⨳oficina
El hecho de que Christopher buscara a Minho aquella noche en el celo desató más cosas. Muchas más cosas en realidad.
Primero fueron los besos, aquellos que solo se daban en elevador pasaron a darse en algunas oficinas solitarias o en salas de juntas, después en la misma oficina del gran Christopher Bang o en los baños hasta que dejó de importar un poco más y eran un poco más obvios, en el escritorio donde Minho trabajaba o en la cafetería de la empresa. Nadie se atrevió a decir algo.
Nadie mencionó los roces innecesarios entre ellos ni las miradas o sonrisas coquetas.
Nadie les anunció que eran obvios hasta donde no.
Nadie les aviso que todos se estaban dando cuenta de su amor, pero así como no se los dijeron a ellos, tampoco se lo dijeron a Eunha.
〔🥢〕
"Luces cansado" murmuró Minho llevando sus manos hacia los hombros del alfa para dar un suave masaje.
Se encontraban en la oficina de Christopher, era viernes por la tarde y estaban cerca de su hora de marcharse a casa.
"Mmm... No dormí bien." Excusó el mayor relajándose con el tacto del omega.
"¿Todo está bien en casa?" La voz suave del chico mantenía a flote a Christopher, ¿cómo era posible que con actos tan mínimos estuviera cediendo? ¿Qué tipo de alfa era como para dejarse controlar por los cariñitos de un omega?
"No." Negó con la cabeza. "Nada está bien en casa. Jungwon está enfermo y Eunha está por empezar su gira de modelaje." Se tallo los ojos con las manos.
"¿Por qué no me traes a Jungwon, uhm?" Minho se inclino ligeramente hacia adelante para dejar un pequeño beso en la mejilla del alfa mientras sus manos masajeaban los pectorales. "Aquí puedo atenderlo y te ayudo con eso." Giró la silla donde Christopher estaba sentado y aprovechó para acomodarse en el regazo del otro siendo rápidamente rodeado por los brazos anchos y fuertes. Definitivamente ese era el lugar favorito del castaño.
"¿Podrías hacer eso por mi?" Enterró ligeramente los dedos en los muslos carnosos arrastrando a Minho más cerca de él.
"Claro que sí, alfa. Sabes que haría cualquier cosa por ti." Presionó un corto beso en los labios del mayor. "Puedes traerlo a partir de mañana, me encargaré de él." Con cariño le acarició la mejilla tomándose unos segundos para ver su rostro cansado.
Las ojeras debajo de sus ojos eran más profundas que antes, las ligeras arruguitas, la sonrisa cansada, algunas marcas de expresión y poca barba acompañaban el rostro de Christopher, y aun así, Minho juraría que era el rostro más bello que había visto.
"Eres tan bueno, omega." nuevamente se besaron despacio, lento y con más amor del que les gustaría admitir.
Continuaron en silencio con los besos un par de minutos más, al principio cortos, cariñosos, con los dedos de Christopher acariciando suavemente la tela de la ropa de Minho. Se tomaron el tiempo para demostrarse los sentimientos que florecían entre ellos como las flores en la primavera.
Cuando los besos subieron de tono los dedos de Minho tiraban despacio de los cabellos del alfa incitandolo a ir más allá, invitándolo a formar parte de un pecado que jamás debió de haber sucedido. De una historia prohibida que no debería de ser contada.
"¿Tenemos algo más de trabajo?" Murmuró Christopher apenas se separaron, el omega asintió sin demasiados ánimos.
"Te queda una última junta en quince minutos, una oferta lista para cerrar." Respondió contra los labios rosados antes de dejar un último beso y levantarse, el rizado también se levantó para volver a tomarlo por la cintura y besarlo una vez más.
Era como si de repente Christopher se volviera adicto a los besos de Minho, como si fuera una abeja siguiendo la miel, una polilla siguiendo la luz porque sí, Minho se había vuelto lo más dulce, lo más precioso en la vida de Christopher, se había vuelto esa luz que necesitaba para seguir su camino hacia adelante.
