bien, esta bien — el dice, deja un besito sobre la cabeza de Leigh — pronto pasara, y apenas nos demos cuenta estarás poniendo estos dientes bajo tu almohada.
Louis lo mira, inevitablemente conmovido y desbordando más amor por la mirada de lo que sus palabras pueden describir. Su sonrisa se aprieta en su típica v, y es que no importa que tan difíciles sean sus días. Al mirar a Harry con su dedo metido en la boca de su otra bebé, mientras el mismo lo hace con Halle, a mitad de una cocina desastrosa y un desayuno olvidado el sabe que estan donde tienen que estar; que ama cada parte incluso las que lo aturden, y que al mirarlo. Al mirar a la madre de sus bebés, sabe que el piensa lo mismo.
Estan bien. Incluso estando clavados en la adversidad.
Y es gracias a sus hijas, una vez más, que el piensa en la forma de conseguir un pedacito más de libertad.
Pero entonces Halle lo muerde demasiado fuerte, el grita de forma tal vez demasiado aguda causando una gran carcajada en Harry. Y eso rompe el momento. Pues sabe que su rostro ahora esta en una extraña mueca por el dolor, porque ella sigue intentando masticar su falange. Así que cuando el dolor es demasiado el saca su dedo ligeramente mallugado solo para segundos después meter el dedo consiguiente, listo para seguir siendo lastimado. Los sacrificios de la paternidad.
— Ah, ah, ah — el se queja. Harry no puede quitar la sonrisa de su rostro, el tinte de diversión llegando hasta su ojos. — ¿Que? — pretende estar enojado, aun cuando ambos saben que no hay más que amor y compañerismo en sus gestos.
— El karma es tan bello.
— ¡Harry!
— ¡Imagina eso en tu pezón! Yo tengo que vivirlo todos los días.
— Bien. Tu ganas esta. — ambos comparten una carcajada más en el centro de su hogar. Entonces su vista se desvía a la extraña postura que Harry mantiene; y es que se da cuenta que tras la larga jornada de llanto el ha lactado de nuevo. Su camisa esta mojada en leche, lagrimas y manchas secas de comida y Louis puede notar lo incomodo que se siente de nuevo, no necesita preguntar para saber que su piel esta pegajosa debajo la tela. — Cariño, dame a Leigh. Iremos a ver algo en la tele mientras tu puedes ir a bañarte. Apenas estén calmadas cambiare mis dedos por sus mordederas favoritas, y aprovechare esos minutos para meter fruta en sus chupones de red y lo congelare para que ayude con su hinchazón.
Se conocen tan bien y estan tan acostumbrados a su rutina que ni siquiera deben introducirse explicaciones, o aclaraciones cuyo dialogo tenga forma de "no lo digo porque apestes, sino porque..." A veces asusta, lo bien que parecen entender los pensamientos del otro.
Así que Harry gira su rostro, con el alivio reflejado en cada facción.
— ¿Estas seguro?
— ¡Claro! — Louis mueve los dedos de su mano libre. — Tengo dos manos para rascar. Y en cuanto termine con las paleta-chupón, llamare a Lilian para preguntar en que porción podemos darles paracetamol o ibuprofeno para su dolor. Anda, ve a refrescarte amor. Lo tengo bajo control.
— Apenas baje, tu y yo compartiremos un romántico desayuno - comida — Harry se acerca, pasando su bebé de un par de brazos al otro. Apenas se encuentran sus gemelas enlazan de nuevo sus manitas, y Louis se encarga de cambiar el dedo de Harry por el suyo con tanta agilidad que Leigh apenas y puede notarlo. El besa sus labios, incapaz de disfrazar la sonrisa que se forma en medio de ellos. — Te amo tanto, eres el mejor.
Louis niega, divertido. Lo besa un poco más antes de que los separe un piso de distancia.
— Solo ejerzo mi paternidad de la misma manera que tu ejerces tu maternidad, amor. — un beso más — Somos un equipo, siempre. — Harry sonríe más aun con los labios entrelazados — Anda, te espera una ducha caliente. ¡Te amo!
Harry sonríe, finalmente despegándose de Louis. Apenas empieza a caminar toma los bordes de su camisa para sacarla por su cabeza y usa la tela para limpiar su torso desnudo. Louis sigue con la mirada cada paso que da.
No cree que alguna vez se canse de mirarlo. Suspira y eso parece llamar la atención de sus hijas.
— Ow, no me miren así. Si a ustedes también las amo, princesas.
Si. Se convence. Ellos estarán bien.
Hora y media, cuatro cambios de ropa, una diminuta fracción de paracetamol y un par de paletas-chupón después, sus hijas estan en calma y ellos pueden tener su primer alimento del día. Casi a las dos de la tarde.
Parte de una nueva rutina. Y si, ellos han tenido que calentar su comida en demasiadas ocasiones pero Louis ha puesto una florecita a la mitad de la mesa, y ha encargado pan de chocolate; porque aun si los antojos de embarazo se han ido por completo, algunos alimentos encontraron el camino de vuelta para posicionarse entre los favoritos de Harry.
— ¡Okay, okay! Ya estoy listo. — dice Harry al bajar, se ve tan fresco y tan cómodo que parece flotar — No más olor a leche para mi. — Harry mira a sus bebés, jugando alegremente con sus pies. Y aunque Halle ya se ha quitado de encima el mameluco -de nuevo- , ellas también luces cómodas y frescas, lo más importante, sin dolor.
Entonces ve la pequeña comida montada, como ha puesto la flor y los manteles y ha preparado un poco más para poder saborear aunque sea un momento la comida recién hecha. Oh, el definitivamente va a besar a Louis.
El mayor se acerca para guiar a Harry con la siempre presente mano en su espalda hasta su asiento en un gesto de galaneria, le ayuda a sentarse recorriendo la silla como si del restaurante más elegante se tratase y entonces revienta un beso sobre su sien, sintiendo las gotas húmedas del cabello rizado caer en sus labios.
— Me gusta tu olor a leche. — el dice apenas despega los labios de su piel.
— Oh dios, no hagas esto algo sucio. Nuestras hijas estan a menos de dos metros — Harry bromea. Louis se ríe junto a el antes de sentarse en su propio lugar y dar un largo trago a su te.
— ¡Disculpa! Tu lo has convertido en algo sucio justo ahora. Estaba intentando ser tierno, Harry. Tierno. No es mi culpa ser tan caliente que creas que cada cosa que digo es erótica.
—¡Louis! —se ríe más fuerte, el lleva su mano a su boca para detener su risa. Pero sus ojos se achican formando rayitas a sus lados y sus bellos hoyuelos adornan sus labios. — Esta bien, intentare creer eso.
Ellos platican y disfrutan de su comida en lo que parece ser un hermosa burbuja, que Louis pronto va a romper, trayendo a la mesa los problemas de fuera, y tal vez con ello una solución.
— ¿Hazz?
—¿Si?
— Sobre esta mañana — Harry musita un incomodo oh — No me gusta verte mal por lo que esta sucediendo. Se que es algo que hemos querido por muchos años, pero no creo que ninguno de los dos pudiese haber imaginado como seria vivirlo realmente. Si en algún momento lo sientes como demasiado, si decides que no quieres salir al mundo y regresar a donde solo éramos nosotros. puedo hacerlo. Si me lo pides, lo hare. Detengo todo.
— ¡No! —se apresura a decir — Es decir, no, Lou. No puedo ni quiero hacer eso. Por ti, por mi, por nuestras niñas y toda la familia que creemos después. Me lastima, si. Pero me lastimaba más estar de forma que estábamos, lo sabes. Es lento el proceso, y nada cómodo pero...
— Debemos tener fe en el futuro, si.
— Estamos llegando ahí. Solo necesito tomar de tu mano.
—Esta bien, Hazz. Solo quería asegurarme de que esto es algo que aun quieres.
— Siempre lo será. — ellos enlazan las manos sobre la mesa.
—Solo desearía que hables conmigo sobre lo que te molesta. Es un peso que podemos cargar juntos, amor. Esta bien necesitar ayuda. — Harry aprieta su mano en un pequeño gesto de confirmación antes de sonreír de lado y desviar la mirada.
