Louis despierta sintiendo cosquillas en la nariz, tiene dos cabelleras rizadas y esponjadas a la punta de su cabeza pero huele demasiado bien como para desear quitarse.

Apenas abre los ojos un segundo, y la habitación aún luce lo suficientemente oscura. Escucha la lluvia caer y la forma en la que todo a su alrededor parece haberse congelado.

Parpadea un par de veces, no tiene frío. Entonces mira hacia abajo sin ser capaz de mover su cabeza y ve a Harry y Elio acurrucados sobre el. Aún con las luces apagadas puede ver todos los rasgos faciales de Harry relajarse, y la manera en la que sus labios se elevan en un mohin, un poco entreabiertos.

Ha subido una de sus piernas sobre el torso de Louis y se aferra a la sudadera que el menor usa, todo acerca de el parece pequeño al dormir, tal vez es la manera en que su cuerpo se encoge para aferrarse a él.

Debe ser un reflejo, Louis piensa. Tal vez es de esas personas que duermen abrazadas a una almohada. De cualquier manera es difícil creer lo hermoso que luce.

¿Cómo es posible que existan personas tan hermosas? Joder, ¿como hizo Louis para siquiera estar en esta posición siendo la almohada de alguien tan bonito? ¿para merecer esta vista?

Gira un poco su rostro a la izquierda y encuentra a Elio aún sobre el, su boca se abre un poco y toda su saliva cae sobre el torso de Louis. El abraza la pierna de su madre como una especie de peluche.

Aún adormilado, sonríe. Saca uno de sus brazos, aquel que abraza a Elio pues el otro sirve de sostén para la cabeza de Harry, y como puede busca alzar la cobija que se ha caído tapando a ambos rizados, el no quiere que pasen frío o que la lluvia haga que amanezcan con la garganta irritada.

No siente su brazo y hay una gran presión en su pecho con el peso de dos personas encima. Incluso su espalda duele un poco por haber quedado en la división donde el sofá se convierte en cama, pero ninguna de esas cosas es razones para moverse.

Duerme otra vez, aun cuando todo respecto a ello se siente como un accidente: ser capaz de estar ahí en algo que se siente tan íntimo, estar en el centro de un hogar en completo silencio.

Una parte de él, desea más. Mucho más.

— Mierda. — es apenas un susurro. Pero el movimiento es suficiente para despertarlo de nuevo. Apenas registró el quedarse dormido, pero cuando abre los ojos descubre que al menos unas horas han pasado pues la luz ya se filtra entre las ventanas.

Encuentra a Harry parándose del sillón, los rizos completamente despeinados, un poco esponjados y cayendo sobre su rostro.  Ajusta el nudo de su bata que se deshizo en la noche, pero sus manos son rápidas como si deseara no ser descubierto. — Mierda, mierda, mierda. — dice entre dientes, acomoda con los dedos sus rizos rebeldes y cuando por fin levanta la vista, Louis puede ver un tenue sonrojo bajo su piel.

Ahora, Harry tiene algunos problemas para comprender cómo o porque ha despertado abrazado a este hombre que conoció ayer. Pero que va, siempre le ha gustado acurrucarse, solo espera que Louis no se haya dado cuenta.

Que hay tantas cosas mal y prolongarlo no hace que desaparezca. Sabe que Elio siente algún tipo de cariño por Louis, y deseando no causarle daño a su hijo permitió que los acompañara en su tarde de frituras. Pero hay ciertos límites con bordes difusos, como haberlo dejado dormir en la casa, como el hecho de Harry se recostó junto a él, o más importante aun: que Elio se aferra a su cuerpo como koala.

Tal vez debió decir que no, y hablar con su hijo para hacerle saber que no puede encariñarse con cualquier desconocido que le presta atención. Porque Louis no va a quedarse y no sabe como... joder, no sabe como decírselo a Elio.

De haber sabido que esa actividad haría que Elio se apegara así, bueno... no es como que supiera de la actividad en primer lugar.

Pasa las manos por su rostro, desesperado. Habían sido doce buenos años de cuidarlo, de proteger su corazoncito para que no sintiera la herida de abandono que por elegir un mal compañero, Harry provocó. De no involucrarse con nadie para no dañar a Elio.

Mierda, el no sabía que Elio resentia tanto ese espacio. Porque claramente siente algo, de otra manera no comprende este apego que ha generado.

Se siente como un rompecabezas con piezas perdidas. Y Harry solo lo hizo peor.

