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02 - SHE SAYS GOODBYE





CAPITULO 2: ELLA DICE ADIOS




A veces, a la vida toma gusto por ponerte pruebas. Un día eres feliz planeando la boda de tus sueños con el hombre que amas, y al siguiente te pone enfrente a la tentación misma. Pero Evangeline no culpó nunca al destino de sus errores, pues fue ella la que tomó las decisiones que marcaron su vida. Fue ella la que decidió emborracharse esa noche, fue ella la que invitó a pasar a Daniel a su apartamento y fue ella la que no se detuvo después de la primera probada de los labios de su amigo.

Llevándose el sorbete de metal a los labios, Evie miró a Daniel, quien aún sigue desmayado en el sofá, con una sonrisa incrédula. Y es que a pesar de que Daniel era un desastre, no pudo negar que era un apuesto desastre, además de adorable con esa sonrisa bobalicona que se cargaba inconscientemente. Solo dios sabe lo que estaba soñando para tener esa cara de satisfacción.

Dándose la vuelta y limpiándose mentalmente la baba, Evie se dio la vuelta regresando a hacer desayuno para los tres ya que dentro de 1 hora partirían al set, pues tenían llamado.

Minutos después, Daniel despertó dejando salir un ligero quejido, sosteniendo su cabeza. Imágenes de lo que sucedió la noche anterior volaron por su mente sonrojándolo avergonzado. Se sentó en el sillón y vio a Maddie, quien le dedicó una mirada llena de molestia al ser despertada tan abruptamente por su papi.

Daniel susurró un lo siento y se encaminó a la cocina, Evie ya se encontraba desayunando. El castaño se acercó lentamente a la mesa, dispuesto a disculparse, ahí fue cuando Evie lo vio y notando lo nervioso que se miraba balanceándose y jugando con sus dedos, le dedicó una sonrisa tranquilizadora, invitándolo, con un gesto de mano, a que desayunara con ella.

Evie se aguantó la risa lo más que pudo, pero con el estado de Daniel, le fue imposible. Daniel también comenzó a reírse, el ambiente era tan incómodo que era cómico. Maddie entró a la cocina, se acercó a su dueña en busca de cariño y comida, Evangeline acarició la cabecita de la perrita y después la mejilla. Después bajó al suelo el plato con el desayuno de Maddie y los tres regresaron a desayunar.

Evie y Daniel terminaron de desayunar y tomaron turnos para ducharse, mientras ella se arreglaba, él lavaba los trastes y juntaba la cocina.

Una vez ambos listos, junto con Maddie, salieron rumbo al trabajo.

—¿Estás segura que está bien que lleguemos juntos? —Daniel preguntó a Evie por tercera vez mientras tomaban el elevador. La castaña roló los ojos, de nuevo—. Te van a quedar los ojos así —Daniel la regañó y Evie torció los ojos de manera más marcada agregando una mueca en los labios haciendo una cara tonta, molestando a Daniel.

El hombre suspiró resignado, pero a decir verdad, le encantó esa nueva dinámica. No existió ni una pisca de incomodidad o tensión entre ambos, era como cuando eran amigos hace dos años. Fue un momento agradable, estaba agradecido por eso, así quería pasar el resto del tiempo que le quedara con Evie. Conviviendo rico.

—Por tercera vez, Dani. Está bien, somos amigos y los amigos se dan aventones al trabajo —Evie se encogió de hombros restándole importancia, saliendo del elevador, ella también decidió aprovechar los momentos que le quedaban en el show.




≪•◦ ♡ ◦•≫




El resto de la semana paso rapidísimo, en un pestañar el equipo en la serie se encontró grabando el último capítulo de la segunda temporada, mas especificó, la última escena de Evangeline en el show.

—Él me va a odiar —Joseph susurró a Evie—. Todos lo harán. Pero estoy dispuesto a tomar su odio, si con eso puedo mantenerlos con vida.

—Y lo harás, yo me asegurare de ello —Evie prometió tomando la mano del rubio, llevándola a su pecho—. Recuerda, justo en el corazón —ella le entregó la estaca de madera—. Debes matarme para que el plan funcione.

