════════ DOKHO ════════

Han pasado pocos días desde que llegue al norte, y en ya perdí a la dueña del gran cosmos que se encuentra en este lugar, sin embargo, mis descuidos hicieron perderlas aquella noche en el bar. Aunque fue un mal comienzo, ya conocía mejor la apariencia de este individuo desconocido. Ahora que lo pienso, esta mujer misteriosa sabe ocultar bien su cosmos, siendo difícilmente rastrearla por el pueblo, pero eso no significaba que no siga buscándola.

-— ¿estás diciendo que ya la viste? -—Preguntó la casera a mí -, estoy sorprendida lo rápido que la hayas encontrado. -expresó la mujer con incredulidad mientras deja el almuerzo qué preparado, en la mesa.

-—Ni yo mismo me lo creo -—dije —-, pero, no la he visto desde ese entonces.

-—Suena terrible -—dijo ella con tono de preocupación —-, ¿en verdad crees que esa mujer sea un peligro?

Negué con la cabeza, mientras agarro los palillos y agarro uno de los dumplings rellenos de cerdo que hizo la dueña de la posada.

-—Parece que aún desconoces las motivaciones de ella -la dueña se sienta en una silla, en la mesa donde yo estoy —-, sin embargo, parece ser una mujer pacífica y que odia estar rodeada de mucha gente.

No respondo rápido, estoy disfrutando de los ricos dumplings que preparó la dueña de la posada, después masticar los primeros, por fin decido responder a las dudas de la anfitriona:

-—no puedo juzgar a alguien que aún no lo conozco del todo -expresé —-, cuando sepa mejor de ella, sabré que hacer -—hablé con seriedad -, por cierto, sus dumplings son riquísimos -sonríe a la dueña y ella soltó una enorme sonrisa,

-—Tienes razón —-la señora sonrió al oírlo lo último -, también me alegra saber que te gusten, como no hay tantos viajantes, rara vez cocino para uno.

-—Sin embargo, haces una comida deliciosa, la cena de ayer también fue muy buena -—expresó con elogios.

La señora sonrió, soltando una risita y esto me hizo unirme a ella. Alegrando aún más a la dueña.

-—Bueno, te dejare comer —-ella se levanta de la silla -—, que tengas un buen provecho.

Con ello, ella se despidió, hice lo mismo y proseguí a terminar de comerme los ricos dumplings que hacen faltan. Siendo realmente un manjar cada uno y la exquisita carne del relleno. Disfrute de mi pequeño festín hasta que logré dejar vacío el plato.

Decidí levantarme de la mesa, y con el plato en la mano lo lleve donde creo que es la cocina, ahí vi a la anfitriona de la posada preparando lo que es la cena. Ya que se encuentra peleando lo que es una zanahoria, parece que ella se percató de mi presencia tan pronto llegue. Ya que volteo a verme con una expresión algo sorprendida.

—- ¿ya terminaste los dumplings? —-Quedó ciertamente sorprendida -, me sorprendes caballero, pero ¿Qué te trae a la cocina?

Solté unas carcajadas, aun sonriendo, antes de responderle.

-—Seria de mala educación dejar los trastes en la mesa -me adentro un poco más a la cocina -—, así que, preferí dejarlo yo mismo.

-— Puedes dejarlo cerca —-señala a la mesa —-, por cierto ¿vas a cenar a fuera?

-—Quedaré a cenar en la posada, después saldré para seguir en mi búsqueda -—respondí a la señora —-, también puedo ayudarle a cocinar y limpiar los trastes por mientras.

—no es necesario.

—Por favor, yo insisto -—hablé -—, me gustaría ayudarla a preparar la cena por hoy.

La dueña de la posada parece pensarlo bien, al final, ella me deja que lo ayude a limpiar los platos y cortar algunas verduras para una sopa y guiso. Así me permite tener la mente ocupada, con el olor de los alimentos cocinándose, y el vapor. Como no pensar en la riquísima comida de esa persona que tanto aprecias. De verdad apreciaba la hospitalidad de la dueña de la posada.

Con el paso de las horas, fue llegando la tarde y en ella el atardecer, donde la noche se levanta con la luna, así la brisa fría del manto nocturno estrellado. Fue tan agradable conversar con más palabras con la anfitriona de la posada durante la cena, conociéndola un poco más, y disfrutar de la buena cena que hay en la mesa.

Casi por poco olvidando la patrulla que llevaría a cabo esa noche. Si no fuera por ella, habría ido a dormir después de haber comido.

Después de la cena, y descansar brevemente, porte mi armadura dorada y por fin salgo de la posada, aquella noche alumbrada por el satélite de la tierra, me centro en caminar en los últimos senderos que estén conectados al pueblo. Estos últimos días pudo entender que esta mujer es de frecuentar en los bares por las noches y que casi nunca sale por el día. Probablemente viva a las afueras del pueblo ¿exactamente a dónde?

