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PRÓLOGO
❛ Cuando todo comenzó ❜

📍Atlanta─06/12/93

El parto de Charlotte fue un evento cargado de presagios, incluso para una diosa como Niké. Sabía que su hija no sería una niña común, que su destino estaría marcado por grandes desafíos desde su primer aliento. Los monstruos ya comenzaban a acecharla, atraídos por su linaje divino, y Niké había sentido la necesidad de compartir sus preocupaciones con Apolo, su aliado más cercano.

━Apolo, mi hija está por nacer. Ya siento la amenaza acercándose… Los monstruos no tardarán en venir, y sé que necesitará algo más que la fuerza de la victoria para enfrentarlos. Ella será diferente, y debe estar preparada━ le había dicho Niké días antes, con una mezcla de ansiedad y esperanza.

Apolo, siempre atento a los presagios, entendió el peso de sus palabras. Sabía que, al ser hija de Niké, Charlotte no solo heredaría la habilidad de luchar y triunfar, sino que su destino sería rodeado de desafíos y pruebas. No podía dejar que la niña se enfrentara a todo eso sin una herramienta divina que la guiara.

Así fue como, en la noche misma en que Charlotte nació, Apolo se presentó. La luz dorada de su presencia iluminó la cueva en que Niké había dado a luz, y en ese mismo instante, Apolo, con su mirada sabia, se acercó a la pequeña niña que aún luchaba por abrir los ojos al mundo.

━Tu madre tiene razón ━dijo Apolo, mirando a Niké con cariño y respeto.━El destino de tu hija será único, pero también peligroso. Le daré algo que solo unos pocos afortunados tienen: la visión de lo que otros no pueden ver. Así podrá anticipar los peligros y las pruebas que el destino le tenga preparado.

Con un toque suave pero firme sobre el ojo derecho de Charlotte, Apolo infundió en ella su poder. Al abrir los ojos, la niña mostró uno azul, como el de su padre y otro dorado, una marca de su linaje y el vínculo con el dios. Con una sonrisa, Apolo se dirigió a Niké.

━Cuidaré de ella a mi manera, amiga mía. La verdad siempre le será revelada, pero que no olvide que, con la visión, viene una gran responsabilidad.

Con esa bendición, Apolo desapareció, dejando atrás el resplandor dorado de su poder lentamente cegando unos segundos a su compañera y al esposo de ella.

Mientras tanto, Niké, aliviada y agradecida, abrazó a su hija, sabiendo que el camino de Charlotte estaría lleno de pruebas, pero también de la claridad y la sabiduría necesarias para enfrentarlas.

━Mi pequeña gran victoria...Haremos lo que haga falta para que no te pase nada, mi niña...━al escuchar a su madre, la pequeña Charlotte abrió sus hermosos ojos y sus padres sonrieron con ternura, la pequeña transmitía luz en esa noche y en el gran ventanal del apartamento de Liam un resplandor dorado surgió de los ojos de Charlotte y rasgó la oscuridad, iluminando el firmamento con una intensidad antinatural.

Los mortales, al presenciar ese destello, quedaron perplejos; algunos lo compararon con un relámpago sin trueno, otros susurraron que era un meteorito cruzando el cielo. Pero en el Olimpo, no hubo confusión. Los dioses sintieron la vibración en sus dominios, una señal clara y poderosa: la diosa Niké había concebido un mestizo.

PAU'S NOTE:
Que les parece??? Estoy muy emocionada la verdad.

La relación de Apolo y Charlotte será muuuuy bella.

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