— Hey — Louis le llama. Su voz se escucha diferente al despertar, es un tono más ronco pero aún bajo para no despertar a Elio. — ¿Estas bien, Harry?

El pega un pequeño brinco. ¿Cuánto tiempo ha estado despierto?

— Uh, si, si, todo bien.  — acomoda uno de sus rizos detrás de su oreja, pero mantener la mirada en Louis hace que su rostro se sienta un poco caliente. Así que intenta moverse para desviar la atención, se reclina con la intención de alzar a Elio.

— No, esta bien. Aún es temprano, no es necesario despertarlo. Yo lo llevo. — Louis talla por unos segundos sus ojos, antes de mover sus manos con agilidad y sentarse. Le toma un par de minutos sentir como la sangre regresa a sus piernas, pero apenas se siente estable, se pone de pie sosteniendo a Elio. — ¿Dónde es su habitación?

— Arriba. Tercera puerta a la izquierda. Uhm, por aquí. — Harry dice antes de indicar el camino. Ambos casi se mueven estando de puntillas, con movimientos suaves para no despertar al niño que tan cómodamente dormita sobre Louis. Harry abre la puerta en movimientos lentos y destiende la cama para poder recostarlo.

El ojiazul debe poner toda su concentración en dejarlo caer con cuidado para que no resienta el cambio; cuando lo logra, acomoda su cabello para que no moleste en su rostro y lo tapa tan bien como puede. Debe resistir el impulso de acariciar su rostro o dejar un besito en su frente porque no le apetece que la madre de Elio ataque su cabeza otra vez.

Pero Harry solo observa, extrañado en como Louis trata a su hijo con tanto cuidado. La inminente sensación de sentir que algo está por romperse no mejora.

En su lugar ambos salen en silencio hasta que bajan las escaleras, y aún sin decir nada comienzan a levantar las cosas usadas la noche anterior. — Iré a llevar esto al cuarto de lavado. — dice con el montón de cobijas en brazos.

Louis se queda acomodando los cojines y regresando el sillón a como estaba antes. Una vez que esta satisfecho con el resultado se dirige a la cocina. Ya un poco más famiarilizado, se toma la libertad de preparar un par de tazas de té y comenzar a lavar los platos.

— Oh, no, deja eso. No tienes que hacerlo. — Harry dice apenas entra a la cocina, corre para intentar separarlo del fregador. — No es necesario, en serio.

— Está bien Harry, no es nada. — le sonríe, tenerlo tan cerca despierto es un poco extraño. Sobre todo cuando ambos están despeinados, con caras y dientes sin lavar, pero a Louis no le molesta. — Son solo platos, que por cierto, contribuí a ensuciar. Ya me dejaste pasar el día y la noche aquí, lo menos que puedo hacer es ayudar a limpiar el desastre.

Harry, como cada vez que Louis ha abierto su boca en las últimas veinticuatro horas, parece sumamente confundido.

— Te prepare un poco de té, por cierto. — dice para sacarlo de su estupor. — Te veías un poco consternado al despertar.  Es de frambuesa, es el que esta más gastado así que supuse, te gusta más.

En silencio, Harry se sienta sobre la barra de su cocina, y toma la taza de té que Louis preparo para el. — Lo es, es mi favorito. Gracias — musita, aunque ya no hay razón para bajar la voz.

Simplemente coexisten en silencio hasta que Louis termina de lavar los platos. Harry podría irse al comedor o incluso a la sala, pero su cuerpo parece fijo a unos centímetros de Louis. Incluso luce un poco más lindo, con el cabello lacio completamente despeinado después de sostener a su bebé toda la noche.

Cuando Harry sostiene la taza caliente entre sus manos, sopla el humo intentando descifrar como despedirse de este hombre, como arreglar esta situación con Elio sin lastimarlo en el proceso.

En otro tiempo, quizás. El fugaz pensamiento cruza por la mente de Harry. Pero no se atreve a seguir esa línea de ideas.

Louis toma una toalla y comienza a limpiar las gotas derramadas a la periferia del fregador, después seca sus manos y Harry se encuentra admirando los tatuajes en sus dedos.

— Gracias por dejarme pasar la noche aqui. — Louis rompe el silencio. — Se que no era parte del plan pero realmente agradezco que me abrieras las puertas de tu hogar, disfrute mucho mi tarde contigo y con Elio. Hace mucho no me divertía tanto, y se que lo dije antes pero hablo en serio cuando digo que eres realmente hermoso y yo...

