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A Lalisa se le escapó de las manos toda esta situación de la mudanza, quedaba una semana para la graduación, lo que indicaba que tenía poco tiempo para contarle a Jennie. Sin embargo le preocupaba mucho que la coreana comenzara a sospechar que algo pasaba, porque antes ambas iban a la casa de la otra y ahora solo Lalisa iba a la de Jennie.
En defensa de la tailandesa, la mayoría de sus cosas estaban en cajas y bolsas, porque debía empacar todo con tiempo, sin embargo no podía dejar que Jennie viera eso sin saber lo que pasaba.
Suspiró, últimamente eso era lo que hacía todo el tiempo, porque estaba bastante tensa con todo esto, la mudanza era difícil, no recordaba lo horrible que era llenar cajas con sus cosas, tampoco ayudaba la carga sobre sus hombros que representaba contarle a Jennie lo que pasaba.
Lalisa bajó las escaleras hacia la cocina, se hizo un sandwich y se sentó a ver una película, de pronto su teléfono vibró, con Snooze de SZA sonando. La chica sonrió incluso antes de leer el nombre en la pantalla, porque sabía que solo a Jennie le había puesto ese tono de llamada y su justificación para esto era que solo su persona favorita podía hacer sonar a su canción favorita.
Contestó rápidamente ㅡ¡Hola Nini!ㅡ una boba sonrisa se plantó en su rostro, haciéndola olvidar su comida al lado de ella y a la película reproduciéndose de fondo.
Bambam y y Nicha entraron por la puerta y se burlaron de ella, imitándola, pues se encontraba sonriendo mientras jugaba con un mechón de su cabello. Lalisa les lanzó una almohada como advertencia, pero su expresión molesta por culpa de ellos cambió cuando oyó a su novia ㅡ¡Hola ratoncita! A que no adivinas qué estoy haciendoㅡ se escuchó del otro lado de la línea, lo suficientemente alto para que sus hermanos se rieran un poco.
Lalisa rodó los ojos ignorandolos ㅡMmm, no lo sé, ¿Estás comiendo?ㅡ mordió su sandwich, recordando su existencia, Jennie por su parte negó con un pequeño sonido ㅡEstoy en el centro comercial, vine a comprar algo de maquillaje para la graduación, mi delineador, rubor y bloqueador solar se acabaronㅡ su voz animada hizo sentir horrible a la tailandesa, quien dejó de comer por el nudo que se formó en su garganta de solo oír la palabra "graduación".
Sus dos hermanos la miraron curiosos, notando el cambio en su semblante, Lisa tragó en seco ㅡO-Oh, así que eso haces, ¿Has encontrado algo lindo?ㅡ su voz tembló un poco por la ansiedad, pero Jennie pareció no notarlo ㅡSí, pasé cerca de la joyería y encontré unos anillos muy hermosos, pensé en comprarlos para compartirlos, ya sabes, anillos de pareja, ¡Podemos estrenarlos en la graduación!ㅡ se escuchaba la felicidad de la coreana, lo que solo hizo sentir peor a Lalisa ㅡAh, anillos de pareja, suena lindo, me gustaㅡ dijo como pudo.
Jennie del otro lado de la línea se mostró confundida ㅡNo esperaba esa reacción en ti, ¿Estás bien?ㅡ preguntó preocupada.
Lalisa mordió su labio inferiorㅡ-Sí, perfectamente bien, me gusta lo de los anillos, Niniㅡ su voz tensa podía notarse fácilmente, así que Jennie quería seguir tanteando el terreno con otra pregunta ㅡ¿Ya le preguntaste a tu papá si nos llevará?ㅡ su tono inquisitivo demostraba que estaba algo preocupada por Lalisa, como si supiera que le esconde algo.
La pregunta fue como un balde de agua fría para Lalisa, quien miró a sus hermanos con pánico ㅡSí, dijo que lo haríaㅡ cuando Jennie estaba apunto de decir algo más, Lalisa inventó una excusa ㅡOh, Nicha me está pidiendo que lo ayude con algo, lo siento Jen, debo irme, adiósㅡ habló rápidamente, tropezando con sus palabras y colgó sin siquiera escuchar a su novia.
