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Lalisa llegó a su casa cerca de las 8:00 pm, todo estaba en silencio, sus padres estaban sirviendo la comida mientras Nicha y Bambam acomodaban la mesa.
Lalisa se quitó la mochila con cuidado y subió corriendo a su cuarto para cambiarse, intentando no hacer ruido, pues sabía que la regañarían por llegar tarde. Cuando terminó bajó las escaleras y vio a toda su familia sentada ㅡHola, perdón por tardar tantoㅡ se disculpó y dio una reverencia poniendo sus manos juntas en señal de respeto hacia sus padres, pues a pesar de no estar en Tailandia, sus costumbres seguían con Lalisa.
Sus padres asintieron, no se veían molestos ni disgustados, lo que hizo pensar a la tailandesa en que algo pasaba, Nicha y Bambam tampoco entendían porqué el extraño comportamiento de sus padres, pero se encogieron de hombros hacia Lisa y comenzaron a comer.
La cena fue bastante amena, por no decir tranquila, casi siempre la hora de la cena estaba acompañada por peleas infantiles entre los gemelos o por anécdotas que Lalisa contaba sobre Jennie, porque sí, Lalisa amaba hablar de su novia con todo el mundo, era su actividad favorita.
Sin embargo, hoy se palpaba una tensión en el aire, como cuando alguien quiere decir algo pero no sabe cómo hacerlo, así que Lalisa decidió romper el silencio ㅡPapá, recuerda que en dos semanas es la graduación, prometiste llevarnos a Jennie y a miㅡ picó su comida, pareciendo ansiosa por el extraño ambiente en la mesa.
Su padre miró de reojo a su madre y parecía que ambos estaban de acuerdo en que lo mejor sería hablarlo ahora ㅡLisa, Nicha, Bambam, hay algo que su mamá y yo tenemos que decirles ㅡLalisa tragó nerviosa y tomó un trago de jugo de naranja, ya que sus padres solo la llamaban por su nombre cuando hacía algo mal.
ㅡ¿Pasó algo papá?ㅡ Bambam preguntó, sabiendo perfectamente que Lalisa estaba nerviosa y no podría hacerlo. Nicha por su parte, carraspeó ㅡ¿Es grave?ㅡ preguntó preocupada.
El señor Manobal negó ㅡNo del todo, es algo que afecta nuestras vidas, pero creo que es para bien ㅡaseguró, mientras los tres hermanos intercambiaban miradas curiosas entre sí.
Lalisa vio a su madre tomando jugo para aclararse la garganta ㅡVerán, ustedes saben que vinimos aquí por el trabajo de su padre hace cinco años y bueno, Seúl es un lugar muy bonito, pero su abuela ha enfermado, ya no es la mujer fuerte que era antesㅡ los tres hermanos se miraron confundidos, sin entender a qué querían llegar sus padres.
ㅡNos ha aparecido una mejor oferta de trabajo en Tailandia y eso nos serviría para cuidar a su abuela, además estaríamos en nuestro país, sé lo mucho que les cansa tener que hablar coreano y es estresante no estar en tu país, con tu cultura y tu familiaㅡ Con cada palabra, Lalisa sentía un hueco en su estómago que crecía más y más, empujó el plato de comida lejos de ella mientras su corazón comenzaba a latir con fuerza en su pecho, tanto así que podía oírlo en sus oídos.
Lalisa odiaba tener ansiedad, era algo que había generado debido al estrés de aprender coreano desde cero y en poco tiempo, pero desde que estaba con Jennie sus ataques de ansiedad disminuyeron considerablemente, pues la coreana le enseñó ejercicios de respiración y ténicas para sentirse mejor. Sin embargo, Lalisa olvidó toda técnica existente cuando escuchó la frase final ㅡNos mudaremos a Tailandia en dos semanasㅡ su estómago se revolvió, generándole asco y ella respiró de forma irregular, mostrando que un ataque de ansiedad la estaba consumiendo sin que ella pudiera hacerle frente.
Bambam y Nicha se mostraron desconcertados ㅡPero ¿Por qué no nos consultaron antes?ㅡ preguntaron al mismo tiempo, lo cual Lalisa agradeció pues así ella podía concentrarse en regular su respiración.
Los padres de los tres hermanos suspiraron ㅡSé que es difícil mudarse chicos, pero vamos a estar con nuestra familia y en nuestra cultura, además esto es lo mejor para todosㅡ la señora Manobal intentaba ser comprensiva con sus hijos, sin embargo la última frase molestó a Lalisa ㅡ¿Lo mejor para todos? Pero si ni siquiera nos preguntaste qué queríamos, ¡Más bien es lo mejor para ustedes!ㅡ elevó su voz como pudo, pues el ataque de ansiedad le dificultaba poder hablar sin sentir que se iba a ahogar.
Los otros dos hermanos se miraron, sabiendo que ese reclamo desencadenaría una pelea campal entre su hermana y sus padres. Lo confirmaron cuando su padre se levantó furioso ㅡ¡Lalisa Manobal, no te permito que le levantes la voz a tu madre!ㅡ todos temblaron por la fuerte voz de su padre, pero Lalisa estaba harta, no podía soportarlo más.
