❛AUTOCONTROL❜

°❀⋆.ೃ࿔*:🥀･ ➣ Ronnie estaba apoyado en el Porsche rojo de Nicholas mientras recorría el cuerpo de la chica rubia con ambas manos. Ella estaba sobre él, besándolo sin importar de quien se trataba.

El Leister apareció por detrás. Corrió a Ruby a un lado de su auto y tomó al tatuado de la camisa. Lo acerco a él con su misma sonrisa cínica de siempre y lo lanzó a un lado de la chica.

-Tenias tu culo en mi coche. -Sonrió Nick. Luego de lanzarle una mirada a su hermanastra sus ojos cambiaron para mal. Se acercó a Ronnie y enfrentó sus rostros aún dejándolo en el suelo. -Ya te lo dije una vez. No vuelvas a tocarla, por qué si te veo una vez más junto a ella te despedazo vivo. ¿Oíste?

-Mira como saltas por tu hermanita, vamos a ver si tienes las mismas fuerzas en la final. -Con un carcajeó, Ronnie, el tatuado no tardo mucho tiempo para que se dignará a alejarse.

-Deja de espantar a todo lo que se me acerca. No soy de tu propiedad.

-No aprendes, amor. Estas bebiendo todo lo que te ofrecen hace horas.

Ruby se sentó sobre el auto, puso uno de sus brazos apoyado detrás de ella manteniendo estabilidad y el otro lo dejó a un lado de su cuerpo. -¿Y que?

Este se adelantó. -No pienso llevarte a casa otra vez y mucho menos embarazada.

-No creas que soy tu responsabilidad, amor. -La rubia negó, mordiendo su labio inferior con molestia. -Además, no eres el más digno de hablar. Creo que tú serás quien termine embarazando a... ¿cual era su nombre? ¿Anna?

-Estas celosa, por eso te fuiste con él.

-¿Te crees que soy como tú? -Ruby lo acercó manteniendo una leve sonrisa de labios cerrados mientras sus ojos recorrían su rostro por completo. -No lo creo. Yo no corro carreras para demostrar quien la tiene más grande, ni me enrollo con quienes te caen mal para demostrar mi poder sobre ti.

Nicholas mordió su labio, manteniendo una sonrisa maliciosa que iluminaba su rostro con lujuria. -Si quieres besarte con alguien busca a algún chico que sepa hacerlo como te gusta.

-Que sabes tú cómo me gusta.

La chica suspiró sintiendo como aquel peli-negro se acercaba para rozar sus carnosos labios en el lunar de su cuello.

-Créeme, lo se. -Musitó, levantando su mano y comenzando a tocar su pierna con delicadeza. -Él no eriza tu piel cuando te toca, no acelera tú corazón cuando besa tú cuerpo, ni te hace estremecer cuando un susurró caliente choca tu oreja, haciéndote jadear sin sentido.

-¿Que quieres? -Preguntó la rubia, cerrando sus ojos mientras su corazón latía con tanta fuerza que juraba que se saldría de su pecho.

-A ti.

Finalmente esa pequeña frase unió sus labios en un beso completamente salvaje.
El pelear de sus lenguas en su boca, el desespero de sus manos al tocarse haría que terminaran desvestidos sobre el auto.

Nicholas tomo su cintura con fuerza, ayudando a que ese contacto mezclara sus respiraciones fugaces al separarse y el roce de sus pieles sean choques de electricidad que estremezcan sus cuerpos.

-Esto está mal. -Murmuró él, pero la rubia negó con delicadeza. Bajo sus ojos y logró ver el gran bulto de Nick. Este abrió levemente sus piernas y otra vez se acercó.

-¿Quien dice que está mal? ¿Tú? -Su respiración se aceleró en cuanto dos de sus dedos rozaron su intimidad por encima de la ropa.

-Si. -El pelinegro aclaró su garganta y se alejó. -Vete a casa, buscaré a Jenna.

El gran Nicholas Leister se alejó dejando a Ruby completamente sola. Inmóvil, aún respirando con aceleración sentada sobre el auto. Quien segundos después al girar su rostro logró visualizar cómo el chico tomaba a Anna nuevamente y la alejaba de su grupo de amigos. "Hijo de puta." Murmuró entre dientes.

Ruby volteó y observó el auto, una sonrisa apareció en su rostro hacía tiempo que no corría y toda esta movida había hecho que deseara volver a hacerlo.

Camino hacia la puerta del conductor y luego de mirar a cada lado se subió en este. La lleve estaba puesta pero no le dio importancia, más que nada decidió mirar su maquillaje en el espejó retrovisor, donde decidió retocar un poco su labial. En cuanto tomo el rímel de la bolsa su curiosidad la mató.

