⨳christopher
La gran parte de la vida de Christopher Bang, se podría decir que fue sencilla relativamente.
Nació en una Cuna de oro, su familia ya tenía millones de dólares cuando llegó al mundo y en ningún momento se le negó algo.
Los primeros años de su vida se basaron en vivir entre niñeras pues sus padres eran personas muy importantes e influyentes en la política. Bang Changmin, es un político, empresario y economista, era dueño de cinco universidades en todo el país y tenía al menos unas diez empresas por todo Europa, considerado el tercer hombre más rico no había algo que no pudiera tener, solamente necesitaba chasquear los dedos y listo, tenía lo que pedía.
Por otro lado estaba Bang Miyoung, su madre y la omega a la que más amaba en la tierra, era una mujer bellísima, estatura promedio, ojos verdes y facciones finas. Una mujer dedicada a su casa pero sobre todo, a su marido.
Los Bang siempre se habían conocido por el amor que se profesaban y la tranquilidad de matrimonio ejemplar que brindaban, cualquier decisión que Changmin tomara, Miyoung lo respaldaba, lo aconsejaba y lo procuraba.
Christopher era hijo único así que solamente necesitaba decir quiero para obtener lo que fuera, fue un niño caprichoso y acostumbrado a obtener lo que deseaba en un segundo aunque también se acostumbro muy rápido a que sus padres organizaran su vida. Al no tener de que preocuparse, tampoco lo hizo demasiado por su vida, no cuando tenía a sus padres detrás de él diciéndole que hacer.
En ningún momento le causó conflicto si es honesto, estudió dónde sus padres dijeron, llevo horarios estrictos en los que tenía demasiadas actividades y aprendió todo lo posible.
Tomo cursos de alemán, francés e italiano, sabía tocar la guitarra y el violín y se le había ordenado jugar deportes como fútbol y básquet. Aún así, no se quejo, se mantuvo firme y se esforzó con lo máximo.
Apenas se presentó como alfa a los 15 su padre lo empezó a presionar mucho más. Tenía cada vez más clases, más cursos, más materias, más información. Empezó a dejar de tener vida social por tomar tiempo para la empresa de su padre e irle informando de los negocios que se llevaban acabo.
Al mismo tiempo conoció a Eunha, era una compañera de la escuela privada donde estudiaba y al parecer se llevaban bien, siempre era dulce y al ser de las niñas más inteligentes se sentaban seguido juntos.
Para ser joven, era muy atractiva con su tez pálida y lechosa, su rostro sin ninguna imperfección era encantador, tenía piel de muñequita de porcelana; su cabello rubio, largo, siempre bien peinado y en una coleta alta que se balanceaba de un lado a otro de manera casi perfecta y sincronizada, suave y sedoso como si se tratara de un pétalo. Tenía ojos color miel y largas pestañas, labios rellenitos color cereza y nariz definida, casi todos aseguraban que era operada pues no se podía ser tan perfecta, ¿O sí?. Era ligeramente alta para su edad, aunque no más que Christopher, le llegaba al hombro y su complexión era delgada, curvas bien marcadas y buenos atributos, sus manos siempre eran suaves y reconfortantes, tibias, pequeñas, sumamente finas y siempre mantenían las uñas pintadas de diferentes colores.
Era prácticamente una muñeca de aparador. Una niña preciosa pero no lo suficiente para llamar la atención de Christopher, él simplemente se iba más por el lado masculino.
Venía de una familia que se dedicaba a la construcción y mantenía constructoras a lo largo del país así que tenía demasiado dinero como para poder costearse lo que quisiera.
Cuando ambos entraron a la preparatoria y se enteraron que estaban en la misma, rápidamente se habían contactado y se registraron en algunas materias similares pues solamente coincidían en algunas cosas pues aunque él tomaba áreas de economía y administración, Eunha estudiaba materias de física y matemáticas, aunque eso eso no les impidió seguir siendo amigos.
No fue mucho tiempo después de que Christopher se presentara como un alfa que ambos se convirtieron en novios, era algo que ya todos en las familias se veían venir, llevaban año y medio de conocerse y se la vivían juntos prácticamente, así que cuando le pidió permiso a sus padres, lo aceptaron gustoso.
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Exactamente era viernes 15 de junio, se encontraban cenando ambas familias en la casa de los Bang cuando lo había soltado repentinamente y de la forma más torpe posible.
"Señor Jung..., Papá..." Tarareo Christopher limpiando la esquina de sus labios con la servilleta que tenía sobre su regazo. "Me gustaría tener un poco de su atención." carraspeó mirando de reojo a la niña rubia a su lado.
