❛CELOS❜

°❀⋆.ೃ࿔*:🥀･ ➣ El público bailaba a gusto y Flow criminal resonaba en sus oídos. Eso la motivaba más de lo normal.
A Jenna no le había costado demasiado convencer a la rubia de ir con ella a la carrera. Por mucho que esta se haya hecho la difícil moría por ir. Incluso, imaginaba el rostro de Nicholas al verla ahí.

Con su vestido azul francia pegado al cuerpo tan largo hasta el terminar de su trasero. Con unas zapatillas converse de tacón y una coleta alta dejando ver cada uno de sus aretes, mientras dos mechones de cabello caían por el costado de su cabeza. Sin olvidar su bandana roja atada a su muñeca. Estaba hermosa. 

Noah no había venido, había detallado múltiples veces que sería mucho mejor ver documéntales de ancianos en el geriátrico antes de meterse aún más en la vida de su nuevo e irritante hermano. Pero por mucho que no iría, querría saber todo lo que sucedería esa noche y Ruby era la encargada de contárselo.

Al bajar del auto las miradas sobre la rubia expresaban un deseo impresionante. Todos querían estar con ella o ser ella, para tener a Nicholas a sus pies y eso se demostró cuando esta comenzó a cruzar entre la gente, llevando no solo la atención de los adolescentes ebrios del montón si no, la del joven Leister sobre el auto.

Ruby bajó sus ojos y ahí estaba él. Su rostro detallado observándola con molestia, tal como era de costumbre, este detestaba que se llevara toda su atención en cada momento. Ya que eso, no dejaba que su concentración esté totalmente en la carrera. Pero por otro lado, no le importaba.

Ella remojó sus labios mientras acomodaba uno de los bucles de su cabello ondulado, una fotografía que permanecería en la mente de Nick hasta que esta lo obligue a olvidarla.
Pero de repente ya no pudo observarla más, el disparo de oyó y la carrera inició.

Ronnie tomo la delantera con una aproximación de 5 segundos, el tiempo que le tomo a Nicholas arrancar su hermoso e intocable Porsche rojo.

Las curvas eran bastante difíciles pero no imposibles, Nick seguía atrás y la impotencia que la rubia traía la hacía querer gritar como desquiciada.

Mario llegó de repente y un abrazo a la rubia quito sus ojos de la carrera, como tampoco logro ver el pasaje del chico con su auto.
Al separarse esta comenzó a mover su pie con impaciencia, incluso ella misma estaba deseando que la carrera terminara para abrazarlo.

Anna observo a la rubia con molestia. Sus ojos exclamaban ira, pero con un arduo dolor encerrado allí. Ella lo quería, pero él tenía sentimientos por otra persona. Y la peli-negra ya lo había notado, quizá, hasta antes que la misma Ruby Morgan.

-Mierda, Nicholas.

-Tranquila, él gana cada carrera. No perderá esta vez. -Comentó Jenna, abrazando a la rubia por los hombros.

-No es eso. El problema está en esta sexta curva. Tiene que tomarla por fuera y aguantar la frenada, si no se saldrá. -La rubia alardeaba sin parar, mientras que los morenos a su lado no entendían como ella sabía eso.

-¿Como sabes eso?

Ruby ladeó la cabeza, automáticamente recordó a su padre y eso no le gustó en lo absoluto. Así que no le quedó otra que mentir, total, nunca manejaría en este tipo de carreras.
-Lo leí. -Cualquiera sabría que eso no sería verdad, los libros eran como una alergia para ella, pero por suerte no lo habían notado.

La sexta curva llegó. La rubia se adelantó unos pasos, la ansiedad recorría su cuerpo, sentía el temblor que este llevaba pero a la vez estaba confiada. Sabía que él ganaría. Y así fue.
El vehículo color verde se salió del carril, pero Nicholas supo manejarlo también que hasta cruzó la meta completamente solo. Incluso, el empezar tarde no le había quitado la ventaja que obtuvo al ganar.

Ruby comenzó a caminar hacia él con una amplia sonrisa. Los ojos de Nick estaban posados sobre ella mientras observaba cada pisada que aquella adolescente hacía para llegar a su destino. Pero desgraciadamente Anna se adelantó, tomó su cuello y lo besó con descaro.

El corazón de Ruby se aceleró, mientras lograba sentir sus uñas en el entierro de la palma de sus manos, traspasando su piel imaginando ser el rostro de aquella peli-negra. Desgraciadamente no podía hacer nada más que aguantar su enojo, no entendía porque le molestaba pero estaba muy en claro que lo hacía. ¿Como podría celar a su hermanastro? Con tan solo escuchar esa pregunta todo sonaría completamente ilegal.

-¿Que miras?

La rubia la miro de arriba abajo, abrazo a su amiga y la acercó a ella. -Primero en al inicio de la carrera y ahora al final. ¿Por que repite? ¿Es su novia?

-¿Anna? Su única novia es esa máquina, cariño.

Nicholas comenzó a besar su auto mientras todos alardeaban su victoria. Por otro lado Ruby comenzó a beber discretamente del vaso de una pelirroja cerca suyo.
No podía quitar al Leister de la cabeza y mucho menos cada vez que alguien se le acercaba, no entendía que le estaba pasando pero lo que si sabía, era que no le gustaba en lo absoluto.

El celular de Ruby vibró. Era su hermana. Al abrir el mensaje sus ojos se abrieron instantáneamente. ¿Que mierda? Una imagen de Archie y su mejor amigo besándose. Sabía que aquel pelirrojo no era por completo su estilo pero si habían pensado formalizar su especie de relación y ver esa imagen si llegó a doler en ella. El que nunca le dijera su verdadera sexualidad o el hecho de que la engañase sin antes hablarlo estaba siendo horrible.

-Me enviaron esta foto. Pero no solo sucedió una vez, de hecho hay más. Hermana irnos fue la peor pesadilla, incluso Dan tuvo el descaro de agarrarse a Betty.

Una lágrima cayó del ojo de la chica una vez que bloqueo la pantalla de su celular y Jenna al notarlo se preocupó.

-¿Que ocurre?

-Mi novio, o algo así. Y mi mejor amigo. -La bronca que está traía la hacía querer hacer exactamente lo mismo qué Archie había hecho. Pero no caería tan bajo, ¿o si? Jenna limpio aquella lagrima de su ojo y la abrazó.

-Llora lo que quieras, cariño.

-Ni loca. ¿Como era eso? -Preguntó. -Pues sostén ya no traigo. Así que, ¿en qué orden? ¿emborracharte y tirarte al primero que pase? ¿O al revés?

-Depende de lo bueno que esté.

Las carreras seguían. La música estaba tan fuerte como era posible y el alcohol comenzaba a entrar en su sistema. Sentía todo tipo de impotencia y sus ganas de llorar se iban cuando bajaba hasta el suelo bailando a la par de Jenna.

El baile, la música, las bebidas fuertes. Todo era fascinante ante sus ojos, pero claro, todo necesitaba una buena compañía. Y Jenna era la mejor.

Nicholas la veía a lo lejos, quería ser él quien esté con ella ahora. Quería ser el que tenga la suerte de tener el trasero de la rubia sobre su intimidad y no un patan cualquiera.
Por mucho que este imaginara múltiples formas de celarla no podía, no en aquel estado y mucho menos siendo quien era. Tenía que comportarse y aunque no quiera era lo mejor.

Sus ganas de follarla en medio de la fiesta subían inexplicablemente. Ella bailando sobre un auto, vaciándose la botella de tequila ella sola mientras cada sentimiento se despejaba tras el agrio sabor de la bebida.
Él solo quería montarla en su Porsche y enseñarle quien era realmente bueno para su cuerpo, pero no podía, por mucho que desee oírla gemir su nombre no podía. Y eso lo estaba matando.

Un nuevo mensaje, una nueva foto. El ver pasar a Ronnie junto a ella fue el clic para olvidar todo lo que Archie había hecho en esa fiesta. Pero al ver mandíbula tensada de Nicholas y la ira reflejada en sus ojos sabría que esto no acabaría bien ni de cerca.

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