Cuando Christopher decidió hacer como si nada pasara después de que Minho saliera de su oficina, sabía que no sería fácil.

Esa noche llegó a su casa sintiéndose el alfa más triste y desolado del mundo, su aura era decaída, sus ojos reflejaban cansancio al igual que el resto de su cuerpo y él realmente no sabía si era emocional o físico.

No solo fue esa noche, en realidad fueron las siguientes; Minho había pedido unos días libres y es que según su justificación, su celo se había adelantado, así que él como jefe había decidido darle un par de días dónde se dedicó a trabajar desde casa si era posible.

Después del quinto día, decidió no batallar más y sacar todo lo que guardaba, apenas llegó mando a llamar a Minho, necesitaba hablar con él con urgencia.

"¿Puedo pasar?" Llamó el omega asomándose por la puerta, el mayor inmediatamente se acomodo en su lugar haciéndole señas para que entrara. "me mandó a llamar, señor Bang."

"¿Quieres sentarte?" Ofreció dudoso, si Christopher era honesto estaba nervioso y no sabía siquiera por qué.

"Estoy bien, ¿Por qué me llamo? ¿Algún informe lo hice mal?" Caminó dentro de la oficina hasta detenerse detrás de una de las sillas frente al escritorio.

"No, no es eso, Minho." murmuro Christopher mirándolo de pies a cabeza "Es solo que deseo hablar contigo de algo importante no" hizo una mueca tratando de referirse a lo que hace unos días había pasado con ellos.

"No entiendo a que se refiere." mintió Minho con el ceño ligeramente fruncido.

"Tú y yo... Eh, lo que pasó entre tú y yo." balbuceo un poco.

"¿Lo qué pasó?" Minho levanto una de sus cejas curioso, definitivamente era divertido ver al alfa nervioso.

"Sí, Minho, lo que pasó aquí en la oficina, ¿Recuerdas? La vez que..."

"La vez que follamos aquí, dígalo como es." le restó importancia al tema.

"Sí, eso, bueno, Minho, realmente lamento lo que pasó ese día, no sé... No sé qué me pasó, ¿Vale? Fue muy poco profesional de mi parte, ¡Por dios! Eres mi secretario, soy casado y... Y tengo un hijo, y joder, tú eres mucho menor que yo..." trató de explicarse el alfa sin saber que decir exactamente.

"¿Por qué no va solo al punto y ya?" Cortó Minho sin muchos rodeos, en realidad lo que Christopher decía lo estaba destrozando, sin embargo, no se lo iba a demostrar, no en ese momento.

"De acuerdo, tienes razón. A lo que quiero llegar es que no volverá a pasar. Olvídalo, finge que no pasó y nadie se puede enterar de eso." Minho rio sin ganas al escucharlo.

"Christopher, no sé porque le das vueltas al asunto." Se cruzó de brazos. "te lo dije ese día, sé que eres un hombre casado y que tienes familia, y está bien, yo acepte el riesgo así que no hay que disculparse." aclaro como si fuera muy obvia la idea. "aún así, no eres tan grande, solo son diez años, ya no soy un niño, no me voy a morir por esto y para terminar, yo ya había olvidado el tema, jefe, fui muy claro con usted, entendí la situación y no recuerdo haberle dicho algo en estos días como para que me diga algo así, lo que paso pues ya pasó." rodo los ojos con molestia, si Christopher quería olvidarlo, no se lo pondría fácil.

"Yo... Eh... Está bien." respondió el alfa algo anonado, eso, definitivamente no lo veía venir, aunque honestamente tampoco sabía que esperaba, ¿qué le rogara?

"¿Algo más en que pueda ayudarle?" Una vez que Christopher nego, Minho se retiró de la oficina sin más que decir.

