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⨳viaje

"¿Es necesario que vayas tú?" Christopher reviso las cosas en la maleta sin prestar atención a la voz de Eunha, quién lo miraba sentada desde la esquina de la cama.

"Sí, mujer, ya te explique que sí." Rodó los ojos con algo de fastidio.

"¿Cuánto dijiste que te irías?"

"Cuatro o cinco días, omega, ya te lo dije." Replicó Christopher tomando otra mochila mucho más pequeña echando cosas de limpieza personal.

"¿No es mucho para un viaje de negocios?" La mujer inquirió mirando todo lo que su marido echaba a las bolsas.

"No, Eunha. Ya te dije que si esto funciona puedo extenderme a otro país, no solo Corea o Australia." Explico una vez más.

"Vale, vale, lo cacho. ¿Irán más de la empresa?" Indagó con curiosidad.

"Ya te dije que sí, también irá Hyunjin." Fue al closet por un par de cosas para después regresar y acomodarla en su bolsa.

"¿Quién más?" Cuestionó acomodándose mejor en la cama para ver al alfa de frente.

"Irá Jisung, Eunwoo, más gente." Le restó importancia mientras cerraba ahora sí las dos maletas.

"¿Y Minho? ¿Irá él?" Insistió la mujer dando por fin con el nombre que calaba en su interior, Eunha no era celosa o desconfiada, simplemente había algo en ella que le hacía sentir ligera curiosidad por ese omega.

Christopher suspiro con cansancio antes de responder. "Sí, también irá él. Es mi secretario."

"Mmm..." El gesto de la rubia se torció ligeramente no muy contenta con la respuesta. "¿Por qué no puedo ir yo si soy tu esposa?" Cuando el rizado camino fuera del cuarto fue detrás de él.

"Porque son negocios, no vacaciones." Repitió por milésima vez en la semana, si era honesto se estaba cansado de tantas preguntas. "¿Alguna otra duda?" Cuestiono sarcástico.

"No te enojes, alfa, me preocupo por ti. Usualmente no haces estos viajes tan imprevistos." Ahora fue la omega quién suspiro cuando Christopher dejó sus cosas en el auto.

"Bueno, así son los negocios." Se encogió de hombros restándole importancia. "¡Jungwon!" El niño apareció rápidamente usando una pijama de carritos, Christopher se puso en cuclillas frente al niño. "Cachorro, papá tiene que trabajar unos días fuera, ¿bien?" Al ver al niño asentir continúo hablando. "No vendré por lo que tienes que ser buen niño, pórtate bien y cuida a mamá, ¿Lo harás?"

"Lo haré, papi" asintió efusivamente con la cabeza. La escena le derritió el alma a Eunha, adoraba ver a sus dos alfas interactuar.

"¿Serás un chico grande y un buen alfa para mami?" Interrogó Christopher tomando los costados del niño para mantenerlo cerca.

"Lo prometo, seré un alfa." La sonrisa con hoyuelos que apareció en el rostro tierno del niño se le contagió al mayor. "¿Es-estarás con Min?"

"Él irá conmigo, sí." Asintió despacio sin saber por dónde iba la cosa.

"Yo cuido de mami si tú cuidas de Min, pofavo'" pidió dulcemente, Bang creyó que su hijo no podría ser tan tierno, Eunha por otro lado trato de mantenerse inexpresiva.

"Bueno, es un trato." Se rió entre dientes haciendo que el niño se riera también sin entender el por qué, solo imitando a su padre.

"¿Pod la garita?" Enseñó su dedo meñique y Christopher volvió a reírse.

"¿De dónde sacaste eso?" Le hizo cosquillas al niño, quién se rió alejándose de su padre unos centímetros.

"Min, dice que es... i...idromp-idrompible" Jungwon frunció el ceño sin poder pronunciarlo bien.

"Irrompible." Corrigió Bang.

"¡Eso!" Señaló el menor volviendo a sonreír. "¿Prometes?" Volvió a mostrarle su dedito meñique y aunque Christopher se rio y entrelazó su dedo con el del menor.

"Prometo, ahora dame un beso." El cachorro se acercó a los brazos de su padre para abrazarlo y dejar un besito en su mejilla. "Cuidense bien, avísenme como están o si necesitan algo." Pidió levantándose del suelo para quedar a la altura de Eunha. "No estés enojada, mujer, no me voy por meses." Dejó un beso suave en los labios rosados antes de dar media vuelta y subir a su coche.

"¡Buena suerte!" Gritó la omega aunque Christopher no la escucho.

〔🥢〕

Christopher Bang:
Ya estoy afuera.

Hoonie❤️:
Ya voy, ya voy, no me tardo, x.