"Alfa... Tienes una cita, debes parar" El menor se rió cuando comenzó a recibir besos en su cuello.
"Siempre hueles exquisito, ¿cómo lo haces?" La voz de Christopher se escuchó apaciguada contra la piel del omega.
"No lo sé." Admitió rodeando con sus brazos el cuello del otro ladeando un poco la cabeza.
"Y siempre sabes bien, joder." El rizado mordió ligeramente la piel sensible haciendo que Minho jadeara.
"No tenemos tiempo ahora, Chris" gimió cuando el nombrado dejó un chupetón en su cuello. "Te estás poniendo caliente y en diez minutos tienes una cita."
"¿No podemos cambiarla?" Gruñó bajito empujando al ojimiel sobre el escritorio frotando ligeramente ambos cuerpos.
"No, Christopher..." volvió a reírse para ocultar el jadeo que quería soltar, aunque no lo alejo, por el contrario envolvió las piernas alrededor del mayor.
"Soy el jefe, claro que puedo. Puedo hacer lo que quiera." Se quejó llevando sus manos debajo de la camiseta de Minho dedicándose a acariciar la suave piel de su estómago plano, las costillas y hasta los pezones.
"Bueno, jefe, ¿y qué quiere ahora?" Bromeó alejándose apenas unos centímetros del alfa.
"A ti, te quiero a ti." Se relamio los labios antes de volver a besarlo mientras desabrochaba la camisa del otro casi con desespero.
Minho se rió una vez más pero cuando Christopher le exigió un nuevo beso no se lo negó, cedió a dejarse tocar con los brazos envueltos alrededor del cuello del alfa y la camisa abierta ignorando los tacones que rezonaban al final del pasillo.
"¡Christopher, Chris!" La voz aguda los hizo salir del trance en el que estaban, inmediatamente se separaron tratando de acomodarse. "¿Christopher estás ahí?" Tocaron la puerta, Minho al no tener más opción ni tiempo para abrocharse se metió debajo del escritorio.
"Aquí estoy, Eunha." Respondió el alfa yendo hasta la puerta para abrirla y recibir a su esposa.
"Menos mal te encuentro." Dejó un corto beso en los labios del mayor ignorando por completo que estos se encontraban rojos y ligeramente hinchados. "Mi vuelo parte en un par de horas si es que no se retrasa por la maldita lluvia y venía a despedirme." Se dejó caer en una de las sillas frente al escritorio, Christopher se sentó en su respectivo lugar asegurandose de no golpear a Minho.
"Yo no puedo llevarte, tengo una junta pronto." Se negó inmediatamente.
"¿Y no puede encargarse Minho de ella?" Levantó una de sus finas y bien maquilladas cejas.
"No, Eunha, no puede." Christopher brinco en su lugar tan pronto como sintió la mano de Minho presionar su miembro sobre la tela del pantalón.
¿Qué carajos?
Molesto con el comentario el omega decidió continuar con su plan. Él causaba en el rizado más cosas que ella que era la esposa y se lo iba a probar.
"Se supone que es bueno en su trabajo, ¿no? Esto será fácil" rodó los ojos con una mueca de desagrado, Minho también hizo una mueca molesto. "Hablando de ese chiquillo, ¿dónde está?"
"No es un chiquillo y debe estar preparando lo necesario." Defendió cruzando sus brazos sobre la mesa. "¿Cuándo regresas?"
"Ya te dije que en tres meses, solo será Europa." La mujer rodó los ojos.
"¿C-cómo sigue Jungwon?" La voz de Christopher se cortó cuando sintió los dedos de Minho rozar con su semi erección sobre la tela de su pantalón.
"Bien, mamá se quedó con él pero tienes que pasar a recogerlo. Ya sabes que ella no puede quedarse a dormir con el niño." Sacó su celular e ignoró durante unos segundos al alfa.