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Durante las semanas siguientes nada fue fácil, por supuesto que no iba a ser así y Christopher lo sabía, sin embargo, no esperaba que fuera tan complicado; Minho no había vuelto a tocar el tema, de hecho, en realidad parecía que ni siquiera se acordaba de lo sucedido, seguía viendo a Jungwon con el mismo amor de siempre y mantenía su profesionalismo con Christopher igual que al inicio.

Era solo que Bang ahora se fijaba en todo lo que hacía: cuando hablaba no evitaba mirarle los labios y Minho, su bonito niño se los relamia casi con inocencia; Cuando caminaba no podía evitar ver sus caderas moverse de un lado a otro y era como volver a imaginarlo sobre él, entonces Minho lo miraba sobre el hombro y podría jurar que lo veía sonreír; cuando iba a dejarle algún documento sentía los dedos rozándole su mano y era como revivir las caricias que Minho le había brindado en aquel momento y bueno, ni hablar de cuando el omega se inclinaba delante de él, agachándose y dejando a la vista ese bonito trasero ante los ojos de Christopher y podía recordar lo bien que se sentía alrededor de él o cuando llevaba sus faldas cortas y los vestidos que dejaban a la vista los deliciosos muslos bronceados con la piel tan suave y moldeable entre sus dedos, era simplemente demasiado para el alfa, quien solo quería tomarlo nuevamente sobre el escritorio, el sofá o donde fuera hasta tener suficiente de él.

Todo era demasiado confuso para él pues lo veía y sentía a su alfa inquietarse dentro, quería gruñirle a todo aquel que se acercara al castaño y tener su atención sola para él, ni siquiera entendía aquellas reacciones que no podía controlar como los comentarios sarcásticos cada que un alfa halagaba al omega o su mal humor cuando veía a Minho irse con alguien más.

Sin embargo, lo peor llegó cuando creyó que todo estaba controlado y que su alfa por fin se había apasiguado, casi dos meses después todo se salió de sus manos, aún recuerda perfectamente el día en el que el estúpido de su amigo Hyunjin fue y al despedirse le había sonreído al castaño, ¿Lo peor? cómo el omega le regaló la misma sonrisa coqueta.

Jodido niño bonito, ¿Qué se creía para comportarse así con sus amigos?

〔🥢〕

"Señor Bang, lo busca su amigo" notificó Minho hacia su jefe mirándolo un par de segundos.

"Déjalo que pase." Apenas despegó la vista de los papeles en sus manos.

"De hecho, ya estoy aquí." Hyunjin entro a la oficina como si fuera el mismo dueño de esta, de reojo miró a Lee. "Gracias, precioso." guiñó hacia el omega que le acababa de abrir la puerta haciéndolo sonrojar. "No sabía que tenías nuevo secretario" anuncio el ojicafe.

"No sabía que te interesaba." contesto restándole importancia.

"Bueno, está para chuparse los dedos, era obvio que me interesaría." guiñó sentándose frente a Christopher. "es precioso, joder, ¿cómo se llama?"

"No es como que me la pase mirándolo, ¿Sabías?" El rizado puso los ojos en blanco evitando responder la segunda pregunta.

"Eh, hombre, ya sé que tú eres casado pero no está mal mirar de vez en cuando." se excuso Hyunjin riendo "Siempre que tienes personal nuevo me avisas y esta vez no."

"¿Será porque ya me cansé de que te metas con mis secretarias?" El ojiverde lo miro con ambas cejas levantadas causando que el otro alfa se riera.

"Nada más fueron dos, ¿de acuerdo? Aparte, no eran tan buenas."

"En su trabajo sí lo eran, Hyunjin" rodó nuevamente los ojos.

"En ese momento su trabajo era complacerme." Chasqueo inconforme. "Aunque no sé, este niño se ve bien."

"A ti ni siquiera te gustan los omegas hombres." respondió a la defensiva, extrañamente comenzaba a molestarle la plática.

"Y a ti no te gustaban las mujeres y mira, te casaste con una." esta vez fue el rubio quien rodó los ojos.

