⨳minho parte dos
Minho aún puede recordar la primera vez que habló con el señor Bang en una graduación. No fue mucho ni mucho menos algo importante, pero la recuerda muy bien porque se quedó al menos cinco minutos viendo al alfa fijamente pareciendo un tonto, y esa vergüenza jamás la va a superar.
"Nos da mucho gusto tenerlo por aquí, Christopher, es encantador el discurso que le da a los alumnos y como motivan al resto." El profesor Choi sonrió amable.
"Estoy encantado de venir, si no tuviera que hacerme cargo de los negocios de mi padre, tengan por seguro que pasaría por aquí más seguido." Ambos alfas sonrieron mientras miraban a los alumnos ir y venir de un lado otro.
"Oh, por cierto, me encantaría presentarle a un alumno, el mejor de mi clase. Él varias veces me ha dicho que le gustaría trabajar en su empresa, es su gran aspiración y creo que le podría servir de algo un poco de charla." El hombre giró sobre sus talones en busca de cierto omega castaño.
"¿En qué año está?" Bebió del vaso de agua mientras esperaba una respuesta.
"Apenas está terminado segundo semestre, pero es muy listo, tiene materias adelantadas y hasta el momento tiene un promedio muy alto, casi de 100." Presumió el profesor.
"Si se mantiene hasta final de carrera, tal vez lo contrate, ¿qué estudia?"
"Economía, admira mucho su trabajo, Sr. Bang." Anuncio el hombre aún buscando al alumno con la mirada, cuando lo encontró, casualmente cerca de ellos no tardó en llamarlo. "¡Minho! ¡Ven, Min!" llamo e inmediatamente el castaño se acercó tímido.
"Profesor Choi, Sr. Bang, hola." tarareo suavemente hacia los dos mayores mirando primero hacia su profesor y después al otro alfa.
"Él es Lee Minho, el mejor alumno de mi clase y el que he tenido en los últimos años si soy honesto." el profesor los presentó con una sonrisa. "Minho, como ya debes de saber el es Christopher Bang, parte de la familia fundadora de esta universidad, deberías darle las gracias de que nos permite tener está grandiosa universidad a nuestros servicios." el omega asintió totalmente de acuerdo sin despegar la mirada de Bang.
"Tu profesor ha dicho cosas buenas de ti, Minho..." Christopher sonrió apenas mostrando los dos hoyuelos en su rostro.
"Yo... Los dejaré solos, así pueden conversar un poco." Choi anuncio cuando otro alumno lo llamo, inmediatamente camino a paso apresurado hacia la otra persona que requería su atención.
"Entonces... Tu profesor dice que vas más adelantado que el resto." Intento conversar Christopher, sin embargo, no obtuvo respuesta. "Y que te interesa trabajar con nosotros..." prosiguió pero siguió sin respuesta. "Minho, ¿Estás bien?"
"¿Eh?" Movio un par de veces sus labios, pero nada salió.
"Que si estás bien, estoy tratando de hablarte. Es de mala educación ignorar a los demás." Regaño el alfa.
"Oh perdón, perdón, discúlpeme, Sr. Bang. No fue mi intención." Inmediatamente las mejillas del niño se colorearon de un tono rojizo intenso, al igual que el resto de su rostro.
Y es que, mientras Minho se sentía la persona más estúpida del mundo por haberse quedado perdido en el otro, Christopher sentía un extraño sentimiento correr por todo su cuerpo ante la reacción del chico.
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En los siguientes años no hubo mucha diferencia, cada graduación Christopher asistía y Minho intercambiaba una que otra palabra con él, cosas sencillas de economía, política, lectura, cualquier cosa que no fuera demasiado personal, no eran más de diez minutos de plática, pero cada año Christopher parecía olvidarlo, lo cual frustraba demasiado al omega aunque bueno, aún tenía algunas oportunidades.
Durante toda la carrera la vida de Minho se baso en tener cuatro novios diferentes dentro de la universidad y bueno, fuera de ella era otra cosa. Simplemente se encargaba de pasar sus celos con ellos, una que otra salida y exigir regalos carísimos que sabría ni siquiera vendiendo su casa podría pagar.
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Cuando la ansiada graduación llegó, Minho se aseguró de vestirse lo más bonito posible; la escuela les había obligado a utilizar un traje formal, sin embargo, él le había dado su toque utilizando un traje azul ceñido a su cuerpo acompañado de una camisa blanca con una corbata roja y un pañuelo del mismo color rojo.