Cuando sintió las manos del menor desabrochar su pantalón inmediatamente miro hacia bajo. Minho lo miraba desde ahí con una pequeña sonrisilla coqueta y traviesa, aquella que le indicaba que algo estaba tramando, despacio negó con la cabeza cuando lo entendió.
"¿Qué tanto miras?" La mujer llamó su atención haciendo que Christopher casi temblara.
"Yo... Eh..." Balbuceo tratando de encontrar alguna solución, pero no la encontró tan fácil. Nuevamente miro hacia abajo pero Minho solo se encogió de hombros. "Nada, es que algo me pica y quería ver si había algún bicho." Se excuso y aunque Eunha frunció el ceño, no insistió.
"Lo que sea, apestas a Alfa y tendrás una junta, deberías prender el aire." Christopher asintió inmediatamente buscando el control del aire acondicionado sobre su escritorio. "¿Estás cerca del celo?"
"Sí." Tembló cuando Minho logró sacar su erección de sus pantalones y ropa interior.
"Se te nota." La mujer le restó importancia tecleando algunas cosas en su celular, cuando encontró el control encendió el aire.
"También apesta a Minho, consíguele una oficina propia, dios mío." Gruñó con clara molestia.
"Bueno, trabaja aquí, no se qué esperabas." Respondió sarcástico. "Entonces... ¿te irás?" Se mordió los labios para evitar gemir.
Desde abajo Minho había tomado con sus pequeñas manos el miembro del alfa y comenzaba a masturbarlo lentamente, tomándose el tiempo de sentir la piel suave y dura en la palma de su mano, saboreando desde antes de probar el como se sentiría tenerlo dentro de su boca.
"No. Me acaban de cancelar el maldito vuelo." Lanzo su teléfono hacia el escritorio molesta. "Supongo que puedo quedarme aquí contigo, ¿no?" Minho rodó los ojos.
"Sí." Christopher se removió en su lugar cuando el omega debajo del escritorio lo pellizco en el muslo, de reojo lo miro entendiendo su molestia. No lucía cómodo ahí debajo.
"Bien, aquí me quedaré."
Durante un par de minutos se mantuvieron en silencio hasta que tocaron la puerta, entonces el pulso de Christopher se aceleró todavía más.
"¿Puedes abrir?" Pidió mientras fingía buscar algún documento Eunha se levantó de la silla y abrió la puerta dejando a la vista a dos hombres.
"Caballeros, buenas noches." Saludó amable con una pequeña sonrisa en el rostro, Christopher durante un momento se perdió en ella; era sumamente carismática y bonita con los demás que el alfa recordó una de las razones por las que se había casado con ella.
Era el tipo de mujer que su madre era. Alegre, bonita, carismática y transmitía energía muy positiva cuando se lo proponía.
La mujer ideal. Le habían enseñado.
"Buenas noches..." Saludó uno de los dos alfas que estaban en la puerta, el más alto de los dos.
"Eunha, mi nombre es Bang Eunha." Sonrió estrechando su mano.
"Señora Bang, un placer, mi nombre es Taeyong y él es Johnny." Eunha converso un poco con ellos antes de dejarlos entrar.
"No te vayas a mover." Murmuró suavemente Christopher para no ser oído por los demás, Minho puso los ojos en blanco otra vez. "Ni hagas nada."
"¿Qué dices, Christopher?" La mujer cerro la puerta yendo hacia el sofá para dejar las otras dos sillas libres para las dos personas que acaban de llegar.
"Nada, que pasen." Asintió con una sonrisa nerviosa. "Johnny, Taeyong, ella es mi esposa, tuvo un pequeño inconveniente y se quedará con nosotros." Explico breve removiendose nuevamente en su lugar cuando Minho retomó su tarea de masturbarlo.
"Es muy bonita, señora Bang." Halago Taeyong, Eunha le sonrió amable.
"Gracias, Christopher no tiene tan mal gusto." Los cuatro se rieron un poco antes de que la omega tuviera que atender una llamada desde su celular.
