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⨳año nuevo

"Ya estás aquí, a darle." Minho se motiva a si mismo antes de tocar la puerta color café oscuro.

Por fin ha llegado el tan esperado día y Lee ha decidido tomar la invitación de Eunha e ir a pasar año nuevo con ellos, no le ha dicho nada a Christopher pero está seguro de que va a enloquecer cuando lo vea ahí.

Ha decidido utilizar unos jeans negros que se le ajustan a las piernas bastante bien, lleva una camiseta básica sencilla y encima un blazer negro, utiliza sus vans blancas y ha optado por llevar un postre pues no quería llegar con las manos vacías. Luce bien y se siente bonito, así que espera por lo menos pasar una buena noche porque si no, va a matar a su prima por haberlo convencido de estar ahí.

Mira su reloj en la muñeca, son las nueve con cuarenta y cinco, ha pasado un minuto desde que tocó y está por volver a tocar cuando una mujer rubia enfundada en un vestido beige abre la puerta, por su parecido juzga que es hermana o mamá de Eunha.

"Oh, sabía que Christopher no iba a traer servidumbre, llegaste tarde, pero aún así serás útil." La mujer le abrió más la puerta manteniendo un gesto de desagrado en el rostro, antes de que pudiera hablar Eunha apareció.

"Oh, ya llegaste, Minho. Ven, pasa, no te esperábamos." La omega le sonrió dejándolo entrar. "Mamá, el es Minho y trabaja con Christopher." Los tres caminaron dentro de la casa hasta la sala para toparse con otras tres personas.

Dos hombres alfa y otra omega, tomaban una copa de vino y todos eran mayores.

Lee se tomó unos segundos para analizarlos a todos.

Uno de los alfas era de estatura promedios ojos verdosos, tez blanca y cabellos castaños combinados con algunas canas. Minho podría jurar que aquel hombre era el padre de Christopher, lucía un pantalón de vestir azul oscuro y una camisa gris en conjunto a un reloj carísimo que brillaba en su muñeca. A lado de él se encontraba una mujer castaña igual con canas y ojos azules, piel ligeramente tostada, llevaba el cabello suelto pero perfectamente peinado, un vestido blanco con negro sin mangas hasta la rodilla y zapatos altos negros, las joyas que le acompañaban eran discretas y sumamente bonitas, en realidad todo en ella luce bonito e incluso impecable, no hay duda que son pareja.

Después está el hombre que se encuentra en el sillón individual, puede notar que es alto incluso si está sentado, luce un traje gris claro en conjunto a una camisa blanca, los zapatos negros y brillantes, su cabello es totalmente gris, pero no le queda mal por el contrario lo hace ver brillante, tiene ojos miel y es de tez muy blanca, al igual que los otros lleva anillos y un reloj discreto pero reluciente. Él debe ser padre de Eunha, se parecen.

"Buenas noches..." Saluda torpe sin saber exactamente qué decir.

"Minho, ellos son Miyoung y Changmin, papás de Christopher." Señaló a las primeras dos personas que miró. "él es Donghae, mi padre y quién te abrió la puerta fue Soojung, mi mamá, familia, él es Minho y es empleado de Christopher." Concluyó Eunha dejando que los otros murmuraran algunos hola antes de volver cada quien a su plática.

"¿Y Jungwon?" Preguntó después de unos segundos en silencio.

"Oh, está arriba con Christopher porque se están arreglando, ya no deben de tardar en bajar así que mientras tanto puedes venir conmigo a la cocina y dejar la comida ahí." Sin esperar realmente una respuesta da media vuelta y camina hacia otra sala con Minho siguiéndole los talones.

Aquella noche la omega rubia lleva un bonito vestido rosa palo junto a algunos accesorios plata y zapatos altos negros, el cabello rubio está agarrado en un moño informal, pero incluso así Eunha lo hace lucir espectacular y como el peinado más fino del mundo.

Cuando se detienen en la cocina y están frente a frente nota que utiliza muy poco maquillaje y en tonos negros con rosa, Minho debe admitir que es muy bonita; aun cuando están cerca no puede detectar alguna imperfección en su cara o alguna arruga, ni siquiera es capaz de distinguir la base del maquillaje o si el brillo labial es natural o de verdad está utilizando algún producto.

"Espero que no te moleste ayudarme a servir algunas cosas... Estábamos por cenar." Justifica ella con una sonrisa que trata de parecer amable.

"Eh, no, para nada. Dime con que te ayudo." Trata de ser amigable también aunque no se siente cómodo, algo dentro de él le pide que salga huyendo de ahí pero sabe que aquello sería una grosería terrible.

Les toma unos minutos entre comentarios comunes y platicas vacilantes terminar de sacar todo para llevarlo hasta la mesa y acomodarlo en su lugar.

"Tu anillo de boda es muy bonito." Murmura Minho después de un rato cuando cree que el silencio es demasiado incómodo.

"Gracias, Christopher los escogió. ¿Puedes creer que en catorce años no me lo he quitado?" La mujer se rió entre dientes mirando también el anillo en su dedo.