Harry sonríe de lado a su taza. — Elio esta dormido, ya puedes dejar de pretender. — lo interrumpe.

— ¿Harry...? Yo no-

— Agradezco que hayas sido tan amable con el, pero no entiendo lo que pretendes lograr. ¿Porque querrías pasar tiempo con un niño que no es tuyo? Yo soy madre de tiempo completo, así que tampoco entiendo porque-... mira, eres joven, tienes familia Louis, ve con ella. — Harry baja su taza, incapaz de mantener el contacto a sus ojos. — Creo que deberías irte antes de que Elio despierte, es un poco pegajoso y no quiero que salga lastimado.

Silencio.

— Deberías irte, Louis. Deberias irte ahora.

Louis no entiende que botón presiono para hacerlo estallar, pero sin saber que otra cosa hacer, asiente. No le queda más que tomar sus zapatos y su celular antes de ser guiado hasta la puerta.

Solo estando en las escaleras de la entrada, se da cuenta que su ropa ha quedado dentro y que su móvil sin batería marca que va tarde para su entrada al hospital. 

Louis había sido corrido de algunos dormitorios antes, es solo que, antes jamás quiso quedarse.

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El lunes, Elio esta emocionado por ver de nuevo a Hannah. Ya quiere contarle todo sobre Louis.

Y bueno, puede que Harry lo haya castigado sin celular algunos días por haber mentido. Pero Elio lo comprende, pudo haber sido peligroso.

Su mamá habló con el sobre como se sentia tras el desayuno con papá, y aunque a Elio le dio un poco de vergüenza admitir frente a su madre que, de alguna manera, vio a Louis como una figura paterna, su mamá le aseguró que entendía pero dijo que Louis tenía que volver a su vida. Elio prometió hablar de ello con la señorita Aidee en su siguiente sesión, y su mamá le dijo que estaría para el si en algún momento deseaba platicar más sobre lo que sentía. Ellos compartieron mimos el resto del día.

Pero contrario a lo que dijo a su madre, Elio no estaba listo para rendirse aún. Después de todo Louis no se había despedido, así que pueden verse una vez más para decir adiós. ¿Cierto?

Mamá dice que es de muy mala educación no saludar al llegar ni despedirse al retirarse. Asi que, de alguna manera, el tiene que obedecer a su mamá.

No es hasta el almuerzo que tiene el tiempo para contarle a Hannah sobre lo que sucedió. — ¿Y tu quieres verlo otra vez? — ella pregunta.

— Así es.

— ¿Por que?

— Creo que lo extraño. Estar con el fue como estar con mamá, pero diferente.

— No entiendo — Hannah le dice, come el almuerzo que Harry preparo para ella. Le hizo pasta en forma de mariposa. — ¿Quieres que siga siendo tu papá falso?

— ¿Tal vez? — En realidad, Elio tampoco comprende muy bien qué es lo que quiere. Sólo sabe que quiere pasar más tiempo con el.

— Eso no tiene sentido, ¿porque mejor no le pides que sea tu papá real? — ella sugiere.

A la mente de Elio llega todo eso que Louis le dijo sobre regalar un nombre.

— ¡Espera! ¿Puedo hacer eso?

— Es decir, ¿porque no?

— Bueno, Louis me dijo que primero mamá debería tener novio para que mi familia pueda crecer. ¿Louis puede ser mi papá aún si no es novio de mamá?

— Supongo que si, papá es papá aunque ya no está con mamá. No se muy bien como funciona — Hannah se burla de sí misma. — Pero tu mamá es linda, ¿porque no le dices que salga con tu mamá también? Seria difícil decir que no.

— He escuchado que mamá es diferente, y que no a todos les gusta la gente como ella. ¿Tu crees que Louis sea diferente también?

— ¿Porque no le preguntas?

— Mamá castigo mi celular. Y no tengo el número de Louis.

— ¿Y si revisas en la oficina de la señorita Marina? Debe tener los datos de todos los voluntarios.

Elio pega un brinco y se lanza hacia su amiga para darle un fuerte abrazo y tronar un beso en su mejilla. — ¡Eres tan inteligente, Hannah! ¡Voy a juntar a Louis con mamá!

Esa tarde, cuando su amiga se queda a dormir, ellos preparan un detallado plan para llevarlo a cabo. Analizan varias opciones y deben redactar un par de borradores, pero al final lo escriben con crayones en el cuaderno de artes de Elio.

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Misión desayuno con papá todos los días.

Paso 1. □ Hannah finge vomitar para que la clase se detenga.