"Bueno, Minho me comentó que tenían una oferta para nosotros..." Apresuró el rizado inclinandose un poco más, solo para asegurarse que no fuera posible ver debajo del escritorio.
"Oh sí, su asistente fue por persistente." Johnny se rió bajo mirando alrededor de la oficina como si lo estuviese buscando. "Realmente sabe de su trabajo, ¿no? De hecho nos comentó que estaría por aquí, ¿si vendrá?"
"Por algo está aquí después de todo." la sonrisa de Christopher se tensó, ¿A ese que le importaba lo que Minho hiciera? "Por ahora está ocupado."
"Oh bueno, es una desilución. Mi compañero y yo realmente queríamos conocerlo." El Omega castaño se quiso reír, si no estuviera muy ocupado pensando en qué sería mejor para Christopher, ¿solo masturbarlo o qué tal una mamada? "Nos ha convencido, la propuesta fue buena, tiene mucha habilidad."
"Sí, lo sé." Christopher trato de mantenerse tranquilo y sonriente, ¿por qué esos hombres hablaban de su chico así? "Entonces... ¿aceptarán la propuesta?"
La segunda era la mejor opción, decidió.
"Solo nos gustaría cambiar algunas clausulas del contrato." El alfa ojiverde brinco en su lugar cuando sintió la boca húmeda de Minho rodear su polla.
"¿Está bien?" Taeyong levantó ambas cejas mirándolo fijamente.
"Yo... Eh... Sí, e–estoy bien." Asintió rápido con la cabeza tartamudeando un poco.
Trató de respirar hondo, pero Minho succionó y lo hizo casi ahogarse con su mismo aire provocando una tos.
"¿Seguro que está bien?" Taeyong insistió y Christopher volvió a asentir.
"Sí, sí, sí, estoy bien." Volvió a asentir haciendo dos puños con sus manos.
Jodido niño bonito.
Lee con su lengua rodeo la cabeza rosada del miembro del alfa de rizos antes de pasarla por todo el falo, deleitándose con las venas marcadas y lo caliente que se sentía en su boca, por un momento la respiración de Christopher dejó de oírse.
"En fin, su asistente nos menciono que ustedes podrían ofrecernos algunas ganancias durante el primer año..." Johnny comenzó a hablar, pero el alfa de rizos dejo de oírlo cuando la boca de Minho lo rodeó completamente y sus dedos jugaron con sus testículos.
La tensión en el cuerpo del alfa ojiverde era notoria, pero nadie dijo nada, prefirieron ignorarla y seguir con la reunión mientras Eunha escuchaba todo de fondo dando unos pequeños consejos que en su mayoría fueron tomados; tal vez si Minho fuera consciente de lo que pasaba por encima del escritorio daría algunas opiniones, pero no, estaba demasiado concentrado en saborear la grande polla de Christopher como para poner atención a otra cosa.
Durante los siguientes minutos todo pareció eterno para Bang, sentía su corazón latir desbocado y estaba seguro de que los otros lo escuchaban, la adrenalina lo recorría de pies a cabeza tan rápido como el fuego se extiende en un bosque con el miedo latente a ser descubiertos sabiendo que lo que hacían estaba mal. Demasiado mal. Minho disfruto de los sabores familiares (pues no era la primera vez que aquello sucedía) y la explosión agridulce en sus papilas gustativas; sorbió y chupó, saboreó y disfrutó con gusto el pre semen del alfa como si eso fuera su mundo entero, como si él hubiera sido creado solo para eso.
Cuando los muslos del rizado se tensaron a su alrededor adivinó lo que el hombre estaba sintiendo por lo que acompaño los movimientos de su lengua con sus manitas yendo arriba y abajo por toda la extensión, chupando cada vez más duro, tomándolo más profundo hasta el limite de su garganta con su propia polla goteando dentro de sus pantalones, dura, punzante y ansiando por ser tocada, pero Minho no se atrevió a tocarse. Iba a correrse sin necesidad de tocarse.
