
𝗢𝗢𝟯. . 𝗡𝗶𝗻̃𝗲𝗿𝗮 𝗮𝗹 𝗿𝗲𝘀𝗰𝗮𝘁𝗲 𔘓̲
-Me voy a morir -Exclamó Yongbok en medio de la cocina envuelta en una manta afelpada. Chaewon se limitó a rodar los ojos mientras terminaba de preparar el té para su mellizo.
Ese domingo por la mañana Yongbok se había despertado con un gran resfriado del cual parecía no querer mejorar, Chaewon lo hizo quedarse en cama hasta que la tarde llegó, ninguno de sus padres se encontraba en casa y aunque lo estuvieran no cuidarían de el así que le pidió a Sakura el día para cuidar de su hermano.
-Toma el té, te ayudará con el dolor de cabeza -Felix asintió mientras jalaba hasta su propio lado de la meseta la taza humeante.
-Debo curarme ahora, mañana tengo que cuidar a Eunie -Lloriqueó el.
-Deberías avisarle a tu jefa ahora para que pueda buscar a alguien más para mañana -Recomendó Chaewon, pero Lix negó.
-Aunque pudiera encontrar a alguien, Eunchae no se queda con cualquier persona, tengo que ser yo -Explicó.
Chaewon ya no supo que recomendarle, sabía que la niña que su hermano cuidaba era especial, pero supuso que si la madre de la niña sabría arreglar el problema si Felix le avisaba con tiempo. De un momento a otro, ambos hermanos suspiraron al mismo tiempo sin prestarse atención entre sí, como si de dos muñecos conectados se tratarán, ambos alzaron sus tazas de té al mismo tiempo -la de Chaewon con té de manzanilla- y bebieron al mismo tiempo mientras movían la pierna izquierda al mismo ritmo por estar pensando algo muy seriamente. Y entonces el chico decidió terminar con la sincronía soltando un jadeó que asustó a su hermana e hizo derramar su té.
-¡Won, Won, Won! -Sacudió sus manos por sobre su cabeza. -¡Reemplazame en el trabajo mañana!
Chaewon abrió los ojos casi incrédula.
-¿Estás loco? -Le chilló a su hermano. -Acabas de decir que es difícil que Eunchae acepte a alguien nuevo ¿Qué te hace creer que Eunchae va a querer que la cuide yo? ¿O su madre?
-Anda Chae -Pidió Felix con un puchero en sus labios que junto a la gran sábana que llevaba encima lo hacía ver tierno. -Tú y yo tenemos métodos muy similares para cuidar niños, además nos parecemos mucho, estoy seguro de que vas a agradarle a Eunchae.
Chaewon siguió negando con la cabeza.
-No Lixie, además ya tengo un trabajo de noche.
-¡Chaewon por favor! ¡Yo hablaré con la señora Nakamura! -Yongbok definitivamente no iba a quitar el dedo del renglón.
-No Lix, esto es absurdo, no hay forma de que pueda caer en este juego tuyo solo porque estás muy encariñado con esa niña -Ambos se miraron fijamente en una nueva pelea de miradas.
Felix sabía que convencer a Chaewon no iba a ser el único problema, sino convencer a su jefa.
Así que esperó a la mañana del lunes para llamar a Kazuha en el momento indicado. Había sido algo muy inusual ya que Kazuha no alcanzó a escuchar la alarma y quién la apagó por ella fue Eunchae, que -a diferencia de Kazuha- sí había escuchado las diez alarmas de su madre, también fue la única que escuchó sonar el teléfono de su madre con una foto de su niñera en toda la pantalla y decidió contestar.
-¿Bueno, señora Nakamura? -Había hablado Felix, pero no recibió respuesta alguna. -¿Señora? -Y de nuevo nada. Yongbok hubiera colgado de no ser porque una respiración ligera se escuchaba al otro lado de la línea y no fue difícil atar cabos. -¿Eres tú Eunchae? -De nuevo nada más allá de su respiración. -¿Puedes pasarme a tu mamá, Eunie?