"¿Qué sucede, Christopher?" El padre de Eunha frunció ligeramente el ceño claramente confundido.
"Bueno... Verá, hace un tiempo descubrí que me gusta mucho su hija, ¿será posible tener su aprobación para que podamos tener una relación?" Todos los ojos presentes en la mesa se giraron a verlo con sorpresa mientras él solamente miraba a Eunha con una pequeña sonrisa en el rostro.
Estaba cerca de volverse un adulto y necesitaba ir planeando con quién tendría su familia, ¿Quién mejor que su mejor amiga? Había sugerido Changmin meses atrás.
"¿Tú deseas estar con Eunha, Christopher?" Preguntó el hombre asegurándose de escuchar bien.
"Sí, sí, es una niña encantadora y muy dulce, sin duda sería un tonto si no me arriesgo a esto." se rió un poco nervioso.
"Bueno, si esa es la opinión que tienes sobre mi hija, sin duda alguna tienen mi permiso para salir."
El padre de Christopher sonrió orgulloso. Una vez más, su hijo seguía su consejo.
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Si es honesto Christopher no sabía en qué se estaba metiendo en ese momento. Sabía que era lo correcto pero no se sentía bien haciéndolo y desconocía el por qué si él quería a Eunha, le tenía un gran cariño.
"¡¿Qué hiciste qué?!" Grito Yohan, su mejor amigo desde la infancia y prácticamente desde que tiene memoria.
"Le pedí permiso a su padre, ahora es mi novia." el rizado se encogió de hombros restándole importancia.
"P-pero... ¿Y Jeongin? ¿Qué harás con él?" Esta vez pregunto Jaehyun, vecino y amigo desde hace ya varios años atrás.
"Se acabó después de que papá nos encontró lo echó de la casa y no volví a saber de él." Volvió a encogerse de hombros.
"Pero Christopher..." Sangyeon, el último en unirse a su pequeño grupo de amigos cercanos interfirio. "A ti ni te gustan las mujeres, tus últimas... Todas tus parejas han sido hombres."
"¿Y? Papá dice que eso está mal, nunca me permitiría salir con un chico." Negó con la cabeza.
"Pero es tu felicidad." peleo Yohan con el ceño fruncido.
"Ya lo decidí, muchachos. Ella es la indicada."
"Cuando te arrepientas, será muy tarde, Bang." Advirtió Sangyeon negando con la cabeza.
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El siguiente año y medio, Christopher realmente dudó si Eunha era lo que quería en su vida, la niña era demasiado perfecta y conservadora que a veces le asustaba.
Después de la preparatoria se iban juntos a casa de Eunha, en dónde se ponían a hacer tareas hasta tarde o tener alguna comida o cine en casa, todo lo tenían que hacer con supervisión pues los Jung eran demasiado estrictos respecto a las salidas y al contacto físico, con suerte podían abrazarse o darse solamente piquitos. Las únicas veces que estuvieron fuera y no era la casa de Christopher era cada vez que cumplían meses juntos y les llamaban cada quince minutos para asegurarse que no hicieran nada malo y cuando regresaban revisaban de pies a cabeza que Eunha no tuviera algo diferente como alguna mordida o algún chupetón. Ni siquiera a casa de los Bang los dejaban ir a menos que Miyoung confirmara que iba a estar en casa.
Aún así Christopher no se quejo. Fue complicado pues había pasado de estar en sus celos con omegas a pasarlos solo pues Eunha se negaba a ayudarle o dejarlo tener a alguien más.
Cuando por fin descubrieron que la niña efectivamente era una omega sus padres fueron aún peor. En los días próximos a los celos no los dejaban verse ni por accidente pues tenían miedo de que "cometieran alguna estupidez."
Con los años llegó el momento de la universidad y ambos fueron a distintas, Christopher como era de esperarse termino estudiando en la universidad de su padre y Eunha en otra ciudad manteniéndola lejos de Christopher, el primer semestre fue bueno para ambos, pero también descubrieron que verse era imposible por lo que decidieron terminar su relación temporalmente pues ambos sabían que no estaba funcionando bien. No tenían ni siquiera tiempo de mandarse algunos mensajes, así que no tenía caso el estar juntos.
En ese mismo tiempo, Hyunjin, su mejor amigo en la universidad y compañero de cuarto había aprovechado ese tiempo para hacer un caos total, aún puede recordar el revuelo que hizo al enterarse de todo lo que sucedía.