— Lo se, es solo que me da un poco de pena.
— ¿Haber tenido a Halle y Leigh? — Louis alza una ceja.
—¡No! Lo contrario de hecho — un tenue sonrojo llega a sus mejillas. — Es decir, nosotros... especialmente yo, estamos recibiendo toda esta cantidad de odio. Y yo se que estamos en esa transición de información y que tal vez las cosas sean menos intensas en unos meses, meses después de que la información del juicio y del ensayo clínico sea liberada. Pero me avergüenza de que todo lo malo que esta sucediendo en este momento, solo puedo pensar en que ellos estan buscando a la mami de nuestras niñas. Y es absurdo, lo se. Pero son mías, yo soy su mami... y ellos buscando a una persona inexistente me hace sentir tantas cosas tan desagradables. Y me siento mal porque se que debería estar más preocupado por un posible crimen de odio o el hecho de que estamos perdiendo dinero, o tal vez debería poner más atención en como llevamos dos semanas sin salir de casa, Gemma debe traernos comida porque ni ir al supermercado podemos, y hemos desconectado todo medio de comunicación porque las revistas y televisoras no dejan de buscarnos. Es solo que... No es lo que más me molesta de todo esto. Ellas son mías, pero la forma en la que los demás lo plantean me hace sentir un poco ¿Invalidado?
— Harry — Louis da un apretón a su mano, con su pulgar comienza a acariciar por encima del tatuaje de la cruz — Está bien. Lo entiendo. Somos padres ahora, está bien que nuestras prioridades hayan cambiado. ¿El resto de las cosas que mencionas? Lo solucionaremos. Pero solo ve a nuestras hijas — ambos giran su rostro a la sala, solo para encontrar que Leigh ha rodado sobre su pancita y Halle ya solo lleva el pañal puesto. Pero ambas voltean a verlos y sus ojos azules relucen — ¿Quién no estaría orgulloso de ellas? Tu eres su mamá, y todos quiénes importa que lo sepan, lo tienen muy presente. Nadie va cambiar eso, no importa cuantas comparaciones hagan en las revistas, amor.
— Te amo. Hablar contigo siempre me hace bien. Aún en medio de todo.
— Te amo más. Lo resolveremos — Louis vuelve a apretar su mano. Entonces la levanta solo para besar sus nudillos. Le encanta la manera en que, a pesar de la constancia de ese gesto entre ellos, Harry aún se sonroja. — Se que hemos optado por un bajo perfil, pero parece no estar funcionando.... Yo estaba pensando. ¿Tu quieres que hagamos algo al respecto?
Creo que sería el momento perfecto. Podemos hablar ahora y ser escuchados, antes de anunciar el estudio, antes de...
— Que se enteren que yo las geste, si. ¿Te refieres a hacer algo como...?
— Salir.
— ¿Salir - salir?
— Del clóset. Si, finalmente. Tu y yo. — Harry entreabre sus labios, mordiendo un poco para contener la tensión. — ¿Que dices?
— ¡Si! — Harry se avergüenza de su propia reacción. — Si. Uh, es mejor, mejor hacerlo ahora, tienes razón. Eso al menos les dará un panorama claro de las cosas que decir, y al menos así seremos atacados por la verdad en lugar de escondernos por algo completamente fuera de la realidad, por una fotografías de Twitter. Si. ¿Cuando?
— Cuando estés listo. Estemos. Con el revuelto que hemos generado, podrán recibirnos en cualquier lugar, a la hora que desees.
— No quiero cualquier lugar. Tiene que ser alguien que nos conozca, con quién hayamos trabajado y no cambie el enfoque de lo que queremos decir. De otra manera será más de lo mismo.
— Bien. Hay que planearlo entonces. ¿Quieres venir a mi regazo? Pienso mejor contigo en él.
— Vamos a la sala. Entonces me sentaré en ti. — Ellos comparten una carcajada.
— ¿Quien está siendo sucio ahora? — se ponen de pie, recogiendo los platos perfectamente sincronizados. Es como verse en un espejo, como imitan sus gestos sin ser enteramente concientes de ellos. Louis da un último trago a su taza de te.
— Es algo que compartimos. Lo sabes.
— Dios. Cállate. — un beso más antes de caminar juntos a la sala. Llegan dónde pueden ver a sus niñas, y entonces Louis palmea sus piernas, Harry no puede hacer más que seguir sus indicaciones, pocisionandose justo sobre el.
Enredados en el núcleo de su hogar, soñando, planificando, creando todo eso que vendrá.
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Siete días después. Ellos están listos para hacer su declaración.
Descartaron toda posibilidad televisa ante la premisa de mantener más privacidad. Harry no quiere que su miedo sea capturado en video, ni tener fotos de ellos, de su intimidad, de su dinámica como pareja o de los rostros de sus hijas que con tanto recelo han aprendido a cuidar, circulando en un medio que solo ha demostrado lo hostil que llega a ser.
Y ellos pensaron también que un poco de familiaridad podría ayudar a reducir los nervios.
Tal vez es por eso que ahora ellas se encuentran gateando por el piso de la radioemisora de BBC. Louis camina tras Leigh y Harry se encarga de perseguir a Halle para que su cabeza no golpee contra nada. Han descubierto que su pequeña tiene una tendencia a ser despreocupada por su persona, si es que tiene una buena aventura por delante, mientras que Elaine se encargará de entender dónde se encuentra antes de avanzar.
— Caballeros — Nick se acerca a saludar. No puede contener la sonrisa que sus labios asoman, es bueno verlos, verlos felices. Aún de lejos, el ha tenido la oportunidad de verles crecer así que cuando recibió su llamada no lo pensó dos veces antes de acomodar todo para su llegada.
Ellos harían esto, lo harían bien. Y si Nick puede ayudarles, entonces se considerará un hombre afortunado.
— Me da gusto verlos — ellos se encargan de sostener a sus bebés, ellas mueven sus piernas un poco demasiado agresivas deseando volver a su actividad previa, pero mientras Halle golpea contra el cuerpo de Harry y el debe de reprenderla para empezar a arrullarla, Leigh parece pronto pedir por más de los abrazos de su papá, frotando su pequeño rostro entre el mentón de Louis. Cada movimiento logra capturar la atención de Nick. — Y esas son, unas hermosas señoritas. Justo como sus padres, presumo.
Harry ríe para acercarse a él y saludarlo con un abrazo. — ¡Grimmy, también me da gusto verte! — Nick se encoge de hombros, un poco abochornado. Saluda a Halle y ella sonríe al sentirse parte del mundo tan grande de sus padres, y Nick se encarga de hacerle una mueca divertida a Leigh antes estrechar manos con Louis.
— Felicidades por su paternidad — el dice. — ¿Cómo lo llevan?
— Excelente. Sabes que somos buen equipo. — responde Harry, Louis lo sostiene por su cintura. Cerca. Ayudando a calmar los nervios que ambos saben, tienen que disimular.
— Puedo verlo. — Nick frota sus manos, emocionado. — Bien. ¿Están listos? Salimos al aire en treinta minutos, conocen la dinámica, esto no tiene porque ser diferente. Seguiremos el guión que hemos preparado juntos y si en algún momento se retractan de ello siempre puedo improvisar alguna mentira piadosa, soy bueno para ello. ¿De acuerdo?
— Todo claro, muchas gracias Nick. Gemma y Lottie llegarán en unos pocos minutos, para ayudarnos con las niñas. — Louis informa. Casi previendo que pronto sus padres tendrán que irse, Halle se cuelga más al cuello de Harry.
— Espero que no sea molestia. Estamos pasando por la etapa de separación — Harry le explica, el acaricia el cabello de su niña. — Ellas como que comienzan a darse cuenta que son un individuo, alguien separado de mamá y estar lejos de mi por mucho tiempo les genera ansiedad. Así que ¿Podemos poner unas sillas adicionales en la cabina para que puedan vernos? Casi puedo prometer que no lloraran, son unas niñas increíblemente buenas.
— Por supuesto, incluso si lloran solo pondré el silenciador de groserías — el hace una seña, y el equipo del staff pronto se encargar de traer más elementos a su cabina. — No seria un problema Harry, aquí creemos mucho en el respeto a las infancias. Con llantos y todo, como debe ser. — Harry asiente, agradecido.