-Sí -Siseó la niña haciendo sonreír a Yongbok.
Y como pudo la pequeña se subió a la cama donde dormía su madre. Kazuha ni siquiera se había puesto el pijama antes de dormir, sólo alcanzó a sacarse los lentes de contacto y cayó rendida en la cama. Eunchae se subió al estómago de su mamá y comenzó a sacudirla lentamente hasta que Kazuha reaccionó de a poco.
-¿Qué pasa Eun? -Murmuró somnolienta.
La pequeña pelinegra solo le mostró su teléfono y debido a la falta de lentillas de Kazuha no supo con exactitud lo que Eunchae quería enseñarle. Sólo tomó el teléfono en manos y achicó los ojos intentando mejorar un poco la visión.
-¿Señora Nakamura?¿Está allí? -Habló Yongbok luego de un rato en silencio.
-Oh, Yongbok eres tú -Murmuró la mayor llevando su teléfono a la oreja.
Yongbok nuevamente frunció el ceño desde su lado de la llamada.
-¿Señora? ¿Recién se despierta?
-Mhm... ¿Por qué?
-Oh, es que bueno -Yongbok miró la hora en su teléfono. -Son las siete y veinte señora.
-¡¿Qué?! -Gritó Kazuha aterrada, asustando a Felix y a Eunchae que estaba sentada a su lado mirándola fijamente mientras esperaba noticias de su niñero. -¿P-por qué no has llegado al departamento?
-Oh es que -Yongbok intentó explicarle pero Kazuha volvió a interrumpirlo.
-No importa, sólo llega lo antes posible, te veo en un rato Yongbok -Y colgó.
Felix miró aterrado al teléfono que mostraba una llamada recién acabada. Ni siquiera la dejó hablar y Chaewon ya debía estar por llegar al departamento.
¿Ahora que debía hacer?
Por otro lado Kazuha estaba de aquí para allá buscando a tientas los lentes de normales que solía usar cuando trabajaba de noche, si se sentaba a ponerse sus lentes de contacto tardaría horas, que por cierto ya no tiene. Cuando se rindió tras no encontrarlos solo intentó mirar su reflejo en el espejo y supuso que se veía presentable.
El timbre sonó y Eunchae bajó corriendo de la cama que le pertenecía a su padre para abrirle a la que supuso sería Yongbok.
Chaewon estaba más que nerviosa, esa mañana había algo de fresco así que llevaba su sudadera favorita junto a unos jeans azules que la hacían ver muy tierna junto a su cabello en una media cola. Cuando llegó a la dirección que Felix le dió, se encargó de estar frente a la puerta correcta antes de tocar dos veces. Esperó un tiempo pequeño antes de que la puerta se abriera de golpe y ella se llevara un buen susto tras no ver a nadie frente a ella. Hasta que se percató de una pequeña sombra a sus pies.
Al bajar la mirada se topó con la curiosa mirada marrón de la pequeña Eunchae. La niña aún llevaba una pijama amarilla con estampado de jirafas en ella, con su pelo ligeramente largo y enredado, pero con su ceño fruncido que la hacía ver aún más tierna.
-Hola princesa -Se puso de rodillas para poder aminorar la diferencia de estaturas entre ella y la niña. -Tu debes ser Eunchae - La menor asiente y la mayor sonríe aún más. -Soy Chaewon, hoy cuidaré de ti ¿Puedo pasar?
Eunchae negó con la cabeza mientras intentaba cerrar la puerta frente a Chaewon pero esta la detuvo sin problemas antes de que eso ocurriera.
-Oye, sé que no me conoces -Intentó explicar. -Tú conoces a mi hermanito, Yongbok - Eunchae asintió lentamente. -Bokkie está enfermo así que me ha mandado en su lugar, tu madre ya sabe que iba a llegar.
