Galaxia ya estando a unos metros de llegar a la cabaña. Recordaba un poco de su conversatorio con el santo dorado de libra. Acerca de los caballeros de atenea, la misma diosa atenea y los demás dioses, ha sido una retroalimentación muy útil para ella conocer más de lo que la rodea en su círculo. Además de recordar su pequeño encuentro con el caballero, no encuentra motivo para explicar cierta emoción en verlo. Aquellos sentimientos la hacen sentir rara.

—¿por fin encontraste la respuesta? —La guerrera reconoció aquella voz —, ¿Dónde nacen las estrellas?

La guerrera detuvo el paso, pudo sentir la presencia de ese ser que la habló la primera vez. Aquel mago apareció no muy lejos de la cabaña, y no fue inevitable voltear a donde se encuentra este misterioso hechicero.

—¿el lugar donde nacen las estrellas? —galaxia sigue sin entender.

—la respuesta siempre estuvo ahí.

—¿Dónde estuvo siempre?

Entonces, su mente recordó a la conversación con caballero.

-—la creación de la primordial Éter, nosotros somos las estrellas, y el lugar donde nacen... es el centro de la galaxia.

-—en la estrella sagitarius cero -concluyó Wiseman.

- —¿y eso que tiene que ver con tu propuesta? -—recuerda galaxia al mago.

-—el secreto para alcanzar tu mayor potencial.

El mago pone sus manos en la esfera que siempre lleva consigo.

-—si aceptas mi propuesta, tu propósito será sublime.

La esfera empieza a brillar con intensidad. Cegando la vista de galaxia, pese su intento de taparse con la mano, y al abrir de sus ojos. Ella no estaba en la cabaña sino en el espacio.

-— ¿dónde estoy? —-se preguntó, cuándo al notar que estaba transformada en sailor guardian.

La voz de Wiseman retumba en sus tímpanos.

-—yo te puedo guiar al centro de la galaxia.

Su cuerpo se mueve solo, hasta ver una montón de estrellas, como un espiral en medio del espacio, en ella, hay un palacio.

-—Con mi ayuda, puedo convertirte en la reina del universo -—anunció el mago —-, no solamente podrás crear un nuevo orden, donde todo el universo sabrá de tu enorme valor que tienes y aportas a todos.

Estas palabras retumban en la guerrera, ¿ella puede provocar un cambio?

-—Ayudarás a ser la luz para otras guardianas que son como tú, yo te guiaré a alcanzar este propósito -—una mano huesuda señala temblorosamente a la guerrera —-, el cristal Lazurita o tu zafiro, es el cristal más poderoso que he visto después de otro.

Este último lo susurró.

— ¿Qué dijiste sobre mi cristal? —preguntó intrigada la guerrera.

—¿el cristal zafiro o mejor dicho Lazurita? —La guerrera le confirma -—, mi querida Sailor galaxia, entre tantas guardianas que he conocido en mis viajes...

El mago hizo una breve pausa, alimentando más la intrigada guerrera.

-eres la primera y posiblemente la única guardiana en poseer un cristal tan poderoso y que al mismo tiempo puede desbordar destrucción —refiriéndose a la destrucción del planeta Lazurita —-, ¿no estoy equivocado verdad?

Estas últimas oraciones, dejó a la guerrera con el ceño fruncido, en algo tiene razón el mago encapuchado, su poder otorgado por su cristal pudo ser capaz de destruir a su propio planeta fácilmente.

Eso quiere decir, que en sus venas corren un poder poderosamente amenazador, con esta conclusión, se limitó a asentir con afirmación ante la proposición del mago.

-— Si ya poseo un poder abrumador, gracias a mi cristal —-balbuceo pensativa —-, ¿aun soy capaz de volverme más poderosa?
El mago asintió.

—eso es todo lo que podrías lograr —señaló —, y con ello, conseguir más, solo si aceptas mi ayuda.

—suena tentador.

—y el tiempo anda corriendo.
-— ¿debo darte muy pronto la respuesta definitiva?

—Así es Sailor galaxia, no a cualquiera le doy esta oferta muy atrevida por mi parte —anunció el mago —, mi propuesta hará que todo el universo sepa de ti, como la gobernante absoluto de este universo infinito.

—Tienes razón —-afirmó ahora una Sailor galaxia con arrogancia -—, es tan atrevida la oferta, que no es para cualquiera.

concluyo con una soberbia sonrisa.

-—además de tener a la mejor candidata para esta oferta.

-—Bien, la próxima vez que aparezcas Wiseman —-comenta la guerrera —-, tendrás mi respuesta definitiva.

-—la estaré esperando.

Y con ello, galaxia despierta de golpe en la cama dentro de la cabaña, su corazón palpita rápidamente una vez más, de ello, no puede evitar jadear un poco ante la abrumada ola de información de la propuesta.

¿Es lo que ella realmente quiere? Se cuestionó en sus pensamientos.

Estando en la cama, tratando de calmar su respiración hasta por fin regularlo, sus ojos miro a sus manos temblorosas, en ellas la sangre y en sus venas un poderoso recorre en ella.

Apenas puede creerlo, ¿esa era una bendición o una perdición? Quizás es lo de menos que se puede preocupar por parte de la Sailor guardian. Al final dio un suspiro profundo, se recostó de nuevo en la cama, iba a dormir más.

En alguna parte del universo, el misterioso encapuchado, Wiseman, acostado en el suelo con piernas cruzadas, mientras su espalda se recuesta en la pared. Reconoce bien la manipulación que le hace a quien se acerque a oírlo, ya sea en busca de la fortuna, saber de su futuro, después de toda esa es la fachada del mago (mejor dicho su coartada).

Lo que nadie conoce del encapuchado, el mago es un fiel sirviente de un ser superior que gobierna las sombras de cada rincón del universo, gracias a ese místico ser, tiene el poder de ver el pasado, presente y futuro de cada ser existente del universo. Gracias a la esfera que se le fue otorgada por su lealtad.

-Aunque pueda ver todo lo que ocurre en cada segundo, los que aún no nacen, no se puede encontrar el paradero -murmuró el mago observando su esfera.

Desde milenios ha buscado algún rastro del primer cristal más poderoso y puro en luz que haya existido en todo la vía láctea, el cristal de plata. Aquel cristal con un brillo precioso, tan añorado que desapareció tras la caída del milenio de plata.

Los seres de la luna, una civilización conocida como "los hijos de Selene" terminaron despareciendo junto a su última reina.

Con ello el cristal de plata se perdió, junto a su civilización, desde entonces, Wiseman ha buscado estos últimos siglos algún rastro de este místico objeto, pero parece haberse esfumado de la existencia o mejor dicho, bajo su hipótesis, quizás exista una posibilidad que renazca el cristal de plata.

-—después de todo, el cristal lazurita es rara e única como el cristal de plata -—murmuró consigo mismo.

Son poderosamente únicas, pero la diferencia más notoria, uno transmite una luz pura, como cierta diosa primordial, mientras que el otro cristal es capaz de destruir cualquier cosa existente en el universo.

-—Si ambas portadoras de dichos cristales respectivos se llegaran a conocer en un futuro lejano...—susurró Wiseman.

Mirando la esfera que está en sus manos, como si hallara algo para sustentar tal planteamiento dentro de la mente del mago.

—¿eso significaría el final de los tiempos?

Por muy simplemente que fuese su vaga pregunta, le causaba cierta incertidumbre a ese futuro.

-hasta le crueldad y el suave resplandor tan gentil, pueden llegar a ser demasiado deslumbrante...

Ante una inevitable batalla.