"Te ves diferente." le había dicho el rubio tirándose en la cama del rizado importandole poco los documentos que Christopher tenía ahí.
"Termine con Eunha." soltó de repente el rizado.
"Eso explica porque te ves más vivo." Hyunjin se enderezó en la cama sentándose correctamente. "Eso amerita una fiesta"
Y con eso, el rubio había desecho o más bien dicho reacomodado su vida.
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En un año de soltero, Hwang Hyunjin le había hecho vivir todo lo que no había vivido en su vida entera.
Fiestas cada tercer día, lo que era llegar crudo al salón de clases, saltarse alguna que otra clase y fumarse un par de porros se habían vuelto algunos de sus nuevos hábitos aunque siempre controlado pues su padre lo mantenía muy en la mira.
Su mejor amigo le había recordado lo que era vivir, aprovechar su vida universitaria y salir con alguien que de verdad le gustara y le diera tanto como él daba.
En ese momento, se encontraba cursando su cuarto semestre de la carrera y saliendo con un niño bonito estudiante de derecho con quién de vez en cuando se metían mano en dónde fuera, un restaurante, un salón de clases, algún baño o la sala de algún desconocido en plena fiesta. Al omega no parecía importarle y a él tampoco, en realidad, se sentía bien volver a sentir la emoción y no tener dolor en sus celos.
Lamentablemente y como todo lo bueno tenía que llegar a su fin cuando llegaron las vacaciones de fin de año y sus papás decidieron pasar la navidad con los Jung, que por cierto fue un infierno. Estaba tan acostumbrado a su desastrosa, pero ordenada vida que fingir que todo era perfecto o que sentía atracción por Eunha era horrible, nunca se atrevió a decirlo en voz alta frente a nadie que no fuera Hyunjin.
Si alguien le pregunta, esas fueron sus peores vacaciones y es que no lo mal entiendan, Christopher ama a su familia, pero se siente presionado a fingir algo que no le gusta ser.
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"Estás vacaciones Eunha me contó sobre un alfa en su universidad." Soojung, la madre de Eunha comento de repente en una de sus comidas familiares en la que los Bang y los Jung se juntaban para platicar, o mejor dicho, chismear. "Está enamorado de un omega hombre y nadie les dice nada." prácticamente todos en la mesa soltaron un jadeo con indignación. Eso en absoluto no estaba bien visto en las clases altas, sin embargo, Christopher se limitó a seguir comiendo en silencio.
"¿Y la escuela lo permite?" Pregunto Miyoung sorprendida dejando el plato de lado.
"Parece que sí, ya le he dicho a Eunha que no se les acerque, es rarísimo y no se vaya a contagiar de algo." la mujer hizo una mueca de desagrado total.
"Mamá..." Advirtió Eunha en un tono bajo.
"Es la verdad hija, lo correcto son hombres con mujeres. Así debe ser." Los cuatro adultos asintieron en total de acuerdo.
"En fin..." Suspiro Changmin, se tomó unos segundos más tomando un trago de su copa de vino antes de hablar. "¿Tú cómo vas en tus estudios, Eunha?"
"Oh, genial." la muchacha lo miro con ojos brillantes "me encanta mi carrera aunque extraño mucho a mi familia." tomó la mano de su madre, quién cariñosamente le dió un apretón.
"Y por supuesto que extraña a Christopher" Soojung sonrió hacia el rizado, él le devolvió la sonrisa incómodo. "Realmente espero que pronto vuelvan a estar juntos, hacían muy linda pareja."
"Eso es cierto." concordó Miyoung con un asentimiento de cabeza. "Tal vez son almas gemelas, ¿No lo sienten?" Ambos adolescentes se miraron sin saber que decir; uno con miedo de no ser correspondido y otro con miedo de romper un corazón.
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Después de dos meses más de presión, Christopher termino regresando con Eunha. Cada oportunidad que Jung Soojung tenía, le recordaba el gran partido que era su hija y lo mucho que tenía que valorarla, Bang Changmin solo se limitaba a decir que sería una buena esposa y le daría hijos preciosos.
Durante un tiempo Hyunjin dejo de hablarle, indignado y encaprichado a no creer que Christopher había vuelto al infierno del que lo había sacado, aunque poco después la amistad se retomó de manera normal.
Porque un buen amigo jamás debería de abandonarte, ¿no?
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"Christopher..." La omega jadeo bajito cuando el alfa mordió ligeramente su cuello. "basta, Christopher, esto no está bien."