En algún momento la sensación fue demasiado para Christopher, con los límites de la garganta del omega rodeándolo el placer iba en aumento así que casi de forma inconsciente llevo su mano debajo del escritorio y con los dedos enredados en su cabello plumoso empujo la cabeza de Minho más a profundo y marcando un ritmo más rápido.
Despacio y asegurándose de no dejar a la vista nada el rizado se reclino en su silla lo suficiente para alcanzar a ver a Minho, aquellos ojos café miel llenos de lágrimas por el esfuerzo al que Bang lo estaba empujando solamente le pedían una cosa:
que lo follara.
Christopher jamás creyó que se arrepentiría tanto de tener una reunión de trabajo hasta en ese momento donde su alfa interno moría por tomar al menor sobre el escritorio y demostrarle a esos estúpidos alfas quién era el único que podía hablar, tocar, tomar, pensar y mencionar a Minho.
En algún momento las sensaciones lo abrumaron demasiado y sin esperarlo el nudo comenzó a hincharse sin estar dentro de algo y el alfa se supo perdido, sabía que no podía echarse para atrás y evitar su orgasmo, sin embargo, cuando vio las intenciones del menor por querer meterse todo el miembro a la boca, negó ligeramente con la cabeza mientras un escalofrío le recorría la piel. Era demasiado, iba a dañarlo.
Jódeme, jódeme.
La mirada miel parecía suplicante por un nudo que Christopher se negaba a darle. Cuando nuevamente movió la cabeza de un lado a otro despacio Minho abrió más la boca en un intento de conseguir lo que quería: el nudo de su alfa dentro de su boca.
Sabía que iba a dolerle, ambos lo sabían. Iban a estirar una cavidad que no estaba preparada para ser estirada y eso parecía no importarle al omega pues mientras el rizado tiraba de sus cabellos para mantenerlo lejos (pero no lo suficiente para alejarlo de su polla), Lee más se aferraba a tomarlo todo.
En sus ojos se veía la determinación de ambos, Bang se negaba a darle todo a Minho y Minho era ambicioso queriendo todo de él, era una guerra de miradas que decían más de lo que querían admitir.
Hazme daño.
Tómame.
Lléname.
Anudame.
"Como mi compañero comenta, Sr. Bang, realmente nos interesa la propuesta solo si usted esta de acuerdo en las clausulas que deseamos cambiar." Taeyong llamó su atención haciéndolo sentir el peor negociante del mundo. ¿Cómo demonios explicaba que no había puesto ni una misera pizca de atención?
"No lo sé... Es una propuesta tentadora, pero como entenderán usualmente nosotros ponemos las condiciones, no los socios..." se excuso de la mejor forma que le fue posible y Minho supo que ese era su momento, aprovechando la distracción del alfa se decidió a introducir la gran polla en su boca nuevamente de lleno, más rápido, más fuerte, más duro, más cruel, hasta que finalmente llegó a la base y paso al nudo disfrutando de como este comenzó a extenderlo.
Nuevamente estaba esa sensación de nauseas y de asfixia, sin dejarlo respirar correctamente o pasar saliva, con un estremecimiento recorriendo ambos cuerpo los hizo sentir fuera de sí mismos. Christopher quien jamás había anudado a alguien por la boca descubrió que su nudo parecía adaptarse un poco a la cavidad del omega, como si su ser entendiera que aquella área no estaba preparada para recibir demasiado, pero aún así fuera necesario y Minho descubrió que le encantaba la sensación de Christopher estirándolo por todos lados, sirviendole como un siervo, como un objeto o una cosa, como su cosa. Descubrió que doraba sentir la adrenalina de lo prohibido, sentirse protegido, sentirse indefenso, vulnerable y a merced de Christopher. Saber que Christopher podía ahogarlo y dañarlo pero que aún así su alfa interno se preocupaba por él porque sí, podía sentir la preocupación del otro bailándole en el pecho, con el temor de hacerle daño, sabía que no era todo el nudo pero era lo que Christopher iba a darle para no lastimarlo y él como buen omega lo tomó.
