⨳relación
¿Alguna vez han sentido esa sensación de querer a dos personas y estar confundido?
Es como decir que por un lado tienes una relación bien, algo estable y que siempre estará bien ante los ojos de los demás. La relación ideal porque son compatibles en su mayoría, tienen el mismo estatus y se conocen de toda la vida. Le tienes cariño a esa persona porque para bien o para mal es quien ha estado contigo durante muchos años y a quien siempre podrás recurrir si lo necesitas y sabes que podría escucharte si se lo pidieses, le tienes cariño por las experiencias que han compartido a lo largo del tiempo.
Y después de todo llega otra persona, aquella que te ilumina. Es como si la vida fuera gris y de repente aparece ese alguien que ilumina tus días y le da color a cada cosa que haces en su compañía. Se vuelve tus ganas de vivir, tu motivación a ser mejor y salir adelante. De repente esperas que el día no acabe y si acaba, esperas a que pronto amanezca para estar cerca otra vez. De un momento para otro lo monótono y lo aburrido se vuelve entretenido, mueres por hacer cosas con esa persona y guardar las experiencias. Tienes la adrenalina de todo lo que quieres experimentar.
Tu corazón se acelera cuando lo ves, se vuelve lo único en tu campo de visión, cuando lo sientes cerca los demás no importan, la sonrisa y ojos brillantes que te delatan, no pueden ocultar lo que quieren expresar. Es ese constante revoloteo de nervios en el estómago y lo mágico que es cada toque. Te tiemblan las manos y sientes miedo de hacer algo mal porque te da terror equivocarte.
Así es exactamente como se siente Christopher, y es que... Eunha es tranquilidad, estabilidad, es lo correcto, es familia y es paz.
Pero Minho... Minho es lo prohibido, es el pecado, la libertad, la felicidad... pero sobre todas las cosas Minho es amor.
〔🥢〕
En el siguiente encuentro ocasional, Christopher no se puede sentir mal, claro que no. De hecho deja de hacerlo cada vez que ve a Minho cerca de él, cada que siente su presencia es como si lo malo se evaporara y es por eso mismo que el alfa ha decidido invitarlo a salir.
"Minho..." la voz ronca del mayor despierta al castaño del trance en el que estaba, era sábado por la tarde noche, un mes después de que Eunha se marchara.
"¿Sí, Chris?" la melodiosa voz lo atrapa de inmediato y no puede odiarse más, el rostro angelical de Minho lo mantiene hipnotizado durante unos segundos.
"Yo... bueno..." balbuceo un poco antes de tomar una gran bocanada de aire. "Me preguntaba si te gustaría salir a tomar una copa." La sonrisa que se marco en en el rostro de Minho hizo que le dieran ganas de repetir la pregunta una y mil veces más con tal de volverla a ver.
"¿Tú y yo... solos?" el omega levanto ambas cejas ligeramente sorprendido, ¿acaso escucho bien?
"Sí... eh... para distraernos un poco" justifico con una sonrisa pequeña, Minho sintió ganas de besarle el hoyuelo en su mejilla izquierda.
"¿Justo ahora?" se relamió los labios y Christopher le copio el movimiento sin alejar la vista.
"Sí" asintió despacio.
"Vale, está bien, vayamos."
〔🥢〕
Cuando entran al bar Christopher se siente demasiado fuera de lugar, la mayoría del local está a oscuras con luces de colores y las paredes son prácticamente negras o son ocupadas por espejos de cuerpo completo, la mayoría de los rostros a su alrededor son juveniles y casi se podrían confundir con la juventud de Minho y él... Él se siente viejo y fuera de lugar, siente como si sus canas resaltaran aún más y su traje, demasiado caro para ser ensuciado por alcohol habría pensado en algún momento, parecía llamar la atención.
"Ven, nos consiguieron mesa." el omega tira suavemente de la mano de Christopher y él torpemente le sigue mirando las manos entrelazadas.
La música de pop le vibra en los oídos, pero él no puede pensar en algo más que no sea la pequeña mano del ojimiel escondida entre la suya. Una vez en la pequeña mesa el castaño se acomoda en su lugar y él no puede hacer más que admirar como su belleza resalta cada que alguna luz de color le da en el rostro.
"¿Estás bien?" Minho se acerca hacia él para preguntar a lo que él rápidamente asiente con la cabeza. "Vale, pediré de tomar, ¿quieres algo?"
"¿Me das un beso?" Murmura torpe sin alejar su mirada del omega, quién solamente se ríe y le acaricia la mejilla antes de inclinarse a darle un beso lento.
Van despacio y sin prisas, sin miedo a ser vistos porque sabe que ninguno ahí los reconocerá gracias a lo oscuro que está. Las manos de Minho le sostienen de las mejillas mientras el beso se alarga un poco más hasta que los pulmones les pican y necesitan tomar aire. Es hasta ese momento que pueden observar a un mesero acercarse para tomar su orden.