No llego a arreglarse cuando encendió el auto, dándole la llegada al vehículo verde manzana de Ronnie.

-Lamentó que Nick no nos haya dado tiempo a terminar lo que iniciamos. -Comentó este. -Pero podría darte una lección en la pista. Veo que entiendes de autos.

-He corrido alguna carrera. -Ruby sonrío. -Por cierto, sobre nosotros, eso nunca iba a pasar.

El de barba alzó una ceja disgustado. -Pensaba que era tu primera vez.

-No. -Contestó. -De todas formas Nicholas correrá, yo solo estaba viendo el auto. Y creo que a ti te he dejado con las ganas porque no dejas de mirarme como si fuera tú presa.

-Eres divertida, no entiendo porque Nick no te quiere en este tipo de fiestas.

-Es un idiota.

-Estoy de acuerdo. -Ronnie se detuvo para mirarla por unos cuentos segundos.

-¿Pasa algo?

-Solo estoy esperando que decidas comenzar la carrera.

La rubia negó, otra vez. -He dicho que Nick correrá.

-¿No? ¿Y por qué estás en la línea de salida? -Un movimiento de su mano bastó para que la chica recargara su arma y se posicionará en medio de los autos, haciendo que la bocina de inicio de la carrera resonará con fuerza.

-Te dije que no correré.

-¿Por qué mierda no esta el aquí? -La rubia intentó bajar del auto pero este la detuvo. -Si te bajas ganamos nosotros. Son las reglas.

Ruby miro a cada lado y logro visualizar a Nicholas poniendo su camiseta. Ese acto dio el clic para que sin rechistar decidiera correr.

-Lo estas deseando, hermosa. Mírate la cara.

-Bien, lo haré.

Ronnie sonrió. -Perfecto. Por ser mujer te daré cinco segundos de ventaja y así será una carrera justa. ¿Que dices?

Las risas de Ruby resonaban por el auto mientras la pistola que tenía la rubia delante de ellos sacaba una de sus balas.

-¿Preparada? -Ruby asintió y su mirada conectó con la del castaño. Mientras colocaba más rímel sobre sus pestañeas un leve asentimiento de cabeza bastó para que Nickolas entendiera lo que quería.
Hacía tiempo para que él subiera al auto y ganara su carrera.

El peli-negro comenzó a correr al auto por detrás, mientras que Ruby robaba la atención de Ronnie junto a ella.

-Te di cinco segundos, ¿que esperas?

-Los estoy utilizando, bonito. -La rubia sonrió en cuanto la puerta a su lado se cerró. -Quiero que cuando lleguemos a la meta todos sepan que una mujer te ha pasado por encima, idiota.

Una vez que la carrera inició Nicholas miró a la chica a su lado, la cual al parecer no manejaba nada mal. -No podemos ser dos, son las reglas. Debes bajar.

Ruby lo miró. -¿Quieres que me lance a esta velocidad? Debes estar jugando.

-Si no lo haces, si no soy quien conduce me darán la carrera por perdida.

-Bien haremos esto, pasamos la primer curva y cambiamos de lugar. -La primer curva pasó y Ruby solo tuvo que levantar un poco su cuerpo para que Nick entrará debajo de ella. -Odio los deportivos.

Al quedar Ruby en el lado del copiloto la velocidad fue retomada, Ronnie al notar la presencia de la pareja comenzó a intentar sacar el Porsche del carril.

-¿Que pasará si me ven contigo? -Preguntó la de ojos verdes.

-Me sacarán el auto.

-No, no pueden.

-Son las reglas, Amor. -Nicholas sonrío. -Pero vamos, se que ampliaría tu sonrisa si eso sucede.

-Ni te creas, lo que la amplia es saber que Anna no pudo acabar lo que yo cause.

-Si que estás celosa.

-¿Y tú? -Ruby se acercó a su oído. Sin importar las curvas que pasarán podía mantenerse estable en todo momento. Una mano de posó sobre su miembro y la otra quedó en el asiento. -No puedes sacarme de tú cabeza ni aunque lo intentes.

Nick bajo la vista, intentando quitar aquella mano que torturaba su autocontrol. -Lo se.

-No te distraigas. Mira al frente. -La mano de Ruby volvió a donde estaba, esta vez sobrepasando los límites y las diferentes telas que no la dejaban llegar a su miembro. El cual comenzó a masturbar una vez que lo contactó.

-Mierda, Ruby.