"Es diferente." fue brusco en su tono de voz dejando claro que ahí terminaba la conversación "¿Has venido a algo productivo o solo a ver si te podías meter en los pantalones de mi secretario?"

"Un poco de ambas." confesó Hyunjin riéndose. "te tengo en realidad una gran propuesta que no podrás rechazar."

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"¿A poco no es perfecto?" Minho giró hacia su lado izquierdo topandose con tres compañeros de trabajo, Jisung, un bonito omega que ya tenía algunos años trabajando en la empresa; Wonyoung, otra omega casi tan bonita como él (porque Minho creía que nadie era más bonito que él) que apenas tenía algunos meses de haber entrado; y por último Eunwoo, un beta rubio demasiado atractivo, al grado de que Lee estaba seguro de que si no estuviera tan enamorado de Christopher, se metería con él.

"¿Hyunjin?" Preguntó con el ceño ligeramente fruncido.

"Oh sí, es guapísimo." murmuró Jisung sin despegar los ojos de la puerta por la que el rubio había entrado a la oficina.

"No es para tanto." le restó importancia.

"Está enamorado de él desde hace años." soltó la mujer repentinamente haciendo que el omega ojimiel se sonrojara.

"No es verdad." contraatacó.

"Claro que lo es. Tú se lo contaste." intervino el beta. "Eso todos lo sabemos."

"Aunque lo fuera, jamás me haría caso." gruño Jisung entre dientes.

"¿Por qué?" Nuevamente Minho lo miró fingiendo un poco de desinterés.

"No le van los chicos." comento Wonyoung con una ligera mueca. "Y tampoco las parejas formales, siempre anda con una u otra, jamás trae a una más de una vez." Explicó brevemente. "Sería todo un reto verlo con un hombre." Minho sonrió con un poco de malicia.

A él le gustaban los retos.

Y mientras obtenía el premio mayor, tal vez podría jugar un poco.

"No lo había visto por aquí." el castaño se giró hacia el trío de amigos quienes chismeaban.

"Estuvo un año y medio en América, se dedica a lo mismo que el Señor Bang pero en una empresa americana y a veces viene a ver a sus amigos o familia." Explicó Jisung tímido, "En realidad va y viene mucho al país, pero pocas veces visita la empresa."

"Es cierto." concordaron Eunwoo y Wonyoung antes de que los tres salieran prácticamente corriendo cuando la gran puerta de cristal de la oficina fuera abierta y la voz de ambos alfas fuera audible.

"Realmente estaré esperando el contrato." Minho escucho la voz de Christopher mucho antes de que ambos aparecieran por el pasillo.

"Será un gusto, verás que es un buen negocio." se detuvieron frente al escritorio de Minho sin prestarle atención todavía.

"Entonces estaré encantado de hacer negocios contigo." ambos estrecharon sus manos para después darse un abrazo amistoso como despedida.

"Ahora que he cerrado el trato, ¿Te gustaría ir a tomar algo?" Invitó el rubio "ya sabes, para festejar." Christopher río.

"No lo creo, tengo que ir con Jungwon y hablaremos con Eunha por videollamada." Se excuso amablemente.

"Está bien, lo entiendo, eres hombre ocupado." Hyunjin dramatizó para después girarse hacia el escritorio de Minho. "¿Y tú, bonito, tienes algún plan? ¿Te gustaría que saliéramos a tomar algo?" El omega rápidamente levantó sus cejas con sorpresa mirándolo antes de mirar hacia el rizado, dándose unos segundos para analizar su expresión, seguramente igual a la suya.

Ambos sorprendidos y algo confundidos.

"¿Yo?" Preguntó Minho sin realmente creerlo.

"Por supuesto que tú." se rió Hyunjin "Christopher también es bonito pero él declinó mi oferta ya, tal vez tú podrías festejar en su nombre..." Propuso recargandose en el escritorio para sonreírle coqueto. "Podemos ir a cenar, tomar algo, ¿Te gusta bailar?"

