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Epílogo. 𑄝

—No te estoy abandonando aqui, ¿está bien? Solo son unas pocas horas y luego volveré por ti.

La pequeña asintió ante las palabras que decía su mami mientras esta desabrochaba el cinturón que lo tenia preso a su sillita, ayudandola luego a bajarse del auto.

Frente a ellas se encontraba un edificación lleno de colores y niños corriendo a su al rededor, unos tantos aferrandose a las piernas de sus padres otros llorando desconsoladamente, aquello no le daba buena espina, aferrando su mano hecha puño a el pantalón de su madre, quién bajó su mirada al sentir el tirón.

Chaewon sabía que a veces estas cosas pasaban, los niños podian asustarse al mirar su nuevo entorno, uno al que debian enfrentarse sin la compañia de sus padres, sonrió hacia su hija llevando una de sus manos para acariciar su cabeza, apartando algunos mechones de su sedoso cabello, no quería admitir que también sentía algo removiendose en su pecho, sería la primera vez que lo dejaria en un lugar solo, pero sabia que era necesario y que si demostraba tanto sentimentalismo su pequeña iba a llenarse de nervios. Eunchae había crecido y ella tenía que afrontar esa realidad, siempre sería su bebé pero debía empezar a soltarla un poco.

—No estés nerviosa —intentó calmar, buscando algunas palabras que sirvieran para la ocasión. —Como te dije solo serán algunas horas, conocerás nuevos amiguitos, ¿no te gusta la idea?

Eunchae negó. La omega sin embargo sonrió, sabia que eso no era del todo cierto. Con el pasar del tiempo su hija había aprendido tantas cosas, siempre pensó que sería de esos niños que no paraban de hablar ni por un segundo, asi como ella lo habia sido, pero resultó ser lo contrario, Eunchae era bastante calmada para su edad, sin embargo no dejaba su lado infantil, hacia amigos cada vez que salian un rato al parque o cuando se pasaban por el supermercado, sabia que en el preescolar no sería diferente.

—¡Eunchaeeeeee!

Antes de que Chaewon pudiera decirle alguna otra cosa a la cachorro escucharon como una dulce vocecita gritaba el nombre de la menor y como unos pasitos apresurados corrían hacia el lugar donde estaban, pronto otra cachorro se aferraba a un abrazo sobre el cuerpo de Eunchae, que solo se mantuvo quieto con ganas de empujar al otro.

—Garam! No corras asi—una agitada omega llegó también a pasos apresurados, cargando a un bebé sonriente ante la situación en el canguro colgado en su pecho.

Garam solo se rió y pronto fue empujada por las manitas de Eunchae, pero eso no lo detuvo, empezando a mostrarle su linda mochila de conejito a la mayor

—Creo que Ram está feliz de ver a Eunchae—señaló Chaewon—Y Sunoo parece que está feliz de verte correr detrás de ella.

Haerin bajo la mirada para ver al bebé divirtiéndose por la carrera que tuvo que pegar detrás de su cachorro mayor.

—incluso se levantó temprano de lo ansiosa que estaba por venir—comentó Haerin.

Mientras tanto Eunchae era obligada a escuchar como Garam alardeaba sobre la mochila que su madre le habia traido del país llamado Busan, o por lo menos eso era lo que el otro niño habia dicho.

—¿No te gusta? —le preguntó la menor con ilusión.

Eunchae la detalló, no estaba mal pero su mochila con la forma de un adorable pollito le parecía más bonita.

—Umm, si—finalmente contestó y esta simple respuesta hizo feliz a la otra, quién volvió a abrazarla de forma invasiva— Estás aplastandome,tonta.

El tiempo pasaba pero para ella la bola de grasa seguía siendo insoportable.

—¿Qué tal si se toman una foto juntas? —sugirió Chaewon, mirando la adorable escena, que no se resistió a sacar su teléfono para dejarla inmortalizada con una foto—Sonríe Eunie.

La pequeña forzó una sonrisa, ¿era necesario todo esto? Preferia quedarse en casa tomando su leche de chocolate mientras veia caricaturas junto a su mamá alfa, desde ese momento supo que la vida estudiantil no sería lo suyo.

Pocos minutos después ya las niñas empezaban a entrar a sus respectivos salones, se acercaba la hora de despedirse y eso mantenia preocupada a Eunchae, quería aferrarse a la plena de su mamá como los otros niños.

—Vamos Eunie—Garam le ofreció su mano a la niña, pero esta solo la miró unos segundos, desviando la mirada a su mami.

Chaewon suspiró colocándose de cunclillas, tomando la cintura de su hija, asegurándose de que sus miradas se encontraran.

—No pasa nada bebé, te vas a divertir un poco aquí, y te prometo que vendré por ti en unas horas junto a mamá Kazuha—animó la mayor, dejando un beso en su frente— y si te portas bien podríamos visitar a tía Kkura y a Harua ¿qué te parece?

Eunchae lo pensó un segundo, tía Kkura siempre estaria bien, pero Harua era otra bola de grasa fastidiosa siempre aferrada al cuello de su mamá ¡y lloraba cuando ella intentaba acercarse! Era un caprichoso que no quería compartir un poco de su padre todo mal!

—Sólo a tia Kkura—respondió la niña, ganándose otra vez algunas risas de los mayores, se notaba perfectarnente quién era su tío favorita.

La omega se vió obligada a asentir para convencer a su hija, colocándose de pié y tomando su mano; a Garam no le quedó de otra que aferrarse a la de su madre también, a veces no entendía porque su amiga era asi. Finalmente entraron al recinto, pasando cerca de los varios juegos que alli habían, Eunchae pensó que no era un lugar tan sombrío después de todo, pronto llegaron al salón que le habían designado, ya se encontraban algunos niños alli, la misma historia algunos llorando como bebés y otros jugando con los diferentes juguetes que se encontraban alli.

Bueno, quizás estar unas horas alli no fuera tan malo, pero en serio esperaba que la propuesta de ir con tía Kkura se cumpliera y que además esta incluyera helado de chocolate.

Su actitud cambió drasticamente al mirar a su maestra, traia una mochila con motivo de kumamon, ¡seguro seria fantastico! Nadie que usara cosas de kumamon podia ser malo.

Al final quién lloro después de todo no fue Eunchae, pero su madre no podía decir lo mismo mientras caminaba de vuelta a su auto ¡ese malagradecido! No había dudado en soltarle la mano para irse con la maestra.

Se sentia estafada ¿Por qué nadie le habia dicho sobre esa tonta cosa llamada tarea? ¡además debía seguir haciéndola aún en su casa! Y ni hablar de la tonta bola de grasa cantando a cada segundo sin despegarse de su lado. Definitivamente eso no era lo suyo, al menos ya había acabado.

Las horas habian pasado muy lentas bajo su percepción, por lo que sus ojos brillaron al divisar al alfa esperándolo cuando salió del salón, sin dudarlo corrió hasta ella, terminando con un salto en el que su mamá siempre la atrapaba para levantarla entre sus brazos.

—Hola engendra—saludó la alfa, despeinando un poco más el cabello de su hija—¿Qué tal el primer dia de clases?

—Bien, vámonos—pidió la menor a su madre de inmeditado.

Que bueno que ya habia terminado de estudiar, adiós escuela.

—Iremos por un helado, mamá Sun nos espera en el auto — Eunchae celebró por eso. — También irá Ramie.

Y otra vez la vida demostrandole que no todo era como ella queria.

Hola! Como pueden ver es el epílogo TT
Eso NO significa que ya he terminado, me faltan seis extras más que subiré pronto, espero les haya gustado tanto como a mí.

(*^^*)//

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