Mientras más caminaba Dokho, no lograba hallar pista alguna de la misteriosa mujer, parece que esta noche no se ha acercado a ningún bar del pueblo. Iba a disponer a suspender su búsqueda hasta que, logra oír no muy lejos la voz de varios hombres hablando con una mujer.

-— ¿Por qué me rechazas mujer ingrata? —Dijo uno de los hombres —, ya entiendo porque noqueas a cualquier hombre que se te acerca.

—Pero esta noche pagaras por levantar la mano a tu marido —-otro hombre del grupo se crujió los dedos -—, no dejas de ser una mujer descarada.

La mujer soltó una carcajada, galaxia miró con arrogancia a ellos.

-— ¿de verdad creen poder hacerlo? —-les preguntó

-—eres una mujer bien descarada y demasiado confiada -dijo una de ellos gélido -—, hay que enseñarte a bajarse de esa fantasía.

—- ¿de verdad? -galaxia arqueo una ceja ante de seguir con un semblante serio —-, si son tan hombres ¡Demuéstramelo!

Uno de ellos gruño y sin miedo lanzó el primer puñetazo al humanoide, el cual ella esquiva fácilmente, así mismo prosigue la serie de puñetazos seguidos lanzados de un hombre furioso. Mientras tanto la mujer de larga cabellera parecía disfrutarlo y sonríe con malicia.

-—Eres patético -—expresó ella.

De un momento a otro desapareció de la vista de aquel hombre, dejándolo desconcertado, hasta que sintió como un fuerte empujón por la espalda lo hace caer abruptamente al suelo de cara, golpeando todo el cuerpo contra el suelo. Golpeándose la cabeza y cada extremidad con la caída. Cayendo inconscientemente al suelo.

-— ¿Quién de ustedes sigue? -—preguntó con burla.

Ellos dos se encuentra muy molestos, por ello no dudaron en lanzarse en grupo contra ella, esto provocó que ella arqueara la ceja ante lo nuevo, pero que al mismo tiempo le atentaba. Esos dos hombres se llevaron la sorpresa como ambos brazos de la mujer agarra con facilidad sus cuellos y de un momento a otro estaban flotando sobre el aire.

-— ¿Quién eres? ¡Tú no eres una humana cualquiera! —-exclamó uno de ellos horrorizado.

-—Antes babean, y juraron buscar venganza -argumento con burla -—ahora... ¿me tienen miedo? -alzó una ceja sin dejar de sonreír con burla.

-— ¡Respondámonos! ¿Acaso eres un demonio disfrazado de mujer?

-—ustedes me llaman demonio, ni siquiera estoy cerca o quizás... ¡sea peor que el mismo diablo!

Galaxia los avientan en el aire, y sin pensarlo lanza a ambos un puñetazo en el abdomen dejándolos sin aire, cayendo al suelo adoloridos de dolor y retorciendo en el suelo frio.

La mujer humanoide levitaba no muy alto del suelo, y cuando creía que estaba sola, pudo sentir una fuerte energía poderosa detrás de ella, provocando que ella frunza el ceño ante el posible peligro.

-— ¿Quién eres?

-— ¿no debería hacerte la misma pregunta? -—galaxia reconoció la voz calmada de un hombre.

-— ¿es realmente importante?

-—Supongo que tendrás una explicación para justificar tu gran fuerza -—aunque su voz suena serena, también trasmite seriedad -—, teniendo un cosmos tan peligrosamente poderoso. Me hace cuestionar a que dios sirves.

Esto provoca que galaxia voltee y logra ver quién es el dueño de la voz, la mujer dejo más desconcierto ver a un hombre portando una armadura dorada (además que en esa armadura varias armas en ella) esto hizo fruncir más el ceño ante la pregunta.

-— ¿yo? ¿Servir a un dios? —-Dijo con ironía -—, apenas he sabido de su existencia en estos momentos, yo no sigo ni seguiré a ningún dios.

—¿no sigues a nadie? ¿Quién eres como para tener un cosmos de esa magnitud?

Galaxia con soberbia sonríe para el caballero dorado.

— ¿de verdad quieres saberlo?

—-tu enorme cosmos habla por ti, ¿Eres una amenazada para la tierra?

—- ¿soy un peligro para este planeta?

La mujer agarra su broche, y una luz dorada rodea a ella. Haciendo que Dokho retroceda y cierra ligeramente los ojos ante la intensidad de la luz. Poco a poco esa intensidad se reduce dejando ver a esta mujer, el cual portaba una armadura dorada (al mismo tiempo inusual) ahora el desconcertado es el caballero dorado de libra.

-— por la manera que lo dices, pareces venir de otro planeta.