Es una secuencia constante, tal vez demasiado rápida para procesarla por completo. Es un salto a otro de la forma en que lo ha sido desde el momento en que Jeff apareció en su puerta, y en serio espera que pronto termine. Porque ve a Gemma y Lottie llegar y como sus niñas se emocionan al encontrar a sus madrinas. Halle le da un beso de baba antes de cambiar de brazos y es entonces que el equipo de BBC se encarga de acomodarle todos los equipos, la chica le sonríe con timidez al momento de colgar su micrófono pero es la mano de Louis que roza sus dedos lo que realmente logra anclarlo.
Por un momento siente una regresión a sus años como banda, juntando los meñiques detrás de cámara mientras un conjunto de manos agiles se encarga de prepararlos, hombro contra hombro.
—¿Deja vú?
— SI — Louis le sonríe de lado.
— Saldrá bien amor, lo hará. ¿Puedes imaginarlo, volver a trabajar juntos después de tanto? — Harry sonríe de pensarlo. Sus arquitectos escribieron hacen poco que su estudio ahora es completamente funcional; ellos pueden empezar a producir y grabar ahora, solo deben tener el panorama tranquilo para hacer el anuncio oficial. Harry incluso pudo conocer a todos los artistas emergentes que contactaron a Louis para trabajar juntos.
— ¿Prometes que no te cansaras de mi? Despertar juntos, subirnos al mismo auto para llegar al mismo empleo, y regresar a casa juntos. — puede que eso sea una exageración, pues habían discutido las obligaciones de sus puestos directivos y la mayoría del tiempo tienen actividades separadas, aún así, siente su corazón nervioso al preguntar. La chica del sonido abre los ojos en demasía, absorbiendo la información con recelo, tal vez ocultando la emoción de los datos revelados de forma extraoficial.
— ¿Bromas? ¿Cómo podría, Hazz? — terminan de prepararlos. Louis sonríe y besa la mejilla del rizado. — ¿Estás listo?
Ellos enlazan sus manos. Harry se toma un segundo para apreciar como sus muñecas complementan el panorama de una cuerda y su ancla.
Entonces el sonríe también.
— Listo. — murmuran bajito las dos chicas del equipo de sonido. Una de ellas empuja a la otra por el hombro, animandole a hablar. Su rostro es joven y probablemente no pasan de los veinte años, tratándose de una pasantía, atender a los hombres frentes a ellas no formaba parte de sus planes.
Una de ellas, la más bajita, debe aclararse la garganta para hacer sonar su voz. Demasiado apenada de interrumpir la esfera de intimidad que Louis y Harry formaron con apenas unas palabras.
Pero ellos siguen mirándose, tan enamorados. La chica mira a su amiga y ella solo marca su mirada más fuerte, empujándola otra vez. Vuelve a carraspear, en un tono más elevado y finalmente consigue la atención de los hombres.
Los dos pares de ojos de repente frente a ella, mirándole con atención.
— Señores Tomlinson, digo, no... — sus mejillas se pintan de rojo — Señores Styles. No, es decir, yo solo... Nosotras ya terminamos de alistarlos. Ya están preparados para entrar a la cabina. Lamento interrumpir.
Ambos sonrien al notar su nerviosismo, pero es Louis es quien pone una mano sobre su hombro en un intento de calmarla. — Está bien, amor. Gracias a ambas. Señores Tomlinson es más que correcto.
Son dirigidos a la cabina, es extraño ver sus asientos juntos a sabiendas de lo que están por hacer.
Cómo estar expuestos aún si nadie logra verlos.
— ¿Listos? — Nick les sonríe al entrar también. Louis y Harry toman asiento frente a el, juntan sus piernas solo mantener el consuelo de su tacto.
El moreno destapa su botella de agua y da un largo trago antes de comenzar a hablar.
El mira a sus amigos en todo momento, esperando cualquier señal para detenerlo mientras aún están a tiempo. Pero ningún gesto llega, ellos están en esto. Harry puede sentir su corazón latiendo fuerte en su garganta.
Entonces Nick presiona un botón. Y un letrero luminoso comienza a emitir el tenue aviso de transmisión en vivo.
— Bienvenidos al siguiente episodio de The Breakfast Show. Soy Nick Grimshaw, pero eso ustedes ya lo saben. ¿Que tal, como amanecimos hoy? — su carisma se desborda en cada palabra y su rostro se mueve con naturalidad, casi pareciera que es conductor de T.V. en lugar de la radio. — Espero que estén bien despiertos, pues como podrán recordar prometí traer a su favorito para el show de hoy. Con ustedes ¡Mr. Harry Styles!
Louis aprieta su rodilla con cariño, sus ojos achicados con líneas de expresión a cada lado y sus labios apretados sonriendo en un gesto de ánimo para comenzar a hablar. Harry da una última mirada a sus bebés, y Gemma sonríe abriendo y cerrando su mano para decir hola en un intento de enseñar a Leigh a hacerlo también.
— ¡Grimmy! Es un gusto estar de regreso. Estando todos en casa, con la cantidad de cosas que mueven al mundo en este momento.... es bueno.
Nick mira a su pantalla, el contador de oyentes aumentando lentamente.
— Oh Hazzie, yo te extrañaba mucho también. — dice con tono burlón y entonces el rizado se encarga de reír en el micrófono.
Sus bebés lo escuchan y rien de forma sonora también. Ellas aman la risa de mamá. Agitan sus manitas y se mueven en lo que parece un brinco continuo sobre las piernas de sus madrinas. Lottie y Gemma intentan callarlas, pero eso solo les hace reír más.
Aún con el corazón enternecido, ellos miran a Nick un poco asustados. El conductor les sonríe para calmarlos — El eco de este estudio solo representa el gran vacío en mi corazón Harry. Eres mi invitado favorito, te extrañaba también. Esta bien, puedes admitir que tú también me quieres.
Louis eleva las cejas en advertencia y Nick ríe de nuevo.
— Bueno, disfruto mucho de tu compañia Grimmy.
— Ahora esa es forma de hacer mi mañana especial. ¿A qué podemos hacerlo más especial para todos, no Harry? Tenemos una jornada interesante para el día de hoy, usted Señor Styles, se ha vuelto más popular en estos días y todos somos unos adictos por respuestas. ¿Crees que puedas darnos algunas de esas?
— Tenemos dos horas de programa, haré mi mejor esfuerzo.
— Siempre tan amable Hazzie. Bien. Ya lo escucharon, damas, caballeros y todos quienes no entren en ello. Recuerden seguir nuestros hashtag para hacer sus preguntas, leeremos algunas al finalizar la sesión. Hablaremos de trabajo, planeas musicales, como hemos sobrevivido a la pandemia. — menciona algunos de los temas de sus guión. Harry pasa las manos sobre su pantalón para limpiar el sudor que los nervios provocan. — Así que primero, lo primero. Te hemos visto en los tribunales de L.A. en bastantes ocasiones, nosotros tus fans estamos un poquito preocupados por lo rumores de tu separación con Columbia. Cuentanos de eso, ¿hay algo de lo que debamos preocuparnos?
— Bueno, Nick, como es posible que ya lo sepan me veo en la necesidad de confirmar mi separación de Columbia Records, y por tanto de mi ex-representante Jeffrey Azoff. — comienza a decir, elocuente. El pide con sus dedos nerviosos un poco más del tacto de Louis. El castaño solo puede apretar su mano más fuerte. — Como sabrán, la naturaleza de los contratos de negocios es complicada, sin embargo un cambio de enfoque se sentía como necesario para mi carrera musical. — habla lento. Relame sus labios. Mira a Louis por un segundo antes de continuar.
El está tan agradecido de no tener cámaras. Es bueno actuando pero siempre ha sido pésimo para mentir. Por una fracción de momento, se preocupa de que Louis encuentre asqueroso lo mucho que suda su mano frente a los nervios pero el solo le aprieta más fuerte.
