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⨳parís

Cuando Christopher ayudo a subir las maletas al taxi Minho seguía en shock, no podía creer que estaba pisando tierras francesas con un alfa guapísimo y que para colmo parecía manejar el francés de una forma casi perfecta; no le daba vergüenza admitir que escuchar la ronca voz de Christopher hablando en francés le había puesto a temblar las piernas y casi gemir en público, ¿había algo más sexy?

"¿Estás mejor?" El alfa se burló rodeando los hombros de Minho en un abrazo caluroso, casi como el clima.

Esa fue otra cosa que Minho notó, mientras el clima en Corea era nublado y ligeramente fresco, en París hacia sol y un poco de aire.

"Yo... Wow..." Murmuró sin saber que decir y Christopher rió. "No te rías, alfa bobo." Le pegó leve en el pecho.

"Es lo que has dicho solamente desde que viste la torre, precioso, ¿qué quieres que haga?" Minho hizo pucheros y Bang lo beso, suave y lento, disfrutando del roce inocente de labios.

"Es que todavía no me lo creo, ¡Estamos en París!" El omega miró al alfa como si aquello fuera algo extravagante. "¡Y hablas francés! Yo no sabía que hablabas francés, deberías enseñarme, por dios, estoy en París, estamos en París." Repitió una y otra vez hasta que se canso y Christopher se vio obligado a silenciarlo con otro beso en los labios.

Llegar al hotel fue otro show, como si no fuera sorpresa suficiente, cuando el alfa le mostró la habitación al omega había enloquecido totalmente, corría de un lado a otro y tocaba todos los objetos (e incluso las paredes) como si estuviera asegurandose de que fuera real.

Había revisado la pequeña sala de estar, la habitación, el baño con tina, el amplio closet que había, pero lo que lo enloqueció totalmente fue la pequeña terraza que salía con vista a la torre y con un pequeño jacuzzi a un lado, Minho juraría que estaba soñando.

Para la noche con Minho un poco más repuesto, Christopher lo llevo a cenar al elegante restaurante del hotel y después fueron de paseo, atravesaron calles empedradas con casas viejas rodeados de gente amable que les sonreía al verlos, Christopher lo abrazaba por la cintura, le respiraba quedito cerca del cuello cada cierto tiempo y Minho enloquecía con cada metro que recorría. Los ojos miraban todo atentos y deseosos de verlo todo, probaron todos los postres que les ofrecieron y a media noche el alfa le regaló un par de flores que lo pusieron sentimental.

Cuando regresaron al hotel pasaban de la 1:30 de la mañana así que se limitaron a acurrucarse juntos con Bang siendo la cuchara grande y la sombra de la Torre Eiffel atravesando las cortinas.

〔🥢〕

El segundo día no fue menos increíble, desayunaron en un restaurante frente a la torre y después subieron en ella, Minho casi enloqueció en el elevador de los nervios y cuando se acercaron al borde Minho gritó de la emoción, beso al alfa hasta el cansancio y se tomaron millones de fotos que jamás podrían ser expuestas, más tarde pasearon por los jardines, conocieron el arco del triunfo y visitaron algunas galerías.

Para la hora de comida Christopher decidió buscar alguna cafetería cercana y comieron algo que Minho no supo pronunciar, pero sonaba demasiado elegante, lo comprobó cuando le sirvieron lo que parecía un pedazo de pollo bañado en vino y una deliciosa salsa acompañado de pequeñas zanahorias y papas hervidas con mantequilla, de tan solo verlo se le hizo agua la boca. Admiro al alfa comer caracoles rellenos de una salsa verde que a Minho le pareció asquerosa y posteriormente viajaron en un bus de Tour que los llevo a conocer parte de la ciudad.

Fue un día lleno de risas y fotografías que quedaron guardadas en el teléfono del omega como un tesoro sagrado, cuando por la noche regresaron al hotel hicieron el amor en la oscuridad con suave música de fondo siendo la hermosa torre lo último que los dos vieron antes de llegar al orgasmo.

〔🥢〕

Cuando el tercer día inició Minho abrió sus ojos y lo primero que se encontró fue los ojos verdes de Christopher adorandolo, se sonrieron con dulzura antes de verse obligado a bostezar y limpiar sus ojos de las lagañas que se habían acumulado.