Joseph dejó caer una lagrima solitaria y Evie asintió sonriendo con tristeza, aventándose a abrazarlo.

—Los voy a extrañar muchísimo —Evie susurró en el oído de Joseph, él rubio la abrazó con más fuerza, ambos saliendo de sus personajes, pero el equipo siguió rodando. Era una despedida llena de emociones, llena de realidad. Fue buena.

—¡Corte! —Matt Hastings, el director del episodio, gritó, cortando la escena.

Las serpentinas y espuma no se hicieron esperar, todo el equipo llenado a Evie de ellas. Evie recibió todo gustosa, esa noche concluyó una de los episodios más importantes de su vida. Y es que desde que sufrió el accidente que la alejó para siempre de las competencias, pensó que no volvería a ser feliz, pero que Julie y Kevin le hayan brindado la oportunidad que la alejó de la depresión y los malos caminos. Diarios de vampiros y los originales cambiaron su vida para siempre, y por ello, siempre estaría agradecida.

En ello encontró una segunda familia con la cual podría contar siempre y viceversa.

Los miembros del elenco y producción por fin se detuvieron con el ataque, dejando a la pobre de Evie cubierta con espuma de la cabeza a los pies.

Julie se acercó y se aclaró la garganta. —Hace seis años conocí a una chica hermosa y talentosa. Recuerdo lo nerviosa que ella estaba por su audición, pocos sabrán esto, pero originalmente Evie no iba a ser parte de la producción, Nina iba a interpretar a todas las Petrova, pero cuando esta hermosura vino de acompañante de su gemela, no pudimos dejar pasar la oportunidad. Es algo de lo que nadie en el equipo se arrepiente —Evie sonrió conmovida por las palabras de Julie.

—Yo... uff —Evie bufó tratando de controlar sus emociones para no soltarse como magdalena frente a todos—. Después de dejar las competencias, nunca pensé encontrar algo que me llenara de nuevo, que hiciera que me levante al día siguiente. Créanme que ser actriz jamás paso por mi mente, pero fue lo mejor que pude hacer. Encontré esta hermosa familia, estos nuevos hermanos y hermanas que amo con toda mi vida —Evie miró a los ojos a Daniel, diciéndole todo con la mirada. De cómo también encontró el amor en el set—. Pero bueno, que depresivos nos pusimos. ¡A festejar! ¡Yo invito la primera ronda de tragos! —exclamó llenando el ambiente de felicidad, quitando la tristeza.




≪•◦ ♡ ◦•≫




Decir adiós nunca es fácil, pero en definitiva ponerte hasta las chanclas con tus seres queridos es una manera de sobrellevarlo. Y es que la familia de Evie era todo menos normal, de eso ella estuvo segurísima cuando entró a la casa de Joseph y Persia y vio como todo se encontraba con tonos oscuros y fúnebres.

Con boca abierta, Evie observó desde el pastel con forma de ataúd purpura, hasta los globos del mismo color junto con negro. Sus locos amigos le organizaron una fiesta de despedida o, mejor dicho, un funeral. Ese en ese momento que las palabras de Phoebe y Maisie tomaron sentido al bromear con ella cuando le dijeron que ahora estaba muerta para todos por dejarlos. Era un humor muy negro que pocos apreciaban, pero a Evangeline le encantó.

La música sonaba por todo el lugar, entrando, Evie se dirigió hasta el mini bar en el jardín trasero de la feliz pareja casada. La castaña no tuvo ni que pedir cuando Michael le tendió una copa con vino tinto. Su favorito.

—Eres un ángel, Trevino —Evie dijo antes de darle un trago a su copa. Deleitándose con lo agridulce del vino mirando por el lugar, riendo cuando vio algo gracioso o que le trajo recuerdos.

Viene a su memoria la primera vez que se reunieron todos a hacer una fiesta en la casa que antes era solo de Joseph, de cómo vomitó sus tripas después de beber como loca para agarrar valor y poder besar a Tyler después de su primera cita.

—¿Quién lo diría, mi pequeña Evie? —Michael preguntó retorico. Evie regresó su atención a el—. Entramos juntos y nos vamos juntos —dijo con anhelo.

