⨳aniversario
Todos hablan de la calma que se viene después de la tormenta, pero absolutamente nadie habla de la tormenta que se viene después de la calma y todo lo que arrastra con ella.
El tiempo se pasa volando y la situación no mejora, al contrario la relación se agota, se desvanece y escapa de sus manos tan rápido como el agua.
Los últimos meses han sido difíciles para todos. Eunha vive atormentandose pensando en qué hace Christopher cuando no está con ella, si está con alguien más, si de verdad va al trabajo, si todo el tiempo tiene a la amante con él, está tan insegura de todo lo que Christopher hace que ha preferido disminuir sus jornadas de trabajo para pasar más tiempo juntos. Trata de recuperar su matrimonio, su amor, su estabilidad. Está averiguando quién es esa que quiere quitarle todo y por qué lo hace, sin embargo, cada que siente que está cerca de algo pareciera que todo se esfuma y todo deja de cuadrar. Agradece tanto tener a Minho como aliado para informarle cuando Christopher va o viene a la empresa si ella lo pregunta, se siente un poco en deuda porque aquel lindo omega la está ayudando.
Minho está cansado, no quiere ser más el otro, sabe que merece mucho más que eso, sabe que puede conseguirlo. Merece tranquilidad, alguien que lo ame y no le tenga un límite. Merece a alguien que pueda salir a donde sea a cualquier hora del día y no solo cuando su esposa no esté detrás, merece la atención todo el tiempo y no solo cuando se pueda. Merece a alguien como Felix.
Alguien honesto, atento, alguien que lo dé todo por él como el alfa rubio ha demostrado que puede hacer. Alguien que pueda verlo todos los días y no solo cuando tiene ganas o cuando no tiene problemas, alguien quien no le pida que no lo toque frente a ciertas personas porque puede ser riesgoso o que no quiera ir a algunos lugares por miedo a ser visto con él. Sabe que merece mucho más de lo que Christopher le está dando, pero no sabe si puede dejarlo.
Es consiente de a dónde se iba a meter cuando se cruza con casados, siempre lo había tenido muy claro, pero con el alfa rizado es diferente, aunque lo intente no puede dejarlo, no puede no importarle y se odia. Se odia porque ese es el karma del que la gente le hablaba por estar metiéndose donde no debía.
Christopher por su lado está tratando de sobrellevar las cosas. Eunha ya no pelea tanto, pero todo el tiempo quiere estar cerca, incluso si ya le ha hecho una ligera mención del divorcio la mujer simplemente ignora el tema y sigue con su vida como si el alfa no mencionara nada, lo cual le molesta.
Lo hace enojar el hecho de que Eunha está pensando solo en ella y no piensa en Jungwon o en él, incluso ha hablado con sus padres para que traten de convencerlo de que el divorcio no es una opción porque el matrimonio es para toda la vida, han intentado de todo pero está sumamente seguro de que Minho es la persona correcta y sabe que Lee también lo siente, lo deja ver con acciones y con la insistencia que tiene para que se divorcie.
Si es honesto al principio estaba un poco asustado, sus padres siempre le enseñaron que casarse con alguien es eterno, hasta que la muerte los separe e incluso después de eso. Le enseñaron que tener una familia era lo mejor del mundo y también le enseñaron lo que era normal. Incluso recuerda algún comentario sobre que nunca le perdonaría un divorcio, algún desfiguro social o el que saliera con un chico. Su padre, siendo un político tan importante y dueño de universidades que profesaban la religión hasta donde no, no podía darse el lujo de que su único hijo le hiciera quedar mal. Así que no sabe que hacer.
Su instinto, su alfa interno le ruega para estar con Minho. Se muere por dormir y amanecer con él más allá de un día cada cierto tiempo, compartir todas sus tardes, tenerlo todo con él. Sin embargo después está su lógica y su moral, esas que le dicen que tiene todo lo que algún día le enseñaron correcto, que tiene una esposa, un hijo, una vida ya hecha, algo que le dice que no puede desbaratar todo por una persona mucho más joven que él. Así que sí, no sabe que hacer y es jodido.
Aquel día es 23 de Mayo, ¿Y saben que se festeja? Así es, Eunha y Christopher cumplían 14 años juntos.
La omega había decidido que era una fecha súper especial por lo que había que festejarlo. Su alfa no podría olvidar una fecha tan importante, ¿verdad?
Organizó todo, desde una comida familiar hasta una cena en un restaurante carísimo que recién había inagurado unos días antes, incluso se había tomado la libertad de planear un viaje con el alfa a una pequeña playa cercana en donde pasarían el fin de semana. Quería lucirse y tratar de revivir esa chispa que sabía que aún existía entre ellos, así tal vez podría lograr ahora sí que el alfa la marcara. Si tuviera la mordida nada de eso estaría pasando, estaba segura, así que necesitaba esa marca sí o sí lo antes posible.
Para su desgracia, esa tarde Christopher no llegó a comer.