"Claro que lo está." gruño entre dientes el rizado llevando una de sus manos debajo de la falda de Eunha, quién inmediatamente se alejó de él.
"¡Christopher Bang!" Bramó separándose inmediatamente con el ceño fruncido, el nombrado se tiró hacia atrás en la cama con un gruñido más, pero está vez de insatisfacción. "No debes tocarme de esa manera jamás en tu vida hasta que nos casemos."
"¡Llevamos casi dos años de novios!" Se quejó él mirando como la rubia tomaba su bolso y su celular.
"¿Y eso qué? Ya te dije que hasta el matrimonio." se giró para mirarlo acusatoria.
"¡Estoy cerca del celo!" Nuevamente Christopher se quejó con amargura mientras se levantaba de la cama.
"Y lo pasarás solo, otra vez. Creí que venir a verte era una buena idea y tú solo intentas meterte entre mis piernas." furiosa, Eunha salió del cuarto de la residencia hasta su auto.
"¡Tengo necesidades! Y tú ni siquiera me dejas tocarte."
"Ni lo harás, sin anillo, no me tocaras, ni me verás sin ropa, así que no molestes."
"Bueno, puedo comerte." sugirió el alfa con una pequeña sonrisa en el rostro.
"¡Estás demente!"
"O podrías hacerme..."
"Christopher Bang, no voy a permitir que algo entre nosotros pase sin antes casarnos. Ya dije."
Y sin más, se marchó en su auto dejando a un Christopher muy frustrado en plena banqueta.
No era justo, desde que habían regresado transcurrió un largo año en el que la muchacha no permitía que Christopher la tocara más allá de la mano o la espalda y eso lo estaba matando.
〔🥢〕
Cuando faltaron un par de meses para que Christopher se graduara, una nueva presión se agrego a su vida como si no fuera ya demasiado.
Una vez más, como costumbre de cada vacación los Bang y los Jung se encontraban juntos en una casa de los primeros, disfrutando de una calurosa tarde cuando la suegra de Christopher se atrevió a abrir la boca.
"¿Ya vieron el artículo de la boda de Yeri?" Soojung sonrió con ligera malicia que no fue detectada por casi nadie.
"¿Ya se casó?" Preguntó Miyoung con sorpresa, Yeri era una chica bonita, su familia eran prestigiosos y muy ambiciosos abogados demasiado estrictos y estirados.
"Oh sí, fue una boda muy discreta pero carísima. Yeri luce muy bonita." la rubia mayor miro a su hija a lado de ella. "Aunque no lucirá más bonita que Eunha, mi hija es preciosa." alardeó.
"Por supuesto, es hermosa, ¿no, Christopher?" el nombrado asintió.
"Sí, claro." sin saber que más decir, se limitó a responder y volver a guardar silencio.
"Eunha quiere algo grande para su boda, lo hemos hablado y queremos que sea la boda del siglo." Soojung rió bajito "pero seguramente tú ya lo sabes, ¿No, Christopher?" Despacito, la mujer empezó a meter sus estúpidas ideas en dónde no debía.
"¿Eh? ¿Debería?"
"Pues sí, tonto." nuevamente la omega se rió como si aquello fuera lo más chistoso del mundo. "Es decir, ustedes tienen casi ¿Siete? ¿Tal vez ocho años? No sé, tienen mucho de conocerse y llevan seis de novios..." Presionó un poco.
"Oh bueno, es que Eunha y yo... No hemos hablado de eso." se justifico.
"Christopher desea esperar." Explico Eunha amablemente, suave tomo la mano de Christopher "¿No es así, amor?"
"Claro, por supuesto. Esperaremos a ser mayores y lo arreglaremos."
"Ya son mayores, Chan." Inmediatamente el nombrado hizo una mueca. Odiaba que le dijeran así, pero sobre todas las cosas, odiaba como Soojung lo decía con ese tono tan despectivo. "Es decir, tu tienes 22, ella tiene 21, están la mejor edad para formar una familia."
"¡Serían encantadores juntos!" Miyoung jadeo emocionada. "Ya puedo imaginar un pequeño con rizos corriendo por todos lados."
"Mamá..." Christopher tarareo bajito en un ligero tono de advertencia.
"Mira Christopher..." sentenció Soojung con un tono serio. "Mi hija es preciosa, mi más grande tesoro y si no planeas casarte con ella entonces no la hagas perder el tiempo porque ella merece lo mejor." Prácticamente amenazó antes de dar el último trago a su copa.
Querido Christopher, si tan solo supiera lo que se venía después de aquella plática todo hubiera sido más fácil.