"Buenos días, mi amor." Saludó Christopher aún con la sonrisa en el rostro.

"Hola, alfa." Lee volvió a sonreír cuando sintió la mano del mayor acariciarle la mejilla.

"¿Sabes que luces como un ángel durmiendo?"

"Oh no, babeo y hablo dormido." Se rió enredando uno de sus dedos en un bucle de Christopher.

"Eso te hace más precioso." Concluyó el alfa restándole importancia. "Hoy iremos a Louvre, ¿te gustaría? También pensé en llevarte de compras."

"¿Podemos ir de compras primero?" Pidió con una pequeña sonrisa que lo hizo ver mucho más aniñado.

"Como tú lo prefieras." Concedió el otro dejando un beso corto sobre sus labios. "Levantemos ya que hay mucho que ver."

Les costó un par de besos y muchas risas decidir levantarse de la cama y tomar una ducha por separado para no entretenerse demasiado.

Compraron más ropa de la que necesitaban, más accesorios que seguramente jamás utilizarían y cargaron sus manos de bolsas sin control alguno, Minho ni siquiera considero el dinero que Christopher estaba gastando en él y Christopher parecía no reparar en ello, solo sacaba su tarjeta de crédito negra o dorada y la pasaba en la caja registradora como si se tratase de cualquier cantidad, ni siquiera se detenía a considerar cuánto dinero estaban pagando por tienda, simplemente paso el plástico una y otra vez hasta que dio medio día.

Pasadas las doce almorzaron un pan francés con mermelada y una taza de café para tomar el camino hacia Louvre.

"Iré por los boletos, ¿puedes formarte en la entrada? hay demasiada gente" Christopher pidió, en cuanto vio a Minho asentir camino hacia la fila donde por lo menos había unas treinta personas formadas delante de él esperando entrar.

〔🥢〕

"¡Christopher!" La voz aguda de Eunha no tardo en oírse a través de la bocina del teléfono del alfa.

"Hola, Eunha..." suspiro bajito mirando el suelo con una ligera presión en el pecho.

"¿Cómo va todo, amor?" Escucho un poco de ruido a través de la llamada antes de que todo se pusiera en silencio.

"Muy bien... posiblemente pueda abrir un negocio en París..." mintió encogiéndose de hombros, dio dos pasos cuando la fila avanzó.

"Sería genial ir a París juntos, ¿no lo crees?" la risa risueña de la omega casi lo hizo sentir mal.

"Es muy bonito, podríamos venir algún día." Prometió sin poner mucha atención.

"¿Has conocido algún lugar? ¿algo que te gustaría que visitáramos juntos?" Eunha indagó curiosa, Christopher la conocía tan bien que juraría estaba sonriendo.

"Oh no, apenas he visitado la torre Eiffel" volvió a mentir avanzando más en la fila, se tomó unos momentos antes de levantar la vista y encontrar algo que en definitiva no le gustó.

"Mmm... Bueno, está bien, no salgas demasiado sin tu esposa para que podamos ir y emocionarnos juntos.

〔🥢〕

"Hola, disculpa, ¿aquí va la fila?" Minho se giró hacia la agradable voz que le hablaba a sus espaldas.

"Eh sí, sí, aquí vamos." Le sonrió amable al chico que le hablaba, parecía ser un alfa de alrededor de 22 años.

"Oh, muchas gracias." El hombre le sonrió también, el omega lo miro por un par de segundos. "¿Llevas mucho esperando?"

"No mucho en realidad, unos diez minutos." Se encogió de hombros restándole importancia.

"Tienes un acento un poco... raro, ¿No eres de aquí?" Minho se rió entre dientes algo avergonzado por su propia pregunta.

"Oh no, soy Australiano pero estoy en un viaje de prácticas." Minho asintió con la cabeza, tenía sentido, el hombre era de la altura de Christopher, cabellos rubios, piel clara y con muchas pecas en las mejillas.

"Por eso eres tan grande..." Murmuró bajito haciendo reír al alfa que lo acompañaba, las mejillas del castaño se sonrojaron demasiado.

"Gracias, creo. ¿Tú eres de aquí?" El chico extraño trato de mantener la conversación.