Sus hermanos negaron con la cabeza, decepcionados.
Faltaba un día para la graduación, Lalisa estaba nerviosa, porque no había encontrado el momento indicado para contarle a su novia, la excusa esta vez era que Jennie siempre se mostraba emocionada por la graduación, así que Lisa no quería arruinarle esa felicidad con sus malas noticias.
Suspiró observando el vestido colgado, era lo único que le quedaba en su cuarto, pues la mayoría de cosas ya estaban en Tailandia, su madre se había ido antes para recibirlas e ir organizando todo y su padre se quedó para cumplir la promesa de llevarlas a la graduación.
Lalisa estaba estresada, sabía que vería a Jennie en dos horas para ir a comer pizza, pero tenía el estómago revuelto gracias a los nervios. Quería contarle todo, ya no podía soportarlo más y esperaba poder hacerlo en esa salida.
Se preparó y salió, no se sentía lista, pero el momento debía llegar en algún momento ¿No?
Cuando se encontró con Jennie en el local, sus preocupaciones parecieron desvanecerse un momento y recordó que siempre era así, bastaba solo una sonrisa de su novia para sentirse mejor.
Saludó a la chica dándole un beso en los labios seguido de un abrazo fuerte, Jennie se dejó hacer porque le gustaba tener a su ratoncita con ella ㅡTe extrañé mucho, Jenㅡ dijo la tailandesa, mientras una inexplixable tristeza llenaba su pecho.
La coreana sonrió y besó la frente de la menor ㅡYo también te extrañé ratoncitaㅡ besó su mejilla y entrelazó sus dedos para ingresar al local.
Lalisa estaba triste, porque sabía que se iría pronto y probablemente tardaría meses en volver a ver a su novia, así que por eso atesoraba cada momento con ella, cada toque, cada beso y cada caricia, porque sabía que había una posibilidad de que Jennie no quisiera seguir con ella si se iba del país.
Ambas chicas comieron mientras charlaban tranquilamente, algunas veces Jennie le daba de comer a Lalisa en la boca y jugaba con sus manos entrelazadas sobre la mesa.
Al terminar, ambas se pusieron de pie y aunque Lalisa sabía que la cita había acabado, ella se negaba a dejar ir a la mayor, porque sabía que tenía algo que decirle.
ㅡNini, ¿Podemos caminar un rato más? No quiero irme todavíaㅡ pidió con una mirada anhelante, la coreana asintió y ambas se tomaron de la mano para comenzar a caminar bajo la fría noche de Seúl.
ㅡEstoy emocionada por mañana, ¡Al fin nos graduaremos, Lili! No puedo esperar para ir a la universidad juntasㅡ Jennie recargó su cabeza en el hombro de la tailandesa mientras caminaban, Lalisa por otro lado, sintió como la ansiedad se apoderaba de ella, haciéndola sentir una opresión en el pecho mientras su respiración se descontrolaba, pero intentó fingir que nada pasaba ㅡSí, hemos pasado muchas cosas, ya era horaㅡ su voz sonó apagada, casi forzada.
Jennie paró y se giró para verla ㅡ¿Pasa algo malo?ㅡ Lalisa sintió su corazón doliendo cuando vio los ojitos preocupados de su novia, así que habló sin pensar ㅡNo, todo está bien, lindaㅡ la mentira se sentía tan mal, pero no quería dañar a Jennie con una noticia así.
La coreana parecía no haberle creído ㅡ¿Estás segura, Lisa? Sabes que puedes decirme lo que quierasㅡ besó su mejilla y tomó con más fuerza sus manos, intentando darle fuerza y ánimos de hablar.
Lalisa sonrió, una sonrisa amarga que a ojos de Jennie se veía normal ㅡLo sé mi amor, vamos a tu casa, te dejaré ㅡ ambas caminaron en completo silencio, pero no era incómodo, porque disfrutaban de estar con la otra, aún sin una conversación de por medio.