Durante un rato de la velada se mantienen tranquilos y platicando de cosas triviales como la universidad, conocimientos; se aventuran a preguntar cosas más personales, hablan sobre comidas, colores y combinaciones mientras comparten un par de besos y mimos, olvidándose de que el resto existe y de las muchas miradas que les dirigen, Christopher cree que le tienen envidia porque tiene al omega más bonito sentado con él y Minho cree que tal vez el alfa es demasiado guapo como para pasar desapercibido.
"¿Amas a Eunha?" Pregunta repentinamente Minho mirando con ojos cristalizados al mayor.
El alcohol ya ha hecho lo suyo en el omega.
"¿A qué viene tu pregunta?" El corazón de Christopher se acelera sin saber que responder así que evade la pregunta mientras traza figuras imaginarias en los muslos del contrario.
"Curiosidad simple. Responde." El castaño se removió en el lounge para mirarlo de frente.
"No lo sé." Admite por primera vez en mucho tiempo.
"¿Cómo no vas a saberlo? Tienen años juntos." Refunfuña Minho rodando los ojos.
"Sí, pero la costumbre no es amor. Y yo no sé." La voz de Christopher bajo los efectos del alcohol también es diferente, grave, pastosa y casi no es entendible.
"Yo sé que te amo, ¿cómo tú no lo sabes?" Lee suelta de repente y el alfa lo mira con sorpresa e incredulidad.
Ni siquiera él mismo es capaz de diferenciar si lo dice en serio o no.
"No sabes lo que dices, estás borracho." Le resta importancia con la respiración agitada. No quiere demostrar cuánto le ha afectado aquellas palabras.
"Sé lo que digo, Christopher. Me gustas mucho desde hace tiempo." La mirada de Minho baja a sus piernas, las cuales se encuentran sobre el regazo de Christopher.
"Esto no está bien, Minho. Tengo familia y tú... tú puedes crear una." Bang niega con la cabeza mordiéndose con fuerza los labios. ¿Acaso Minho se volvió loco?
"Pero mi omega te busca a ti, Chris. No puedo contra mi naturaleza y tú tampoco puedes, tu alfa me busca. Estás por entrar en celo y aquí estás conmigo en un jodido bar cuando no te gusta ni siquiera este tipo de música. Me gustas y yo a ti, no hay más." Durante unos segundos se mantienen en silencio, Christopher no sabe que hacer y Minho se siente perdido, él ni siquiera planeaba que eso saliera de su boca. Justo cuando cree que no dirán nada más, la voz de Bang lo hace reaccionar.
"¿Y mi familia, Minho? ¿Qué hay de lo que tú sientes? ¿Qué planeas proponerme?" La boca del omega se seca completamente sin saber que responder, esto es algo que ninguno de los dos esperaba.
"Veamonos." Murmuró bajito. "Ellos no tienen porque saberlo, seamos discretos, será una relación a escondidas." Ofreció con el corazón desbocado y el cuerpo temblando, no podía creer que aquello estuviera pasando. Hasta parecía que el alcohol en su sistema había desaparecido.
Después de tanto tiempo iba a tener lo que tanto había deseado, sin embargo, ya no estaba seguro de tener las mismas intenciones que en un inicio.
"¿Una relación a escondidas?" Christopher casi se atraganta ante la propuesta.
"Sí." Minho respiro hondo para tratar de no vomitar ahí mismo de los nervios. "Prometo que no seré exigente, será solo en nuestros celos o cuando tengas ganas." La lengua se le trabó un poco pero rápidamente retomó su postura un poco más decidida. "Seremos discretos, no pediré más de lo que quieras darme, nadie va a darse cuenta, ni siquiera dejaré huella, yo te esperaré cuando quieras y seré paciente." Se mordió los labios hasta hacerlos sangrar un poco.
"Eso es... Peligroso, Minho, podría salir mal... Tu eres joven y bonito... Podrías conseguir a cualquier alfa."
"Pero te quiero a ti." tomo las mejillas del alfa entre sus manos para acercarlo a él. "Déjame demostrarte que de verdad valgo la pena, dame una oportunidad de enseñarte que no te arrepentirás de estar conmigo." Lo beso eufórico y con ganas, quería demostrarle que él era mejor que cualquiera, incluyendo a Eunha.
Cuando se separaron Minho lo tomo de la mano y lo arrastró hasta la pista de baile dejando la propuesta abierta sobre la mesa.
"No hablemos más de esto." Concluye el castaño apenas llega al centro del bar. "Hoy vamos a disfrutar mañana será otro día." Quiere restarle importancia, lucha porque no le afecte.
Él realmente acaba de suplicarle a un alfa que salga con él y no lo puede creer. ¿Tan bajo a caído? Es parte de todo. Retumba en el fondo de su cabeza aunque sabe que es una mentira, pero mientras las manos del alfa se envuelven a su alrededor opta por creerse ese cuento. Mañana será otro día. Se repite para justificar su falta de concentración e interés o tal vez para no llorar y sentirse mal, no importa.
No cuando más tarde esa noche Christopher no llego a dormir a su casa, por el contrario amaneció envuelto en los brazos de cierto ojimiel y una relación prohibida recién declarada.
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