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𝟴 𝘅 𝟭

Could you take my hand?








Previously...

Se quedó atento a su respuesta con la ceja bien enmarcada, eso lograba que a la ojivioleta le temblara la mandíbula antes de decir cualquier cosa. Sentía un pequeño pánico interno, no por lo que pudiera pasar, o en parte sí. Podía notar cierto enfado en su timbre, ¿había dicho algo malo? nuevamente esa sensación de sentirse estúpida.

-Tuve una visión -aclaró jugando con sus manos- perdón, ¿dije o hice algo malo? -preguntó cabizbaja con un hilillo de voz.

El rubio estaba teniendo un gran problema interno, antes de que le explicara una resonancia en su cabeza le pedía hacer cosas horribles, y es que tenía la intención de hacerlas, fue tanta su voluntad por retomar su cordura que logró contenerse. Cuando por fin se dió la oportunidad para escucharla y darse cuenta que ella no tenía idea de quién era Henry. Dejó de tensar cada parte de su cuerpo.

-No no no, no hiciste mal -le levantó la quijada estrujándola con dulzura- no, no hiciste nada malo- la obligó a mirarlo.

Rodeó su cintura con sus brazos alargados.
-Está apunto de llover, deberíamos meternos a la casa.

Peter no prestó atención intencionalmente a su sugerencia, más que mantuvo la mirada bien firme ante ella, garantizando que se pusiera tímida.
Desvió su vista de aquellos par de ojos celestes para continuar con su titubeante habla.

-Peter ¿me estás escuchando? -estaba algo irritada, era gracioso para el mayor verla mintiendo acerca de estar enojada, era un juego que ella tenía para esconder los nervios, y él más que nadie sabía las reglas del juego.

-Si, lo hago -escondió una sonrisa entre sarcasmo- pero es inevitable ver tu hermoso y angelical rostro, mismo que veía retorcerse de placer cada vez que te hacía mía pero ahora tiembla cómo un cachorro, respondéme algo ¿acaso te doy miedo?

-Es una pregunta muy estúpida, ¿cómo crees eso?-contestó con la voz más suave de lo normal.

-Nada es estúpido - acortó aún más la distancia pegando más la cintura a su abdomen.

El tintineo musical de unas gotas empezó cayendo sobre la lona del automóvil parqueado, el cielo se tiñó de morado, se rasgó simultáneamente con líneas quebrantadas de luz, el sonido era placentero, estaba brindando paz a su alrededor, incluso hasta el mismo quebranto de agua sobre los canceles de metal causaba serenidad. La balada romántica imaginaria comenzó a reproducirse cuándo ambos cuerpos sincronizados danzaban a pasos por el pavimento con la ropa humedecida, sus cabellos parecían goteros en acción, el rubio tenía varios mechones destilando en la cara. La coreografía era natural, pero no a destiempo.

-Peter nos estamos -antes de que pudiera finalizar su frase sin interrupciones, el oji azul rozó sus labios con los suyos.

-Shhh -la calló con lentitud, sin dejar de mirarla a los ojos, alzando las cejas par añadir más romanticismo- estás perturbando nuestro momento Irisha.

-De acuerdo -contestó entre risa- lo siento, volvamos al momento en el que bailábamos con la lluvia cayendo sobre tu atractivo rostro.

Una sonrisa egocéntrica se formó, riendo por un par de segundos con aquél profundo grave en su voz. Se agachó a su altura para asegurarse de quedar frente a frente. El anhelo no pudo aguardar más tiempo, se deboraron los labios con tanto amor que el único oxígeno que recibían en ese momento era el de sus propios alientos. El click de los besos se fundía en el ruido de la llovizna.

Sus cuerpos estaban enfriándose y sus corazones manteniendo el calor. Pasó un mechón por detrás, posando entre sus manos la mejilla izquierda. Militó unas palabras antes de plantar el último beso suave.

-Sólo relájate, yo haré el resto -la tomó por el cabello en lo que la besaba con ganas, bajando a su cuello para dejar chupetones, amaba dejarlo en claro lo que era de su propiedad así.

Con una sonrisa de oreja a oreja, junto palma con palma con los dedos entrelazados corrió por toda la cochera hasta llegar al umbral de la casa, ahí se quedaron un momento viendo la ráfaga de aire moviendo las gotas de lluvia hacia una dirección en concreto, hacía frío así que decidieron pasar a la cocina dónde Irisha preparó chocolate caliente.

-Gracias pequeña -agradeció Peter al recibir la taza entre sus manos pálidas- pero, jamás he probado esto, huele muy bien.