No contesto los mensajes, las llamadas, ni llegó a cenar, no dió ni una señal de vida hasta el día siguiente.
〔🥢〕
Minho no era tonto.
Sabía la vida de Christopher de pies a cabeza así que era claramente conocedor de lo "especial" que era ese día para el alfa y su esposa, incluso sabía todos los planes de la omega porque se los había dicho, de hecho, había sido idea suya la cena y sin quererlo había propuesto unas vacaciones.
¿Quién lo diría? Un amante aconsejando sobre amor a la esposa del infiel.
Sabía que aquel día iba a ser una reconciliación, sin embargo no iba a permitir que eso sucediera.
Apenas había llegado la hora de comida le suplicó al alfa por ir a comer a cualquier lugar lo más lejos posible de su casa. Y él, ingenuo de los planes de Lee había accedido.
"Quiero que hoy sea un día para nosotros, por favor." Murmuró cerca del cuello del mayor.
"Mmm, ¿Hoy?" Ladeó ligeramente la cabeza permitiéndole tener más acceso, ignorando por completo todos los papeles sobre el escritorio.
"Sí, hoy. Estoy cansado de tenerte solo para mí los sábados. Te quiero hoy conmigo, solo nosotros dos." Había algo en como Minho pedía las cosas que Christopher simplemente no podía decirle que no, por más que lo intentara.
"Está bien, ¿qué quieres que hagamos?" En cuanto tuvo lo que quería Lee se sentó en su regazo.
"Quiero que vayamos a comer." Dejó un beso corto sobre los labios del alfa. "Descubrí que hay un restaurante súper bonito a las afuera de la ciudad que vende mariscos y tengo mucho antojo." Hizo un pequeño puchero que derritió al alfa.
"Está bien, te llevaré a dónde me digas." Los dos se levantaron de la silla y salieron de las oficinas tomados de las manos.
〔🥢〕
No sabe cómo (o tal vez sí y no lo quiere admitir) pero Minho ha logrado convencerlo de apagar su celular y viajar a un par de horas hasta Busan, un hermoso lugar a la costa sur de Corea y dónde ninguno de los dos había estado antes.
Apenas la arena toca los pies descalzos de Minho brinca como un niño pequeño por el lugar hasta colgarse del cuello del alfa y llenarlo de besos.
"Gracias por traerme, alfa." Murmuró suave apenas los brazos del mayor lo rodearon.
"Haría cualquier cosa por ti, bebé." Besó la piel nivea del hombro de Minho.
Los dos estaban de pie a la orilla del mar con el agua arriba de los tobillos, el sol se estaba ocultando detrás del mar cristalino e incluso así parecía destellar en la piel del omega, el aire les daba en el rostro, pero no importaba. No cuando estaban teniendo una excelente vista, cuando Christopher lo sostenía por la cintura con el pecho pegado a su espalda y mucho menos cuando Minho se sentía tan protegido entre los brazos de su alfa.
"Chris..." La voz era melosa y lenta, era el tono perfecto que siempre adormecía a Bang.
"¿Qué pasa, mi amor?" Despacio lo giró entre sus brazos hasta tenerlo de frente, inmediatamente los brazos del omega le rodearon el cuello.
"Yo..." Se mordió los labios dudoso de lo que iba a decir. "Te amo... de verdad te amo."
Aunque Christopher no comprendió realmente lo que aquello significaba para él, lo besó.
Lo besó lento, sin prisas, con todo el tiempo del mundo libre solo para ellos.
Más tarde decidieron quedarse en un hotel cerca de la costa porque Lee quería ver el amanecer en el mar y tal vez, porque Christopher no quería regresar a su hogar, aquel que hace mucho había dejado de sentirse como uno.
〔🥢〕
Cuando el hombre de mayor cruzo la puerta de su casa el 24 a las seis de la tarde no esperaba todo lo que se encontró.
Eunha estaba sentada en el sofá, tenía el rostro rojo e hinchado donde claramente había llorado durante varias horas. Llevaba el cabello amarrado en un desordenado moño y todavía estaba en pijama. Lucía... Diferente.
A su lado estaba Miyoung y Changmin Bang, sus padres, y para colmo Soojung. La omega castaña la sostenía entre sus brazos mientras le dirigía una mirada poco aprobatoria, Soojung sostenía una de las manos de su hija en apoyo; su padre, por su lado se mantenía quieto en su lugar, sin embargo, la expresión en su rostro no era muy diferente a la de Miyoung, incluso parecía más molesto que las otras dos mujeres.
"¿Dónde demonios estabas, Christopher?" La voz grave de su padre lo hizo sentirse como cuando era niño y recibía un regaño.
Internamente se cuestiono hasta que día dejaría de tenerle miedo.
"Yo... Tuve que salir de la ciudad." Admitió ocultando parte de la información.
"¡No mientas!" Eunha saltó en su lugar para ponerse de pie. "¡Diles dónde estabas! ¡Diles que tienes otra!" Y como si no hubiera sido suficiente el llanto que ya había derramado, volvió a llorar.