Tomó todo lo que el alfa quiso darle, desde un nudo pequeño hasta el espeso y agridulce semen que salió en tiras blanquecinas por el canal apretado hasta el fondo de la garganta de Minho, se dedico a tragarlo todo y saborearlo entre sus labios, no permitió que ninguna gota escurriera de sus labios. Durante un lapso de tiempo Christopher se quedó estático en su lugar sin moverse o atreverse a ni siquiera respirar con miedo de ser descubierto o lastimar al menor, en ese instante no supo diferenciar que era lo que mayor pánico le causo.
Los hombres detrás del escritorio notaron la tensión del cuerpo del alfa más grande y se miraron entre ellos sin saber exactamente que decir hasta que Johnny tomo la batuta de la situación.
"Bueno, esto era solo una propuesta, pero no piense que no nos gustaría hacer tratos con usted." Asustado de que Christopher se echará para atrás en el negocio le sonrió tenso. "Nosotros podemos aceptar solo la primera parte que le propusimos." Su compañero inmediatamente asintió con la cabeza, el ojiverde los miro confundido sin entender su comportamiento de repente.
"Entonces... yo me volvería socio mayoritario, pero en lugar de un 70, 15 y 15, ustedes piden un 60 y 20 y 20, después de un año la empresa será totalmente mía." Recordó el alfa con la voz grave, le costó demasiado no jadear, los otros dos asintieron una vez más.
"Así es, sin problema." Taeyong confirmo y Christopher por primera vez analizo lo que se estaba planteando en el negocio.
"Esta bien, le pediré a mi secretario que actualice la clausula del contrato y mañana mismo podrán firmarla." ambos alfas saltaron en su lugar contentos con lo obtenido.
"¡Perfecto! mañana estaríamos por aquí a primer hora para firmar todo y hacer el cambio de propietario." Christopher les sonrió tratando de ser amable aunque realmente quisiera que se marcharan.
"Muy bien, en ese caso fue un placer realizar negocios con ustedes." Se inclino hacia adelante para estrechar las manos de los alfas, Minho rodó los ojos debajo del escritorio ante tanto formalismo. "Eunha, ¿puedes acompañarlos a la salida por favor? te alcanzare en un minuto."
"Claro, amor." le sonrió al rizado antes de caminar fuera de la oficina. "Vengan, los acompañare"
Christopher espero unos minutos antes de echar su cuerpo hacia atrás sin lastimar a Minho.
"Eso es, omega, eres tan bueno..." Murmuró suave acariciando la mejilla del menor asegurandose de limpiar el poco rastro de lágrimas que había. Su pecho todavía martillaba de la adrenalina y su voz se escuchaba algo ajetreada. "Me has tomado bien, mmm..." Tarareo dando un suave masaje al cuero cabelludo del castaño.
Cuando por fin pudieron separarse, Minho se relamio los labios y se levantó del suelo mientras Christopher aprovechaba para acomodarse la ropa también de pie.
"Eso fue demasiado extremo." Se burló el mayor haciendo que Lee se riera.
"Pero fue emocionante." Minho se encogió de hombros apoyándose en el pecho del alfa, quién inmediatamente lo tomo por la cadera.
"Y arriesgado, ni siquiera sé que acepte." Gruñó bajito aunque el omega lo calló con un beso.
"Yo me encargo, ya debes irte, te están esperando." Se besaron una vez más, Christopher se permitió probarse a si mismo en la boca del otro.
"Te veo mañana, Hoonie." Presionó otro beso mucho más corto en los labios rojizos e hinchados.
"Hasta mañana, alfa." Ronroneo antes de dejarlo ir.
Con una rapidez sorprendente, un sentimiento de vacío y soledad se instalo en el pecho de ambos apenas Christopher entro al elevador.
No quería irse pero sabía que tenía que hacerlo, lo confirmo cuando al llegar al primer piso Eunha lo esperaba sonriente y lista para marcharse los dos juntos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro