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❛¿UNA CARRERA?❜
°❀⋆.ೃ࿔*:🥀・ ➣ La luz del sol entrando por el ventanal del balcón iluminaba cada parte del rostro de Ruby. La cual estaba acostada en su cama, ocupando al completo el espacio de esta.
Ella tenía la mala costumbre de moverse por todo el colchón hasta encontrar la mejor posición y las patadas que daba por la noche ocasionaron que las sabanas terminasen en el suelo.
El reloj despertador sonó por tercera vez en la mañana, obligándola a despertarse de una vez por todas.
Mientras se paraba de la cama daba pasos quejosos por toda su habitación en dirección al baño, en el cual al entrar no tardo mucho en deshacerse de sus pantalones.
Al terminar con sus necesidades, abrió el grifo y lavó su rostro con su rutina diaria, no sin antes lavarse los dientes, los cuales no al dejarían comenzar su día a no tendría buen aliento.
Luego de eso volvió a vestirse y sin calzarse salió de su habitación.
Bajó las escaleras a pasó rápido, no quería cruzarse a nadie en el estado que estaba. Moño mal recogido, blusa sin sujetador, la cual no recordaba haberse cambiado y unos short más cortos de lo deseado. Los cuales usaba para dormir porque le costaba deshacerse de su ropa vieja.
Al entrar a la cocina a quien no quería encontrarse la observo con una sonrisa ladina mientras un trozo de pan con queso se dirigía a su boca.
-¿Un café, señorita? -Preguntó Martín aliviando la tensión de la situación, quedándose con los ojos de la chica posados en él.
-Me lo sirvo yo. -Respondió. Esta tardó en acercarse a su hermanastro y encararlo de una vez por todas. Pero entes de eso bebió el ibuprofeno que Nicholas estaba por consumir. -¿Qué pasó anoche? ¿Me drogaste y me viste desnuda?
-¿En serio no te acuerdas? -El peli-negro se levantó de su asiento con una sonrisa burlesca. -Esto será divertido.
-¿Divertido? La diversión comenzará cuando tú padre entre y te acuse por desvestirme sin autorización.
-¿Sin autorización? -Este alzó una ceja. -Estabas deseando que lo haga desde que me viste en aquella fiesta. Intentaste seducirme y agradece que he podido controlarme, si no ahora te estarías quejando desde tú cama sin poder dar un paso más.
-¿En serio? -Preguntó la rubia. Ella desde un principio había fantaseado con él, pero solo sería eso, fantasías ¿no? Nada sucedería jamás, o tal vez ya había sucedido.
-No. -Nicholas carcajeó. -Pero si me acusarás con mi padre deberías tener un mejor argumento. O puedes intentarlo y ver quien sale peor parado.
-Si no me drogaste ni me desvestiste, ¿que mierda paso? -Preguntó Ruby, perdiendo la impaciencia mientras volteaba al chico para que la mirase.
-Puede que te haya metido en la cama. -Este se acercó a su oído. -Y pasó de todo.
-Sé que no me tocaste. Si lo hubieras hecho no podrías olvidarlo y no veo que estés pensando en ello ahora. -La adolescente caminaba detrás del chico tatuado exclamando sus molestias. -Además, el tocarme seria propio de un vulgar psicópata, pero tú eres más retorcido.
-¿Ah, si?
-Se que me hiciste algo. ¿Me grabaste o algo así?
-No, pero debería de haberlo hecho. Estabas muy graciosa, recuerdo como quisiste hacerme enloquecer en el auto para que te dejara manejar mi Porsche.
La rubia quito aquel vaso de licuado y lo llevo a su boca. Los flashback comenzaban a aparecer y el recordar cómo posó la mano en la entrepierna de Nicholas no era el mejor ni de cerca.
Noah se adentro a la cocina y raid maneje besó la mejilla de su hermana, siendo esta quien se quedó con la bebida al final.
Seguida de ella, minutos después entraron Will y Rafaella, quienes recortaron el silencio con un "buen día" a la vez.
-¿Que tal la noche? -Sin poder quitar los ojos de Ruby, preguntó la mujer mayor. Esperando la respuesta que en realidad ya sabía.
-¿Anoche? ¿Sabes donde estuve anoche? -Preguntó la adolescente posando el brazo en el hombro del peli-negro el cual mantenía su gran sonrisa perfectamente en su rostro.