— Me encuentro sumamente agradecido por el tiempo que trabajamos juntos. Respeto y reconozco los grandes profesionistas con lo que compartí este fragmento de mi carrera, y no lo haría de alguna otra manera. Sin embargo los cambios a veces son necesarios, y bajo nuestros propios intereses llegamos a un llegamos a la conclusión de direccionar de forma diferente nuestras líneas de trabajo. Hemos llegado a un acuerdo mutuo — miente — sin ningún problema. Así que desde ahora no estamos asociados.
Nick asiente aún cuando no hay un público presente.
— Gracias Harry. Entonces ¿Aun tendremos más de tu música?
— Definitivamente. Hay Harry Styles para un rato.
Entonces ellos hablan de su carrera actoral y los proyectos que ha tenido ese año. Cada reconocimiento que Fine Line ha obtenido y la importante de cada fan en ese bello proceso. Un diálogo establecido para crear un vago intento en que la gente pudiese recordar que Harry es un hombre más allá de los chismes, de los malos comentarios, de las burlas. Que es un artista y uno excelente.
— ¡Excelente! — dice Nick al micrófono. — Ahora iremos a una cortisima pero necesaria pausa comercial. No sé vayan que regresando nuestro querido Harry tocará algunas canciones para nosotros. ¡En vivo, desde BBC One! En seguida volvemos. — presiona un nuevo botón. Y el letrero luminoso baja su intensidad.
— Lo has hecho bien, cariño — Louis besa en un corto roce su labios. Un toque cálido después de que Harry tanto les lamiese en el intento de apaciguar su miedo.
— Muy bien — secunda Nick. El les muestra una de sus pantallas — Tenemos un ranking establece, y estamos recibiendo buenos comentarios. Pero deberían prepararse, regresamos en dos minutos. — entonces el vuelve a tomar agua.
Las chicas de hace unos minutos aparecen de nuevo para preparar su equipo de sonido, y aunque su banda completa no está presente, ya tienen la zona para interpretación completamente preparada.
Un saludo rápido, su micrófono montado y colocan sus audífonos con cuidado sobre su cabeza.
— Todo listo señor Styles — dice la pasante. — digo, señor Tomlinson. Salimos en treinta. — Comienza a contar para retirarse.
Pero Harry no puede resistirse, el corre a besar las pequeñas cabecitas de sus hijas bajo la atenta mirada de todos, regresando en el conteo regresivo de cinco, cuatro...
Louis le manda un beso.
Tres, dos.
Harry pretende atraparlo y juntarlo con sus labios
Uno.
— Estamos de vuelta con Harry Styles, aquí, en su Breakfast Show en BBC One. Yo soy Nick Grimshaw y estamos por escuchar Watermelon Sugar — puede escuchar a Nick por el audífono. La música suena y el comienza a cantar.
El extraño tanto esto.
Su canción pronto termina, y segundos después Adore You toma su lugar. Entonces le sigue Golden, y para cuando Sunflower Vol.6 toma su melodía, Harry no puede evitar sentir un nudo en su garganta que se obliga a tragar.
Esta despidiendo todo eso que alguna vez fue.
Escucha a la batería contar. El dice unas pocas palabras para darle dinamismo al show que han montado en la radioemisora. Pero el instrumental de Canyon Moon empieza a sonar.
«You gotta see it to believe it. Sky never looked so blue»
El canta. Puede ver los ojos de Louis brillando fuerte.
«So hard to leave it. That's what I always do
So I keep thinking back to a time under the canyon moon»
El baila. No puede evitarlo. Debe sacar ese nudo que le apresa.
«The world's happy waiting. Doors yellow, broken, blue»
Sostiene su micrófono con fuerza, intentando sentir la melodía y nada más. Por eso es todo. Todo lo que será.
«I heard Jenny saying "Go get the kids from school"»
El mira a sus hijas que danzan alegres sobre las piernas que las cuidan.
Y piensa que está bien que todo termine, que sea.
«And I keep thinking back to a time under the canyon moon»
Porque solo así recibiran todo lo que será.
Es momento.
Finalmente.
Este es el final, o tal vez es el inicio.
Porque el nudo se termina al mismo tiempo que la música lo hace. Y con ello el dolor.
«I'll be gone too long from you»
Porque cuando las nuevas palabras llegan en voz de Louis, todo está hecho.
El está frente a Harry cantando del mismo micrófono con miradas conectadas. Es tanta la cercanía que Louis solo puede acariciar por un momento la mejilla de Harry.
Ellos sonríen, perdidos juntos encontrandose en la voz del otro. Cantando como uno solo.
«Staring at the ceiling. Two weeks and I'll be home. Carry the feeling through Paris, all through Rome. And I'm still thinking back to
a time under the canyon moon»
Harry mira por un segundo hacia Nick. El apunta como desquiciado a su pantalla. Los números creciendo más veloz de lo que la máquina puede documentar. Si mira detrás encuentra la cantidad de tweets que entran segundo tras segundo hablando sobre ellos.
Nick sonríe mostrando todos sus dientes, su pulgar arriba indicando que todo está bien.
«I'm going, oh, I'm going
I'm going, oh, I'm going
I'm going, oh, I'm going home
I'm going, oh, I'm going
I'm going, oh, I'm going
I'm going, oh, I'm going home»
Ellos cantan uno tras otro, divirtiendose y amando como sus voces se intercalan entre si. Harry relame sus labios y cierra los ojos para disfrutar la manera en que la voz de Louis suena en solitario.
«Quick pause in conversation. She plays songs I've never heard.An old lover's hippie music pretends not to know the words. And I keep thinking back to a time under the canyon moon»
Y aunque lo intenta. Harry no puede mantener sus ojos cerrados por mucho tiempo, abrirlos y observar. Admirar a Louis y cada gesto que tiene mientras canta... Se convierte en una obra de arte.
«I'll be gone too long from you»
Canta el, respondiendo.
Casi no se dan cuenta como sus manos llegan a la otra, comparten caricias involuntarias.
«I'm going, oh, I'm going
I'm going, oh, I'm going
I'm going, oh, I'm going home
I'm going, oh, I'm going
I'm going, oh, I'm going
I'm going, oh, I'm going home
I'm going, oh, I'm going
I'm going, oh, I'm going
I'm going, oh, I'm going home»
Cantan juntos de nuevo.
La música termina pero ellos están en casa, frente a ellos y frente al mundo.
Una nueva pausa comercial y Gemma y Lottie corren hacia ellos para dar un gran abrazo familiar atrapando a las pequeñas entre ellos. Louis limpia en Harry lágrimas que no sabía estaba derramando.
Porque, finalmente, finalmente ese modo supervivencia autosometido, ese cansancio invisible que te mata en silencio, el miedo aferrado a la piel... Finalmente lo siente irse.
El no es capaz de soltar a sus bebés aún cuando deben regresar al aire. Pero está bien, ya fue suficiente de esconderse.
Ellos no dan muchos detalles sobre algo que ya es obvio para todos. No hay necesidad de decirlo. En su lugar comparten su felicidad por el otro, los planes que tienen en sus carreras y el deseo de privacidad hacia, la inminente confirmación, de quienes son sus hijas y la dinámica que su familia mantiene. La declaración del día recae sobre que
Louis Tomlinson y Harry Styles están, de hecho, juntos. Aún después de tanto, aún fuertes.
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Si Harry dijese que las cosas mejoraron después, sería mentir. Al menos, en el sentido práctico.
Pues los siguientes cuatro meses les sirvieron de adaptación a ellos y al mundo. Y aunque seguían siendo centro de un par de escándalos mediáticos, la gente finalmente parecía comprender que ellos estando juntos debería ser algo tan normal por el resto del mundo.
Los titulares cada vez eran menos y los existentes teniendo cada vez un tinte más positivo.
Y si, tuvieron que duplicar sus gastos en equipos de seguridad para seguirlos a todos lados, pero ahora podían ser ellos mismos sin tener el temor de mirar por el hombro cada tanto.
El panorama pareció estabilizarse cuando uno de sus chicos estrella, Joshua Bassett, un jovencito queer que definitivamente Louis molesta por tener una pequeñita fijación en Harry, produjo un single que se convirtió en hit internacional bajo la firma de Producciones Tomlinson S.