"Es mucho tiempo." Lee asiente. "¿El otro es de compromiso?" Señaló el anillo que se encontraba justo abajo del dorado.

"¡Sí! ¿A qué es precioso?" Extendió la mano para que el otro mirara. Era plateado con pequeños diamantes encrustados rodeando una piedra grande color morada.

"Es precioso, debe valer demasiado." Se mordió los labios antes de desviar la mirada hacia la comida, nuevamente la molestia en su pecho retumbó.

"Fue tan lindo cuando me pidió matrimonio... Me llevo a la rueda de la fortuna y cuando estábamos arriba, mirando todo Corea me lo preguntó, lloré muchísimo." Contó consternada, Minho noto que los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas. "Me prometió amor eterno y dijo tantas cosas bonitas..." Murmuró acariciando con delicadeza el anillo.

"Y te prometió felicidad y fidelidad..." Completó él, Eunha asintió con la cabeza.

"Prometió muchas cosas." Soltó una suave risa nerviosa antes de limpiarse las mejillas con mucho cuidado, después de algunas respiraciones profundas retomó su postura. "Y aquí estamos, tantos años después cumpliendo todas las promesas."

"¿Todas?" Preguntó Minho incrédulo, claramente aquello era una mentira. Christopher no la quería y mucho menos le era fiel, de eso estaba seguro.

"Absolutamente todas. Somos una pareja muy feliz." Mintió ella, no tenía porque contarle a extraños su situación amorosa. No quería chismes por todos lados.

"¿En ninguna fallaron?" La insistencia de Lee molesto a Eunha.

"En ninguna, Minho. No vamos a dejar que nadie se meta en nuestro matrimonio." El énfasis que realizó hizo que el castaño frunciera el ceño. "Somos Christopher y yo, no hay ni habrá terceros o cualquier cosa que logre separarnos, de eso estoy segura. Él nunca me dejaría ni yo a él, incluso si uno quisiera marcharse el otro lo impediría. Así funcionan los matrimonios, algún día lo entenderás si encuentras un alfa." De repente la mujer amable y sensible que estaba con él se había esfumado para volver a ser la misma de siempre: egocéntrica, despectiva y grosera. "¡Christopher!" La expresión en su rostro cambio cuando vio al alfa.

"¿Minho? ¿Qué haces aquí?" Cuestionó el mayor demasiado sorprendido sin prestar atención a su esposa.

〔🥢〕

Cuando más tarde la cena empezó, Lee de verdad se arrepintió de ir. Empezando desde los comentarios sarcásticos de casi todos los presentes hasta el hecho de que la madre se Eunha quisiera tratarlo como un vil esclavo.

"Que lindo que ellos te permitan sentarte con nosotros." Soojung habló apenas tomo asiento en el lugar que Eunha le asignó.

"¿Perdón?" Levantó la mirada de su plato para ver a la mujer que le hablaba.

"Sí, niño, no sabía que tuvieran niñero ni que les permitieran comer en la misma mesa, ¿no es eso una falta de respeto?"

"No sé de qué está hablando, señora, no soy niñero." Miro a los otros tres adultos mayores como si tratara de buscar alguna explicación lógica.

"¿No? ¿Entonces eres algún tipo de sirviente o algo así? De todos modos está mal que te sientes con nosotros, mi hija siempre ha sido muy compasiva, aunque déjame decirte que tú trabajo dejó mucho que desear, no puedo creer que ella haya tenido que ayudarte." La rubia tomo la mano de Eunha dándole un suave apretón. "Fue un lindo gesto de tu parte, querida."

"¿De qué está hablando? Yo no trabajo aquí." Miro hacia Christopher tratando de buscar ayuda de alguna forma.

"Soojung, Minho no es mi sirviente o algo así, es mi secretario." Salvó el alfa menor, todos en la mesa soltaron un jadeo sorprendidos.

"¿Acaso tú alfa te deja trabajar?" Esta vez fue Miyoung quién interrumpió.

"Bueno, de seguro no tiene uno ni lo tendrá, Young." Y otra vez, estaba ahí la estúpida voz chillona. Ahora entendía porque Eunha era tan insoportable a veces.

"Mamá, Soojung, basta ya." Christopher no levantó la voz, pero fue suficientemente firme para evitar cualquier otro comentario por lo menos en la cena.

Con incomodidad terminaron la comida y el postre que los Jung llevaron a la casa, incluso comieron el postre que la familia de Christopher llevo, sin embargo, lo que Minho preparó seguía intacto, hicieron la cuenta regresiva, la familia se abrazó fuertemente mientras Lee solo sostuvo al niño contra su cuerpo y Bang le daba un corto abrazo.

Más tarde mientras jugaba con Jungwon también descubrió por qué Eunha era tan desquiciante. No la juzgaba ahora que veía la insoportable madre que tenia.

"Miyoung, no deberías permitir que Christopher trabaje con él, dios mío, es rarísimo." Y ahí estaba, la insoportable voz de Soojung.

"Yo no le veo lo malo, Soo. Es solo trabajo." Ante la defensa se atrevió a sonreír un poco.

