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-𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑠𝑖𝑒𝑡𝑒

jihyo y Ryujin estaban viendo la televisión cuando escucharon el timbre.

La mayor se levantó y fue a abrir.

Apenas abrir la puerta en su cara se dibujó una gran sonrisa.

-Hola Hyo-Saludó Tzuyu sonriente.

-Hola Tzu, pasa -Se hizo a un lado para dejar pasar a la contraria.

Se adentró en el apartamento y fue al sofá donde estaba Ryujin, la cual la saludó con un gran abrazo.

-¿Qué te trae por aquí? -Preguntó Jihyo sentándose a su lado.

-Oh, pues... -La mayor la miraba curiosa, desde que entró no se le borraba la amplia sonrisa que traía -¿Quieren ir al... -Sacó tres entradas de su bolsillo -Acuario?

Los ojos de Ryujin brillaron, siempre había querido ir a un acuario, es decir, es un zoológico líquido, ¿Por qué no querría ir?

-Wow... ¡Claro que sí! ¿Verdad cariño? -Miró a su emocionada hija.

-¡Si! -Exclamó mientras alzaba los brazos.

-¡Genial! Entonces arréglense, tenemos un camino que emprender -Juntó sus manos y miró a las contrarias sonrientes.

Tzuyu le dio un fuerte abrazo en forma de agradecimiento y fue corriendo a alistarse.

-No me alcanzará la vida para agradecerte todo lo que has hecho por nosotras - Jihyo miró con una tierna sonrisa a la castaña.

-Y a mi no me alcanzará la vida para hacerlas felices como se debe.


-Ya estamos cerca -Dijo Tzuyu mirando su celular por unos segundos.

Pararon delante de una gran estructura, definitivamente ya habían llegado.

A la menor le brillaban los ojos, era enorme y estaba muy bien decorado por fuera, no se podía imaginar como sería por dentro.

Entraron y contemplaron el inmenso lugar, todo era vidrios que guardaban agua y varios tipos de peces.

-No nos quedemos aquí paradas, recorramos el lugar -Habló Jihyo, las contrarias asintieron y se dispusieron a caminar.

Habían letreros que indicaban el nombre de los peces e información de ellos.

La pequeña miraba para todas partes asombrada, habían peces de todos lo colores, se veía muy bonito.

Hubo un momento en el que ya no eran peces sino otras criaturas.

En un lado habían mantarrayas y el otro pulpos, junto con corales de diversos colores.

Luego ya daba miedo por que habían tiburones.

La mayoría de niños evitaban mirarlos, pero Ryujin con una gran sonrisa los observaba, no les tenía miedo, de todas formas el vidrio era bastante grueso y confiaba en que no iba a romperse, además los tiburones no parecían interesados en las personas, solo seguían su camino tranquilamente.

Veía los carteles para ver qué tipo de tiburones eran los que estaban ahí, pero uno en especial llamó su atención

-¿Tiburón tigre? -No estaba leyendo mal, ese era su nombre, vio la imagen del tiburón nombrado, pensaba que sería naranja con rayas negras, pero no era así, al menos tenía rayas, de ahí su nombre.

Le pareció muy bonito, levantó la mirada y empezó a buscarlo

-Le encantan los tigres -Le dijo Jihyo a Tzuyu, ambas reían.

-Créeme, ya me di cuenta.

-Gracias por invitarnos Tzu, éste lugar es muy hermoso.

La contraria rió un poco, para luego decir:

-Como tú.

La mayor se sonrojó de golpe, ¿Estaba devolviéndole el cumplido de la vez pasada?

Después de unos segundos de pensamiento, reaccionó y rió un poco, golpeando el hombro de Tzuyu como hacia habitualmente, ésta solo sobo su hombro mientras reía también.

Ryujin las miró por un momento y sonrió, les encantaba lo felices que eran juntas, volvió su vista hacia el acuario y soltó un pequeño grito mientras caía hacia atrás, no se esperaba que el tiburón que estaba buscando anteriormente estuviera tan cerca del vidrio.

Soltó una gran carcajada, se llevó un gran susto.

-¿Estás bien cariño? -Preguntó su madre.

-Sip, es solo que me asustó -Se levantó aún riendo.

-Sigamos, aún queda mucho más por ver -Dijo Tzuyu.

Siguieron caminando, dejando a los tiburones atrás estaban las medusas, cada una irradiaba un color distinto, haciendo que esa zona del acuario se iluminara naturalmente con colores.

Luego de bastantes minutos caminando no había nada, Ryujin miraba para todos los lados buscando algún habitante de semejante espacio.

De pronto donde estaba parada se oscureció, era extraño ya que al lado de ella estaba iluminado, levantó la vista, encontrando al causante.

Era un pez gigante, por eso el tamaño de su lugar.

Buscó algún cartel que le dijera el nombre de tal espécimen.