Al llegar a la casa de Jennie, Lalisa la abrazó con fuerza ㅡNo quiero irmeㅡ dijo intentando evitar que las lágrimas bajaran por sus mejillas, la coreana la abrazó, no entendía nada, pero no preguntaría, era decisión de Lisa si quería contarle. Así que la coreana tuvo una idea ㅡPuedes dormir conmigo, mañana te vas después del desayuno y pasas por mi para la graduaciónㅡ propuso.
La tailandesa asintió ㅡEstá bienㅡ Lalisa se sentía mal por no contarle a Jennie, pero no podía evitar querer más de ella, pero sobre todo, no podía evitar querer más tiempo con ella ㅡVamos adentroㅡ dijo la coreana mientras abría la puerta.
Lalisa estaba durmiendo abrazada a Jennie cuando el despertador sonó, ninguna se quería mover, pero sabían que debían levantarse. La coreana se removió para apagarlo y sonrió cuando sintió a la tailandesa enterrándose en su pecho, queriendo ocultar sus ojos del sol.
ㅡDespierta ya ratoncita, debemos desayunar temprano para que podamos arreglarnosㅡ plantó un beso en su cabeza y Lalisa negó ㅡNo quiero abrir los ojosㅡ dijo con su voz mañanera.
Jennie rio divertida y la movió ㅡ¿Por qué no dormilona?ㅡ su voz sonaba animada, a pesar de estar somnolienta. Entonces Lalisa la abrazó más fuerte ㅡPorque si me despierto tendré menos tiempo contigoㅡ sus ojos se llenaron de lágrimas pero las ocultó.
Jennie preocupada y sin entender decidió abrazarla ㅡSiempre estaré contigo ratoncitaㅡ besó de nuevo su cabeza y la movió ㅡAnda, levántate para comenzar este increíble díaㅡ la coreana se puso de pie, estirándose en el proceso.
Lalisa se lamentó, porque sabía que ya no tenía tiempo con ella.
Por la tarde, cerca de las 7:00 pm, Lisa y su padre se dirigían a la casa de Jennie, donde la recogerían para ir juntas a la graduación.
El señor Manobal miró a Lalisa y suspiró ㅡLisa, quería pedirte perdón por todo esto, sé cuanto amas a Jennie, pero me alegra que ella lo haya entendido ㅡse estacionó frente a la casa de la coreana y le dio una palmada en el hombro a su hija.
Lalisa evitó llorar porque si no arruinaría su maquillaje, pero no podía negar que le dolía saber que su hermosa novia no sabía nada aún.
Se bajó del auto intentando poner su mejor sonrisa y tocó al timbre de la casa. Esperó impaciente, pues ya quería ver lo linda que se veía su novia.
La puerta se abrió y de ahí salió la hermosa Jennie, vistiendo el vestido a juego que ambas habían elegido usar, su maquillaje era sencillo, pero encajaba muy bien con el de Lalisa y en su dedo anular portaba un anillo de pareja, lo que le hizo recordar a la tailandesa que ese día ambas los usarían.
Jennie le entregó el suyo en una cajita ㅡ¡Te ves hermosa, Lisa!ㅡ la abrazó con todas sus fuerzas y le dio un beso en los labios. Lalisa le correspondió y acarició su mejilla ㅡTú también te ves hermosa, Nini, más que hermosa, te ves perfectaㅡ besó sus labios una vez más, permitiendose sentir los delicados belfos sobre los suyos, junto al lapiz labial sabor sandía que Jennie portaba.
El señor Yontararak pitó desde el coche ㅡ¡Suban tortolitas o la fiesta empezará sin ustedes!ㅡ gritó.
Ambas se sonrojaron y caminaron hacia el auto, Lisa se sentó con Jennie en el asiento trasero y se colocó el anillo ㅡGracias por traernos señorㅡ dijo la mayor.
El hombre sonrió ㅡNo es nada Jennie, sabes que eres de la familia, además no podía negarme, Lisa y tú deben aprovechar hasta el último segundo de esta noche juntasㅡ Lalisa se puso tensa al oír eso, Jennie frunció el ceño sin entender, pero prefirió no decir nada.
Cuando ambas llegaron se bajaron del coche y Lalisa se despidió de su papá, recordándole que debía ir por ellas a la 1:00 am.