"Para nada, soy coreano. Estoy aquí en unas pequeñas vacaciones." Se relamio los labios rojizos e inconsientemente el otro lo imitó. "¿Entonces estás estudiando?"

"Estoy por graduarme en realidad, es mi último semestre. Estudio idiomas y culturas." El rubio explico amigable, Minho a lo lejos vio a Christopher hablando por teléfono.

"¡Eso es genial! Entonces debes hablar muy bien francés, ¿no?"

"Un peu, ce n'est pas difficile d'apprendre." El omega brinco en su lugar emocionado al escuchar la voz ronca hablar en aquel idioma, en ese momento Minho descubrió que amaba escuchar el acento.

"Es muy fluido, yo no puedo decir ni un hola." Rodó los ojos haciendo que el otro se riera también.

"Cuando quieras puedo enseñarte." Guiñó haciendo a Minho sonrojar de nuevo.

"Muchas gracias, sería muy amable de tu parte, pero en dos días marcharé." Se lamento haciendo un inconsciente puchero.

"Ojalá pudiéramos volver a vernos, me encantaría mantener el contacto contigo, eres muy bonito." El alfa reviso sus bolsillos distraído, Minho jugó con sus dedos con el rostro completamente rojo.

"¡Minho!" La voz de Christopher sacó al omega de la pequeña burbuja en la que se estaban metiendo.

"¡Christopher!" Estiro su mano derecha hacia él con una sonrisa en el rostro aunque rápidamente se desvaneció al reconocer el rostro tenso del mayor. "Acabo de hacer un nuevo amigo." Cuando estuvieron lo suficientemente cerca los brazos de Christopher se envolvieron alrededor del omega.

"Sí, ya veo." El alfa más grande torció el gesto al ver que el rubio no quitaba la mirada de Minho. "Pero como sea, él y yo nos vamos, adiós niño." Sin darle oportunidad a algo más arrastró a Minho con él dentro del gran museo.

Más tarde Minho distinguió que Christopher estaba celoso, no dejaba de murmurar cosas ridículas entre dientes y palabrotas cada que algún alfa se acercaba aunque fuera a darles explicaciones sobre las pinturas que observaban, su olor era más fuerte, la mano que se aferraba a su cadera lo dejaba claro y el como lo besaba como si quisiera comérselo era lo que lo volvía más obvio; si es honesto, era divertido porque incluso molesto no dejaba de estar al pendiente del omega, siempre preguntando si estaba bien, si necesitaba algo y siendo más posesivo de lo usual, a Minho no le molestó demasiado pues por fin tenía lo que quería: la atención de Christopher.

Cuando casi se retiraban, el alfa murmuró algo como que iba al baño antes de marcharse y desaparecer a en uno de los largos pasillos por lo que Lee decidió seguir viendo las pinturas sin prestar mucha atención a la ausencia del rizado, de hecho, no presto mucho caso a nada a su alrededor hasta que el alfa de horas atrás apareció nuevamente a su lado.

"Tu alfa es muy posesivo por lo que veo." El omega brinco al escuchar la grave voz a un lado de él.

"No es mi alfa." Se rió restándole importancia.

"Bueno, te estaba besando y te marco con su olor, así que..." El chico hizo una mueca no muy contento de percibir el olor del otro alfa, Minho se mordió los labios claramente avergonzado.

"Nosotros solo..." ¿cómo demonios le explicaba aquel chico su extraña relación? ¿Por qué si quiera estaba intentando dar una explicación? "Bueno, nosotros solo somos compañeros de trabajo o algo así." Se encogió de hombros sin querer dar más explicaciones.

"Pues que cercanos" el chico se rió haciendo reír al castaño también.

"¿Estamos en algo como un cortejo?" Dudó sin saber exactamente como explicar su situación.

"Está bien, no soy celoso." Minho se sonrojo todavía más.

"Que atrevido eres." Se volvió a reír desviando la mirada hacia la pintura, no quería que el alfa viera sus rostro abochornado.

"Yo diría decidido." Le restó importancia. "En fin, en un par de meses tendré un viaje a Corea por las mismas cuestiones de la universidad, así que estaría encantado de recibir un tour si te es posible y claro, tener por lo menos un amigo ahí no será mala idea." Aquello nuevamente obtuvo la atención de Minho.