-Así es, el chocolate caliente lo preparaba mamá, bueno quién se supone que era mi madre.. y ayuda cuándo tienes frío ¿tú madre no preparaba esto?

Extrañamente, la tensión de Peter fue poca, aún así se notaba en su mandíbula, luego su mirada pensativa evitando contacto visual con ella, cuando se repuso la miró.

-Mi madre era una mujer complicada, Irisha, no nos consentía mucho, al menos no a mí, de vez en cuándo me dejaba en una habitación sin comer》

Cualquier reacción de Peter habría sido "No tienes derecho a hablar de mi madre" o "te doy tres segundos para salir huyendo de este lugar" pero no lo hizo, por una simple razón, estaba sintiendo cosas muy fuertes por ella, la diferencia es que ahora era consciente de ello y lo aceptó.

Se abrió una parte de él que Irisha no conocía, algo personal y emocional. Este sorprendido por las palmaditas que le daba en la espalda de señal de apoyo, toda rigidez se esfumó al aflojarse brevemente.

Lo que él no sabía es que había arrojado una pista muy grande al aire. 《Al menos no a mí, de vez en cuándo me dejaba en una habitación sin comer》

A la mente se le vinieron incontables pensamientos, unos que otros flashes de lo acontecido en la casa Creel años atrás, los asesinatos, la injusticia, la cólera, la venganza y el acto final. La casa era exactamente la misma, ¿cómo no pudo notarlo antes? si incluso el físico de Henry seguía teniendo esos rasgos de niño, aunque no habría sido de tanta diferencia ahora que era todo un hombre, por que no sabía como pero realmente lo apreciaba, aún así. No podía odiarlo ¿cómo podría? la violencia familiar que sufrió bastaba para comprender, y es que eran parecidos, los dos vivieron cosas diferentes y a la vez tan parecidas, los dos no se sentían aceptados por el mundo a su al rededor, por su tierra natal, eran juzgados y torturados por ser quiénes son.

-Es t-terrible -soltó la rusa al captar todo, apoyó su mano sobre la suya sintiendo como Petera veía intensamente, le hacía sentir completa cada parte de él, incluso las cicatrices en sus manos y cara de los golpes de su padre- pero estoy contigo, Henry..

El sintió una fuerte punzada al escucharla llamarle por su nombre, no dolía, era satisfactorio.

Wheeler's House
Habitación de Mike

Besos largos e inocentes, eran los que Once y Mike estaban dándose. Sus caras estaban medias rojas, frenaron por la falta de aire, un chico que estaba al lado de ellos incómodo interrumpió la situación.

-Oigan ya es tarde, ya quiero ir a casa, ¿Jane, nos vamos?

El impaciente pero solitario Will Byers esperaba una respuesta por parte de la menor hormonal.

-Oye Will, creo que Once y yo nos pasaremos un rato más aquí -Mike dijo entre risas mirando a la castaña- mejor adelantate.

El pequeño pero de gran corazón se decepcionó de ambos, no era la primera vez que era el mal tercio, pero esta vez explotó, salió con la mirada agachada pero asegurándose de ser muy ruidoso.

-Will, ¿estás bien? -le habló Jane, pero no obtuvo respuesta.

El pelicastaño ya iba saliendo por el umbral de la puerta.

-¡Will, espera!-no le hizo caso al llamado. El más alto, se asomó por la puerta que estaba abierta- ¡Will!

El joven Byers ya estaba cruzando camino con Karen Wheeler, la madre de Mike, a la que le mintió con decirle estar bien. Tomó la bicicleta recargada en la barda de ladrillos para ir a casa pedaleando con todas sus fuerzas, secando con gracia las pocas lágrimas que derramaba.

Jane estaba esperando a su novio que gritaba desde la ventana, en ello pasó algo que no tenía explicación lógica. Un mareo, una visión.. Irisha, la pequeña rubia en el laboratorio, era un recuerdo de la primera vez que se vieron, una habitación con ella sedada y después, todo se volvió un hoyo negro sin salida.

-¡Once, Ce, Ce!-era la voz de Mike, al abrir los ojos este aliviado la mantuvo abrazada contra su pecho, con la camisa marchándose de pequeños hilos de sangre que resbalaban por su nariz.

-Hermana -repitió traumatizada- ¡hermana!

Scoops Ahoy!
Starcourt Mall



Steve Harrington había tenido un día pesado con las ventas en la heladería, y es que su mejor amiga no había llegado a trabajar por haber pedido el día, aún así la estaba esperando para ayudarla a confesarse de manera discreta a su enamoramiento de clase, Vickie.

-¿y bien.. lista con el discurso?-Steve se tocó la barbilla en lo que Robin raspaba la garganta.