Michael siempre estaría en su corazón. En esa noche llena de despedidas no pudo faltar el recuerdo de la primera escena subida de tono de ellos dos. Unos adolescentes llenos de nervios y vergüenza por estar casi en pelotas frente a veinte personas.

—Salud, por ser nuestras primeras veces, Mickey —Evie brindó dejando salir el apodo que sabía, Michael despreciaba.

—Fui tu mejor y lo sabes, chiquita —Trevino guiña continuando su coqueteo haciendo reír a Evie, la cual contagió a su compañero y los dos terminaron carcajeándose atrayendo la atención de otros invitados, los cuales se unieron en el mini bar formando un platica de las escenas más divertidas y vergonzosas de grabar.

En el top 5, la vez que Evie golpeó a Tyler Hoechlin en los testículos cuando grabaron su primera escena de beso juntos.




≪•◦ ♡ ◦•≫




—Solo digo, Jomo, ese cuarto tiene potencial para ser una cueva de hombre. OH —Daniel jadeo emocionado—, ¡podemos formar nuestro club de hombres hermosos y precioso, cositas bien hechas!

Joseph simplemente rodó los ojos acostumbrado al comportamiento casi... bueno, infantil de su amigo.

» Estaría todo el tiempo aquí...

—Esa es una de las razones por las cuales esa habitación nunca será un lugar para que formes tu culto, Daniel. Además, ese lugar está reservado para nuestro primer hijo —agregó Joseph abrazando a Persia por la cintura—. ¿Cierto, amor?

Persia se tensó ligeramente pero no quitó la sonrisa enamorada de su rostro. —El cual no vendrá en mucho, mucho tiempo. Es decir, no hay ni porque traer el tema a colación —la morena dio por finalizado el tema de bebés anunciando que Evie había llegado, distrayendo a Daniel alejándolo de la posible discusión que estaba a punto de comenzar entre el matrimonio.

—Sigo sin entender porque la renuencia en tener un hijo...

La voz de Joseph cada vez se hizo más distorsionada conforme Daniel avanzó por la casa para llegar al jardín donde la fiesta se llevaba a cabo.

Y ahí estaba, su preciosa castaña riéndose tanto que se doblaba sosteniendo su pancita. Se encaminó hacia el grupo de gente en el mini bar parándose al lado de Evie.

—¿Quieres bailar? —Daniel susurró en el oído de Evie lo suficientemente bajo para que ella pudiese escuchar, pero no los demás. Evangeline continuó con su mirada en Claire, quien contaba lo que le pasó en Starbucks el día de ayer—. Vamos, no muerdo... A menos que me lo pidas.

Evie tragó y asintió dejándose tomar de la mano por Daniel, dirigiéndose a la ola de gente bailando. Él era su amigo y se podía bailar con los amigos. Porque solo era eso... un baile.

Daniel dejó ir la mano de Evie y levantó sus brazos a la altura de su pecho, flexionándolos comenzando a subir y bajar los hombros, sus brazos moviéndolos al ritmo de la canción en turno. Evie movió sus caderas de un lado a otro alzando los brazos y lentamente acariciando el izquierdo con su mano derecha hasta flexionarlos detrás de su cabeza y estirarlos a sus laterales.

Ambos dejándose sentir la letra de la canción.

How deep is your looovee —ambos cantaron a todo pulmón disfrutando del momento viéndose a los ojos. Demasiadas emociones pasando por ambos como para identificarlas.

El pecho de Evie bajó y subió tratando de regular la respiración.

Daniel tomó la oportunidad y se acercó lentamente a Evangeline. La canción cambió y las vibraciones del bajo viajaron por el suelo y Evie lo sintió desde sus pies hasta sus hombros, era eso porque se negó a admitir que era la intensa mirada de Daniel la que le estaba dando escalofríos deliciosos.

Daniel ofreció su mano y ella la tomó, en un movimiento, el castaño le dio vueltas, pegándola a él. Espalda contra pecho. Daniel pudo sentir el pulso de Evangeline acelerándose cada vez más y más.

Evie tragó. —Daniel... —murmuró en advertencia.

—Shh —Daniel la silenció poniendo su dedo pulgar en los labios entreabiertos de Evie—. Solo escucha y siente... —habló rosando el oído de la morocha enviando cosquillas por los cuerpos de ambos.

