1O4
Al llegar a la sala, ambos mayores vieron a Felix acostado en el sillón.
Al parecer, estaba dormido.
Felix duerme tranquilo.
Felix está tranquilo.
—Vamos —Habló el padre acercándose a Felix.
Lo abrazó y lo separó del sillón para luego caminar a la puerta.
—Vamos chico —Dijo llamándolo.
Chan asintió y salieron de la casa.
Se acercaron al auto, y el pelinegro trató de sacar sus llaves, pero no podía con Felix encima.
—Chico, ¿Puedes sostener a Felix? —Preguntó volteando a ver a Chan.
—Claro —Respondió Chan.
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