"Eunha, por dios..." Balbuceo sin estar seguro de qué decir. "No sabes de lo que hablas..."
"¡No les mientas! Ya les he dicho todo, no me das más alternativa, Christopher." Al igual que un menor miro a su madre en busca de ayuda, sin embargo, ella ni siquiera lo miro.
"Estás mal, Eunha, no sé de qué me estás hablando, ya me tienes cansado con tus celos." Mintió dejando sus llaves sobre la mesa en un intento de no verse tan nervioso. Podía mentirle a su esposa, incluso a su suegra, ¿pero a sus padres? Jamás. Lo conocían demasiado bien.
"Eres un desgraciado." Ella sorbio limpiando una vez más sus mejillas. "Un mentiroso, un mal alfa..." Se dejó caer de nuevo en el sillón entre las dos omegas mayores.
"Mamá... Papá..." Los miro a los dos alternativamente. "Gracias por venir y preocuparse, pero no hace falta que estén aquí, Soojung... Lamento mucho que hayan venido hasta aquí."
"No me voy a ir de aquí, Christopher, no hasta que nos aclares que está pasando." Esta vez fue la rubia mayor quien intervino. "¡Mira a mi hija! Estás acabando con ella y queremos claramente una explicación."
"Mira, Soojung, no quiero ser grosero, pero lo que pase entre ella y yo, nos corresponde a nosotros. El matrimonio fue entre ella y yo, así que les voy a agradecer que no se metan." Trato de sonar lo más firme posible aun si le ponía de nervios que su padre solo estaba ahí, mirándolo sin decir nada.
"¡Christopher! ¡No sé qué te está pasando! Te has vuelto un alfa sumamente grosero." Salto a defender Miyoung.
"Mamá, por favor. Así como yo no me meto en su matrimonio, no se metan en el mío." Se relamio los labios antes de volver a hablar. "Ahora, les agradecería si me dejan hablar solo con mi esposa."
"Miyoung, Soojung, vámonos." Bang Changmin se levantó del sofá dejando el vaso en la mesa de centro. "Nuestros hijos tienen mucho que arreglar."
"P-pero Chang..." Balbuceo la omega rubia sin ninguna intención de alejarse de su hija, quién seguía hipando entre sus brazos.
"Soojung, por favor. Son adultos y necesitan hablarlo, si ocurre algo nos avisarán." En silencio, Miyoung salió de la casa sin atreverse a llevarle la contraria a su esposo, segundos más tarde la madre de Eunha la siguió después de despedirse de ella. "Nos vemos después, muchachos, arreglen sus problemas, no por ustedes si no por Jungwon, ese niño se merece un hogar." Camino hasta Christopher para despedirse de él. "Sea lo que sea que estás haciendo, espero que esa por quién estés desbaratando todo valga la pena."
Fue un murmullo muy bajo, sin embargo, el mensaje se grabó en lo más profundo del alfa joven.
〔🥢〕
Minho estaba muy, muy perdido.
No sabía en qué momento había pasado de ser un juego o puro interés a algo más. Necesitaba un respiro lo antes posible pero no podía.
Su ser, su omega, todo en él ansiaba cada día más tener más de Christopher. Ansiaba despertar con él, dormir con él, salir a cualquier lado, tomar su mano, recibir sus mimos, tenerlo todo el día cerca de él rodeándolo entre sus brazos.
Ansiaba significar para el alfa lo mismo que significaba Christopher para él.
Han pasado un par de días desde que regresaron de su mini viaje a la playa y está molesto, solo un poco.... Bueno no, si es honesto está muy molesto porque Christopher ni siquiera le ha puesto atención.
Así que sí, está muy molesto e irritado porque el alfa no le habla si no es para algo de trabajo aún si está poniendo de su parte para hacer que funcione y obtener un poco de atención.
Está tan perdido en su mundo en tratar de buscar alguna nueva alternativa para obtener la atención del alfa que no escucha los tacones furiosos que resonaron hasta que tuvo a Eunha frente a él.
"Hola, Eunha. ¿En qué te puedo ayudar hoy?" Le sonrió tratando de mantener un gesto amable.
"Fui una tonta. Una completa tonta, ingenua y estúpida." El rostro de la mujer está ligeramente rojo y Minho no puede deducir si es porque ha llorado o está muy molesta.
"¿Qué sucede ahora, querida?" Ahora sí que eso tiene toda su atención.
"Todo este tiempo lo tuve en mis ojos y estaba cegada..." El hecho de que Lee pareciera entretenido con lo que le decía la hizo molestar más. "Fui una estúpida... Pero tú, tú eres todavía peor, Minho. Lo sé todo, sé que eres tú el amante de Christopher."
⨳
al fin dejó de ser ciega, eunha te quiero lo juro
actu después de que mi dedo ya esté mejor, creo que terminaré amantes de primera, las actus serán más constantes en lo que pueda ^^
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