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Después de aquello la presión empezó a aumentar. Soojung tiraba indirectas a diestra y siniestra en persona, en llamada o en mensaje. Hablaba todo el día con Miyoung sobre bodas, anillos, nietos y fiestas, la había convencido de que una boda era lo mejor entre ellos y pronto, Eunha comenzó a desearlo también.
Christopher, acostumbrado a que la gente le dijera lo mejor que tenía que hacer y creyendo ciegamente que era lo mejor y sobre todo que en realidad sí amaba a la omega, decidió pedir su mano.
Su compromiso duro casi seis meses, se encargaron de hacerlo saber a todo mundo y justo un veintitrés de mayo se casaron.
Su noche de bodas no fue especial, de hecho, fue tan común que Christopher podría jurar que parecía un saco. Eunha se había limitado a tirarse en la cama y dejar que Christopher hiciera todo.
No fue bonito ni fue especial.
〔🥢〕
Días después de su boda, tomaron su luna de miel y al regresar, nuevamente tenía a toda la familia sobre él.
Esperando algo más por milésima vez en su vida.
"¡Mi niña!" Soojung abrazo a Eunha apenas cruzó la puerta principal de la casa Bang. Christopher realmente se cuestiono si esa mujer no tenía una casa o algo más dónde tirar su veneno. "Te he extrañado tanto."
"Solo fue una semana, mamá." Eunha se rió con dulzura antes de separarse de su madre.
"Pero no acostumbro estar sin ti, preciosa." la omega mayor tomo de las mejillas a su hija.
"Hola mamá." Christopher besó la frente de Miyoung con amor para después abrazarla.
"Hola, Christopher, ¿cómo les fue?" Respondió la castaña caminando hasta la sala, siendo seguida de las otras tres personas.
"Bien." se limitó a decir el alfa sentándose en un sofá individual.
"¿Sólo bien?" Soojung interfirio mirando al rizado con mala cara.
"Sí, bien." Christopher rodó los ojos con cansancio.
"¿Y tú marca, Eunha?" La bomba cayó sobre todos al darse cuenta de que la omega más joven no tenía ninguna marca. "¿Dónde está? Quiero verla, debe ser preciosa, reluciente y encantadora, venga." casi lloriqueo la rubia buscando por todos lados la inexistente marca. "Eunha...." Llamó al no tener respuesta, la nombrada inmediatamente se encogió un poco en su lugar.
"Nosotros... Eh..." Tartamudeo sin saber que decir.
"Nosotros hemos decidido esperar más." Cortó Christopher mirando a Eunha, quién veloz corrió a sentarse en el apoyabrazos del sillón donde el alfa se encontraba.
"¿Cómo que esperar?" La expresión de Soojung fue casi terrorífica, se veía furiosa. "¡Mi hija ha esperado años por ti!" Bramó la mujer enojada. "¡Tú único trabajo es marcarla y ni eso hiciste!"
"Soojung...." La voz suave de Miyoung interrumpió mientras se acercaba a la mujer. "Ellos son adultos saben lo que hacen."
"¡No! ¿De qué les sirve un estúpido papel si no hay marca? ¡Esto es injusto para mi hija!" Tiró del brazo de Eunha hasta tenerla a un lado de ella. "No puedo creer que has hecho que mi hija pierda su vida y su tiempo en ti y tú así le pagues. Es inaceptable." rápidamente tomó sus cosas y la maleta de su hija "no es justo y no lo permitiré. No la verás hasta que decidas marcarla. Mi hija no sufrirá la vergüenza de que hablen de ella."
"Eunha..." El tono bajo de Christopher dejó claro que no se encontraba de buen humor para aguantar a la mujer que lo estaba regañando.
"Eunha nada, ella se va conmigo. ¡Ya dije! Que humillación es está, por dios, Miyoung creí que de verdad tu hijo era bueno, pero esto..." Soojung lloriqueo yendo hacia la puerta con su hija siguiéndola.
"Eunha vuelve aquí." Ordenó Christopher sin siquiera moverse de su lugar.
"¡Mi hija no se quedará aquí!"
"Estoy hablando con Eunha, Soojung."
"¡Christopher!" Reprendió Miyoung sin saber exactamente hacia qué lado hacerse.