Estaba tratando muchas cosas menos ser honesto

O tal vez no quería hacerte saber

Que baby, he estado pensando en ti todo el tiempo

Lentamente, quitó su mano de los labios de Evie, recorriendo el mentón hasta llegar al cuello de ella, el cual rodeó con la izquierda mientras que con la derecha comenzó a mover las caderas de Evie en pequeños empujoncitos.

He estado tan sola desde que te fuiste

Debería hacerte saber

No puedo dejarte ir

Evie sintió como las manos de Daniel se hicieron camino hasta su estómago, dejando la palma plana sobre ella. No quedándose atrás, puso igualmente su mano derecha sobre la de él y entrelazándolas al mismo tiempo que inclinó su cuello a un lado dando permiso y espacio a Daniel para recostar la cara en su hombro. Daniel sintió de todo cuando Evie comenzó a hacer círculos son sus caderas y eso se amplificó aún más cuando con su mano libre comenzó a acariciar la parte visible de su rostro y cabello.

Muchos dirían que era una posición incómoda para estar, pero él estaba encantado. Le fascinaba verla gozar y olvidarse de lo que las habladurías de la gente.

Ambos estuvieron conscientes de que nada más pasaría, pues esta fue su momento de despedida. No se necesitaron palabras o contar anécdotas para recordar lo felices que fueron y como eso les cambió la vida a pesar de los malos tiempos. El que ella se fuera no cambiaría nada, continuarían siendo de esos amigos que se hablan en la madrugada cuando alguno de los dos no pudiese dormir, los que tenían una video llamada citada cada semana para ponerse al corriente en la vida del otro, aunque prácticamente se vieran todos los días en el trabajo, lo cual ahora sí tendría sentido.

La canción terminó, pero ninguno hizo algún movimiento para separarse o cambiar de posición.

Solo un segundo más, pensaron ambos.

—¡Vivi! —Evangeline escuchó que la llamaron y dejó caer su mano dl rostro de Daniel, quien liberó su cuello. Nina se acercó a su hermanita y la abrazó apartándola del cuerpo de Daniel.

—¡Nini! —Evie reciprocó con una sonrisa pues su otra mitad si pudo llegar a celebrar uno de los acontecimientos que marcaría su vida.

Lo que la menor de las Dobrev no notó fue la mirada asesina llena de advertencia que Nina dirigió a Daniel. Pues estaría condena si dejase que ese hombre volviera a lastimar a su hermana.

Ella iba a ser una de las personas que se iban a encargar de que Evangeline disfrutase de esa nueva oportunidad. Su hermanita no necesitaba un hombre para ser feliz y estar alejada de la tentación andante que era Gillies iba a ser bueno para ella. Es por eso que cuando Evie estuvo decidida en rechazar el papel en la película, Nina la convenció de no hacerlo.

—Te tengo una sorpresa —ambas se separaron, pero continuaron agarradas de las manos. Evie asintió emocionada esperando la revelación de su gemela. Las sorpresas de Nina eran las mejores—. ¡Nos vamos de campamento!

» Porque no hay mejor manera de celebrar tus últimos dos días en el país con un día de campo con tus mejores amigos frente a una fogata comiendo smore's.

Evangeline chilló encantada con la idea. —¡Esto será genial! ¿Daniel, te vienes? —preguntó a su compañero de baile con ojitos esperanzados. Daniel no pudo negarse, podían más los ojos de cachorro feliz de Evie que los amenazantes de Nina—. ¡Fabuloso! ¡Iré a decirles a los demás que limpien sus agendas! —salió corriendo a la casa, pero no sería Evie sí que se tropezase con sus propios pies cayendo de boca al suelo.

Los que la vieron se asustaron y cuando Nina junto con Daniel iban a acercarse para ayudarla, ella se levantó sonriente y gritó un "¡estoy bien!" entrando en la casa.

Sip, esa era Evie.

Daniel y Nina quedaron al lado de las personas bailando dándose miradas de receló. La de Nina protectora y la de Daniel molesta porque interrumpió el momento con su chica.

Si, esos serían unos largos dos días para los ex cuñados.




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