-Hey Vickie, t-te gustaría ¿salir conmigo? -tartamudeó- soy un desastre para esto Steve, es imposible no puedo hacerlo..

-Hey no no no no no, no digas eso ¿si? solo trata de ser tu misma, ya sabes, imagina que yo soy ella.

-Eso es técnicamente imposible, tu cara de torpe me distrae.

El de uniforme se rasca el pelo con poca paciencia.

-Bien, solo hazlo.

La rubia suspira, relajando las manos estiradas sobre la mesa.

-Oye Vickie..

-¡Hola! ¿cómo están?-la voz dulce de una pelirroja pasando hacia su lado los distrajo-¿puedo sentarme?

-Vickie -saludó Steve en señal de burla- claro, siéntate, pero no a mí lado, no te lo tomes personal, Henderson siempre quiere estar sentado a mi lado, ya sabes, cosas de niñeras-bromeó haciendo reír a la menor.

Buckley tiró un gesto de incomprensión a su compañero ahoy, luego miró con una sonrisa tímida a la parlanchina de la pelirroja.

-Me da gusto verte, por cierto quería preguntarte algo

Steve cruzó los brazos esperando que Robin al fin la invitara a salir.

-Oh, claro. Dime Robin -la de cabello corto sonrío.

-La verdad yo.. quería saber si..¿si quieres ir al cine con.. -la pecosa mantuvo la mirada en los ojos de Buckley, con una sonrisa de emoción- con nosotros, ¡si! con nosotros, ¿te gustaría?

Steve se golpeó la frente, Vickie procesó un poco

-S-si, ¿por qué no? será divertido

Henderson llegó instantáneamente a tomar asiento al lado de Steve, haciendo que este se moviera de lugar para poder caber.

-¡Hola, ¿de qué me perdí?-Dustin preguntó con una sonrisa amplia

Sin nada de emoción, Steve contestó por todos, que mantenían una gran decepción. Vickie estaba enamorada de Robin, Robin de ella y Steve estaba frustrado por que ninguna de las dos era capaz de confesar su amor.

-Nada amigo.. iremos al cine -bufó con la boca, Dustin solo alzó los hombros comiendo un pedazo de la zoombanana del bowl que estaba servido en la mesa.

CREEL'S HOUSE
Hawkins Indiana



Una taza de manzanilla vapeando, pan tostado con frutillas y una copa de merengue dulce de vino tinto. El picnic dentro de casa era elegante. Irisha se calentaba las manos en el calor de la chimenea, a su lado el mozo de cabello rubio la acogía con una manta.

-Estás helada, ángel-se sentó junto a ella con una sonrisa boba- por suerte no te resfriaste amor.

-Me llamaste..

-Si, lo hice ¿hay algo malo en eso? -negó- bien, por que de todas formas te hubiera llamado así -su voz era ronca y la expresión seria.

Irisha dejó un beso en su mejilla y río un poco por su reacción, tenía la mirada puesta encima, era exageradamente hormonal. Estiró sus piernas haciendo su cuerpo atrás con los brazos a los costados.

-Traje más té -susurró sobre su hombro, sosteniendo la taza de la cual ella bebió un buen trago, la piel se le enchinó- está muy caliente.

-Por supuesto Peter -direccionó su cholla cerca de su rostro- creo que -pasó un mechón rubio tras la asa del británico, continuando el roce de sus dedos hacia la quijada- creo que el calor me haría bien

La sonrisa juguetona de la moza provocó el hambre carnal en el más alto que con su mirada parecía comerla de principio a fin. Bruscamente posó su cuerpo encima del suyo, dejándola atrapada entre el suelo y él mismo.

LIBRARY
Hawkins Indiana

Conforme hojeaba el directorio con ayuda de sus amigos de los cuales solo estaban presentes Max Mayfield, Lucas Sinclair, Mike Wheeler, Eddie Munson y Will Byers. Once apretaba la mirada en la lectura, buscando algún dato con la palabra de sus visiones, Fedorov
Hasta que por fin, Lucas encontró algo.

-Jaque mate.. Fedorov según el diccionario es un apellido ruso, entonces si buscamos en un directorio ruso las probabilidades de encontrsrla son muchas, ya que el apellido no es muy común, hay cerca de menos de diez familias existentes.

Todos en la sala compartieron miradas, lo tenían, solo debían seguir buscando, y probablemente hacer un viaje muy importante.




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Continuará.. ¡gente bella aquí les traigo una actualización! si hay algún error ortográfico o en general me sería de gran ayuda que me notifiquen.

En fin; espero que les agrade, los y las amo, gracias por leer y apoyar.

Y por cierto el banner que bello AJDHAKSJ <33

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