Su cabello lucía muy peinado hacia atrás y su rostro tenía ligeros toques de maquillaje apenas notable encima, rizo sus pestañas, les puso una suave capa de rimel negro y ligero brillo labial con olor a durazno, ese día también había pintado sus uñas de color azul metálico con toques blancos; él mismo sabía que lucía hermoso. Mucho más que sus compañeras con vestidos caros y peinados extravagantes.
Aquel día Christopher Bang como de costumbre había asistido, el hombre había agradecido, hecho su presentación y también había entregado los diplomas. Minho aún puede recordar su cara cuando entrego el suyo y también la de mucha gente más al escuchar el discurso que la universidad le tenía preparado. Cómo se manejaba habitualmente al principio entregaban los mejores diplomas, eran los que entregaba el Sr. Bang con cada título
"El día de hoy, está universidad se despide de un gran estudiante..." Inicio el hombre el discurso. "Un estudiante que nos ha demostrado todo su poder y que realmente el ser alfa, beta u omega no te define como persona, que no por ser un omega, no puede tener sueños y ganas de superarse, Lee Minho, está universidad está orgullosa de ti y te da sus mejores deseos, esperamos que tus metas se cumplan y seas una gran persona en el futuro."
En ese momento Minho recibió su diploma con una sonrisa en el rostro mientras sus compañeros y las personas presentes aplaudían.
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Después de graduarse, Minho tenía una segunda meta muy importante que era lograr meterse con Christopher Bang y tener algo con él, no porque quisiera ser un mantenido, no, más bien porque lo merecía.
Él sabía que era inteligente, que podía mantenerse por sí mismo y alcanzar una vida lujosa si se lo proponía, pero no era justo, ¿por qué algunos podían ser ricos y gozar de una buena vida y él no? ¿Por qué no todos habían batallado lo mismo que él? Esos hombres con montones de dinero probablemente jamás habían pasado hambres como él así que no veía lo malo en quitarles un poco. Solamente tomaría un poco de su dinero para vivir cómodamente y no volver a batallar en nada que pudiera considerar esencial, aunque si en el camino se le atravesaba algo un poco lujoso definitivamente no lo iba a rechazar.
Cuando se enteró de que había quedado de secretario de Bang, fue un gran logro para todos. Era un puesto que muchos ansiaban y si era honesto, hasta a él le sorprendía pues por obvias razones esperaba que contrataran a alguien que ya estuviera trabajando ahí, sin embargo, estaba él después de tanto esperarlo, por fin listo para entrar a las oficinas de los Bang.
Siendo sinceros, Minho sabía que meterse con hombres casados, algún día le iba a costar caro, el karma era una perra la mayoría de las veces y meterse en familias algún día iba a ser su destrucción. Siempre se lo dijo a si mismo, una y otra vez, sobre todo cuando regresaba a su casa después de alguna cita aunque después terminaba consolandose cuando veía los restaurantes caros o los bonitos regalos lujosos que tenía.
Aún así, cuando se enteró se que Christopher era casado su mundo se detuvo. Ese día después de la discusión con la esposa del alfa, había regresado a su lugar confundido y perdido, él tenía que ser su alfa y estaba una mujer de por medio, su deseo estaba frustrado y todo porque alguien más estaba gozando de lo que era suyo y no era justo, otra vez un rico estaba quitándole lo que le pertenecía.
Más tarde, cuando también descubrió que Bang tenía un bebé, fue un golpe duro y muy bajo. Él se había metido con hombres casados y en su mayoría con una familia ya hecha, sin embargo, siempre había sido justificado, al menos eso quería creer. Sus hijos lo engañaban y él se las cobraba con los papás, era justo, ¿no?; Si no era eso, simplemente sabía que eran matrimonios que ya estaban acabados, que estaban juntos por dar una buena impresión, pero no había amor, así que eso no estaba mal, si la familia ya estaba destruida no era su responsabilidad. Aún así, siempre se había asegurado de que las familias no tuvieran niños muy pequeños porque eso sí sería cruel de su parte y no era tampoco un monstruo para causarle un trauma así a un niño.
Pero con Christopher... con él era diferente, el hombre no amaba a su esposa o al menos eso le dió a entender, pero sí tenía un hijo pequeño al que amaba demasiado y él no estaba listo para ser mamá, ¿O si?
Tenía apenas 24 años, era joven, apenas estaba viviendo la vida y un bebé le quitaría demasiado, aunque tal vez podría considerarlo si eso incluía quedarse con Bang.
〔🥢〕
Después de tener su primer encuentro sexual con Christopher, Minho se sentía la persona más horrible del mundo. Fue como un arrepentimiento inmediato que en el momento supo disfrazar con indiferencia. Sabía que no podía darse el lujo de verse débil ante el alfa porque para él probablemente había sido solo un encuentro más y para Minho era algo que consideraba mucho más especial que su primera vez.