Ambas entraron a la fiesta tomadas de la mano, saludaron a sus amigos, entre ellos Jisoo, Rosé, Nayeon, Mina y Miyeon.
ㅡ¡Pero si es la pareja de tortolas! Ya se habían tardado en llegarㅡ Jisoo las saludó animada, ambas se sonrojaron ㅡLa fiesta no podía empezar sin nosotrasㅡ dijo Lalisa orgullosa, Jennie le dio la razón.
La noche transcurrió con normalidad y todas se divirtieron como nunca, se tomaron las fotos de recuerdo y bailaron, hasta que cerca de las 12:00 am, una Nayeon algo ebria comenzó a preguntarles a qué universidad irían.
ㅡ¡A la universidad de Seúl con Lili obviamente!ㅡ contestó Jennie animada.ㅡSin embargo Yuqi frunció el ceño sin comprender y Lalisa sabía que arruinaría todo ㅡCreí que Lalisa regresaría a Tailandia mañanaㅡ
Y a partir de ahí todo comenzó a empeorar.
Jennie estaba algo ebria, pero eso no evitó que entendiera lo que Yuqi dijo ㅡ¿Cómo que regresará a Tailandia? Va de visita me imaginoㅡ Miró a Lisa, buscando que le dijera a Nayeon que era así, pero no esperó encontrarse una mirada apenada y dolorosa.
Todas en la mesa se callaron, mientras el fuerte ruido de la música hacía retumbar los tímpanos de Lalisa y como si fuera en cámara lenta, Jennie tomó un shot de vodka y salió del salón de fiestas hacia el pasto que había afuera. Lalisa la siguió bajo la atenta mirada de todas y Nayeon les gritó un ㅡ¡Lo siento!ㅡ con la voz algo alcoholizada.
Jennie estaba llorando, su maquillaje se corrió, haciéndola lucir miserable y los sollozos salían cada vez más fuerte, Lalisa se acercó y tocó su hombro, pero la coreana se alejó con brusquedad ㅡNo te atrevas a tocarme… ㅡapretó la mandíbula con furia ㅡ...asquerosa mentirosaㅡ cada palabra se sintió como mil cuchillos enterrandose en el corazón de la tailandesa, quien sintió las lágrimas bajando por sus mejillas ㅡP-Pero Jen- ㅡ Jennie la interrumpió antes de que pudiera terminar de hablar ㅡNo me llames Jen usando la misma boca que me mintióㅡ su voz fría hizo que el corazón de Lalisa se encogiera.
Jennie se cruzó de brazos, aún llorando y temblando por el frío ㅡCreí que nos teníamos la suficiente confianza para contarnoslo todoㅡ siguió ㅡPero ahora veo que solamente yo era la que confiaba en tiㅡ secó sus lágrimas con sus manos ㅡEs increíble que no pudieras decirme algo así de importanteㅡ atacó.
Lalisa se tambaleó en su lugar, con el pecho sintiendo una opresión ㅡLo intenté, Jen, realmente lo intenté, pero cada vez que lo hacía tú te veías tan feliz e ilusionada con este día, que no quise arruinar esa felicidad con mis problemasㅡ su voz temblorosa denotaba el sentimiento de dolor en su alma.
Jennie se alejó cuando Lalisa intentó acercarse para abrazarla ㅡ"¿Tus problemas?"ㅡ imitó ofendida ㅡ¡Somos pareja Lalisa Manobal! ¿Cuando vas a entender que si son tus problemas también son los míos? Carajo Lisa, tú y yo hicimos planes juntas, ¡No era algo que te afectara solamente a ti!ㅡ Jennie sonaba dolida, traicionada.
Lalisa sollozó, porque la coreana jamás la había llamado por su nombre completo, siempre había sido su ratoncita, Lili o Lis. Con el corazón destrozado decidió defenderse ㅡNo lo entiendes Jen, de verdad quería decirtelo, sé que merecías saberlo, ¡Te lo iba a contar!ㅡ sonaba desesperada y honestamente, patética.
ㅡ¿Ah sí? ¿Y cuándo? ¿Me ibas a hablar por teléfono cuando estuvieras en el puto avión?ㅡ Jennie reclamó, la ira comenzaba a atormentarla, haciéndola ponerse algo roja por la furia.