ㅡ ¡Toda su vida se la han pasado decidiendo sin que nosotros estemos de acuerdo!, vinimos a este puto país de mierda por ustedes, aprendimos coreano en meses por ustedes y ahora que hemos encontrado algo que nos hace felices ¿Quieren que nos vayamos?ㅡ se levantó de la mesa, encarando a su padre, pues estaba furiosa, no dejaría que la separen de Jennie.
Sus hermanos y su madre pusieron una expresión atónita cuando la escucharon decir tantos insultos sin temor, ni pudor.
Su padre alzó la mano, amenazando con darle una cachetada, sin embargo volvió a bajarla ㅡNo voy a discutir más Lisa, nos vamos en dos semanasㅡ ordenó decidido.
Lalisa apretó los puños, mientras un nudo en su garganta aparecía ㅡ¿Por qué papá? ¿Por qué me tengo que ir ahora que encontré a alguien que me hace feliz? Sabes todo el bullying que recibí aquí, te pedí llorando incontables veces que regresaramos a Tailandia y ahora que al fin tengo a alguien que me hace sentirme bien ¿Debo irme de nuevo?ㅡ su voz rota provocó que ambos padres se miraran con tristeza.
Su madre se levantó y la abrazó ㅡLis, sé lo mal que la pasaste, todos sufrimos demasiado, por eso es mejor regresar ahora que podemos, vas a ver que estarás bienㅡ acarició su cabeza y le dio un beso en la frente.
Sin embargo, Lalisa no podía parar de llorar, pues mientras más pensaba en Jennie, más quería desaparecer ㅡPero mamá, ¿Qué le diré a Jennie? Es el amor de mi vida...ㅡ hipó mientras lloraba incontroladamente.
Su padre se acercó e intentó secar sus lágrimas ㅡLalisa lo siento, me gustaría decirte que podemos quedarnos, pero ya he aceptado la oferta, no puedo rechazarla, sé cuanto quieres a Jennie, pero si de verdad se aman, ella lo entenderá.ㅡ
Bambam y Nicha se acercaron y la abrazaron ㅡEstaremos contigo hermanita, sabes que Jennie es increíble, ella no se enojará contigoㅡ peinaron su flequillo ahora desordenado, lo que le hizo recordar de nuevo, la conversación con Jennie.
ㅡPero papá, le prometí que iríamos a la graduación juntas, llevamos meses planeandolo, hasta compramos vestidos a juegoㅡ intentó secar sus lágrimas, pero parecía imposible, había llegado a un punto sin retorno donde lo único que podía hacer era sollozar.
Su padre la abrazó ㅡPodemos esperar a la graduación, pero debemos irnos al día siguiente Lalisa, solo puedo hacer esoㅡ la tailandesa asintió, triste, pero al menos podría cumplir su promesa ㅡPasaremos por ella a la hora en que quedaronㅡ su padre besó su frente.
ㅡGracias papáㅡ secó sus lágrimas y subió a su cuarto con la mirada perdida, su madre intentó alcanzarla, pero al final se arrepintió, pues sabía que tenía que darle su espacio.
Lalisa tomó su teléfono cuando subió a su cuarto y leyó los mensajes de su novia.
Nini 🐻💓:
Estaba pensando en la
graduación
¿Crees que se vea mejor un
maquillaje a juego?
Podemos ponernos de acuerdo,
estoy segura de que nos
veríamos lindas :3
Lalisa suspiró, pues no sabía cómo decirle a Jennie que tendría que irse del país después de la graduación, era algo demasiado difícil de digerir.
Entonces decidió que lo pensaría mejor en la mañana, al fin y al cabo, aún les quedaban dos semanas juntas.
Me:
Claro linda, un maquillaje a juego se oye bien<3
Lalisa no sabía qué hacer, pues cada vez que Jennie mencionaba a graduación o el estar juntas para siempre, ella recordaba que pronto se iría y dejaría a la coreana sola.
Habían pasado dos días desde que sus padres le dieron la noticia y ella no sabía cómo decirle a su novia, porque bueno, Lalisa no quiere romperle el corazón, pero tampoco quiere mentirle.
Recuesta su cabeza contra el pupitre y suspira audiblemente, estaba comenzando a preocuparse mucho, porque no quería que Jennie sufriera por su culpa, su amor era tan grande que deseaba que ella fuera feliz siempre.
ㅡSeñorita Manobal, le recuerdo que aunque falten dos semanas para terminar el año escolar, aún le estoy dando clase, así que le pido que me ponga atenciónㅡ Escuchó la voz de su profesor, lo que la hizo alzar la cabeza y prestar más atención, aunque fue imposible, porque su mente estaba divagando entre los posibles escenarios después de contarle a Jennie.
Lalisa se dejó caer contra sus manos, recargando su cabeza en ambas manos por el estrés que sentía, la clase terminó minutos después y ella no sabía ni siquiera de qué había tratado, pero se permitió respirar y relajarse un poco, porque el tiempo del almuerzo comenzó.
Sacó su comida y sonrió cuando Jennie se levantó, señalandole la puerta y extendiéndole la mano, Lalisa pensó que tal vez podía esperar un poco más, porque ahora lo único que quería hacer era almorzar junto a su hermosa novia.
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