"Estaría encantado, tal vez por obra del destino vuelva a encontrarte allá."

"O puedes mandarme un mensaje." Tomó la mano del ojimiel para dejar un papelito con su nombre y número.

"Felix" leyó en voz bajita, aún así el alfa lo escucho. "Yo soy Minho."

"Ese soy yo, un gusto Minho, espero encontrarte pronto." Y con aquello se marchó lejos de él, incluso hasta perderse de su campo de visión.

"Yo me voy al baño y tú coqueteado con otros, qué encantador." La voz grave de Christopher lo hizo estremecer.

"No estaba coqueteando." Guardo el número rápidamente en el bolsillo de su pantalón antes de girarse cara a cara.

"No es como si no te conociera, Minho." La forma en la que su nombre fue pronunciado le erizó la piel. "¿O se te olvida?"

"No me conoces, Christopher." Se burló enredando sus brazos alrededor del cuello del mayor, sonrió cuando sintió el cuerpo tensarse bajo su toque. "No me conoces ni un poquito, pero está bien, yo tampoco te conozco." Mintió acercándose lo suficiente hasta que los labios se rozaron. "Frente a todos somos un par de desconocidos."

"Pero aquí y ahora eres mío, completamente mío, eres mi omega, me perteneces." Gruñó bajito con el ceño fruncido.

"¿Ah sí?" Cuando vio al alfa asentir con la cabeza volvió a reírse aún manteniendo la misma distancia entre ellos dos. "¿Y tú también eres mío, alfa? ¿No tengo que compartirte con nadie?"

"Por ahora no, con nadie." Intento besar al omega pero él se hizo para atrás, en ese momento Christopher lo rodeó con los brazos por la cintura.

"Mmm... ¿y después?" Tarareo pasando su dedo índice por el mentón y cuello del alfa.

"Hablaremos de eso cuando sea después." Minho se rió negando con la cabeza.

"Entonces no te confundas querido, yo no tengo dueño, no soy tuyo, no soy de nadie." Dió un suave toque a la nariz del mayor. "Ni ahora ni después." Y con aquello se alejó de los brazos del alfa para caminar hasta la salida del museo en silencio con Christopher detrás de él, siguiéndolo como un niño pequeño sigue a su madre.

〔🥢〕

Cuando llegaron al hotel lo hicieron en silencio, con un Minho mirando la ciudad desde la ventana del coche y Christopher perdido en sus pensamientos sin saber que decir.

Comenzaba a dolerle la cabeza de tanto pensar, no entendía al omega. A veces se comportaba como si se entregara completamente a él, con devoción y tanto amor que sentía que podía estrujarlo hasta cansarse y Minho no se iría porque lo amaba tanto como él lo amaba, pero después estaban días como aquellos en los que se comportaba de forma tan extraña con él, le daba algo y luego se lo arrebataba, lo hacía sentir diferente y después lo bajaba de las nubes dónde lo subía. No entendía su comportamiento y tampoco sabía si quería entenderlo.

Le hervía la sangre de tan solo pensar en Minho con alguien más, lo hacía sentir furioso con el mismo por no detener al omega, lo hacía sentir enfermo pensar en Minho con alguien más, sonriéndole a otro, hablando con otro, besando a otro. Imaginar a Minho acariciando o envuelto en brazos de otro alfa le revolvía el estómago.

Apenas pusieron un pie en la habitación Lee salió al balcón y lleno el jacuzzi antes de caminar hasta su habitación y quitarse totalmente la ropa, tomó una toalla y su bata de seda antes de ir al pequeño bar y servirse champagne en una copa, llevo con él la botella y la copa hasta el balcón y meterse dentro del agua caliente a mirar como la tarde caía y hacia sombra sobre la gran e inalcanzable Torre Eiffel. Se dedicó solamente a mirar la gran estructura, escuchar el ruido tranquilo de la gente alrededor de quince pisos más abajo que él y una suave melodía que sonaba desde su teléfono.

No fue consiente del tiempo que pasó ahí hasta que Christopher salió y se sentó en una de las pequeñas sillas que había en en lugar, llevaba puesto solamente un short corto y sandalias, desde su lugar Minho le sonrió.