-En casa de Jenna. -Soltó Noah, la pecosa, de mala gana. -Creí que habías prometido hacer un maratón de los juegos del hambre. Esta vez no te la perdonó, tuve que leerme los libros e imaginarme con Katniss sin ti.
-¿Que?
Noah negó volteando sus ojos, detestaba que hagan como si no recordaban de que uno hablaba. Lo hagan pasar de loco, cuando en realidad en esta ocasión la que estaba quedando así era Ruby.
-Mandaste un mensaje al grupo. -Mencionó la madre de las mellizas, refiriéndose al que tenían ella y las mellizas. -Dijiste que te quedabas en su casa a ver "La La Land"
-¿Ah si?
-Si. -Respondió. Luego de eso bebió un trago de café y poso su mano en la frente de su hija. -¿Te sientes bien?
-Jenna es de muy buena familia. -Mencionó Will, siendo fulminado con la mirada de su esposa. -Aunque eso no tiene nada que ver. Su novio es mecánico. Yo creo que serán buenas amigas, también con Noah, ¿que dicen?
-Seguro.
-Oye, Nick. Gracias por presentarle a tus amigos. -Rafaella besó la mejilla del chico. -Eres un sol.
-No te preocupes. -Nicholas sonrío. -Me gusta ayudar a alegrar su estadía aquí.
-Me alegra escuchar eso y también, me alegra que hayan podido arreglar sus diferencias. Sabía que iban a llevarse bien.
La expresión de la rubia cambió al instante, optó por mirar a su hermana la cual todavía no cambiaba su molesta expresión y se dispuso a tomar su celular para rebuscar en los últimos chats. Y ahí estaba.
"Mamá no te preocupes me quedaré en casa de Jenna. Noah, nos vemos mañana. Por cierto, me confundí con Nick, es un amor".
-¿Había chicos de tu edad? -Preguntó la rubia mayor para sacar charla. Pero Ruby explotó, como si ácido saliera de su boca comenzó a gritar:
-Me alejaste de mis amigos y me alejaste de Archie. Arruinaste mi felicidad y ahora conspiras para que lo olvide, eres patética. -Dicho eso, lo último que se escuchó por su parte fueron los fuertes pasos que hacían rechinar la madera de la cocina y así, hasta alejarse.
-¿Archie? -Nicholas corrió el vaso de agua de su boca y alzando una de sus preciosas cejas, cambiando su expresión pregunto.
-Su novio. -Noah dejo el trozo de pan tostado sobre la mesa mientras tomaba el jugo de naranja para beber un largo trago. -Es lindo que te vayas enterando, ese chico y el mío le dan mil vueltas a todos estos pijos.
La mirada de Nicholas se posó en la puerta mientras acababa su café. Sus ojos reflejaban ira tras el increíble misterio que demostraban al pestañear. Acaso estaba... ¿celoso?
「」『🌷』 「」
La rubia estaba recostada boca abajo en la manta sobre la arena. Mantenía sus ojos cerrados mientras dejaba que su cuerpo se broncease al sol.
Traía un bañador color morado que resaltaba su piel blanca, pero las tiras del brasier estaban desatadas para que no quedaran marcas gracias a la luz solar.
-Vamos, no viniste anoche. Mínimamente dime donde fuiste en realidad.
-No recuerdo nada, pero si que Nicholas es un idiota. -Ruby observó la tapa del libro y sonrió. -Prometo un día de estos escabullirme a tu habitación con helado de chocolate y recompensarte ese maratón de películas.
Noah negó entre risas. -Anótalo en tu agenda para un día que tengas desocupado. ¡Oh, cierto! Nunca.
La rubia ató las tiras del bañador y se sentó junto a su hermana, pateo levemente su pierna y sonrió. -No puedes decir que nunca estoy para ti, pasamos más tiempo juntas del que deberíamos.
La de pecas alzó una ceja. -Quizá, pero ahora me has cambiado por el hermano más guapo.
-¿Crees que es guapo?
-Vamos, no te hagas. Si no fuera nuestro hermanastro de lo tirarías. -Aquellas palabras dejaron más dudas en la cabeza de Ruby de las que realmente necesitaba tener. -Aunque, ¿Que más da? Se nota que quiere contigo, dale una buena noche y deséchalo como sabes hacer. Después de todo no comparten nada, no puedes llamarlo hermano mirándose de la forma en la que lo hacen.
