30 votos, 20 comentarios.

Arroz, verduras al vapor y trozos de carne. Jungwon mira su plato, suspirando.

Tomó lo palillos y cogió algo de arroz, llevándolo a su boca y masticando lentamente.

Heeseung está hablando con sus padres, quisiera saber que es pero no esta prestando mucha atención. Los palillos revuelven un poco su comida, apenas ve lo que va tomar y se lo lleva a la boca. Tenía hambre, si, pero prefiere dormir y no pasar tanta incomodidad.

En el trascurso de cena puede notar que Jennie no es tan dura con su hijo, le habla con cariño e incluso cuando le regaña es dulce.

Todo lo contrario cuando se trataba de el. 

-¿No tienes hambre?-  el señor Hiroki le pregunta susurrando. Está sentado justo a su lado. 

-No, no mucha- sonríe de lado.

-No tienes que comer si no quieres. O tambien puedo decirle a Heeseung que te compre otra cosa. 

-Gracias, pero estoy bien, de verdad. 

-Y... Jungwon, ¿Cierto?- El omega desvía su atención del padre de Heeseung cuando escucha ser nombrado y asiente a la alfa, sentada en un extremo de la mesa.- ¿piensas seguir estudiando, después de que el bebé nazca?- pregunta apoyando sus codos en la mesa. 

-Creo que si, espero poder hacerlo. 

-¿alguna universidad en especial?

-Aún no he pensado que estudiar. 

-Te queda poco tiempo.

-Mamá no presiones.

-Si, Jennie, deja al niño un rato.

-No, está bien- niega sintiéndose cada ves más pequeño en su asiento- Tiene razón, pero primero quiero acabar mis estudios con buenas notas.

-Heeseung me comento que eres uno de los mejores- el padre del alfa dice, sonriendo- ¿Eso es verdad?

Los ojos de Jungwon brillan un poco y una sensación cálida se instala en su pecho ¿Heeseung ha hablado de él con su papá? ¿eso era bueno?.

-eh, si. Podría decir que si.

-Diles que si y ya- la mirada de todos en la mesa cae en Heeseung, Quien suena aburrido, Jungwon cree romperse un poco-Es el puto cerebro de la escuela ¿bien?

-¡Heeseung!- su padre golpea su brazo- eres un grosero. 

-No tanto así, pero me gusta tener buenas calificaciones. 

-¿para que?- El alfa lo mira interesado.

-Me hace sentir bien, creo. 

-Raro- susurra y recibe otro golpe.

-Y... Heeseung también nos contó sobre tu padres betas, ¿no?

-Si. Los dos lo son.

Puede ver de reojo a Jennie sonreír. 

-¿Quien es tu madre?

- Yang Somi. 

-Si, la conozco un poco. 

Heeseung no vuelve a dirigirle la palabra alguna durante toda la noche. Termina su cena con mucho trabajo, pero en realidad sabia muy bien. Los padres del pelinegro se van cuando el sol se ha ocultado, diciendo que volverían pronto. Jungwon espera que no, al menos sin Jennie. 

–Me ducharé–el alfa avisa quitándose la camisa, y Jungwon muerde sus labios. 

–Heeseung...

–¿Que?

–¿De donde sacaste el dinero para comprar la cena?

–No importa. El caso es que ya comiste, y deberías estar Feliz por eso. 

El alfa lo mira incrédulo.

–Si crees que soy un puto vendedor de Crack o algo, estas muy equivocado. Y de ser así, no viviríamos aquí. 

–Entonces, ¿no es nada malo?

–No, y ya deja de preguntar. Duerme o algo, no fastidies. 

El omega asiente y entra en la cama. Ha prendido el aire-gracias y tienen uno- para sentirse bien. Al principio Heeseung se quejo pero lo dejo cuando le dijo que no podía controlar su calor. Escucha la puerta de baño cerrarse. No sabe que hacer, para dormir ya era tarde y temprano a la vez. No tenía saldo para enviar mensajes a Jake o revisar alguna red social, y en la tv... no siempre había cosas entretenidas. Aún así, la enciende y como siempre nada bueno había.

La regadera para y la puerta del baño se abre, así que se pone de pie para lavar sus dientes. 

abre la puerta y el alfa está sentado en el retrete, viendo algo en su pierna. Jungwon se sobre salta y cierra rápido, tapando sus ojos.

-¡Perdón!- Grita desde afuera. 

-Estoy vestido, Jungwon, no jodas- La voz de Heeseung suena divertida- puedes pasar.

El omega entra despacio. Toma su cepillo y la pasta dental, unta un poco de esta sobre el objeto, luego lo remoja bajo el agua y comienza a cepillar sus dientes con cuidado.

Todo lo hace bajo a mirada atenta del alfa.

-¿Qué te pasó ahí?- pregunta una vez termina de cepillarse sus dientes y secar sus labios con un toalla blanca, notando ahora que el lugar donde el alfa miraba minutos antes de interrumpir en el baño, se encontraba una línea roja.

-Me corté- encoge sus hombros.

-¿Con qué?

-Un vaso de cristal.

-¿no te duele?

-No.

-¿Te dolió?

Heeseung alza la mirada asintiendo.- un poco, si.

-¿Los has curado ya?

-cuando me bañé, con el jabón y eso. 

El omega asiente y se da, la vuelta, dispuesto a salir.

-Jungwon, ven aquí- muerde su labio inferior al escuchar su nombre, y al girar sobre sus pies, encuentra al alfa mirándolo de una manera que no sabe descifrar y palmeando su regazo. 

-Pero yo-

-Ven aquí.

El omega obedece, sentándose con recelo frente al alfa, en su regazo. Casi gime cuando el brazo de Heeseung enrolla su cintura para que no cayera. Una mano se presiona y acaricia su estómago con delicadeza sobre la ropa y luego alza su camisa, para hacer contacto con la piel.

La mano de Heeseung se siente caliente, parece quemarle, pero es una quemazón agradable.

-¿todavía es muy pequeña?- susurra, pasando la yema de sus dedos al rededor.

-No lo sé... creo que está bien para el tiempo que tengo.

-¿Cuanto tienes?

A Jungwon no le sorprende saber ni un poco que no supiese de cuánto estaba, pero eso no evita que se sienta un poco mal.

-Un poco más de 16 semanas o quizás 17.

-dímelo en meses.

Jungwon se contuvo para no rodar los ojos. 

-Como cuatro. 

Heeseung asiente. Ahora su mirada se dirige hacia arriba y sus cejas de juntas cuando analiza el rostro del omega. 

-¿Es lo de la mañana?

-¿Qué?

-Mueve la cabeza para un lado. 

Jungwon mira hacia la izquierda y los dedos que antes estuvieron en su estómago, ahora están trazando un camino en su mandíbula. Heeseung presiona leve sobre las marcas rojizas y Jungwon sisea por lo bajo.

-Mi padre me regaño cuando fuiste al baño. No creas que no las vieron, sólo se hicieron los tontos para no hacerte sentir mal. 

Los ojos del castaño se nublan un poco. 

-Dijo que debería pedirte perdón. ¿Quieres que lo haga?

Jungwon, trabajo, mueve su cabeza de arriba abajo, con miedo a la reacción que el alfa tendrá. Su corazón se detiene y su respiración falla cuando siente la nariz del alfa moverse lentamente contra su mandíbula mallugada, casi como una caricia que lo hace estremecer.

Siente como inhala profundamente repentinas veces. 

-Perdón, entonces. 

-Pero no... cuenta, por que es obligado. Debes sentirlo de verdad- su voz en un susurro se quiebra en la última oración. 

-¿Como sabes que no lo hago de verdad?- aprieta su agarre en la cintura del omega, acercándolo más.

MÁS, su alfa ronronea de gusto al sentir al omega tan cerca y como el dulce aroma a coco con vainilla aumenta un poco. 

Jungwon mueve su rostro para mirarlo de frente y puede asegurar que sus mejillas están rosadas por la poca distancia que los separa. Sus narices chocan y los ojos de Heeseung están cerrados, degustando y embriagando se con el aroma del omega. El alfa balancea levemente su cabeza de lado a lado para rozarlas, y de pronto sus ojos se abren, pupilas dilatadas y brillantes en su dirección.

-deberías ir a dormir mañana tenemos clases- suspira y hace que el omega ponga los pies en el piso. Su alfa gruñe por la lejanía.

Decepcionado, Jungwon sale del baño.

vaya rechazo, piensa, sintiendo su pecho oprimido y su corazón estrujado.

para la síguete semana Jungwon se esta sentando en una de las mesas que hay en el jardín de su escuela. Hoy empezaba su asesoria con Jay, el primo de Heeseung. 

Heeseung... Con el no ha hablado casi nada después de aquel momento íntimo en el baño, ha vuelto a ignorar y ahora con más frecuencia. Odia el rechazo y sus cambios de humor repentinos. No sabía por qué su actitud era tan arisca con él. Pero ahora debía concentrarse en otra cosa, como por ejemplo, enseñarle lo más que sabe a su primo.

agradece que el día esté fresco y la temperatura de su cuerpo haya vuelto a la normalidad. Tiene puesto un suéter de Heeseung. él mismo se lo había dado hoy en la mañana para sorpresa de Jungwon no sabe la razón pero él y su omega están felices por eso. Sus suéteres eran bastante anchos y cómodos. 

El de hoy es uno gris, y parece estar tejido a mano. Sus pantalones son negros y duda que le sigan quedando para el próximo mes, o semana tal vez. Sus pies están enfundados y unos tenis, tambien negros. Arregla su cabello que el viento fuerte ha despeinado y puede ver de reojo como alguien toma asiento a su lado.

-¿Que haces aquí?

-Estar.- Heeseung contesta, tirando su cabello hacia atrás mientras deja un vaso-de lo que cree que sería- café en la mesa. 

-¿No podrías 'estar' en otro lado?- pide haciendo comillas con sus dedos- tengo que darle asesoría a tu primo.

-Por eso estoy aquí, tengo que cuidar que no le haga nada a mi cachorro. 

-No le hará nada. Es tu primo, Heeseung, no creo que sea una amenaza para el bebé.

-¿No has notado como te mira?, no dudo que también te pida pasar su celo contigo.

-Aunque quiera ayudarle no puedo- apunta su panza con una sonrisa sarcástica-. Además, no me mira de ninguna manera. Soy un omega embarazado, nadie quiere a uno así.

-A él parece no importarle creo que es como un fetiche o algo. Hasta yo lo creo sexy- murmura con semblante serio y bebe su café. 

-No me mira de ninguna manera, deja de hablar así- lo regaña-. De todos modos, creo que todos los alfas miran a todos los omegas de la misma manera.

-Yo no.

-Tu no miras a nadie, eso es diferente.

-¿Como que no miro a nadie?-Heeseung luce verdaderamente ofendido- yo si miro, y mucho.

-¿Ah, si? ¿a quién, tu reflejo en el espejo?

-No te hagas el gracioso conmigo, Jungwon- su mirada volvió a endurecer cuando ve a Jay caminar dirección a ellos, sonriente. 

-Hola, hyung, hola Heeseung.- les saluda, sentandose y sacando sus libretas.

El alfa pelinegro mira la sonrisa que tiene en su cara y gruñe muy alto, acercándose más a él incoscientemente.

Jungwon sabe que sera una tarde larga y para nada agradable.