Eunchae pareció pensarlo unos minutos más antes de asentir y hacerse a un lado para que Chaewon pasara. Una vez que la mayor estuvo adentro la niña tomó un camino distinto a lo que Kim supuso era su habitación. Por otro lado ella prefirió esperar en la sala a qué Kazuha apareciera para poder presentarse.
Lo que no se esperó es que la mayor saliera dando trompicones de su propia habitación con el portafolio en manos y la corbata hecha un lío.
-Yongbok, que bueno que llegas -Suspiró Kazuha haciendo a Chaewon fruncir el ceño de buenas a primeras. Por un momento la menor quiso creer que Kazuha solo estaba confundiendo nombres por la prisa.
-Soy Chaewon señora, la reemplazo de Yongbok -Hizo una reverencia y Kazuha paró en seco a mitad de la sala.
-¿Cómo dices? -Intentó fijar su vista en el nuevo presente.
-Soy Kim Chaewon, Yongbok avisó de mi llegada hace un rato. - Kazuha intentó hacer memoria, por eso Yongbok la estaba llamando. Chaewon notó la confusión en el rostro de Kazuha y sus manos comenzaron a temblar. -¿No le ha llamado Yongbok?
-Oh, en realidad sí lo hizo pero... -Chaewon esperó una respuesta. -Olvidelo, eso no es importante ahora. ¿Por qué la envió a usted?
-Somos hermanos así que creyó que yo podría ser la más indicada para cuidar a Eunchae en su ausencia -Kazuha asintió vagamente.
No tenía cabeza para pensar en una solución para ello, ya era tarde para el trabajo y no podía darse el lujo de rechazar a una niñera. Aún corriendo el riesgo de conocer para nada a la chica asintió no muy convencida.
-E-está bien, no tengo más tiempo que perder. Tienes el trabajo por ahora pero luego quiero hablar con Yongbok -Chaewon asintió y con eso la mayor comenzó su camino a la salida del departamento hasta que tropezó con uno de los carros de juguete que Eunchae había dejado por error la noche anterior. Chaewon fue rápida y logró atrapar a Kazuha por la cintura antes de que este chocara con el suelo.
-¿Se encuentra bien, señora? -La ayudó a cobrar el equilibrio. Chaewon notó entonces en la mesa de centro un estuche de lentes y no tardó mucho en atar cabos respecto a los tropiezos de Kazuha por toda la casa. Las tomó con rapidez y las dejó en las manos de la mayor. -Sus lentes, señora.
-Ah, muchas gracias.
Nuevamente una frente a la otra, fue inevitable que Chaewon no analizara de pies a cabeza a su jefa temporal. Nakamura Kazuha era una mujer a la que la edad le sentó más que bien, sus ojos marrones combinaban perfectamente con su cabello almendrado y su respingada nariz la hacía ver igual de bella a un ángel, una muy despistada que tenía una mueca en sus rosados y pomposos labios. Cuando Chaewon cayó en cuenta de su propia estupidez mirando de más a la mayor bajó la mirada solo para encontrarse con la corbata desarreglada de la misma.
-¿Puedo? -Señaló su corbata.
Kazuha cayó en cuenta de lo que decía y algo extrañada por la petición dejó que Chaewon se encargará de ella. Cuando la distancia entre ambos fue casi nula, Kazuha se encargó de colocarse los lentes mientras la menor se encargaba de la corbata y cuando por fin su vista captó las facciones reales de la más alta, sintió que podría desmayarse.
Kim Chaewon era unos centímetros más alta que ella, tenía ojos pequeños pero brillantes, una sonrisa pequeña en sus labios delgados y rosados junto a unas cejas pobladas que la hacían ver muy tierna e inspirar confianza. No fue difícil notar la semejanza entre ambos hermanos pero sí hubo una duda que asaltó la mente de la empresaria.
Si ambos son hermanos ¿Por qué Chaewon se ve más linda?
Aún con esa idea en la cabeza se vio en la obligación de salir de su trance cuando Chaewon terminó de arreglar su corbata.