"Pero no le dará buena imagen, además es muy extraño. No va a llegar a ningún lado. Tú también deberías hacer algo, Changmin."

"Christopher es un adulto, Soojung, ya sabe lo que hace." La repuesta que le dió, la hizo chasquear más que inconforme.

"Deberían tener mucho cuidado, ni siquiera deberían dejar que el niño le hable o algo así, no vaya a ser que le meta alguna mala idea o le quiera hacer algo malo, pobrecito de mi nieto." Negó con la cabeza.

"Ya le he dicho a Christopher que no me parece bien, mamá, pero no entiende." Está vez fue la voz de Eunha, aquello definitivamente lo hizo enojar.

"Tu haces bien, no dejes que tu hijo conviva con él, capaz y le puede hacer algo malo, no, no, no." Casi lloró Soo. "¡Jungwon! Ven aquí, querido."

"¡Pero abue...!" Se quejó él menor haciendo pequeños pucheros.

"Ve con ella, pequeño, ahora seguimos jugando." Dejo un beso en su frente antes de levantarse del suelo e ir a buscar a Christopher, eso no se iba a quedar así.

〔🥢〕

"Tenemos que hablar." Murmuró apenas lo encontró en el patio de la gran casa.

"¿Qué pasa?" El alfa se giró hacia él con el ceño fruncido.

"Debes parar a tu jodida familia o voy a hacer un escándalo aquí mismo, Christopher. Me tienen harto, hablan de mi como si no estuviera ahí y no lo voy a permitir." Se cruzó de brazos claramente molesto.

"No les hagas caso, Honnie, solo debes ignorarlos." Se encogió de hombros restándole importancia.

"¿Perdón?" Se rió sarcástico. "Si no los paras tú, lo haré yo. Un comentario más y voy a mandarlos a la mierda a todos, tú incluido." Gruñó dando media vuelta para volver dentro de la casa. Definitivamente esa no era la respuesta que esperaba, sin embargo, cuando escucho los pasos detrás de él supo que había ganado.

Otra vez.

〔🥢〕

Fue cercano a las 2:00 AM cuando la bomba explotó, Miyoung y Donghae ya se habían marchado por lo que solo quedaba la familia de Eunha, ¿pueden adivinar quién fue la culpable del caos? Así es, Jung Soojung y sus comentarios fuera de lugar.

"Niño." Llamó la mujer, Minho no presto atención. "Oye niño." Volvió a llamar, pero el omega siguió ignorandola, se limitó solamente a mirar a Christopher quién no prestaba atención. "Minhyuk o como sea que te llames, te estoy hablando." Entonces sí el castaño se giró hacia ella.

"Soy Minho." Corrigió con el ceño fruncido.

"Lo que sea, ya que estás sin hacer nada ¿Podrías traerme otra copa de vino?" Le extendió la copa vacía con una mueca burlona en el rostro.

"Pues usted tampoco está haciendo la gran cosa así que perfectamente puede levantarse, invalida no está." Contesto haciendo que todos en la sala jadearan, está vez Christopher sí lo miro.

"¡Qué grosero eres!" Exclamó ella ofendida. "Eunha, dios mío, ¿Qué tipo de sirvienta contrataste?"

"¡No soy una sirvienta!" Se levantó de su lugar.

"¡Minho! ¿Eres un omega maleducado o qué te pasa?" Gimió Eunha casi tan indignada como Soojung. "¿Te invito a mi casa y así me pagas?"

"Tampoco sé que esperaba de un omega como él." El tono despectivo que utilizo la rubia mayor hizo que Minho se avalanzara hacia ella, gracias al cielo Christopher alcanzo a tomarlo de los hombros.

"¡Basta ya!" Gruñó haciendo que los tres omegas se callaran. "Soojung, Minho no es una sirvienta, es un amigo cercano a la familia, muy educado, con muchísimos valores y es cierto lo que ha dicho, puedes servirte tu sola." Las otras dos omegas abrieron la boca totalmente irritadas y sorprendidas.

"¡Christopher!" Boqueo Eunha sin saber que decir. "Somos tu familia, soy tu esposa, tú... ¡Tú deberías apoyarme!"

"Aunque seas mi esposa, Eunha, no voy a permitir que seas una maleducada con los invitados." Aunque el alfa no levantaba la voz el tono era muy firme.

"¡No puedo creer que defiendas a un omega ajeno que a mí!" La omega mayor fingió querer llorar.

"Aquí no voy a permitir faltas de respeto y si no te gusta, puedes marcharte con toda tu familia."

Minutos más tarde cuando Christopher no pareció cambiar de opinión, los Jung salieron de la casa acompañados por su única hija.

Bang tropezó dispuesto a dar unos pasos para tratar de aclarar la situación con su esposa, sin embargo, la mano de Minho le tomo del brazo y lo mantuvo anclado a su lugar.

Si Eunha tenía la esperanza de ser seguida por Christopher, se rompió cuando volteo atrás y lo vio simplemente parado a lado del omega que acababa de echarla de su propia casa. Así como la esperanza se fracturó, lo hicieron muchas cosas más dentro de ella.

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