Lalisa negó ㅡClaro que no, te lo iba a decir al final de la fiesta, quería pasar mis últimas horas aquí contigo, ¡Pensé que podíamos dormir juntas una última vez!ㅡ intentó volver a acercarse, sin lograrlo, pues Jennie le dio un empujón ㅡPues al menos ya dormiste conmigo una última vez y en esta ocasión es para siempreㅡ la coreana secó sus lágrimas.
Lalisa tragó saliva, temiendo lo peor ㅡ¿A qué te refieres, Jennie?ㅡ su voz salió ahogada, pues estaba esperandose lo peor. La coreana apretó los puños ㅡEstoy rompiendo contigo Lisaㅡ
El mundo de Lalisa parecía comenzar a caerse a pedazos y con ganas de vomitar por la ansiedad, habló ㅡNo Jen, por favor no lo hagas, sé que me iré pero esto puede funcionar, ahorraré para venir a verte cada mes, ¡Trabajaré si es necesario!ㅡ tomó a Jennie por los brazos, sintiendo lo helada que estaba.
La coreana desvió la mirada al suelo y la alejó ㅡNo Lisa, me mentiste, me ilusionaste sabiendo que te irías, ni siquiera me tienes la confianza para contarme esto, así que no quiero seguir contigo, te amo, pero no puedo con estoㅡ se abrazó a si misma, mostrándose débil.
Lalisa negó y se hincó, sin importarle que su vestido se ensuciara ㅡ ¡Juro que me enteré hace dos semanas! Jamás te engañaría Jennie, eres mi todo, te amo como nunca he amado a nadie, por favor, dame otra oportunidadㅡ pidió sollozando.
Pero Jennie estaba decidida, así que se fue, dejándola ahí, demostrando lo triste que era su vida sin la hermosa coreana a su lado.
Al día siguiente Lalisa partió, sin ver a Jennie en el aeropuerto para despedirse, solo fueron sus amigas, quienes le dieron un abrazo y Nayeon se disculpó de nuevo, aunque no era su culpa del todo.
Lalisa sacó su teléfono en el avión, abrió el chat con Jennie y mandó un último mensaje antes de ponerse los audífonos y mirar como el avión despegaba.
Me:
Hasta luego, Jen.
Con el corazón roto, Lisa dejaba Corea del sur para regresar a ser Lalisa Manobal.
Los años más tarde, Jennie se encontraba esperando a sus amigas en una cafetería, revisó la hora en su teléfono, notando que llegó diez minutos antes de la hora acordada, así que decidió suspirar mientras revisaba el menú.
Veinte minutos pasaron y se empezaba a desesperar, por lo que preguntó en el grupo que tenían, si acaso se había cancelado la salida, porque ninguna de ellas llegaba.
Todas leyeron el mensaje pero nadie le contestó, lo que enfureció a Jennie, haciendo que se levante, decidida a irse a su casa.
Su teléfono vibró, era un mensaje de Nayeon.
Nayeon:
Voltea y agradeceme después.
Jennie frunció el ceño sin entender a qué se refería su amiga, pero cuando iba a contestar, su teléfono resbaló de sus manos, siendo atrapado por una chica más alta que ella.
ㅡSigues siendo igual de torpeㅡ dijo la chica, pero Jennie se quedó helada cuando reconoció esa voz, habían pasado dos años, pero ella jamás podría olvidar la hermosa voz de su ratoncita.
Levantó la mirada, encontrándose con una Lalisa un poco más alta que antes, tenía su cabello pintado de color rubio, pero aún usaba ese flequillo que la caracterizaba y qué decir de su hermosa nariz, seguía siendo igual de tierna. La coreana sonrió sin poder evitarlo, mientras lloraba un poco.
Lalisa secó sus lágrimas ㅡPerdón por siempre hacerte llorar, pero prometí que regresaríaㅡ acarició sus mejillas con los pulgares.
Jennie se paró de puntitas y la abrazó, rodeando su cuello con ambos brazos ㅡY me alegro de que lo hicierasㅡ dijo con la voz temblorosa debido al llanto.
~Fin.
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