Por suerte el ringtone del celular de Noah se llevó la atención, interrumpiendo la charla y los pensamientos lujuriosos de la melliza menor.
-¿Hola? -Preguntó la pecosa atendiendo el llamado. Pero al no escuchar nada más que una misteriosa respiración optó por cortar.
Nicholas y su grupo de amigos se adentraron a la playa, siendo ellos quienes robaron la atención del público y de las hermanas Morgan finalmente.
-Hola, hermanitas.
Noah rodó los ojos. Sin rechistar tomo sus cosas y se alejo, dejando a su hermana detrás para que pudiera poner al chico en su lugar.
-Ni se te ocurra volver a llamarme así y mucho menos vuelvas a meterte en mi celular. -Exclamó con desprecio. -No eres nadie como para tener el privilegio o la decencia para eso.
-No se te ocurra volver a joderme una fiesta. No eres nadie para eso.
-No amor. La fiesta te la jodiste solito. -Ruby hizo una mueca. -¿"La La land"?
-¿Te gusta?
-Todos saben que odio las películas románticas.
El de rizos detrás de Nicholas no logro perderse de la conversación cuando rápidamente se metió en esta intentando ligarse a la de ojos verdes.
-Eres más de porno, ¿no? -Preguntó con una mueca burlesca, sabiendo que su comentario estaba fuera de lugar. -Con esa carita y esos labios cualquiera.
Ruby se encogió de hombros. -Puede ser, cuando quieras te doy una demostración.
-Repite eso y te rompo la boca. -Soltó Nicholas, obviamente luego de que la rubia se alejara enseñando su dedo corazón.
-No les hagas caso. -Opinó Jenna. -Están hormonales.
-Eso veo, no debe ponerla en días.
-¿Quien? -Preguntó la pecosa quitando la vista de su libro. Pero solo como respuesta recibió un encogimiento de hombros por parte de su hermana.
La rubia se sentó junto a su hermana y le quito el libro de las manos. La cual lo había dejado de lado para comenzar una linda charla con la morena de rizos.
Mientras Ruby intentaba concentrar su vista en el libro sus ojos tomaron un desliz y se centraron en Nicholas y su grupo.
Por mucho que lo intentara, no podía dejar de verlo a él. Sus tatuajes, su cuerpo, el escuchar de su risa y su seductora voz la hacían enloquecer. Como tampoco podia dejar de pensar en lo que su hermana había dicho "tirárselo y desecharlo" ¿por qué debería desecharlo? no estaba segura de que sea un chuco para eso.
Finalmente sus ojos encontraron un punto fijo donde mirar, su trasero. Su desnudez en medio de la playa llevó sus fantasías a todos los niveles posibles y sin darse cuenta comenzó a imaginar cómo sería que él se la follara sobre la arena, en medio de la playa y a plena luz del día; no le importaba quienes los mirasen solo sabía que eso demostraría a quienes le pertenecían cada uno.
Sin darse cuenta comenzó a morder su labio y mientras imaginaba que él lo estaba haciendo su fantasía termino de repente, en cuando su hermana le dio una leve golpiza, que la sacó de su pequeño transe.
-No era tan literal lo que mencione antes, hermana.
-No le hagas caso. -Sonrió Jenna. -Bonito culo, ¿no crees?
-Si.
-Apúrate. Porque las moscas ya están llegando a la miel.
Dos chicas se dirigieron a Nicholas con suma confianza. Caminaban moviendo su trasero de un lado a otro, intentando seducirlo con sus cuerpos bronceados.
-Nick, no nos invitaste a la fiesta.
-Pero las vi ahí. -Respondió este.
-Pero estabas con una rubia, creí que no te gustaba ese tipo de chicas. Vamos, ¿podemos ir a la carrera?
Ruby alzó una ceja curiosa, ¿acaso había escuchado bien? Nicholas volteó hacia su dirección luego de soltar un: "no sé de que me hablas". Y eso lo confirmo.
En cuanto las Morgan miraron a Jenna y esta fingió no entender una pizca de lo que había sucedido, sus ojos comentaron y sabían exactamente lo que pasaría esta noche.
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