Chan adoraba estar así con Su Lixie, abrazado a el, sintiendo el calor que el pecho del menor le proporcionaba.

Respiro profundo y luego se separó lentamente de Felix.

Se acostó a su lado, lo miraba atento, apreciando su hermoso rostro.

—Mi Lixie, tú eres tan hermosamente perfecto —acercó su mano a la cabeza del rubio y empezó a acariciar sus cabellos con lentitud.

Felix se removió levemente y trato de abrir sus ojos, todo negro.

—Oh... No... —dijo Felix medio dormido, Felix sabía que Ese chico estaba con el otra vez.

—Lixie, despertaste.