"Christopher nada, mamá." Si había algo que Christopher odiaba era ser regañado y sobre todo, por una injusticia estúpida ocasionada por un berrinche. "Ven aquí, Eunha." Nuevamente ordenó y la omega mencionada inmediatamente reaccionó yendo hacia él en silencio, Christopher palmeo el apoyabrazos dónde su esposa se sentó una vez más, obediente y en espera de que le dijeran que hacer. "Mira, Soojung..." se aclaró la garganta mirando a la mujer fijamente "Eunha y yo hemos decidido esperar, y si eso te molesta no me importa. Tú hija ya está lo suficientemente grandecita para saber lo que quiere, ahora es MÍ esposa y lo que hagamos con nuestro matrimonio, no te importa." Despacio llevo una de sus manos a la rodilla de Eunha, quién rápidamente colocó su mano sobre la suya. "si tienes algún problema con eso, no le importa, lidia con ello porque yo no te voy a aguantar."
Y con eso, volvió a recostar su cabeza en el sillón dejando a las tres omegas pasmadas completamente sin saber que más decir.
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Su matrimonio fue bueno, al menos eso quiere creer.
Eunha era una buena omega, se encargaba de diseñar ropa para importantes marcas y también atendía bien la casa.
Cuando Christopher despertaba, Eunha ya le tenía el desayuno hecho, el alfa partía a su trabajo y a hora del almuerzo iban a comer a cualquier lugar. Para la comida, si era posible se volvían a ver y cuando Christopher volvía por las tardes, se dedicaban algunas tardes para ellos, la familia o sus amigos. Le mantenía la casa calientita y cómoda, su ropa limpia y se encargaba de mimarlo lo suficiente. En definitiva era un alfa consentido por su esposa y eso no le importaba porque era recíproco.
Todo parecía habituar en orden, rápidamente se acoplaron a vivir juntos y a llevar una vida de matrimonio común con la excepción de una sola cosa: Christopher todavía no marcaba a Eunha.
Su familia ya no se entrometió, al menos no frente a él, pero aún así sabía que Soojung seguía insistiendo con su esposa pues pronto las pláticas sobre una marca empezaron a salir a flote, y con ellas, muchos problemas también.
Todo comenzó un año y medio después de su matrimonio, vivían bien juntos, se ayudaban en sus celos como toda pareja y tenían sexo casual de vez en cuando pero cada vez que Christopher quería marcar a la omega (después de prometerselo tres veces) sus colmillos se negaban a salir, era como si su alfa se negara a eso completamente y quisiera huir de aquel lugar.
Aún puede recordar la primer pelea fuerte que tuvieron. No fue para nada agradable lidiar con todos sobre él haciendole creer que era él quien estaba mal.
Era jueves por la noche cuando Eunha sacó el tema a relucir mientras cenaban tranquilamente.
"Chris..." la omega tarareo suavemente obteniendo la atención completa del nombrado.
"¿Qué pasa, amor?" Dejó su celular de lado para mirar a la rubia quien parecía estar jugando con su comida.
"Yo... Bueno..." Se mordió los labios sin saber cómo sacar el tema."¿Por qué aún no me has marcado?" El tono triste en su dulce voz casi hizo que Christopher se sintiera mal.
"Yo... No lo sé" confesó restándole importancia. "Simplemente no estoy listo." Se excuso. "Ya sabes, quiero esperar más, somos jóvenes, Eunha. Tienes 23 años, no es hora aún."
"¿Y cuándo lo será?" Preguntó con el ceño fruncido "Tengo años esperándote, Chris. No solo como esposo, como novio también."
"Eunha, eras una niña y yo igual." el alfa suspiro agobiado. "ya habrá algún día, eres joven y yo también, no necesitamos una familia ahora."
"¿Acaso no soy tu esposa? ¿Eso no me vuelve tu familia?"
"Sabes a qué me refiero, omega" Christopher rodó los ojos fastidiado del tema "no estoy listo y tú tampoco" -ni siquiera estoy seguro- pensó.
"No soy una niña ya, Christopher. Estoy lista, quiero tú marca."
"Bueno, yo quiero un Ferrari." Fue sarcástico.
"¡Christopher!" Se quejó Eunha mucho más molesta que antes. "Esto es en serio."
"Yo también hablo en serio, omega, quiero un Ferrari o un Audi y tengo que conformarme con Camaro."
"¡Yo no me voy a conformar con un puto papel!" Enojada, Eunha se levantó de la mesa intentando hacer relucir su molestia; Christopher ni siquiera se movió.
"Pues deberías. Al menos por ahora." Se encogió de hombros restándole importancia. "no deseo atarme más por ahora."
"¿Y dónde está lo que yo quiero?" El alfa sabía que estaba siendo cruel, podía ver el dolor detrás de los bonitos ojos de la muchacha, pero aún así no se doblegó.