Entonces la narrativa cambio a centrarse en su trabajo, lo bien que ambos lo estaban haciendo cantando, componiendo, produciendo nuevos artistas, actuando, creando un documental, preparando la continuación de un tour, guiando, con un festival fijado en Londres y el aviso de una próxima línea de cosméticos ¿Mientras son padres?
Si a Harry le preguntan, ese fue un mejor artículo de leer.
Así que cuando llega el 28 de Agosto del 2021, puede que el llore cuando el sol recibe el día. Porque no puede creer lo mucho que su vida ha cambiado, ni que ha pasado un año completo desde que sus niñas llegaron a ellos.
Específicamente no puede creer que sus hijas estén cumpliendo un año.
El debe pasar su mano por su rostro para evitar que las lágrimas le mojen por completo. Pero es inevitable en el momento en que al parpadear solo encuentra a sus hijas durmiendo. Cada una en su cuna, tan grandes y tan perfectas.
— Sabía que estarías aquí — escucha a Louis murmurar. Es increíblemente temprano pero los pájaros comienzan a cantar fuera de la ventana y unos rayitos logran filtrase en el cuarto guardería.
— Hoy es su cumpleaños, boo. — Harry responde. Puede sentir a Louis rodear su cintura cuando le abraza por detrás. El deja su cabeza recargar sobre el omóplato de Harry, aún somnoliento, dejando besos perezosos sobre su piel.
— Lo se, amor. Yo también estuve ahí el día que nacieron. — bromea contra su piel y su voz suena amortiguada. Harry ríe bajito.
— Un año.
— Lo se. Están tan grandes.
— Me asusta lo rápido que crecen — Harry confiesa y se da la vuelta para abrazar a Louis de frente, aún ambos en el marco de la puerta de sus hijas.
Louis lo envuelve un poco más cerca hasta que sus pechos se tocan y la calidez de sus corazones se comparte. Harry encogiéndose para encajar en su lugar favorito.
— Ellas pronto van a crecer, tendrán parejas, querrán irse a la universidad... Nos dejarán. — solloza un poquito.
— ¿De que hablas? No. Las encerrare aquí hasta que tengan ochenta. Son nuestras. Seré el dragón de la torre si es necesario pero ¿Parejas? Ni hablar. — el bromea y Harry debe ahogar la risa dando un pequeño besito en su cuello. — Pero en serio, falta mucho para eso. Y aún cuando lo hagan, siempre las tendremos de regreso.
De la forma en la que volvemos con Anne, con mi papá, con mis hermanas.
— Solo espero que ellas me quieran aún cuando sean demasiado grandes para recibir besos de mamá en público.
— Lo harán. ¿Quien podría rechazar un beso tuyo amor? — y lo comprueba al dejar un poquito sobre sus labios. Ellos rien, demasiado envueltos en el cariño que tienen. — Un año.
— Lo se. — repite Harry. — Lo hemos hecho bien, ¿no es cierto?
— Lo hemos hecho excelente. Mira lo grandes que son, lo felices y sanas que se encuentran.
— Ellas lucen exactamente como tú. Hermosas. — Harry besa la barbilla de Louis, mirándole desde abajo. — Gracias por darmelas. Te amare toda la vida solo por ello.
— ¡Hey! — Louis toma su rostro para sostenerlo cerca. — Yo creí que ya me amabas para toda la vida desde antes — un beso que comparten con labios curvados hacia arriba. — Pero en realidad, fue un trabajo en equipo. Yo debería darte las gracias a ti Harry. Mira lo que has hecho, nuestras hijas.
Ellos juntan sus frentes, demasiado enamorados para lo que las palabras pueden decir.
— Deberíamos ir a dormir. Tenemos un día largo.
— Si.
— Pero veamoslas un poco más ¿Si?
— Si — ellos rien. Y se abrazan solo para observar como el sol entra por la ventana mientras, iluminando la habitación de la misma manera en la que sus hijas iluminan su vida.
Más tarde, ellos salen de su casa a tiempo y solo con la mitad de estrés acumulado en sus cuerpos.
Hoy es la inauguración oficial de su estudio, y celebrarán la fiesta de cumpleaños de sus hijas con amigos y familia en el jardín que su nuevo edificio tiene.
Harry usa un colorido traje rosado con brillos, y Louis lleva uno de sus clásicos trajes negros. El ha cortado su cabello de nuevo, pero lleva un pañuelo de brillos rosas para hacer juego con Harry. Sus niñas, hermosas, ha escogido cada una el vestido del color que le gusta y llevan pequeños tenis Converse del mismo color que les hace lucir adorables.
Leigh decide usar una medias de lunares de diferente color con las que parece tener una fijación. Y de primera instancia parece no combinar, pero Harry está completamente en el tren de dejarles explorar su lado creativo e incentivar la independencia con pequeñas acciones como participar activamente en el proceso de vestirse. Por otro lado, Halle lleva una de esas faldas-pantalon elegantes que ayuda con su movilidad.
Ellas ya han empezado a querer dar sus primeros pasos, así que Louis está preparado con cambios de ropa en el auto para cuando sus atuendos se hayan ensuciado.
Así que ellos llegan a tiempo —casi.
Pues todos los invitados ya están ahí y la prensa también. Saludan emocionados a sus familiares unos minutos antes de dar inicio a la inauguración.
Es un edificio grande, alargado y elegante. De tonos negros y grandes ventanales que resaltan el letrero dorado con el nombre del estudio y las plantas favoritas de Harry decoran el lugar.
Tienen una gran recepción que su joven equipo de marketing y relaciones públicas se encargo de preparar, todos sus invitados tienen alguna bebida en mano y platican integradose entre todos.
Sus artistas están ahí, y sus amigos famosos o no han asistido también. Mantienen un poco de distancia pero sin duda la prensa captura algunas fotos de Niall, Liam y Zayn reunidos.
— Señores Tomlinson — informa Sam, une de les integrantes de su equipo de marketing. — Es momento de cortar el listón.
La mano de Louis no se despega de la cintura de Harry cuando dan las gracias, y tampoco lo hace al caminar hasta la gran entrada de cristal con un moño rojo impidiendo el paso.
La gente se conglomera a su alrededor y un segundo antes de que las cámaras sean alzadas Harry frunce su ceño en ese gesto que sabe a la gente intimida, solo para mirar a la prensa. — Lo diré una vez y espero que quede claro, ni una foto del rostro de mis bebés. Son menores, ahorrenme el trabajo de averiguar quién fue y tomar acciones legales. ¿Bien? — en cuanto recibe la confirmación de los fotógrafos, los flashes comienzan a ser disparados.
Louis y Harry sostienen juntos el listón, cada uno con una niña sobre la cadera cubriendo sus rostros al sostener sus cabecitas contra su pecho.
— Me da mucho gusto ver tantos rostros conocidos aqui, agradezco a cada uno por su presencia — comienza a hablar Louis. — Más que un logro personal espero que esté estudio, que Harry y yo hemos creado, juntos, como equipo, pueda representar un espacio seguro en la industria dónde todos podamos seguir aprendiendo, descubriendonos y creciendo. Un lugar donde los sueños se vuelvan reales, justo de la manera en que poco más de una década atrás sucedió para nosotros. Así, espero que esto se convierta en una oportunidad para todo aquel que la necesite, uno donde el miedo no existe y seamos capaces de hacer arte mostrando nuestros verdaderos colores. Sean bienvenidos a Producciones Tomlinson S.
Una mirada y ambos cortan bajo las risas de sus hijas el listón. Halle incluso lo patea para hacer su caída un poco más dramática.
Pero es cuando la luz artificial de las cámaras pretende capturar el momento que descubren el detalle escondido en el logo del lugar. El signo dorado que se vuelve tornasol cuando un poco de luz refleja en el, creando así la ilusión de un arcoiris.
Es la imágen perfecta, sobre todo cuando alguno de ellos capturan el pequeño beso que los fundadores del lugar se dieron.
Puede que esa sea la única vez que permiten al mundo ver un poco del como son ellos.
Estando dentro, ellos celebran el cumpleaños de las Tomlinson más pequeñas. Tienen mucho pastel y reciben regalos de todos los invitados.
Sus niñas parecen reflejar la emoción con la que cada uno de ellos les repite lo especial que es día para ellas, como hoy sobre todos son unas princesas. Ellas disfrutan mucho de pasar un rato en los brazos de cada uno de sus tíos.
Niall carga en cada brazo a una niña, sintiendo como dejan caer baba en su rostro en un intento de llenarlo de besos. Amando el olor de bebé que se desprende de ellas.
Puede que el castaño persiga a Harry por todo el lugar.
— Harry, Harry, Harry — Niall le llama. Harry intenta revisar que todos sus invitados se encuentren cómodos. — Mirameeeee
El hace un puchero.
— Miranos, somos tan bellos juntos. ¿Si, verdad que sí? Ustedes quieren al tío Niall. — el hace unas muecas para hacerlas reír u se distrae tanto con ellas que Harry sigue su camino.
— Harreeeeeeeh — vuelve a llamar. Siguiendo sus pasos.
El menor sonríe divertido, cubriendo su sonrisa con su mano.
— ¿Que sucede Niall?
— Mira que bien nos entendemos. Déjame ser el padrino del siguiente bebé que tengan.
— Ni, ya hablamos de esto.
— ¡Pero yo sería un excelente padrino! Si combinamos excelente. — el dice y para probarlo parpadea mucho haciendo ojitos logrando que sus hijas imiten el gesto — por favoooooor. Yo quiero un bebé, Gemma y Lottie obtuvieron el suyo.
— ¿Y porque no tienes uno tu, eh?
— No, pero yo quiero cuidar uno de los tuyos. Que te salen tan bonitos. ¿Si Harry? Déjame ser padrino, ándale.
Entonces el olor a popo comienza a desprenderse fuertemente entre ellos. Harry se acerca a Niall quien tiene el ceño fruncido y quién intenta con toda su fuerza de voluntad resistir el impulso de vomitar.
Ya acostumbrado, Harry gira los ojos divertido. El toma a Leigh dejando besitos en su rostro y bajando haciendo caras hacerla reír y llegar a su pancita, entonces baja la nariz e inhala. Todo libre. De todas maneras se encarga de revisar que su pañal no esté cargado de orina.
Deja un beso sobre su frente y entonces se gira para hacer lo mismo con Halle. Reparte besitos para hacerla reír pero apenas baja hasta el borde superior del pañal, el olor llega a él.
— Ven, amor, vamos a cambiarte para que estés cómoda. — el alza sus brazos para indicar a su hija que puede ir a ellos.
— ¡Yo lo haré! — dice de repente Niall, dando un paso atrás, Halle baja sus bracitos también sin entender con quién debe estar.
— Niall....
— No. Esta bien. En serio. Yo lo haré. Harry yo estoy muy comprometido con mi papel de padrino futuro, ¿esta bien? Yo lo haré. Solo haremos una pausa para que Gemma cuide a Leigh, o Anne, o las gemelas o Mark. En realidad, cualquiera que aparezca primero. La pañalera está dentro ¿No? Y estamos enseñando consentimiento al platicarles todo lo que hacemos en cada uno de nuestros movimientos ¿Cierto?
Harry sonríe, asiente con su cabeza feliz de que su amigo sepa cosas de su pequeña rutina.
— Yo presto atención. — alza las cejas — Sólido material de padrino. Eso soy ¿No es cierto, niñas?
Tal vez se pierde un segundo, y no sabe bien porqué. Solo se queda de pie, sintiendo la tela de su bello traje contra su piel. Siente a la gente moverse y farfullar con felicidad a su alrededor pero es el que está estático.
Observa a Niall retirarse, aún controlando las arcadas de su cuerpo y se ríe un poco, pues el realmente lo está intentando. Casi como una película stop motion, centrado en el detalle de un solo cuadro... Lo golpea.
No sabe cuántos segundos pasan en realidad, o si se ha quedado minutos enteros a la mitad de la fiesta de la cual es anfitrión. Solo lo golpea.
Todo lo que ha pasado.
Su garganta se cierra, no de una mala manera, y entonces siente las lágrimas bajar por su rostro en silencio.
Es el cumpleaños de sus hijas.
Ellos están inaugurando su trabajo.
Juntos.
Entonces siente un toque sobre su cintura y el cosquilleo bajo su piel que eso trae con ello. Porque solo Louis sostiene su cintura de esa forma, colando la mano por debajo de su saco con la agilidad que solo los años pueden proporcionar, lo hace solo para sentirle mas cerca deslizando su mano por toda su espalda hasta llegar a su punto de destino solo porque ama tocarlo, y entonces da un apretón, juega con sus dedos golpeteando uno a la vez, y entonces aprieta otra vez.
Siempre la misma rutina, que no importa la cotidianidad que posea, su reacción solo parece incrementar con el paso de los días. La tensión en su estómago disparandose a cada extremo de su cuerpo por el torrente sanguíneo. Cosquillas en pecho, en sus piernas y en las puntas de sus dedos. Porque conoce la forma en la que la mano de Louis se siente, pero también que es una reacción con la que su cuerpo se ha encaprichado a presentar con él, y solo con él.
— Hey — el dice. Harry intenta limpiar sus lágrimas. Pero Louis le observa y por tanto le jala más cerca. Sostiene con su mano libre su mentón, limpiando con su pulgar las lágrimas que caen — ¿Que sucede?
— Solo estoy feliz — el sonríe, al hacerlo más lágrimas caen y Louis solo puede presionar un fuerte y largo beso contra su frente.
— Ven, vamos a un lugar más tranquilo.
Louis lo guía aún con la mano en su cintura. Lo hace tan bien que Harry ni siquiera debe pensar en que pasos son los que siguen. Louis lo hace por el.
Pasan del jardín y entran al edificio, atraviesan toda la vacía recepción y suben al ascensor. Seis pisos y un largo pasillo. Observar todo eso que es de ellos solo logra hacer bajar algunas más de sus lágrimas.
Entonces Louis abre una puerta que el no conoce, y al entrar se ven envueltos en un perfecto silencio. Harry no se esfuerza en disimular su sorpresa al notar las paredes extrañamente familiares.
— ¿Dónde estamos?
— Un regalo para ti — dice Louis. El lo abraza, sosteniendo todo su cuerpo y el menor puede sentirse derretir en su fuerte tacto. Tiene la certeza que si sus piernas fallaran en ese preciso momento, su cuerpo lo tocaría el suelo. Louis frota sus narices en una caricia y pasa la mano por entre el cabello de Harry, llenandolo de mi mimos para calmarlo. — Quería enseñarte, tu oficina.
— ¿En serio?
— La he decorado yo mismo, quería que tuvieras un pedazo de casa aquí. Para recordar... Bueno, como hemos llegado.
Es entonces que Harry nota a su alrededor, encajando las piezas que han recorrido toda su vida en cada pedazo de esa habitación.
— ¿Es ese el sillón que teníamos en Princess Park?
Más
— Lo es. El original, no una réplica. — Louis sonríe mostrando todos sus dientes. Y se acerca al rostro de Harry solo para acariciar un poco más su piel — Hay unas pequeñas escaleras rosas, y es el tapiz de nuestra primer casa en Estados Unidos. Puse tus fotografías favoritas, todas las que tenemos desde el momento en que nos conocimos empezando por esa que nos sacamos en The X Factor. Fue un poco difícil hacer que todo combinara en un ambiente profesional pero.... ¿Te gusta?
— Louis — es lo que consigue decir, su voz suena quebrada, prendiendo de un hilo. Y el observarlo aún estando tan cerca es complicado pues los ojos verdes se han llenado de lágrimas deseando ser derramadas. — Yo... — Louis solo sonríe, mirándole con ternura mientras besa de forma repetida sus mejillas, aún entre sus brazos. — Te amo. Te amo tanto que a veces siento que voy a explotar, desbordarme porque todo lo que siento no cabe dentro. No parece ser suficiente y tú....tú has puesto nuestra historia aquí, en estás paredes. Me encanta, Boo. Me encanta.
— Te amo también bebé, solo quiero hacerte feliz a cada segundo — el junta sus frentes, acaricia su espalda con lentitud. Harry puede sentir los dedos de Louis delinear cada tramo de su piel hasta llegar a sus manos y acariciar ahí también. — Cada segundo, vivo, respiro y existo por ti. Tu eres mi historia.
— Louis — gime en medio de su llanto. Se siente como demasiado.
— Tu eres mi historia — el repite casi como un susurro. Acaricia sus manos, delineando el borde de sus anillos. Louis les conoce tan bien que ni siquiera debe mirar para saber cuál está tocando, después de todo ha sido el quien le ha regalado todos ellos. Entonces toma aquel que descansa desde hace años en el dedo medio de su mano derecha.
Harry está tan ensimismado en sus caricias y sus palabras que no advierte las intenciones de Louis.
Porque justo cuando ha localizado el anillo, el se separa con lentitud. Sostiene su mano a la par de tantear su propio saco. — Tu eres mi historia — dice de nuevo.
Entonces se arrodilla.
— Así que implosiona conmigo, por favor. —
El está sobre una rodilla. Harry da un paso atrás, sus ojos abiertos en demasía y parpadea de forma excesiva para sacar las lágrimas de sus mojadas pestañas y asegurarse que está observando bien.
Porque Louis está sobre una rodilla, sosteniendo una caja de cristal y un nuevo anillo dentro de ella.
— No sabes lo mucho que agobia mi alma haber tardado tantos años ser capaz de cumplir mi promesa — el juega con el anillo de peace de la mano de Harry, cientos de recuerdos siendo disparados como una secuencia fotográfica pasando entre sus ojos. — Pero permíteme hacerlo ahora porque la intensidad de ella solo crece con el paso de los años. Permíteme hacer una nueva promesa hoy que sea mucho más duradera. Harry, cásate conmigo. Se mi esposo. Toma mi apellido. Toma mi vida y todo de mi. Permíteme ser tu esposo también. — y el abre la cajita. Mostrando un anillo de plata del mismo grosor que aquel comenzó todo, y gran diamante reluciendo al centro de el. — Así que te pregunto aquello que he guardado durante años, Harry Edward Styles, ¿te casarías conmigo?
— Louis — solloza. De nada sirve contener el llanto intermitente, no cuando su sonrisa parece imposible de borrar. Y así con el rostro rojo por el llanto y hoyuelos que se marcan al borde de sus labios, asiente. Asiente cuando sus palabras fallan y todo lo que hay es un par de corazones expuestos.
Louis sonríe también, sintiendo el peso de años abandonar su pecho. Se encarga de deslizar el nuevo anillo, está vez en el lugar correcto.
Se pone de pie solo para tomar a Harry de la cintura, alzarlo en el aire y comenzar a girar como en esas películas que tanto aman mirar. En medio de las vueltas muchos gracias y pequeños te amo son musitados entre besos y risas.
Para cuándo se separan, Louis está llorando también.
Y es que, ellos van a casarse.
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Los meses pasan más rápido cuando tienen un pendiente tras otro. Pues tan solo dos días después de la inauguración de su estudio, Louis lleva a cabo el Away From Home Festival.
Todo acerca de ello es irreal.
Harry puede cumplir ese pequeño sueño adolescente al tener a sus hijas descansando sobre su cadera con un par de esos grandes audífonos anti-sonido, entendiendo en su nivel de compresión que ese es el trabajo de papá, que todos esos gritos son por papá. Ellas parecen ser increíbles para imitar el nivel de euforia de la multitud al dar tropezones de sus nuevos pasos aprendidos que pretenden ser un trote por todo el lugar.
Harry cree que ellas parecen jugar atrapadas. Así que puede que el pase el resto del día con dolor de espalda por perseguirlas doblado para cuidar su cabecita de cualquier golpe.
Pero aquello es solo una parte, el poder estar frente a todos con la familia de Louis, su familia, logra aún ponerlo nervioso. El realmente no quiere que se de un enfrentamiento o que la atención del show de su prometido sea distraida por su presencia, o que incluso alguien intente obtener una fotografía de sus hijas.
Así que aún si está frente a todos, se encarga de mantener su distancia. El miedo parece irse cuando todos aquellos que se acercan lo hacen con respeto y solo en el tiempo libre antes de comenzar con el show. Se sacan algunas fotografías y aunque intentan saludar a sus hijas, todos parecen respetar la idea de no capturar sus pequeños rostros.
Es solo en el momento en que Louis canta Only The Brave, que una marea de banderas cubre el lugar y el sabe que ellos estarán bien.
Pocos días después, viajan a E.E.U.U. para dar inicio al Love on Tour, y aunque Louis le acompaña la mayoría de las noches, ellos tuvieron que contratar a una niñera. Después de todo tres bebés en gira son demasiado trabajo. Harry pasa gran parte de sus horas libres simplemente mirando convivir a sus hijas con el pequeño bebé de Mitch y Sarah.
También sucede que Louis no deja de burlarse ante la selección de Harry por decidir usar un par de conejos como logo para el LOT. — ¿Eres mamá conejo ahora, amor? ¿Es esto una indirecta sobre cuántos bebés quieres que tengamos? — el rostro de Harry entonces se pintaria de rojo, y se pondría tímido frente a Louis al ser un poco obvio con sus intenciones.
— Solo me pareció adecuado, Boo.
— Lo se. Estoy jugando contigo, tendremos más bebés que una camada de conejos si eso quieres. — y tendrían una larga sesión de besos en la cama de su hotel, con la suave melodía de la respiración de sus hijas adornando el silencio.
El también alza su bandera cada noche, sin falta.
Esta tan orgulloso de lo que han logrado que simplemente se siente como libertad. Finalmente, y después de tanto.
Cerca de que termine el año e incentivados bajo la necesidad de no querer esperar ni un minuto más, ellos deciden celebrar su boda antes de el año nuevo arribe. Un hecho un poco complicado de lograr, si se considera el tiempo disponible entre la finalización del LOT, el cumpleaños de Louis y las fechas decembrinas; planear una boda no es precisamente algo sencillo.... excepto que para ellos, no hay nada que planear.
Lo han tenido listo desde una década atrás.
Por lo que todo, simplemente se acomoda. Es pequeño, simple y sobre todo privado. Solo su familia y amigos reunidos en un bello jardín decorado como un cuento de ensueño, cuatro días después del cumpleaños numero treinta de Louis.
Donde Harry finalmente puede lucir el traje-vestido blanco de cola increíblemente larga y rizos decorados con flores que durante tantos soñó; caminando de la mano de su próximo-a-ser esposo, recorriendo el camino del altar, juntos, de la mima manera que caminan por la vida con dedos enlazados y frentes en alto. Lado a lado convirtiéndose no solo en una bella metáfora sino también parte de su nueva realidad. Los votos no deben ser pensados pues es solo su corazón hablando.
Para cuando ellos deslizan sus alianzas en el dedo del otro, todos lloran un poco. Incluso Clifford, que luce un elegante moño blanco, parece lagrimear con su feliz cola moviéndose detrás.
Esta hecho.
Ellos firman su hoja, Harry esta seguro de que su nombre ha salido tembloroso al ser incapaz de controlar la emoción que recorre su cuerpo, pero nada de eso importa. Porque cuando se besan lo hacen unidos en matrimonio, donde finalmente puede llamarlo como su esposo.
Ni siquiera los gritos de felicidad, los llantos emotivos o la gran secuencia de abrazos logran sacarlo de la ensoñación que esta viviendo, pues es dentro de su beso que puede ver, puede sentir, cada momento que han construido y soñar con todo lo que les queda por recorrer.
Puede que esa sea la primer noche que pasan lejos de sus hojas, pero también es la primer noche del inicio del resto de su vidas.
— Esposo — llama Louis en cuanto abre la puerta del lugar que han conseguido para su noche de bodas. La palabra suena tan bien en sus labios, que Harry simplemente se cree capaz de ronronear solo con escucharlo.
— Esposo — responde el, dando una vuelta bajo el brazo de su marido en el baile improvisado que Louis ha mantenido entre ellos. La palabra vibra en su pecho, y no cree que exista algo más correcto que ello.
Se besan tanto antes de entrar que Harry puede sentir sus labios irritados, sin embargo no hay necesidad de parar. De un momento a otro se envuelven en carcajadas cuando Louis toma a Harry para cargarle al estilo nupcial y entrar hacia el cuarto que han reservado.
No es un lugar nuevo.
Es el mismo donde se han escondido siendo más jóvenes, lejos de todo, para beber y confesar esos secretos que nadie más podría saber. Caer sobre la cama es una sensación conocida, pero no más sus manos ahora expertas en desvestir al otro.
Desnudarse es lento, se siente como quitar capas de sus vidas pasadas solo para presentarse al al otro, expuestos como si fuese la primera vez; no hay paredes, no hay miedos, solo ellos. Se observan entre besos intentando capturar la belleza del momento, pero solo existen sus pieles sudorosas, conectadas en un tacto donde todo lo que sienten es al otro.
— Por favor, por favor... amor. Louis — Harry suspira entre besos, sus ojos estan acuosos perdido en el placer que el frotarse trae para ellos. Sus cuerpos cerca con piernas enredadas y nada entre ellos, solo sus pelvis moliéndose juntas. Siente a Louis jadear en su cuello, tan cálido su aliento golpeando en su piel.
Puede sentir su piel ardiendo, sus pulmones a punto de estallar.
— Me encanta escucharte rogar — Louis dice con la voz más ronca que nunca; muerde el lóbulo de su oreja y comienza a repartir húmedos besos, en su cuello, en sus clavículas y el borde superior de su pecho haciendo a Harry temblar. Entonces siente a Louis abrir en tijera sus dedos dentro de el, sacándolos de esa manera. El borde de su anillo lastima contra su piel, y eso logra que su espalda se curvee demasiado perdido en sensaciones.
— Por favor — vuelve a pedir, un poco de su propia saliva caer de sus labios incapaces de permanecer cerrados. Louis toma sus mejillas para apretar sus labios juntos y besarlos, tomando un segundo para apreciar lo sublime que su rostro fruncido y sonrojado llega a lucir.
— Te amo — dice el, Louis lo besa solo para comenzar a penetrarlo, lo hace tan lento que es doloroso. Puede sentir cada milímetro ser expandido, abriéndose solo para el. Harry abre sus muslos, haciendo espacio para sentirlo cerca y entonces sube su pierna hasta rodear la cintura de su esposo. El aire se le escapa a ambos solo para besarse otra vez.
Embistiendo en un ritmo lento, uno que pretende grabarse en su memoria para siempre. Con cada sonido, cada mirada y cada te amo incluido. No hay prisas, ellos tienen toda una vida por delante.
— Adentro, adentro — Harry jadea — Córrete dentro, lléname. —Lento, sigue lento prolongando a ambos su orgasmo. Sus corazones laten tan cerca y su piel se funde en cada caricia hasta que finalmente llega. Todos sus músculos se contraen, cayendo juntos, una vez más, respirando sobre la boca del otro mientras la calidez se derrama entre sus cuerpos.
— Te amo Hazz, mi Hazz. Harry Tomlinson —dice apenas su cuerpo se regula de nuevo, aun tendido sobre su esposo en uno de sus abrazos continuos, repartiendo besos en cada extremo.
— Mmh, te amo también — acaricia el lacio cabello — Llámame así otra vez.
— ¿Mio? ¿Tomlinson?
— Todo —ellos ríen, bajito, demasiado cansados. — Todo, toda la vida... Porque ahora tengo tu nombre, y el de nuestras hijas.
— Bueno, Señor Tomlinson. Debo darle las gracias por permitirme ser tan feliz y darme el honor de llamarle mi esposo por cada día en ahora en adelante. — sus labios se unen de nuevo.
— Señor Tomlinson es usted tan ridículo, y lo amo tanto.
— Señor Tomlinson, usted decidió casarse con este Señor Tomlinson.
Se envuelven en risas tan sonoras que sus cajas torácicas duelen. Pero esta bien, es solo un poco de todo lo que ahora tienen.
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Su luna de miel tuvo que verse pospuesta por un poco de trabajo. Sin embargo no existen quejas de por medio, pues su trabajo ya no se siente como trabajo, no cuando son tan felices haciéndolo. De todas maneras ellos tiene un avión esperando por ello para ser llevados a un romántico descanso en Italia.
Harry platica animado en el auto viendo por el retrovisor a sus hijas, contando sobre todo lo que verán y lo mucho que se van a divertir en el agua de las playas. Nadie espera que de un segundo a otro la piel de Harry se vuelva pálida, y pida a gritos que el auto se detenga.
Louis se orilla apenas a tiempo para Harry abrir la puerta y vomitar sobre la acera.
— Mierda Harry, ¿estás bien?
— Excelente, dios — jadea — ¿crees que alguien haya visto eso? Ojalá no pongan otro cartel, eso sería vergonzoso
— Vamos al médico.
— No, no. Es solo una intoxicación. Pasará. — Louis se acerca a la mancha en el suelo. Acariciando la espalda de Harry en el proceso. El aún de encuentra apoyado en sus rodillas, intentando recuperar al aliento. Louis se acerca un poco más, incluso inhala a una distancia considerable del suelo.
— Eso no parece tu vómito de intoxicación, amor.
— No, no. Joder, mierda — Harry se endereza, pasando las manos por su cabello. Entonces gira su cuerpo hacia Louis, y sonríe — Juro que uno de estos días voy a poder sorprenderte de la forma que quiero.
— ¿Harry?
— Oh, si. ¿Sopresa, papi?
— ¿Estamos embarazados?
— Estamos embarazados. Seremos papis de tres.
— ¿Así que no habrá luna de miel en yate?
— ¿Más como vacaciones familiares en yate?
— Mierda, eso suena excelente.
Halle y Leigh rien en el fondo. Sus pequeñas hijas, pronto a ser hermanas mayores.
— Déjame ver, por favor.
Y ahí, en medio de la calle. Harry aprieta su sonrisa mostrando sus hoyuelos por completo, antes de alzar su camisa. Louis usa su palma para tocar con delicadeza su vientre, y paralelo a ello, usa su mano libre para sostenerle con fuerza de la cintura, justo en ese lugar amoldado por los años.
— Dios — Jadea, sintiendo la pequeña curvatura. Sus dedos tantean la piel del menor, y Harry no puede hacer más que dejar volar las mariposas que nacen en él. Louis muerde sus labios, incapaz de contener la felicidad que esa noticia trae para ellos, su mirada fascinada por ese pequeño contacto entre ambas pieles. — Te amo. — sin soltarlo, besa su frente. — Te amo tanto Harry. Dios — repite. — ¿De cuanto estamos?
— 10 semanas, apenas. Es tan pequeño aún. — Harry sonríe. Sin pensarlo, lleva sus manos a su vientre también, atrapando el tacto de Louis debajo de él.
— 10 — repite embelesado, acariciando un poco más. — ¿10?
— Si. Ya te lo dije.
— ¿10?
— Que si, Boo.
— No. Hazz, tiene que ser más.
— Estoy bastante seguro sobre mi propio cuerpo, Louis.
— Hazz — Louis abre en demasía sus ojos, pasando la mirada de su vientre hasta los orbes verdes. Harry parece no comprender su gesto.
— Louis — voltea los ojos divertido.
— Hazz — dice de nuevo. — Tienes el vientre del mismo tamaño que con Halle y Leigh. Tiene que ser más tiempo.
Harry imita su gesto, abriendo los ojos con impacto y por un segundo, una fracción de el, palidece.
— No puede ser más tiempo. No puede. Solo son diez semanas — niega con su rostro, aprieta sus labios completamente nervioso — ¿Papis de cuatro?
— Papis de cuatro, tal vez. — Louis se ríe. Siente su mano sudar contra la piel de Harry, y entonces ríe más fuerte.
Joder. Ellos van a tener cuatro bebés. Al mismo tiempo. Joder.
— ¡LOUIS!
Sus bebés no entienden porque mamá parece tan alterado, ni porque papá luce tan nervioso. No importa, ellas lo sabrán en unos pocos meses.
A Harry le gusta su vida, y aunque no podría ser mejor... nunca esta de más soñar un poco más.
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