-Silencio. -Murmuró esta. -Por mucho que quieras sabes que Anna no podría hacerlo como yo, ni tampoco sabe lo que realmente necesitas.

El peli-negro echó su cabeza hacia atrás entre diversos gemidos que enloquecían el cuerpo de la adolescente. El auto de Ronnie paso a un lado y las ventanas de conectaron. La rubia no tuvo mejor idea que lanzarle un beso, uno que no solo molestó al contrario sino también a chico a su lado. Quien aceleró el auto más de lo pensado.

-Eso es. -La rubia sonrió, saco su mano de aquel lugar luego de que este llegara a su clímax. -Ahora la sexta curva.

Sus miradas conectaron con delicia. -Hazla tú, perderé todo de todas formas.

-No todo. -La rubia se subió sobre él, para acelerar sin descaro y ser quien terminará la carrera. -Recordarás cómo te hice gemir en esté auto, estoy segura de que nadie más lo ha logrado.

-Nadie más ha subido.

-Esa no te la creo. -Ruby arrancó, frenó al final y dobló. Todo lo contrario a lo que Nicholas haría si estaría manejando.

-Lo haces bien.

-¿Que cosa?

Una risa salió de sus labios, intentando esconder los sonidos que salían por su respiración acelerada al ganar la carrera.

-Todo.

La rubia bajo del auto al cruzar la meta, Jenna no tardo en lanzarse a sus brazos para formar un victorioso abrazo. Al contrario de Nicholas, el cual camino directamente a contraatacar a su oponente.

-¿Que pasa Leister? La final era entre tú y yo, no algo de tres. -Ronnie carajeo. -Haz hecho lo que te ha dado la gana con las reglas. Así que ganamos nosotros.

-No, es ridiculo. -Opinó Ruby. -No puedes admitir que te ha ganado una mujer, por muchas reglas que haya ¿por qué debemos darlo por perdido?

La gente comenzó a alardear su nombre, más específicamente las mujeres que habían querido correr desde siempre y han sido los mismos hombres quienes se lo prohibían.

-Cállate.

-Lo siento, Nick. Las normas son las normas. Así que debes pagar.

El peli-negro Leister tomo un atado de dinero que contenía unos 15.000 dólares y no tardó mucho en lanzárselos a Ronnie en una de sus manos.

-Eso no es todo. -Sonrió este. Y finalmente por lo que Nick tanto había luchado era hora de abandonarlo. Su auto, su todo. Ahora estaba en manos de su oponente.

-No puedes hacerlo, es tuyo.

-Tranquila linda, todavía quedan los recuerdos. Aunque, por cierto, no me molestaría recogerte un día para darme una buena mamada en esta máquina. Digo, con esa boquita.

-No lo disfrutarías.

Nicholas tronó su cuello, tomó el brazo de la rubia y ambos comenzaron a alejarse, pero la frase de Ronnie los obligó a dar una frenada en seco y comenzar una pelea. -La próxima mantén a la zorra en casa, ¿o necesitas motivación para ganar? No lo niego, tiene un buen culo.

El primer golpe fue directo a la nariz de Ronnie. Ruby fue lanzada por uno de su bando justo entre la gente, agrandando la pelea. Bandana roja, contra los de verde.

Jenna comenzó a correr entre la gente en busca de su amiga mientras estaba estaba tirada en el suelo. Nicholas logro verla. Ruby lloraba mientras recordaba sus lagrimeos en el suelo cuando los videos de aquel ventanal habían traspasado su cuerpo hace tiempo.

El peli-negro corrió hacia ella. La tomo en sus brazos y la lanzó sobre un auto grisáceo. El de Lion.

El recién nombrado volteó la muñeca de Ruby, observando las heridas que traía ahí y logrando visualizar un tatuaje. El nudo del ocho. Un tatuaje que la rubia compartía con su hermana, reflejando su fuerza interna.

Nicholas volteó observando a Ronnie por la ventana del auto, mientras este señalaba a la rubia luego de lanzarle un beso repleto de arrogancia. Mientras eso sucedía ella solo se detuvo a observarlo a Nick.

Un tatuaje igual al suyo, con el contrajo del tamaño estaba en su brazo. Solo pido corresponder eso con una sonrisa mientras él apoyaba la cabeza de Ruby en su camiseta blanca, la cual se manchaba por el arañazo de esta sobre su rostro.

Sus ojos se cerraron y la respiración se sentía calmada. Odiaba sentirse bien con él, porque por mucho que sepa que todo los que comenzaba a suceder entre ellos estaba mal, no podía hacer que le importase.

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