Christopher realmente no podía creer que Hyunjin estaba coqueteandole a un hombre en su cara, a su omega, su secretario.

Imposible de contener, el rizado gruño bajito causando que el menor de los tres lo mirara con una pequeña sonrisa traviesa.

"No puede, Minho trabaja mañana temprano." regaño Christopher como si tuviera la autoridad de decidir. El omega inmediatamente se molestó, ¿quién era él para decidir?

"De hecho, estoy libre." miro al alfa rubio sonriéndole casi tímido, aunque fácilmente Christopher dedujo eso como coqueteo que inquieto a su alfa.

"¿Q-qué? No, mañana tenemos junta a las 7." Excuso el rizado.

"Y aquí estaré a las 7 en punto, nunca he llegado tarde." Renegó el omega sin mirarlo. "mi turno termina en veinte minutos, ¿Podrías esperar?" Su mirada de cachorro se mantuvo en Hyunjin, quién rápidamente asintió.

"Me daré una vuelta para saludar a algunos amigos y estaré aquí en veinte, precioso." se despidió de Christopher para después marcharse, dejando al bonito omega sonrojado y a Christopher estupefacto.

"Es un mujeriego." aclaró el rizado.

"Nadie está hablando de algo serio." se encogió de hombros antes de darle la espalda y seguir con su trabajo.

〔🥢〕

Después de aquel día, las cosas se pusieron peores.
Christopher tenía que soportar todos los rumores de la empresa anunciando que Hyunjin estaba saliendo con Lee Minho.

En el edificio en realidad los chismes no eran algo nuevo, sin embargo, todos sabían que el rubio era demasiado coqueto y se metía con cualquiera por lo que no habían dudado ni siquiera cuando se rumoreó que estaba saliendo con alguien de la empresa, lo que sí sorprendió fue que se tratara de un hombre y se pusieron peor cuando ramos extravagantes empezaron a llegar a la empresa.

El alfa literalmente tenía que soportar todos los días un ramo diferente. Llegaba a la oficina y si era demasiado temprano, veía a Minho recibir las flores y si era tarde, le tocaba ver a varias omegas preguntar sobre el pequeño gran detalle, aún así, después de casi tres semanas aguantando lo mismo creyó acostumbrarse. Su alfa interno estaba muriendo de coraje, quería gruñirle a todo mundo, se quería exhibir ante él y enseñarle que era un mejor prospecto, quería pisar las flores y olvidarse de ellas, demostrarle al omega que él era quien le convenía, no el estúpido de su amigo; se encontraba de peor humor cada día, sobre todo cuando escucho a Jungwon preguntar por las flores que adornaban el escritorio y Minho había respondido que alguien especial y que le gustaba mucho se las había regalado.

El tiempo pareció calmar las cosas y cuando creyó que todo estaba bien y que iba a sobrevivir a esa extraña sensación en su pecho, pensó que todo se había calmado pues las flores dejaron de llegar, empezó a tener más seguido a su amigo por las oficinas.

Hyunjin iba tres veces por semana, llevaba al omega hasta su lugar de trabajo y después pasaba por él a la hora del almuerzo, regresaban y por la noche, nuevamente Hyunjin pasaba por él; Christopher realmente no quería pensar en la idea de que pasaba por él hasta su hogar o que peor aún, habían empezado a compartir noches juntos, aunque eso lo comprobó días después, cuando Minho comenzó a llegar con algunas chamarras del alfa o algunas prendas, oliendo completamente a él, eso sí que hirió su orgullo.

Se enojó bastante y busco cualquier pretexto para pelear con Minho, sin embargo, el omega no se prestó a su juego, al contrario, había estado tranquilo y en todo momento se había mantenido con calma sin darle razón alguna para discutir.

Desde ese momento, Christopher tendría que haber sabido que aquello no era solo una relación jefe - empleado, desde ese instante debió de haber notado la extraña sensación en su pecho picando por ver a un omega que ni siquiera era suyo, con otro alfa.