Christopher miro el nombre que Minho se había puesto en su celular e inevitablemente sonrió, necesitaba cambiar el nombre o asegurarse de que Eunha no lo viera aunque eso ya lo decidiría después.

Durante un par de segundos se mantuvo en silencio golpeando ligeramente el volante con sus manos mientras esperaba a que el omega bajara de su edificio, solo un poco después fue consiente del aro que aún adornaba su dedo anular, entonces recordó la petición de Minho.

En el transcurso de doce o trece años no se había quitado el anillo para nada y luego de repente... ¿Y si lo perdía? Eunha lo mataría aunque su alfa quería complacer al omega más que a nada en el mundo pero no sabía que hacer.

El toque en el vidrio lo hizo saltar en su lugar y rápidamente tomó la decisión, era un fin de semana entre Minho y él y nada iba a detenerlo, rápidamente se quitó y guardó el anillo en la guantera antes de quitar los seguros del auto.

"Hola, mi amor." Saludó Minho abriendo la puerta de atrás donde echo sus maletas para después subir al auto en la parte de enfrente.

"Hola, precioso." Le sonrió suave mientras Lee se acomodaba en el asiento.

"¿A dónde vas a llevarme?" Se inclinó a dejar un beso corto en los labios rellenitos del alfa.

"Es una sorpresa, estoy seguro que te va a encantar." Apoyo su mano en el muslo regordete del omega y le dió un apretón.

"¿Tomaremos un avión?" Indagó Minho emocionado.

"Mmm..." Christopher fingió pensarlo. "Sí, tomaremos un avión, pero será por poco tiempo."

"¿No me vas a decir a dónde vamos?" Insistió.

"Nop, es una sorpresa, ya te dije." Se rió entre dientes ante el tono desesperado del castaño.

"Dame una pista." Exigió el menor con el ceño fruncido.

"No, lo adivinaras. No te diré, no seas desesperado."

Durante un par de minutos más Minho continúo insistiendo hasta que Christopher termino por darle una pequeña pista que solo lo dejo emocionado y ansioso de descubrir el lugar donde pasarían un par de días ellos solos, sin las miradas de alguien más o el tentativo peligro de ser reconocidos.

Pronto llegaron al aeropuerto e hicieron todo el proceso necesario para poder abordar el avión correctamente sin intervenciones y claro, sin que Minho pudiera descubrirlo pues el alfa se había encargado de mantenerlo muy en secreto.

Cuando el avión se elevó Minho chillo emocionado alardeando aventuras y creencias que de niño tenía y ahora le parecían ridículas, por ejemplo pensar que las nubes sabían a yogur o tal vez que algún día sería tan alto que podría tocar las nubes, Christopher se rió más que en los últimos años de su vida y disfruto de la compañía de Minho, disfruto tanto que se sintió mal de ser bastante más grande que él y no haberlo conocido antes; sin embargo, el sentimiento de malestar y culpa se disipó cuando el rostro de Minho se iluminó con una amplia sonrisa, cuando los ojos mieles brillaron mucho más de lo que esperaba y cuando se emociono tanto que se pegó a la ventana sin ser capaz de articular una palabra.

En algún momento Christopher lo comparó con un niño, era dulce, suave, se emocionaba fácil y era muy expresivo, su rostro demostraba todas las emociones que sentía y no había algo que el alfa amara más en la vida que poder conocer a su omega con una sola mirada porque sabía que la sonrisa cálida, los ojos brillantes y las muecas de sorpresa y emoción que se pintaban al rostro eran totalmente honestas. Saber que era capaz de ocasionar eso en el menor le hinchaba el pecho de orgullo y lo hacía sentir complacido, hacia que su alfa se sintiera grande y egocéntrico, lo hacía sentir un buen alfa, incluso si como lo llevaba acabo no era la forma correcta.

Mientras Minho contemplo el cielo azul claro encima de ellos, Christopher admiro el brillo de los ojos de Minho destellantes como dos estrellas, mientras Minho miraba las nubes pasar en la ventana, Christopher admiró la pequeña y recta nariz de botón y las mejillas rojizas del omega, mientras Minho enloqueció con la ciudad debajo de él, Christopher se perdió los labios rojizos y delgaditos pintados en una sonrisa resplandeciente y encantadora. Fue entonces cuando ambos suspiraron casi sincronizados completamente enamorados de lo que veían.

Mientras Minho se enamoraba del paisaje que la torre Eiffel y los jardines le otorgaron, Christopher se enamoro del paisaje precioso que era el rostro de Minho.




minho no tiene fobia a las alturas aquí.

me recordó a cuando minho mandó las fotos a bbl diciendo que nosotros disfrutaramos de la vista porque el no podía estoy triste

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