-Tiburón ballena -Dijo leyendo el cartel, rió un poco por aquel nombre, le quedaba muy bien ya que, a pesar de ser bastante grande y tener aspecto de tiburón, era totalmente inofensivo como una ballena y comía plancton junto con animales oceánicos llamados necton.

Se oscureció aún más, giró su cabeza aún mirando hacia arriba, dándose cuenta que aquella especie no era la única.

Habían dos más, uno era mucho más pequeño, debía ser su cría.

Era una familia, una familia de tiburones ballena

Ryujin rió, le parecía gracioso el cómo sonaba, además, le recordaba a ella, Tzuyu y Jihyo, eran una pequeña familia.

Terminaron de recorrer el acuario y fueron a la salida.

Al salir se escuchó rugir al estómago de Ryujin, haciendo reír a sus mayores

-¿Vamos al centro comercial a comer? -Ofreció Tzuyu, quedaba cerca de ahí.

-Claro, vamos -Aceptó Jihyo tomando la mano de Ryujin, empezando a caminar.

Y al igual que la primera vez que caminaron juntas, la menor tomó la mano de la castaña, regalándole una sonrisa.

Llegaron al centro comercial y fueron al patio de comidas, después de unos minutos para elegir optaron por unas hamburguesas.

Luego de un rato comiendo y conversando, terminaron y se levantaron.

-¿Y si nos vamos a tomar fotos? -Jihyo apuntó a una cabina fotográfica que estaba a unos metros.

-¡Si! -Con entusiasmo, Ryujin corrió hacia allí.

La más alta solo soltó una pequeña risa y junto a la mayor la siguieron.

Una vez dentro, metieron un billete y miraron a la cámara, posando para las fotos.

En la primera pusieron caras graciosas, en la segunda estaban serias, en la tercera sacaron la lengua, en la cuarta las dos mayores besaban las mejillas de Ryujin y en la última las tres juntaron sus mejillas.

Salieron de la cabina y recogieron las fotos, riendo mientras miraban cada una.

Ya en el departamento solo se sentaron a ver televisión, era de noche por lo tanto Tzuyu se quedaría a dormir como siempre lo hacía.

Cuando ya terminó la película se dieron cuenta que la menor estaba en el quinto sueño.

Rieron por lo bajo.

-Llévala a la cama, yo te traeré una manta y almohadas -Dijo Jihyo susurrando, la contraria asintió y cuidadosamente tomó a Ryujin, llevándola a su habitación, por suerte ya tenía el pijama puesto, asi que solo tuvo que arroparla, salió no sin antes dejar un beso en su frente.

Se sentó en el sofá esperando a que la mayor llegara con sus cosas.

Escuchó un pequeño quejido, volteó y vio a Jihyo al lado del sofá, sosteniendo una manta y muchas almohadas que lograban tapar su rostro.

-¿Por qué traes tantas almohadas? -Preguntó riendo.

-Es para que estés cómoda, asi que deja de reírte y ven a ayudarme, no sé donde está el sofá -Exigió.

Se incorporó aún riéndose y caminó hacia la mayor, ésta no se dio cuenta que la castaña estaba en frente de ella asi que sólo avanzo, produciendo que chocaran y cayeran al sofá.

-¡No me dijiste que el sofá estaba tan cerca! -Se quejó entre risas.

-No me lo preguntaste -Rió igualmente.

Una almohada le impedía ver el rostro de Tzuyu asi que la quitó, lo que no esperaba es que estuviera tan cerca.

Se quedaron en silencio, viéndose a los ojos y perdiéndose en ellos.

Estaban en una burbuja, dejaron de prestarle atención al exterior, sólo estaban ellas.

Poco a poco fueron acercándose, tímidamente, con las mejillas rojas.

Hasta que llegó un momento en el que cortaron la distancia, uniendo sus labios en un tierno beso.

No era un beso desesperado y mucho menos subido de tono, era un beso tierno y lleno de amor, transmitiendo el cariño que estaban guardándose hace mucho.

Se separaron para verse nuevamente, ambas sonrieron de oreja a oreja.

-Park Jihyo, ¿Q-Quieres ser mi novia?
-Preguntó con vergüenza.

Por supuesto que sí -Le dio un rápido beso en los labios.

-Te amo -Se atrevió a decir Tzuyu con aún un poco de vergüenza.

La contraria soltó una pequeña risa
-Yo también te amo, Chewy


Luego de ordenar el desorden que provocaron anteriormente, se acostaron en la cama, aún viéndose.

-¿Sabes que es lo que más me gusta de que ahora estemos juntas? -Habló la castaña.

-¿Que? -Preguntó sonriente, mirándola embobada.

-Que ahora puedo dormir en una cama y no en ese incómodo sofá.

Zhou mata pasiones Tzuyu

-En este momento estoy pensando seriamente en devolverte al sofá

-¡Nooo!

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