Paso 2. □ Escabullirse y conseguir los datos de Louis en la oficina de la señorita Marina.

Paso 3. □ Regresar a clases antes de que la señorita Marina regrese de su descanso de baño.

Paso 4. □ Ir a buscar a Louis

Paso 5. □ Pedirle que tenga una cita con mamá.

Paso 6. □ Repetir hasta que se enamoren

Paso 7. □ Preguntarle a Louis si puede ser mi papá.

Paso 8. □ Desayunar otra vez.

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El martes alrededor de las diez, están listos para ejecutar en plan. Pues es a las diez con cinco que la señorita Marina sale por café y después va al baño para regresar a las diez con veinte.

Ahora Hannah tiene en su mochila un licuado de plantas verdes que Harry preparo, tiene trozos con pulpa y todo eso. Así que es excelente para fingir escupirlo. Y limpiar el salón tomara como veinte minutos, asi que todo cuadra a la perfección.

Elio tiene algunos problemas para resolver los ejercicios de su clase de matemáticas, pero siempre ha sido bueno para calcular travesuras. Conocimiento práctico, lo llama él.

Cuando el reloj marca las diez, Hannah levanta su pulgar como una señal dicreta antes de dar un enorme trago y fingir sostener su estómago.

— Profesor Roberts — Elio alza la mano. — Creo que Hannah no se siente muy bien...

Ella vomita. Pronto hay exclamaciones de asco y alumnos sintiendo náuseas reales: es un caos y su maestro entra en pánico. Entre el bullicio Elio encuentra el momento perfecto para salir.

La señorita Marina es lo suficientemente amable como para llevar la frase "mi puerta siempre está abierta" a la realidad. Así que Elio no tiene problemas para entrar, el verdadero reto es desbloquear la computadora.

Pero descubre que la señorita Marina tiene un post it con la contraseña pegado en el teclado, así que su misión se vuelve mucho más ágil. Navega por la base de datos antes de dar con la información de Louis, pero la computadora de su maestra tiene tantas cosas que es sumamente lenta. Elio casi desea arrancarse los ojos cuando ve los minutos pasar.

Apenas le da tiempo de anotar una única dirección, para cerrar todo, apagar el dispositivo y regresar con su grupo.

Pero es tarde.

— ¿Que estabas haciendo Elio? — el pequeño rizado esconde con agilidad la nota entre su suéter, así que finge jugar con sus dedos para denotar timidez.

— Hannah se ha sentido mal toda la mañana, acaba de vomitar — Miente, y hace su mejor esfuerzo por poner sus ojos de cachorrito. — Pero sabe que sus papás no pueden venir por ella, estoy realmente preocupado, señorita Marina.

— Vamos Elio, y ambos podremos acompañarla a la enfermería, ¿si? Gracias por venir a buscarme.

Cuando Elio regresa con la señorita Marina detrás de él, el hace su seña especial a Hannah. Ella finge estar enferma por el resto del día.

El miércoles temprano, Elio rompe su alcancía y saca todos sus ahorros para poder llegar hasta Louis. Pues es día de practica y mamá no lo espera hasta tarde: es la oportunidad perfecta.

El toma su primer clase. Y la segunda también. Después, estando con el señor Roberts, le dice que cree que ha pescado el bicho de Hannah y su profesor de matemáticas lo manda lejos antes de siquiera darle la oportunidad de fingir su vomito.

El se encierra en el baño, y sale por la ventana hacia el patio trasero de su escuela. En su pantalón de uniforme lleva todas sus monedas, el papel con la dirección de Louis y su hoja con crayones tachando hasta el paso cuatro.

Elio no esta preocupado. Hannah guardara su mochila y lo cubrirá por el resto de sus clases hasta la hora del entrenamiento. Además le va muy bien en todas sus materias, así que puede permitirse un día.

Sigue el pequeño mapa que hizo despues de buscar en la computadora de mamá. Su autobús pasa demasiado rápido, así que se siente confiado.

— Vamos Elio. — se anima en un susurro. — Vamos a buscar a papá.

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nota. capítulo de transición que se siente como relleno, ya se. no se desesperen las cosas bonitas están por llegar, lo prometo.

no sean tan duras con harry, solo es una mamá preocupada. y tampoco sean tan duras con elio, que no aprende, pero sus planes son con una buena intención.

la verdad ya me rendí de intentar hacer un cierto número de capítulos, va a salir lo que tenga que salir. espero no haberlas aburrido mucho ♡ nos leemos en la siguiente parte.