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CAPÍTULO NUEVE:

𝗹𝗫.𝗖𝗼𝗻𝘁𝗿𝗼𝗹𝗮𝗱𝗼𝗿.
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|❝No me gustan tus absurdos juegos.❞|

UNA SEMANA DESPUÉS.

     UNA SEMANA HABÍA PASADO DESDE LA NOCHE DE BODAS, pero las cosas buenas solo habían quedado aquella noche, Draco comenzó a ser un poco más distante, era un tanto seco y frío con sus reacciones, no habíamos vuelto a tener relaciones por razones obvias. Yo había comenzado mi trabajo en el ministerio como una aurora experta en las pociones del rango de magia oscura, era un trabajo un tanto cansado, pero era muy excitante el estar investigando; Draco, por otra parte, había comenzado a tener una fascinación notable por la alquimia, a veces se la pasaba encerrado en su despacho, pero también tenía un buen ojo puesto a negocios de su familia con el ministerio.

Pocas veces habia podido hablar con Harry, quien me contaba sobre los preparativos de la boda de Ginny, y me preguntaba de los trato que Draco tenía hacia mí, Ron seguía incrédulo y molesto que haya tomado nupcias con su enemigo, mientras Hermione se la pasaba dándome consejos. Narcissa se comportaba dulce conmigo, a veces le gustaba cocinar conmigo, y otras simplemente tomábamos algo en el jardín, Lucius intentaba arreglar todos los problemas que habia dejado la guerra, que habia manchado su impecable apellido, al parecer el que Draco se haya casado conmigo habia ayudado mucho en eso.

━¿Sigues leyendo esos archivos? ━la pregunta de Draco me hizo voltear a verlo.

━Creo que es obvio.

━¿No has pensado dejar de trabajar en el ministerio? ━su pregunta me hizo voltear a verlo sorprendida.

━¿Cómo por qué haría eso?

━Porque no ocupas trabajar, tengo dinero y yo lo hago, tampoco es bien visto que trabaje la señora Malfoy.

Rodé los ojos ante el punto de su cuestionamiento, me puse de pie encarándolo ━No me interesa lo que la gente diga, tampoco lo que tú quieras; esto es algo que yo deseo y se hará así.

Iba a encaminarme a la puerta, pero su gran mano se envolvió en mi brazo, empujándome de vuelta a la cama haciendo que me sentara.

━Soy tu esposo, por lo que puedo decidir que es mejor para ti.

━No te confundas, eres mi esposo, no mi dueño y yo puedo disponer de mi tiempo y de mi vida como se me antoje.

Ambos nos encontrábamos cara a cara, exponiendo puntos diferentes dándole pauta a una discusión, pero la verdad es que me habia esforzado demasiado en conseguir un trabajo que me gustara, y tener de alguna manera, un equilibrio en mi vida y ahora que lo estaba consiguiendo, no lo rompería solamente porque a Draco le importará el que dirán de la gente.

━Bien.

Fue lo único que contesto, para salir de la recamara dando un fuerte portazo, me senté en la cama, intentando asimilar todo, se comportaba distante pero luego volvía a decirme que tengo que dejar de trabajar para que la gente dejara de decir cosas, lo cual para mí, es una completa estupidez. Una idea cruzo por mi mente, como si de un rayo se tratara; no pensé mucho y con mi varita comencé a sacar mis maletas donde metí mis pertenencias y mi ropa. Me puse mi gabardina e hice el hechizo de aparición. Un mareo me llego de repente, cuando llegue al pequeño apartamento que era mío. Un regalo que Harry me hizo por si en algún momento tomaba la decisión de romper con Draco, ese no era mi caso, pero funcionaria.

Con algunos movimientos de varita arregle el lugar, acomodando mis cosas y dándome cuenta que eran pasadas de las doce de la madrugada, me recosté en el sofá mirando a mi alrededor, estaba casada, pero eso no significaba que tenía que compartir el mismo techo que él. Aunque el ministerio nos exigió casarnos, estaba un tanto harta de la monotonía que estábamos viviendo. Me encamine a mi nueva recamara, donde me deje caer en la enorme casa, dejándome caer en los brazos de Morfeo.

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     EL FRÍO GOLPEABA MI CUERPO MIENTRAS CAMINABA RÁPIDAMENTE ENTRE LOS MAGOS QUE IBAN Y VENÍAN, el ministerio estaba lleno de ellos, algunos para solucionar sus problemas y otros para trabajar, como en mi caso. Mi oficina era grande por mis obligaciones en pociones, antes de siquiera entrar una mano me tomo del brazo haciendo que chocara con los ojos esmeralda de mi hermano.

━¿Dónde estabas?, Draco fue a verme anoche muy preocupado por ti. ━pase en seco sin mirarlo.

━Me fui de su casa, estaba harta de su lado controlador, estoy en el departamento que me regalaste.

━Avery, eso te puede traer problemas con el ministerio, más precisamente, el departamento de nupcias mágicas. ━me regaño, mientras me tomaba de los hombros mirándome ━piensa en lo que haces, puedes perder tu trabajo.

━No pasara nada, relájate Harry.

El solo suspiro mientras besaba mi coronilla, y después de una despedida, se encamino a su oficina de aurores. Suspire entrando a la mía, mientras encendía todas las luces, salte en mi lugar al ver aquella cabellera platinada, sentado en la esquina con una mirada llena de fuego que me hizo temblar en mi lugar.

━¿Qué haces aquí?

━¿Dónde mierda estuviste toda la noche? ━ignoro mi pregunta mientras se acercaba a mí.

━Me he ido de la Mansión.

Sus ojos se llenaron de un fuego metafórico, su mandíbula se apretó tanto que pude escuchar sus dientes rechinar y esta tronar duramente; me tomo de la cintura de una manera no amigable acercándome a él, tanto que su aliento a menta y su colonia, penetraron mis sentidos de aroma.

━¿Por qué?

━Porque no me gusta que me controlen o intenten darme órdenes.

El soltó una risa, volteando efímeramente hacia la izquierda para luego regresar su mirada a la mía ━El acuerdo nupcial me da esos derechos, como el ministerio de magia.

━No estoy de acuerdo.

━No es mi problema, así aceptaste, así se queda.

Mi mandíbula se apretó duramente del enfado que tenía en mi interior, no estaba feliz con aquello, y no quería volver a ir a vivir con Draco hasta que no cambiara esa manera petulante de ser y comportarse.

━Pero no te preocupes Avery, haz lo que quieras, más temprano que tarde volverás porque lo necesitaras.

Sin más, me soltó de mi cintura saliendo de mi oficina, dejando un sabor amargo en mis labios, ¿me debía de preocupar por lo que dijo?