-Está lista, señora Nakamura -Pero Chaewon no se apartó, solo se enfocó en hacer contacto visual con la contraria y sostenerse la mirada una con otra. Y tal vez se hubieran mantenido de esa manera de no ser por la prisa de Kazuha y su reloj que marcaban la hora exacta en qué debía estar entrando a trabajar.
-D-debo irme, las veo más tarde.
-Mh, s-sí, claro señora -Y bajo esa serie de tartamudeos, Kazuha se fue dejando a Chaewon con un zoológico en el estómago y un pulso demasiado elevado.
A Chaewon le tomó unos largos minutos regularizar sus pulsaciones y su respiración. Aún sentía sus mejillas arder así que supuso que estarían sonrojadas y eso la hizo sonrojarse aún más.
Chaewon es una chica abiertamente lesbiana -aunque su padre no lo apruebe- y nunca ha tenido problemas con salir con otras chicas, aunque tampoco es como que se la pase de chica en chica, nunca ha faltado una pequeña aventura aquí o allá con alguien mayor. Pero en su corta vida como niñera jamás se ha flechado de la madre de alguno de los niños que cuida por más solteras o lesbi que sean. Hasta que vio a Nakamura Kazuha, una mujer que solo vio unos minutos siendo un desastre de mujer, una que ni siquiera se ve interesada en salir con alguien mucho menos en una relación homosexual. Definitivamente era uno de esos flechazos a los que Chaewon iba a tener que desistir a intentar coquetearle aunque la mujer se viera tan malditamente sexy.
Tras tomar un respiro profundo, se puso de pie y se dirigió a la habitación a la que vio a la menor de las Nakamura entrar. La puerta estaba cerrada pero Yongbok ya le había hecho saber de esta manía de la niña. Así que lentamente tocó con los nudillos hasta que creyó necesario. Escuchó claramente a Eunchae bajar de la cama y correr hasta la puerta para abrir lentamente y solo dejar asomar su cabecita pelinegra. Chaewon volvió a sonreír al ver los brillantes ojos curiosos de la niña.
-Hola Eun, vengo a arreglarte -Eunchae abrió la puerta completamente y dejó a Chaewon pasar por su cuenta mientras ella regresaba a su cama y abrazaba a su peluche de felpa.
Si manchae tiene a el señor abrazos en manos es porque está nerviosa, lo irá soltando conforme tome confianza.
Chaewon frotó sus manos entre sí con nerviosismo antes de acercarse poco a poco a Eunchae. A este punto de la situación, Kim no sabría identificar quién estaba más nerviosa, si la pequeña Eunchae y sus problemas de confianza o la propia Chaewon que desde el momento uno en que supo que cuidaría a esa pequeña frente a ella fue incapaz de sentir algo que no fuera ansiedad.
-Bien Eunie, vamos a iniciar con tu pijama -Eunchae comenzó a quitarse la pijama ella sola mientras Chaewon se dirigía a la cajonera donde se encontraba la ropa de la pequeña perfectamente doblada y escotada. Cuando encontró el atuendo que creyó adecuado regresó a la cama donde ahora una Eunchae semi desnuda únicamente en ropa interior estaba doblando su pijama de jirafas.
Cuando Chaewon iba a colocarle la primera prenda, Eunchae le extendió la mano en señal de que solo se la pasara para que ella misma se la colocara y así lo hizo, se vistió bajo la atenta mirada de la mayor y esta miró fascinada lo independiente que podía ser con cuatro años. chaewon solo le ayudó a cerrar los botones de su overol y a atar las agujetas de sus tenis, mientras Eunchae verificaba en su espejo que no hubiera nada fuera de su lugar, Chaewon acomodó la cama y puso la pijama ya doblada sobre la almohada para cuando llegara la hora de dormir.
-Bueno Eun, tú ya estás más que perfecta, ahora hay que alimentate.
-Waffles -Como siempre la pecosa solo soltó una palabra.
-¿Quieres comer waffles?
[🦔] ¡ahora sí! Nuevo capítulo, luego subo el otro -un mes- pero , cualquier error me avisan :]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro