⸻𝐔n. ♡︎ ❦︎
—¡Eso fue increíble, carajo!
—Lenguaje, Hyunnie — murmuró con el ceño fruncido, mirando a sus manos juntas sin intención de separarse.
El partido de basket del equipo masculino de la universidad estaba siendo interesante, bastante movido y entretenido. De hecho, Jeongin casi que lo estaba disfrutando. Él no es fan de los deportes, pero su novio lo arrastró a ver la final de temporada porque su mejor amigo jugaría en tan importante fecha.
—Lo siento — sonrió y dejó un leve beso en sus labios. Era una disculpa falsa en verdad, porque Hyunjin llevaba insultando desde que el árbitro inicio el partido. Faltaban dos minutos, él se disculpaba y dejaba un beso cada vez, por lo que Jeongin realmente no estaba enfadado con él.
Hyunjin intentó no pensar mucho en eso, pero lo cierto es que le gustaría oír a Jeongin maldecir al menos una vez. Su chico era todo un niño bueno, criado con ideales de ser formal y respetuoso sin importar lo demás.
Con el pasar de los meses en su relación, creyó que Jeongin se soltaría alguna vez, sin embargo, resultaba que no era ninguna actuación; él chico en verdad no salía de su zona de confort.
Jeongin y Hyunjin tuvieron sexo varias veces, al mayor le parecía hermoso que su novio fuera atento y dulce en ese momento, siempre preguntando y asegurándose de que lo disfrutará. El problema no era que no le gustase, el problema era que él a veces no necesita que todo sea lento y amoroso, de vez en cuando estaría bien que usará palabras sucias y no cuestione nada, que lo tome y lo haga suyo como Dios manda.
Hyunjin creía firmemente que Jeongin se estaba reteniendo, tal vez debería decirle que estaba bien sí es brusco.
Pero Jeongin se sonrojaba y se ponía tímido a cada rato, con sólo tomar su mano ya lograba ese rojo en sus mejillas. Bien, sería difícil pero no imposible.
Cuando su universidad ganó el partido, Hyunjin salió corriendo a abrazar a Felix y felicitarlo por la victoria. Jeongin se quedó unos pasos atrás, sonriente y con su postura firme. Él era elegante, usando camisas y pantalones de vestir casi siempre.
—No se mucho pero lo hicieron increíble, felicidades — él Australiano en lugar de tomar su mano decidió ir por abrazarlo. Jeongin se quedó paralizado, no acostumbraba esos tratos con otra gente, pero ver a su novio aplaudir y reír fue suficiente para aceptar el cariño.
—Jeongin, es increíble que estés aquí — soltó el chico después de terminar el contacto —. Me dieron suerte, en serio creí que estábamos jodidos contra ese equipo.
Hyunjin notó esa mueca ante la maldición de Felix.
—Me alegra mucho verlos felices, espero que disfruten de esta victoria.
—Por supuesto. Tengo que ir por allá, en serio gracias por venir.
Jeongin se reunió de nuevo con Hyunjin, ambos tomados de la mano comenzaron a caminar a la salida del gimnasio. Sabían que el equipo no tardaría en hacer su reunión para festejar.
Como todavía no querían separarse, Hyunjin invitó a su novio al centro comercial. Quería comer algo y después ver una película en el cine. Fue entonces cuando compraban las palomitas que una idea pasó por su mente.
Agradeció infinitamente a su yo del pasado por elegir usar falda ese día.
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