"Estaremos bien. Tú querías ser diseñadora, encárgate de eso, llena tus expectativas y después hablaremos de un lazo"
"Mamá tenía razón, eres un inútil, ni siquiera como alfa sirves."
"Ya decía yo que esto no era idea tuya."
"¡Claro que lo es!" Gimió frustrada "¡Es mi idea porque te amo y quiero pasar toda mi vida contigo!"
"Dile a tu madre que deje de meterse en nuestro matrimonio o me voy a poner yo con ella"
"¿Acaso no soy tu alma gemela, Christopher?" No lo sé.
"Eunha..." El rizado suspiro más que agobiado "eres el amor de mi vida, ¿Vale? Pero este no es el momento, piénsalo, por favor." Se levantó para ir hasta su lado de la mesa.
"¡No quiero pensar nada!" La omega lloró bajito. "solo quiero saber que me amas y que no hay nadie más, ¿es por eso que no me marcas, verdad? ¡Hay alguien más!"
"Claro que no, amor." Christopher murmuro tomándola de los hombros. "jamás podría engañarte porque te amo y estoy seguro que no hay nadie mejor que tú."
"Entonces márcame." lo tomo de las mejillas suavemente. "por favor, Chris, quiero que me marques, lo necesito, lo quiero, promete que lo harás."
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Después de cuatro años de matrimonio todo se empezó a volver monótono y la monotonía, queridos amigos, aburre.
Todos los días empezó a ser lo mismo hasta que los pequeños detalles dejaron de aparecer.
Los primeros años, el desayuno en tiempo, los almuerzos, las comidas y las cenas siempre juntos, las tardes de convivencia, las salidas en pareja o amigos, las reuniones con la familia, el presumirse a sus amigos, recoger el hogar, mantener una casa ordenada, mantener relaciones sexuales... Todo comenzó a volverse monótono.
Mantenían horarios muy estrictos y hasta los días que planeaban tener sexo, tres o cuatro días a la semana, siempre la misma posición, Christopher arriba y Eunha abajo, si Christopher deseaba probar algo, Eunha se negaba inmediatamente. Fuera lo que fuera, no solo en la cama, también fuera de ella.
Christopher puede ordenar todo cronológicamente y darse cuenta en qué falló cada quien.
Primero fueron las comidas, Christopher dejó de ir a comer a casa cuando los problemas estaban muy fuertes o no tenía ganas.
Eunha dejó de llamarlo para el almuerzo.
Christopher empezó a llegar tarde a la cena.
Eunha dejó de preparar el desayuno.
Christopher empezó a trabajar los fines de semana.
Eunha empezó a salir a las reuniones sin él.
Christopher dejó de ser detallista.
Eunha dejó de recibirlo todos los días en casa.
Christopher empezó a trabajar horas extras.
Eunha empezó en el modelaje.
Christopher ni siquiera la miraba.
Eunha ni siquiera intentaba provocarlo.
Y así, como era una pareja de felices enamorados, pasaron a convertirse poco a poco en un par de extraños.
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Dos años más tarde cuando apenas y se dirigían la palabra Eunha resultó estar embarazada.
Christopher también recuerda esa vez, fue uno de sus mejores y peores días.
En los últimos meses solamente se involucraban sexualmente cuando sus celos llegaban y necesitaban ayuda, cuando no, no se tocaban ni por accidente en la cama ni fuera de ella, para su lamentable suerte en uno de los últimos celos ambos habían coincidido y pues ahí estaban dos meses después esperando una prueba de sangre.
"Estoy nerviosa, Christopher." las finas y largas uñas de la omega se enterraron en el brazo del mencionado.
"Tranquila, mujer, todo irá bien."
"¿Y si estoy embarazada?" Angustiada mordisqueo su labio inferior. "Mi carrera está en lo más alto ahora." casi sollozó.
"Lo solucionamos y ya." Christopher se giró hacia ella para tomarla de los hombros. "Haremos lo mejor, ¿vale? Si sale positiva o negativa, somos esposos y eso no va a cambiar." La envolvió en un abrazo caluroso que pareció calmarla.
Media hora después Eunha se volvió un mar de llanto sin saber si era de la felicidad o de la tristeza.
Durante el trayecto a casa, Christopher no dijo nada. Se limitó a dejar que la rubia llorara y se calmara, necesitaba desahogarse y él pensar bien las cosas.
La prueba era positiva.
Iban a ser padres.