"¿Qué estabas haciendo?" Preguntó después de estar un rato en silencio, iba por su tercer o cuarta copa de champagne y se sentía muy relajado.

"Reflexionando." Christopher se encogió de hombros mirándolo de reojo.

"A veces necesitamos pensar." Le quitó importancia soltando un suave suspiro apenas audible para el alfa. "¿Por qué no te unes aquí conmigo?"

Bang ahora sí que lo miro con una de sus cejas elevadas.

"¿Hablas en serio?" Cuando el omega asintió Christopher soltó un resoplido. "Pensé que tal vez te interesaría tener compañía de otro alfa." Minho se rió con ganas, sus ojitos cerrados y la cabeza hacia atrás.

Christopher descubrió que esa era la mejor risa que podría escuchar.

"No seas resentido, mi amor, ven aquí, anda." Y como siempre, Minho obtuvo lo que quiso.

Poco tardo el mayor en seguirlo, se deshizo de su ropa y se metió al pequeño espacio lleno de agua quedando igual de desnudo que el otro.

"Mi alfa bobo... Jamás preferiría a otro antes que a ti." Se acomodó sobre el regazo del mayor colocando cada pierna a los lados del otro y con los brazos rodeándole el cuello, las manos de Christopher pronto se envolvieron también a su alrededor.

"¿Jamás?" Dudó el rizado totalmente perdido en la belleza que irradiaba Minho.

Frente a él tenía el mejor paisaje, tenía el rostro rosado del omega, con la torre de fondo y el atardecer más atrás, la mejor escena de su jodida vida, una imagen que podría sentarse a admirar toda la eternidad y no importaba porque era preciosa, porque la belleza de Minho valía la pena ser admirada, porque ni siquiera el mismo sol brillaba más que la perfecta existencia de Minho.

Todo en su mente era Minho, Minho, Minho, no podía pensar en otra cosa que no fuera él y en lo mucho que le molestaba pensar en Minho con alguien más, con otra persona, con otro ser humano compartiendo bonitas experiencias que solo deberían pertenecerle a él.

"Jamás, Christopher." Le acarició el mentón y las mejillas, las manos del alfa arrastraron más cerca el cuerpo del menor.

"¿Ni siquiera por ese alfa rubio?" El omega volvió a reírse antes de negar con la cabeza.

"Ni siquiera por ese alfa rubio, mi amor, no te cambiaría por nadie, eres mí hombre, ¿Quién podría conocerme como tú, uh?" Lo tomo de las mejillas plantando un suave beso en la boca.

"Nadie." Christopher se relamio los labios en un intento de probar todo el sabor de Minho.

"¿Quien podría darme lo mismo que tú?" Despacio comenzó a mover su cadera en círculo frotando ambos cuerpos.

"Nadie." Gimió el rizado, incluso volvió a gemir cuando Minho apretó más fuerte sus mejillas.

"¿Quién me trataría y me complacería igual que tú, alfa?" Así como su agarre se intensificó hasta casi enterrarle las uñas, la fricción entre los dos cuerpos aumento haciéndolos jadear a los dos.

"Nadie, nadie lo haría." Bang realmente odio el efecto que Minho estaba teniendo en él, no era posible que con unas simples caricias ya lo tuviera a sus pies.

"¿Y eso por qué?" Cómo no sabía que responder se mantuvo en silencio por lo que Lee hizo nuevamente sus movimientos más lentos, pero sus uñas se enterraron ahora sí en la suave y lechosa piel. "Responde."

"P-porque soy tu a-alfa..." Christopher jadeo cuando Minho se penetró a si mismo.

"¿Y eso qué, Christopher? Eres mi alfa, ¿Y eso qué te vuelve?" El mayor de los dos puso los ojos en blanco cuando el castaño se dejó caer totalmente sobre él, el momento se sentía tan intenso que no lo dejaba ni siquiera pensar correctamente. "Responde o voy a marcharme. ¿Qué te vuelve eso, Christopher? Dime, dímelo."

Y aunque Christopher no sabía que responder solo atino a decir una cosa.

"Me vuelve tuyo, Minho."










No me acordaba que había puesto a lix como el otro alfa que conocía minho, voy a editar el nombre del primer amor de chan a jeongin entonces ya fue, lix es importante, y de hecho me encanta su personaje.

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