Así que para controlarse le había pedido unos días a su jefe con el pretexto de un celo adelantado, aún si eso no era real, Christopher no tenía porque saberlo.
Durante esos días siguientes había recurrido a visitar a su segunda más grande confidente, su tía Hyo-ri. La primera claramente era su abuela, pero se encontraba ahora muy enferma y a veces olvidaba las cosas, con un Alzheimer tan avanzado, le sorprendía que pudiera siquiera recordar su nombre.
En fin, aquel día había tomado sus cosas y en el primer tren, se marchó a la casa de su tía en Busan. Fue un viaje de aproximadamente hora y media pero para él pareció eterno y aprovecho para cuestionarse él mismo por qué no le contaba aquellas cosas a su padre y se ahorraba tanto caos; después recordó que si el omega se enteraba de lo que estaba pasando seguramente se iba a enfurecer y no le dirigiría más la palabra, así que Minho no podía decirle nada y prefería que se quedara con la idea de que era un buen hijo.
Cuando por fin llegó rápidamente se aferro a su tía buscando un poco de consuelo, tratando de calmar la pesadez en su pecho, sin embargo, no fue hasta dos días después que se atrevió a confesar todo.
"¿Ya vas a decirme por qué viniste o tendré que averiguarlo?" pregunto la mujer mientras ambos tomaban el té por la tarde. Minho podría jurar que iba a atragantarse con el líquido pues la pregunta lo tomó totalmente desprevenido.
"Yo... Eh..., pues yo..." tartamudeo un poco mientras aclaraba su garganta. "Verás tía... He venido porque necesito un consejo."
"Eso es obvio, has gastado 15 libras en un viaje que no habías considerado y te has comportado extraño últimamente. Sé que algo pasa ahí."
"Lo sé, lo sé... Es sólo que me siento mal, ¿vale?" suspiro realmente abatido. "Me metí con un hombre casado." soltó sin ningún filtro aunque su tía no hizo ninguna mueca.
"Pero eso no es novedad, ya lo has hecho antes." la mujer tomo el último trago de su té antes de dejar la taza sobre la mesita de centro, Minho imitó su acción.
"Ya lo sé, tía, pero... Él es diferente."
"¿Cuánto tiene casado?" indagó la Omega mirando sus uñas, asegurandose de que su manicura estuviera impecable como siempre.
"Como 12 años, tal vez 14." Se encogió de hombros.
"¿Ama a su esposa?"
"No lo creo, se queja mucho de ella, honestamente es una bruja."
"Veo que la conoces entonces." Hyo-ri lo miro fijamente. "Tampoco es la primera vez que te metes con la pareja de un conocido."
"Ya, no me eches en cara." Los dos se rieron bajito manteniendo siempre un nivel de elegancia casi perfecto. "Él... En realidad me gusta mucho, demasiado. Me costó mucho trabajo que cediera porque es un hombre muy fiel y... Y tiene todo, es perfecto. Es tan caballeroso y educado... Tiene mucho dinero, eso sí, pero aún así es respetuoso y humilde..."
"¿Desde cuándo estás enamorado de él?" interrumpió la castaña.
"¿Qué?"
"¿Cuánto tienes enamorado de él? De todos los alfas que me has hablado, de ninguno te expresas así por lo que puedo decir que tienes tiempo detrás de él."
"Desde la universidad." confeso con vergüenza.
"Eso es mucho, ¿Nunca te hizo caso?"
"Nuestra cercanía no era mucha, lo veía una vez al año."
"¿Y cuál es el problema ahora?, Ahora están juntos por lo que entiendo, es casado y mayor que tú. No hay diferencia a lo que hiciste antes, Min."
"Tiene un hijo." soltó repentinamente viendo cómo su tía asentía.
"Y eso tampoco es novedad."
"Su hijo tiene cinco años." La mujer elevó ambas cejas mirándolo incrédula.
"Oh... Ya veo por donde vas." murmuro la mujer sin saber que decir, y es que para ella meterse con un hombre con hijos mayores a meterse en la vida de un nene, era como cruzar un abismo enorme. "¿Puedo saber su nombre?"
"Es... Christopher, su nombre es Christopher Bang."
Entonces Minho pudo ver cómo su tía casi se ahoga con su propia saliva.
〔🥢〕
Decir que se arrepentía de lo que había hecho era una mentira, muchísimo menos después de soltarle todo a su tía y recibir sus consejos muy sabios, al contrario, se había motivado un poquito y había dejado de lado la idea de renunciar a Christopher.