Esto parece llenar el orgullo de la sailor guardian.

-— ¿quieres una demostración? No seré nada sencilla —-dijo con severidad.

Esto hizo sonreí al caballero de libra, mientras arqueaba una ceja por la curiosidad que se siente por la ahora guerrera.

-—si tú lo dices.

Sailor Galaxia, desaparece de la vista de Dokho, con ello y de la nada, el santo de la séptima esquiva lo que sería un puñetazo inicial por parte de la guerrera, seguido de una serie de golpes por parte de ella, del cual el chino esquivaba con facilidad, apenas moviéndose a la misma velocidad que ella. Esto parece llenar la frustración en ella, y en decisión propia de la guerrera, decide lanzar su primer ataque, dejando de lanzar de puñetazos, alzando la mano derecha al aire, concentrado su energía en forma de esfera, el cual brilla en un intenso dorado para luego exclamar con todas sus fuerzas:

- —¡Precipitación De Estrellas!

Sailor galaxia lanza la esfera, el cual deja de ser una esfera, sino se dispersan en dirección del santo dorado, de una fuerte y fugaz lluvia de estrellas llameantes vienen a su dirección, esto hace preparar el siguiente ataque de defensa ante este inusual ataque.
Posicionándose, alzando ambos brazos hacia adelante, en sus manos aparece una esfera de energía verde. Dokho no se queda atrás.

-— ¡Cien Dragones Supremos de Rozan!

Los ojos rojizos de la guerrera dejan al descubierto su impresión ante este "caballero" el cual dejo escapar con ese ataque de cien dragones volando en su dirección, donde la lluvia de estrellas y los dragones hacen colisión que al mismo tiempo creaba una esfera de energía a su alrededor, obligándola a ella y al caballero frenar esta enorme colisión de dos ataques fuertes.

En el proceso, poco a poco el casco o corona que lleva Sailor Galaxia, empieza a agrietarse ante la presión del ataque, donde al final se rompe por completo, dejando al descubierto su larguísima cabellera meneando ante el viento fuerte que se estaba produciendo.

Ambos personajes, frunce el ceño, y manteniendo el duelo hasta que por fin se rompe aquella esfera de energía, disolviéndose en el aire salvajemente. Dejando a ellos dos jadeando ante el subidón de adrenalina.

-—parece que dices la verdad. Es mi primera que veo un ataque así —-sin embargo, al caballero dorado le hizo recordar a su mejor amigo Shion -—, sin embargo, no puedo descartar mi incertidumbre.

El chino miró a la guerrera, aunque no lo admite frente a ella, se sorprendió ante tremenda cabellera larga que cae ya llegando al suelo, donde el color rojizo sangre, domina en la mayoría del cabello a excepción del cuero cabelludo o raíz, al ser amarillo.

Demostrado detrás del raro casco que llevaba, lo ya mencionado, deslumbrando mejor su belleza en la guerrera.

-— ¿Qué soy una enemiga? Depende como me veas -anunció con seriedad —-, llegue no hace mucho a este planeta, lo veía tan grande como a preguntarme de alguna defensa en ella. Parece que la tiene.

-— ¿no deberías afirmarlo? Tu presencia es alarmante para la seguridad de la tierra, pero me has confirmado que no eres de aquí, eso significa —-hace una breve pausa —-, que no eres humana, aunque tu fisiología dice lo contrario , tampoco una diosa. —-habla el caballero, al analizar mejor el cosmos de la guerrera, no encontró similitud al de un dios.

Mientras tanto, la guerrera parece pensarlo fríamente, parece analizar sobre el sujeto que tiene al frente, aún se encuentra debatiendo si atacar o tratar de conseguir información, después de todo, en ella despertó un interés sobre aquellos "dioses".

Después de todo lo que ha hecho en el pasado (aunque no tiene remordimientos) no era del todo malvada (por ahora)

-—Tienes razón, no vine a este planeta con un fin de destruirlo y por ello desconoce todo de este planeta —-afirmó la guerrera —-, y respondiendo a su pregunta inicial.

El santo dorado presta su total atención en ella. Sin dejar de observar a la rareza de belleza que tenía esta mujer misteriosa a punto de revelar su identidad. Su mente parece pensar en ella como una gema entre otras piedras preciosa. Como un... zafiro rojo.

Entonces Dokho se regaña a sí mismo por pensar tan imprudentemente sobre ella, entonces la guerrera por fin habla sobre ella, al menos un poco.

-—yo, soy una sailor guardian, Sailor Galaxia —-proclamó la guerrera, fijando su mirada en Dokho -—, ahora, quiero saber quién eres tú.

Dokho suelta un suspiro, justo antes de responder.

-—soy Dokho, Santo Dorado de Libra, caballero de Atenea.