Cuando por fin llegaron a su hogar bajaron en silencio y los dos se sentaron en la sala, cada uno sumergido en su mundo analizando la situación.
"¿Quieres tenerlo?" Preguntó Christopher, tosco.
"¿Qué?" Confundida Eunha lo miro.
"Sí... Que si quieres tenerlo o no." Repitió Bang.
"Yo-... No lo sé" confesó la rubia. "Mi carrera está bien, como diseñadora estoy en el punto más alto y como modelo también." nuevamente comenzó a llorar. "Y... Y tú tienes mucho trabajo." hipo. "¿Qué vamos a hacer con un niño?"
"Haremos lo que desees, Eunha." Christopher se sentó a su lado y la tomo de las manos.
"¿Tú quieres tenerlo?" Nuevamente hipo, tratando de componerse.
"No lo sé..." Si es honesto él también está confundido. Su matrimonio no estaba bien del todo y un bebé... No sabía que podía pasar. "No estaría mal tener un niño... pero si no estás lista, está bien, esperaremos más."
"Sugieres... ¿Perderlo?" Christopher se mordió los labios antes de hablar.
"Sí." fue honesto. "Quiero que tú estés bien y te sientas lista, es tu cuerpo y yo lo entenderé."
"No lo sé... Es mi hijo." intuitivamente llevó una mano hacia su vientre aún plano.
"Apenas tienes tres semanas, tienes tiempo para pensarlo, ¿por qué no te tomas un tiempo para analizarlo?" Propuso Bang con una pequeña sonrisa comprensiva.
Él tampoco sabía que hacer, pero sabía que no podía perder la cabeza como Eunha o definitivamente iban a enloquecer.
〔🥢〕
El principio fue complicado.
Eunha no se decidía y él no sabía que debía hacer, su instinto paternal comenzaba a crecer en su interior y quería cuidar a la omega todo el tiempo aunque no lo dijo, no quería presionar.
Cuando los primeros meses pasaron la rubia decidió tener al bebé y entonces sí, Christopher se desenvolvió totalmente. Se volvió más atento otra vez, más cariñoso, más celoso y también más posesivo. La familia Bang y los Jung, tomaron la noticia como la mejor cosa del mundo y festejaron cuánto pudieron.
Sin embargo, conforme el tiempo paso Eunha más se arrepintió de su decisión. Cuando su cuerpo comenzó a engordar, sus talones se hincharon, pequeñas y poco notables estrías se hicieron, los cambios de humor y temperatura, los sentimientos encontrados, el no poder sentarse o agacharse correctamente fueron cosas que poco a poco le hicieron sentir mal, pero lo peor llegó cuando le prohibieron seguir modelando, fue entonces cuando ella cambio y pasó de ser una madre y esposa amorosa a ser totalmente lo contrario, así que cuando el niño nació inmediatamente lo rechazó.
Al contrario de lo que Christopher pensaba o esperaba, su matrimonio se fue a la basura, Eunha se enfocó en ella misma y se negó a hacer cualquier cosa que involucrara cuidar de Jungwon, su pequeño y adorable hijo. ¡Hasta Soojung parecía más su madre que la misma Eunha!
La omega se obsesionó tanto con ella misma, que se olvidó que tenía una familia.
Un esposo que siempre la había cuidado. -aún si no estaba seguro de amarla.-
Y un cachorrito que necesitaba de ella.
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Los siguientes años de su vida se fueron en lo mismo, cuidar del niño, incluirlo al colegio en cuanto fue posible, trabajar durante casi todo el día, no ver a su esposa y tener que soportar a Soojung presionando más que su propio padre.
Su vida era cansada y fastidiosa, tal vez se había casado demasiado pronto, tal vez había adelantado sus planes demasiado; sin embargo, cada vez que llegaba a casa y Jungwon lo recibía con sus pequeños brazos abiertos, sabía que su vida después de todo no era tan mala. Tener a su niño con él, le hacía darse cuenta que después de todo no todas sus decisiones habían sido malas y que tal vez su vida no era tan horrible como lo pensaba.
Al menos hasta que conoció a Minho.
⨳
No se que sentir sobre el personaje de Eunha...
Yo se que a nadie le importa pero Eunha, de quien tome la imagen, en serio parece una muñeca aquí es la era mago y ahora en viviz en negro es aún más linda
Eunha y Krystal Jung que es Soojung tienen el mismo apellido así que terminó siendo Jung, aunque lo quería cambiar
Changmin es el que condujo kingdom y Miyoung es Tiffany Young, hay mas pero no creo les interese solo son datos extras, bai
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