Después de su regreso había conocido a Hyunjin, un alfa guapo y demasiado atractivo con olor a menta y cigarrillos, alto, rubio, ligeramente fornido y demasiado coqueto, con una sonrisa encantadora y largas pestañas que le hacían compañía a unos hermosos ojos afilados.
Era un hombre hermoso y un libertino de primera. Eso Minho lo había descubierto desde la primera no cita que habían tenido.
Siempre siendo claro y conciso desde el inicio le había contado a Minho sobre su vida como si se tratase de un libro abierto. Había estudiado administración y economía, fue cuando conoció Christopher Bang y desde entonces se habían vuelto amigos, eran muy unidos y siempre hacían negocios juntos, aunque en sus tiempos libres le gustaba asistir a museos y pintar un poco.
En la primera salida, Minho recuerda como el alfa le había coqueteado descaradamente y lo habían pasado bien, un par de toqueteos, unos besos y ya, ni siquiera habían llegado demasiado lejos y habían acordado ser amigos con derecho a roce.
Hyunjin no estaba interesado en juntarse con alguien y Minho no quería alguien que no fuera Christopher.
Ahora, gracias al alfa había conocido mucho más de cerca la vida del rizado, y claro, había ganado tal vez su primer amigo en muchos años pues se la pasaban gran parte del día juntos cuando Minho no trabajaba, se ayudaban en sus celos, salían a comer, ver películas, se coqueteaban, se molestaban o cualquier cosa que quisieran, a veces dormían juntos o se prestaban ropa, salían a bailar, lo que fuera.
Aunque si Minho es honesto no pensó que tener a Hyunjin de amigo le serviría para algo en específico. Al menos hasta descubrió que sí estaba funcionando y después de todo no había sido mala idea.
〔🥢〕
La segunda vez que se envolvieron ninguno de los dos esperaba que fuera de aquella manera ni mucho menos por una estupidez, con toda la adrenalina corriendo por su cuerpo.
Era sábado por la tarde, estaba tan solo a media hora de terminar su jornada de trabajo cuando Hyunjin llegó a la oficina más atento de lo normal hablándole bonito mientras él organizaba los papeles en su lugar tratando de dejar todo ordenado.
"Hola, precioso." tarareo el alfa parándose delante del escritorio de Minho, quién inmediatamente le sonrió.
"Hola, guapo, ¿Puedo ayudarte en algo?" Guiño coqueto mientras una suave sonrisa se pintaba en su rostro.
"¿Está Christopher?"
"No, está en junta. Ya no debe tardar, puedes esperarlo y tomar asiento." nego con la cabeza viendo al rubio rodear el escritorio para ir a abrazarlo por la cintura.
"Genial, así tengo unos minutos contigo." Enterro el rostro en la curva del cuello del menor, llenandose de su suave olor, despacio regó un par de besos en la zona.
"Hyunjin..." se río el omega tratando de poner un poco de distancia entre ellos aunque realmente no peleó mucho. "Estamos en mi trabajo y quiero mantener mi empleo."
"Seguro que Christopher no se enojara." murmuro el alfa presionando pequeños besos debajo del oído del menor haciendo que el pequeño cuerpo se tensara, realmente estaba tratando de no reaccionar ante las caricias.
"Detente, hombre, vas a hacer que me corran." gimio bajito cuando la mano del mayor se colo debajo de la falda que llevaba. La respiración de ambos se agitó ligeramente.
"Tengo muchas ganas de follarte aquí en tu trabajo." susurro Hyunjin contra el oído del omega bajando poco a poco la tela de las bragas que llevaba. "Que vean lo buen omega que eres y como puedes complacerme." Minho nuevamente gimió apoyando totalmente su cuerpo en el otro, de repente se sentía todo demasiado bien como la adrenalina lo estaba recorriendo de pies a cabeza.
"Así que estás por entrar en celo, ¿Eh?" se burló bajito tratando de mantener un poco más la cordura.
"Faltan unos días." le restó importancia girando al omega entre sus brazos para poder subirlo al escritorio y acomodarse entre sus piernas para volver a enterrarse en su cuello. "ya sabes cómo me pongo." beso cerca de las clavículas del ojimiel para después dejar un pequeño y apenas notorio chupetón en la zona.
"Estamos en la oficina de tu mejor amigo, Hyunjin." Intento discutir, sin embargo, su frase termino en un jadeo bastante alto.
"No importa, venga, será rápido." se inclino a besarlo en un intento de mantenerlo callado mientras arrastraba las bragas completamente fuera de su cuerpo.
"Alfa..." Minho gimio cuando el alfa acaricio cerca de su entrada la cual ya se encontraba un poco lubricada.
"Sr. Lee, le sugiero que si desea mantener su empleo, se baje de ese escritorio ahora mismo."
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